Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
WOW E LLEGADO AL ÚLTIMO CAPÍTULO, AÚN ATENDIENDO COSAS DEL TRABAJO, HE PODIDO LEER, ESTA GENIAL LA HISTORIA Y COMO SIEMPRE HACES K UNO VIVA CADA MOMENTO DE CADA ESCENA FELICIDADES X FA NO TARDES EN ACTUALIZAR
NEOYEHT- Sailor Outer Scout
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
¡Hola!
¡Mil gracias a todos por sus comentarios! ¡En verdad me alegra enormemente que les gustara el capitulo anterior!
Yo sé, ha pasado mucho tiempo desde que actualice por aqui y me disculpo con ustedes por la larga espera. Pero bueno, lo importante es que ya ando de regreso, les traigo el ultimo capitulo de esta historia. Descuiden, que aun no es el final ya que nos queda el epilogo.
¡Espero que disfruten de este capitulo!
Capitulo 10
Salvación
Desde la terraza del club Sailors, y tras asegurarse de que todos estaban bien, los chicos contemplaban el imponente palacio de Escarlata destacar en un Tokio sumido en la oscuridad tras el terremoto.
–¿Y ahora cual es el plan, Serena?
–Que todos ustedes salgan de la ciudad ahora mismo –respondió la rubia –Yo me encargare de Escarlata y salvar a las chicas. Soy la única que puede hacerlo.
–¿Eso significa….?–dijo Sophie sorprendida –¿En verdad, Serena, tu eres…?
–Sí, soy Sailor Moon. Pero prométeme que este secreto no saldrá de aquí. Lo último que quiero es que se haga pública mi identidad.
–Acabas de salvar la vida de miles de personas al avisar lo que acaba de ocurrir, obviamente guardare tu secreto. Pero después de que derrotes a quién está detrás de esto ¿si me darás esa entrevista?
–Por supuesto –respondió Serena con una pequeña sonrisa –Pero tú prométeme que llevaras a los chicos a Oasis; en esa isla, Escarlata no los va a encontrar.
–¿Cómo sabes que…? –trato de decir la reportera sin salir de su sorpresa.
–Ya estuve allí en el futuro. Soy una viajera del tiempo y sé muy bien que Oasis era el cuartel general de la rebelión.
–¿La rebelión? –musito Yaten sorprendido –¿Crees que nuevamente tengamos que reunir a los rebeldes, Serena?
–No, ya no será así porque me encargare de detener a Escarlata –respondió la rubia.
–¿Hola? ¿Hay alguien allí? ¡Responde, Sophie! –dijo una voz desde el otro lado de la radio que sostenía Nicolás.
Sophie lo tomo rápidamente –¡Ethan! ¿Estás bien?
–¿Quién es Ethan? –pregunto Serena.
–El policía que contacto Sophie, se trata de su ex –respondió Andrew –¿No lo conociste en el futuro, Serena?
–No, ella prácticamente no hablaba de su familia. Antes de que llegáramos a Egipto, Sophie me dijo que ella también había perdido a mucha gente que amaba… supongo que entre esas personas se hallaba Ethan.
–Eso parece por lo preocupada que ella está por él –dijo Taiki.
–…No, tranquilo. Me encuentro bien –continuo diciendo Sophie por la radio.
–Que bueno. Toda la ciudad ha entrado en pánico y la gente está desesperada por dejar la ciudad. Te voy a sacar de Tokio a como dé lugar.
–Pero, Ethan…
–No perdamos el tiempo discutiendo y dime en dónde estás.
–En el Club Sailors –respondió la reportera con un suspiro.
–¡Maldición, Sophie! ¡Sal de allí ahora mismo! –grito Ethan desesperado, lo que causo la preocupación de todos los presentes –¡Estás a menos de 5km de la Torre de Tokio!
–Ahórrate las clases de geografía y explícame qué te pasa –dijo la reportera.
–Están evacuando a 10km a la redonda de la zona donde ahora esta ese palacio de Cristal. Parece que los militares planean atacar con todo ya que fueron las Sailors Scouts quienes levantaron ese lugar y no van a dudar en acabar con ellas.
–¡Los militares no pueden atacar a las chicas! ¡Pueden matarlas! –dijo Yaten angustiado.
–No, ellas ahora son más peligrosas que todos los tanques de guerra del mundo. Tengo que detener esto antes de que el ejército inicie la guerra contra Escarlata –dijo Serena –Sophie, dile a Ethan que avise a los militares que si quieren ayudar, saquen a la gente de la ciudad, que no hagan nada contra las Sailors Scouts. Sailor Moon se encargara de esto. No tiene porque morir gente inocente cuando está es mi propia lucha.
Sophie asintió y repitió el mensaje de la rubia por la radio.
–Princesa Dorada…
Los chicos voltearon a su alrededor para tratar de localizar de donde provenía esa dulce voz, pero que a la vez les helaba la sangre y que se escuchaba por todas partes. Serena reconoció de inmediato la voz de Escarlata.
–Dado que has decidido desafiarme, ahora deberás enfrentarte a mi poder ya que yo soy la única y verdadera Reina de Tokio de Cristal. Tienes una hora para venir a mi Palacio, entregarme personalmente el Cristal de Plata y regresarme a Endimión. Si no, yo misma me encargare de destruir lo que más quieres…
Serena respiro profundamente para tratar de tranquilizarse al escuchar esas palabras. No tenía muchas opciones si quería evitar una guerra en contra de Escarlata y asegurar que todos estuvieran a salvo.
–Ni se te ocurra pensar que iras sola ante Escarlata, Serena –dijo Nicolás.
–Así debe de ser. Ustedes son fuertes, valientes y no les ha importado hacer lo que sea con tal de protegerme… fui testigo de eso en el futuro ya que gracias a cada uno de ustedes es que yo estoy aquí en este momento. No permitiré que nuevamente arriesguen sus vidas por mí. Está es mi batalla, y ahora es mi turno de salvarlos.
–No vamos a permitir que luches sola, Serena –dijo Andrew.
–Entiendan que tienen que hacerlo. Ustedes no tienen poderes con los cuales defenderse. Odio recordárselos, pero las chicas ahora son el enemigo y todos sabemos que serian incapaces de hacerles daño.
–Pero tengo el arco y las flechas que me diste, Bombón, podríamos paralizarlas al igual que a Darién.
–No es suficiente, Seiya… No pueden luchar conmigo.
–Debe de haber otra opción –dijo Taiki –Una en la que podamos luchar a tu lado.
–No tienes que hacer esto sola, Serena –dijo Yaten.
–Tengo que. Debo cumplir con la promesa que te hice, Yaten, de cambiar el futuro y derrotar a Escarlata. Me dije a mi misma que no fallaría a esa promesa y más después de los sacrificios que hicieron por mí, lo cual hizo que les costara la vida a todos ustedes por protegerme… No quiero volver a perder a ninguno de ustedes.
La rubia los miro a cada uno de ellos tratando de resistir las ganas que tenia de llorar. Tal vez esa sería la última vez que los viera si usaba el Cristal de Plata para derrotar a Escarlata. No quería despedirse, pero tenía que hacerlo con tal de asegurarse de que estuvieran a salvo.
Se obligo a esbozar una sonrisa en su rostro.
–No sé imaginan lo feliz que estoy de que personas tan maravillosas como ustedes formaran parte de mi vida. Los quiero mucho a todos y por eso es mi deber asegurarme de que el futuro en el que estuve no se repita. Soy la única que puede evitar una guerra que solo traería muerte y destrucción, no solo a la Tierra, sino al resto del Universo… Este es mi destino.
Serena sonrió mirando por última vez a todos sus amigos, luchando con todas sus fuerzas para no llorar. Cuando su mirada se encontró con la de Seiya, una lágrima traicionera resbalo por su mejilla y corrió rápidamente hacia el interior del club.
–¡Bombón!
–Tienes que dejarla ir, Seiya –dijo Taiki sujetándolo del brazo –Aunque no nos guste reconocerlo, Serena tiene razón en todo lo que dijo. Ya no hay más que podamos hacer para ayudarla. Ella es la única que tiene el poder para luchar contra Escarlata.
–¡No me importa! –grito el pelinegro liberándose del agarre de su hermano –¡No voy a permitir que Bombón arriesgue su vida!
¡Mil gracias a todos por sus comentarios! ¡En verdad me alegra enormemente que les gustara el capitulo anterior!
Yo sé, ha pasado mucho tiempo desde que actualice por aqui y me disculpo con ustedes por la larga espera. Pero bueno, lo importante es que ya ando de regreso, les traigo el ultimo capitulo de esta historia. Descuiden, que aun no es el final ya que nos queda el epilogo.
¡Espero que disfruten de este capitulo!
Capitulo 10
Salvación
Desde la terraza del club Sailors, y tras asegurarse de que todos estaban bien, los chicos contemplaban el imponente palacio de Escarlata destacar en un Tokio sumido en la oscuridad tras el terremoto.
–¿Y ahora cual es el plan, Serena?
–Que todos ustedes salgan de la ciudad ahora mismo –respondió la rubia –Yo me encargare de Escarlata y salvar a las chicas. Soy la única que puede hacerlo.
–¿Eso significa….?–dijo Sophie sorprendida –¿En verdad, Serena, tu eres…?
–Sí, soy Sailor Moon. Pero prométeme que este secreto no saldrá de aquí. Lo último que quiero es que se haga pública mi identidad.
–Acabas de salvar la vida de miles de personas al avisar lo que acaba de ocurrir, obviamente guardare tu secreto. Pero después de que derrotes a quién está detrás de esto ¿si me darás esa entrevista?
–Por supuesto –respondió Serena con una pequeña sonrisa –Pero tú prométeme que llevaras a los chicos a Oasis; en esa isla, Escarlata no los va a encontrar.
–¿Cómo sabes que…? –trato de decir la reportera sin salir de su sorpresa.
–Ya estuve allí en el futuro. Soy una viajera del tiempo y sé muy bien que Oasis era el cuartel general de la rebelión.
–¿La rebelión? –musito Yaten sorprendido –¿Crees que nuevamente tengamos que reunir a los rebeldes, Serena?
–No, ya no será así porque me encargare de detener a Escarlata –respondió la rubia.
–¿Hola? ¿Hay alguien allí? ¡Responde, Sophie! –dijo una voz desde el otro lado de la radio que sostenía Nicolás.
Sophie lo tomo rápidamente –¡Ethan! ¿Estás bien?
–¿Quién es Ethan? –pregunto Serena.
–El policía que contacto Sophie, se trata de su ex –respondió Andrew –¿No lo conociste en el futuro, Serena?
–No, ella prácticamente no hablaba de su familia. Antes de que llegáramos a Egipto, Sophie me dijo que ella también había perdido a mucha gente que amaba… supongo que entre esas personas se hallaba Ethan.
–Eso parece por lo preocupada que ella está por él –dijo Taiki.
–…No, tranquilo. Me encuentro bien –continuo diciendo Sophie por la radio.
–Que bueno. Toda la ciudad ha entrado en pánico y la gente está desesperada por dejar la ciudad. Te voy a sacar de Tokio a como dé lugar.
–Pero, Ethan…
–No perdamos el tiempo discutiendo y dime en dónde estás.
–En el Club Sailors –respondió la reportera con un suspiro.
–¡Maldición, Sophie! ¡Sal de allí ahora mismo! –grito Ethan desesperado, lo que causo la preocupación de todos los presentes –¡Estás a menos de 5km de la Torre de Tokio!
–Ahórrate las clases de geografía y explícame qué te pasa –dijo la reportera.
–Están evacuando a 10km a la redonda de la zona donde ahora esta ese palacio de Cristal. Parece que los militares planean atacar con todo ya que fueron las Sailors Scouts quienes levantaron ese lugar y no van a dudar en acabar con ellas.
–¡Los militares no pueden atacar a las chicas! ¡Pueden matarlas! –dijo Yaten angustiado.
–No, ellas ahora son más peligrosas que todos los tanques de guerra del mundo. Tengo que detener esto antes de que el ejército inicie la guerra contra Escarlata –dijo Serena –Sophie, dile a Ethan que avise a los militares que si quieren ayudar, saquen a la gente de la ciudad, que no hagan nada contra las Sailors Scouts. Sailor Moon se encargara de esto. No tiene porque morir gente inocente cuando está es mi propia lucha.
Sophie asintió y repitió el mensaje de la rubia por la radio.
–Princesa Dorada…
Los chicos voltearon a su alrededor para tratar de localizar de donde provenía esa dulce voz, pero que a la vez les helaba la sangre y que se escuchaba por todas partes. Serena reconoció de inmediato la voz de Escarlata.
–Dado que has decidido desafiarme, ahora deberás enfrentarte a mi poder ya que yo soy la única y verdadera Reina de Tokio de Cristal. Tienes una hora para venir a mi Palacio, entregarme personalmente el Cristal de Plata y regresarme a Endimión. Si no, yo misma me encargare de destruir lo que más quieres…
Serena respiro profundamente para tratar de tranquilizarse al escuchar esas palabras. No tenía muchas opciones si quería evitar una guerra en contra de Escarlata y asegurar que todos estuvieran a salvo.
–Ni se te ocurra pensar que iras sola ante Escarlata, Serena –dijo Nicolás.
–Así debe de ser. Ustedes son fuertes, valientes y no les ha importado hacer lo que sea con tal de protegerme… fui testigo de eso en el futuro ya que gracias a cada uno de ustedes es que yo estoy aquí en este momento. No permitiré que nuevamente arriesguen sus vidas por mí. Está es mi batalla, y ahora es mi turno de salvarlos.
–No vamos a permitir que luches sola, Serena –dijo Andrew.
–Entiendan que tienen que hacerlo. Ustedes no tienen poderes con los cuales defenderse. Odio recordárselos, pero las chicas ahora son el enemigo y todos sabemos que serian incapaces de hacerles daño.
–Pero tengo el arco y las flechas que me diste, Bombón, podríamos paralizarlas al igual que a Darién.
–No es suficiente, Seiya… No pueden luchar conmigo.
–Debe de haber otra opción –dijo Taiki –Una en la que podamos luchar a tu lado.
–No tienes que hacer esto sola, Serena –dijo Yaten.
–Tengo que. Debo cumplir con la promesa que te hice, Yaten, de cambiar el futuro y derrotar a Escarlata. Me dije a mi misma que no fallaría a esa promesa y más después de los sacrificios que hicieron por mí, lo cual hizo que les costara la vida a todos ustedes por protegerme… No quiero volver a perder a ninguno de ustedes.
La rubia los miro a cada uno de ellos tratando de resistir las ganas que tenia de llorar. Tal vez esa sería la última vez que los viera si usaba el Cristal de Plata para derrotar a Escarlata. No quería despedirse, pero tenía que hacerlo con tal de asegurarse de que estuvieran a salvo.
Se obligo a esbozar una sonrisa en su rostro.
–No sé imaginan lo feliz que estoy de que personas tan maravillosas como ustedes formaran parte de mi vida. Los quiero mucho a todos y por eso es mi deber asegurarme de que el futuro en el que estuve no se repita. Soy la única que puede evitar una guerra que solo traería muerte y destrucción, no solo a la Tierra, sino al resto del Universo… Este es mi destino.
Serena sonrió mirando por última vez a todos sus amigos, luchando con todas sus fuerzas para no llorar. Cuando su mirada se encontró con la de Seiya, una lágrima traicionera resbalo por su mejilla y corrió rápidamente hacia el interior del club.
–¡Bombón!
–Tienes que dejarla ir, Seiya –dijo Taiki sujetándolo del brazo –Aunque no nos guste reconocerlo, Serena tiene razón en todo lo que dijo. Ya no hay más que podamos hacer para ayudarla. Ella es la única que tiene el poder para luchar contra Escarlata.
–¡No me importa! –grito el pelinegro liberándose del agarre de su hermano –¡No voy a permitir que Bombón arriesgue su vida!
Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
Con linterna en mano, Serena se acerco a Darién, que se encontraba sentado en el suelo, recargado contra unas cajas de bebidas en el almacén del club. La rubia noto que empezaba a mover ligeramente el rostro.
–Veo que están empezando a desaparecer los efectos del paralizante.
–Déjame ir… Déjame volver con Selena.
–Perdóname, pero no puedo hacerlo –respondió ella arrodillándose a su lado.
–¿Aun no entiendes que yo la amo, Serena? –pregunto Darién.
–Eso ya me quedo muy claro. De hecho, antes de que intentaras matarme, justamente te iba a decir que ya no quería que estuviéramos juntos como pareja –dijo ella dando un largo suspiro –Me pasaron muchas cosas en el futuro, cosas que ni en mis peores pesadillas podría haber imaginado… pero también viví algunas cosas que me hicieron muy feliz y provocaron que mis sentimientos por ti cambiaran. Fuiste mi primer amor, Darién, y por eso siempre voy a amarte y querer lo mejor para ti. Es por eso que te tengo aquí, para protegerte y salvarte, tal como quiero salvar al mundo.
–¿De Selena?... Ella solo quiere crear un mundo mejor.
–Tal vez, pero no lo está haciendo de la mejor forma. He visto lo que pasara si ella se convierte en la Reina de Tokio de Cristal y no es nada agradable. El mundo se convertirá en el mismo infierno si no hago algo para detenerla.
–Llévame con ella… La convenceré de que desista de sus planes –dijo el moreno –Te prometo que nos iremos lejos, a donde sea con tal de vivir la vida que nos fue arrebatada en el Milenio de Plata. Sé que a diferencia de la Reina Serenity, tú si nos darás la oportunidad de ser felices juntos.
–Realmente quiero creerte, Darién, pero después de lo que nos hiciste a Seiya y a mí esta noche, me cuesta un poco confiar en ti.
–Te estoy diciendo la verdad. Por favor…No le hagas nada a Selena.
–A pesar de todo, Escarlata es mi hermana y también merecer ser feliz después de todo lo que ha pasado –dijo ella dando un largo suspiro –No puedo llevarte conmigo, pero te prometo que haré hasta lo imposible para salvarla y ambos puedan estar juntos.
Serena le dio un beso en la mejilla a Darién, tras lo que se puso de pie y camino rápidamente hacia la puerta del almacén.
Fue entonces que vio a Seiya, tenuemente iluminado por la luz de las velas que había por todo el club, y se dio cuenta de que había escuchado su conversación con el moreno.
–¿Cuánto tiempo llevas aquí? –dijo ella cerrando la puerta del almacén.
–El suficiente para darme cuenta de que prácticamente vas a suicidarte considerando que ni siquiera llevaras a Darién con Escarlata.
–Es mi manera de protegerlo. A pesar de lo que paso en su departamento, ambos sabemos que no es malo, así que te pido que cuides de él... –dijo ella caminando hacia las escaleras de emergencia.
El pelinegro la alcanzo rápidamente y la tomo del brazo para detenerla –Ni creas que voy a permitir que te vayas sola, Bombón.
–Tienes que dejarme ir –dijo la rubia zafándose de su agarre –No hagas esto más difícil de lo que ya es.
–No tienes que decirlo ¿crees que fue fácil escuchar cómo te despedías de todos como si nunca fueras a volver?
–No quiero pensarlo, pero existe esa posibilidad.
–No digas eso –replico el pelinegro.
–Ambos sabemos que podría morir si uso el Cristal de Plata con tal de salvarlos a todos. Y eso es lo que haré si no tengo otra alternativa.
–Si crees eso, ¿no crees que lo último que deberíamos hacer es tener esa conversación que dejamos pendiente?
–Ya no hay tiempo para eso, Seiya –respondió ella tratando de esquivarlo en vano. Realmente quería decirle la verdad, pero ¿de qué serviría si ella de todas formas se iba a ir?
–Si lo hay. Dímelo. ¿Qué paso entre nosotros en el futuro?
–Considerando lo que está pasando, no creo que sea buena idea que lo sepas y más si quizás yo no regrese. No voy a decirte algo que podría afectarte.
–No me importa. Quiero saberlo, Bombón.
–¿Para qué? Lo que pasé al lado del Seiya del futuro ahora forma parte de mi pasado, pero no de tu futuro. Tu nunca vivirás todo lo que viví con él.
–¿Y eso qué? Los dos somos la misma persona y creo que tengo derecho de saber que sucedió con entre mi yo del futuro y tú mientras estuviste en el 2012.
–Seiya, yo…
–Necesito que seas honesta conmigo. Nunca ha habido secretos entre nosotros y no tiene por qué empezar a haberlos ahora. Dime la verdad, Bombón ¿qué paso entre nosotros?
