EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
bueno aqui les dejo el siguiente capitulo espero les guste
Capitulo 36
Por Amor...
Endymion…
Una semana ha pasado desde ese día, es como si fuera una pesadilla, ¿como pude ser tan estúpido como para olvidarme de ella? Rayos, soy un idiota, ¿como no me di cuenta antes? Ella estaba… ella estaba embarazada, no lo vi, soy un doctor, ¿Cómo no pude notar algo como eso? Ella, el amor de mi vida, lo más valioso de mi existencia, la razón de mi vivir, ahora ya no está…
¿Por qué el destino se empeñó en llevársela? Acaso ese era el precio por haberle quitado la vida a mi hermano, fue un precio muy alto…
Ahora estoy solo, demonios… esto es una pesadilla, estoy seguro de eso, cierro mis ojos e imagino como será, cuando despierte ella estará allí, a mi lado, me verá con su dulce mirada azul, me susurrará –buenos días- al oído, me dirá que me ama y yo le corresponderé, la besaré en los labios y le diré que también la amo, que ella es la razón por la cual vivo, ella se levantará y me preguntará que es lo que quiero para el desayuno –huevos fritos- le contestaré, los preparará mientras me arreglo, termino y me dirijo a la cocina, la abrazaré y ella me verá con su dulce mirada, acariciaré su vientre, en donde crece nuestra hija, le daré un beso en la frente, luego nos sentaremos a desayunar, pero por las náuseas ella no comerá más que fruta, está bien, eso es saludable, luego, me iré al hospital y ella seguramente al edificio de gobierno, en donde trabaja… nos veremos de nuevo hasta en la noche, yo tengo muchas obligaciones ya que me nombraron jefe de cirujanos, ella está muy ocupad también, seguramente prepara alguna nueva celebración en honor de algún político que viene al país, tendremos que estar presentes en la fiesta, ella estará tan ocupada que seguramente se olvidará que estoy allí, pero no importa, ella es una política importante es su trabajo y a mi no me molesta, disfruto viéndola… así pasaran los días, uno tras otro…
No… esto no es ningún sueño, esto es real, abro mis ojos nuevamente par darme cuenta de la realidad, demonios, mis ojos se posan en el jardín de orquídeas blancas y lavanda, por lo menos aquí puedo recordar su aroma, su dulce olor, prefiero no entrar al palacio, no quiero verla, no quiero ver su cuerpo sin vida, sin el brillo de sus ojos, y su pálida piel sin el color rosa de sus mejillas, es una tortura para mí, pero, debo ser fuerte, se lo prometí, conservar su cuerpo hasta el día de su cumpleaños, esa fue mi promesa, ¿Cómo fui tan idiota como para no ver lo que ella quería decirme con esas palabras? Claro, porque otra razón me lo pediría, si su cuerpo deja de funcionar ahora, nuestra hija no sobrevivirá, Serenity quería que ella naciera, estúpido, como no lo vi venir, ella tenía miedo, y yo no pude adivinar por que, yo tengo la culpa de que ella ya no esté, que haré sin ella, Dios, dime lo que debo hacer, no soporto su ausencia, me faltan sus caricias, sus miradas, sus besos, sus abrazos, sentir la suavidad de su piel, sus labios, el destello de su cabello, su sonrisa, me hace falta verla.
-Sé feliz- me dijo ¿Cómo me pidió eso? Era feliz cuando ella estaba comigo, pero ahora, como puedo ser feliz con su ausencia, ella era la que le daba sentido a mi vida, que pasará ahora, debo soportar por mi hija, ella me necesitará, pero cuando ella esté lo suficientemente grande, yo seguiré a Serenity, no me importa lo que deba pagar, si es con mi vida la daré gustoso, solo por estar con ella, Serenity.
No puedo borrar de mi memoria esa escena, Serenity abrazaba a su hermana, y luego ella la apuñaló de la forma más cobarde, le robó la vida de la forma más vil y repugnante, su valiosa sangre se esparcía por todo el suelo, no recuerdo como, pero en medio de mi cólera, le clavé la espada de Serenity a Leila tan fuerte mente como pude, tomé dos vidas el mismo día, ja, me he convertido en un asesino sin siquiera darme cuenta; su sangre seguía corriendo, quería detenerla, pero no podía, su corazón había sido dañado, apenas pudo despedirse de nosotros, y luego su cuerpo quedó sin vida, su corazón dejó de latir, sus párpados se cerraron cubriendo sus hermosos ojos azules, su piel se volvió pálida, no tuve otra opción que convertir su cuerpo en un contenedor, el contenedor que guarda a nuestra hija, el contenedor que no puedo ver, su cuerpo es solo un fantasma una sombra lejana que me recuerda lo que ella alguna vez fue…
-No me olvides- fueron sus últimas palabras ¿Cómo la voy a olvidar? Ni en un millón de años, podría olvidarla, no podría olvidar sus miradas en la que me perdía, sus dulces besos que sabían a gloria, sus caricias que me hacían estremecer, su reconfortante fragancia a orquídeas blancas y lavanda, su tersa piel que me encantaba recorrer, su cuerpo, ¿Cómo olvidarla? Sería un idiota si lo hiciera, Serenity, ¿Por qué tú?
-Endymion… – me dijo una voz que me sacó de mis pensamientos
-Que quieres –respondí con frialdad, no quería que me molestaran
-No puedes estar así toda la vida – me dijo, claro los hermanos mayores siempre se preocupan por uno, en especial si estás deprimido, pero ahora ni siquiera él podía sacarme de donde estaba, me estaba ahogando en mi propio mar de amargura y no quería ser salvado
-No quiero estar de otra manera, ¿crees que exista algo para que esté feliz? No hay nada para alegrarme, ella ya no está, no tengo razón para estar feliz
-Hermano –dijo él- ella… te pidió que fueras feliz, sé que es difícil, pero debes intentar superarlo, aún tienes algo porqué luchar, debes hacer por tu hija, ella renecesitará
-Lo sé, Gabriel, pero Serenity era mi vida, y me fue arrebatada sin la más mínima advertencia, es como si me hubieran arrancado un pedazo del corazón, como si me cortaran el aire, me quitaron mi vida, ahora son ella no soy más que un muerto en vida…-le dije, era cierto... nunca me ha gustado hacerme el dramático, pero ahora, no tengo motivo para vivir esa es la verdad
- Endymion por favor… -dijo, pero le interrumpí
-Déjame solo –dije con frialdad –no quiero que me molesten, déjenme tranquilo
-Está bien –dijo resignado- si quieres hablar, sabes que estaré para escucharte…
-Lo sé, gracias
No quería sonar grosero con mi hermano, pero ninguno de ellos se imagina, lo extremadamente doloroso que es perder al ser que amas, a la mitad de tu alma, ¿Qué haces en una situación así? No puedes ponerte a saltar de alegría, claro que no, ¿entonces? Si ya no hay otra salida, vives con ese recuerdo, con el dolor, te entregas al dolor, te ahogas en la amargura, la única persona que podría sacarme de una situación así, es precisamente la ella, la persona por la que estoy así, mientras pienso en eso, siento como mis ojos se humedecen, vaya esto es nuevo para mí, creo que… en todos estos años de vida nunca me había visto llorar, siento en mi pecho una presión muy fuerte, un hormigueo en mi garganta, respiro agitadamente, es una nueva sensación, siento la necesidad de salir corriendo, de gritar con todas mis fuerzas, pero algo en mi voz me lo impide, quiero correr pero no puedo, soy presa de la soledad, mi soledad, ¿Por qué no aproveché mejor cada momento que estuve con ella? Ahora solo me quedan los recuerdos, no me importa vivir de recuerdos, perderme en ellos, siempre y cuando la pueda vislumbrar a ella, con eso seré feliz, si es así, me entregaré a los recuerdos…
Aquí parado en medio del jardín, lugar en donde puedo recordar su aroma, me pregunto ¿Qué me depara ahora la vida? ¿Cómo seguiré sin ella? Volteo a ver al lugar en el que usualmente están mis guardianes, veo que los chicos se han ido por un rato, bueno ahora creo que se han convencido que no cometeré ninguna locura, no por el momento, de pronto siento una presencia, un aura oscura, volteo para ver que es, y no puedo creerlo, pensé que ella estaba muerta, creí que la había matado, pero no es así, mis pensamientos se llenan de alegría y entusiasmo, ella viene a matarme… y sonrío de felicidad –Serenity- digo como último suspiro
Leila…
Una semana pasó, a penas me recupero de esa maldita herida, estúpido Príncipe enamorado, no niego que sea lindo, si no lo odiara podría quererlo para mí, maldita Serenity, incluso en los hombres debes llevarte al mejor, no cabe duda que lo que hice fue lo mejor, pero, seré piadosa contigo, te enviaré al hombre que amas al otro mundo, para que estén juntos allí, seré buena por esta vez, hay Endymion, será una pena matarte, eres tan deseable, cualquiera estaría feliz de siquiera ser merecedora a una de tus miradas, pero no, él me hirió solo porque maté a su amada Serenity, como disfruté, verla morir, ¿era ten estúpida como para creer que me rendía? No me importa el que la matara por la espalda, debía cumplir con mi objetivo y lo hice, fue tan placentero el verla caer entre su propia sangre, me regocijé en ese momento que hasta me olvidé de los demás, lo admito ese fue mi error, maldito Endymion se dio cuenta y me clavó la espada, pero cometiste el grave error de dejarme con vida, después de que me clavó la espada, se olvidó de mí, al igual que sus estúpidas guerreras, esa fue mi suerte, al irse ellos, no se dieron cuenta que aún estaba con vida, gracias a mis poderes me he logrado sanar, pero aún estoy débil, no estoy recuperada del todo, bueno eso no importa, tendré todo el tiempo del mundo luego de que acabe con él, será fácil, lo he vigilado por un par de días, no se ha movido de ese jardín, así que solo llegaré y lo apuñalaré en la misma forma que él lo hizo conmigo, será la misma espada que enterró en mí, la espada de su querida Serenity…
Sí, este es mi momento, se ha quedado solo, sus guardianes se han ido, le han dejado totalmente a mi merced, éste es el momento.
Me aproximo, él se percata de mi presencia, se voltea, me observa, se da cuenta quien soy, se asombra, pero… luego sonríe ¿quién demonios sonríe a la persona que le va a matar? –solo escucho un último sus piro de su parte –Serenity…-dijo. ¿Aún con la muerte frente a él, piensa en ella?
Que… ¿Qué es éste resplandor…?
Serenity…
Haa, han pasado unos días, no sé cuantos han sido, una semana talvez, no puedo estar segura, mi espíritu aún vaga entre dos mundos, seguramente es porque mi cuerpo en cierta forma aún funciona, una vez esté completamente muerta podré viajar al otro mundo, no hay problema, me he resignado, se siente tan bien flotar en el espacio y el tiempo, es un plano distinto, no hay dolor, ni sufrimiento, solo paz y silencio, recuerdo mi muerte, fue dolorosa, si lo sé, fui muy ingenua al creer en sus palabras, quizás ese era uno de mis defectos cuando estaba viva, pensar que todos podían cambiar y ser bondadosos, pero no, hay personas que, por mucho que lo desees nunca cambiarán, lastimosamente, me dí cuenta muy tarde de eso… bueno ya no importa, no tengo porqué recordad ese tipo de cosas, ya no estoy viva… La vida, mi vida… fue linda, tuve la oportunidad de hacer algo bueno por el mundo, fui una humana feliz, tuve lo que cualquiera desearía, fui importante, tenía un buen empleo, buenas amigas, y sobre todo, tuve la oportunidad de amar, me enamoré y para mi fortuna mis sentimientos fueron correspondidos, tuve al mejor hombre, un chico que cualquier mujer desearía, guapo, decidido, cariñoso, un buen amante, un amigo, un confidente, era todo, el hombre perfecto, nunca me quejé de nada, nunca me faltó nada de él, siempre me complacía en cualquier capricho, definitivamente fui feliz…
Este lugar… comparado con mi muerte creo que podría permanecer aquí el resto de la eternidad, sin ninguna sensación, solo ser libre… vagar por el espacio y recordar…
Amé, si amé con pasión, al amor es el más grande sentimiento, el más fuerte, el amor puede atravesar el espacio, el tiempo, incluso la línea entre la vida y la muerte, es el amor lo que me tiene aquí, el amor lo puede todo…
Que es esto, se supone que aquí no siento nada, pero, mi pecho siente una presión, sé que no necesito respirar, pero algo me oprime, es indescriptible, ¿que es? Él, él está en peligro… ¿pero cómo? Creí que todo rastro de amenaza alguna se había esfumado, demonios ¿que hago? No puedo estar flotando por aquí, cuando el ser por el cual sería capaz de cualquier cosa está en peligro, pero… no puedo volver, estoy muerta, si tan solo… pudiera hacer algo… pero qué, no estoy viva, mi cuerpo está lejos, mi espíritu y mi cuerpo han dejado de estar en armonía, que hago, debo volver pero como, deseo ayudarle, deseo salvarlo, aunque sea por una última vez, yo… deseo estar allí… -Serenity…- escucho, alguien me llama…
Una semana había pasado desde aquel trágico momento. Ella se fue, desde ese momento la vida cambió para todos, ninguno tenía deseos de siquiera moverse, la razón por la que todos sentían alegría ahora ya no estaba, desde que ella se fue, Endymion mantuvo su cuerpo en funcionamiento, lo convirtió en un contenedor para que su hija pudiera desarrollarse, aunque su cuerpo funcionara, era imposible que ella despertara, Endymion lo sabía mejor que nadie, cuando volvieron, Endymion dejó el cuerpo de Serenity en el salón principal del Palacio de la Luna, lugar que nunca más volvió a pisar desde ese momento, las chicas, permanecían día y noche junto a aquel cuerpo sin vida, de vez en cuando una derramaba una lágrima, pero evitaban hacerlo, para no causar más dolor del que ya se sentía, Luna, tampoco se apartaba de su lado, Artemis la acompañaba, lo único que se oía susurrar a Luna era –princesa- cada vez entre un susurro para que ninguno lo oyera, todas las sailors permanecían en el lugar, solo se retiraban cuando iban a comer, ninguna iba a dormir, si querían descansar buscaban un rincón del enorme salón, por dos días, ninguna de ellas se dirigió la palabra, no porque estuvieran enojadas con las demás, simplemente no sabían que decir, el silencio reinó durante esos dos días, incluso el resto del palacio se tornó un poco sobrecogedor ya que las pocas conversaciones que se daban eran cortas y entre susurros, los cuales se perdían en la inmensidad del palacio; las flores, los árboles, el palacio incluso la luna misma perdieron su brillo, su esplendor, cada pequeña partícula extrañaba la presencia de ella…
Los días siguientes fueron similares, excepto que algunas de las scouts se atrevieron a hablar, pero solamente para expresar pequeñas frases de preocupación por Endymion –Está demasiado deprimido-, –alguien debería intentar hablar con él-, –esta situación es realmente dolorosa para él-, -que podemos hacer para hacerle sentir un poco mejor-, -será mejor que no lo molestemos ahora- y otras frases eran las que más se escuchaban de palabras de las scouts, nade comentaba nada más, por su parte los cuatro chicos permanecían siempre cerca de Endymion, pero siempre dándole su lugar, su espacio, en silencio, varias veces Gabriel intentó, hablar con él, pero era inútil, estaba totalmente encerrado en sus pensamientos, no quería ser molestado y ellos lo respetaban, pero aún así, les preocupaba que cometiera alguna tontería…
Algunos de los 52 príncipes se habían retirado, no sin antes expresar su apoyo, claro todos tuvieron que expresarle a Gabriel su sentir, pues muchos de ellos intentaron hablar con Endymion sin éxito alguno, Gabriel había tomado la responsabilidad, claro después de todo aún era un príncipe, no quería molestar a su hermano con las responsabilidades, pero tampoco podía dejar todo abandonado y ver como las cosas solo sucedían.
Poco a poco, el palacio lunar se fue quedando sin huéspedes, probablemente era mejor así, había compromisos por cumplir y no podían dejar todo abandonado, aunque quisieran permanecer en el palacio, alguien debía hacerse cargo de todo; en el palacio solo quedaban Alexis, Camilo, Almira, Darika, Kakyuu, y cada uno de los guardianes de los príncipes, claro las scouts y los Guardianes de los Cielos, nuevamente el silencio se apoderó del palacio, ¿cuánto tiempo pasaría así?
Endymion, casi siempre estaba en el jardín, parado en medio de las orquídeas blancas y las flores de lavanda, allí el aroma de ella era más fuerte, era más fácil recordarla allí, en esos momentos él estaba solo, los guardianes se habían ido un rato a descansar, no podían estar todo el tiempo con él, además sabían que necesitaba un tiempo solo, decidieron que ese era el mejor momento, una extraña presencia se hizo presente entonces, era ella, Endymion la vio, la reconoció y… sonrió… dentro del palacio, las chicas se percataron de que el cuerpo de Serenity brillaba de forma inusual, parecido a como brillo cuando ella… cuando había muerto… las chicas se sorprendieron, ¿Qué era lo que sucedía? De un momento a otro, sin que nadie se diera cuenta, el cuerpo de Serenity simplemente… desapareció…
En el jardín, Leila se disponía a atacar a Endymion, en su mano, la misma espada que él había usado para atravesarla, la espada plateada de Serenity, él no hizo nada por defenderse, parecía que esperaba la muerte, gustoso… -Serenity…- suspiró él, un brillo inusual se hizo presente en ese momento, mariposas blancas aparecieron por todo el jardín y el aroma a orquídeas blancas y lavanda se hizo más fuerte…
Entre rápidos movimientos, el espantoso sonido si hizo presente, el sonido de carne humana atravesada por metal…
Un chorro de sangre salió disparado, formando rápidamente un charco, un gemido rompió el silencio reinante, haciendo que todos se dirigieran al jardín, temiendo lo peor, todos los que allí estaban, las ocho scouts, los cuatro Guardianes, los cinco príncipes que aún permanecían en el palacio, los dos gatos, todos ellos, observaron la sangrienta escena… vieron como la sangre corría, como la espada se teñía de rojo, como el cuerpo atravesado caía al suelo… pero lo que más les sorprendía era ver la mano que sostenía la espada que había atravesado el cuerpo…
-Ella… estaba muerta… -susurró Venus
-¿Cómo es eso posible? –se cuestionó Uranus
-es imposible… los muertos no vuelven a la vida ¿o sí? –dijo Ángelo
Todos veían aquella escena, ninguno podía moverse ante la sorpresa…
-Tú… -dijo Leila mientras caía al suelo y se desangraba
-El amor, es aún más grande que cualquier otro sentimiento, por amor estoy aquí…
-Maldita… si piensas que me has ganado… estás equivocada, aunque yo muera, voy a jugar mi última carta… -dijo Leila en su agonía
Leila levantó una mano al cielo, y de su dedo índice un pequeño rayo negro se dirigió al cielo, perdiéndose de vista rápidamente…
-Listo, ahora aunque muera, ustedes lo harán también, no les diré cuando, pero será pronto… no te saldrás con la tuya, aunque hayas vuelto, morarás y ésta vez no podrás hacer nada para evitarlo, Serenity… -éstas fueron sus últimas palabras antes de que su cuerpo se desvaneciera, no dejando rastro alguno de su existencia…
Endymion estaba atónito, cerró sus ojos y dijo –estoy soñando, esto es una visión, sea lo que sea, pronto despertaré- volvió a abrir sus ojos, pero no desapareció, aún permanecía frente a él con la espada plateada en su mano, sonreía
-¿Cómo puede alguien sonreír, mientras espera a que lo maten? –preguntó
-Porque así, moriría e iría al otro mundo –contestó él
-¿Como puedes ser tan egoísta? ¿No pensaste en tu hija? Ella te necesitaría y tú no estarías allí para ella…
-¿Por qué estás aquí?
-Porque tú me llamaste… el amor hacia ti y mi deseo de protegerte ha hecho posible lo imposible…
--Serenity… -susurró
La espada plateada cayó estrepitosamente al suelo, Endymion la tomó por la cintura, y la acercó a él, acarició sus mejillas, su cabello, pasó su dedo por sus labios acariciándolos suavemente, no quería soltarla, temía que en cualquier momento ella desapareciera, tal cual espejismo, ella se dio cuenta y le dijo:
-No temas, aquí estoy… no pienso irme
-Serenity -volvió a susurrar y luego de eso le dio un apasionado beso…
luego subo el otro espero les guste y como veran serenity no murio
Capitulo 36
Por Amor...
