Unidos por el Destino [H/M] PFF

Capítulo 20: “Secuestro”

“Al parecer eran verdad tus sospechas Takeshi” Dice la madre de Michiru mirando a su cómplice aún con sus manos sosteniendo el revólver que apuntaba a Haruka. Takeshi le responde en un tono algo arrogante “Lo sabía, los rumores eran ciertos señora Kaioh”.

Haruka miró de reojo a Takeshi y analizó múltiples situaciones para salir de ese apuro, se le ocurrió una idea perfecta, y al instante antes de efectuarla, el chico tomó a la fuerza las dos manos de la rubia y las amarró por detrás de sí.

“Ja! Que cobardes” dijo la rubia firme pero sin perder la compostura y con una sonrisa desafiante e inmediatamente la cara de ambos sujetos cambió cuando escucharon a Haruka decir “Pueden matarme, aún así Michiru me pertenece, es algo que va más allá de su absurdo entendimiento”
“¿A qué te refieres con eso?” la interrumpió Takeshi.

“Te dije que no entenderías inepto, si no fuera por esa arma que traes en tus manos esta historia fuera muy diferente” Haruka seguía con su tono desafiante y por último dijo “Anda, hagan lo que tengan que hacer!”

“¡Esta bien! … Me sorprende como estás de engañada, que bien ha actuado mi hija, definitivamente es una artista!” Dijo la Señora Kaioh. Haruka se sintió confundida por sus palabras, pero prefirió callar y seguir escuchando. “Quieras o no, Michiru será la feliz esposa de Takeshi, lo verás con tus propios ojos… Todo este tiempo te estuvo utilizando para aumentar su popularidad como violinista, yo misma le di ese consejo”.

Haruka se sentía más confundida, pero obviamente no creería tan fácilmente lo que estaba escuchando, sin embargo era inevitable que la sangre le hirviese como en ese momento lo hacía. ‘¿Lo veré con mis propios ojos?’ se preguntó. “Sé que Michiru nunca sería capaz de algo así. La conozco mejor que a mí misma”.

Las palabras de la velocista llenaron de ira e impotencia a la madre de Michiru, y recordó aquel beso que había presenciado, por lo que sólo dijo “Llévatela Takeshi”. El chico obedeció la orden de la mujer, y con un pañuelo le tapó la boca a la rubia dejándola inconsciente en un instante. La tomó entre brazos y bajó las escaleras de emergencia hasta llegar al parqueadero donde esperaba una camioneta y partieron con rumbo desconocido.

Unos minutos después Michiru llegó al apartamento, ya algo más relajada y pensando qué era lo correcto para hacer, realmente se sentía muy confundida, en varias ocasiones se flagelaba a si misma sólo para no ver sufrir a los demás, claro que esto era algo con lo que convivía secretamente. Antes de abrir la puerta, suspiró y dijo muy bajo “Bien, creo que ya ha sido suficiente”.

Al entrar en el departamento, ve a su madre muy tranquila sentada en uno de los sofá tomando una taza de té, antes de que Michiru pudiera decir algo su progenitora le dice “Hija, siéntate, necesitamos hablar” su madre tenía un semblante algo triste, tanto fue así que logró crear en Michiru un sentimiento de preocupación.

“¿Mamá pasa algo?” A Michiru no se le hizo extraño que Haruka no estuviese presente, la conocía bien y quizá estaba en la habitación o en la cocina, o quizá había salido a despejarse evitando a su madre de cierta forma para no sentirse provocada a tener una reacción de la cual pudiese arrepentirse después.
“Hija debo confesarte algo, por favor toma asiento”

Michiru comenzó a asustarse… “¿De qué se trata madre? ¿Sucede algo?”

“Si, mientras estuviste ausente tuve la oportunidad de hablar con tu amiga Haruka, es muy respetuosa ella y se nota que te quiere mucho… debería decir… que te ama.” La señora sonaba demasiado convencida, pero a la vez muy tranquila ante las palabras que pronunciaba, lo cual no era algo común tratándose de algo así.

Michiru no entendía las palabras de su mamá, sin embargo éstas la dejaron sorprendida. “¿A qué te refieres con eso?” le cuestionó la violinista.

“Haber hija” Dijo la Señora de cabellos lacios del mismo color de los de su hija, tomando otro poco de té prosiguió a decirle “He hablado con Haruka, y ha aceptado tu decisión de casarte con Takeshi ya que serás muy feliz, la vi muy afectada la verdad, pero simplemente tomo sus cosas y se fue diciendo que no la buscaras más y que fueras muy feliz”. Antes que Michiru pudiese reaccionar su madre se acerca a ella y la toma del hombro y le dice con compasión “Se que era muy importante para ti, pero aquí me tienes si quieres contar conmigo hija, y también tienes a Takeshi con quien serás muy feliz”

Michiru sintió una daga en su corazón, su sangre se heló, era imposible lo que acababa de escuchar.

Capítulo 21: Tortura