Serena respiro profundamente pensando que hacer. Al Seiya del futuro le dijo lo que sentía antes de que usara la llave del tiempo, aun sabiendo que el Seiya del presente posiblemente no correspondería a sus sentimientos. Tenía dos opciones: dejar las cosas como estaban y que Seiya siguiera ignorando lo sucedido. O contarle la verdad, arriesgándose a no saber si será correspondida.
¿Pero eso que importaba?
Sin importar lo que pasara con ella, odiaba ver que Seiya actuara como si tuviera amnesia y no recordara lo que vivieron juntos. Aunque eso era así porque él simplemente no podía recordar algo que nunca vivió. Serena quería que supiera cada detalle de lo que habían pasado juntos desde que ella llego al futuro, en especial esos momentos tan especiales que vivieron en Egipto.
Quizás no sería justo para Seiya saberlo si ella no sobrevivía a la lucha contra Escarlata, pero al menos tendría la seguridad de que el pelinegro conocería lo que alguna vez paso entre ellos en un futuro diferente.
–Yo sé que desde que regrese del futuro me he comportado distinta y las cosas entre nosotros han sido diferentes a como lo han sido siempre. Pero… Sabes muy bien que hemos tenido una enorme conexión desde que nos conocimos y cuando llegue al futuro, esa conexión se volvió aun más grande y fuerte que nunca. Yo estaba tan asustada cuando llegue allí porque no entendía cómo fue posible que mi vida cambiara tan radicalmente, todo lo que alguna vez conocí había desaparecido y aun así, allí estabas tú como siempre a mi lado, Seiya. Estoy segura de que me hubiera sentido totalmente perdida si no hubieras conmigo… –dijo ella dando un largo suspiro –Es curioso, a pesar de hallarnos en medio del infierno, siempre encontraste la forma para hacerme sonreír, de hacerme feliz así fuera robando un camello y escapándonos a Giza a la mitad de la noche, y yo… Ni siquiera estoy muy segura de cómo paso, pero cuando me di cuenta, supe que fue lo mejor que pudo haberme pasado en medio del caos en el que me hallaba.
–No entiendo lo que me tratas de decir…
–Me enamore de ti, Seiya.
El pelinegro estaba tan sorprendido con esa confesión que no estaba seguro de que hacer. Había imaginado tantas veces ese momento en sus sueños, que ahora no sabía ni cómo reaccionar.
–Estoy consciente de que aquí las cosas son muy diferentes a cómo eran en el futuro –continuo la rubia –Y es muy probable que no sientas lo mismo por mí, pero…
–Estás muy equivocada, Bombón. Yo también estoy enamorado de ti…
–¿En… enserio? –musito ella sin poder creerlo.
–Nunca he dejado de amarte durante todos estos años. Si no te había dicho nada fue porque te veía tan feliz con Darién, y si tú eras feliz, yo también lo era, aunque simplemente estuviera a tu lado como tu mejor amigo. Sabía muy bien que no había posibilidad de que estuviéramos juntos, por eso he salido con tantas chicas en un intento de poder olvidar lo que siento por ti, pero nunca funciono. Ninguna de ellas era mi dulce Bombón…
Serena no supo ni que decir ante las palabras del pelinegro. Lo único que hizo fue romper el poco espacio que los separaba mientras Seiya la tomaba entre brazos y se besaron con anhelo, sintiendo que la felicidad los llenaba al ser conscientes de que sus sentimientos eran correspondidos y podrían estar juntos…
Pero no por mucho tiempo.
Sin poder evitarlo, la rubia comenzó a llorar mientras lentamente terminaban aquel beso. Seiya la estrecho aun más entre sus brazos.
–No tienes por qué ir sola ante Escarlata. Iré contigo, Bombón.
–¡No! ¡Debes quedarte aquí! ¡A salvo!. Así tiene que ser… por favor –musito ella entre lagrimas colocando su mano suavemente sobre la cicatriz del pelinegro –No voy a arriesgar nuevamente tu vida y eso no está a discusión. Te lo suplico, tienes que quedarte aquí. Recuerda que dijiste que me ayudarías e ibas a hacer todo lo que yo dijera sin cuestionarme.
–Ya sé lo dije, pero no quiero separarme de ti, aun menos ahora que por fin tenemos una oportunidad de que estar juntos, y eso sin que pasaran esos tres años que te dije esta tarde para que fuera posible.
Serena no pudo evitar que en su rostro se formara una pequeña sonrisa ante sus palabras, recordando como siempre bromeaban sobre que algún día saldrían juntos como algo más que amigos, como lo habían hecho ese mismo día antes de que ella fuera enviada al futuro. Pero esa sonrisa pronto desapareció para dar paso a más lágrimas que él le limpiaba con su mano.
–Una vez me preguntaste en el futuro si habría una oportunidad de que estuviéramos juntos en caso de que yo nunca lograra regresar al 2010 –dijo ella tratando de controlar sus lágrimas –Te hubiera dicho que si, Seiya, pero no me dejaste responderte. Dijiste que por más que quisieras que me quedara a tu lado, en el futuro, no podías ser egoísta ya que de mi dependían las vidas de millones de personas.
–Eso fue en el futuro. Aquí si quiero ser egoísta, aunque sea por un momento con tal de impedir que te vayas –dijo él abrazándola con fuerza y beso su cabello.
–Yo tampoco quisiera irme, pero esto no sé trata solo de nosotros. El destino de millones de personas en la Tierra y el resto del universo está en mis manos. Tengo que salvarlos a todos.
–Ya lo sé… –susurro él tratando de mantenerse entero –Sé que tienes razón, que tienes que ir a salvar al mundo… Pero comprende que no quiero perderte.
–Seiya…
Se hizo el silencio entre ambos mientras se abrazaban con más fuerza. Era tan difícil despedirse.
–Prométeme que volverás, Bombón. Así como regresaste del futuro, también tienes que regresar a mi lado… Prométeme que sobrevivirás.
Ella no sabía que le esperaba en cuanto se fuera del club, ni que tan difícil seria la batalla contra Escarlata o si lograría sobrevivir, pero quería volver. Realmente deseaba con todas sus fuerzas regresar a los brazos de Seiya.
–Volveré… Te lo prometo, voy a volver a tu lado –dijo ella –Pero tú también prométeme, que si no regreso al club al amanecer, tú y los chicos se irán a Oasis sin importar lo que pase.
–Te lo prometo siempre y cuando no tardes en reunirte conmigo –dijo él acariciando el rostro de la rubia. Ella asintió –Sé que no será fácil la batalla contra Escarlata, pero sin importar lo difícil que parezca, nunca te rindas. Y aun más importante: no olvides tu promesa, Bombón…
–No la olvidare…
La rubia se estrechó aún más a él mientras se alzaba de puntillas, recorriendo con pequeños besos la extensión de la cicatriz de Seiya –un recordatorio de lo que él estaba dispuesto a hacer por ella por ese amor que le tenía– hasta finalmente llegar a sus labios. Se besaron como si el mundo llegara a su fin, y aunque de alguna forma así era, ninguno pensó en ello demasiado con tal de prolongar y disfrutar de ese momento el máximo ya que ese sería su último beso.
–Te amo, Seiya –murmuro ella contra sus labios.
–Yo también te amo, Bombón.
Serena lo miro por última vez, tras lo que salió corriendo por las escaleras de emergencia. Tenía tantas ganas de volver con Seiya y no separarse de él jamás, pero no podía hacer eso, no aun. Lo único que hizo fue seguir bajando rápidamente sin mirar atrás.
Sin importar lo que pasara, estaba más que dispuesta a cumplir con su promesa. Volvería al lado de Seiya a como diera lugar.
–Veo que están empezando a desaparecer los efectos del paralizante.
–Déjame ir… Déjame volver con Selena.
–Perdóname, pero no puedo hacerlo –respondió ella arrodillándose a su lado.
–¿Aun no entiendes que yo la amo, Serena? –pregunto Darién.
–Eso ya me quedo muy claro. De hecho, antes de que intentaras matarme, justamente te iba a decir que ya no quería que estuviéramos juntos como pareja –dijo ella dando un largo suspiro –Me pasaron muchas cosas en el futuro, cosas que ni en mis peores pesadillas podría haber imaginado… pero también viví algunas cosas que me hicieron muy feliz y provocaron que mis sentimientos por ti cambiaran. Fuiste mi primer amor, Darién, y por eso siempre voy a amarte y querer lo mejor para ti. Es por eso que te tengo aquí, para protegerte y salvarte, tal como quiero salvar al mundo.
–¿De Selena?... Ella solo quiere crear un mundo mejor.
–Tal vez, pero no lo está haciendo de la mejor forma. He visto lo que pasara si ella se convierte en la Reina de Tokio de Cristal y no es nada agradable. El mundo se convertirá en el mismo infierno si no hago algo para detenerla.
–Llévame con ella… La convenceré de que desista de sus planes –dijo el moreno –Te prometo que nos iremos lejos, a donde sea con tal de vivir la vida que nos fue arrebatada en el Milenio de Plata. Sé que a diferencia de la Reina Serenity, tú si nos darás la oportunidad de ser felices juntos.
–Realmente quiero creerte, Darién, pero después de lo que nos hiciste a Seiya y a mí esta noche, me cuesta un poco confiar en ti.
–Te estoy diciendo la verdad. Por favor…No le hagas nada a Selena.
–A pesar de todo, Escarlata es mi hermana y también merecer ser feliz después de todo lo que ha pasado –dijo ella dando un largo suspiro –No puedo llevarte conmigo, pero te prometo que haré hasta lo imposible para salvarla y ambos puedan estar juntos.
Serena le dio un beso en la mejilla a Darién, tras lo que se puso de pie y camino rápidamente hacia la puerta del almacén.
Fue entonces que vio a Seiya, tenuemente iluminado por la luz de las velas que había por todo el club, y se dio cuenta de que había escuchado su conversación con el moreno.
–¿Cuánto tiempo llevas aquí? –dijo ella cerrando la puerta del almacén.
–El suficiente para darme cuenta de que prácticamente vas a suicidarte considerando que ni siquiera llevaras a Darién con Escarlata.
–Es mi manera de protegerlo. A pesar de lo que paso en su departamento, ambos sabemos que no es malo, así que te pido que cuides de él... –dijo ella caminando hacia las escaleras de emergencia.
El pelinegro la alcanzo rápidamente y la tomo del brazo para detenerla –Ni creas que voy a permitir que te vayas sola, Bombón.
–Tienes que dejarme ir –dijo la rubia zafándose de su agarre –No hagas esto más difícil de lo que ya es.
–No tienes que decirlo ¿crees que fue fácil escuchar cómo te despedías de todos como si nunca fueras a volver?
–No quiero pensarlo, pero existe esa posibilidad.
–No digas eso –replico el pelinegro.
–Ambos sabemos que podría morir si uso el Cristal de Plata con tal de salvarlos a todos. Y eso es lo que haré si no tengo otra alternativa.
–Si crees eso, ¿no crees que lo último que deberíamos hacer es tener esa conversación que dejamos pendiente?
–Ya no hay tiempo para eso, Seiya –respondió ella tratando de esquivarlo en vano. Realmente quería decirle la verdad, pero ¿de qué serviría si ella de todas formas se iba a ir?
–Si lo hay. Dímelo. ¿Qué paso entre nosotros en el futuro?
–Considerando lo que está pasando, no creo que sea buena idea que lo sepas y más si quizás yo no regrese. No voy a decirte algo que podría afectarte.
–No me importa. Quiero saberlo, Bombón.
–¿Para qué? Lo que pasé al lado del Seiya del futuro ahora forma parte de mi pasado, pero no de tu futuro. Tu nunca vivirás todo lo que viví con él.
–¿Y eso qué? Los dos somos la misma persona y creo que tengo derecho de saber que sucedió con entre mi yo del futuro y tú mientras estuviste en el 2012.
–Seiya, yo…
–Necesito que seas honesta conmigo. Nunca ha habido secretos entre nosotros y no tiene por qué empezar a haberlos ahora. Dime la verdad, Bombón ¿qué paso entre nosotros?
Serena respiro profundamente pensando que hacer. Al Seiya del futuro le dijo lo que sentía antes de que usara la llave del tiempo, aun sabiendo que el Seiya del presente posiblemente no correspondería a sus sentimientos. Tenía dos opciones: dejar las cosas como estaban y que Seiya siguiera ignorando lo sucedido. O contarle la verdad, arriesgándose a no saber si será correspondida.
¿Pero eso que importaba?
Sin importar lo que pasara con ella, odiaba ver que Seiya actuara como si tuviera amnesia y no recordara lo que vivieron juntos. Aunque eso era así porque él simplemente no podía recordar algo que nunca vivió. Serena quería que supiera cada detalle de lo que habían pasado juntos desde que ella llego al futuro, en especial esos momentos tan especiales que vivieron en Egipto.
Quizás no sería justo para Seiya saberlo si ella no sobrevivía a la lucha contra Escarlata, pero al menos tendría la seguridad de que el pelinegro conocería lo que alguna vez paso entre ellos en un futuro diferente.
–Yo sé que desde que regrese del futuro me he comportado distinta y las cosas entre nosotros han sido diferentes a como lo han sido siempre. Pero… Sabes muy bien que hemos tenido una enorme conexión desde que nos conocimos y cuando llegue al futuro, esa conexión se volvió aun más grande y fuerte que nunca. Yo estaba tan asustada cuando llegue allí porque no entendía cómo fue posible que mi vida cambiara tan radicalmente, todo lo que alguna vez conocí había desaparecido y aun así, allí estabas tú como siempre a mi lado, Seiya. Estoy segura de que me hubiera sentido totalmente perdida si no hubieras conmigo… –dijo ella dando un largo suspiro –Es curioso, a pesar de hallarnos en medio del infierno, siempre encontraste la forma para hacerme sonreír, de hacerme feliz así fuera robando un camello y escapándonos a Giza a la mitad de la noche, y yo… Ni siquiera estoy muy segura de cómo paso, pero cuando me di cuenta, supe que fue lo mejor que pudo haberme pasado en medio del caos en el que me hallaba.
–No entiendo lo que me tratas de decir…
–Me enamore de ti, Seiya.
El pelinegro estaba tan sorprendido con esa confesión que no estaba seguro de que hacer. Había imaginado tantas veces ese momento en sus sueños, que ahora no sabía ni cómo reaccionar.
–Estoy consciente de que aquí las cosas son muy diferentes a cómo eran en el futuro –continuo la rubia –Y es muy probable que no sientas lo mismo por mí, pero…
–Estás muy equivocada, Bombón. Yo también estoy enamorado de ti…
–¿En… enserio? –musito ella sin poder creerlo.
–Nunca he dejado de amarte durante todos estos años. Si no te había dicho nada fue porque te veía tan feliz con Darién, y si tú eras feliz, yo también lo era, aunque simplemente estuviera a tu lado como tu mejor amigo. Sabía muy bien que no había posibilidad de que estuviéramos juntos, por eso he salido con tantas chicas en un intento de poder olvidar lo que siento por ti, pero nunca funciono. Ninguna de ellas era mi dulce Bombón…
Serena no supo ni que decir ante las palabras del pelinegro. Lo único que hizo fue romper el poco espacio que los separaba mientras Seiya la tomaba entre brazos y se besaron con anhelo, sintiendo que la felicidad los llenaba al ser conscientes de que sus sentimientos eran correspondidos y podrían estar juntos…
Pero no por mucho tiempo.
Sin poder evitarlo, la rubia comenzó a llorar mientras lentamente terminaban aquel beso. Seiya la estrecho aun más entre sus brazos.
–No tienes por qué ir sola ante Escarlata. Iré contigo, Bombón.
–¡No! ¡Debes quedarte aquí! ¡A salvo!. Así tiene que ser… por favor –musito ella entre lagrimas colocando su mano suavemente sobre la cicatriz del pelinegro –No voy a arriesgar nuevamente tu vida y eso no está a discusión. Te lo suplico, tienes que quedarte aquí. Recuerda que dijiste que me ayudarías e ibas a hacer todo lo que yo dijera sin cuestionarme.
–Ya sé lo dije, pero no quiero separarme de ti, aun menos ahora que por fin tenemos una oportunidad de que estar juntos, y eso sin que pasaran esos tres años que te dije esta tarde para que fuera posible.
Serena no pudo evitar que en su rostro se formara una pequeña sonrisa ante sus palabras, recordando como siempre bromeaban sobre que algún día saldrían juntos como algo más que amigos, como lo habían hecho ese mismo día antes de que ella fuera enviada al futuro. Pero esa sonrisa pronto desapareció para dar paso a más lágrimas que él le limpiaba con su mano.
–Una vez me preguntaste en el futuro si habría una oportunidad de que estuviéramos juntos en caso de que yo nunca lograra regresar al 2010 –dijo ella tratando de controlar sus lágrimas –Te hubiera dicho que si, Seiya, pero no me dejaste responderte. Dijiste que por más que quisieras que me quedara a tu lado, en el futuro, no podías ser egoísta ya que de mi dependían las vidas de millones de personas.
–Eso fue en el futuro. Aquí si quiero ser egoísta, aunque sea por un momento con tal de impedir que te vayas –dijo él abrazándola con fuerza y beso su cabello.
–Yo tampoco quisiera irme, pero esto no sé trata solo de nosotros. El destino de millones de personas en la Tierra y el resto del universo está en mis manos. Tengo que salvarlos a todos.
–Ya lo sé… –susurro él tratando de mantenerse entero –Sé que tienes razón, que tienes que ir a salvar al mundo… Pero comprende que no quiero perderte.
–Seiya…
Se hizo el silencio entre ambos mientras se abrazaban con más fuerza. Era tan difícil despedirse.
–Prométeme que volverás, Bombón. Así como regresaste del futuro, también tienes que regresar a mi lado… Prométeme que sobrevivirás.
Ella no sabía que le esperaba en cuanto se fuera del club, ni que tan difícil seria la batalla contra Escarlata o si lograría sobrevivir, pero quería volver. Realmente deseaba con todas sus fuerzas regresar a los brazos de Seiya.
–Volveré… Te lo prometo, voy a volver a tu lado –dijo ella –Pero tú también prométeme, que si no regreso al club al amanecer, tú y los chicos se irán a Oasis sin importar lo que pase.
–Te lo prometo siempre y cuando no tardes en reunirte conmigo –dijo él acariciando el rostro de la rubia. Ella asintió –Sé que no será fácil la batalla contra Escarlata, pero sin importar lo difícil que parezca, nunca te rindas. Y aun más importante: no olvides tu promesa, Bombón…
–No la olvidare…
La rubia se estrechó aún más a él mientras se alzaba de puntillas, recorriendo con pequeños besos la extensión de la cicatriz de Seiya –un recordatorio de lo que él estaba dispuesto a hacer por ella por ese amor que le tenía– hasta finalmente llegar a sus labios. Se besaron como si el mundo llegara a su fin, y aunque de alguna forma así era, ninguno pensó en ello demasiado con tal de prolongar y disfrutar de ese momento el máximo ya que ese sería su último beso.
–Te amo, Seiya –murmuro ella contra sus labios.
–Yo también te amo, Bombón.
Serena lo miro por última vez, tras lo que salió corriendo por las escaleras de emergencia. Tenía tantas ganas de volver con Seiya y no separarse de él jamás, pero no podía hacer eso, no aun. Lo único que hizo fue seguir bajando rápidamente sin mirar atrás.
Sin importar lo que pasara, estaba más que dispuesta a cumplir con su promesa. Volvería al lado de Seiya a como diera lugar.
Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
Conforme Serena avanzaba por las calles de Tokio rumbo al Palacio de Escarlata, el caos la rodeaba por todas partes. Aunque la mayoría de los edificios de la ciudad se mantenían en pie tras el terremoto, había muchos daños materiales: algunos árboles y postes de luz caídos, varios autos dañados, muchos muros a puntos de venirse abajo y decenas de personas con heridas de varios tipos, mientras otros cientos de personas avanzaban por las oscuras calles de la ciudad siguiendo las indicaciones de la policía para evacuar Tokio. Afortunadamente para ella, fue fácil perderse entre la confusión con tal de evitar que le impidieran llegar hacia su destino.
Faltaban pocos minutos para que venciera el plazo de tiempo que Escarlata le había dado a la rubia, y escondida en un callejón, Serena se transformo en Sailor Moon tras lo que rápidamente recorrió el solitario trecho que la separaba de aquel palacio de cristal. Una vez allí, abrió las imponentes puertas y entro en el palacio.
Las puertas se cerraron de golpe tan pronto ella entro y se halló en aquel amplio vestíbulo en el que estuvo después de que la capturaran aquellos caza-recompensas por la recompensa que ofrecía sobre su cabeza la Reina de Tokio de Cristal.
–¡Escarlata! –grito Sailor Moon con todas sus fuerzas sin moverse –¡Aquí estoy tal como querías!