Endymion…
Una semana ha pasado desde ese día, es como si fuera una pesadilla, ¿como pude ser tan estúpido como para olvidarme de ella? Rayos, soy un idiota, ¿como no me di cuenta antes? Ella estaba… ella estaba embarazada, no lo vi, soy un doctor, ¿Cómo no pude notar algo como eso? Ella, el amor de mi vida, lo más valioso de mi existencia, la razón de mi vivir, ahora ya no está…
¿Por qué el destino se empeñó en llevársela? Acaso ese era el precio por haberle quitado la vida a mi hermano, fue un precio muy alto…
Ahora estoy solo, demonios… esto es una pesadilla, estoy seguro de eso, cierro mis ojos e imagino como será, cuando despierte ella estará allí, a mi lado, me verá con su dulce mirada azul, me susurrará –buenos días- al oído, me dirá que me ama y yo le corresponderé, la besaré en los labios y le diré que también la amo, que ella es la razón por la cual vivo, ella se levantará y me preguntará que es lo que quiero para el desayuno –huevos fritos- le contestaré, los preparará mientras me arreglo, termino y me dirijo a la cocina, la abrazaré y ella me verá con su dulce mirada, acariciaré su vientre, en donde crece nuestra hija, le daré un beso en la frente, luego nos sentaremos a desayunar, pero por las náuseas ella no comerá más que fruta, está bien, eso es saludable, luego, me iré al hospital y ella seguramente al edificio de gobierno, en donde trabaja… nos veremos de nuevo hasta en la noche, yo tengo muchas obligaciones ya que me nombraron jefe de cirujanos, ella está muy ocupad también, seguramente prepara alguna nueva celebración en honor de algún político que viene al país, tendremos que estar presentes en la fiesta, ella estará tan ocupada que seguramente se olvidará que estoy allí, pero no importa, ella es una política importante es su trabajo y a mi no me molesta, disfruto viéndola… así pasaran los días, uno tras otro…
No… esto no es ningún sueño, esto es real, abro mis ojos nuevamente par darme cuenta de la realidad, demonios, mis ojos se posan en el jardín de orquídeas blancas y lavanda, por lo menos aquí puedo recordar su aroma, su dulce olor, prefiero no entrar al palacio, no quiero verla, no quiero ver su cuerpo sin vida, sin el brillo de sus ojos, y su pálida piel sin el color rosa de sus mejillas, es una tortura para mí, pero, debo ser fuerte, se lo prometí, conservar su cuerpo hasta el día de su cumpleaños, esa fue mi promesa, ¿Cómo fui tan idiota como para no ver lo que ella quería decirme con esas palabras? Claro, porque otra razón me lo pediría, si su cuerpo deja de funcionar ahora, nuestra hija no sobrevivirá, Serenity quería que ella naciera, estúpido, como no lo vi venir, ella tenía miedo, y yo no pude adivinar por que, yo tengo la culpa de que ella ya no esté, que haré sin ella, Dios, dime lo que debo hacer, no soporto su ausencia, me faltan sus caricias, sus miradas, sus besos, sus abrazos, sentir la suavidad de su piel, sus labios, el destello de su cabello, su sonrisa, me hace falta verla.
-Sé feliz- me dijo ¿Cómo me pidió eso? Era feliz cuando ella estaba comigo, pero ahora, como puedo ser feliz con su ausencia, ella era la que le daba sentido a mi vida, que pasará ahora, debo soportar por mi hija, ella me necesitará, pero cuando ella esté lo suficientemente grande, yo seguiré a Serenity, no me importa lo que deba pagar, si es con mi vida la daré gustoso, solo por estar con ella, Serenity.
No puedo borrar de mi memoria esa escena, Serenity abrazaba a su hermana, y luego ella la apuñaló de la forma más cobarde, le robó la vida de la forma más vil y repugnante, su valiosa sangre se esparcía por todo el suelo, no recuerdo como, pero en medio de mi cólera, le clavé la espada de Serenity a Leila tan fuerte mente como pude, tomé dos vidas el mismo día, ja, me he convertido en un asesino sin siquiera darme cuenta; su sangre seguía corriendo, quería detenerla, pero no podía, su corazón había sido dañado, apenas pudo despedirse de nosotros, y luego su cuerpo quedó sin vida, su corazón dejó de latir, sus párpados se cerraron cubriendo sus hermosos ojos azules, su piel se volvió pálida, no tuve otra opción que convertir su cuerpo en un contenedor, el contenedor que guarda a nuestra hija, el contenedor que no puedo ver, su cuerpo es solo un fantasma una sombra lejana que me recuerda lo que ella alguna vez fue…
-No me olvides- fueron sus últimas palabras ¿Cómo la voy a olvidar? Ni en un millón de años, podría olvidarla, no podría olvidar sus miradas en la que me perdía, sus dulces besos que sabían a gloria, sus caricias que me hacían estremecer, su reconfortante fragancia a orquídeas blancas y lavanda, su tersa piel que me encantaba recorrer, su cuerpo, ¿Cómo olvidarla? Sería un idiota si lo hiciera, Serenity, ¿Por qué tú?
-Endymion… – me dijo una voz que me sacó de mis pensamientos
-Que quieres –respondí con frialdad, no quería que me molestaran
-No puedes estar así toda la vida – me dijo, claro los hermanos mayores siempre se preocupan por uno, en especial si estás deprimido, pero ahora ni siquiera él podía sacarme de donde estaba, me estaba ahogando en mi propio mar de amargura y no quería ser salvado
-No quiero estar de otra manera, ¿crees que exista algo para que esté feliz? No hay nada para alegrarme, ella ya no está, no tengo razón para estar feliz
-Hermano –dijo él- ella… te pidió que fueras feliz, sé que es difícil, pero debes intentar superarlo, aún tienes algo porqué luchar, debes hacer por tu hija, ella renecesitará
-Lo sé, Gabriel, pero Serenity era mi vida, y me fue arrebatada sin la más mínima advertencia, es como si me hubieran arrancado un pedazo del corazón, como si me cortaran el aire, me quitaron mi vida, ahora son ella no soy más que un muerto en vida…-le dije, era cierto... nunca me ha gustado hacerme el dramático, pero ahora, no tengo motivo para vivir esa es la verdad
- Endymion por favor… -dijo, pero le interrumpí
-Déjame solo –dije con frialdad –no quiero que me molesten, déjenme tranquilo
-Está bien –dijo resignado- si quieres hablar, sabes que estaré para escucharte…
-Lo sé, gracias
No quería sonar grosero con mi hermano, pero ninguno de ellos se imagina, lo extremadamente doloroso que es perder al ser que amas, a la mitad de tu alma, ¿Qué haces en una situación así? No puedes ponerte a saltar de alegría, claro que no, ¿entonces? Si ya no hay otra salida, vives con ese recuerdo, con el dolor, te entregas al dolor, te ahogas en la amargura, la única persona que podría sacarme de una situación así, es precisamente la ella, la persona por la que estoy así, mientras pienso en eso, siento como mis ojos se humedecen, vaya esto es nuevo para mí, creo que… en todos estos años de vida nunca me había visto llorar, siento en mi pecho una presión muy fuerte, un hormigueo en mi garganta, respiro agitadamente, es una nueva sensación, siento la necesidad de salir corriendo, de gritar con todas mis fuerzas, pero algo en mi voz me lo impide, quiero correr pero no puedo, soy presa de la soledad, mi soledad, ¿Por qué no aproveché mejor cada momento que estuve con ella? Ahora solo me quedan los recuerdos, no me importa vivir de recuerdos, perderme en ellos, siempre y cuando la pueda vislumbrar a ella, con eso seré feliz, si es así, me entregaré a los recuerdos…
Aquí parado en medio del jardín, lugar en donde puedo recordar su aroma, me pregunto ¿Qué me depara ahora la vida? ¿Cómo seguiré sin ella? Volteo a ver al lugar en el que usualmente están mis guardianes, veo que los chicos se han ido por un rato, bueno ahora creo que se han convencido que no cometeré ninguna locura, no por el momento, de pronto siento una presencia, un aura oscura, volteo para ver que es, y no puedo creerlo, pensé que ella estaba muerta, creí que la había matado, pero no es así, mis pensamientos se llenan de alegría y entusiasmo, ella viene a matarme… y sonrío de felicidad –Serenity- digo como último suspiro
Leila…
Una semana pasó, a penas me recupero de esa maldita herida, estúpido Príncipe enamorado, no niego que sea lindo, si no lo odiara podría quererlo para mí, maldita Serenity, incluso en los hombres debes llevarte al mejor, no cabe duda que lo que hice fue lo mejor, pero, seré piadosa contigo, te enviaré al hombre que amas al otro mundo, para que estén juntos allí, seré buena por esta vez, hay Endymion, será una pena matarte, eres tan deseable, cualquiera estaría feliz de siquiera ser merecedora a una de tus miradas, pero no, él me hirió solo porque maté a su amada Serenity, como disfruté, verla morir, ¿era ten estúpida como para creer que me rendía? No me importa el que la matara por la espalda, debía cumplir con mi objetivo y lo hice, fue tan placentero el verla caer entre su propia sangre, me regocijé en ese momento que hasta me olvidé de los demás, lo admito ese fue mi error, maldito Endymion se dio cuenta y me clavó la espada, pero cometiste el grave error de dejarme con vida, después de que me clavó la espada, se olvidó de mí, al igual que sus estúpidas guerreras, esa fue mi suerte, al irse ellos, no se dieron cuenta que aún estaba con vida, gracias a mis poderes me he logrado sanar, pero aún estoy débil, no estoy recuperada del todo, bueno eso no importa, tendré todo el tiempo del mundo luego de que acabe con él, será fácil, lo he vigilado por un par de días, no se ha movido de ese jardín, así que solo llegaré y lo apuñalaré en la misma forma que él lo hizo conmigo, será la misma espada que enterró en mí, la espada de su querida Serenity…
Sí, este es mi momento, se ha quedado solo, sus guardianes se han ido, le han dejado totalmente a mi merced, éste es el momento.
Me aproximo, él se percata de mi presencia, se voltea, me observa, se da cuenta quien soy, se asombra, pero… luego sonríe ¿quién demonios sonríe a la persona que le va a matar? –solo escucho un último sus piro de su parte –Serenity…-dijo. ¿Aún con la muerte frente a él, piensa en ella?
Que… ¿Qué es éste resplandor…?
Serenity…
Haa, han pasado unos días, no sé cuantos han sido, una semana talvez, no puedo estar segura, mi espíritu aún vaga entre dos mundos, seguramente es porque mi cuerpo en cierta forma aún funciona, una vez esté completamente muerta podré viajar al otro mundo, no hay problema, me he resignado, se siente tan bien flotar en el espacio y el tiempo, es un plano distinto, no hay dolor, ni sufrimiento, solo paz y silencio, recuerdo mi muerte, fue dolorosa, si lo sé, fui muy ingenua al creer en sus palabras, quizás ese era uno de mis defectos cuando estaba viva, pensar que todos podían cambiar y ser bondadosos, pero no, hay personas que, por mucho que lo desees nunca cambiarán, lastimosamente, me dí cuenta muy tarde de eso… bueno ya no importa, no tengo porqué recordad ese tipo de cosas, ya no estoy viva… La vida, mi vida… fue linda, tuve la oportunidad de hacer algo bueno por el mundo, fui una humana feliz, tuve lo que cualquiera desearía, fui importante, tenía un buen empleo, buenas amigas, y sobre todo, tuve la oportunidad de amar, me enamoré y para mi fortuna mis sentimientos fueron correspondidos, tuve al mejor hombre, un chico que cualquier mujer desearía, guapo, decidido, cariñoso, un buen amante, un amigo, un confidente, era todo, el hombre perfecto, nunca me quejé de nada, nunca me faltó nada de él, siempre me complacía en cualquier capricho, definitivamente fui feliz…
Este lugar… comparado con mi muerte creo que podría permanecer aquí el resto de la eternidad, sin ninguna sensación, solo ser libre… vagar por el espacio y recordar…
Amé, si amé con pasión, al amor es el más grande sentimiento, el más fuerte, el amor puede atravesar el espacio, el tiempo, incluso la línea entre la vida y la muerte, es el amor lo que me tiene aquí, el amor lo puede todo…
Que es esto, se supone que aquí no siento nada, pero, mi pecho siente una presión, sé que no necesito respirar, pero algo me oprime, es indescriptible, ¿que es? Él, él está en peligro… ¿pero cómo? Creí que todo rastro de amenaza alguna se había esfumado, demonios ¿que hago? No puedo estar flotando por aquí, cuando el ser por el cual sería capaz de cualquier cosa está en peligro, pero… no puedo volver, estoy muerta, si tan solo… pudiera hacer algo… pero qué, no estoy viva, mi cuerpo está lejos, mi espíritu y mi cuerpo han dejado de estar en armonía, que hago, debo volver pero como, deseo ayudarle, deseo salvarlo, aunque sea por una última vez, yo… deseo estar allí… -Serenity…- escucho, alguien me llama…
Una semana había pasado desde aquel trágico momento. Ella se fue, desde ese momento la vida cambió para todos, ninguno tenía deseos de siquiera moverse, la razón por la que todos sentían alegría ahora ya no estaba, desde que ella se fue, Endymion mantuvo su cuerpo en funcionamiento, lo convirtió en un contenedor para que su hija pudiera desarrollarse, aunque su cuerpo funcionara, era imposible que ella despertara, Endymion lo sabía mejor que nadie, cuando volvieron, Endymion dejó el cuerpo de Serenity en el salón principal del Palacio de la Luna, lugar que nunca más volvió a pisar desde ese momento, las chicas, permanecían día y noche junto a aquel cuerpo sin vida, de vez en cuando una derramaba una lágrima, pero evitaban hacerlo, para no causar más dolor del que ya se sentía, Luna, tampoco se apartaba de su lado, Artemis la acompañaba, lo único que se oía susurrar a Luna era –princesa- cada vez entre un susurro para que ninguno lo oyera, todas las sailors permanecían en el lugar, solo se retiraban cuando iban a comer, ninguna iba a dormir, si querían descansar buscaban un rincón del enorme salón, por dos días, ninguna de ellas se dirigió la palabra, no porque estuvieran enojadas con las demás, simplemente no sabían que decir, el silencio reinó durante esos dos días, incluso el resto del palacio se tornó un poco sobrecogedor ya que las pocas conversaciones que se daban eran cortas y entre susurros, los cuales se perdían en la inmensidad del palacio; las flores, los árboles, el palacio incluso la luna misma perdieron su brillo, su esplendor, cada pequeña partícula extrañaba la presencia de ella…
Los días siguientes fueron similares, excepto que algunas de las scouts se atrevieron a hablar, pero solamente para expresar pequeñas frases de preocupación por Endymion –Está demasiado deprimido-, –alguien debería intentar hablar con él-, –esta situación es realmente dolorosa para él-, -que podemos hacer para hacerle sentir un poco mejor-, -será mejor que no lo molestemos ahora- y otras frases eran las que más se escuchaban de palabras de las scouts, nade comentaba nada más, por su parte los cuatro chicos permanecían siempre cerca de Endymion, pero siempre dándole su lugar, su espacio, en silencio, varias veces Gabriel intentó, hablar con él, pero era inútil, estaba totalmente encerrado en sus pensamientos, no quería ser molestado y ellos lo respetaban, pero aún así, les preocupaba que cometiera alguna tontería…
Algunos de los 52 príncipes se habían retirado, no sin antes expresar su apoyo, claro todos tuvieron que expresarle a Gabriel su sentir, pues muchos de ellos intentaron hablar con Endymion sin éxito alguno, Gabriel había tomado la responsabilidad, claro después de todo aún era un príncipe, no quería molestar a su hermano con las responsabilidades, pero tampoco podía dejar todo abandonado y ver como las cosas solo sucedían.
Poco a poco, el palacio lunar se fue quedando sin huéspedes, probablemente era mejor así, había compromisos por cumplir y no podían dejar todo abandonado, aunque quisieran permanecer en el palacio, alguien debía hacerse cargo de todo; en el palacio solo quedaban Alexis, Camilo, Almira, Darika, Kakyuu, y cada uno de los guardianes de los príncipes, claro las scouts y los Guardianes de los Cielos, nuevamente el silencio se apoderó del palacio, ¿cuánto tiempo pasaría así?
Endymion, casi siempre estaba en el jardín, parado en medio de las orquídeas blancas y las flores de lavanda, allí el aroma de ella era más fuerte, era más fácil recordarla allí, en esos momentos él estaba solo, los guardianes se habían ido un rato a descansar, no podían estar todo el tiempo con él, además sabían que necesitaba un tiempo solo, decidieron que ese era el mejor momento, una extraña presencia se hizo presente entonces, era ella, Endymion la vio, la reconoció y… sonrió… dentro del palacio, las chicas se percataron de que el cuerpo de Serenity brillaba de forma inusual, parecido a como brillo cuando ella… cuando había muerto… las chicas se sorprendieron, ¿Qué era lo que sucedía? De un momento a otro, sin que nadie se diera cuenta, el cuerpo de Serenity simplemente… desapareció…
En el jardín, Leila se disponía a atacar a Endymion, en su mano, la misma espada que él había usado para atravesarla, la espada plateada de Serenity, él no hizo nada por defenderse, parecía que esperaba la muerte, gustoso… -Serenity…- suspiró él, un brillo inusual se hizo presente en ese momento, mariposas blancas aparecieron por todo el jardín y el aroma a orquídeas blancas y lavanda se hizo más fuerte…
Entre rápidos movimientos, el espantoso sonido si hizo presente, el sonido de carne humana atravesada por metal…
Un chorro de sangre salió disparado, formando rápidamente un charco, un gemido rompió el silencio reinante, haciendo que todos se dirigieran al jardín, temiendo lo peor, todos los que allí estaban, las ocho scouts, los cuatro Guardianes, los cinco príncipes que aún permanecían en el palacio, los dos gatos, todos ellos, observaron la sangrienta escena… vieron como la sangre corría, como la espada se teñía de rojo, como el cuerpo atravesado caía al suelo… pero lo que más les sorprendía era ver la mano que sostenía la espada que había atravesado el cuerpo…
-Ella… estaba muerta… -susurró Venus
-¿Cómo es eso posible? –se cuestionó Uranus
-es imposible… los muertos no vuelven a la vida ¿o sí? –dijo Ángelo
Todos veían aquella escena, ninguno podía moverse ante la sorpresa…
-Tú… -dijo Leila mientras caía al suelo y se desangraba
-El amor, es aún más grande que cualquier otro sentimiento, por amor estoy aquí…
-Maldita… si piensas que me has ganado… estás equivocada, aunque yo muera, voy a jugar mi última carta… -dijo Leila en su agonía
Leila levantó una mano al cielo, y de su dedo índice un pequeño rayo negro se dirigió al cielo, perdiéndose de vista rápidamente…
-Listo, ahora aunque muera, ustedes lo harán también, no les diré cuando, pero será pronto… no te saldrás con la tuya, aunque hayas vuelto, morarás y ésta vez no podrás hacer nada para evitarlo, Serenity… -éstas fueron sus últimas palabras antes de que su cuerpo se desvaneciera, no dejando rastro alguno de su existencia…
Endymion estaba atónito, cerró sus ojos y dijo –estoy soñando, esto es una visión, sea lo que sea, pronto despertaré- volvió a abrir sus ojos, pero no desapareció, aún permanecía frente a él con la espada plateada en su mano, sonreía
-¿Cómo puede alguien sonreír, mientras espera a que lo maten? –preguntó
-Porque así, moriría e iría al otro mundo –contestó él
-¿Como puedes ser tan egoísta? ¿No pensaste en tu hija? Ella te necesitaría y tú no estarías allí para ella…
-¿Por qué estás aquí?
-Porque tú me llamaste… el amor hacia ti y mi deseo de protegerte ha hecho posible lo imposible…
--Serenity… -susurró
La espada plateada cayó estrepitosamente al suelo, Endymion la tomó por la cintura, y la acercó a él, acarició sus mejillas, su cabello, pasó su dedo por sus labios acariciándolos suavemente, no quería soltarla, temía que en cualquier momento ella desapareciera, tal cual espejismo, ella se dio cuenta y le dijo:
-No temas, aquí estoy… no pienso irme
-Serenity -volvió a susurrar y luego de eso le dio un apasionado beso…
luego subo el otro espero les guste y como veran serenity no murio
Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
Ehhhhhhhhhhhhhhh que bueno que Serenity sigue con vida aunque pobre Endi sufrio mucho
sailor mercuri o neptune- Princesa Serena
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
esta super tu fic y por fa actualiza
jackelin- Scout Aprendiz
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
ame tu capitulooooo *.*
q bueno q serena no murio... darien hubiera sufrido demaciadoo
sube cuanto antes la proxima actualizacion
bye
q bueno q serena no murio... darien hubiera sufrido demaciadoo
sube cuanto antes la proxima actualizacion
bye
kndyc- Sailor Star Light
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
hayq ue bonito no me canso de leer tu fic me facina es tan romantico hermoso sin palabras la vrdd me sorprendio
ingrid- Sailor Outer Scout
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
esta muy bueno el capitulo espero que actualizes pronto!
belumrtl- Princesa Serena
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
woooooooooooooow woooow desde el comienzo de la batalla hasta el final de ella y una semana despues jajaj estuvo de lujo adore esos capitulo me dejaban con el alma en un hilo con el corazon salido y mi voz perdida en el viento, pues de tanto grito quede afonica jajajaja pero bueno puedo escribir jajaja aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa en serio muy bueno me he enamorado de este finc
espero la actualizacion pero ya asi que sigue por fa no te detengas
y una vez mas mis felicitaciones al chef exquisitoo simplemente maravilloso
espero la actualizacion pero ya asi que sigue por fa no te detengas
y una vez mas mis felicitaciones al chef exquisitoo simplemente maravilloso
Angie- Neo Reina Serena
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
k bien ke serenity no murio!! aunke endimion sufrio musho pero ahora la tien otra vz a su lado!!! :[ROMANTCO]: actualiza pronto!!!
pixie89- Reina Serenity
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
oyee ya has tardado muchoo xD
xfavor actualizaaa lo antes posibleee
t lo ruegooo :P
bye =)
xfavor actualizaaa lo antes posibleee
t lo ruegooo :P
bye =)
kndyc- Sailor Star Light
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
no seas cruel queridaa eternal danos otro maravilloso capitulo que mee estoy quedando en suspenso
Angie- Neo Reina Serena
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
calma calma mañana a primera hora lo pondre ya que ahorita mi compu anda lenta y se anda atorando mucho por cualquier csita asi que tendran que esperar hasta mañana bueno
Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
ya kiero sabr k va a psar actualiza prontito x fis!!!
pixie89- Reina Serenity
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
jaja eres tu eternal con tu new ava ni te reconoci y ammmmmmmmm bueno YA ESTOY ESPERANDO ya es mas de a primera hora y no veo el capiii asii que apuradte apuradte que quiero ver el sig gran capiiiiii
Angie- Neo Reina Serena
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
perdon perdon pero ayer no pude ponerlo por eso aqui vengo cn el siguiente capitulo espero les guste
Capitulo 37
Espera...
La sensación de soledad había desaparecido tan repentinamente como había llegado, así, se había ido, la idea de un nuevo día ahora era una bendición, la felicidad estaba presente de nuevo, esta ves no la dejaría escapar.
Allí a su lado, yacía dormida la mujer por la que un día antes había suspirado de melancolía, su dulce aroma se respiraba por toda la habitación, su piel era cálida de nuevo con ese ligero toque rosa de su sangre, en medio del silencio pudo escuchar su respiración, si ponía más atención su corazón volvía a latir, aún con la idea de que todo eso era un sueño, él se levantó para admirarla mejor, quería guardarla en su memoria, conservarla para siempre, temía que de un momento a otro ella se desvaneciera y que él volviera a sumirse en su soledad y amargura, tembló ante esa idea, pero la sensación de que ella fuera un sueño, una visón ideada por su cerebro no desaparecía por mucho que él deseara borrarla.
Tal vez aún soñaba, pero si era así, no quería despertar nunca, quería permanecer en ese sueño, ese dulce sueño sólo porque ella estaba allí, recostada sobre la cama.
Salió un rato al balcón, con temor, pues la brisa fría podía devolverlo a la realidad, observó un rato la tierra, espléndida como siempre, luego posó sus ojos en el jardín se veía lleno de vida, luego hacia el piso del patio central, la luna creciente grabada en el suelo, volvía a relucir después de haber perdido su brillo, observó meticulosamente cada parte del palacio, todo había vuelto a relucir como antes…
Una ligera y curiosa brisa se atrevió a entrar en la habitación, tímidamente acarició el esbelto cuerpo de la hermosa mujer que descansaba, movió su largo y sedoso cabello dorado, y provocó que ella lentamente abriera los ojos…
-¿Endymion…? –preguntó en medio de susurros
-Aquí estoy –respondió él en vos baja, mientras le veía embelesadamente –perdóname la brisa te ha despertado, no debía abrir la ventana…
-¿Por qué no me despertaste? –preguntó ella mientras se levantaba de la cama cubriendo cuidadosamente con la sábana su desnudo cuerpo
-Discúlpame, pero siento que si te toco, si siquiera muevo el aire cerca de ti, desparecerás… y no quiero que eso suceda…
-Endymion…-susurró mientras avanzaba hacia él, se paró justo enfrente y acarició su mejilla con su suave mano- sabes que no me iré, mírame, no estás soñando, ¿crees que después de todo lo que ha pasado, aún pueda desaparecer?
-Lo siento, pero aún creo que estoy soñando, creo que voy a despertar y tú no estarás allí…
-Por favor… soy real, mírame –dijo ella mientras tomaba con ambas manos el rostro de él, y se veían fijamente a los ojos- tócame, -dijo mientras llevaba una de las manos de él al rostro de ella- apréciame –y le dio un tierno beso en los labios -¿aun piensas que no soy real?
-Serenity… -susurró
-Estoy aquí, por ti, por tu amor, por tu necesidad, porque tanto tú como yo nos deseamos, nos amamos, somos la mitad del otro, tú me llamaste, té me trajiste, tú me salvaste
-Te amo tanto… -dijo mientras la abrasaba- mis días si ti fueron realmente un infierno… mi vida no tenía sentido, tú eres la razón por la que vivo, sin ti mi mundo ya no valía nada
-Lo sé… me resigné a quedarme allá, y esperarte, estaba perdida, solo pensé en pensarte y recordarte, vivir de mis recuerdos, hasta que escuché tu voz…
-Serenity… -dijo y la besó nuevamente, esta ves con pasión, estaba necesitado de ella, quería perderse en ella, ahogarse en sus ojos, sentir sus labios, su suave y tersa piel rozando con la suya, sentir sus caricias, todo su cuerpo, parecía un hambriento, un alcohólico cuya sed de vino es inimaginable, ella sin duda era su vino, el mejor vino del universo…
Un largo rato pasó, ella descansaba sobre su pecho, mientras él recorría su espalda desnuda con sus manos, ambos pensaban, el silencio no era incómodo, no necesitaban palabras, así pasó un rato más…
-Endymion, debo ir a saludar a las chicas… acompáñame…pero antes, déjame darme un baño
-Como gustes… -dijo él mientras observaba como ella se envolvía nuevamente en la sábana y se dirigía al baño
Luego de otro rato, ella salió, ahora envuelta en una toalla, con el cabello húmedo al igual que su piel
-Mientras te arreglas, yo voy a tomar un baño también –dijo él
-No tardes mucho… -dijo con una sonrisa, la cual deslumbraba a cualquiera
-Estaré antes de que termines de arreglare –dijo mientras dio un dulce beso en la frente de Serenity, y para sorpresa de ella, rápidamente dio un tierno beso en su vientre, lo cual la dejó paralizada
Unos breves minutos pasaron, y tal y como él lo había asegurado, él estaba completamente arreglado, y a ella aún le faltaba peinarse
-Te lo dije –dijo con alarde cuando recién salió del baño, con su ropa puesta
-Ya lo sé… no te burles… -respondió con seriedad- recién llego y ya te burlas de mí –volvió y luego sonrió
-Es que te amo tanto… por favor no te enojes, no quiero pensar en los momentos tristes…
-Lo sé…
Ellos salieron de la habitación, las chicas recibieron a Serenity con sonrisas, besos, lágrimas, abrazos, todos estaban realmente felices, la razón de la unión de ellos estaba otra vez entre todos…
Ni un día más, pasó, todos volvieron a sus planetas, Serenity se despidió de Kakyuu y sus guardianes, y de Seiya, su amigo… deseándoles toda la felicidad posible, momentos después todos, absolutamente todos estaban de vuelta en la tierra…
La celebración de navidad estaba cerca, el frío invierno no detuvo por nada los buenos deseos de cada uno de ellos, llegó navidad, todos disfrutaron, todos celebraron, pues había más de una razón para celebrar, por un breve momento, todos fueron felices, nadie deseaba recordad los momentos de angustia vividos, nadie quería volver atrás, así pasaron los meses, y nadie disfrutaba de ese tiempo, nadie más que Serena y Darien…
Con el transcurrir de los meses, el cuerpo de Serena fue cambiando, ella siempre igual de hermosa, pero más radiante que de costumbre al llevar en su vientre uno de sus más valiosos tesoros…
Durante esos meses, ellos vivieron con toda normalidad sus vidas, como una pareja totalmente normal, olvidándose de sus otras facetas, quienes eran en realidad…
Serena…
Es 28 de junio, el día está precioso, como seguramente estará dentro de dos días, descanso sobre mi cama, las sábanas mantienen mi cuerpo tibio, el canto de los pajarillos me invita a seguir descansando, es increíble lo rápido que pasa el tiempo, al voltearme sobre mi almohada y quedar boca arriba, lo primero que veo es mi prominente estómago, sonrío ante esta vista, parece casi un milagro, que un pequeño y diminuto ser se encuentre dentro de mí, a punto de salir…
De pronto, un exquisito aroma interrumpe mis pensamientos, al percatarme de esto, me doy cuenta de que Darien no está a mi lado como de costumbre, al notar esto, me altero un poco, pero luego me relajo al escuchar su hermosa voz –Serena, despertaste…- me dice desde la cocina -¿son waffles con fresas?- pregunto, me encantan los waffles –lo sé, creo que no los vas a comer cuando estés en el hospital, así que decidí prepararlos, como un pequeño regalo para ti- ¿es posible que en el mundo exista un hombre más maravilloso que éste? Me pregunto mentalmente mientras le respondo –eres maravilloso, me he casado con el mejor hombre que puede existir en el universo – y así es, seguramente no hay nadie que lo iguale, en ningún lugar ni en ningún tiempo, este hombre es único, insuperable
–y yo tengo a la mujer mas hermosa, bella, inteligente y maravillosa del universo – me dice mientras entra a la habitación con mi desayuno, los deliciosos waffles con fresas y un vaso de jugo de naranja, en la esquina del azafate una hermosa rosa roja
-Te amo… -fue lo único que le pude decir, a pesar de llevar meses de casados, y años de estar juntos, no puedo negar que el verle, y mirarle a los ojos aún me aturde, hace que mi corazón casi se detenga con una sola de sus miradas, en especial cuando lo único que lleva puesto encima es su pantalón de pijama, dejando al descubierto su bien formado torso
-Y yo a ti princesa… eres mi vida… - me dijo y me dio un dulce beso en los labios, rayos, como consigue embelesarme aún, esos ojos, azules como el océano, ¿cuántas veces no me he dejado llevar por ese par de océanos? me he ahogado en ellos, me he perdido en sus profundidades, y aún así, sigue haciendo que con uno de sus besos o caricias mi pulso se acelere y mi corazón lata desesperadamente
-Darien… -dije separándome de él, respirando profundamente pues el aire me empezaba a faltar- es mi antepenúltimo día de embarazo, por lo menos espera unos cuantos días más…
-Lo sé, pero no se cuánto soportaré, me haces mucha falta… -me dijo con una pícara mirada y una sonrisa traviesa
-Basta –le dije- el hecho de que hayas pedido permiso en el hospital para faltar estos días no significa que vayamos a quedarnos aquí todo el tiempo –aunque admito que no salir de la cama en todo el día sonaba tentador, pero no, debía tenerle un poco de respeto a mi hija…
-bien –dijo y se dirigió al baño refunfuñando, era divertido verlo, mientras se bañaba, yo degustaba mi delicioso desayuno, el timbre sonó en ese momento…
-Ya voy –grité, mientras me ponía mi bata, bajé por las escaleras y ¡sorpresa! Mi madre me visitaba…
-Hola mamá –le dije, mientras ella me abrazaba
-Hola hija, ¿Cómo estás? Hace días que no vas a la casa, pensé que quizás, tu ya…
-No mamá, aún no, aunque tengo la leve sospecha de que pronto verás a tu nieta…-le dije, no deseaba revelar que ella nacería para mi cumpleaños, eso era una sorpresa, bueno, sorpresa para ella
Así pasó el día, mi madre se quedó hasta el atardecer pues a la hora del almuerzo llegó mi padre, pasamos unos momentos maravillosos, después de que se fueron, Darien me invitó al parque a tomar un helado, como antes solíamos hacerlo, nos sentamos en una de las bancas y yo disfruté mi delicioso helado de chocolate mientras Darien lo hacía con su helado de fresa, me tenía abrazada, me sentía otra vez de 15 años, recordé las tardes después de clases en las que no me iba bien por cierto, recostada sobre su hombro, observando el atardecer, hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien…
La noche pronto llegó, caminamos hacia la casa, cenamos, comida preparada por él claro, ya que no me dejaba si quiera desempolvar las cosas de la casa, menos cocinar… y luego nos dirigimos hacia nuestro lecho, un lugar irresistible mente tentador para estar con él, pero, mi fuerza de voluntad es grande, creo que resistiré…
Darien…
29 de junio… nuevamente como ayer, el sol brilla y sus rayos se cuelan entre las cortinas, la ventana estaba abierta, así que una extraña y suave brisa recorre la habitación, veo el reloj y aún es temprano, pero decido levantarme a preparar el desayuno, no quiero que mi princesa se despierte hambrienta y no haya nada para saciar su necesidad de alimento…
Hoy prepararé una deliciosa ensalada de frutas, después de todo es probable que mañana tengamos a nuestra pequeña hijita con nosotros, al fin…
Mi corazón parece salirse cada vez que siquiera tengo el pensamiento de que voy a ser padre, uno de mis sueños, formar una familia con la mujer que amo, ¿Qué mas podría pedirle a la vida? Soy feliz, con la mujer de mis sueños y ella me corresponde, una bebé en camino, y espero que por un gran momento, paz y felicidad, es casi como recordar una pesadilla lo ocurrido meses anteriores, pensar que ella casi se va de mi lado... –No- susurré en voz alta, debo borrar esos pensamientos de mi cabeza, ella está conmigo eso es lo que importa.
Preparar la ensalada fue rápido, así que la dejo servida y me dispongo a bañar, al pasar por la recámara, ella aún duerme, su cabello extendido por toda la almohada, esos largos cabellos dorados, a pesar de su condición, aún me encanta ver su figura recostada sobre un cama, han sido unos muy largos meses sin sentirla cerca, pero probablemente mañana mi hija estará aquí, y yo tendré a Serena para mí, bueno, no tanto para mí, ahora la deberé compartir con la bebé, a pesar de ser solo unos cuantos meses siento como si fuera una eternidad sin sentir sus besos, sus caricias, su piel rozándose con la mía, pero, toda espera tiene su recompensa, o eso es lo que espero…
Debo bañarme, así que antes de seguir con mis pensamientos poco honestos me meto a la bañera esperando no hacer mucho ruido y despertarla…
Al salir, ella sigue en cama, por estar distraído observándola como si fuera un ilusión, me he tropezado con la alfombra botando ruidosamente el cepillo que llevaba en mi mano, -rayos- digo en voz baja, ella se ha despertado… Cuando me vio, pude apreciar en su mirada una breve chispa, creo que adivinar de que, al parecer mi aspecto la ha impresionado, mi cabello aún estaba un poco húmedo y despeinado, por mi espalda y pecho aún habían unas cuatas gotas de agua, y solamente estaba cubierto con la toalla que estaba en el baño… -Lo siento- fue lo único que pude decir, ella está deslumbrante y aún después de verla así en varias ocasiones, aún me siento como si fuera un adolescente hipnotizado por la más bella mujer existente en la tierra. –vístete… te vas a enfermar- me dijo ella mientras bajaba su mirada hacia las sábanas blancas, eso me hace sonreír, al parecer no soy el único que extraña ciertas cosas…
Como un niño obediente a su madre, me visto rápidamente, mientras ella se da una refrescante ducha, tengo que admitir que estoy tentado a dar una pequeña mirada, pero me autocontrolo…
Ella sale del baño como una diosa, claro ella lo es, rayos, pienso de nuevo, ella se ha vestido en el baño, -vamos a desayunar, te he preparado ensalada de frutas hoy- le dije aún observándola con incredulidad, ¿en serio esta hermosa mujer es mi esposa? –Gracias Darien, eres el mejor- de dijo ella mientras me daba un beso en la mejilla y luego se encaminaba hacia la cocina…
-Es increíble que mañana sea el día… -le dije emocionado
-Sí- respondió ella a pesar de ser una sola palabra su sonrisa dijo el resto, no me importa
-¿Qué quieres por tu cumpleaños? –le pregunté, aunque sabía cual sería la respuesta… ella me miró seria
-¿Bromeas? –Lo sabía, pensé- que otro regalo podría querer, además, supongo que mañana estaré muy ocupada como para apreciar un regalo de cumpleaños… -lo sabía, volví a pensar-
-Está bien, aunque no quieras, te voy a dar algo, algo muy especial…
-Como quieras –me dijo ella con aire de indeferencia, pero pude ver en su mirada una chispa de curiosidad – ¿cual es el plan para hoy?- me preguntó tratando de desviar el tema
-¿Qué quieres hacer? –le pregunté, no quiero que ella se vea forzada a hacer cosas que no quiere…
-Talvez… yo quiero quedarme y pasar tiempo contigo, pero si tú tienes otros planes para hoy… -dijo con la mirada fija en su ensalada sobre la mesa
-Quedarnos está bien, después de todo, será el último día para ti y para mí, luego… deberé compartirte –le dije y la besé en la frente, algo inesperado para ella
-Sabes que siempre estaré para ti –me respondió, y colocó su suave mano sobre mi mejilla y me veía con es mirada tierna por la cual podría ponerme de rodillas, podría cruzar cielo, mar y tierra por esa mirada, como un océano profundo en el cual podría ahogarme y lo haría gustoso, sus ojos, adoro sus ojos…
Me encontraba perdido en sus ojos cuando me sacó de mis pensamientos… -Darien, ¿pasa algo?- me preguntó –no, solo pensaba en que tengo mucha suerte de que la vida me haya dejado a una maravillosa mujer como compañera…-le dije, ¿Cómo decirle que a pesar de llevar tantos años juntos, sus ojos, su piel, su cabello, toda ella, aún era deslumbrante para mí? Todos los días de mi vida, desde que la conozco, ella ha sido como un respiro de aire puro, debo admitir que cada momento cerca de ella mi cerebro trabaja al doble para poder razonar con claridad, me aturde estar cerca, parezco un niño con un juguete nuevo todos los días, nunca voy a dejar de sentir eso por ella, la amo…
El resto de la mañana, ha sido relajada, descansamos en la terraza del jardín trasero, rodeados de las rosas que ella misma me ha ordenado sembrar, luego, insistió tanto, que almorzáramos en el jardín como si fuera un día de campo ¿Cómo negarme a sus peticiones? Estoy seguro que nadie en el universo le negaría nada… Almorzamos en el jardín trasero bajo la sombra de uno de los enormes árboles allí sembrados, debo admitir que el jardín fue una de las cosas por las que compré la casa, era realmente enorme y bello; adoré la forma en que la brisa soplaba y movía el su hermoso cabello dorado, ella disfrutaba esa brisa suave y yo, disfrutaba verla.
Por la tarde, visitas, las chicas querían estar con Serena, no podía interponerme a eso, aunque me hubiera gustado pararme en la entrada de la casa y negarle la entrada a quienquiera que viniera, yo quería tenerla solo para mí, pero no debía ser egoísta… La sala estaba llena de risas y alegría, las chicas trajeron más obsequios para mi bebé, todas acariciaban el vientre de ella, por mi parte, trataba de ignorar a los chicos que me molestaban debido a mi falta de… bueno ya saben, y porque pronto tendría otra boca que alimentar…
Al atardecer, los chicos y las chicas se fueron, prometiendo que mañana estarían totalmente al pendiente de ella, irían a la casa desde temprano para atender a Serena, al parecer sería un día largo, cuando de nuevo estábamos en soledad, Serena tomó mi mano en silencio y me llevó a la terraza del jardín nuevamente, se sentó en la banca esperando que la siguiera y así lo hice, desde nuestro ángulo, la vista era perfecta, el más hermoso crepúsculo se podía apreciar, los árboles enmarcaban perfectamente, las aves cantando de regreso a sus nidos, la brisa suave, la luna haciendo su aparición en el firmamento, y… Serena a mi lado, sin decir una palabra, solo recostando suavemente su cabeza en mi hombro mientras tomaba mi mano, perfecto…
Así permanecimos un rato, ella en silencio y yo igual, no era incómodo, mas bien, confortable, era el reconocer que nuestro amor era tan grande que no necesitábamos expresarlo con palabras que seguramente sobrarían, solo gestos, actos, miradas, eran suficientes…
-ha empezado a refrescar –le dije, no quería que el momento terminara, pero debía velar por su salud
-Un momento más- respondió en un suspiro, al perecer ella tampoco quería perder ese instante
-está bien, solo un poco más- añadí y posé mi cabeza sobre la de ella, al sentirme, ella se volteó, se acercó a mi y posó sus suaves labios en los míos, fue celestial
-Te amo… no importa que pase, siempre te amaré, nunca lo olvides…-sus palabras me dejaron en shock
Reaccioné –yo también te amo- fue lo único que pude articular- siempre y para siempre…- y la besé nuevamente pero con pasión, esta vez ella se separó de mí y dijo:
-Entremos, siento un poco de frío- ella sonrió dulcemente, demonios, realmente estaba necesitado de ella, era como un adicto al cual le habían negado su dosis y ahora estaba casi agonizando, la seguí hasta adentro, ella ya estaba en la cocina, tomando un poco de pastel del refrigerador
-Eso no es una buena cena –le dije con desaprobación- ¿Pastel de chocolate?
-Lo siento, pero creo que no lo probaré en un buen rato ¿por favor?
-Está bien, pero con una condición –le dije, creo que notó algo en mi mirada- dame un beso una vez más, será el último de hoy- ella se acercó a mí, y dijo
-Eras un tramposo Darien- y me besó, ¿era tan patética mi necesidad por ella que llegué a caer tan bajo como para condicionarle algo? Sí, me respondí a mi mismo, soy patético, lo admito, ella se retiró cuando sintió mis intenciones
-Muy pronto…-dijo y regresó al lugar a donde había dejado el paste
-Patético, realmente patético- me dije de nuevo, lo reconozco, soy adicto a ella…
Cuando terminó con su paste, tomó un porco de jugo de naranja –algo saludable- pensé, la seguí hasta la alcoba, en silencio, la vi tomar su ropa de dormir, y se dirigió al baño, sonreí ante este gesto, ella también sonreía, me vestí en la habitación, mientras la esperaba abrí la ventana del balcón, salí y sentí la brisa nuevamente, era fresca, observé la luna, el cielo estrellado, pensé lo que había sucedido meses antes, en como casi la había perdido, sacudí mi cabeza, no debo pensar en eso ya, es parte del pasado, debo concentrarme en el presente, mi presente, en ella…
Salió del baño, como la diosa que era, su camisón ligero blanco, su largo cabello suelto, es preciosa, y es mía, bueno a partir de mañana la compartirás, me dije nuevamente.
Se metió a la cama y se cubrió con las sábanas blancas, solo me vio y me dijo
-¿No vas a dormir? O permanecerás allí de pie toda la noche; si te preocupa que inicie con la labor de parto durante las horas oscuras, déjame decirte que no creo que eso suceda –su sonrisa era deslumbrante
-No creo eso-dije- solo quería sentir un poco de aire- cerré la ventana y me metí en la cama….-verás que mañana todo será maravilloso- le susurré al oído, pasaron unos minutos y ella se quedó dormida, ahora que tengo tiempo para pensar un poco, solo pienso en el momento en que tenga a mi pequeña en mis brazos, las palabras salieron de mi boca por un impulso -ya falta poco…
30 de junio
De nuevo un día soleado… me asombré cuando desperté y vi que Darien aún seguía a mi lado, al parecer no descansó mucho, lo sentí inquieto durante la noche…
Bien, decido levantarme y dejarlo dormir un rato, hoy cumplo 22 años, hoy seguramente me convertiré en madre…
Me dirijo al baño, lleno la bañera con agua tibia y escojo la ropa que llevaré puesta hoy, me decido por un vestido ligero hasta la rodilla, nada deberá estorbarme hoy, la bañera se ha llenado… el agua tibia es tan relajante… casi me quedo dormida. Un ruido en la alcoba me trae de vuelta. Darien se ha despertado, rápidamente salgo de la tina, me visto y salgo al encuentro de mi amado, pero, sorpresa, ya no está en cama…
-¿Darien?-digo, esperando que no se escuchara el tono de angustia en mi voz.