–No es tal como lo quería, Princesa Dorada.
Sailor Moon volteo a todas partes al escucharla, logro ver a Escarlata al otro extremo del vestíbulo.
–¿En donde esta Endimión?
–A salvo, en un lugar seguro –respondió la rubia –Terminemos esto de forma pacífica. Yo no te voy a separar de Darién, ambos podrán tendrán esa vida que anhelan… No tiene porque desatarse una guerra innecesaria.
–¿De verdad crees que es innecesaria? Me estas forzando a demostrarte quien soy y de lo que soy capaz.
–No es necesario, eso ya lo vi en el futuro… Voy a cambiar ese futuro a como dé lugar con tal de salvarlos a todos.
–¿Y también piensas salvarme a mí? –pregunto Escarlata con ironía.
–Especialmente a ti.
–Yo no necesito que me salves de nada. Lo único que quiero de ti es el Cristal de Plata. Entrégamelo.
–No te lo voy a dar –respondió Sailor Moon con firmeza.
–En ese caso, no hay nada más que decir. Va a ganar la fuerte y esa soy yo. Ese es mi destino.
–Lo dudo, porque se con toda certeza que mi destino es luchar por el amor y la justicia.
–Ya veremos si sigues creyendo eso…
El sonido de varios pasos acercándose llamaron la atención de Sailor Moon, al voltear a su alrededor, vio tanto a Luna y Artemis en sus formas humanas a los costados de Escarlata, así como a las inners y las outers mirándola con frialdad y manteniéndose en una posición defensiva para proteger a la pelirroja.
–No vas a hacer que luche contra mis amigas.
–Ellas no son tus amigas, sino mis fieles guardianas.
–Solo porque las has engañado… Chicas, escúchenme, soy Serena. No permitan que Escarlata las manipule. Ella borro sus recuerdos, no solo de mí, sino de todas las personas que las quieren y esperan ansiosos volver a verlas.
Las Sailors Scouts la miraron con curiosidad y expresión interrogante. Pero ninguna de las ocho dijo nada, ni se movió de su lugar.
–¿No les advertí que la Princesa Dorada trataría de engañarlas? –dijo Escarlata –Quiere confundirlas sobre historias de recuerdos que no son más que mentiras.
–Yo lo único que estoy diciendo es la verdad –replico Sailor Moon –Y en cuanto ellas se den cuenta de ello, dejaran de seguirte, Escarlata.
–¿Y porque deberían creerte? Tu lo único que tratas de hacer es impedir la creación de un futuro mejor y diferente para la humanidad. Chicas, demuéstrenle a la Princesa Dorada de lo que somos capaces de hacer por Tokio de Cristal –dijo la pelirroja dando media vuelta y se alejo por el pasillo.
–¡Espera! –Sailor Moon corrió detrás ella, pero las chicas junto con Luna y Artemis le impidieron el paso –No permitan que ella los engañe. Por favor.
–La única que trata de engañarnos aquí, eres tú.
La frialdad de las palabras de Rei la abrumaron. La rubia tenía que hallar la forma de que las chicas lograran recordarla, o al menos dudaran de Escarlata, tal como había ocurrido en el futuro para explicarles la verdad.
–¡Tierra Tiembla!
Sailor Moon logro esquivar el ataque de Sailor Uranus apenas unos segundos antes de que la golpeara.
–Burbujas de Mercurio ¡Estallen!
Una espesa niebla envolvió el lugar por completo impidiéndole ver a Sailor Moon por en donde estaban sus amigas. Un escalofrió la recorrió al recordar que lo mismo le había sucedido en Alejandría. La niebla la estaba ocasionando Sailor Mercury.
–¡Ami! ¡No hagas esto! ¡Trata de recordarme! ¡Soy yo! ¡Serena!
–Nosotras no conocemos a nadie con ese nombre…
La niebla aun era muy espesa como para que la rubia pudiera ver en donde se encontraban sus amigas, y aunque pudiera verlas, definitivamente no iba a luchar contra ellas.
Tenía que hacer algo para salvarlas y pronto.
Faltaban pocos minutos para que venciera el plazo de tiempo que Escarlata le había dado a la rubia, y escondida en un callejón, Serena se transformo en Sailor Moon tras lo que rápidamente recorrió el solitario trecho que la separaba de aquel palacio de cristal. Una vez allí, abrió las imponentes puertas y entro en el palacio.
Las puertas se cerraron de golpe tan pronto ella entro y se halló en aquel amplio vestíbulo en el que estuvo después de que la capturaran aquellos caza-recompensas por la recompensa que ofrecía sobre su cabeza la Reina de Tokio de Cristal.
–¡Escarlata! –grito Sailor Moon con todas sus fuerzas sin moverse –¡Aquí estoy tal como querías!
–No es tal como lo quería, Princesa Dorada.
Sailor Moon volteo a todas partes al escucharla, logro ver a Escarlata al otro extremo del vestíbulo.
–¿En donde esta Endimión?
–A salvo, en un lugar seguro –respondió la rubia –Terminemos esto de forma pacífica. Yo no te voy a separar de Darién, ambos podrán tendrán esa vida que anhelan… No tiene porque desatarse una guerra innecesaria.
–¿De verdad crees que es innecesaria? Me estas forzando a demostrarte quien soy y de lo que soy capaz.
–No es necesario, eso ya lo vi en el futuro… Voy a cambiar ese futuro a como dé lugar con tal de salvarlos a todos.
–¿Y también piensas salvarme a mí? –pregunto Escarlata con ironía.
–Especialmente a ti.
–Yo no necesito que me salves de nada. Lo único que quiero de ti es el Cristal de Plata. Entrégamelo.
–No te lo voy a dar –respondió Sailor Moon con firmeza.
–En ese caso, no hay nada más que decir. Va a ganar la fuerte y esa soy yo. Ese es mi destino.
–Lo dudo, porque se con toda certeza que mi destino es luchar por el amor y la justicia.
–Ya veremos si sigues creyendo eso…
El sonido de varios pasos acercándose llamaron la atención de Sailor Moon, al voltear a su alrededor, vio tanto a Luna y Artemis en sus formas humanas a los costados de Escarlata, así como a las inners y las outers mirándola con frialdad y manteniéndose en una posición defensiva para proteger a la pelirroja.
–No vas a hacer que luche contra mis amigas.
–Ellas no son tus amigas, sino mis fieles guardianas.
–Solo porque las has engañado… Chicas, escúchenme, soy Serena. No permitan que Escarlata las manipule. Ella borro sus recuerdos, no solo de mí, sino de todas las personas que las quieren y esperan ansiosos volver a verlas.
Las Sailors Scouts la miraron con curiosidad y expresión interrogante. Pero ninguna de las ocho dijo nada, ni se movió de su lugar.
–¿No les advertí que la Princesa Dorada trataría de engañarlas? –dijo Escarlata –Quiere confundirlas sobre historias de recuerdos que no son más que mentiras.
–Yo lo único que estoy diciendo es la verdad –replico Sailor Moon –Y en cuanto ellas se den cuenta de ello, dejaran de seguirte, Escarlata.
–¿Y porque deberían creerte? Tu lo único que tratas de hacer es impedir la creación de un futuro mejor y diferente para la humanidad. Chicas, demuéstrenle a la Princesa Dorada de lo que somos capaces de hacer por Tokio de Cristal –dijo la pelirroja dando media vuelta y se alejo por el pasillo.
–¡Espera! –Sailor Moon corrió detrás ella, pero las chicas junto con Luna y Artemis le impidieron el paso –No permitan que ella los engañe. Por favor.
–La única que trata de engañarnos aquí, eres tú.
La frialdad de las palabras de Rei la abrumaron. La rubia tenía que hallar la forma de que las chicas lograran recordarla, o al menos dudaran de Escarlata, tal como había ocurrido en el futuro para explicarles la verdad.
–¡Tierra Tiembla!
Sailor Moon logro esquivar el ataque de Sailor Uranus apenas unos segundos antes de que la golpeara.
–Burbujas de Mercurio ¡Estallen!
Una espesa niebla envolvió el lugar por completo impidiéndole ver a Sailor Moon por en donde estaban sus amigas. Un escalofrió la recorrió al recordar que lo mismo le había sucedido en Alejandría. La niebla la estaba ocasionando Sailor Mercury.
–¡Ami! ¡No hagas esto! ¡Trata de recordarme! ¡Soy yo! ¡Serena!
–Nosotras no conocemos a nadie con ese nombre…
La niebla aun era muy espesa como para que la rubia pudiera ver en donde se encontraban sus amigas, y aunque pudiera verlas, definitivamente no iba a luchar contra ellas.
Tenía que hacer algo para salvarlas y pronto.
Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
–Seiya…
El pelinegro no levanto la mirada para ver a Yaten cuando se sentó a su lado, simplemente siguió jugando con la copa del whisky que le había dado Andrew para tratar de aliviar la tensión que sentía, pero ni siquiera le había dado un solo trago.
–Supongo que para este momento Bombón ya debe de estar en el palacio de Escarlata… la batalla ya debió de haber iniciado.
–No te tortures así. Serena va a estar bien.
–Y tu ya tienes demasiado con preocuparte por Mina como para que estés aquí aguantándome, hermano –dijo Seiya mirando al peli plateado.
–Quizás... Pero aun así, no pierdo las esperanzas en que la volveré a ver y estaremos juntos. Y lo mismo debes de hacer tú, más si consideramos que Serena finalmente corresponde tus sentimientos.
Seiya esbozo una pequeña sonrisa al escuchar a su hermano. Sin que él y Serena se dieran cuenta, sus amigos habían presenciado su despedida y los verdaderos sentimientos de ambos.
–Por lo que nos ha contado del futuro, creo que eso fue lo único bueno que le paso mientras estuvo allí… A pesar de que ese viaje en el tiempo cambio por completo su destino.
–Yo no creo eso. El destino de Serena siempre ha sido mucho grande que el de todos nosotros.
–¿Y por eso es que debe de arriesgar su vida cada que aparece algún psicótico como Escarlata?
–Tanto tiempo fuera de combate ha hecho que olvides que así debe de ser –replico el peli plateado –Por eso ninguno de nosotros debía de retenerla e interponerse en su camino… Entiendo lo mucho que Serena significa para ti, Seiya, pero ella tomo una decisión y debemos respetarla.
–Lo sé… Pero todos estos años he estado a su lado cuidándola hasta de cosas tan sencillas como que no ocasione un incendio cuando trata de cocinar, y en el momento en el que Bombón más necesita que la proteja, no estoy ahí para hacerlo.
–Lo hiciste en el futuro… Todos lo hicimos y por eso es que ella logro volver.
–¿Diciéndome eso supones que me quitaras las ganas de ir tras ella?
–No, porque entiendo perfectamente cómo te sientes ya que yo también quiero ir por Mina. Pero no hay mucho que podamos hacer, y no nos queda más que esperar a que ellas regresen –dijo Yaten dando un largo suspiro –Un nuevo futuro se está construyendo a partir de lo que está ocurriendo esta noche…No hay que perder las esperanzas de que las cosas cambien para bien y todo vuelva a la normalidad.
El sonido de la puerta de las escaleras de emergencia al abrirse rompió la calma en la que se encontraba el club y todos se pusieron alertas al ver que entraba un hombre pelinegro de alrededor de treinta años, vestido de policía que ninguno de los chicos reconoció. Excepto Sophie que corrió hacia él al reconocerlo.
–¡Ethan! –grito la reportera al abrazarlo.
–No puedo creer que aun sigas aquí ¿Por qué no te has ido?
–También me da gusto verte –dijo ella con una sonrisa al separarse de su abrazo.
–Supongo que tú debes de ser, Ethan, el amigo de Sophie –dijo Taiki a la pareja al acercarse junto con los demás chicos.
–Sí, soy yo… –respondió él volteando a ver a Sophie –¿Three Lights es tu fuente? ¿Por qué no lo dijiste antes?
–Un buen reportero nunca revela quien es su fuente.
–Bien, escúchenme todos –dijo Ethan –La ciudad está siendo evacuada, así que les pido a todos que vengan conmigo ya que esta área no es segura y…
–Lo lamento, pero yo no me voy a mover de aquí –dijo Seiya.
–Ninguno de nosotros lo va a hacer –dijo Andrew.
–Si viniste hasta aquí por Sophie, llévatela. Pero nosotros no nos iremos.
–¿Qué? ¡No! ¡Yo tampoco me voy a ir de aquí! –replico ella.
–Miren, obviamente después de lo que ocurrió con ese terremoto y la aparición de ese palacio de cristal, todos estamos en peligro.
–Tal vez, pero Sailor Moon nos va a salvar a todos. Por eso ella se fue a detener a quién está detrás de todo esto.
–Aunque eso sea así, entiendan que todos deben irse de aquí –dijo Ethan –Los militares van a enviar aviones para bombardear ese palacio de cristal y…
Seiya y el resto de los chicos se tensaron al oír esas palabras. Las chicas estaban dentro del palacio de Escarlata y si los militares atacaban ese lugar… Ninguno de ellos quería pensar en lo que podía pasar.
–¿No hiciste nada para evitar que atacaran a las Sailors? –pregunto Sophie indignada.
–A pesar de que contacte a todos aquellos que pudieran ayudarme, lo único que conseguí fue que retrasaran su ataque. La prioridad ahora es evacuar Tokio antes del amanecer.
–No van a conseguir sacar a toda la gente de la ciudad más grande del mundo en cuestión de horas –dijo Nicolás.
–Así será, ya que en cuanto salga el Sol, los militares van a atacar con todo. Por eso es que toda la policía está trabajando para que la evacuación sea más rápida –dijo Ethan –Todos deberán abandonar este sitio y acompañarme, sino me veré obligado a usar toda la fuerza de la ley.
–¡Haz lo que quieras, Ethan! –grito la reportera –¡Pero no conseguirás sacarnos de aquí!
–Olvídate de la historia que estés escribiendo. Esto se trata de tu vida.
–No, esto se trata de algo mucho más grande que no comprenderías. Y si dices que toda la policía está trabajando en la evacuación de la ciudad, entonces deberías irte a trabajar ya que aquí solo estás perdiendo el tiempo porque todos nosotros no nos iremos de aquí.
–Sophie…
–Sabes que estoy hablando enserio –dijo ella con firmeza –Yo te llame para que nos ayudaras, pero dado que ya cumpliste con tu deber, no hay nada más que decir. Si las cosas realmente llegaran a ponerse mal, algo que realmente espero que no sea así porque Sailor Moon está ahí afuera tratando de salvarnos a todos, saldremos de aquí al amanecer e iremos al norte, al Hotel Oasis.
–Es increíble que ni aunque el mundo se está acabando pueda razonar contigo… –dijo Ethan dando un largo suspiro –No entiendo porque vine. Me preocupo tanto por ti cuando a ti ni siquiera te importa lo que te pase.
–Si ya dijiste todo lo que tenias que decir, Ethan, es mejor que te vayas –dijo la reportera.
–Eso es justamente lo que voy a hacer… Espero que se den cuenta de que es un error que sigan aquí y se vayan de Tokio. Buena suerte, Sophie. Ojala que tu historia valga la pena para que estés haciendo esto.
Ethan miro por última vez a Sophie antes de irse por las escaleras de emergencia, mientras ella lo observaba en silencio.
A Seiya le pareció ver una lágrima en el rostro de ella, pero no estuvo muy seguro de lo que vio ya que la reportera rápidamente pasó una mano por su mejilla tras lo que miro a Andrew con una expresión tranquila.
–Espero que todavía tengas de ese whisky, Andrew, porque creo que voy a necesitar otra copa.
–Seguro…
Y mientras todos se dirigían a la barra para beber algo con tal de distraerse ante la larga espera que realizarían esa noche, Seiya se encamino hacia la terraza y observo la Luna, rogando con todas sus fuerzas para que tanto las chicas como su Bombón regresaran pronto y a salvo.
El pelinegro no levanto la mirada para ver a Yaten cuando se sentó a su lado, simplemente siguió jugando con la copa del whisky que le había dado Andrew para tratar de aliviar la tensión que sentía, pero ni siquiera le había dado un solo trago.
–Supongo que para este momento Bombón ya debe de estar en el palacio de Escarlata… la batalla ya debió de haber iniciado.
–No te tortures así. Serena va a estar bien.
–Y tu ya tienes demasiado con preocuparte por Mina como para que estés aquí aguantándome, hermano –dijo Seiya mirando al peli plateado.
–Quizás... Pero aun así, no pierdo las esperanzas en que la volveré a ver y estaremos juntos. Y lo mismo debes de hacer tú, más si consideramos que Serena finalmente corresponde tus sentimientos.
Seiya esbozo una pequeña sonrisa al escuchar a su hermano. Sin que él y Serena se dieran cuenta, sus amigos habían presenciado su despedida y los verdaderos sentimientos de ambos.
–Por lo que nos ha contado del futuro, creo que eso fue lo único bueno que le paso mientras estuvo allí… A pesar de que ese viaje en el tiempo cambio por completo su destino.
–Yo no creo eso. El destino de Serena siempre ha sido mucho grande que el de todos nosotros.
–¿Y por eso es que debe de arriesgar su vida cada que aparece algún psicótico como Escarlata?
–Tanto tiempo fuera de combate ha hecho que olvides que así debe de ser –replico el peli plateado –Por eso ninguno de nosotros debía de retenerla e interponerse en su camino… Entiendo lo mucho que Serena significa para ti, Seiya, pero ella tomo una decisión y debemos respetarla.
–Lo sé… Pero todos estos años he estado a su lado cuidándola hasta de cosas tan sencillas como que no ocasione un incendio cuando trata de cocinar, y en el momento en el que Bombón más necesita que la proteja, no estoy ahí para hacerlo.
–Lo hiciste en el futuro… Todos lo hicimos y por eso es que ella logro volver.
–¿Diciéndome eso supones que me quitaras las ganas de ir tras ella?
–No, porque entiendo perfectamente cómo te sientes ya que yo también quiero ir por Mina. Pero no hay mucho que podamos hacer, y no nos queda más que esperar a que ellas regresen –dijo Yaten dando un largo suspiro –Un nuevo futuro se está construyendo a partir de lo que está ocurriendo esta noche…No hay que perder las esperanzas de que las cosas cambien para bien y todo vuelva a la normalidad.
El sonido de la puerta de las escaleras de emergencia al abrirse rompió la calma en la que se encontraba el club y todos se pusieron alertas al ver que entraba un hombre pelinegro de alrededor de treinta años, vestido de policía que ninguno de los chicos reconoció. Excepto Sophie que corrió hacia él al reconocerlo.
–¡Ethan! –grito la reportera al abrazarlo.
–No puedo creer que aun sigas aquí ¿Por qué no te has ido?
–También me da gusto verte –dijo ella con una sonrisa al separarse de su abrazo.
–Supongo que tú debes de ser, Ethan, el amigo de Sophie –dijo Taiki a la pareja al acercarse junto con los demás chicos.
–Sí, soy yo… –respondió él volteando a ver a Sophie –¿Three Lights es tu fuente? ¿Por qué no lo dijiste antes?
–Un buen reportero nunca revela quien es su fuente.
–Bien, escúchenme todos –dijo Ethan –La ciudad está siendo evacuada, así que les pido a todos que vengan conmigo ya que esta área no es segura y…
–Lo lamento, pero yo no me voy a mover de aquí –dijo Seiya.
–Ninguno de nosotros lo va a hacer –dijo Andrew.
–Si viniste hasta aquí por Sophie, llévatela. Pero nosotros no nos iremos.
–¿Qué? ¡No! ¡Yo tampoco me voy a ir de aquí! –replico ella.
–Miren, obviamente después de lo que ocurrió con ese terremoto y la aparición de ese palacio de cristal, todos estamos en peligro.
–Tal vez, pero Sailor Moon nos va a salvar a todos. Por eso ella se fue a detener a quién está detrás de todo esto.
–Aunque eso sea así, entiendan que todos deben irse de aquí –dijo Ethan –Los militares van a enviar aviones para bombardear ese palacio de cristal y…
Seiya y el resto de los chicos se tensaron al oír esas palabras. Las chicas estaban dentro del palacio de Escarlata y si los militares atacaban ese lugar… Ninguno de ellos quería pensar en lo que podía pasar.
–¿No hiciste nada para evitar que atacaran a las Sailors? –pregunto Sophie indignada.
–A pesar de que contacte a todos aquellos que pudieran ayudarme, lo único que conseguí fue que retrasaran su ataque. La prioridad ahora es evacuar Tokio antes del amanecer.
–No van a conseguir sacar a toda la gente de la ciudad más grande del mundo en cuestión de horas –dijo Nicolás.