-Aquí, perdóname, me he quedado despierto hasta muy tarde y no me pude levantar a hacerte tu desayuno- me dijo, su voz venía de la cocina
-Está bien- dije tranquilizándome a mí misma
-¿Cómo te sientes? –preguntó mientras se acercaba a mí desde la cocina con un plato de fruta en las manos
-Bien- respondí con una sonrisa
-todo saldrá bien- me susurró mientras me daba un beso en la frente, me estremecí, al parecer él lo notó y le agradó, pues pude notar la sonrisa en sus labios
-Lo sé- dije mientras comía la fruta
En ese instante, el timbre sonó de forma apresurada
-Al parecer no estaremos solos hoy- dijo Darien mientras se levantaba a abrir la puerta, aunque seguramente él sospechaba quien era al igual que yo
-Hola Darien- se escuchó en coro en la parte de afuera de la casa
-Hola chicas- escuché la voz de Darien que saludaba
-¿En donde está Serena?- la impaciente voz de Mina
-Desayunando, hola chicos- dijo al parecer los chicos seguían a las chicas en silencio, yo solo pude suspirar ante la perspectiva de tener mi casa llena el día de mi cumpleaños y que seguramente me convertiría en madre por fin…
-¡hola Serena!- escuché en un coro entusiasmado –escandalosas- pensé y luego las saludé –hola chicas- me limité a decir mientras comía mi último trozo de fruta
-Bien Serena el hecho de que hoy e conviertas en madre no quiere decir que no s olvidemos de tu cumpleaños así que ¡feliz cumpleaños!- el entusiasmo de Mina se sentía por toda la habitación
-Gracias- dije secamente
-¿Qué te pasa? ¿No te gusta nuestro pastel? Lita se esforzó mucho por hacerlo…-el rostro de Mina reflejaba indignación al igual que el de las demás
-No es eso- dije intentando calmarlas- lo que pasa es que… bueno no sé este día es un poco extraño, no me siento con ánimos de celebrar…-era verdad no tenía ganas de celebrar nada, en ese momento reaccioné y noté que Darien y los chicos no habían entrado…-¿en donde está Darien?- pregunté, Rei me respondió
-Se quedó en el jardín con los chicos…
Darien…
Demonios esto no puede estar pasando…-pensé en ese instante, los chicos y yo estábamos en el jardín de enfrente, ellos acababan de recibir una transmisión de Artemis que se encontraba en la luna.
-¿Están seguros de esto?- pregunté con angustia
-Artemis lo confirmó, no lo habíamos notado antes… porque estaba muy lejos…-respondió Anthony
-¿Desde cuando?- pregunté ¿Cómo no pudimos notar algo tan grande?
-hace 7 meses…-respondió Sam
-Pero… -dije y luego recordé aquella escena que quería olvidar, soy un idiota ¿Cómo pude olvidar eso?
-Darien… -dijo Josh sacándome de mis pensamientos- no nos imaginábamos que ella fuera capaz de hacer algo así…
-Hasta donde es capaz de llegar el odio de una persona, que aún después de muerta, amenaza la felicidad de los demás… -dije casi en un susurro- por el momento no le diremos nada a Serena, ¿las chicas saben algo? –pregunté
-No, no les dijimos, pensamos antes en consultarlo contigo- me respondió Josh
-Seguirán sin saberlo, no les diremos nada, por lo menos hasta que sea prudente, Serena podría sospechar algo de ellas y se alteraría mucho, nosotros nos encargaremos de esta amenaza… -esperaba que de verdad pudiéramos controlar esta situación sin la ayuda de las chicas
-Como digas- respondieron todos
No me percaté de que los chicos no dijeron alguna palabra más sobre el tema, mis pensamientos giraban alrededor de Serena y nuestra bebé, debería protegerlas a como diera lugar, algo inesperado me sacó de mis pensamientos, dos suaves manos me abrazaron por la espalda, trayéndome nuevamente a la realidad
-¿Por qué me dejaste sola?- su preciosa voz me preguntó
-Perdóname, me distraje con los chicos acá afuera, lo siento
-Hola chicos, buenos días- los saludó ella
-Buenos días Serena- respondieron ellos
-¿Como te sientes?- le preguntó Anthony
-Bien, por el momento- respondió ella- ¿pero que tanto hacían aquí afuera? No les voy a perdonar si me dejan sola en la fiesta que las chicas planean para mí- dijo ella señalando el interior de la casa en donde las chicas preparaban todo para una pequeña fiesta, su comentario hizo que nos riéramos
-Entremos- les dije a todos, abracé a Serena por la cintura mientras los demás entraban en casa, logré escuchar un susurró de Anthony-no te preocupes- me dije, lo dijo tan bajo que Serena no lo escuchó.
Las chicas planearon una fiesta para celebrar el cumpleaños de Serena, pusieron música, hicieron juegos, bocadillos, adornos por toda la casa, lo cual me hizo preguntarme ¿Cuánto tiempo tardaría en limpiar todo? Así pasó la mañana, y pronto llegó la hora del almuerzo, nuevamente las chicas llevaban la comida ya preparada así que no tuvimos que meternos a la cocina.
Cuando acabamos con los alimentos, decidimos salir al jardín, allí pasamos el resto de la tarde, en tranquilidad, pequeñas conversaciones, algunas lecturas, las chicas tomaron uno de mis libros de poesía y leían un poema cada una frente a los demás, la brisa le daba cierto toque al ambiente.
Estábamos todos sentados sobre el pasto fue entonces cuando noté que Serena se sentí un poco molesta, no sabía porqué, talvez habíamos hecho algo que la había molestado, estaba apoyada sobre su mano izquierda así que vi claramente cuando posó su mano derecha sobre su vientre, hizo una pequeña mueca de dolor, ella me volteó a ver rápidamente, me sonrió, no sentí en el momento en el que me levanté y caminé hacia ella, todos notaron eso y al parecer imitaron mi movimiento, se dirigían hasta donde estaba sentada Serena, al acercarme ella me susurró… -es hora…- le sonreí y la alcé en mis brazos dirigiéndome hasta el automóvil, debería darme prisa para llegar al hospital…
Serena…
Los dolores se iban haciendo cada vez más fuertes por lo que no noté lo rápido que íbamos, lo que sí sabía era que 4 autos nos iban siguiendo a la misma velocidad que la nuestra, mi vestido estaba mojado, producto del rompimiento de mi fuente, los dolores eran demasiado fuertes pero soportables aún…
Llegamos al hospital, Darien estacionó en la entrada, las enfermeras que estaban cerca corrieron a traer una silla de ruedas al ver que se trataba de mí, la esposa del Dr. Darien Chiba jefe de cirujanos del hospital más importante de Tokio.
En medio de mis ahora dolores agónicos, logré ver como Darien pedía a las chicas que se hicieran cargo del papeleo de registro, yo era llevada a la sala de partos y Darien me seguía.
Me colocaron en una camilla, de desvistieron y me pusieron una bata del hospital, Darien permanecía afuera, talvez fuera el jefe de cirujanos, pero ahora sería solo un hombre más cuya esposa está a punto de dar a luz, fue un poco gracioso, y fue una verdadera lástima que no pudiera reírme de mi chiste privado, pero en realidad los dolores estaban matándome.
Logré escuchar que afuera Darien conversaba con alguien más
-Dr. Chiba –le dijo un hombre extraño a Darien
-Buenas tardes –esa era la voz de mi Darien- prométame que todo saldrá bien-ahora su voz era de angustia
-No se preocupe, he hecho esto miles de veces al igual que usted, es curioso como los médicos somos los peores en situaciones como éstas –le dijo el hombre
-Es verdad, Doctor, dejo a mi esposa en sus manos- dijo Darien un poco más tranquilo
Escuché como la puerta se habría y entraba un hombre de unos 30 años, en verdad que era joven, ¿Cómo podría tener la experiencia necesaria para atenderme? Lo reflexioné un poco, era verdad que era joven, pero, ¿acaso no era Darien más joven que él y ya era jefe de cirujanos y un excelente médico? Además Darien tuvo la confianza de dejarme en manos de él, así que seguramente sería un excelente médico, así me convencí de no protestar
-Buenas tardes, señora Chiba- vaya hace tiempo que no escuchaba que me llamaran así- así que finalmente el Dr. Chiba se convertirá en padre- me dijo intentando darme confianza
Como pude encontré fuerzas para responder- así es- los dolores eran verdaderamente espantosos.
El doctor me examinó y luego llegó a la conclusión
-Le queda poco tiempo, la llevaremos a la sala de partos de una vez- me dijo yo solo asentí con la cabeza- le comunicaré todo a su esposo- y en ese momento salió de la habitación
Me llevaron a la sala de parto, era parecido a un quirófano normal no le encontré diferencia, con excepción de que había incubadoras, los dolores me estaban matando, sentí como las enfermeras se colocaron en posiciones, el doctor entró y me examinó una vez más –bien es hora- me dijo –necesito que se relaje y puje justo cuando sienta una contracción- una de las enfermeras me limpiaba el rostro mientras yo intentaba llevar a cabo lo que me había pedido el doctor
Mi agonía me privó de ver la realidad, solo estaba concentrada en pujar, no escuchaba las conversaciones que se daban lugar a mi alrededor no tampoco noté la expresión de preocupación del doctor.
No sentí en que momento, me desvanecí, lo último que alcancé a escuchar fueron los rápidos pitidos del monitor que estaba conectado a mí y las palabras del doctor –esto está mal…
Darien…
La impaciencia se apodero de mí luego de esperar 3 horas sin noticia alguna, me convencía a mi mismo de no entrar en la sala de partos, nadie me lo impediría, pero no debía hacerlo, los chicos y las chicas estaban conmigo en la sala de espera, rayos, en verdad que estaba impaciente, 3 horas sin noticias no era normal, por lo general en un parto salen algunas enfermeras o el doctor para informar como va todo, pero no había salido ninguno durante todo este tiempo, al parecer Amy había notado también la anomalía de la situación, se acercó a mí y me dijo
-no te preocupes, ella estará bien, ella es fuerte- era verdad Serena era fuerte, y también era verdad que algo andaba mal, no eran imaginaciones mías.
Pasó una hora más, entonces salió una de las enfermeras, llevaba una gran sábana manchada completamente con sangre, me estremecí ante esa imagen, pasaron 40 minutos más, hasta que por fin salió mi colega…
-Doctor Chiba… -me dijo dudó
-¿Dime como está?
- Darien…-suspiró- tu esposa… tu esposa ahora está bien- ¿ahora? ¿Quiere decir que no había estado bien? ¿Que había ocurrido?
-¿Qué pasó? –pregunté temiendo la respuesta…
-Lo lamento…-esas palabras hicieron que todo mi ser se sintiera vulnerable, -no otra vez- pensé, él continuó –tu esposa se ha estabilizado, hubo muchas complicaciones, tuvo un desgarre y se desangró, debido a esto la bebé pasó demasiado tiempo adentro, lo siento, pero…-nuevamente un suspiro, eso no me gustaba para nada- el corazón de la bebé está demasiado débil, debo decirte que son pocas las esperanzas de supervivencia…
-No…
Serena…
Recobré el conocimiento, me encontraba en una habitación normal, las cortinas estaban corridas, pero no se podía apreciar ninguna pequeña claridad, era de noche, estaba un poco desorientada así que tardé un poco en recordar lo que había sucedido…
Recordé estar en labor de parto… mis manos bajaron súbitamente hasta mi vientre, ahora liso y plano, me senté bruscamente intentando ubicarme, ¿Qué rayos había pasado? Seguramente me había desmayado durante la labor de parto, pero ¿y mi bebé? ¿En donde estaba mi bebé y Darien? Con urgencia apreté el botón para llamar a la enfermera, mientras esperaba podía sentir como el pánico se apoderaba de mí, la perilla giró y por la puerta entraba la enfermera que se sorprendió al verme despierta.
-Señora Chiba, no esperábamos que se despertara tan pronto, tan sólo han pasado dos horas desde el parto -¿dos horas? Eso explicaba porque Darien no estaba ahí, seguramente estaba embobado viendo a la bebé
-¿en donde está mi esposo? ¿y mi bebé? ¿la puedo ver?- el rostro de la enfermera se tornó en preocupación y evasión ante mis preguntas…
-No se preocupe, será mejor que descanse otro poco, le inyectaré otro poco de sedante para que duerma, ya verá que el doctor Chiba estará con usted pronto…
La enfermera actuó tan rápido que no me dio tiempo de decir palabra alguna, pero hubo algo en su expresión que no me gustó nada, había aprendido a reconocer las expresiones de Darien, y él me contaba como actuaban los doctores y enfermeras cuando algo andaba mal, así que en medio de la somnolencia producida por el sedante pude adivinar que algo andaba mal…
Desperté nuevamente, pude ver que las cortinas habían sido corridas hasta la mitad, aún era de noche, la habitación estaba oscura, estaba medio dormida aún, pero pude captar una pequeña conversación al otro lado de la puerta, cuando puse más atención, reconocí una de las voces –Darien- pensé, seguramente estaban hablando acerca de los detalles del parto y eso, me concentré en escuchar lo que decían:
-Tú sabe que estas 24 horas son las más críticas- era la voz del doctor que me había atendido ¿24 horas críticas? ¿Porque le decía eso a Darien…? Tal vez quería su opinión profesional...
-Lo sé, pero que más podemos hacer- la voz de Darien, sonaba angustiado, tal vez era un caso de Darien y como era muy sensible se preocupó por la persona de quien se hablaba, aunque admito que parte de mí sintió temor al escuchar esas palabras…
-Lo siento Darien- la voz del médico sonaban consoladoras- no hay nada que podamos hacer más que esperar sabes que si estuviera al alcance de mis manos haría hasta lo imposible, todo dependerá de ella si quiere vivir o no…-ahora sí estaba entrando en pánico- Darien… sabes que estoy contigo y haré mi mejor esfuerzo… tú lo sabes, te hablo como colega y amigo
-Lo sé, gracias…- Darien aún sonaba angustiado, debía admitir que éste no era un caso del hospital, pero me negaba a creerlo, necesitaba una explicación o me volvería loca, ¿de que demonios hablaban, porque nadie me decía nada?
-Otra cosa, Darien, tu esposa, despertó hace dos horas, preguntó por ti y… por la bebé… la enfermera no le respondió la sedó y ella volvió a dormir, estoy seguro de que no tardará en despertar, no podemos mantenerla sedada y no podemos negarle información, -oí como Darien suspiró- Darien… ¿quieres que le explique yo? – ¿explicar que? Me pregunté, un escalofrío recorrió mi cuerpo y me estremecí bajo la sábana que me cubría, mi corazón palpitó muy rápido, estaba tan concentrada en la conversación que no había notado que el monitor aún estaba conectado a mí y mostraba mi alteración, claro sin ese molesto pitido
-No…-respondió Darien- lo haré, se lo diré yo… -dijo con voz seria…
Luego de eso escuché como el doctor le daba ánimos a Darien mientras se despedía, la perilla giró y la puerta se abrió, detrás de ella pude vislumbrar la inconfundible figura de mi amado Darien, no se percató de que estaba despierta y pude ver el rostro de pesar que tenía, eso me puso aún más nerviosa, luego subió la mirada y rápidamente cambió de expresión al verme despierta pero, era tarde yo sabía que algo estaba mal realmente mal.
-Pensé que tardarías más en despertar- trató de decirme con la voz más normal que pudo encontrar, yo solo quería saber que pasaba, necesitaba saber, así que me fui sin rodeos
-¿Qué pasa? ¿Por qué no me dicen nada? ¿En donde está mi bebé?- interrogué, ante estos cuestionamientos su expresión volvió a ser de tristeza, esperaba que no me ocultara lo que sucedía
-Serena…-o no, pensé- por favor quiero que no te alteres, tu estado aún no es el más estable –o no, volví a pensar- pasaron muchas cosas…
-Dime de una vez- exigí, no estaba de humor para tantos rodeos y mi voz y mi expresión lo confirmaron…
-Está bien, el corazón de la bebé es demasiado débil… no hay muchas esperanzas de que sobreviva…
-Débil… -¿como podía ser? La lleve durante 9 meses y siempre sentí que tenía mucha energía, y ahora me decían que mi hija tenía un corazón débil y que lo más probable era que… que no sobreviviera….
Capitulo 37
Espera...
La sensación de soledad había desaparecido tan repentinamente como había llegado, así, se había ido, la idea de un nuevo día ahora era una bendición, la felicidad estaba presente de nuevo, esta ves no la dejaría escapar.
Allí a su lado, yacía dormida la mujer por la que un día antes había suspirado de melancolía, su dulce aroma se respiraba por toda la habitación, su piel era cálida de nuevo con ese ligero toque rosa de su sangre, en medio del silencio pudo escuchar su respiración, si ponía más atención su corazón volvía a latir, aún con la idea de que todo eso era un sueño, él se levantó para admirarla mejor, quería guardarla en su memoria, conservarla para siempre, temía que de un momento a otro ella se desvaneciera y que él volviera a sumirse en su soledad y amargura, tembló ante esa idea, pero la sensación de que ella fuera un sueño, una visón ideada por su cerebro no desaparecía por mucho que él deseara borrarla.
Tal vez aún soñaba, pero si era así, no quería despertar nunca, quería permanecer en ese sueño, ese dulce sueño sólo porque ella estaba allí, recostada sobre la cama.
Salió un rato al balcón, con temor, pues la brisa fría podía devolverlo a la realidad, observó un rato la tierra, espléndida como siempre, luego posó sus ojos en el jardín se veía lleno de vida, luego hacia el piso del patio central, la luna creciente grabada en el suelo, volvía a relucir después de haber perdido su brillo, observó meticulosamente cada parte del palacio, todo había vuelto a relucir como antes…
Una ligera y curiosa brisa se atrevió a entrar en la habitación, tímidamente acarició el esbelto cuerpo de la hermosa mujer que descansaba, movió su largo y sedoso cabello dorado, y provocó que ella lentamente abriera los ojos…
-¿Endymion…? –preguntó en medio de susurros
-Aquí estoy –respondió él en vos baja, mientras le veía embelesadamente –perdóname la brisa te ha despertado, no debía abrir la ventana…
-¿Por qué no me despertaste? –preguntó ella mientras se levantaba de la cama cubriendo cuidadosamente con la sábana su desnudo cuerpo
-Discúlpame, pero siento que si te toco, si siquiera muevo el aire cerca de ti, desparecerás… y no quiero que eso suceda…
-Endymion…-susurró mientras avanzaba hacia él, se paró justo enfrente y acarició su mejilla con su suave mano- sabes que no me iré, mírame, no estás soñando, ¿crees que después de todo lo que ha pasado, aún pueda desaparecer?
-Lo siento, pero aún creo que estoy soñando, creo que voy a despertar y tú no estarás allí…
-Por favor… soy real, mírame –dijo ella mientras tomaba con ambas manos el rostro de él, y se veían fijamente a los ojos- tócame, -dijo mientras llevaba una de las manos de él al rostro de ella- apréciame –y le dio un tierno beso en los labios -¿aun piensas que no soy real?
-Serenity… -susurró
-Estoy aquí, por ti, por tu amor, por tu necesidad, porque tanto tú como yo nos deseamos, nos amamos, somos la mitad del otro, tú me llamaste, té me trajiste, tú me salvaste
-Te amo tanto… -dijo mientras la abrasaba- mis días si ti fueron realmente un infierno… mi vida no tenía sentido, tú eres la razón por la que vivo, sin ti mi mundo ya no valía nada
-Lo sé… me resigné a quedarme allá, y esperarte, estaba perdida, solo pensé en pensarte y recordarte, vivir de mis recuerdos, hasta que escuché tu voz…
-Serenity… -dijo y la besó nuevamente, esta ves con pasión, estaba necesitado de ella, quería perderse en ella, ahogarse en sus ojos, sentir sus labios, su suave y tersa piel rozando con la suya, sentir sus caricias, todo su cuerpo, parecía un hambriento, un alcohólico cuya sed de vino es inimaginable, ella sin duda era su vino, el mejor vino del universo…
Un largo rato pasó, ella descansaba sobre su pecho, mientras él recorría su espalda desnuda con sus manos, ambos pensaban, el silencio no era incómodo, no necesitaban palabras, así pasó un rato más…
-Endymion, debo ir a saludar a las chicas… acompáñame…pero antes, déjame darme un baño
-Como gustes… -dijo él mientras observaba como ella se envolvía nuevamente en la sábana y se dirigía al baño
Luego de otro rato, ella salió, ahora envuelta en una toalla, con el cabello húmedo al igual que su piel
-Mientras te arreglas, yo voy a tomar un baño también –dijo él
-No tardes mucho… -dijo con una sonrisa, la cual deslumbraba a cualquiera
-Estaré antes de que termines de arreglare –dijo mientras dio un dulce beso en la frente de Serenity, y para sorpresa de ella, rápidamente dio un tierno beso en su vientre, lo cual la dejó paralizada
Unos breves minutos pasaron, y tal y como él lo había asegurado, él estaba completamente arreglado, y a ella aún le faltaba peinarse
-Te lo dije –dijo con alarde cuando recién salió del baño, con su ropa puesta
-Ya lo sé… no te burles… -respondió con seriedad- recién llego y ya te burlas de mí –volvió y luego sonrió
-Es que te amo tanto… por favor no te enojes, no quiero pensar en los momentos tristes…
-Lo sé…
Ellos salieron de la habitación, las chicas recibieron a Serenity con sonrisas, besos, lágrimas, abrazos, todos estaban realmente felices, la razón de la unión de ellos estaba otra vez entre todos…
Ni un día más, pasó, todos volvieron a sus planetas, Serenity se despidió de Kakyuu y sus guardianes, y de Seiya, su amigo… deseándoles toda la felicidad posible, momentos después todos, absolutamente todos estaban de vuelta en la tierra…
La celebración de navidad estaba cerca, el frío invierno no detuvo por nada los buenos deseos de cada uno de ellos, llegó navidad, todos disfrutaron, todos celebraron, pues había más de una razón para celebrar, por un breve momento, todos fueron felices, nadie deseaba recordad los momentos de angustia vividos, nadie quería volver atrás, así pasaron los meses, y nadie disfrutaba de ese tiempo, nadie más que Serena y Darien…
Con el transcurrir de los meses, el cuerpo de Serena fue cambiando, ella siempre igual de hermosa, pero más radiante que de costumbre al llevar en su vientre uno de sus más valiosos tesoros…
Durante esos meses, ellos vivieron con toda normalidad sus vidas, como una pareja totalmente normal, olvidándose de sus otras facetas, quienes eran en realidad…
Serena…
Es 28 de junio, el día está precioso, como seguramente estará dentro de dos días, descanso sobre mi cama, las sábanas mantienen mi cuerpo tibio, el canto de los pajarillos me invita a seguir descansando, es increíble lo rápido que pasa el tiempo, al voltearme sobre mi almohada y quedar boca arriba, lo primero que veo es mi prominente estómago, sonrío ante esta vista, parece casi un milagro, que un pequeño y diminuto ser se encuentre dentro de mí, a punto de salir…
De pronto, un exquisito aroma interrumpe mis pensamientos, al percatarme de esto, me doy cuenta de que Darien no está a mi lado como de costumbre, al notar esto, me altero un poco, pero luego me relajo al escuchar su hermosa voz –Serena, despertaste…- me dice desde la cocina -¿son waffles con fresas?- pregunto, me encantan los waffles –lo sé, creo que no los vas a comer cuando estés en el hospital, así que decidí prepararlos, como un pequeño regalo para ti- ¿es posible que en el mundo exista un hombre más maravilloso que éste? Me pregunto mentalmente mientras le respondo –eres maravilloso, me he casado con el mejor hombre que puede existir en el universo – y así es, seguramente no hay nadie que lo iguale, en ningún lugar ni en ningún tiempo, este hombre es único, insuperable
–y yo tengo a la mujer mas hermosa, bella, inteligente y maravillosa del universo – me dice mientras entra a la habitación con mi desayuno, los deliciosos waffles con fresas y un vaso de jugo de naranja, en la esquina del azafate una hermosa rosa roja
-Te amo… -fue lo único que le pude decir, a pesar de llevar meses de casados, y años de estar juntos, no puedo negar que el verle, y mirarle a los ojos aún me aturde, hace que mi corazón casi se detenga con una sola de sus miradas, en especial cuando lo único que lleva puesto encima es su pantalón de pijama, dejando al descubierto su bien formado torso
-Y yo a ti princesa… eres mi vida… - me dijo y me dio un dulce beso en los labios, rayos, como consigue embelesarme aún, esos ojos, azules como el océano, ¿cuántas veces no me he dejado llevar por ese par de océanos? me he ahogado en ellos, me he perdido en sus profundidades, y aún así, sigue haciendo que con uno de sus besos o caricias mi pulso se acelere y mi corazón lata desesperadamente
-Darien… -dije separándome de él, respirando profundamente pues el aire me empezaba a faltar- es mi antepenúltimo día de embarazo, por lo menos espera unos cuantos días más…
-Lo sé, pero no se cuánto soportaré, me haces mucha falta… -me dijo con una pícara mirada y una sonrisa traviesa
-Basta –le dije- el hecho de que hayas pedido permiso en el hospital para faltar estos días no significa que vayamos a quedarnos aquí todo el tiempo –aunque admito que no salir de la cama en todo el día sonaba tentador, pero no, debía tenerle un poco de respeto a mi hija…
-bien –dijo y se dirigió al baño refunfuñando, era divertido verlo, mientras se bañaba, yo degustaba mi delicioso desayuno, el timbre sonó en ese momento…
-Ya voy –grité, mientras me ponía mi bata, bajé por las escaleras y ¡sorpresa! Mi madre me visitaba…
-Hola mamá –le dije, mientras ella me abrazaba
-Hola hija, ¿Cómo estás? Hace días que no vas a la casa, pensé que quizás, tu ya…
-No mamá, aún no, aunque tengo la leve sospecha de que pronto verás a tu nieta…-le dije, no deseaba revelar que ella nacería para mi cumpleaños, eso era una sorpresa, bueno, sorpresa para ella
Así pasó el día, mi madre se quedó hasta el atardecer pues a la hora del almuerzo llegó mi padre, pasamos unos momentos maravillosos, después de que se fueron, Darien me invitó al parque a tomar un helado, como antes solíamos hacerlo, nos sentamos en una de las bancas y yo disfruté mi delicioso helado de chocolate mientras Darien lo hacía con su helado de fresa, me tenía abrazada, me sentía otra vez de 15 años, recordé las tardes después de clases en las que no me iba bien por cierto, recostada sobre su hombro, observando el atardecer, hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien…
La noche pronto llegó, caminamos hacia la casa, cenamos, comida preparada por él claro, ya que no me dejaba si quiera desempolvar las cosas de la casa, menos cocinar… y luego nos dirigimos hacia nuestro lecho, un lugar irresistible mente tentador para estar con él, pero, mi fuerza de voluntad es grande, creo que resistiré…
Darien…
29 de junio… nuevamente como ayer, el sol brilla y sus rayos se cuelan entre las cortinas, la ventana estaba abierta, así que una extraña y suave brisa recorre la habitación, veo el reloj y aún es temprano, pero decido levantarme a preparar el desayuno, no quiero que mi princesa se despierte hambrienta y no haya nada para saciar su necesidad de alimento…
Hoy prepararé una deliciosa ensalada de frutas, después de todo es probable que mañana tengamos a nuestra pequeña hijita con nosotros, al fin…
Mi corazón parece salirse cada vez que siquiera tengo el pensamiento de que voy a ser padre, uno de mis sueños, formar una familia con la mujer que amo, ¿Qué mas podría pedirle a la vida? Soy feliz, con la mujer de mis sueños y ella me corresponde, una bebé en camino, y espero que por un gran momento, paz y felicidad, es casi como recordar una pesadilla lo ocurrido meses anteriores, pensar que ella casi se va de mi lado... –No- susurré en voz alta, debo borrar esos pensamientos de mi cabeza, ella está conmigo eso es lo que importa.
Preparar la ensalada fue rápido, así que la dejo servida y me dispongo a bañar, al pasar por la recámara, ella aún duerme, su cabello extendido por toda la almohada, esos largos cabellos dorados, a pesar de su condición, aún me encanta ver su figura recostada sobre un cama, han sido unos muy largos meses sin sentirla cerca, pero probablemente mañana mi hija estará aquí, y yo tendré a Serena para mí, bueno, no tanto para mí, ahora la deberé compartir con la bebé, a pesar de ser solo unos cuantos meses siento como si fuera una eternidad sin sentir sus besos, sus caricias, su piel rozándose con la mía, pero, toda espera tiene su recompensa, o eso es lo que espero…
Debo bañarme, así que antes de seguir con mis pensamientos poco honestos me meto a la bañera esperando no hacer mucho ruido y despertarla…
Al salir, ella sigue en cama, por estar distraído observándola como si fuera un ilusión, me he tropezado con la alfombra botando ruidosamente el cepillo que llevaba en mi mano, -rayos- digo en voz baja, ella se ha despertado… Cuando me vio, pude apreciar en su mirada una breve chispa, creo que adivinar de que, al parecer mi aspecto la ha impresionado, mi cabello aún estaba un poco húmedo y despeinado, por mi espalda y pecho aún habían unas cuatas gotas de agua, y solamente estaba cubierto con la toalla que estaba en el baño… -Lo siento- fue lo único que pude decir, ella está deslumbrante y aún después de verla así en varias ocasiones, aún me siento como si fuera un adolescente hipnotizado por la más bella mujer existente en la tierra. –vístete… te vas a enfermar- me dijo ella mientras bajaba su mirada hacia las sábanas blancas, eso me hace sonreír, al parecer no soy el único que extraña ciertas cosas…
Como un niño obediente a su madre, me visto rápidamente, mientras ella se da una refrescante ducha, tengo que admitir que estoy tentado a dar una pequeña mirada, pero me autocontrolo…
Ella sale del baño como una diosa, claro ella lo es, rayos, pienso de nuevo, ella se ha vestido en el baño, -vamos a desayunar, te he preparado ensalada de frutas hoy- le dije aún observándola con incredulidad, ¿en serio esta hermosa mujer es mi esposa? –Gracias Darien, eres el mejor- de dijo ella mientras me daba un beso en la mejilla y luego se encaminaba hacia la cocina…
-Es increíble que mañana sea el día… -le dije emocionado
-Sí- respondió ella a pesar de ser una sola palabra su sonrisa dijo el resto, no me importa
-¿Qué quieres por tu cumpleaños? –le pregunté, aunque sabía cual sería la respuesta… ella me miró seria
-¿Bromeas? –Lo sabía, pensé- que otro regalo podría querer, además, supongo que mañana estaré muy ocupada como para apreciar un regalo de cumpleaños… -lo sabía, volví a pensar-
-Está bien, aunque no quieras, te voy a dar algo, algo muy especial…
-Como quieras –me dijo ella con aire de indeferencia, pero pude ver en su mirada una chispa de curiosidad – ¿cual es el plan para hoy?- me preguntó tratando de desviar el tema
-¿Qué quieres hacer? –le pregunté, no quiero que ella se vea forzada a hacer cosas que no quiere…
-Talvez… yo quiero quedarme y pasar tiempo contigo, pero si tú tienes otros planes para hoy… -dijo con la mirada fija en su ensalada sobre la mesa
-Quedarnos está bien, después de todo, será el último día para ti y para mí, luego… deberé compartirte –le dije y la besé en la frente, algo inesperado para ella
-Sabes que siempre estaré para ti –me respondió, y colocó su suave mano sobre mi mejilla y me veía con es mirada tierna por la cual podría ponerme de rodillas, podría cruzar cielo, mar y tierra por esa mirada, como un océano profundo en el cual podría ahogarme y lo haría gustoso, sus ojos, adoro sus ojos…
Me encontraba perdido en sus ojos cuando me sacó de mis pensamientos… -Darien, ¿pasa algo?- me preguntó –no, solo pensaba en que tengo mucha suerte de que la vida me haya dejado a una maravillosa mujer como compañera…-le dije, ¿Cómo decirle que a pesar de llevar tantos años juntos, sus ojos, su piel, su cabello, toda ella, aún era deslumbrante para mí? Todos los días de mi vida, desde que la conozco, ella ha sido como un respiro de aire puro, debo admitir que cada momento cerca de ella mi cerebro trabaja al doble para poder razonar con claridad, me aturde estar cerca, parezco un niño con un juguete nuevo todos los días, nunca voy a dejar de sentir eso por ella, la amo…
El resto de la mañana, ha sido relajada, descansamos en la terraza del jardín trasero, rodeados de las rosas que ella misma me ha ordenado sembrar, luego, insistió tanto, que almorzáramos en el jardín como si fuera un día de campo ¿Cómo negarme a sus peticiones? Estoy seguro que nadie en el universo le negaría nada… Almorzamos en el jardín trasero bajo la sombra de uno de los enormes árboles allí sembrados, debo admitir que el jardín fue una de las cosas por las que compré la casa, era realmente enorme y bello; adoré la forma en que la brisa soplaba y movía el su hermoso cabello dorado, ella disfrutaba esa brisa suave y yo, disfrutaba verla.
Por la tarde, visitas, las chicas querían estar con Serena, no podía interponerme a eso, aunque me hubiera gustado pararme en la entrada de la casa y negarle la entrada a quienquiera que viniera, yo quería tenerla solo para mí, pero no debía ser egoísta… La sala estaba llena de risas y alegría, las chicas trajeron más obsequios para mi bebé, todas acariciaban el vientre de ella, por mi parte, trataba de ignorar a los chicos que me molestaban debido a mi falta de… bueno ya saben, y porque pronto tendría otra boca que alimentar…
Al atardecer, los chicos y las chicas se fueron, prometiendo que mañana estarían totalmente al pendiente de ella, irían a la casa desde temprano para atender a Serena, al parecer sería un día largo, cuando de nuevo estábamos en soledad, Serena tomó mi mano en silencio y me llevó a la terraza del jardín nuevamente, se sentó en la banca esperando que la siguiera y así lo hice, desde nuestro ángulo, la vista era perfecta, el más hermoso crepúsculo se podía apreciar, los árboles enmarcaban perfectamente, las aves cantando de regreso a sus nidos, la brisa suave, la luna haciendo su aparición en el firmamento, y… Serena a mi lado, sin decir una palabra, solo recostando suavemente su cabeza en mi hombro mientras tomaba mi mano, perfecto…
Así permanecimos un rato, ella en silencio y yo igual, no era incómodo, mas bien, confortable, era el reconocer que nuestro amor era tan grande que no necesitábamos expresarlo con palabras que seguramente sobrarían, solo gestos, actos, miradas, eran suficientes…
-ha empezado a refrescar –le dije, no quería que el momento terminara, pero debía velar por su salud
-Un momento más- respondió en un suspiro, al perecer ella tampoco quería perder ese instante
-está bien, solo un poco más- añadí y posé mi cabeza sobre la de ella, al sentirme, ella se volteó, se acercó a mi y posó sus suaves labios en los míos, fue celestial
-Te amo… no importa que pase, siempre te amaré, nunca lo olvides…-sus palabras me dejaron en shock
Reaccioné –yo también te amo- fue lo único que pude articular- siempre y para siempre…- y la besé nuevamente pero con pasión, esta vez ella se separó de mí y dijo:
-Entremos, siento un poco de frío- ella sonrió dulcemente, demonios, realmente estaba necesitado de ella, era como un adicto al cual le habían negado su dosis y ahora estaba casi agonizando, la seguí hasta adentro, ella ya estaba en la cocina, tomando un poco de pastel del refrigerador
-Eso no es una buena cena –le dije con desaprobación- ¿Pastel de chocolate?
-Lo siento, pero creo que no lo probaré en un buen rato ¿por favor?
-Está bien, pero con una condición –le dije, creo que notó algo en mi mirada- dame un beso una vez más, será el último de hoy- ella se acercó a mí, y dijo
-Eras un tramposo Darien- y me besó, ¿era tan patética mi necesidad por ella que llegué a caer tan bajo como para condicionarle algo? Sí, me respondí a mi mismo, soy patético, lo admito, ella se retiró cuando sintió mis intenciones
-Muy pronto…-dijo y regresó al lugar a donde había dejado el paste
-Patético, realmente patético- me dije de nuevo, lo reconozco, soy adicto a ella…
Cuando terminó con su paste, tomó un porco de jugo de naranja –algo saludable- pensé, la seguí hasta la alcoba, en silencio, la vi tomar su ropa de dormir, y se dirigió al baño, sonreí ante este gesto, ella también sonreía, me vestí en la habitación, mientras la esperaba abrí la ventana del balcón, salí y sentí la brisa nuevamente, era fresca, observé la luna, el cielo estrellado, pensé lo que había sucedido meses antes, en como casi la había perdido, sacudí mi cabeza, no debo pensar en eso ya, es parte del pasado, debo concentrarme en el presente, mi presente, en ella…
Salió del baño, como la diosa que era, su camisón ligero blanco, su largo cabello suelto, es preciosa, y es mía, bueno a partir de mañana la compartirás, me dije nuevamente.
Se metió a la cama y se cubrió con las sábanas blancas, solo me vio y me dijo
-¿No vas a dormir? O permanecerás allí de pie toda la noche; si te preocupa que inicie con la labor de parto durante las horas oscuras, déjame decirte que no creo que eso suceda –su sonrisa era deslumbrante
-No creo eso-dije- solo quería sentir un poco de aire- cerré la ventana y me metí en la cama….-verás que mañana todo será maravilloso- le susurré al oído, pasaron unos minutos y ella se quedó dormida, ahora que tengo tiempo para pensar un poco, solo pienso en el momento en que tenga a mi pequeña en mis brazos, las palabras salieron de mi boca por un impulso -ya falta poco…
30 de junio
De nuevo un día soleado… me asombré cuando desperté y vi que Darien aún seguía a mi lado, al parecer no descansó mucho, lo sentí inquieto durante la noche…
Bien, decido levantarme y dejarlo dormir un rato, hoy cumplo 22 años, hoy seguramente me convertiré en madre…
Me dirijo al baño, lleno la bañera con agua tibia y escojo la ropa que llevaré puesta hoy, me decido por un vestido ligero hasta la rodilla, nada deberá estorbarme hoy, la bañera se ha llenado… el agua tibia es tan relajante… casi me quedo dormida. Un ruido en la alcoba me trae de vuelta. Darien se ha despertado, rápidamente salgo de la tina, me visto y salgo al encuentro de mi amado, pero, sorpresa, ya no está en cama…
-¿Darien?-digo, esperando que no se escuchara el tono de angustia en mi voz.
-Aquí, perdóname, me he quedado despierto hasta muy tarde y no me pude levantar a hacerte tu desayuno- me dijo, su voz venía de la cocina
-Está bien- dije tranquilizándome a mí misma
-¿Cómo te sientes? –preguntó mientras se acercaba a mí desde la cocina con un plato de fruta en las manos
-Bien- respondí con una sonrisa
-todo saldrá bien- me susurró mientras me daba un beso en la frente, me estremecí, al parecer él lo notó y le agradó, pues pude notar la sonrisa en sus labios
-Lo sé- dije mientras comía la fruta
En ese instante, el timbre sonó de forma apresurada
-Al parecer no estaremos solos hoy- dijo Darien mientras se levantaba a abrir la puerta, aunque seguramente él sospechaba quien era al igual que yo
-Hola Darien- se escuchó en coro en la parte de afuera de la casa
-Hola chicas- escuché la voz de Darien que saludaba
-¿En donde está Serena?- la impaciente voz de Mina
-Desayunando, hola chicos- dijo al parecer los chicos seguían a las chicas en silencio, yo solo pude suspirar ante la perspectiva de tener mi casa llena el día de mi cumpleaños y que seguramente me convertiría en madre por fin…
-¡hola Serena!- escuché en un coro entusiasmado –escandalosas- pensé y luego las saludé –hola chicas- me limité a decir mientras comía mi último trozo de fruta
-Bien Serena el hecho de que hoy e conviertas en madre no quiere decir que no s olvidemos de tu cumpleaños así que ¡feliz cumpleaños!- el entusiasmo de Mina se sentía por toda la habitación
-Gracias- dije secamente
-¿Qué te pasa? ¿No te gusta nuestro pastel? Lita se esforzó mucho por hacerlo…-el rostro de Mina reflejaba indignación al igual que el de las demás
-No es eso- dije intentando calmarlas- lo que pasa es que… bueno no sé este día es un poco extraño, no me siento con ánimos de celebrar…-era verdad no tenía ganas de celebrar nada, en ese momento reaccioné y noté que Darien y los chicos no habían entrado…-¿en donde está Darien?- pregunté, Rei me respondió
-Se quedó en el jardín con los chicos…
Darien…
Demonios esto no puede estar pasando…-pensé en ese instante, los chicos y yo estábamos en el jardín de enfrente, ellos acababan de recibir una transmisión de Artemis que se encontraba en la luna.
-¿Están seguros de esto?- pregunté con angustia
-Artemis lo confirmó, no lo habíamos notado antes… porque estaba muy lejos…-respondió Anthony
-¿Desde cuando?- pregunté ¿Cómo no pudimos notar algo tan grande?
-hace 7 meses…-respondió Sam
-Pero… -dije y luego recordé aquella escena que quería olvidar, soy un idiota ¿Cómo pude olvidar eso?
-Darien… -dijo Josh sacándome de mis pensamientos- no nos imaginábamos que ella fuera capaz de hacer algo así…
-Hasta donde es capaz de llegar el odio de una persona, que aún después de muerta, amenaza la felicidad de los demás… -dije casi en un susurro- por el momento no le diremos nada a Serena, ¿las chicas saben algo? –pregunté
-No, no les dijimos, pensamos antes en consultarlo contigo- me respondió Josh
-Seguirán sin saberlo, no les diremos nada, por lo menos hasta que sea prudente, Serena podría sospechar algo de ellas y se alteraría mucho, nosotros nos encargaremos de esta amenaza… -esperaba que de verdad pudiéramos controlar esta situación sin la ayuda de las chicas
-Como digas- respondieron todos
No me percaté de que los chicos no dijeron alguna palabra más sobre el tema, mis pensamientos giraban alrededor de Serena y nuestra bebé, debería protegerlas a como diera lugar, algo inesperado me sacó de mis pensamientos, dos suaves manos me abrazaron por la espalda, trayéndome nuevamente a la realidad
-¿Por qué me dejaste sola?- su preciosa voz me preguntó
-Perdóname, me distraje con los chicos acá afuera, lo siento
-Hola chicos, buenos días- los saludó ella
-Buenos días Serena- respondieron ellos
-¿Como te sientes?- le preguntó Anthony
-Bien, por el momento- respondió ella- ¿pero que tanto hacían aquí afuera? No les voy a perdonar si me dejan sola en la fiesta que las chicas planean para mí- dijo ella señalando el interior de la casa en donde las chicas preparaban todo para una pequeña fiesta, su comentario hizo que nos riéramos
-Entremos- les dije a todos, abracé a Serena por la cintura mientras los demás entraban en casa, logré escuchar un susurró de Anthony-no te preocupes- me dije, lo dijo tan bajo que Serena no lo escuchó.