–Así será, ya que en cuanto salga el Sol, los militares van a atacar con todo. Por eso es que toda la policía está trabajando para que la evacuación sea más rápida –dijo Ethan –Todos deberán abandonar este sitio y acompañarme, sino me veré obligado a usar toda la fuerza de la ley.
–¡Haz lo que quieras, Ethan! –grito la reportera –¡Pero no conseguirás sacarnos de aquí!
–Olvídate de la historia que estés escribiendo. Esto se trata de tu vida.
–No, esto se trata de algo mucho más grande que no comprenderías. Y si dices que toda la policía está trabajando en la evacuación de la ciudad, entonces deberías irte a trabajar ya que aquí solo estás perdiendo el tiempo porque todos nosotros no nos iremos de aquí.
–Sophie…
–Sabes que estoy hablando enserio –dijo ella con firmeza –Yo te llame para que nos ayudaras, pero dado que ya cumpliste con tu deber, no hay nada más que decir. Si las cosas realmente llegaran a ponerse mal, algo que realmente espero que no sea así porque Sailor Moon está ahí afuera tratando de salvarnos a todos, saldremos de aquí al amanecer e iremos al norte, al Hotel Oasis.
–Es increíble que ni aunque el mundo se está acabando pueda razonar contigo… –dijo Ethan dando un largo suspiro –No entiendo porque vine. Me preocupo tanto por ti cuando a ti ni siquiera te importa lo que te pase.
–Si ya dijiste todo lo que tenias que decir, Ethan, es mejor que te vayas –dijo la reportera.
–Eso es justamente lo que voy a hacer… Espero que se den cuenta de que es un error que sigan aquí y se vayan de Tokio. Buena suerte, Sophie. Ojala que tu historia valga la pena para que estés haciendo esto.
Ethan miro por última vez a Sophie antes de irse por las escaleras de emergencia, mientras ella lo observaba en silencio.
A Seiya le pareció ver una lágrima en el rostro de ella, pero no estuvo muy seguro de lo que vio ya que la reportera rápidamente pasó una mano por su mejilla tras lo que miro a Andrew con una expresión tranquila.
–Espero que todavía tengas de ese whisky, Andrew, porque creo que voy a necesitar otra copa.
–Seguro…
Y mientras todos se dirigían a la barra para beber algo con tal de distraerse ante la larga espera que realizarían esa noche, Seiya se encamino hacia la terraza y observo la Luna, rogando con todas sus fuerzas para que tanto las chicas como su Bombón regresaran pronto y a salvo.
Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
Sailor Moon se puso de pie lentamente tras el ataque de Sailor Neptune, ella junto con el resto de sus amigas la habían estado acorralando entre los interminables pasillos del palacio para atacarla. La única estrategia de la rubia había sido esquivar a como diera lugar los ataques de sus guardianas ya que no pensaba luchar contra ellas, desafortunadamente para ella, no siempre fue así y por más que intentaba, no lograba que las ocho Sailors que la rodeaban creyeran en sus palabras.
–Ríndete de una vez, Princesa Dorada, y entréganos el Cristal de Plata –dijo Sailor Plut.
–Chicas, por favor… Una parte dentro de ustedes sabe que me conoce, que somos amigas… Se los suplico, tienen que creerme ¡Escarlata las está engañando!
–La única que trata de engañarnos con sus mentiras eres tu –Replico Artemis que se mantenía junto con Luna a unos metros de las Sailors, observando la escena.
–Tú eres una gran amenaza para nuestra Reina y el futuro de Tokio de Cristal –dijo Sailor Uranus –Y nuestro deber es acabar contigo.
–¡No hagan esto! ¡Traten de recordarme! ¡Soy Serena!
–¡Rapsodia Acuática de Mercurio!
–¡Saeta Llameante de Marte!
–¡Ataque de Hojas de Roble de Júpiter!
–¡Beso de Amor y Belleza de Venus!
–¡Tierra Tiembla!
–¡Maremoto de Neptuno!
–¡Grito Mortal!
Los ataques de las Sailors se dirigían directamente hacia Sailor Moon desde diversas direcciones, no tenia posibilidad de esquivar todos los ataques de sus guardianas.
–Por favor, Cristal de Plata, ayúdame a que recuerden quienes son realmente…
El broche de transformación de Sailor Moon brillo con una resplandeciente luz rodeándola para así protegerla de los ataques de sus oponentes.
–¿Pero qué está pasando? –grito Sailor Mars sin comprender lo que sucedía.
La luz proveniente del Cristal de Plata se extendió a lo largo del salón en el que se hallaban, cubriendo por completo a todos los que se encontraban allí.
Unos instantes después, aquel resplandor desapareció. Sailor Moon cayó de rodillas sintiéndose débil tras haber usado el Cristal de Plata, observando en silencio como Luna, Artemis y las Sailors estaban inmóviles y con los ojos cerrados. Lentamente todos ellos abrieron los ojos y observaron a su alrededor confundidos…
–¿Dónde estamos? –pregunto Júpiter mirando a su alrededor.
–Wow, así de buena debió de haber estado la fiesta para que no sepamos ni que paso–musito Venus llevándose una mano a la cabeza.
–Chicas… –susurro Sailor Moon poniéndose lentamente de pie –¿Están bien? ¿Saben quién soy yo?
–Por supuesto que sabemos quién eres, Serena tonta –replico Mars –De lo que aún no estoy muy segura es porque estamos vestidas como Sailors. O porque Luna y Artemis ahora son humanos.
–¡Volvieron a la normalidad! ¡Qué felicidad!
Sailor Moon trato de correr hacia Mars para abrazarla, pero al dar solo unos pasos se empezó a tambalear. Todos se acercaron rápidamente a ella y con la ayuda de Artemis y Uranus, la rubia logro mantenerse de pie.
–No se preocupen, solo estoy algo débil por haber usado el Cristal de Plata.
–¿El Cristal de Plata? –repitió Luna sorprendida –¿Qué fue lo que paso, Serena?
–¿No lo recuerdan? Escarlata les lavo el cerebro y los puso en mi contra.
–Escarlata…
Todos se miraron entre sí, y pronto, aquello que habían ignorado tras la confusión de haber recuperado sus memorias, logro volver a sus mentes y recordaron lo sucedido las últimas horas mientras estuvieron bajo el control de Escarlata.
–Esa mujer… ¡No puedo creer que nos hiciera esto! –grito Uranus furiosa.
–Afortunadamente solo estuvieron bajo su control unas horas –dijo Sailor Moon –Créanme, realmente hubiera sido mucho peor de haber sido por más tiempo.
–De eso no tengo duda –menciono Saturn –Pero lo que no entiendo es a que te referías antes cuando dijiste algo sobre que sabias de lo que Escarlata era capaz porque lo viste en el futuro.
–Eso es porque estuve en el futuro –dijo la rubia logrando que todos la miraran con sorpresa –Es una larga historia y se las contare después. Primero tengo que encontrar a Escarlata.
–Aun estas muy débil, Serena. Necesitas descansar –dijo Mercury.
–Nosotras nos encargaremos de acabar con ella –dijo Neptune con firmeza.
–No… Escarlata también merece ser salvada a pesar de todo lo que ha hecho. Ella es mi hermana.
Todos estaban en shock tras esa revelación de la rubia. Si Serena y Escarlata eran hermanas, las sailors no entendían porque la pelirroja sentía tanto rencor hacia la rubia.
–Ya se lo que deben de estar pensando, pero insisto, es una larga historia –dijo Sailor Moon –Lo único que importa es que Darién la ama y yo tengo que salvarla. Usare el Cristal de Plata para purificarla.
–No es una buena idea que hagas eso –dijo Plut –Ya usaste su poder para salvarnos a nosotras, y si lo usas nuevamente en Escarlata, podría traer graves consecuencias.
–Es un riesgo que voy a tomar –dijo Sailor Moon dando un largo suspiro –Los chicos están en el club, están muy preocupados por ustedes así que deberían ir con ellos y… si me pasa algo, díganle a Seiya que nunca olvide la promesa que le hice, y que me perdone por no haberla cumplido.
–No entiendo ¿de qué estás hablando, Serena?
Las palabras de Luna quedaron en el aire ya que Sailor Moon se separó de sus amigos, y haciendo uso de todas sus fuerzas, empezó a correr por los pasillos del palacio en busca de Escarlata.
–¡Serena! ¡Espera, Serena!
Sailor Moon siguió corriendo, escuchando tras ella las voces de sus amigos pidiéndole que se detuviera, pero aun así siguió corriendo.
En su mente recordaba como siempre, en el futuro, Seiya le decía que del hecho de correr más rápido que quienes la perseguían, dependía su vida. Algo más que comprobado para ella. Y aunque quienes la perseguían solo querían salvar su vida, lo único que le interesaba era salvar a quien había cambiado su vida y su destino por completo. Así el precio de su decisión posiblemente hiciera que no pudiera cumplir la promesa que le hizo al hombre que amaba.
La rubia llego hasta un enorme y elegante salón que reconoció al instante. Era el mismo en donde hablo por primera vez con Escarlata después de que la capturaran. Allí se encontró con la pelirroja, que estaba sentada en su imponente trono y la miraba con una gran ira y rencor.
–Se acabo, Escarlata.
–Podrás haber ganado una batalla al recuperar a tus tontos amigos, pero aun no has ganado la guerra.
Escarlata se puso de pie, extendiendo sus manos, y con ayuda de sus poderes, cerro de golpe las puertas del salón, impidiéndoles a las Sailors entrar. Sailor Moon escuchaba como sus amigas, estando del otro lado de la puerta, hacían todo lo posible por entrar y reunirse con ella.
–Quien gane o no, es lo de menos. Si no detenemos esto ahora, mucha gente morirá.
–Es el precio necesario para impedir que tú te conviertas en la Reina y tengas todo lo que me corresponde.
–Yo nunca he querido realmente convertirme en Reina, Escarlata. Si por mí fuera, seguiría llevando una vida normal como la del resto de las personas en este planeta, como la que tenía antes de que decidieras cambiar mi futuro… Y tú también puedes tener una vida normal y ser feliz al lado de Darién.
–¿Y dejar que tú te quedes con todo el poder al tener en tus manos el Cristal de Plata?
–No me interesa el poder, sino ayudar y proteger a todo aquel que lo necesita. Mi deber es asegurar la paz no solo de quienes me rodean, sino también de todos los seres que habitan este planeta. Y darles una segunda oportunidad a todos… nunca es tarde para remediar los errores cometidos, Escarlata.
El Cristal de Plata comenzó a brillar en el pecho de Sailor Moon, un cálido y brillante resplandor empezó a emanar de él y todo el poder de la rubia se extendió en aquel salón, rodeando a Escarlata y expandiéndose por todo el Palacio…
–Ríndete de una vez, Princesa Dorada, y entréganos el Cristal de Plata –dijo Sailor Plut.
–Chicas, por favor… Una parte dentro de ustedes sabe que me conoce, que somos amigas… Se los suplico, tienen que creerme ¡Escarlata las está engañando!
–La única que trata de engañarnos con sus mentiras eres tu –Replico Artemis que se mantenía junto con Luna a unos metros de las Sailors, observando la escena.
–Tú eres una gran amenaza para nuestra Reina y el futuro de Tokio de Cristal –dijo Sailor Uranus –Y nuestro deber es acabar contigo.
–¡No hagan esto! ¡Traten de recordarme! ¡Soy Serena!
–¡Rapsodia Acuática de Mercurio!
–¡Saeta Llameante de Marte!
–¡Ataque de Hojas de Roble de Júpiter!
–¡Beso de Amor y Belleza de Venus!
–¡Tierra Tiembla!
–¡Maremoto de Neptuno!
–¡Grito Mortal!
Los ataques de las Sailors se dirigían directamente hacia Sailor Moon desde diversas direcciones, no tenia posibilidad de esquivar todos los ataques de sus guardianas.
–Por favor, Cristal de Plata, ayúdame a que recuerden quienes son realmente…
El broche de transformación de Sailor Moon brillo con una resplandeciente luz rodeándola para así protegerla de los ataques de sus oponentes.
–¿Pero qué está pasando? –grito Sailor Mars sin comprender lo que sucedía.
La luz proveniente del Cristal de Plata se extendió a lo largo del salón en el que se hallaban, cubriendo por completo a todos los que se encontraban allí.
Unos instantes después, aquel resplandor desapareció. Sailor Moon cayó de rodillas sintiéndose débil tras haber usado el Cristal de Plata, observando en silencio como Luna, Artemis y las Sailors estaban inmóviles y con los ojos cerrados. Lentamente todos ellos abrieron los ojos y observaron a su alrededor confundidos…
–¿Dónde estamos? –pregunto Júpiter mirando a su alrededor.
–Wow, así de buena debió de haber estado la fiesta para que no sepamos ni que paso–musito Venus llevándose una mano a la cabeza.
–Chicas… –susurro Sailor Moon poniéndose lentamente de pie –¿Están bien? ¿Saben quién soy yo?
–Por supuesto que sabemos quién eres, Serena tonta –replico Mars –De lo que aún no estoy muy segura es porque estamos vestidas como Sailors. O porque Luna y Artemis ahora son humanos.
–¡Volvieron a la normalidad! ¡Qué felicidad!
Sailor Moon trato de correr hacia Mars para abrazarla, pero al dar solo unos pasos se empezó a tambalear. Todos se acercaron rápidamente a ella y con la ayuda de Artemis y Uranus, la rubia logro mantenerse de pie.
–No se preocupen, solo estoy algo débil por haber usado el Cristal de Plata.
–¿El Cristal de Plata? –repitió Luna sorprendida –¿Qué fue lo que paso, Serena?
–¿No lo recuerdan? Escarlata les lavo el cerebro y los puso en mi contra.
–Escarlata…
Todos se miraron entre sí, y pronto, aquello que habían ignorado tras la confusión de haber recuperado sus memorias, logro volver a sus mentes y recordaron lo sucedido las últimas horas mientras estuvieron bajo el control de Escarlata.
–Esa mujer… ¡No puedo creer que nos hiciera esto! –grito Uranus furiosa.
–Afortunadamente solo estuvieron bajo su control unas horas –dijo Sailor Moon –Créanme, realmente hubiera sido mucho peor de haber sido por más tiempo.
–De eso no tengo duda –menciono Saturn –Pero lo que no entiendo es a que te referías antes cuando dijiste algo sobre que sabias de lo que Escarlata era capaz porque lo viste en el futuro.
–Eso es porque estuve en el futuro –dijo la rubia logrando que todos la miraran con sorpresa –Es una larga historia y se las contare después. Primero tengo que encontrar a Escarlata.
–Aun estas muy débil, Serena. Necesitas descansar –dijo Mercury.
–Nosotras nos encargaremos de acabar con ella –dijo Neptune con firmeza.
–No… Escarlata también merece ser salvada a pesar de todo lo que ha hecho. Ella es mi hermana.
Todos estaban en shock tras esa revelación de la rubia. Si Serena y Escarlata eran hermanas, las sailors no entendían porque la pelirroja sentía tanto rencor hacia la rubia.
–Ya se lo que deben de estar pensando, pero insisto, es una larga historia –dijo Sailor Moon –Lo único que importa es que Darién la ama y yo tengo que salvarla. Usare el Cristal de Plata para purificarla.
–No es una buena idea que hagas eso –dijo Plut –Ya usaste su poder para salvarnos a nosotras, y si lo usas nuevamente en Escarlata, podría traer graves consecuencias.
–Es un riesgo que voy a tomar –dijo Sailor Moon dando un largo suspiro –Los chicos están en el club, están muy preocupados por ustedes así que deberían ir con ellos y… si me pasa algo, díganle a Seiya que nunca olvide la promesa que le hice, y que me perdone por no haberla cumplido.
–No entiendo ¿de qué estás hablando, Serena?
Las palabras de Luna quedaron en el aire ya que Sailor Moon se separó de sus amigos, y haciendo uso de todas sus fuerzas, empezó a correr por los pasillos del palacio en busca de Escarlata.
–¡Serena! ¡Espera, Serena!
Sailor Moon siguió corriendo, escuchando tras ella las voces de sus amigos pidiéndole que se detuviera, pero aun así siguió corriendo.
En su mente recordaba como siempre, en el futuro, Seiya le decía que del hecho de correr más rápido que quienes la perseguían, dependía su vida. Algo más que comprobado para ella. Y aunque quienes la perseguían solo querían salvar su vida, lo único que le interesaba era salvar a quien había cambiado su vida y su destino por completo. Así el precio de su decisión posiblemente hiciera que no pudiera cumplir la promesa que le hizo al hombre que amaba.
La rubia llego hasta un enorme y elegante salón que reconoció al instante. Era el mismo en donde hablo por primera vez con Escarlata después de que la capturaran. Allí se encontró con la pelirroja, que estaba sentada en su imponente trono y la miraba con una gran ira y rencor.
–Se acabo, Escarlata.
–Podrás haber ganado una batalla al recuperar a tus tontos amigos, pero aun no has ganado la guerra.
Escarlata se puso de pie, extendiendo sus manos, y con ayuda de sus poderes, cerro de golpe las puertas del salón, impidiéndoles a las Sailors entrar. Sailor Moon escuchaba como sus amigas, estando del otro lado de la puerta, hacían todo lo posible por entrar y reunirse con ella.
–Quien gane o no, es lo de menos. Si no detenemos esto ahora, mucha gente morirá.
–Es el precio necesario para impedir que tú te conviertas en la Reina y tengas todo lo que me corresponde.
–Yo nunca he querido realmente convertirme en Reina, Escarlata. Si por mí fuera, seguiría llevando una vida normal como la del resto de las personas en este planeta, como la que tenía antes de que decidieras cambiar mi futuro… Y tú también puedes tener una vida normal y ser feliz al lado de Darién.
–¿Y dejar que tú te quedes con todo el poder al tener en tus manos el Cristal de Plata?
–No me interesa el poder, sino ayudar y proteger a todo aquel que lo necesita. Mi deber es asegurar la paz no solo de quienes me rodean, sino también de todos los seres que habitan este planeta. Y darles una segunda oportunidad a todos… nunca es tarde para remediar los errores cometidos, Escarlata.
El Cristal de Plata comenzó a brillar en el pecho de Sailor Moon, un cálido y brillante resplandor empezó a emanar de él y todo el poder de la rubia se extendió en aquel salón, rodeando a Escarlata y expandiéndose por todo el Palacio…
Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
Seiya le extendió una botella con agua a Darién, quien la tomo y bebió un poco con cierta dificultad ya que aún se hallaba atado de pies y manos. Una precaución prácticamente innecesaria ya que el moreno, tras haber recuperado por completo la movilidad de su cuerpo, en ningún momento había intentado liberarse ya que comprendía las reservas que todos tenían hacia él.
–En verdad lamento lo que te hice, Seiya. Sé que quizás no puedas perdonarme, pero…
–Eso definitivamente es algo que me está costando mucho trabajo hacer –respondió el pelinegro con seriedad –Y no por mí, sino porque si no hubiera llegado a tiempo, hubieras matado a Bombón. Créeme que si estoy aquí, es porque ella me pidió que te cuidara, no por otra cosa.
–No me sorprende, siempre has dispuesto a hacer lo que sea por Serena… No te imaginas de cuanto me arrepiento de haberles hecho daño. Mi consciencia no deja de recriminarme por ello.
–Avisa si necesitas algo más o quieres comer algo, Darién –dijo el pelinegro caminando de regreso a la puerta del almacén.
–Espera un momento…
Seiya detuvo sus pasos y volteo a verlo.
–¿Saben algo de Selena? ¿De Serena? ¿De las chicas?
–Aun no. Ya no tardara en amanecer, así que esperamos recibir noticias para entonces.
–¿Me podrías avisar tan pronto sepan algo de ellas?
El pelinegro asintió y salió del almacén. Se dirigió hacia la terraza del club, observando la ciudad. La oscuridad de la noche que cubría Tokio empezaba a aclararse, el sol aún estaba escondido y no alumbraba el horizonte, pero si las nubes. Seiya solo esperaba que en cuanto saliera el sol, viera como Serena regresaba junto con las chicas y le dijera que aquella pesadilla había terminado.
–Ella va a volver –dijo Sophie parándose a un costado de él, sosteniendo una copa con medio whisky en sus manos.
–Lo sé –respondió él volteando a verla –Y tú ya no deberías de beber.
–Si te preocupa que este borracha, temo decirte que para mi desgracia no es así. Ni todo el alcohol del mundo me ayudaría a olvidar esta noche.
–¿Estas preocupada por Ethan, verdad?