Las chicas planearon una fiesta para celebrar el cumpleaños de Serena, pusieron música, hicieron juegos, bocadillos, adornos por toda la casa, lo cual me hizo preguntarme ¿Cuánto tiempo tardaría en limpiar todo? Así pasó la mañana, y pronto llegó la hora del almuerzo, nuevamente las chicas llevaban la comida ya preparada así que no tuvimos que meternos a la cocina.
Cuando acabamos con los alimentos, decidimos salir al jardín, allí pasamos el resto de la tarde, en tranquilidad, pequeñas conversaciones, algunas lecturas, las chicas tomaron uno de mis libros de poesía y leían un poema cada una frente a los demás, la brisa le daba cierto toque al ambiente.
Estábamos todos sentados sobre el pasto fue entonces cuando noté que Serena se sentí un poco molesta, no sabía porqué, talvez habíamos hecho algo que la había molestado, estaba apoyada sobre su mano izquierda así que vi claramente cuando posó su mano derecha sobre su vientre, hizo una pequeña mueca de dolor, ella me volteó a ver rápidamente, me sonrió, no sentí en el momento en el que me levanté y caminé hacia ella, todos notaron eso y al parecer imitaron mi movimiento, se dirigían hasta donde estaba sentada Serena, al acercarme ella me susurró… -es hora…- le sonreí y la alcé en mis brazos dirigiéndome hasta el automóvil, debería darme prisa para llegar al hospital…
Serena…
Los dolores se iban haciendo cada vez más fuertes por lo que no noté lo rápido que íbamos, lo que sí sabía era que 4 autos nos iban siguiendo a la misma velocidad que la nuestra, mi vestido estaba mojado, producto del rompimiento de mi fuente, los dolores eran demasiado fuertes pero soportables aún…
Llegamos al hospital, Darien estacionó en la entrada, las enfermeras que estaban cerca corrieron a traer una silla de ruedas al ver que se trataba de mí, la esposa del Dr. Darien Chiba jefe de cirujanos del hospital más importante de Tokio.
En medio de mis ahora dolores agónicos, logré ver como Darien pedía a las chicas que se hicieran cargo del papeleo de registro, yo era llevada a la sala de partos y Darien me seguía.
Me colocaron en una camilla, de desvistieron y me pusieron una bata del hospital, Darien permanecía afuera, talvez fuera el jefe de cirujanos, pero ahora sería solo un hombre más cuya esposa está a punto de dar a luz, fue un poco gracioso, y fue una verdadera lástima que no pudiera reírme de mi chiste privado, pero en realidad los dolores estaban matándome.
Logré escuchar que afuera Darien conversaba con alguien más
-Dr. Chiba –le dijo un hombre extraño a Darien
-Buenas tardes –esa era la voz de mi Darien- prométame que todo saldrá bien-ahora su voz era de angustia
-No se preocupe, he hecho esto miles de veces al igual que usted, es curioso como los médicos somos los peores en situaciones como éstas –le dijo el hombre
-Es verdad, Doctor, dejo a mi esposa en sus manos- dijo Darien un poco más tranquilo
Escuché como la puerta se habría y entraba un hombre de unos 30 años, en verdad que era joven, ¿Cómo podría tener la experiencia necesaria para atenderme? Lo reflexioné un poco, era verdad que era joven, pero, ¿acaso no era Darien más joven que él y ya era jefe de cirujanos y un excelente médico? Además Darien tuvo la confianza de dejarme en manos de él, así que seguramente sería un excelente médico, así me convencí de no protestar
-Buenas tardes, señora Chiba- vaya hace tiempo que no escuchaba que me llamaran así- así que finalmente el Dr. Chiba se convertirá en padre- me dijo intentando darme confianza
Como pude encontré fuerzas para responder- así es- los dolores eran verdaderamente espantosos.
El doctor me examinó y luego llegó a la conclusión
-Le queda poco tiempo, la llevaremos a la sala de partos de una vez- me dijo yo solo asentí con la cabeza- le comunicaré todo a su esposo- y en ese momento salió de la habitación
Me llevaron a la sala de parto, era parecido a un quirófano normal no le encontré diferencia, con excepción de que había incubadoras, los dolores me estaban matando, sentí como las enfermeras se colocaron en posiciones, el doctor entró y me examinó una vez más –bien es hora- me dijo –necesito que se relaje y puje justo cuando sienta una contracción- una de las enfermeras me limpiaba el rostro mientras yo intentaba llevar a cabo lo que me había pedido el doctor
Mi agonía me privó de ver la realidad, solo estaba concentrada en pujar, no escuchaba las conversaciones que se daban lugar a mi alrededor no tampoco noté la expresión de preocupación del doctor.
No sentí en que momento, me desvanecí, lo último que alcancé a escuchar fueron los rápidos pitidos del monitor que estaba conectado a mí y las palabras del doctor –esto está mal…
Darien…
La impaciencia se apodero de mí luego de esperar 3 horas sin noticia alguna, me convencía a mi mismo de no entrar en la sala de partos, nadie me lo impediría, pero no debía hacerlo, los chicos y las chicas estaban conmigo en la sala de espera, rayos, en verdad que estaba impaciente, 3 horas sin noticias no era normal, por lo general en un parto salen algunas enfermeras o el doctor para informar como va todo, pero no había salido ninguno durante todo este tiempo, al parecer Amy había notado también la anomalía de la situación, se acercó a mí y me dijo
-no te preocupes, ella estará bien, ella es fuerte- era verdad Serena era fuerte, y también era verdad que algo andaba mal, no eran imaginaciones mías.
Pasó una hora más, entonces salió una de las enfermeras, llevaba una gran sábana manchada completamente con sangre, me estremecí ante esa imagen, pasaron 40 minutos más, hasta que por fin salió mi colega…
-Doctor Chiba… -me dijo dudó
-¿Dime como está?
- Darien…-suspiró- tu esposa… tu esposa ahora está bien- ¿ahora? ¿Quiere decir que no había estado bien? ¿Que había ocurrido?
-¿Qué pasó? –pregunté temiendo la respuesta…
-Lo lamento…-esas palabras hicieron que todo mi ser se sintiera vulnerable, -no otra vez- pensé, él continuó –tu esposa se ha estabilizado, hubo muchas complicaciones, tuvo un desgarre y se desangró, debido a esto la bebé pasó demasiado tiempo adentro, lo siento, pero…-nuevamente un suspiro, eso no me gustaba para nada- el corazón de la bebé está demasiado débil, debo decirte que son pocas las esperanzas de supervivencia…
-No…
Serena…
Recobré el conocimiento, me encontraba en una habitación normal, las cortinas estaban corridas, pero no se podía apreciar ninguna pequeña claridad, era de noche, estaba un poco desorientada así que tardé un poco en recordar lo que había sucedido…
Recordé estar en labor de parto… mis manos bajaron súbitamente hasta mi vientre, ahora liso y plano, me senté bruscamente intentando ubicarme, ¿Qué rayos había pasado? Seguramente me había desmayado durante la labor de parto, pero ¿y mi bebé? ¿En donde estaba mi bebé y Darien? Con urgencia apreté el botón para llamar a la enfermera, mientras esperaba podía sentir como el pánico se apoderaba de mí, la perilla giró y por la puerta entraba la enfermera que se sorprendió al verme despierta.
-Señora Chiba, no esperábamos que se despertara tan pronto, tan sólo han pasado dos horas desde el parto -¿dos horas? Eso explicaba porque Darien no estaba ahí, seguramente estaba embobado viendo a la bebé
-¿en donde está mi esposo? ¿y mi bebé? ¿la puedo ver?- el rostro de la enfermera se tornó en preocupación y evasión ante mis preguntas…
-No se preocupe, será mejor que descanse otro poco, le inyectaré otro poco de sedante para que duerma, ya verá que el doctor Chiba estará con usted pronto…
La enfermera actuó tan rápido que no me dio tiempo de decir palabra alguna, pero hubo algo en su expresión que no me gustó nada, había aprendido a reconocer las expresiones de Darien, y él me contaba como actuaban los doctores y enfermeras cuando algo andaba mal, así que en medio de la somnolencia producida por el sedante pude adivinar que algo andaba mal…
Desperté nuevamente, pude ver que las cortinas habían sido corridas hasta la mitad, aún era de noche, la habitación estaba oscura, estaba medio dormida aún, pero pude captar una pequeña conversación al otro lado de la puerta, cuando puse más atención, reconocí una de las voces –Darien- pensé, seguramente estaban hablando acerca de los detalles del parto y eso, me concentré en escuchar lo que decían:
-Tú sabe que estas 24 horas son las más críticas- era la voz del doctor que me había atendido ¿24 horas críticas? ¿Porque le decía eso a Darien…? Tal vez quería su opinión profesional...
-Lo sé, pero que más podemos hacer- la voz de Darien, sonaba angustiado, tal vez era un caso de Darien y como era muy sensible se preocupó por la persona de quien se hablaba, aunque admito que parte de mí sintió temor al escuchar esas palabras…
-Lo siento Darien- la voz del médico sonaban consoladoras- no hay nada que podamos hacer más que esperar sabes que si estuviera al alcance de mis manos haría hasta lo imposible, todo dependerá de ella si quiere vivir o no…-ahora sí estaba entrando en pánico- Darien… sabes que estoy contigo y haré mi mejor esfuerzo… tú lo sabes, te hablo como colega y amigo
-Lo sé, gracias…- Darien aún sonaba angustiado, debía admitir que éste no era un caso del hospital, pero me negaba a creerlo, necesitaba una explicación o me volvería loca, ¿de que demonios hablaban, porque nadie me decía nada?
-Otra cosa, Darien, tu esposa, despertó hace dos horas, preguntó por ti y… por la bebé… la enfermera no le respondió la sedó y ella volvió a dormir, estoy seguro de que no tardará en despertar, no podemos mantenerla sedada y no podemos negarle información, -oí como Darien suspiró- Darien… ¿quieres que le explique yo? – ¿explicar que? Me pregunté, un escalofrío recorrió mi cuerpo y me estremecí bajo la sábana que me cubría, mi corazón palpitó muy rápido, estaba tan concentrada en la conversación que no había notado que el monitor aún estaba conectado a mí y mostraba mi alteración, claro sin ese molesto pitido
-No…-respondió Darien- lo haré, se lo diré yo… -dijo con voz seria…
Luego de eso escuché como el doctor le daba ánimos a Darien mientras se despedía, la perilla giró y la puerta se abrió, detrás de ella pude vislumbrar la inconfundible figura de mi amado Darien, no se percató de que estaba despierta y pude ver el rostro de pesar que tenía, eso me puso aún más nerviosa, luego subió la mirada y rápidamente cambió de expresión al verme despierta pero, era tarde yo sabía que algo estaba mal realmente mal.
-Pensé que tardarías más en despertar- trató de decirme con la voz más normal que pudo encontrar, yo solo quería saber que pasaba, necesitaba saber, así que me fui sin rodeos
-¿Qué pasa? ¿Por qué no me dicen nada? ¿En donde está mi bebé?- interrogué, ante estos cuestionamientos su expresión volvió a ser de tristeza, esperaba que no me ocultara lo que sucedía
-Serena…-o no, pensé- por favor quiero que no te alteres, tu estado aún no es el más estable –o no, volví a pensar- pasaron muchas cosas…
-Dime de una vez- exigí, no estaba de humor para tantos rodeos y mi voz y mi expresión lo confirmaron…
-Está bien, el corazón de la bebé es demasiado débil… no hay muchas esperanzas de que sobreviva…
-Débil… -¿como podía ser? La lleve durante 9 meses y siempre sentí que tenía mucha energía, y ahora me decían que mi hija tenía un corazón débil y que lo más probable era que… que no sobreviviera….
Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
:o :O .... =/
pobreee de riniiii
komo fue q paso eso????
pobre de serena no le vaya a dar un ataque... u.u
i pobre de darien lo esta volviendo a pasar mal ..
actualiza prontoooo
kiero saber lueguito q es lo q va a pasar
bye =)
pobreee de riniiii
komo fue q paso eso????
pobre de serena no le vaya a dar un ataque... u.u
i pobre de darien lo esta volviendo a pasar mal ..
actualiza prontoooo
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kndyc- Sailor Star Light
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
andale madre mia jejeje pero que capitulazoo super genial de pelos jajaja me encanto muchisimo pero como que rini no sobreviva que maaaaaaaaaal ojala y no le pase nada (no le pasara nada VERDAD??? ) ooo enserio me encanto todo estuvo genial espero el siguuiente capi con muchas ansias a ver si no te tardas mucho eeeeeeee
Angie- Neo Reina Serena
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
calma angie te contaria pero no te vas a esperar y vere cuando puedo subir lo demas
Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
k porke??? komo ke el korazon de rini sta dbil!!! :[RINI]: x fa ke sobreviva!!!
pixie89- Reina Serenity
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
esta muy bueno!la actualizacion!!! jejeje espero q no le pase nada a rini! besos
belumrtl- Princesa Serena
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
hola soy una nueva lectora
te digo esta muy genial la historia ojala actualizes pronto me tienes nerviosa no kiero k rini se muera porfavor
mipobre darien cuanto a sufrido pero la escritora tiene algo de razon... un hombre como darien nunca existira tan perfecto como el no ahy!!!!
nos vemos cuidate y espero tu actualizacion... :[ROMANTCO]:
te digo esta muy genial la historia ojala actualizes pronto me tienes nerviosa no kiero k rini se muera porfavor
mipobre darien cuanto a sufrido pero la escritora tiene algo de razon... un hombre como darien nunca existira tan perfecto como el no ahy!!!!
nos vemos cuidate y espero tu actualizacion... :[ROMANTCO]:
cotiita_stars- Sailor Inner Scout
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
amiga actualiza pronto!!! ia kiero sabr k va a pasar kon el bb!!!
pixie89- Reina Serenity
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
bueno para empezar perdon por la tardanza he estado algo ocupado pero aqui traigo el otro capitulo
Capitulo 38
Inevitable...
Han pasado tres meses, casi un año desde que la bebé había sido concebida, la bebé…
Los tenues rayos de sol entraban por la ventana, el día estaba cubierto por nubes oscuras, en cualquier memento llovería, un claro indicio de que el invierno se acercaba, las aves en sus nidos, presagiando que el día sería frío, sobre una cama blanca con un elegante dosel, descansaba una pareja, cada uno sumido en sus sueños, hace tres meses un sufrimiento había desgarrado sus corazones, el temor de perder a su primer hija…
Una leve brisa entró por la ventana, la chica, Serena sintió el aire frío sobre su cuerpo y despertó, agradecía al viento helado el sacarla de su sueño, ella soñaba con aquellos momentos en el hospital, eran momentos que prefería no recordar, olvidarlos, y borrarlos definitivamente de su memoria. Aún en contra de su voluntad su mente la llevó de regreso a esos dolorosos momentos, haciéndola revivir todo el dolor y angustia que había sentido y que había logrado curar…
Flash back.
-Está bien, el corazón de la bebé es demasiado débil… no hay muchas esperanzas de que sobreviva… -con esas palabras Darien había causado un gran agujero en su corazón
-Débil… -respondió ella- a su mente volvieron imágenes de las veces en que ella había usado su energía de más poniendo en peligro su propia vida, quizás a causa de sus descuidos ahora su bebé estaba en peligro de muerte- es mi culpa- dijo y se echó a llorar
-Porque lo dices… estoy seguro que no es así…-respondió él mientras la abrazaba
-Lo es -dijo ella un poco calmada- recuerdas las veces que usé mi energía llegando al punto de perder la conciencia, eso debió debilitarla también, fui una tonta –dijo mientras lloraba desconsoladamente…
Darien son la abrazaba, ella tenía razón, toda la energía que había usado en esas ocasiones pudieron haber causado que el corazón de la bebé se debilitara, claro él no la iba a culpar a ella pues lo que hizo lo hizo por el bien de los demás, pero ¿Cómo iban a devolverle la fortaleza al corazón de su hija?
-Quiero verla- dijo Serena
-Está bien… -respondió Darien, estaba seguro de que era imposible intentar persuadirla de que lo mejor era que descansara, así que resignado a esto aceptó, además, si no encontraban una solución Serena debería despedirse de ella…
Pidió una silla de ruedas, y en unos instantes ya la tenía allí, cargó a Serena y la sentó lentamente en la silla, él mismo la llevó a Cuidados Intensivos, allí, a través de un vidrio, Serena pudo contemplar por primera vez el rostro de la pequeña criatura, un pedazo de su ser, su hija…
-quiero entrar… -dijo ella
-No creo que sea buena idea, es cuidados intensivos…
-No me importa, quiero estar con ella, quiero… tocarla aunque sea sólo por un momento… -dijo Serena entre sollozos, miró a Darien con esos ojos de súplica a los cuales él no podía negarse
Entraron, el verla allí era devastador para ambos, conectada a tantos aparatos y llena de tubos en todo su cuerpecito, el sonido débil y pausado del monitor que medía su pulso era horrible.
Un suspiro ahogado se escucho, Serena estaba completamente devastada, en ese momento, algo sucedió, la bebé se movió, abrió lentamente sus ojos y la miró, sus grandes y bellos ojos entre rosa y café, se posaron sobre la figura de su madre, movió si pequeña cabecita un poco pora poder verla mejor, allí frente a ella tenía a la persona que la había traído al mundo, ante esta imagen la pequeña bebé sonrió.
La sonrisa fue devastadoramente bella y tierna, Serena apreció todo ese pequeño ser, sus ojos, su cabello rosáceo sin duda un recuerdo de su madre Serenity al igual que sus preciosos ojos, su piel era tan blanca como la de ella, tenía la misma mirada dulce de Darien, ella era perfecta, su pequeña sonrisa era preciosa, pero la situación del momento hacían que ese gesto fuera desgarrador, -¿como puede sonreírle a la mujer que no la había cuidado y por culpa de la cual ahora se encontraba atada a un montón de aparatos y no en sus brazos?- se preguntaba con agonía Serena, sintió la necesidad de tocarla, aún cuando estuviera prohibido nadie se lo impediría, estiró una mano y lentamente la metió en la incubadora, acarició su pequeña mano con uno de sus dedos, su piel era tan suave y tersa, ante este contacto, la bebé volvió a sonreír, Serena pasó sus dedos suavemente por su brazo, llegó hasta su pequeño rostro y acarició sus sonrosadas mejillas, los gestos de la bebé eran de gozo y felicidad, expresiones que eran demasiado dolorosas para Serena, ¿acaso la bebé no sabía que gracias a sus descuidos ella ahora sufría?
Durante un momento permanecieron así, los ojos de la bebé retuvieron por mucho tiempo la mirada de Serena, finalmente una última sonrisa antes de que el monitor que hacía ese molesto sonido emitiera los pitidos más lentos y pausados, el pánico se hizo presente en el rostro de Serena y Darien, ante sus ojos, el corazón de su hija dejaba de funcionar, sus ojos se cerraban y perdían su brillo, su pequeño cuerpecito iba quedándose totalmente frío y sin ningún movimiento.
Era una escena aterradora, Serena y Darien veían con impotencia como sucedía todo, era como si el segundo en el que todo esto pasó fuera eterno, Darien logró rápidamente apretar en botón de alarma de emergencia, en unos instantes un equipo de doctores y enfermeras ya se encontraban allí, hacían todo lo posible, pero era en vano, el pequeño corazón estaba cada vez más débil, cada vez menos latidos y más silencioso…
Los ojos de Darien se cerraron mientras abrazaba fuertemente a Serena, evitando que ella interfiriera en la labor de los doctores, Serena lloraba y forcejeaba encerrada en los brazos de Darien, sentía como la impotencia se apoderaba se ella, su hija estaba muriendo y ella no podía hacer nada…
Finalmente una lágrima corrió por su rostro, bajó desde su lacrimal y llegó hasta la mitad de su mejilla, Serena cerró fuertemente sus ojos y se enterró en el pecho de Darien, los dos lloraron al momento que el tiempo se hacía cada vez más lento…
El tiempo se detuvo, ningún sonido, ningún movimiento, silencio, excepto tres respiraciones, una de ellas demasiado débil, ellos abrieron los ojos, vieron con asombro como todo estaba detenido a excepción de ellos y su hija, inexplicablemente el pequeño cuerpo de la bebé empezó a brillar, el cristal de plata apareció en manos de Serena, repentinamente el cristal dorado apareció también en manos de Darien, sin que ambos supieran el que o porque, ambos cristales se posaron sobre el pequeño cuerpo de la pequeña, brillaron con intensidad y luego una tercera luz salió del pequeño pecho de la pequeña princesa, era un cristal de color rosa, más pequeño que el de sus padres y un poco opacado por su brillo, pero allí estaba, uniéndose con los respectivos cristales de sus padres, sus piedras guardianas, el símbolo de su poder.
Los brillos desaparecieron, el cristal de plata volvió con Serena al igual que el cristal dorado volvió con Darien, el pequeño cristal rosa se introduje en el pecho de la bebé, en donde debía hallarse su corazón. Lentamente todo volvió a ser como antes, todo volvía a tener movimiento, los sonidos podían apreciarse, pero un sonido fue el que dejó asombrados a todo en aquella sala, el sonido del monitor conectado a la bebé, su corazón latía con normalidad y fuerza inexplicablemente para todos menos para ellos dos, sabían que era lo que había ocurrido, la fuerza de sus cristales le había dado la fuerza necesaria al corazón de su bebé, sin duda su cristal representaba el símbolo de su realeza, de su poder, ella había nacido como princesa y desde temprana edad se le había otorgado su derecho y título de realeza, hija de dioses, por lo tanto ella ni moriría, por el contrario, le esperaba una vida plena y feliz al lado de sus padres.