–Tanto como tú por Serena… Ambos, a su manera, están ahí afuera tratando de salvar al mundo mientras nosotros solo estamos aquí esperando. Siempre esperando… –dijo ella dando un largo suspiro –Si por mí fuera, yo también estaría allí afuera formando parte de la acción de alguna manera, ya que nunca me ha gustado esperar. Cuando simplemente esperas, tu mente piensa en mil posibilidades sobre como estará la persona que amas, pero siempre quieres pensar que estará bien y regresara. Aunque no siempre sea así…
–Debiste de haberte ido con él, Sophie. Después de todo, Bombón te aseguro que podrías entrevistarla cuando esto acabara. Tienes asegurada tu exclusiva con Sailor Moon.
–Aun así, no podía irme con él… Aunque él crea que me quede por perseguir la historia del siglo, lo cierto es que no iba a resistir estar con él para nuevamente separarnos cuando se fuera a cumplir con su deber. La verdad es que termine con él para no tener que seguir soportando las esperas. La última vez que espere por Ethan, fue en una cita a la que nunca llego porque resulto herido en el asalto a un banco. Tan pronto se recuperó, termine nuestra relación a pesar de cuanto lo quería –dijo la reportera con un largo suspiro y bebió lo que quedaba de su copa de un solo trago –No es nada fácil cuando te enamoras de un héroe. Menos para mí, que esa ha sido siempre una constante a lo largo de mi vida.
–Es cierto, no es fácil enamorarse de alguien cuyo trabajo es salvar el mundo… Pero vale la pena al saber que lo que sientes es correspondido, y al final, sin importar lo que pase, esa persona va a volver y tú estarás allí para hacerle saber que su trabajo valió la pena porque cuando termine el día, estará contigo y le demostraras cuanto la amas.
–Vaya, quien diría que el soltero más cotizado de todo Japón es todo un romántico.
–Es fácil ser así cuando la dueña de mi corazón es la mujer más maravillosa del mundo –dijo él con una pequeña sonrisa –Estoy seguro que Ethan piensa lo mismo de ti, y sin importar las esperas, al final del día volverán a estar juntos... Date otra oportunidad de estar con él. No vaya a ser que tengas la mala suerte de que te enamores de otro héroe y él no pueda corresponder a tus sentimientos.
–¿Por qué dices eso? –pregunto ella confundida –¿Serena te conto que eso me paso en el futuro?
–Digamos que menciono algo por el estilo… Solo recuerda lo que te dije. No dejes ir a alguien que amas.
Sophie asintió y le dedico una sonrisa al pelinegro, tras lo que volvieron su vista al frente. El cielo se empezaba a teñir de tonos amarillos y naranjas conforme el sol se elevaba sobre la calma que rodeaba la siempre agitada ciudad de Tokio.
Pero la calma se vio interrumpida en cuanto un fuerte zumbido rompió el silencio.
–¿Qué es eso?
Como respuesta, un par de jets surcaron el cielo rumbo al Palacio de Escarlata.
–¡Los militares! ¡Chicos!
Sophie corrió al interior del club en busca de los demás mientras Seiya se mantenía en la terraza, observando con atención el avance de los jets militares.
El suelo se sacudió bajo sus pies con tanta fuerza como había ocurrido a medianoche, aunque esta vez el terremoto fue mucho más prolongado que la vez anterior, mientras el pelinegro observaba como las altas torres del Palacio de Cristal empezaban a caer a causa de aquel movimiento, junto con el resto de aquella imponente construcción sin que ningún misil proveniente de los jets impactara contra él.
–¿Qué fue lo que paso? –pregunto Taiki al reunirse con el pelinegro junto con Sophie y los demás. –¿Los militares…?
–No… Se empezó a venir abajo por culpa del terremoto.
–Algo debió de haber sucedido dentro del Palacio.
–¡Hay que ir para allá! ¡Deprisa!
Sin perder el tiempo, los chicos salieron del club por las escaleras de emergencia, bajando a toda velocidad hasta que llegaron a la planta baja. Subieron a la camioneta de Taiki, circulando a toda velocidad por las solitarias calles de Tokio. En menos de cinco minutos llegaron a donde solo momentos antes estaba el Palacio de Escarlata, que ahora no era más que escombros.
Al bajar del vehículo para revisar la zona, notaron que había un pequeño grupo de personas al lado este, retirados a escasos metros de los escombros. Conforme se acercaron, se dieron cuenta de que se trataban de las chicas. Al aproximarse a ellas, la alegría que los invadió por verlas bien y a salvo se desvaneció al ver que rodeaban dos cuerpos que se hallaban recostados en el suelo. Una mujer pelirroja y una rubia.
–¡Bombón! –grito Seiya con todas sus fuerzas, abriéndose paso entre las chicas para aproximarse al lado de Serena –¡Bombón!
–¿Qué sucedió? ¿Están bien? –pregunto Yaten al acercarse a abrazar a Mina.
–Ahora lo estamos gracias a Serena. Ella uso el Cristal de Plata para salvarnos, eso la debilito y a pesar de los riesgos, volvió a usarlo para purificar a Escarlata. El palacio empezó a derrumbarse, todo pasó muy rápido, y…
–¿Ella va a estar bien, verdad?
–Aún está viva –respondió Ami apretando la mano de Taiki –Pero su pulso es muy débil y aún esta inconsciente. Solo nos queda esperar que Escarlata y ella despierten.
–Por favor, Bombón… –musito Seiya desesperado, levantándola ligeramente entre sus brazos tratando de que ella reaccionara –Vuelve conmigo, por favor… Recuerda tu promesa, Bombón. Tienes que volver a mi lado.
Desesperado, Seiya se inclino sobre ella y la beso suavemente ante la sorpresa de las chicas que se hallaban confundidas ante lo que sucedía.
El pelinegro no quería ni pensar en perderla. Esa no era una posibilidad que quisiera considerar. Lentamente separo sus labios de ella y vio con una sonrisa, como su Bombón abría lentamente los ojos.
–Seiya…
–Aquí estoy, Bombón –dijo él estrechándola más a su cuerpo –Volviste.
–Te prometí que lo haría.
–Sí, y lo cumpliste… ahora ya nada ni nadie nos va a separar.
Ahora si, esta historia casi se nos acaba.
Me despido por ahora esperando que les haya gustado este capitulo, como siempre, les pido que no olviden dejar sus comentarios, dudas, quejas o sugerencias que tengan. Muchos saludos para todos ¡Nos vemos en el epilogo!
XOXO
Serenity
–En verdad lamento lo que te hice, Seiya. Sé que quizás no puedas perdonarme, pero…
–Eso definitivamente es algo que me está costando mucho trabajo hacer –respondió el pelinegro con seriedad –Y no por mí, sino porque si no hubiera llegado a tiempo, hubieras matado a Bombón. Créeme que si estoy aquí, es porque ella me pidió que te cuidara, no por otra cosa.
–No me sorprende, siempre has dispuesto a hacer lo que sea por Serena… No te imaginas de cuanto me arrepiento de haberles hecho daño. Mi consciencia no deja de recriminarme por ello.
–Avisa si necesitas algo más o quieres comer algo, Darién –dijo el pelinegro caminando de regreso a la puerta del almacén.
–Espera un momento…
Seiya detuvo sus pasos y volteo a verlo.
–¿Saben algo de Selena? ¿De Serena? ¿De las chicas?
–Aun no. Ya no tardara en amanecer, así que esperamos recibir noticias para entonces.
–¿Me podrías avisar tan pronto sepan algo de ellas?
El pelinegro asintió y salió del almacén. Se dirigió hacia la terraza del club, observando la ciudad. La oscuridad de la noche que cubría Tokio empezaba a aclararse, el sol aún estaba escondido y no alumbraba el horizonte, pero si las nubes. Seiya solo esperaba que en cuanto saliera el sol, viera como Serena regresaba junto con las chicas y le dijera que aquella pesadilla había terminado.
–Ella va a volver –dijo Sophie parándose a un costado de él, sosteniendo una copa con medio whisky en sus manos.
–Lo sé –respondió él volteando a verla –Y tú ya no deberías de beber.
–Si te preocupa que este borracha, temo decirte que para mi desgracia no es así. Ni todo el alcohol del mundo me ayudaría a olvidar esta noche.
–¿Estas preocupada por Ethan, verdad?
–Tanto como tú por Serena… Ambos, a su manera, están ahí afuera tratando de salvar al mundo mientras nosotros solo estamos aquí esperando. Siempre esperando… –dijo ella dando un largo suspiro –Si por mí fuera, yo también estaría allí afuera formando parte de la acción de alguna manera, ya que nunca me ha gustado esperar. Cuando simplemente esperas, tu mente piensa en mil posibilidades sobre como estará la persona que amas, pero siempre quieres pensar que estará bien y regresara. Aunque no siempre sea así…
–Debiste de haberte ido con él, Sophie. Después de todo, Bombón te aseguro que podrías entrevistarla cuando esto acabara. Tienes asegurada tu exclusiva con Sailor Moon.
–Aun así, no podía irme con él… Aunque él crea que me quede por perseguir la historia del siglo, lo cierto es que no iba a resistir estar con él para nuevamente separarnos cuando se fuera a cumplir con su deber. La verdad es que termine con él para no tener que seguir soportando las esperas. La última vez que espere por Ethan, fue en una cita a la que nunca llego porque resulto herido en el asalto a un banco. Tan pronto se recuperó, termine nuestra relación a pesar de cuanto lo quería –dijo la reportera con un largo suspiro y bebió lo que quedaba de su copa de un solo trago –No es nada fácil cuando te enamoras de un héroe. Menos para mí, que esa ha sido siempre una constante a lo largo de mi vida.
–Es cierto, no es fácil enamorarse de alguien cuyo trabajo es salvar el mundo… Pero vale la pena al saber que lo que sientes es correspondido, y al final, sin importar lo que pase, esa persona va a volver y tú estarás allí para hacerle saber que su trabajo valió la pena porque cuando termine el día, estará contigo y le demostraras cuanto la amas.
–Vaya, quien diría que el soltero más cotizado de todo Japón es todo un romántico.
–Es fácil ser así cuando la dueña de mi corazón es la mujer más maravillosa del mundo –dijo él con una pequeña sonrisa –Estoy seguro que Ethan piensa lo mismo de ti, y sin importar las esperas, al final del día volverán a estar juntos... Date otra oportunidad de estar con él. No vaya a ser que tengas la mala suerte de que te enamores de otro héroe y él no pueda corresponder a tus sentimientos.
–¿Por qué dices eso? –pregunto ella confundida –¿Serena te conto que eso me paso en el futuro?
–Digamos que menciono algo por el estilo… Solo recuerda lo que te dije. No dejes ir a alguien que amas.
Sophie asintió y le dedico una sonrisa al pelinegro, tras lo que volvieron su vista al frente. El cielo se empezaba a teñir de tonos amarillos y naranjas conforme el sol se elevaba sobre la calma que rodeaba la siempre agitada ciudad de Tokio.
Pero la calma se vio interrumpida en cuanto un fuerte zumbido rompió el silencio.
–¿Qué es eso?
Como respuesta, un par de jets surcaron el cielo rumbo al Palacio de Escarlata.
–¡Los militares! ¡Chicos!
Sophie corrió al interior del club en busca de los demás mientras Seiya se mantenía en la terraza, observando con atención el avance de los jets militares.
El suelo se sacudió bajo sus pies con tanta fuerza como había ocurrido a medianoche, aunque esta vez el terremoto fue mucho más prolongado que la vez anterior, mientras el pelinegro observaba como las altas torres del Palacio de Cristal empezaban a caer a causa de aquel movimiento, junto con el resto de aquella imponente construcción sin que ningún misil proveniente de los jets impactara contra él.
–¿Qué fue lo que paso? –pregunto Taiki al reunirse con el pelinegro junto con Sophie y los demás. –¿Los militares…?
–No… Se empezó a venir abajo por culpa del terremoto.
–Algo debió de haber sucedido dentro del Palacio.
–¡Hay que ir para allá! ¡Deprisa!
Sin perder el tiempo, los chicos salieron del club por las escaleras de emergencia, bajando a toda velocidad hasta que llegaron a la planta baja. Subieron a la camioneta de Taiki, circulando a toda velocidad por las solitarias calles de Tokio. En menos de cinco minutos llegaron a donde solo momentos antes estaba el Palacio de Escarlata, que ahora no era más que escombros.
Al bajar del vehículo para revisar la zona, notaron que había un pequeño grupo de personas al lado este, retirados a escasos metros de los escombros. Conforme se acercaron, se dieron cuenta de que se trataban de las chicas. Al aproximarse a ellas, la alegría que los invadió por verlas bien y a salvo se desvaneció al ver que rodeaban dos cuerpos que se hallaban recostados en el suelo. Una mujer pelirroja y una rubia.
–¡Bombón! –grito Seiya con todas sus fuerzas, abriéndose paso entre las chicas para aproximarse al lado de Serena –¡Bombón!
–¿Qué sucedió? ¿Están bien? –pregunto Yaten al acercarse a abrazar a Mina.
–Ahora lo estamos gracias a Serena. Ella uso el Cristal de Plata para salvarnos, eso la debilito y a pesar de los riesgos, volvió a usarlo para purificar a Escarlata. El palacio empezó a derrumbarse, todo pasó muy rápido, y…
–¿Ella va a estar bien, verdad?
–Aún está viva –respondió Ami apretando la mano de Taiki –Pero su pulso es muy débil y aún esta inconsciente. Solo nos queda esperar que Escarlata y ella despierten.
–Por favor, Bombón… –musito Seiya desesperado, levantándola ligeramente entre sus brazos tratando de que ella reaccionara –Vuelve conmigo, por favor… Recuerda tu promesa, Bombón. Tienes que volver a mi lado.
Desesperado, Seiya se inclino sobre ella y la beso suavemente ante la sorpresa de las chicas que se hallaban confundidas ante lo que sucedía.
El pelinegro no quería ni pensar en perderla. Esa no era una posibilidad que quisiera considerar. Lentamente separo sus labios de ella y vio con una sonrisa, como su Bombón abría lentamente los ojos.
–Seiya…
–Aquí estoy, Bombón –dijo él estrechándola más a su cuerpo –Volviste.
–Te prometí que lo haría.
–Sí, y lo cumpliste… ahora ya nada ni nadie nos va a separar.
Ahora si, esta historia casi se nos acaba.
Me despido por ahora esperando que les haya gustado este capitulo, como siempre, les pido que no olviden dejar sus comentarios, dudas, quejas o sugerencias que tengan. Muchos saludos para todos ¡Nos vemos en el epilogo!
XOXO
Serenity
Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
ahhhhhhhhhhhhhhhhhh que emocionante estuvo re way tu como siempre escribiendo lo mejor ahora espero el epilogo y felicitaciones siempre nos tuviste en suspenso hasta lo ultimo
viviana quiroga- Sailor Inner Scout
- Mensajes : 209
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
WOW, WOW, MUY BELLO CAPITULO, M SENTÍ MUY EMOCIONADA K LASTIMA L CICATRIZ DE SEIYA, PERO K GUSTO K NO TUVO K MORIR NADIE HAST AHORIT, MUY BUEN CAPITULO, SE K EL EPILOGO SERÁ GENIAL, GRAX SERENITY
NEOYEHT- Sailor Outer Scout
- Mensajes : 354
Edad : 65
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
q lindo capitulo!!!! lastima q tenga q terminar.. pero bueno a esperar el final....
capullito kou- New User
- Mensajes : 11
Edad : 33
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
QUE ADRENALINA...!!!! ES INCREIBLE...!!!! ME EMOCIONO TANTO ESTE CAPITULO....PERO ES UNA PENA QUE YA SE APROXIME EL CAPITULO FINAL....MMMM...MUCHAS GRACIAS...POR LA HISTORIA...Y OJALA LAS COSAS VUELVAN A LA NORMALIDAD...MIL GRACIAS...OTRA VEZ...
ARGE- Princesa Fireball
- Mensajes : 1191
Edad : 37
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
Epilogo!! Epilogo!! Epilogo!!
Mi niña este capitulo se me hizo corto. La decision de serena, su fortaleza y madurez me dejaron sorprendida, aunque es tipico de ella sacrificarse por los demas, tanto a los que ama como a quienes no. El gran valor para ir a enfrentar a un enemigo tan poderoso y ademas su hermana.
Tienes ese don para transmitir los sentimientos de los personajes con solo palabras, senti el dolor de serena al estar frente a sus amigas y que ellas la atacaran sin compasion. Tambien cuando le confeso sus sentimientos a seiya, rogarle para que no la siguiera, separarse de su pecho ahgggg definitivamente no podia esperar menos de ti, linda. tu tienes la culpa de que ame a seiya, ya que tus fics fueron los primeros que lei, de los que me enamoré.
Esta de mas decir que estare atenta a tu actualizacion de todas tus maravillosas historias y por supuesto de las futuras!! Besos y bendiciones para ti.
Aysha Bakhovik B.- Sailor Outer Scout
- Mensajes : 264
Edad : 38
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
POR DIOS QUE CAPITULAZO AMIGA ME ENCANTO ME TUVO PRENDIDA DEL MONITOR EN SERIO TE DESTACASTE, QUE BUENO QUE TODOS SOBREVIVIERON AUNQUE ME GUSTARIA TAMBIEN QUE ESCARLATA DESPERTARA SI YA ME LO PRENDIO SERENA TODOS MERECEN SER FELICES Y ESCARLATA Y DARIEN NO SON LA ESCEPCION DEJARON A DARIEN ENCERRADO??? O LO LLEVARON CON ELLOS QUE BUENO QUE TODO VA BIEN ESPERO EL EPILOGO CON ANSIAS LOCAS NO DEMORES OK BESOS
Usagi13- Princesa Fireball
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
hay muchachita me tenias con el alma en un hilo!!!!! jajaj solo me queda la intriga de escarlatta!!! como esta?? me encanta que serena haya cumplido su promesa!!! es taan romantico ^^
Mishachan- Princesa Fireball
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
hola amiga, hasta ahora me pude poner al corriente con algunos capitulos...pero dejame decirte es es realmente sorprendente lo que escribes, me encanta la forma en que te expresas
ya quiero que actualices.... te felicito me gusto mucho la actualizacion :D
ya quiero que actualices.... te felicito me gusto mucho la actualizacion :D
Maricruz- Sailor Outer Scout
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
Que capitulo tan bello, me encanto y que Serena y Seiya esten juntos, que todas las chicas esten bien me da mucha alegria ahora solo falta ver como despierta Selena toca ver si es buena o no.
Akane- Sailor Inner Scout
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
¡Hola!
¡Mil gracias a todos por sus comentarios! ¡En verdad me alegra enormemente que les gustara el capitulo anterior!
Ahora si, aquí esta el final de está historia ¡Realmente espero que lo disfruten!
Epilogo
–El tiempo ha pasado desde el llamado Viernes Negro, la vida en Tokio ha vuelto a la normalidad y ahora esos sucesos simplemente parecen una pesadilla que ha quedado en el pasado… Es curioso como el tiempo pone las cosas en perspectiva, las cosas que alguna vez tanto te hicieron sufrir quedan atrás y el futuro se extiende frente a nosotros como un lienzo blanco, que espera que pintemos en el basándonos en las decisiones de nuestro libre albedrio…. Muchos creen en la existencia del destino. Yo era una de esas personas. Pero la vida me ha demostrado que el destino no está escrito en piedra y cada uno de nosotros lo construye día a día, ya sea con aciertos o con errores, hasta lograr lo que queremos. De eso se trata la vida, de disfrutarla al máximo y ser felices al igual que las personas que queremos.
Serena suspiro y hecho un vistazo a la hora en el reloj que se hallaba en lo alto de la pared frente a ella, junto a letrero encendido de al aire. Sonrió antes de continuar.
–La emisión del día de hoy está llegando a su fin, no me queda más que agradecerles a todos ustedes por haberme acompañado a lo largo de esta transmisión. Mi querido amigo Billy Yamamoto está en los controles, yo soy Serena Tsukino y me despido de ustedes no sin antes desearles que pasen un maravilloso día y lo vivan al máximo junto con las personas que aman.
El letrero de al aire se apago, Billy le sonrió a la rubia desde el otro lado de la cabina radiofónica. Ella tomo su bolso y se reunió con su compañero de trabajo.
–Como siempre, un excelente trabajo, Serena.
–Era de esperarse si juntos hacemos una grandiosa transmisión –respondió ella con una sonrisa.
–En ese caso, convence al jefe de que nos de otro aumento.
–No abuses de nuestra buena suerte, Billy –replico la rubia –¡Nos vemos!
–¡Hasta luego!
Serena salió de la cabina, dirigiéndose con una sonrisa al estacionamiento de la radiodifusora. Después de que su jefe la despidiera, y tras los acontecimientos de aquella noche, recibió ofertas de trabajo de las demás radiodifusoras de la ciudad así como de un par de televisoras para que tuviera su propio programa de televisión. Todos los medios de Tokio querían que la rubia trabajara para ellos tras la súbita fama que tuvo por el mensaje de alerta que dio. Al final, el señor Yakamoto le pidió que regresara a Radio Tokio con un muy considerable aumento de sueldo, mismo que también consiguió Billy ya que con su ayuda logro entrar al aire esa noche. Después de todo, allí fue donde inició su carrera como locutora y era el único lugar en el que realmente quería trabajar.
Para la rubia, parecía que aquella noche había transcurrido hace toda una vida, a pesar de que solo habían pasado varias semanas desde entonces. Y ella estaba más que feliz de que todo hubiese terminado para bien y su vida volviera a ser la de antes…
Corrección. La vida de Serena Tsukino ya nunca volvería a ser como antes de que ella fuese enviada al futuro.
Ahora era mucho mejor.
Empezó a sonar su celular justo cuando ella subía a su auto; contesto la llamada tras activar el manos libres y puso en marcha su vehículo.
–¿Bueno?
–¡Hola! ¡Habla Sophie!
La rubia sonrió al escucharla. Siempre se alegraba de saber de ella ya que se habían convertido en buenas amigas desde aquella noche en que se enfrentó a Escarlata. Sin contar que, desde aquella entrevista que realizo la reportera a Sailor Moon, y que apareció en primera plana semanas atrás, cualquier cosa relacionada a la Sailor, ella tenía las exclusivas. Un pequeño privilegio que le daba Serena ya que tenía toda la seguridad de que su secreto se mantendría a salvo.
–¡Hola! ¿Qué pasa?
–Pues averigüe cierta información que estoy segura que quieres saber –respondió la reportera.
–¿Está todo bien? –pregunto Serena preocupada.
–Sí. Es solo que me entere de algo y creí que sería mejor si lo supieras de una vez por mí antes de que salga en la edición de mañana del Tokio Times.
–Me estas asustando, Sophie, habla ya. ¿De que estas hablando?
–En resumen, un colega de la sección cultural está en Londres ya que está realizando un reportaje sobre un viejo amigo tuyo… el doctor Dashwood.
Serena se quedó sorprendida al escuchar ese nombre. No lo había visto y mucho menos tenía idea de que le había ocurrido después de que la secuestraran en China para llevarla ante Escarlata.
–¿Él se encuentra bien?
–De maravilla diría yo. Presentó una maquina como parte de la investigación que realiza en la Universidad de Oxford sobre los viajes en el tiempo… me atrevería a decir, que es muy similar en la que empezó a trabajar para ti antes de que volvieras.
–¿Y… funciona?
–Sí. Aunque solo ha sido probada con ratones que ha enviado un minuto al futuro... Supongo que también funcionaria si se enviaran ratones al pasado.
–Eso quiere decir, que tarde o temprano el doctor Dashwood lo hubiera logrado… Me había regresado a casa.
–Lo mismo pienso. A pesar de que es difícil de comprobar ya que sus ratones viajan en el tiempo por minutos, no años.
–Gracias por avisarme de esto, Sophie. No te imaginas lo feliz que me hace saber esto.
–De nada. Esto demuestra, que sin importar como hubiese sido, ibas a regresar y hacer todo lo que hiciste.
–Sí, supongo que si… –musito Serena –En verdad, gracias por avisarme de esto.
–Ni lo menciones, ¿qué clase de reportera seria si no me enterara de estas cosas?
–Aun así… Oye, ¿qué te parece si Ethan y tú vienen a cenar en mi departamento mañana en la noche con Seiya y conmigo? ¿A las 8:00pm?
–Seguro, allí nos veremos. Hasta luego.
Serena termino la llamada mientras seguía manejando por el tráfico de las calles de Tokio.
Se detuvo frente a un semáforo en rojo, y mientras esperaba a que cambiara la luz, encendió la radio y se puso a tararear una canción de Three Lights que sonaba en ese momento. Tan abstraída estaba que no se dio cuenta que tocaban la ventanilla a su lado, al voltear, su sorpresa fue enorme al reconocer a la pareja de tez morena que estaba frente a ella. Ese era el último sitio en donde esperaba volver a ver a Cleopatra y Ramsés.
–Disculpe que la moleste, señorita, pero ¿podría decirnos como llegar al Museo de Historia?
–¿Museo de Historia? –repitió Serena aun sorprendida. Por más que quisiera que la recordaran, sabía que eso no era posible.
–Sí. Es la primera vez que venimos a Tokio, y estamos algo perdidos –dijo Cleopatra.
–Claro… eh, no están muy lejos. Den vuelta a la izquierda en la esquina y sigan derecho, como a cinco calles verán el museo. Sabrán que llegaron cuando vean a un samurái en la entrada.
–Muchas gracias por su ayuda.
La pareja se despidió de ella con una sonrisa y caminaron en dirección a donde la rubia les había indicado. Serena los observo, sintiéndose feliz al ser consciente de que, aunque las personas que conoció mientras estuvo en el futuro no tuvieran idea de quien era ella, continuaban con sus vidas tal y como siempre debió haber sido.
¡Mil gracias a todos por sus comentarios! ¡En verdad me alegra enormemente que les gustara el capitulo anterior!
Ahora si, aquí esta el final de está historia ¡Realmente espero que lo disfruten!
Epilogo
–El tiempo ha pasado desde el llamado Viernes Negro, la vida en Tokio ha vuelto a la normalidad y ahora esos sucesos simplemente parecen una pesadilla que ha quedado en el pasado… Es curioso como el tiempo pone las cosas en perspectiva, las cosas que alguna vez tanto te hicieron sufrir quedan atrás y el futuro se extiende frente a nosotros como un lienzo blanco, que espera que pintemos en el basándonos en las decisiones de nuestro libre albedrio…. Muchos creen en la existencia del destino. Yo era una de esas personas. Pero la vida me ha demostrado que el destino no está escrito en piedra y cada uno de nosotros lo construye día a día, ya sea con aciertos o con errores, hasta lograr lo que queremos. De eso se trata la vida, de disfrutarla al máximo y ser felices al igual que las personas que queremos.
Serena suspiro y hecho un vistazo a la hora en el reloj que se hallaba en lo alto de la pared frente a ella, junto a letrero encendido de al aire. Sonrió antes de continuar.
–La emisión del día de hoy está llegando a su fin, no me queda más que agradecerles a todos ustedes por haberme acompañado a lo largo de esta transmisión. Mi querido amigo Billy Yamamoto está en los controles, yo soy Serena Tsukino y me despido de ustedes no sin antes desearles que pasen un maravilloso día y lo vivan al máximo junto con las personas que aman.
El letrero de al aire se apago, Billy le sonrió a la rubia desde el otro lado de la cabina radiofónica. Ella tomo su bolso y se reunió con su compañero de trabajo.
–Como siempre, un excelente trabajo, Serena.
–Era de esperarse si juntos hacemos una grandiosa transmisión –respondió ella con una sonrisa.
–En ese caso, convence al jefe de que nos de otro aumento.
–No abuses de nuestra buena suerte, Billy –replico la rubia –¡Nos vemos!
–¡Hasta luego!
Serena salió de la cabina, dirigiéndose con una sonrisa al estacionamiento de la radiodifusora. Después de que su jefe la despidiera, y tras los acontecimientos de aquella noche, recibió ofertas de trabajo de las demás radiodifusoras de la ciudad así como de un par de televisoras para que tuviera su propio programa de televisión. Todos los medios de Tokio querían que la rubia trabajara para ellos tras la súbita fama que tuvo por el mensaje de alerta que dio. Al final, el señor Yakamoto le pidió que regresara a Radio Tokio con un muy considerable aumento de sueldo, mismo que también consiguió Billy ya que con su ayuda logro entrar al aire esa noche. Después de todo, allí fue donde inició su carrera como locutora y era el único lugar en el que realmente quería trabajar.
Para la rubia, parecía que aquella noche había transcurrido hace toda una vida, a pesar de que solo habían pasado varias semanas desde entonces. Y ella estaba más que feliz de que todo hubiese terminado para bien y su vida volviera a ser la de antes…
Corrección. La vida de Serena Tsukino ya nunca volvería a ser como antes de que ella fuese enviada al futuro.
Ahora era mucho mejor.
Empezó a sonar su celular justo cuando ella subía a su auto; contesto la llamada tras activar el manos libres y puso en marcha su vehículo.
–¿Bueno?
–¡Hola! ¡Habla Sophie!
La rubia sonrió al escucharla. Siempre se alegraba de saber de ella ya que se habían convertido en buenas amigas desde aquella noche en que se enfrentó a Escarlata. Sin contar que, desde aquella entrevista que realizo la reportera a Sailor Moon, y que apareció en primera plana semanas atrás, cualquier cosa relacionada a la Sailor, ella tenía las exclusivas. Un pequeño privilegio que le daba Serena ya que tenía toda la seguridad de que su secreto se mantendría a salvo.
–¡Hola! ¿Qué pasa?
–Pues averigüe cierta información que estoy segura que quieres saber –respondió la reportera.
–¿Está todo bien? –pregunto Serena preocupada.
–Sí. Es solo que me entere de algo y creí que sería mejor si lo supieras de una vez por mí antes de que salga en la edición de mañana del Tokio Times.
–Me estas asustando, Sophie, habla ya. ¿De que estas hablando?
–En resumen, un colega de la sección cultural está en Londres ya que está realizando un reportaje sobre un viejo amigo tuyo… el doctor Dashwood.
Serena se quedó sorprendida al escuchar ese nombre. No lo había visto y mucho menos tenía idea de que le había ocurrido después de que la secuestraran en China para llevarla ante Escarlata.
–¿Él se encuentra bien?
–De maravilla diría yo. Presentó una maquina como parte de la investigación que realiza en la Universidad de Oxford sobre los viajes en el tiempo… me atrevería a decir, que es muy similar en la que empezó a trabajar para ti antes de que volvieras.
–¿Y… funciona?
–Sí. Aunque solo ha sido probada con ratones que ha enviado un minuto al futuro... Supongo que también funcionaria si se enviaran ratones al pasado.
–Eso quiere decir, que tarde o temprano el doctor Dashwood lo hubiera logrado… Me había regresado a casa.
–Lo mismo pienso. A pesar de que es difícil de comprobar ya que sus ratones viajan en el tiempo por minutos, no años.
–Gracias por avisarme de esto, Sophie. No te imaginas lo feliz que me hace saber esto.
–De nada. Esto demuestra, que sin importar como hubiese sido, ibas a regresar y hacer todo lo que hiciste.
–Sí, supongo que si… –musito Serena –En verdad, gracias por avisarme de esto.
–Ni lo menciones, ¿qué clase de reportera seria si no me enterara de estas cosas?
–Aun así… Oye, ¿qué te parece si Ethan y tú vienen a cenar en mi departamento mañana en la noche con Seiya y conmigo? ¿A las 8:00pm?
–Seguro, allí nos veremos. Hasta luego.
Serena termino la llamada mientras seguía manejando por el tráfico de las calles de Tokio.
Se detuvo frente a un semáforo en rojo, y mientras esperaba a que cambiara la luz, encendió la radio y se puso a tararear una canción de Three Lights que sonaba en ese momento. Tan abstraída estaba que no se dio cuenta que tocaban la ventanilla a su lado, al voltear, su sorpresa fue enorme al reconocer a la pareja de tez morena que estaba frente a ella. Ese era el último sitio en donde esperaba volver a ver a Cleopatra y Ramsés.
–Disculpe que la moleste, señorita, pero ¿podría decirnos como llegar al Museo de Historia?
–¿Museo de Historia? –repitió Serena aun sorprendida. Por más que quisiera que la recordaran, sabía que eso no era posible.
–Sí. Es la primera vez que venimos a Tokio, y estamos algo perdidos –dijo Cleopatra.
–Claro… eh, no están muy lejos. Den vuelta a la izquierda en la esquina y sigan derecho, como a cinco calles verán el museo. Sabrán que llegaron cuando vean a un samurái en la entrada.
–Muchas gracias por su ayuda.
La pareja se despidió de ella con una sonrisa y caminaron en dirección a donde la rubia les había indicado. Serena los observo, sintiéndose feliz al ser consciente de que, aunque las personas que conoció mientras estuvo en el futuro no tuvieran idea de quien era ella, continuaban con sus vidas tal y como siempre debió haber sido.
Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
Serena entro al edificio en donde estaba su departamento y camino hacia su buzón. Tomo las cartas que estaban allí, revisando lo que había mientras entraba al elevador y presionaba el botón del último piso.
Entre la correspondencia estaba el recibo de la luz, del agua… la rubia sonrió al ver entre su correspondencia una postal cuya imagen mostraba el Taj Majal. Sabía muy bien que era de Darién y Selena.
La pareja se había ido de Tokio semanas atrás en un viaje que realizarían por todo el mundo. Aunque todos habían notado un cambio en la actitud de la pelirroja tras su purificación con el Cristal de Plata y la habían perdonado, los amigos de Serena tenían ciertas reservas respeto a la pelirroja, al igual que con Darién por el enfrentamiento en donde le hizo la cicatriz a Seiya. Algo más que comprensible después de lo que había pasado. Así que la rubia era quien más mantenía contacto con ellos ya fuese por los e-mails, las cartas o postales que le enviaba su hermana de cada lugar que visitaban.
Con una sonrisa, Serena volteo la postal para leer lo que decía detrás.
¡Saludos desde la India!
Hay tantas cosas que he visto por aquí, que no sé por dónde empezar. Bueno, creo que un buen comienzo es la imagen que vez. Es increíble lo que alguien enamorado puede hacer por la persona amada. Creo que la palabra "maravilla" se queda corta para describir tal belleza.
Darién y yo estamos bien. Y como siempre, no dejamos de pensar en ti, hermana. Te extraño mucho y espero que todo siga tan bien como hasta ahora entre Seiya y tú.
Con cariño,
Selena y Darién Chiba.
La rubia no tenía dudas, su hermana era muy feliz con el hombre que amaba. Ella estaba muy contenta de que, a diferencia de Milenio de Plata, ambos pudieran vivir plenamente su amor.
Salió del elevador y camino hacia la puerta de su departamento.
–¡Cariño, ya llegue! –grito ella al entrar.
Apenas había dado un par de pasos, dejando sobre una mesita a un costado de la puerta la correspondencia y su bolso, y Seiya ya había llegado junto a ella, estrechándola rápidamente entre sus brazos.
–Al fin llegas, Bombón –dijo él uniendo sus labios a los de ella.
Serena sentía que el corazón le estallaba de felicidad por tener a Seiya a su lado. Su relación había tomado por sorpresa a su familia y amigos, ya que la amistad que ambos habían sostenido por cerca de diez años se transformo de la noche a la mañana en un serio noviazgo, además del hecho de que ella había terminado su larga relación romántica con Darién y pelinegro ya no salía con cada supermodelo que conocía.
Ambos ahora vivían juntos. Al fin y al cabo, no tenía sentido conservar dos departamentos cuando Seiya pasaba todo el tiempo en el de Serena. Además, en el departamento del pelinegro ahora vivían Luna y Artemis, ya que ambos habían decidido conservar sus formas humanas.
–Por esto es que debí de haberte secuestrado esta mañana con tal de impedir que salieras de aquí –murmuro él separándose lentamente de sus labios.
–Aunque me encantaría que lo hicieras, sabes que eso no es posible, tenía que ir a trabajar… Por cierto ¿qué es eso que huele tan rico?
–La lasaña que prepare. Ya está lista ¿quieres comer?
–Claro. ¡Me muero de hambre! –respondió ella con una enorme sonrisa.
Tras llevar al comedor la comida, Seiya se sentó frente a ella y se pusieron a comer. La rubia le conto a su novio como había sido su día en la radiodifusora. Además de su rápido encuentro con Ramsés y Cleopatra, así como las noticias que Sophie le dio sobre el doctor Dashwood, y la invitación a cenar que les hizo a la reportera y a su novio.
–Se me ocurría que para la cena de mañana podría preparar curry con carne…
–Querrás decir, que yo voy a preparar curry, Bombón –dijo él con una sonrisa divertida.
–No, yo lo haré. No es tan difícil y sino, le puedo pedir ayuda a Lita.
Seiya arqueo una ceja, mirándola con escepticismo.
–De acuerdo. Tú lo haces y yo te ayudo –acepto la rubia con un suspiro.
–Enserio que nunca voy a entender cómo es que logras salvar al mundo, pero no puedes aprender a cocinar –dijo él con una sonrisa divertida.
–Quizás algún día aprenda… –replico ella –Por cierto, aun no me has contado como te fue en la reunión que tuviste esta mañana en la disquera.
–Exceptuando el hecho de que Yaten está más que insoportable ya que no se quiere separar de Mina ni un momento ahora que ella está embarazada, yo diría que bien –respondió él –Ya nos dieron las fechas de la gira de Three Lights en el país.
–¡Eso es grandioso, cariño! ¿Cuándo será la gira?
–El mes que entra. Deberías de ver todo lo que se está preparando para que los conciertos sean espectaculares… El único detalle, es que estaré fuera de Tokio unas semanas.
Serena lo miro tratando de ocultar la tristeza que sentía al escuchar eso. Prácticamente no se habían separado más que algunas horas desde que eran novios.
–Me encantaría que vinieras conmigo, Bombón. Ojala que puedas convencer a tu jefe de que te de vacaciones en esas fechas para que me acompañes. Después de todo debe tener sus ventajas que seas la locutora estrella de Radio Tokio.
–Hablare con el señor Yakamoto al respecto. Es posible que logre convencerlo ya que estuve trabajando durante las últimas vacaciones, pero…
–¿Pero?
–Realmente quiero acompañarte en esa gira, cariño, es solo que… tenía en mente otra idea para mis próximas vacaciones.
–¿Cómo cuál?
–Ir a Egipto.
–¿De verdad quieres volver allí? –pregunto él sorprendido.
–Sí…Bueno, obviamente no volvería a poner un pie en Alejandría. Pero no todo lo que me paso en Egipto fue tan malo, hay cosas que quiero volver a hacer allí contigo: como visitar Giza, pasear en camello por el desierto… o hacer el amor en medio de la nada, estando en una de esas jaimas llenas de alfombras, con esos colchoncillos que parecen camas y muchas almohadas…
–Todo eso suena muy tentador. Definitivamente debemos hacer ese viaje…
–Estoy segura que te encantara estar allí –comento ella con una enorme sonrisa.
–No lo dudo… pero sería después de mi gira. Antes, es casi imposible. En verdad lo lamento, Bombón.
–Oh… Está bien, no importa. Haremos viajaremos a Egipto cuando sea posible –dijo Serena con una pequeña sonrisa.
Habiendo terminado de comer, la rubia se levantó y empezó a recoger la mesa.
–Te ayudo, Bombón.
–Yo lo hago. Ya sabes, tú cocinas y yo me encargo de los trastes –replico ella llevando los platos al fregadero.
Seiya la siguió a la cocina. Aunque Serena se mostraba muy tranquila mientras lavaba los platos, la conocía demasiado bien para saber que eso no era del todo cierto. Había algo que la afectaba.
–¿Estas molesta porque no podremos ir a Egipto pronto?
–No, claro que no –respondió ella sin mirarlo mientras continuaba con su labor.
–Bombón…
La rubia cerro la llave del agua en cuanto termino, se recargo en la barra de la cocina mientras buscaba la mirada zafiro de su novio.
–No quería decirte nada porque quería que fuera sorpresa, pero prácticamente ya tengo todo listo para ese viaje: los boletos de avión al Cairo, la reservación para un tour en el Sahara y… Olvídalo, no pasa nada. Será en otra ocasión. Entiendo que tu carrera es muy importante para ti.
–Eso no es cierto. Tú eres más importante que mi carrera o cualquiera cosa. Sabes que haría cualquier cosa por hacerte feliz.
–Soy feliz a tu lado. No importa el lugar en donde este, mientras estemos juntos. Egipto puede esperar.
–Te prometo que no será por mucho tiempo. En cuanto termine con mis compromisos con Three Lights, tomaremos ese avión al Cairo…
–Está bien. Pero en serio, no te preocupes, cariño.
–Eso es algo difícil de lograr cuando se trata de algo que quieres –dijo él colocando sus brazos alrededor de ella –¿Sabes lo mucho que te amo, Bombón?
La rubia asintió con una sonrisa –Tanto como yo te amo a ti.
Serena rompió la distancia que separaba sus rostros, uniendo sus labios en un tierno beso; que pronto se volvió más ansioso y en busca de más. Se separaron apenas lo necesario para poder respirar, pero los labios de Seiya no se separaron de la piel de ella. La beso en las mejillas, la barbilla y a lo largo del cuello, mientras la alzaba para sentarla sobre la barra. Ella separo las piernas para atraerlo aún más, besando dulcemente la cicatriz de su novio antes de encontrarse nuevamente con sus labios.