Poco a poco la sala de cuidado intensivo volvió a la normalidad, las miradas de asombro y felicidad eran visibles en todos los rostros, las miradas de alegría de Darien y Serena rebosaban de alegría…
Fin de flash back
Un pequeño llanto en el cuarto de al lado logró sacar a Serena de aquellos pensamientos que la hacían entristecerse, ella sonrió, ahora no había nada de que preocuparse, su vida era perfecta por lo menos hasta ese momento, no debería atormentarse con ese tipo de recuerdos, después de todo ahora vivía feliz con su familia.
-Es tu turno de alimentarla- dijo mientras daba un codazo a Darien quien dormía a su lado
-Lo sé…-respondió él mientras se levantaba de la cama- rayos hace frío hoy- dijo y se colocó una playera
-No tardes- le dijo Serena con una pícara mirada, a lo que Darien respondió con una sonrisa y salió de la habitación.
Darien llegó a la habitación de la bebé con un biberón en la mano, aún estaba adormitado pero pudo apreciar como ella le sonrió mientras entraba en la habitación
-Hola… -le dijo con una suave voz- ¿Cómo amaneció mi pequeña Serena? –la pequeña sonrió y luego estiró su mano- ¿la pequeña Rini tiene hambre? Está bien preciosa, aquí está tu biberón… tu mamá ya despertó, ¿quieres verla? –Rini sonrió de nuevo- Está bien ahora te llevo con ella…- Darien la tomó en sus brazos y la llevó con Serena.
Al entrar en la habitación, encontró a Serena vistiéndose, al verlo entrar con Rini en brazos corrió hacia ellos
-Hola preciosa- le dijo mientras acariciaba con sus dedos las sonrosadas mejillas de Rini- sabes anoche soñé contigo- volvió a decir y le dio un tierno beso en la frente
-Así que solo soñaste con ella- dijo Darien haciéndose el ofendido
-Tú también estabas allí… -Serena puso ahora una mirada seria- pero, antes de ese sueño, tuve otro, una sombra se posaba sobre el planeta, una sombra oscura y enorme ¿Qué crees que signifique?
-No lo sé- contestó Darien nervioso, él sabía lo que significaba, pero no la quería preocupar, hace tres meses que sabía de eso, estaba decidido a no decirle nada a menos que fuera realmente necesario…
-¿Te pasa algo?
-No
-Seguro, pereces nervioso…
-No es nada… no te preocupes…
-Bueno, sabes, he pensado en ir a visitar a Luna y Artemis al palacio, necesito saber como están ellos y… su gatita –ella sonrió al decir eso, recordó como un mes antes de que Serena diera a luz Luna había anunciado a todos de que iría a la luna junto con Artemis a “hacer guardia”, y justamente un mes después de que Rini naciera, en una transmisión una pequeña vocecita se había escuchado mientras Luna hablaba, así había quedado al descubierto su pequeño secretito y todos se habían enterado de que Diana, la hija de Luna y Artemis había nacido…
-¿no crees que si hubiera algo mal ellos nos habrían avisado ya?
-Lo sé, pero también quiero que Rini conozca el palacio- dijo mientras tomaba a la pequeña en sus brazos.
Darien permaneció serio ante la insistencia de Serena de ir a la luna, sabía que si ella iba, correría el riesgo de enterarse de lo que sucedía, pero tampoco podía tratar de persuadirla pues ella sospecharía que él le ocultaba algo, además, era demasiado terca como para desistir de sus planes.
-Hoy iremos a la luna, conocerás a Luna, Artemis y Diana, verás como es el palacio de la luna- Dijo Serena a Rini mientras daba vueltas con ella en todo el cuarto
-¿No crees que te estás precipitando mucho? –Preguntó Darien nervioso nuevamente, no esperaba viajar tan pronto- ¿no prefieres quedarte el día de hoy aquí y disfrutar del día?
-Disfrutar qué, si el día está nublado y gris, no hay siquiera un rayo de sol, prefiero ir a la luna
-Está bien…
Ellos se prepararon y viajaron a la luna, al llegar, todo estaba como habían dejado todo meses atrás, pues después de lo ocurrido nadie había pisado la luna de nuevo a excepción de Luna y Artemis.
-Bienvenidos Princesa Serenity, Príncipe Endymion, no los esperábamos… -dijo una de los guardias del palacio, mientras hacía una reverencia.
-Gracias, ¿en donde están Luna y Artemis? –preguntó Serenity
-En el salón principal, Princesa Serenity, es un honor ser el primero en conocer a la pequeña Princesa…
-Gracias…
Serenity y Endymion entraron en el palacio y se dirigieron al salón principal, al entrar, divisaron a los dos gatos jugando con su pequeña hija…
-No creo que jugando, vayamos a cuidar el planeta…-dijo Serenity
-Serena… perdón Serenity-dijo Luna asombrada- ¡trajiste a la pequeña Rini! ¿Por qué no avisaste que vendrías? Así organizaríamos una bienvenida digna para ustedes y la bebé.
-No te preocupes, eso no importa, lo único que quería era traer a Rini para que la pudieran conchero y que ella se familiarizara con el palacio.
-Artemis, puedo hablar contigo un momento… -dijo Endymion, Serena y Luna solo pudieron verlos con desconcierto como se alejaban de ellas
-Bienvenida alteza- dijo de pronto una vocecita a los pies de Serenity
-Así que tu eres Diana, es un gusto conocerte pequeña- Dijo serena a la diminuta gatita de pelaje lila
-Y para mí es un placer conocerla alteza, a usted, al príncipe Endymion y a la pequeña princesa Serena
-Vaya Luna a pesar de que es tan pequeña es muy educada- dijo Serenity a Luna mientras sostenía en un brazo a Rini y con la otra acariciaba a Diana quien respondía complacidamente ante la caricia de su nueva ama.
-Luna, ¿tú sabes porque Endymion quería hablar con Artemis?-dijo Serenity mientras se levantaba y se dirigía al asiento del trono
-Lo siento, no lo sé, pero Artemis a estado actuando muy raro últimamente, lo he escuchado hablando con él y Gabriel en transmisiones secretas.
-Es extraño… tengo la impresión de que no quería que viniéramos aquí, sospecho que nos ocultan algo…
-¿Tú crees?-dijo Luna con algo de incredulidad
Al parecer Artemis también había logrado mantener en secreto el peligro que le acechaba, claro a petición de Endymion, mientras tanto, en otro lado del palacio…
-Artemis, ¿has averiguado algo más?
-Lo siento Endymion, pero no he sabido nada más, sólo que acelera mientras se acerca, es casi de dos tercios del tamaño de la tierra, un choque provocaría la ruina total del sistema solar e incluso me atrevería a pensar en la
destrucción de la galaxia…
- Así que es grave… ¿en cuanto tiempo estará peligrosamente cerca?
-No lo sé, como te dije antes, cambia de velocidad a medida que se acerca, si me baso en esos cálculos tal vez diría que estaría aquí en tres semanas o tal vez menos…
-Así que después de muerta, aún intenta acabar con su hermana… has encontrado alguna manera de detenerlo, desviarlo, o destruirlo.
-Lo siento… he investigado, pero no encuentro como, nuestros ataques son demasiado débiles como para si quiera desviarlo, incluso si tú o Serenity utilizaran todo su poder, talvez solo podrían hacer que desacelerara… Endymion, creo que es hora de decirles a los demás, en especial a Serenity…
-No, aún no, sé que podemos hacerlo son mezclarla a ella o a las demás en esto, no aún, no quiero que se mortifiquen por esto, Serenity se preocupará demasiado, si no logramos controlarlo prefiero que pase los días disfrutando de su vida…
-Pero Endymion…- Artemis fue interrumpido…
-Así que un peligro nos amenaza… ¿puedo saber de que se trata? O también eso me lo vas a ocultar… -dijo Serenity mientras entraba a la sala en la que se encontraban Endymion y Artemis
-Artemis… ¿como pudiste ocultarme algo así?- preguntó Luna
-lo siento, Luna, pero eran mis órdenes, no podía desobedecer al Príncipe…
-Tranquila Luna, no te enojes con Artemis, de hecho tu también ocultaste algo, recuerdas… ahora, Endymion ¿Por qué me ocultaste esto? ¿Desde cuando lo sabes?
-Perdóname, pero no quería preocuparte, me enteré el día que Rini nació, no te lo dije ese día debido a todo lo que pasó, y luego no quise arruinarte la felicidad…
-No te preocupes…-dijo Serenity mientras se acercaba a él para darle un beso en la frente- sé que lo hiciste pensando en mi felicidad, pero no debiste ocultarme algo tan importante, ahora, explícame por favor de que se trata…
La expresión de Darien cambió, se volvió seria, suspiró fuertemente y explicó
-El día que diste a luz a Rini, Artemis se comunicó con los chicos, y les avisó acerca de esto, los chicos me contaron, se trata de un planeta entero, usado como proyectil, Artemis acaba de descubrir que tiene el tamaño de dos tercios de la tierra, y… se dirige hacia aquí, a estrellarse contra la tierra, provocando la destrucción total del sistema solar y probablemente de la galaxia entera…
-Es tan grave…-dijo Serenity espantada- Artemis que podemos hacer para evitarlo, podemos destruirlo, o detenerlo, talvez desviarlo, cuanto tiempo tenemos…
-Lo siento Serenity –respondió Artemis- pero he calculado todo lo posible, le decía a Endymion que aunque ustedes y los guardianes combinaran sus fuerzas y utilizaran todo su poder talvez solo lograrían desacelerarlo un poco, tenemos talvez tres semanas o menos…
-Y entonces que haremos, necesitamos hacer algo, no podemos quedarnos así a esperar a que suceda y acabe con todo lo que hemos logrado construir, no entiendo ¿Cómo el destino se ha empeñado en hacernos pasar por todo esto?
-Me temo que esta vez no fue el destino, sino el odio de alguien…-dijo Endymion
-El odio… ¿a que te refieres?
-Recuerdas… el incidente aquí en el jardín… recuerdas… que tu hermana tenía un último ataque… bueno, estas son las consecuencias, pensamos que ella, lanzó su planeta entero en contra de la tierra, desafortunadamente no nos dimos cuenta a tiempo y ahora sufrimos las consecuencias… -el rostro de Endymion reflejaba toda la angustia del momento
-No te mortifiques ni te culpes, ¿Cómo íbamos a saber que ella sería capaz de hacer algo así? Aún después de muerta, ella se empeña en destruir mi felicidad, nuestra felicidad; no importa lo que sacrifique, pero, yo detendré ese planeta, por mi hija… por ti…
-No, no pensarás en sacrificar tu vida nuevamente… no otra vez…
-lo siento, pero alguien debe velar por el bien de Rini…
-No te has puesto a pensar que quizás yo pueda detenerlo…
-Lo siento Endymion, pero te amo tanto como para que sacrifiques tu vida, no soportaría cargar con ese peso… creo que lo que hago es un acto de cobardía, perdóname, pero creo que tu eres más fuerte que yo como para soportar mi ausencia, yo no podría soportar una vida sin ti…
-No, es justo por eso que yo no quería decirte lo que sucedía, sabía lo que harías, ni siquiera lo pienses, no pienses en dejarme de nuevo… por favor…
-Chicos, no se precipiten, aún no sabemos si podemos ser capaces de detenerlo, tenemos varias opciones, podemos pedir ayuda a los demás príncipes o solicitar asilo en algún planeta en el que estemos seguros…-dijo Luna
-No Luna, no podemos dejar que toda la gente inocente muera por nuestra culpa, en cierto modo, somos culpables de la suerte que corre el planeta- dijo Serenity
-Luna, me temo, que huir no es una opción… necesitamos varios días de preparación como para salir del radio de peligro, al menos un mes, y el tiempo que tenemos es muy poco, no lograríamos escapar, creo… que estamos destinados a correr la suerte del planeta…-Dijo Artemis
-Pero es que no hay otra salida… -dijo con desconsuelo Luna
-Lo siento- dijo Artemis bajando la mirada al suelo
Ellos regresaron, contaron a las chicas lo ocurrido, la preocupación se apoderó de todas y cada una de ellas, en la
sala de la casa de Serena y Darien ahora se podían apreciar catorce rostros desconsolados dieciséis incluyendo a los dos gatos…
-¿En verdad estamos condenados a morir?-preguntó Mina
-Me temo que sí… a menos que encontremos una forma de salvarnos…-Respondió Anthony
-Nunca imaginé que el odio de una persona fuera tan grande como para hacer ese tipo de cosas…-dijo Lita
-¿Artemis, estás seguro que aún usando todo nuestro poder combinado no podríamos destruirlo?-preguntó Rei
-No, bueno talvez lograríamos desacelerarlo o moverlo un poco, la verdad es que esta situación es demasiado
impredecible…-Contestó Artemis
-¿Y si colocamos un campo de energía? combinando nuestros poderes podríamos formar una barrera que detendría el planeta- dijo Michiru
-ya lo había pensado, pero corremos el riesgo de que cuando la barrera desaparezca, el planeta de nuevo retome su curso y se estrelle, no podemos mantener una barrera eterna…-Contestó Artemis de nuevo
-Esa sería una posibilidad…-manifestó Josh
La mayoría estuvo de acuerdo con esa idea…
-Chicos –les detuvo Artemis- les advierto que si nos inclinamos por este plan, lo más probable es que sus mismas vidas corran peligro… la energía que deberán utilizar será demasiada y llevan las de perderla toda en la construcción y mantenimiento de la barrera…
-Lo sabemos, Artemis, pero es nuestra única opción…-contestó Mina
-Bueno, pues estaremos listos con la barrera… la prepararemos por lo menos medio día antes de que llegue la hora 0…-dijo Serena
-Sí, pero hay algo, que yo quiero pedirte Serena…-dijo Haruka- y creo que la mayoría estará de acuerdo con mi petición…
-Dime Haruka…-contestó Serena
-Quiero que te mantengas al margen de esto… no quiero que malgastes tu energía en la barrera, si el plan no funciona, estoy segura de que al ser solo ustedes tres y los gatos, podrán escapar del planeta, no se necesita de tanta energía para llevar a un grupo pequeño…
-Es cierto, Haruka tiene razón -dijo Michiru- prométenos, que si el plan no funciona, ustedes escaparán de aquí… y vivirán felices por todos nosotros…
Los demás estuvieron de acuerdo ante esta petición… ellos merecían ser felices, ya habían tenido suficiente con todo lo que les había pasado…
-Pero, no puedo dejarlos sacrificarse así… -dijo Serena
-Sí, si puedes y lo harás, promételo, promete que escaparán si nosotros no logramos detener el planeta…-dijo Setsuna
-Pero chicos, es responsabilidad de todos…-dijo Darien
-Si, pero nos damos cuenta que siempre han sido ustedes quienes siempre terminan salvándonos a todos aún a costa de su felicidad, ya es hora que vivan por y para ustedes…-contestó Anthony
-Pero…-dijo Serena y fue interrumpida por Rei
-Nada de nada, promételo Serena, por favor…
Serena no quería, pero aún así ella aceptó…
Pasaron aproximadamente, quince días, como dijo Artemis la aceleración del planeta era cada vez más así que llegó antes, para el día dieciséis el planeta estaba cerca, se estrellaría a la madia noche…
La hora llegó, todos se transformaron, los príncipes, los guardianes y las scouts, todos listos, solo faltaban doce horas…
Serena recordó que meses antes de la guerra contra su hermanastra, ella había mandado a preparar la futura ciudad de Tokio para su protección, así que sería buena idea activar los cristales de aquella ocasión, si quiera para un poco de protección, doce horas antes, ellas y ellos estaban listos, invocaron sus poderes desde lo más profundo de su ser, proyectaron una barrera protectora alrededor de la tierra, lo suficientemente grande como para proteger en su interior a la luna también…
La barrera se mantuvo firme, pasaron seis horas, cada vez más cerca la hora, Serenity sostenía en sus brazos a su pequeña bebé, mientras observaba como los demás mantenían la barrera alrededor de la tierra, a escondidas ella los mantenía a salvo dentro de la barrera que ella había formado protegiendo el área donde se hallaba Tokio, la futura ciudad de cristal estaba totalmente segura…
Pasaron las últimas seis horas, finalmente el momento de la verdad…
El planeta chocó en la berrera, todos los que la sostenían, sintieron en sus cuerpos la presión, como si el enorme
objeto estuviera directamente sobre ellos, la barrera lo detuvo, por unos instantes la esperanza invadió a todos, de pronto, la tierra comenzó a temblar, la presión era demasiada, la opresión de un objeto contra otro hacía que la tierra se estremeciera, las personas que se encontraban descansando salieron alarmadas a las calles, al ver el enorme objeto sobre sus cabezas el pánico los invadió, causando gritos y carreras por resguardarse, pero era inútil, los edificios se estremecían y pronto se empezaron a derrumbar…
El inevitable fin estaba cerca…
Capitulo 38
Inevitable...
Han pasado tres meses, casi un año desde que la bebé había sido concebida, la bebé…
Los tenues rayos de sol entraban por la ventana, el día estaba cubierto por nubes oscuras, en cualquier memento llovería, un claro indicio de que el invierno se acercaba, las aves en sus nidos, presagiando que el día sería frío, sobre una cama blanca con un elegante dosel, descansaba una pareja, cada uno sumido en sus sueños, hace tres meses un sufrimiento había desgarrado sus corazones, el temor de perder a su primer hija…
Una leve brisa entró por la ventana, la chica, Serena sintió el aire frío sobre su cuerpo y despertó, agradecía al viento helado el sacarla de su sueño, ella soñaba con aquellos momentos en el hospital, eran momentos que prefería no recordar, olvidarlos, y borrarlos definitivamente de su memoria. Aún en contra de su voluntad su mente la llevó de regreso a esos dolorosos momentos, haciéndola revivir todo el dolor y angustia que había sentido y que había logrado curar…
Flash back.
-Está bien, el corazón de la bebé es demasiado débil… no hay muchas esperanzas de que sobreviva… -con esas palabras Darien había causado un gran agujero en su corazón
-Débil… -respondió ella- a su mente volvieron imágenes de las veces en que ella había usado su energía de más poniendo en peligro su propia vida, quizás a causa de sus descuidos ahora su bebé estaba en peligro de muerte- es mi culpa- dijo y se echó a llorar
-Porque lo dices… estoy seguro que no es así…-respondió él mientras la abrazaba
-Lo es -dijo ella un poco calmada- recuerdas las veces que usé mi energía llegando al punto de perder la conciencia, eso debió debilitarla también, fui una tonta –dijo mientras lloraba desconsoladamente…
Darien son la abrazaba, ella tenía razón, toda la energía que había usado en esas ocasiones pudieron haber causado que el corazón de la bebé se debilitara, claro él no la iba a culpar a ella pues lo que hizo lo hizo por el bien de los demás, pero ¿Cómo iban a devolverle la fortaleza al corazón de su hija?
-Quiero verla- dijo Serena
-Está bien… -respondió Darien, estaba seguro de que era imposible intentar persuadirla de que lo mejor era que descansara, así que resignado a esto aceptó, además, si no encontraban una solución Serena debería despedirse de ella…
Pidió una silla de ruedas, y en unos instantes ya la tenía allí, cargó a Serena y la sentó lentamente en la silla, él mismo la llevó a Cuidados Intensivos, allí, a través de un vidrio, Serena pudo contemplar por primera vez el rostro de la pequeña criatura, un pedazo de su ser, su hija…
-quiero entrar… -dijo ella
-No creo que sea buena idea, es cuidados intensivos…
-No me importa, quiero estar con ella, quiero… tocarla aunque sea sólo por un momento… -dijo Serena entre sollozos, miró a Darien con esos ojos de súplica a los cuales él no podía negarse
Entraron, el verla allí era devastador para ambos, conectada a tantos aparatos y llena de tubos en todo su cuerpecito, el sonido débil y pausado del monitor que medía su pulso era horrible.
Un suspiro ahogado se escucho, Serena estaba completamente devastada, en ese momento, algo sucedió, la bebé se movió, abrió lentamente sus ojos y la miró, sus grandes y bellos ojos entre rosa y café, se posaron sobre la figura de su madre, movió si pequeña cabecita un poco pora poder verla mejor, allí frente a ella tenía a la persona que la había traído al mundo, ante esta imagen la pequeña bebé sonrió.
La sonrisa fue devastadoramente bella y tierna, Serena apreció todo ese pequeño ser, sus ojos, su cabello rosáceo sin duda un recuerdo de su madre Serenity al igual que sus preciosos ojos, su piel era tan blanca como la de ella, tenía la misma mirada dulce de Darien, ella era perfecta, su pequeña sonrisa era preciosa, pero la situación del momento hacían que ese gesto fuera desgarrador, -¿como puede sonreírle a la mujer que no la había cuidado y por culpa de la cual ahora se encontraba atada a un montón de aparatos y no en sus brazos?- se preguntaba con agonía Serena, sintió la necesidad de tocarla, aún cuando estuviera prohibido nadie se lo impediría, estiró una mano y lentamente la metió en la incubadora, acarició su pequeña mano con uno de sus dedos, su piel era tan suave y tersa, ante este contacto, la bebé volvió a sonreír, Serena pasó sus dedos suavemente por su brazo, llegó hasta su pequeño rostro y acarició sus sonrosadas mejillas, los gestos de la bebé eran de gozo y felicidad, expresiones que eran demasiado dolorosas para Serena, ¿acaso la bebé no sabía que gracias a sus descuidos ella ahora sufría?
Durante un momento permanecieron así, los ojos de la bebé retuvieron por mucho tiempo la mirada de Serena, finalmente una última sonrisa antes de que el monitor que hacía ese molesto sonido emitiera los pitidos más lentos y pausados, el pánico se hizo presente en el rostro de Serena y Darien, ante sus ojos, el corazón de su hija dejaba de funcionar, sus ojos se cerraban y perdían su brillo, su pequeño cuerpecito iba quedándose totalmente frío y sin ningún movimiento.
Era una escena aterradora, Serena y Darien veían con impotencia como sucedía todo, era como si el segundo en el que todo esto pasó fuera eterno, Darien logró rápidamente apretar en botón de alarma de emergencia, en unos instantes un equipo de doctores y enfermeras ya se encontraban allí, hacían todo lo posible, pero era en vano, el pequeño corazón estaba cada vez más débil, cada vez menos latidos y más silencioso…
Los ojos de Darien se cerraron mientras abrazaba fuertemente a Serena, evitando que ella interfiriera en la labor de los doctores, Serena lloraba y forcejeaba encerrada en los brazos de Darien, sentía como la impotencia se apoderaba se ella, su hija estaba muriendo y ella no podía hacer nada…
Finalmente una lágrima corrió por su rostro, bajó desde su lacrimal y llegó hasta la mitad de su mejilla, Serena cerró fuertemente sus ojos y se enterró en el pecho de Darien, los dos lloraron al momento que el tiempo se hacía cada vez más lento…
El tiempo se detuvo, ningún sonido, ningún movimiento, silencio, excepto tres respiraciones, una de ellas demasiado débil, ellos abrieron los ojos, vieron con asombro como todo estaba detenido a excepción de ellos y su hija, inexplicablemente el pequeño cuerpo de la bebé empezó a brillar, el cristal de plata apareció en manos de Serena, repentinamente el cristal dorado apareció también en manos de Darien, sin que ambos supieran el que o porque, ambos cristales se posaron sobre el pequeño cuerpo de la pequeña, brillaron con intensidad y luego una tercera luz salió del pequeño pecho de la pequeña princesa, era un cristal de color rosa, más pequeño que el de sus padres y un poco opacado por su brillo, pero allí estaba, uniéndose con los respectivos cristales de sus padres, sus piedras guardianas, el símbolo de su poder.
Los brillos desaparecieron, el cristal de plata volvió con Serena al igual que el cristal dorado volvió con Darien, el pequeño cristal rosa se introduje en el pecho de la bebé, en donde debía hallarse su corazón. Lentamente todo volvió a ser como antes, todo volvía a tener movimiento, los sonidos podían apreciarse, pero un sonido fue el que dejó asombrados a todo en aquella sala, el sonido del monitor conectado a la bebé, su corazón latía con normalidad y fuerza inexplicablemente para todos menos para ellos dos, sabían que era lo que había ocurrido, la fuerza de sus cristales le había dado la fuerza necesaria al corazón de su bebé, sin duda su cristal representaba el símbolo de su realeza, de su poder, ella había nacido como princesa y desde temprana edad se le había otorgado su derecho y título de realeza, hija de dioses, por lo tanto ella ni moriría, por el contrario, le esperaba una vida plena y feliz al lado de sus padres.
Poco a poco la sala de cuidado intensivo volvió a la normalidad, las miradas de asombro y felicidad eran visibles en todos los rostros, las miradas de alegría de Darien y Serena rebosaban de alegría…
Fin de flash back
Un pequeño llanto en el cuarto de al lado logró sacar a Serena de aquellos pensamientos que la hacían entristecerse, ella sonrió, ahora no había nada de que preocuparse, su vida era perfecta por lo menos hasta ese momento, no debería atormentarse con ese tipo de recuerdos, después de todo ahora vivía feliz con su familia.
-Es tu turno de alimentarla- dijo mientras daba un codazo a Darien quien dormía a su lado
-Lo sé…-respondió él mientras se levantaba de la cama- rayos hace frío hoy- dijo y se colocó una playera
-No tardes- le dijo Serena con una pícara mirada, a lo que Darien respondió con una sonrisa y salió de la habitación.
Darien llegó a la habitación de la bebé con un biberón en la mano, aún estaba adormitado pero pudo apreciar como ella le sonrió mientras entraba en la habitación
-Hola… -le dijo con una suave voz- ¿Cómo amaneció mi pequeña Serena? –la pequeña sonrió y luego estiró su mano- ¿la pequeña Rini tiene hambre? Está bien preciosa, aquí está tu biberón… tu mamá ya despertó, ¿quieres verla? –Rini sonrió de nuevo- Está bien ahora te llevo con ella…- Darien la tomó en sus brazos y la llevó con Serena.
Al entrar en la habitación, encontró a Serena vistiéndose, al verlo entrar con Rini en brazos corrió hacia ellos
-Hola preciosa- le dijo mientras acariciaba con sus dedos las sonrosadas mejillas de Rini- sabes anoche soñé contigo- volvió a decir y le dio un tierno beso en la frente
-Así que solo soñaste con ella- dijo Darien haciéndose el ofendido
-Tú también estabas allí… -Serena puso ahora una mirada seria- pero, antes de ese sueño, tuve otro, una sombra se posaba sobre el planeta, una sombra oscura y enorme ¿Qué crees que signifique?
-No lo sé- contestó Darien nervioso, él sabía lo que significaba, pero no la quería preocupar, hace tres meses que sabía de eso, estaba decidido a no decirle nada a menos que fuera realmente necesario…
-¿Te pasa algo?
-No
-Seguro, pereces nervioso…
-No es nada… no te preocupes…
-Bueno, sabes, he pensado en ir a visitar a Luna y Artemis al palacio, necesito saber como están ellos y… su gatita –ella sonrió al decir eso, recordó como un mes antes de que Serena diera a luz Luna había anunciado a todos de que iría a la luna junto con Artemis a “hacer guardia”, y justamente un mes después de que Rini naciera, en una transmisión una pequeña vocecita se había escuchado mientras Luna hablaba, así había quedado al descubierto su pequeño secretito y todos se habían enterado de que Diana, la hija de Luna y Artemis había nacido…
-¿no crees que si hubiera algo mal ellos nos habrían avisado ya?
-Lo sé, pero también quiero que Rini conozca el palacio- dijo mientras tomaba a la pequeña en sus brazos.
Darien permaneció serio ante la insistencia de Serena de ir a la luna, sabía que si ella iba, correría el riesgo de enterarse de lo que sucedía, pero tampoco podía tratar de persuadirla pues ella sospecharía que él le ocultaba algo, además, era demasiado terca como para desistir de sus planes.
-Hoy iremos a la luna, conocerás a Luna, Artemis y Diana, verás como es el palacio de la luna- Dijo Serena a Rini mientras daba vueltas con ella en todo el cuarto
-¿No crees que te estás precipitando mucho? –Preguntó Darien nervioso nuevamente, no esperaba viajar tan pronto- ¿no prefieres quedarte el día de hoy aquí y disfrutar del día?
-Disfrutar qué, si el día está nublado y gris, no hay siquiera un rayo de sol, prefiero ir a la luna
-Está bien…
Ellos se prepararon y viajaron a la luna, al llegar, todo estaba como habían dejado todo meses atrás, pues después de lo ocurrido nadie había pisado la luna de nuevo a excepción de Luna y Artemis.
-Bienvenidos Princesa Serenity, Príncipe Endymion, no los esperábamos… -dijo una de los guardias del palacio, mientras hacía una reverencia.
-Gracias, ¿en donde están Luna y Artemis? –preguntó Serenity
-En el salón principal, Princesa Serenity, es un honor ser el primero en conocer a la pequeña Princesa…
-Gracias…
Serenity y Endymion entraron en el palacio y se dirigieron al salón principal, al entrar, divisaron a los dos gatos jugando con su pequeña hija…
-No creo que jugando, vayamos a cuidar el planeta…-dijo Serenity
-Serena… perdón Serenity-dijo Luna asombrada- ¡trajiste a la pequeña Rini! ¿Por qué no avisaste que vendrías? Así organizaríamos una bienvenida digna para ustedes y la bebé.
-No te preocupes, eso no importa, lo único que quería era traer a Rini para que la pudieran conchero y que ella se familiarizara con el palacio.
-Artemis, puedo hablar contigo un momento… -dijo Endymion, Serena y Luna solo pudieron verlos con desconcierto como se alejaban de ellas
-Bienvenida alteza- dijo de pronto una vocecita a los pies de Serenity
-Así que tu eres Diana, es un gusto conocerte pequeña- Dijo serena a la diminuta gatita de pelaje lila
-Y para mí es un placer conocerla alteza, a usted, al príncipe Endymion y a la pequeña princesa Serena
-Vaya Luna a pesar de que es tan pequeña es muy educada- dijo Serenity a Luna mientras sostenía en un brazo a Rini y con la otra acariciaba a Diana quien respondía complacidamente ante la caricia de su nueva ama.
-Luna, ¿tú sabes porque Endymion quería hablar con Artemis?-dijo Serenity mientras se levantaba y se dirigía al asiento del trono
-Lo siento, no lo sé, pero Artemis a estado actuando muy raro últimamente, lo he escuchado hablando con él y Gabriel en transmisiones secretas.
-Es extraño… tengo la impresión de que no quería que viniéramos aquí, sospecho que nos ocultan algo…
-¿Tú crees?-dijo Luna con algo de incredulidad
Al parecer Artemis también había logrado mantener en secreto el peligro que le acechaba, claro a petición de Endymion, mientras tanto, en otro lado del palacio…
-Artemis, ¿has averiguado algo más?
-Lo siento Endymion, pero no he sabido nada más, sólo que acelera mientras se acerca, es casi de dos tercios del tamaño de la tierra, un choque provocaría la ruina total del sistema solar e incluso me atrevería a pensar en la
destrucción de la galaxia…
- Así que es grave… ¿en cuanto tiempo estará peligrosamente cerca?
-No lo sé, como te dije antes, cambia de velocidad a medida que se acerca, si me baso en esos cálculos tal vez diría que estaría aquí en tres semanas o tal vez menos…
-Así que después de muerta, aún intenta acabar con su hermana… has encontrado alguna manera de detenerlo, desviarlo, o destruirlo.
-Lo siento… he investigado, pero no encuentro como, nuestros ataques son demasiado débiles como para si quiera desviarlo, incluso si tú o Serenity utilizaran todo su poder, talvez solo podrían hacer que desacelerara… Endymion, creo que es hora de decirles a los demás, en especial a Serenity…
-No, aún no, sé que podemos hacerlo son mezclarla a ella o a las demás en esto, no aún, no quiero que se mortifiquen por esto, Serenity se preocupará demasiado, si no logramos controlarlo prefiero que pase los días disfrutando de su vida…
-Pero Endymion…- Artemis fue interrumpido…
-Así que un peligro nos amenaza… ¿puedo saber de que se trata? O también eso me lo vas a ocultar… -dijo Serenity mientras entraba a la sala en la que se encontraban Endymion y Artemis
-Artemis… ¿como pudiste ocultarme algo así?- preguntó Luna
-lo siento, Luna, pero eran mis órdenes, no podía desobedecer al Príncipe…
-Tranquila Luna, no te enojes con Artemis, de hecho tu también ocultaste algo, recuerdas… ahora, Endymion ¿Por qué me ocultaste esto? ¿Desde cuando lo sabes?
-Perdóname, pero no quería preocuparte, me enteré el día que Rini nació, no te lo dije ese día debido a todo lo que pasó, y luego no quise arruinarte la felicidad…
-No te preocupes…-dijo Serenity mientras se acercaba a él para darle un beso en la frente- sé que lo hiciste pensando en mi felicidad, pero no debiste ocultarme algo tan importante, ahora, explícame por favor de que se trata…
La expresión de Darien cambió, se volvió seria, suspiró fuertemente y explicó
-El día que diste a luz a Rini, Artemis se comunicó con los chicos, y les avisó acerca de esto, los chicos me contaron, se trata de un planeta entero, usado como proyectil, Artemis acaba de descubrir que tiene el tamaño de dos tercios de la tierra, y… se dirige hacia aquí, a estrellarse contra la tierra, provocando la destrucción total del sistema solar y probablemente de la galaxia entera…
-Es tan grave…-dijo Serenity espantada- Artemis que podemos hacer para evitarlo, podemos destruirlo, o detenerlo, talvez desviarlo, cuanto tiempo tenemos…
-Lo siento Serenity –respondió Artemis- pero he calculado todo lo posible, le decía a Endymion que aunque ustedes y los guardianes combinaran sus fuerzas y utilizaran todo su poder talvez solo lograrían desacelerarlo un poco, tenemos talvez tres semanas o menos…
-Y entonces que haremos, necesitamos hacer algo, no podemos quedarnos así a esperar a que suceda y acabe con todo lo que hemos logrado construir, no entiendo ¿Cómo el destino se ha empeñado en hacernos pasar por todo esto?
-Me temo que esta vez no fue el destino, sino el odio de alguien…-dijo Endymion
-El odio… ¿a que te refieres?
-Recuerdas… el incidente aquí en el jardín… recuerdas… que tu hermana tenía un último ataque… bueno, estas son las consecuencias, pensamos que ella, lanzó su planeta entero en contra de la tierra, desafortunadamente no nos dimos cuenta a tiempo y ahora sufrimos las consecuencias… -el rostro de Endymion reflejaba toda la angustia del momento
-No te mortifiques ni te culpes, ¿Cómo íbamos a saber que ella sería capaz de hacer algo así? Aún después de muerta, ella se empeña en destruir mi felicidad, nuestra felicidad; no importa lo que sacrifique, pero, yo detendré ese planeta, por mi hija… por ti…
-No, no pensarás en sacrificar tu vida nuevamente… no otra vez…
-lo siento, pero alguien debe velar por el bien de Rini…
-No te has puesto a pensar que quizás yo pueda detenerlo…
-Lo siento Endymion, pero te amo tanto como para que sacrifiques tu vida, no soportaría cargar con ese peso… creo que lo que hago es un acto de cobardía, perdóname, pero creo que tu eres más fuerte que yo como para soportar mi ausencia, yo no podría soportar una vida sin ti…
-No, es justo por eso que yo no quería decirte lo que sucedía, sabía lo que harías, ni siquiera lo pienses, no pienses en dejarme de nuevo… por favor…
-Chicos, no se precipiten, aún no sabemos si podemos ser capaces de detenerlo, tenemos varias opciones, podemos pedir ayuda a los demás príncipes o solicitar asilo en algún planeta en el que estemos seguros…-dijo Luna
-No Luna, no podemos dejar que toda la gente inocente muera por nuestra culpa, en cierto modo, somos culpables de la suerte que corre el planeta- dijo Serenity
-Luna, me temo, que huir no es una opción… necesitamos varios días de preparación como para salir del radio de peligro, al menos un mes, y el tiempo que tenemos es muy poco, no lograríamos escapar, creo… que estamos destinados a correr la suerte del planeta…-Dijo Artemis
-Pero es que no hay otra salida… -dijo con desconsuelo Luna
-Lo siento- dijo Artemis bajando la mirada al suelo
Ellos regresaron, contaron a las chicas lo ocurrido, la preocupación se apoderó de todas y cada una de ellas, en la
sala de la casa de Serena y Darien ahora se podían apreciar catorce rostros desconsolados dieciséis incluyendo a los dos gatos…
-¿En verdad estamos condenados a morir?-preguntó Mina
-Me temo que sí… a menos que encontremos una forma de salvarnos…-Respondió Anthony
-Nunca imaginé que el odio de una persona fuera tan grande como para hacer ese tipo de cosas…-dijo Lita
-¿Artemis, estás seguro que aún usando todo nuestro poder combinado no podríamos destruirlo?-preguntó Rei
-No, bueno talvez lograríamos desacelerarlo o moverlo un poco, la verdad es que esta situación es demasiado
impredecible…-Contestó Artemis
-¿Y si colocamos un campo de energía? combinando nuestros poderes podríamos formar una barrera que detendría el planeta- dijo Michiru
-ya lo había pensado, pero corremos el riesgo de que cuando la barrera desaparezca, el planeta de nuevo retome su curso y se estrelle, no podemos mantener una barrera eterna…-Contestó Artemis de nuevo
-Esa sería una posibilidad…-manifestó Josh
La mayoría estuvo de acuerdo con esa idea…
-Chicos –les detuvo Artemis- les advierto que si nos inclinamos por este plan, lo más probable es que sus mismas vidas corran peligro… la energía que deberán utilizar será demasiada y llevan las de perderla toda en la construcción y mantenimiento de la barrera…
-Lo sabemos, Artemis, pero es nuestra única opción…-contestó Mina
-Bueno, pues estaremos listos con la barrera… la prepararemos por lo menos medio día antes de que llegue la hora 0…-dijo Serena
-Sí, pero hay algo, que yo quiero pedirte Serena…-dijo Haruka- y creo que la mayoría estará de acuerdo con mi petición…
-Dime Haruka…-contestó Serena
-Quiero que te mantengas al margen de esto… no quiero que malgastes tu energía en la barrera, si el plan no funciona, estoy segura de que al ser solo ustedes tres y los gatos, podrán escapar del planeta, no se necesita de tanta energía para llevar a un grupo pequeño…
-Es cierto, Haruka tiene razón -dijo Michiru- prométenos, que si el plan no funciona, ustedes escaparán de aquí… y vivirán felices por todos nosotros…
Los demás estuvieron de acuerdo ante esta petición… ellos merecían ser felices, ya habían tenido suficiente con todo lo que les había pasado…
-Pero, no puedo dejarlos sacrificarse así… -dijo Serena
-Sí, si puedes y lo harás, promételo, promete que escaparán si nosotros no logramos detener el planeta…-dijo Setsuna
-Pero chicos, es responsabilidad de todos…-dijo Darien
-Si, pero nos damos cuenta que siempre han sido ustedes quienes siempre terminan salvándonos a todos aún a costa de su felicidad, ya es hora que vivan por y para ustedes…-contestó Anthony
-Pero…-dijo Serena y fue interrumpida por Rei
-Nada de nada, promételo Serena, por favor…
Serena no quería, pero aún así ella aceptó…
Pasaron aproximadamente, quince días, como dijo Artemis la aceleración del planeta era cada vez más así que llegó antes, para el día dieciséis el planeta estaba cerca, se estrellaría a la madia noche…
La hora llegó, todos se transformaron, los príncipes, los guardianes y las scouts, todos listos, solo faltaban doce horas…
Serena recordó que meses antes de la guerra contra su hermanastra, ella había mandado a preparar la futura ciudad de Tokio para su protección, así que sería buena idea activar los cristales de aquella ocasión, si quiera para un poco de protección, doce horas antes, ellas y ellos estaban listos, invocaron sus poderes desde lo más profundo de su ser, proyectaron una barrera protectora alrededor de la tierra, lo suficientemente grande como para proteger en su interior a la luna también…
La barrera se mantuvo firme, pasaron seis horas, cada vez más cerca la hora, Serenity sostenía en sus brazos a su pequeña bebé, mientras observaba como los demás mantenían la barrera alrededor de la tierra, a escondidas ella los mantenía a salvo dentro de la barrera que ella había formado protegiendo el área donde se hallaba Tokio, la futura ciudad de cristal estaba totalmente segura…
Pasaron las últimas seis horas, finalmente el momento de la verdad…
El planeta chocó en la berrera, todos los que la sostenían, sintieron en sus cuerpos la presión, como si el enorme
objeto estuviera directamente sobre ellos, la barrera lo detuvo, por unos instantes la esperanza invadió a todos, de pronto, la tierra comenzó a temblar, la presión era demasiada, la opresión de un objeto contra otro hacía que la tierra se estremeciera, las personas que se encontraban descansando salieron alarmadas a las calles, al ver el enorme objeto sobre sus cabezas el pánico los invadió, causando gritos y carreras por resguardarse, pero era inútil, los edificios se estremecían y pronto se empezaron a derrumbar…
El inevitable fin estaba cerca…
Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
komo q el fin inevitable????
ke es lo que va a pasar?? no se puede extinguir el planeta!! no puede .. estoy segura de que serena va hacer algo .... algo se le va a venir a la cabezaa
odio a la hermana de serena ¬¬ la odio tanto que ni me acuerdo komo se llamam.... xD
me dejasteeee muy muy muy muy muy muy metidaaaaaa
t lo ruegooo actualiza muy muy muy muy prontoooo
esta demaciado bueno tu fic como para esperar tantoo
xfa actualiza
bye =)
ke es lo que va a pasar?? no se puede extinguir el planeta!! no puede .. estoy segura de que serena va hacer algo .... algo se le va a venir a la cabezaa
odio a la hermana de serena ¬¬ la odio tanto que ni me acuerdo komo se llamam.... xD
me dejasteeee muy muy muy muy muy muy metidaaaaaa
t lo ruegooo actualiza muy muy muy muy prontoooo
esta demaciado bueno tu fic como para esperar tantoo
xfa actualiza
bye =)
kndyc- Sailor Star Light
- Mensajes : 524
Edad : 32
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
wow!!! fue espectacular lo k acabo de leer!!!
pero el fin inevitables porfiss k no le pase nada a la pekeña dama!!
maldita hermanastra de serena!!!
espero ka ctualizessssssssssssssssssssssssss muy luegooooooooooooooooo porfis!!!
ACTUALIZA!!!!
porfis ^^!!
besiitos cuidate muxio !! xauz n.n!!
pero el fin inevitables porfiss k no le pase nada a la pekeña dama!!
maldita hermanastra de serena!!!
espero ka ctualizessssssssssssssssssssssssss muy luegooooooooooooooooo porfis!!!
ACTUALIZA!!!!
porfis ^^!!
besiitos cuidate muxio !! xauz n.n!!
cotiita_stars- Sailor Inner Scout
- Mensajes : 239
Edad : 35
Sexo :
Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
nooooooooooooooooooo por favor que alguien detenga esta catastrofe que la Tierra y la Luna se salven una vez mas
sailor mercuri o neptune- Princesa Serena
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