Con sus respiraciones aun entrecortadas, se besaron suavemente tras lo que el pelinegro se tumbo de espaldas sobre la cama sin soltar a Serena. Ella se acurruco contra su pecho mientras un cómodo y agradable silencio los envolvía. La felicidad los embargaba en aquel momento tan perfecto.
–Desearía que pudiéramos estar así toda la vida –dijo el dando un suspiro mientras jugueteaba con el cabello de la rubia.
–Yo también quisiera que fuera así. Pero recuerda que mis padres nos invitaron a cenar esta noche. Y después quedamos de vernos con los chicos en el club.
–Lo sé…pero aun faltan varias horas hasta entonces, Bombón. Debemos aprovechar al máximo todo el tiempo que tenemos para nosotros.
–Excelente idea, cariño –dijo Serena buscando sus labios para besarlo.
Entre la correspondencia estaba el recibo de la luz, del agua… la rubia sonrió al ver entre su correspondencia una postal cuya imagen mostraba el Taj Majal. Sabía muy bien que era de Darién y Selena.
La pareja se había ido de Tokio semanas atrás en un viaje que realizarían por todo el mundo. Aunque todos habían notado un cambio en la actitud de la pelirroja tras su purificación con el Cristal de Plata y la habían perdonado, los amigos de Serena tenían ciertas reservas respeto a la pelirroja, al igual que con Darién por el enfrentamiento en donde le hizo la cicatriz a Seiya. Algo más que comprensible después de lo que había pasado. Así que la rubia era quien más mantenía contacto con ellos ya fuese por los e-mails, las cartas o postales que le enviaba su hermana de cada lugar que visitaban.
Con una sonrisa, Serena volteo la postal para leer lo que decía detrás.
¡Saludos desde la India!
Hay tantas cosas que he visto por aquí, que no sé por dónde empezar. Bueno, creo que un buen comienzo es la imagen que vez. Es increíble lo que alguien enamorado puede hacer por la persona amada. Creo que la palabra "maravilla" se queda corta para describir tal belleza.
Darién y yo estamos bien. Y como siempre, no dejamos de pensar en ti, hermana. Te extraño mucho y espero que todo siga tan bien como hasta ahora entre Seiya y tú.
Con cariño,
Selena y Darién Chiba.
La rubia no tenía dudas, su hermana era muy feliz con el hombre que amaba. Ella estaba muy contenta de que, a diferencia de Milenio de Plata, ambos pudieran vivir plenamente su amor.
Salió del elevador y camino hacia la puerta de su departamento.
–¡Cariño, ya llegue! –grito ella al entrar.
Apenas había dado un par de pasos, dejando sobre una mesita a un costado de la puerta la correspondencia y su bolso, y Seiya ya había llegado junto a ella, estrechándola rápidamente entre sus brazos.
–Al fin llegas, Bombón –dijo él uniendo sus labios a los de ella.
Serena sentía que el corazón le estallaba de felicidad por tener a Seiya a su lado. Su relación había tomado por sorpresa a su familia y amigos, ya que la amistad que ambos habían sostenido por cerca de diez años se transformo de la noche a la mañana en un serio noviazgo, además del hecho de que ella había terminado su larga relación romántica con Darién y pelinegro ya no salía con cada supermodelo que conocía.
Ambos ahora vivían juntos. Al fin y al cabo, no tenía sentido conservar dos departamentos cuando Seiya pasaba todo el tiempo en el de Serena. Además, en el departamento del pelinegro ahora vivían Luna y Artemis, ya que ambos habían decidido conservar sus formas humanas.
–Por esto es que debí de haberte secuestrado esta mañana con tal de impedir que salieras de aquí –murmuro él separándose lentamente de sus labios.
–Aunque me encantaría que lo hicieras, sabes que eso no es posible, tenía que ir a trabajar… Por cierto ¿qué es eso que huele tan rico?
–La lasaña que prepare. Ya está lista ¿quieres comer?
–Claro. ¡Me muero de hambre! –respondió ella con una enorme sonrisa.
Tras llevar al comedor la comida, Seiya se sentó frente a ella y se pusieron a comer. La rubia le conto a su novio como había sido su día en la radiodifusora. Además de su rápido encuentro con Ramsés y Cleopatra, así como las noticias que Sophie le dio sobre el doctor Dashwood, y la invitación a cenar que les hizo a la reportera y a su novio.
–Se me ocurría que para la cena de mañana podría preparar curry con carne…
–Querrás decir, que yo voy a preparar curry, Bombón –dijo él con una sonrisa divertida.
–No, yo lo haré. No es tan difícil y sino, le puedo pedir ayuda a Lita.
Seiya arqueo una ceja, mirándola con escepticismo.
–De acuerdo. Tú lo haces y yo te ayudo –acepto la rubia con un suspiro.
–Enserio que nunca voy a entender cómo es que logras salvar al mundo, pero no puedes aprender a cocinar –dijo él con una sonrisa divertida.
–Quizás algún día aprenda… –replico ella –Por cierto, aun no me has contado como te fue en la reunión que tuviste esta mañana en la disquera.
–Exceptuando el hecho de que Yaten está más que insoportable ya que no se quiere separar de Mina ni un momento ahora que ella está embarazada, yo diría que bien –respondió él –Ya nos dieron las fechas de la gira de Three Lights en el país.
–¡Eso es grandioso, cariño! ¿Cuándo será la gira?
–El mes que entra. Deberías de ver todo lo que se está preparando para que los conciertos sean espectaculares… El único detalle, es que estaré fuera de Tokio unas semanas.
Serena lo miro tratando de ocultar la tristeza que sentía al escuchar eso. Prácticamente no se habían separado más que algunas horas desde que eran novios.
–Me encantaría que vinieras conmigo, Bombón. Ojala que puedas convencer a tu jefe de que te de vacaciones en esas fechas para que me acompañes. Después de todo debe tener sus ventajas que seas la locutora estrella de Radio Tokio.
–Hablare con el señor Yakamoto al respecto. Es posible que logre convencerlo ya que estuve trabajando durante las últimas vacaciones, pero…
–¿Pero?
–Realmente quiero acompañarte en esa gira, cariño, es solo que… tenía en mente otra idea para mis próximas vacaciones.
–¿Cómo cuál?
–Ir a Egipto.
–¿De verdad quieres volver allí? –pregunto él sorprendido.
–Sí…Bueno, obviamente no volvería a poner un pie en Alejandría. Pero no todo lo que me paso en Egipto fue tan malo, hay cosas que quiero volver a hacer allí contigo: como visitar Giza, pasear en camello por el desierto… o hacer el amor en medio de la nada, estando en una de esas jaimas llenas de alfombras, con esos colchoncillos que parecen camas y muchas almohadas…
–Todo eso suena muy tentador. Definitivamente debemos hacer ese viaje…
–Estoy segura que te encantara estar allí –comento ella con una enorme sonrisa.
–No lo dudo… pero sería después de mi gira. Antes, es casi imposible. En verdad lo lamento, Bombón.
–Oh… Está bien, no importa. Haremos viajaremos a Egipto cuando sea posible –dijo Serena con una pequeña sonrisa.
Habiendo terminado de comer, la rubia se levantó y empezó a recoger la mesa.
–Te ayudo, Bombón.
–Yo lo hago. Ya sabes, tú cocinas y yo me encargo de los trastes –replico ella llevando los platos al fregadero.
Seiya la siguió a la cocina. Aunque Serena se mostraba muy tranquila mientras lavaba los platos, la conocía demasiado bien para saber que eso no era del todo cierto. Había algo que la afectaba.
–¿Estas molesta porque no podremos ir a Egipto pronto?
–No, claro que no –respondió ella sin mirarlo mientras continuaba con su labor.
–Bombón…
La rubia cerro la llave del agua en cuanto termino, se recargo en la barra de la cocina mientras buscaba la mirada zafiro de su novio.
–No quería decirte nada porque quería que fuera sorpresa, pero prácticamente ya tengo todo listo para ese viaje: los boletos de avión al Cairo, la reservación para un tour en el Sahara y… Olvídalo, no pasa nada. Será en otra ocasión. Entiendo que tu carrera es muy importante para ti.
–Eso no es cierto. Tú eres más importante que mi carrera o cualquiera cosa. Sabes que haría cualquier cosa por hacerte feliz.
–Soy feliz a tu lado. No importa el lugar en donde este, mientras estemos juntos. Egipto puede esperar.
–Te prometo que no será por mucho tiempo. En cuanto termine con mis compromisos con Three Lights, tomaremos ese avión al Cairo…
–Está bien. Pero en serio, no te preocupes, cariño.
–Eso es algo difícil de lograr cuando se trata de algo que quieres –dijo él colocando sus brazos alrededor de ella –¿Sabes lo mucho que te amo, Bombón?
La rubia asintió con una sonrisa –Tanto como yo te amo a ti.
Serena rompió la distancia que separaba sus rostros, uniendo sus labios en un tierno beso; que pronto se volvió más ansioso y en busca de más. Se separaron apenas lo necesario para poder respirar, pero los labios de Seiya no se separaron de la piel de ella. La beso en las mejillas, la barbilla y a lo largo del cuello, mientras la alzaba para sentarla sobre la barra. Ella separo las piernas para atraerlo aún más, besando dulcemente la cicatriz de su novio antes de encontrarse nuevamente con sus labios.
-CENSURADO-
Con sus respiraciones aun entrecortadas, se besaron suavemente tras lo que el pelinegro se tumbo de espaldas sobre la cama sin soltar a Serena. Ella se acurruco contra su pecho mientras un cómodo y agradable silencio los envolvía. La felicidad los embargaba en aquel momento tan perfecto.
–Desearía que pudiéramos estar así toda la vida –dijo el dando un suspiro mientras jugueteaba con el cabello de la rubia.
–Yo también quisiera que fuera así. Pero recuerda que mis padres nos invitaron a cenar esta noche. Y después quedamos de vernos con los chicos en el club.
–Lo sé…pero aun faltan varias horas hasta entonces, Bombón. Debemos aprovechar al máximo todo el tiempo que tenemos para nosotros.
–Excelente idea, cariño –dijo Serena buscando sus labios para besarlo.
Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
–Aun no puedo creer que mi hermanito ya esté haciendo su tesis y en unos meses se vaya a graduar.
–No te vayas a poner sentimental como mamá, Serena –replico Sammy mientras terminaba de comer el postre.
–Es solo que me siento muy orgullosa de ti. No te imaginas lo feliz que estoy de que estés haciendo todo lo que quieres en la vida –dijo ella con una sonrisa y sin poder evitarlo, derramo una lágrima de felicidad que limpio rápidamente. La vida de su hermano continuaba sin verse interrumpida abruptamente.
Seiya le tomo la mano a su novia, regalándole una sonrisa antes de voltear a ver al hermano de la rubia. Entendía lo difícil que fue para ella vivir sin su familia mientras estuvo atrapada en ese horrible futuro.
–Créeme que yo también me alegro mucho por ti, Sammy. Quien diría que dentro de poco, mi cuñado habrá terminado la Universidad.
–Sí, aun me cuesta creerlo… Así como, a pesar del tiempo que llevan juntos, tampoco término de asimilar que ustedes sean novios. Sin duda, hacen mejor pareja, que la que hacia Serena con Darién.
–No digas esas cosas, hijo –replico Ikuko –Darién es también un muy buen hombre.
–Cierto, pero era demasiado mayor para mi niña –dijo Kenji.
–Ni tanto, papá, Darién solo tiene 30 años. Es mayor que yo solo por cinco años –dijo Serena.
–Aun así… me alegro mucho de que Seiya y tú estén juntos.
–Solo espero que ustedes si terminen dando el siguiente paso –dijo Sammy –Miren que ya me gustaría ser tío.
Al escucharlo, Seiya estuvo a nada de ahogarse con su bocado de pastel debido a la sorpresa.
–¿Hijos? –exclamo Kenji sorprendido.
–¡Imagina eso, querido! –grito Ikuko emocionada –¡Van a ser unos niños preciosos!
–¿No creen que es un poco pronto para que tengan hijos?
–Si te tranquiliza saberlo, te aseguro que aún no vas a ser abuelo –replico la rubia.
–Por ahora, Serena y yo queremos disfrutar del tiempo juntos. Tenemos muchos planes que queremos realizar antes de tener un bebé –dijo el pelinegro.
–Eso está muy bien, que hagan las cosas a su debido tiempo –dijo Kenji.
–¿Quién quiere más pastel? –pregunto Ikuko rápidamente.
–No, gracias.
–Enserio que se supera a sí misma, Ikuko. La cena estuvo fantástica –dijo Seiya con una enorme sonrisa –Espero que algún día llegue a hacer tales maravillas culinarias como mi hermosa suegra.
–¡Ay, Seiya! –dijo ella ligeramente ruborizada mientras recogía los platos.
–Te ayudo, mamá.
La rubia ayudo a su madre a llevar todos los platos a la cocina. Desde allí, ambas escucharon como Kenji, Sammy y Seiya hablaban sobre la final de futbol que se realizaría en el estadio de la ciudad el próximo fin de semana, al cual asistirían junto con Yaten, Taiki, Nicolás, Andrew, el abuelo Hino y el profesor Tomoe. "Una tarde de hombres", como lo llamaba Seiya.
–¿Te he mencionado lo feliz que estoy por ti y por Seiya, hija?
–Si, como un millón de veces desde que somos novios.
–Bueno, ya sabes que Darién siempre me agrada mucho, es solo que… Mi sentido de madre siempre me dijo que él indicado para ti era Seiya, y que tarde o temprano estarían juntos. Y al verlos tan felices… no podría pedirle más a la vida al ver que mi familia es feliz.
–Mamá…
Serena la abrazo con fuerza, entendiendo perfectamente cómo se sentía Ikuko Tsukino. Para la rubia, no había nada que pudiera hacerla más feliz de lo que ya era al ver a su familia reunida y saber que aceptaban y querían a Seiya como un miembro más de la familia Tsukino.
Serena y Seiya salieron del elevador tomados de la mano al llegar al Club Sailors. La música sonaba por todo lo alto, envolviendo por completo el lugar que prácticamente estaba lleno.
La pareja camino hasta el área VIP, en donde encontraron a Ami y Taiki, Mina y Yaten, Lita y Andrew, Rei y Nicolás, Haruka y Michiru, y Setsuna conversando animadamente.
–¡Hey, empezábamos a creer que no iban a venir! –comento Lita cuando ambos se sentaron.
–Lamentamos la demora –dijo Seiya –Pero hoy teníamos cena con mis suegros y…
–Eso explica todo. Serena no quiso salir de allí hasta que acabo con toda la comida.
–¡Rei! –replico la rubia.
–¡Es la verdad! Siempre que vas a casa de tus padres, terminas asaltando su refrigerador.
–Chicas… –dijo Ami tratando de evitar que siguieran discutiendo.
–¿Alguien me puede recordar porque se supone que Rei y yo somos amigas?
–Lo mismo quisiera saber yo –dijo la pelinegra con una pequeña sonrisa antes de darle un trago a su Martini.
Los demás soltaron risitas por lo bajo al ver como Serena y Rei seguían discutiendo.
–Pensé que Hotaru también iba a venir hoy –dijo Seiya.
Haruka puso una cara de pocos amigos mientras volteaba hacia la pista de baile. Michiru se inclinó sobre la mesa para acercarse al pelinegro, como si le contara un secreto.
–Hotaru está bailando con uno de sus amigos de la facultad. Ya sabes cómo es Haruka con estas cosas.
–Ah… eso explica todo.
–Es solo que ese muchacho no me agrada para ella –replico Haruka.
–Nunca te agrada ningún chico guapo, Tenoh –dijo Seiya.
–Eso es cierto –menciono Setsuna.
–¡Oigan!
–¡Hola, chicos!
Todos voltearon al ver que se acercaban a la mesa Luna y Artemis.
Ambos se adaptaron muy pronto a ser humanos después de haber pasado prácticamente toda su vida como gatos. Por lo que las chicas les ofrecieron trabajar en el club para que así pudieran cubrir sus gastos, lo cual fue una grandiosa decisión, ya que no solo los dos disfrutaban de su trabajo, sino que el lugar trabajaba mejor que nunca desde que ellos estaban en la gerencia.
–¡Al fin vemos a nuestros gerentes estrellas! –exclamo Serena.
–Hay que asegurarnos de que el lugar marche en orden si queremos complacer a nuestras jefas –dijo Luna guiñándoles un ojo mientras ella y Artemis se sentaban junto a los demás.
–Creo que hablo por todas al decir que están haciendo un excelente trabajo –dijo Ami – El club no había funcionado con tanta eficacia desde que son los gerentes.
–Espero que eso signifique que nos darán un aumento –menciono Artemis.
–Mmm… no lo sé –musito Mina con aire dubitativo –Con eso de que en unos meses llegara mi bebe y tendré que gastar mucho en pañales…
–¡Mina! –exclamaron todas las chicas.
–¿Qué? Era broma.
–Tú y tus bromas, Mina –dijo Yaten con una sonrisa rodeándole los hombros con su brazo.
–¿Quieren que les traigan de beber algo más? –pregunto Luna –¿Serena? ¿Seiya?
–¡Tequila! –respondió la pareja al mismo tiempo.
Artemis le hizo una señal a uno de los meseros para que les llevara las bebidas, las cuales les llevaron al cabo de unos momentos.
–Bueno, aprovechando que todos estamos aquí, quisiera hacer un brindis –dijo Taiki alzando su copa –Por nuestra amistad. Hemos pasado por muchas cosas a lo largo de todos estos años, y sin duda vamos a pasar muchas más juntos, pero siempre con la seguridad de que vamos a estar apoyandonos sin importar lo que nos depare el futuro.
–¡Salud!
Todos chocaron sus copas ante el brindis. Serena observo a sus amigos con una sonrisa, notando la felicidad y la dicha que invadia a cada uno de ellos no solo por tener a la persona amada, sino porque todos habian realizado sus sueños en el campo laboral, y principalmente, por llevar esa vida normal que tanto disfrutaban.
–¿Estás bien, Bombón?
–Mejor que nunca –respondio ella dandole iun pequeño beso.
–En ese caso, espero que quieras bailar con hombre tan guapo.
–¡Por supuesto!
Pronto, todos se pusieron de pie y se dirigieron a la pista de baile. La multitud del lugar les abrió el paso y no tardaron en mezclarse con el resto de los bailarines que se hallaban alrededor de ellos. Lograron ver a Hotaru, que los saludó con la mano sin separarse de su amigo, mientras ellos se dejaban envolver por el sonido de la música, bailando todos juntos.
Más tarde, después de que Serena estuvo bailando un rato con Haruka, Seiya se reunió nuevamente con su novia. Estrecho a la rubia entre sus brazos, ella lo rodeo con el cuello mientras movían sus cuerpos siguiendo el ritmo de la más reciente canción de Lady Gaga sin dejar de mirarse a los ojos ni un solo momento.
Serena rompió el poco espacio que separaba sus rostros y beso dulcemente a su novio. Todo y todos desaparecieron para los dos mientras sus labios se encontraban una y otra vez hasta quedarse sin aliento. Seiya la miro con una enorme sonrisa, tras lo que la tomo de la mano y se abrieron camino entre la gente hasta llegar a la terraza del club, la cual se hallaba sola y cuyas puertas cerro el pelinegro para que tuvieran más privacidad; nadie en el interior del club podia ver a la pareja que se hallaba contemplando Tokio, iluminada desde lo alto por la brillante luz de la Luna y las estrellas…
–¿Por qué vinimos aquí, cariño? –pregunto ella.
–Simplemente quería que tuviéramos algo de tiempo a solas –respondió él rodeándola con sus brazos –Todos se están divirtiendo y dudo mucho que nos vayan a extrañar por un rato. Además, hay algo que quiero hablar contigo.
–¿Está todo bien?
–Sí, Bombón, es solo que… Bueno, he estado pensando en lo que dijiste esta tarde sobre ese viaje a Egipto.
–¡No, Seiya! –exclamo la rubia.
–Ni siquiera sabes que te voy a decir, ¿y desde ahora dices que no?
–Si es lo que me estoy imaginando, mi respuesta es no. No voy a permitir que canceles tus compromisos con Three Lights por mí. Vas a hacer esa gira y yo voy a estar allí a tu lado. Ya te dije que Egipto puede esperar.
Seiya no pudo evitar soltar una carcajada al escucharla. La rubia se quedó totalmente confundida ante su reacción.
–Cuéntame el chiste porque no entiendo de que te ríes.
–Lo siento, Bombón –musito él controlando su risa.
–¿Me dirás que fue tan gracioso?
–Que tus conclusiones fueron totalmente equivocadas –respondió él –Además de que es un alivio saber que ese no, no tenía nada que ver con lo que quiero decirte. Espero que lo que voy a decirte, tenga como respuesta un sí.
–Todo depende de que es lo que quieres decirme –replico ella con una sonrisa –¿Y bien? ¿De qué se trata?
–Veras... Se me ocurría que sería maravilloso si hiciéramos ese viaje a Egipto para nuestra Luna de Miel.
Serena se quedó en un estado de gran sorpresa y confusión, sin estar segura de sí había escuchado bien o no. Mientras, el pelinegro tomaba la mano izquierda de ella entre las suyas y la puso sobre su pecho, justamente sobre su corazón.
–Este corazón ha latido por ti desde la primera vez que te vi en el aeropuerto hace tantos años, y desde entonces, no he dejado de amarte con toda mi alma. No solo eres mi mejor amiga, siempre has sido y serás el amor de mi vida. Y quiero compartir el resto de mi vida contigo, sin importar lo que nos depare el futuro. Por eso quisiera saber, Serena Tsukino, mi dulce Bombón…
Sin soltar la mano de ella, Seiya se dejo caer en una rodilla al piso mientras sacaba del bolsillo de su saco una cajita negra, mostrando ante la rubia un hermoso anillo de diamantes.
–¿Quieres casarte conmigo, Bombón?
Serena estaba tan sorprendida que por un momento hasta se le olvido respirar mientras asimilaba las palabras del pelinegro. No pudo más que sonreír mientras por su rostro resbalaban lágrimas de felicidad.
–¡Sí! ¡Sí! ¡Por supuesto que sí!
Seiya le coloco el anillo a la rubia en su dedo anular izquierdo, tras lo que se puso de pie, mirándola con la más enorme de las sonrisas. Serena brinco a sus brazos, rodeándole el cuello al pelinegro para besarlo apasionadamente.
Quizás el destino de Serena Tsukino ya nunca más seria el que ella creyó que sería durante muchos años, pero eso no le preocupaba. Estaba segura que lo que le esperaba, sin importar que fuese bueno o malo, lo afrontaría sabiendo que estaba rodeada de personas que amaba y que la amaban. Y eso era lo único que le importaba.
El destino… no tenía importancia. Se encargaría de escribirlo ella misma con tal de ser feliz.
Es curioso como siempre que llega el final de una historia, siempre me da un poco de tristeza al cerrar este ciclo, pero como todo en la vida, nada es eterno y tarde o temprano debe terminar.
Hay muchas cosas que quisiera decir, pero sin duda la más importante es agradecer a todas y cada una de ustedes por acompañarme a lo largo de este fic, gracias por cada uno de sus coments que capitulo a capitulo me animaban e inspiraban a seguir adelante con esta historia.¡Mil gracias!
Bueno, yo continuare con mis otros fics: Sr & Sra Kou, Más Allá de las Estrellas y La Magia Lunar y por allí nos seguiremos leyendo ¡Prometo traerles dentro de poco nuevos capitulos de estas historias, solo tenganme un poquito de paciencia! Y tambien por aquí nos seguiremos viendo en todas esas nuevas historias que vengan en el futuro.
XOXO
Serenity
Pd. ¡Ah! Antes de que se me olvide, y como muy bien saben, quien desee leer el lemon del epilogo, aviseme y con mucho gusto se los haré llegar.
–No te vayas a poner sentimental como mamá, Serena –replico Sammy mientras terminaba de comer el postre.
–Es solo que me siento muy orgullosa de ti. No te imaginas lo feliz que estoy de que estés haciendo todo lo que quieres en la vida –dijo ella con una sonrisa y sin poder evitarlo, derramo una lágrima de felicidad que limpio rápidamente. La vida de su hermano continuaba sin verse interrumpida abruptamente.
Seiya le tomo la mano a su novia, regalándole una sonrisa antes de voltear a ver al hermano de la rubia. Entendía lo difícil que fue para ella vivir sin su familia mientras estuvo atrapada en ese horrible futuro.
–Créeme que yo también me alegro mucho por ti, Sammy. Quien diría que dentro de poco, mi cuñado habrá terminado la Universidad.
–Sí, aun me cuesta creerlo… Así como, a pesar del tiempo que llevan juntos, tampoco término de asimilar que ustedes sean novios. Sin duda, hacen mejor pareja, que la que hacia Serena con Darién.
–No digas esas cosas, hijo –replico Ikuko –Darién es también un muy buen hombre.
–Cierto, pero era demasiado mayor para mi niña –dijo Kenji.
–Ni tanto, papá, Darién solo tiene 30 años. Es mayor que yo solo por cinco años –dijo Serena.
–Aun así… me alegro mucho de que Seiya y tú estén juntos.
–Solo espero que ustedes si terminen dando el siguiente paso –dijo Sammy –Miren que ya me gustaría ser tío.
Al escucharlo, Seiya estuvo a nada de ahogarse con su bocado de pastel debido a la sorpresa.
–¿Hijos? –exclamo Kenji sorprendido.
–¡Imagina eso, querido! –grito Ikuko emocionada –¡Van a ser unos niños preciosos!
–¿No creen que es un poco pronto para que tengan hijos?
–Si te tranquiliza saberlo, te aseguro que aún no vas a ser abuelo –replico la rubia.
–Por ahora, Serena y yo queremos disfrutar del tiempo juntos. Tenemos muchos planes que queremos realizar antes de tener un bebé –dijo el pelinegro.
–Eso está muy bien, que hagan las cosas a su debido tiempo –dijo Kenji.
–¿Quién quiere más pastel? –pregunto Ikuko rápidamente.
–No, gracias.
–Enserio que se supera a sí misma, Ikuko. La cena estuvo fantástica –dijo Seiya con una enorme sonrisa –Espero que algún día llegue a hacer tales maravillas culinarias como mi hermosa suegra.
–¡Ay, Seiya! –dijo ella ligeramente ruborizada mientras recogía los platos.
–Te ayudo, mamá.
La rubia ayudo a su madre a llevar todos los platos a la cocina. Desde allí, ambas escucharon como Kenji, Sammy y Seiya hablaban sobre la final de futbol que se realizaría en el estadio de la ciudad el próximo fin de semana, al cual asistirían junto con Yaten, Taiki, Nicolás, Andrew, el abuelo Hino y el profesor Tomoe. "Una tarde de hombres", como lo llamaba Seiya.
–¿Te he mencionado lo feliz que estoy por ti y por Seiya, hija?
–Si, como un millón de veces desde que somos novios.
–Bueno, ya sabes que Darién siempre me agrada mucho, es solo que… Mi sentido de madre siempre me dijo que él indicado para ti era Seiya, y que tarde o temprano estarían juntos. Y al verlos tan felices… no podría pedirle más a la vida al ver que mi familia es feliz.
–Mamá…
Serena la abrazo con fuerza, entendiendo perfectamente cómo se sentía Ikuko Tsukino. Para la rubia, no había nada que pudiera hacerla más feliz de lo que ya era al ver a su familia reunida y saber que aceptaban y querían a Seiya como un miembro más de la familia Tsukino.
S&S
Serena y Seiya salieron del elevador tomados de la mano al llegar al Club Sailors. La música sonaba por todo lo alto, envolviendo por completo el lugar que prácticamente estaba lleno.
La pareja camino hasta el área VIP, en donde encontraron a Ami y Taiki, Mina y Yaten, Lita y Andrew, Rei y Nicolás, Haruka y Michiru, y Setsuna conversando animadamente.
–¡Hey, empezábamos a creer que no iban a venir! –comento Lita cuando ambos se sentaron.
–Lamentamos la demora –dijo Seiya –Pero hoy teníamos cena con mis suegros y…
–Eso explica todo. Serena no quiso salir de allí hasta que acabo con toda la comida.
–¡Rei! –replico la rubia.
–¡Es la verdad! Siempre que vas a casa de tus padres, terminas asaltando su refrigerador.
–Chicas… –dijo Ami tratando de evitar que siguieran discutiendo.
–¿Alguien me puede recordar porque se supone que Rei y yo somos amigas?
–Lo mismo quisiera saber yo –dijo la pelinegra con una pequeña sonrisa antes de darle un trago a su Martini.
Los demás soltaron risitas por lo bajo al ver como Serena y Rei seguían discutiendo.
–Pensé que Hotaru también iba a venir hoy –dijo Seiya.
Haruka puso una cara de pocos amigos mientras volteaba hacia la pista de baile. Michiru se inclinó sobre la mesa para acercarse al pelinegro, como si le contara un secreto.
–Hotaru está bailando con uno de sus amigos de la facultad. Ya sabes cómo es Haruka con estas cosas.
–Ah… eso explica todo.
–Es solo que ese muchacho no me agrada para ella –replico Haruka.
–Nunca te agrada ningún chico guapo, Tenoh –dijo Seiya.
–Eso es cierto –menciono Setsuna.
–¡Oigan!
–¡Hola, chicos!
Todos voltearon al ver que se acercaban a la mesa Luna y Artemis.
Ambos se adaptaron muy pronto a ser humanos después de haber pasado prácticamente toda su vida como gatos. Por lo que las chicas les ofrecieron trabajar en el club para que así pudieran cubrir sus gastos, lo cual fue una grandiosa decisión, ya que no solo los dos disfrutaban de su trabajo, sino que el lugar trabajaba mejor que nunca desde que ellos estaban en la gerencia.
–¡Al fin vemos a nuestros gerentes estrellas! –exclamo Serena.
–Hay que asegurarnos de que el lugar marche en orden si queremos complacer a nuestras jefas –dijo Luna guiñándoles un ojo mientras ella y Artemis se sentaban junto a los demás.
–Creo que hablo por todas al decir que están haciendo un excelente trabajo –dijo Ami – El club no había funcionado con tanta eficacia desde que son los gerentes.
–Espero que eso signifique que nos darán un aumento –menciono Artemis.
–Mmm… no lo sé –musito Mina con aire dubitativo –Con eso de que en unos meses llegara mi bebe y tendré que gastar mucho en pañales…
–¡Mina! –exclamaron todas las chicas.
–¿Qué? Era broma.
–Tú y tus bromas, Mina –dijo Yaten con una sonrisa rodeándole los hombros con su brazo.
–¿Quieren que les traigan de beber algo más? –pregunto Luna –¿Serena? ¿Seiya?
–¡Tequila! –respondió la pareja al mismo tiempo.
Artemis le hizo una señal a uno de los meseros para que les llevara las bebidas, las cuales les llevaron al cabo de unos momentos.
–Bueno, aprovechando que todos estamos aquí, quisiera hacer un brindis –dijo Taiki alzando su copa –Por nuestra amistad. Hemos pasado por muchas cosas a lo largo de todos estos años, y sin duda vamos a pasar muchas más juntos, pero siempre con la seguridad de que vamos a estar apoyandonos sin importar lo que nos depare el futuro.
–¡Salud!
Todos chocaron sus copas ante el brindis. Serena observo a sus amigos con una sonrisa, notando la felicidad y la dicha que invadia a cada uno de ellos no solo por tener a la persona amada, sino porque todos habian realizado sus sueños en el campo laboral, y principalmente, por llevar esa vida normal que tanto disfrutaban.
–¿Estás bien, Bombón?
–Mejor que nunca –respondio ella dandole iun pequeño beso.
–En ese caso, espero que quieras bailar con hombre tan guapo.
–¡Por supuesto!
Pronto, todos se pusieron de pie y se dirigieron a la pista de baile. La multitud del lugar les abrió el paso y no tardaron en mezclarse con el resto de los bailarines que se hallaban alrededor de ellos. Lograron ver a Hotaru, que los saludó con la mano sin separarse de su amigo, mientras ellos se dejaban envolver por el sonido de la música, bailando todos juntos.
Más tarde, después de que Serena estuvo bailando un rato con Haruka, Seiya se reunió nuevamente con su novia. Estrecho a la rubia entre sus brazos, ella lo rodeo con el cuello mientras movían sus cuerpos siguiendo el ritmo de la más reciente canción de Lady Gaga sin dejar de mirarse a los ojos ni un solo momento.
Serena rompió el poco espacio que separaba sus rostros y beso dulcemente a su novio. Todo y todos desaparecieron para los dos mientras sus labios se encontraban una y otra vez hasta quedarse sin aliento. Seiya la miro con una enorme sonrisa, tras lo que la tomo de la mano y se abrieron camino entre la gente hasta llegar a la terraza del club, la cual se hallaba sola y cuyas puertas cerro el pelinegro para que tuvieran más privacidad; nadie en el interior del club podia ver a la pareja que se hallaba contemplando Tokio, iluminada desde lo alto por la brillante luz de la Luna y las estrellas…
–¿Por qué vinimos aquí, cariño? –pregunto ella.
–Simplemente quería que tuviéramos algo de tiempo a solas –respondió él rodeándola con sus brazos –Todos se están divirtiendo y dudo mucho que nos vayan a extrañar por un rato. Además, hay algo que quiero hablar contigo.
–¿Está todo bien?
–Sí, Bombón, es solo que… Bueno, he estado pensando en lo que dijiste esta tarde sobre ese viaje a Egipto.
–¡No, Seiya! –exclamo la rubia.
–Ni siquiera sabes que te voy a decir, ¿y desde ahora dices que no?
–Si es lo que me estoy imaginando, mi respuesta es no. No voy a permitir que canceles tus compromisos con Three Lights por mí. Vas a hacer esa gira y yo voy a estar allí a tu lado. Ya te dije que Egipto puede esperar.
Seiya no pudo evitar soltar una carcajada al escucharla. La rubia se quedó totalmente confundida ante su reacción.
–Cuéntame el chiste porque no entiendo de que te ríes.
–Lo siento, Bombón –musito él controlando su risa.
–¿Me dirás que fue tan gracioso?
–Que tus conclusiones fueron totalmente equivocadas –respondió él –Además de que es un alivio saber que ese no, no tenía nada que ver con lo que quiero decirte. Espero que lo que voy a decirte, tenga como respuesta un sí.
–Todo depende de que es lo que quieres decirme –replico ella con una sonrisa –¿Y bien? ¿De qué se trata?
–Veras... Se me ocurría que sería maravilloso si hiciéramos ese viaje a Egipto para nuestra Luna de Miel.
Serena se quedó en un estado de gran sorpresa y confusión, sin estar segura de sí había escuchado bien o no. Mientras, el pelinegro tomaba la mano izquierda de ella entre las suyas y la puso sobre su pecho, justamente sobre su corazón.
–Este corazón ha latido por ti desde la primera vez que te vi en el aeropuerto hace tantos años, y desde entonces, no he dejado de amarte con toda mi alma. No solo eres mi mejor amiga, siempre has sido y serás el amor de mi vida. Y quiero compartir el resto de mi vida contigo, sin importar lo que nos depare el futuro. Por eso quisiera saber, Serena Tsukino, mi dulce Bombón…
Sin soltar la mano de ella, Seiya se dejo caer en una rodilla al piso mientras sacaba del bolsillo de su saco una cajita negra, mostrando ante la rubia un hermoso anillo de diamantes.
–¿Quieres casarte conmigo, Bombón?
Serena estaba tan sorprendida que por un momento hasta se le olvido respirar mientras asimilaba las palabras del pelinegro. No pudo más que sonreír mientras por su rostro resbalaban lágrimas de felicidad.
–¡Sí! ¡Sí! ¡Por supuesto que sí!
Seiya le coloco el anillo a la rubia en su dedo anular izquierdo, tras lo que se puso de pie, mirándola con la más enorme de las sonrisas. Serena brinco a sus brazos, rodeándole el cuello al pelinegro para besarlo apasionadamente.
Quizás el destino de Serena Tsukino ya nunca más seria el que ella creyó que sería durante muchos años, pero eso no le preocupaba. Estaba segura que lo que le esperaba, sin importar que fuese bueno o malo, lo afrontaría sabiendo que estaba rodeada de personas que amaba y que la amaban. Y eso era lo único que le importaba.
El destino… no tenía importancia. Se encargaría de escribirlo ella misma con tal de ser feliz.
–Fin–
Es curioso como siempre que llega el final de una historia, siempre me da un poco de tristeza al cerrar este ciclo, pero como todo en la vida, nada es eterno y tarde o temprano debe terminar.
Hay muchas cosas que quisiera decir, pero sin duda la más importante es agradecer a todas y cada una de ustedes por acompañarme a lo largo de este fic, gracias por cada uno de sus coments que capitulo a capitulo me animaban e inspiraban a seguir adelante con esta historia.¡Mil gracias!
Bueno, yo continuare con mis otros fics: Sr & Sra Kou, Más Allá de las Estrellas y La Magia Lunar y por allí nos seguiremos leyendo ¡Prometo traerles dentro de poco nuevos capitulos de estas historias, solo tenganme un poquito de paciencia! Y tambien por aquí nos seguiremos viendo en todas esas nuevas historias que vengan en el futuro.
XOXO
Serenity
Pd. ¡Ah! Antes de que se me olvide, y como muy bien saben, quien desee leer el lemon del epilogo, aviseme y con mucho gusto se los haré llegar.
Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
Maravilloso!! Que gran final, Seiya siempre ha sido el hombre perfecto para serena Me sorprendió mucho y gratamente los encuentros que serena tuvo con sus amigos del futuro como e dr. dashwood o cleopatra y ramses... y que haya mejorado la relacion de Eathan y Sophie. y tambien de selene y darien, que bonito, tiene una personalidad parecida a serena. Mina embarazada wow ni imaginar a yaten, de que por si ya es pesadito natural jajajjaj
El romanticismo de seiya y serena es incomparable, me los imagino bajo aquel manto de resplandecientes estrellas unidos en un calido beso aaahhhh bueno, mi niña por supuesto que quiero el lemon y me despido con un besote enorme
Aysha Bakhovik B.- Sailor Outer Scout
- Mensajes : 264
Edad : 38
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
que bonito!!!!! gracias por tan hermosa historia
MANUELA- Sailor Star Light
- Mensajes : 742
Edad : 33
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
WOW, COMO SIEMPRE EXPECTACULAR, GRAX SERENITY X EST FINAL DE FINAL TAN BELLO Y LLENO DE AMOR, TERNURA Y PASIÓN
LA AMISTAD ANTE TODO SE REFLEJA EN EL EPILOGO, REAFIRMANDO LOS LAZOS DE AMISTAD AUNK ES EL FINAL M KEDO CON UN EXCELENTE SABOR DE BOCA X FA ENVIAM EL LEMON MUERO X EL BESOS Y OTRA VEZ FELICIDADES
LA AMISTAD ANTE TODO SE REFLEJA EN EL EPILOGO, REAFIRMANDO LOS LAZOS DE AMISTAD AUNK ES EL FINAL M KEDO CON UN EXCELENTE SABOR DE BOCA X FA ENVIAM EL LEMON MUERO X EL BESOS Y OTRA VEZ FELICIDADES
NEOYEHT- Sailor Outer Scout
- Mensajes : 354
Edad : 65
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
noooo...!!!1 que triste que termine...pero me debo confesar...que es una de las pocas historias que me conmueven...desde el principio me atrapo...jejejeje....
todos tuvieron su final feliz...y eso me gustaaa..!!!
muchas gracias por esta historia...y si no es mucha molestia...podrias mandarme el lemon....
muchas gracias...saluditos...byee
todos tuvieron su final feliz...y eso me gustaaa..!!!
muchas gracias por esta historia...y si no es mucha molestia...podrias mandarme el lemon....
muchas gracias...saluditos...byee
ARGE- Princesa Fireball
- Mensajes : 1191
Edad : 37
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
Que hermosa historia y ese final, ver como todos los seres queridos de serena estaban bien y junto a sus seres amados, Seiya que siempre fue fiel a su amor por serena por fin tuvo la mujer de su vida ame este fic. gracias por compartir esa historia con nosotras. porfis me envias el lemon y como siempre te seguire en todas tus historias porque me encantan!!!!!
Akane- Sailor Inner Scout
- Mensajes : 171
Edad : 37
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Re: Sombras del Destino [S/S] PFF - Terminado
EXCELENTE FINAL EXCELENTE ME ENCANTO ME FACINO, ES IDEAL Y BUENO TODOS QUEDARON FELICES QUE ES LO IMPORTANTE, ENVIAME EL LEMON POR FAVOR QUIERO LEERLO BESOS Y TU SABES QUE SIGO TUS OTRAS HISTORIAS ASI QUE NO DEMORES BESOS
Usagi13- Princesa Fireball
- Mensajes : 1323
Edad : 42
Sexo :
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