EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
es muy lindo tu fic
actualiza pronto
besos
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kimys- Reina Serenity
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
ahh serena esta embarazada!!! yea!!! aunque ya se sabia jeje me da mucho gusto esta noticia aunque no entiendo la preocupacion de darien¿porque se pone asi? tiene razon su padre los dos sn la equidad perfecta que hermosos tu fic sin duda uno de mis favoritos sigye asi amiga!!
usagui_px- Neo Reina Serena
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
bueno mañana subo el siguiente capitulo espero no se deseséren jeje esque no eh poido subirlo por que esta fallando mucho el internet pero mañana ya tienen el otro capi
Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
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ingrid- Sailor Outer Scout
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
perdonse que prometi que el lunes actualizaria pero tuve que estudira para un examen peor eh aqui la recompensa por esperarme
Capitulo 32
Una extraña promesa
Sus pensamientos estaba perdidos, ¿en que rayos estaba pensando? ¿Como podía haberle respondido de esa manera? Apenas se acababan de casar, no era su culpa, pero él no podía expresarle como se sentía, ese tipo de sentimiento no iban con él, el arrepentimiento por haberla dejado sola empezaba a carcomer su corazón, -no como fui tan estúpido en decirle esas cosas, que va a pensar, ella solo quería ayudarme, pero, no puedo evitar sentirme así- pensaba mientras vagaba por alguna de las calles griegas, el brillante día empezó a transformarse en atardecer y muy pronto la noche estuvo presente, seguía caminando por las calles sin rumbo alguno, mientra tanto, en el hotel su ahora esposa, lo esperaba ansiosa y emocionada, ¿como reaccionaría ante la buena nueva que debía darle?
El reloj marcaba las 8 de la noche, Serena esperaba sentada en el sillón de la sala de su suite, en la mano derecha sostenía el mismo objeto blanco, no lo había soltado durante horas, estaba esperando a Darien para darle la noticia, pero parecía que a él se lo había tragado la tierra, Serena estaba empezando a preocuparse, ¿Qué habría pasado con él? Ella sabía que, lo que él sentía no se pasaría de un momento a otro, pero si quiera debería llamar para hacerle saber que se encontraba bien, ¡por Dios santo, se acababan de casar! Claro ella entendía como debería sentirse, pero ¿era realmente necesario que él se alejara completamente de ella, acaso no lo podría ayudar? ella se volvería loca si no sabía nada de él, era suficiente, estaba decidida a salir a buscarlo a las calles, se levantó del sillón, guardó las pruebas, y tomó su bolso, en ese momento cuando se disponía a abrir la puerta, ella logró escuchar de otro lado pasos, alguien se acercó a la puerta, pudo observar una sombra por debajo de la puerta, la cerradura sonó y la puerta se abrió, precisamente era Darien quien se encontraba del otro lado, su expresión era totalmente distinta a la habitual…
-Darien… -dijo en un suspiro casi inaudible Serena
-Perdóname, seguramente te preocupaste por mí, lo siento no lo volveré a hacer… -dijo Darien
-Porqué… porqué no me dices como te sientes, ¿era necesario que te fueras y me dejaras aquí? ¿Acaso no crees que sea capaz de comprender lo que sientes en estos momentos?, por favor Darien…-Serena se resignó, definitivamente no era el mejor momento para darle tan dichosa noticia…
-Lo siento… es solo que quería estar solo unos momentos, perdóname Serena por favor, cometí un error al no tomarte en cuanta, es solo que el haber visto al hombre que me dejó solo en el pasado, que me privó de la compañía de mi hermano… y que me ha obligado a llevar mi vida en otra dirección, ha sido muy duro para mí…
-Lo sé, se que ni tu ni yo queríamos esta vida, pero no podemos evitarlo –Serena suspiró- tú sabes mejor que nadie que yo aún no quiero esas responsabilidades, me mata la idea de pensarme a mi como una princesa poderosa heredera de un reino, y ahora el saber que también se me conocerá como una diosa…pero puedo sobrellevarlo –ella se acercó a él y acarició suavemente una de sus mejillas con su mano- cuando te pienso siempre conmigo…
-Serena… yo no he dicho que me disguste mi vida, es solo que el verlo a él, y escucharlo me produjo sentimientos que nunca creí que llegaría a sentir… Serena… Yo sentí odio… odio por él, por abandonarme, ya sé que Apolo nunca fue paternalista, pero si me consideraba su heredero, siquiera me hubiera visitado unas cuantas veces, en vez de dejarme abandonado en un palacio…
-Lo sé… Darien… yo… -Serena se debatía mentalmente sobre decirle o esperar el momento más adecuado para decirle, después de todo, no iba a poder ocultarlo por mucho tiempo, él era doctor, seguramente no tardaría en darse cuenta de sus cambios físicos, aunque era extraño que aún no lo notara…
-Dime… que te ocurre, te noto extraña… lo siento debí preocuparte mucho… te prometo que mañana disfrutaremos de un día normal
-No, no es eso… bueno yo… quería decirte algo…
-Dime… ya sabes que cualquier cosa puedes decírmelo sin miedo… te entenderé…
Claro se lo diría sin miedo… pero ella reflexionó ¿y si él aún no estaba preparado para la noticia? ¿Qué diría, que pensaría? Eran confusiones muy humanas, luego de pensar otro rato, reflexionó, éste no era el mejor momento, estaban en medio de una guerra, ella debía entrenar, sus poderes aún no se encontraban al 100 %, sí él y las chicas se enteraban seguramente no la dejarían pelear, seguramente ni si quiera la dejarían entrenar un poco ni usar sus poderes… definitivamente no, decidió guardar el secreto para sí misma un poco más, sentir esa alegría ella sola, solo por unos días más, aunque nada aseguraba que quizás pasara semanas o incluso un par de meses guardando ese secreto, debía ser muy cautelosa para que nadie notara nada…
-Serena… estás bien… -preguntó Darien
-Si es solo que divagué un poco…
-Y bien… que querías decirme
-Yo… siento lo que ocurrió en el templo, creo que quizás no fue buena idea, siento haber insistido que fuéramos al templo de Apolo
-No te preocupes, me siento mejor, aunque he sido egoísta al no preguntarte como te sientes tú, después de todo has recibido la misma noticia que yo…
-Estoy bien, no niego que preferiría ser una chica normal, pero no puedo evitarlo, he aprendido a resignarme después de tantos años…
-ya veo… parece que estábamos destinados a ser muy diferentes a los demás después de todo… primero príncipes herederos, luego dioses… ¿qué mas nos espera?
La pregunta de Darien hizo eco en la mente de Serena, ¿que les deparaba el futuro? ¿Había aún más sorpresas? Si era así que más podía esperar… que la nombraran emperatriz del universo entero, eso era improbable, pero de cierta forma ya lo era, era de las princesas más fuertes, o más bien ella y Darien afirmativamente eran los más poderosos, aunque no los nombrarían para gobernar el universo entero… pero que otras sorpresas le esperaban, ¿Qué su hermana le pidiera perdón por intentar asesinarla? Ella agradecería esto, le ahorraría muchas penas; eso la hizo preguntarse, tendría ella más hermanos… no, so no podía pasar, el libro no decía mas cosas sobre otros descendientes; el libro… ahora que lo recordaba que su madre le había dicho que eran dos libros, si quizás encontraba el otro, resolvería muchas dudas, pero, ¿en donde demonios estaba el otro libro? En el palacio de la luna no estaba… talvez estaría en la biblioteca de algún lejano reina, haciendo casi imposible localizarlo…
Esos momentos pasaron de prisa en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos, eso no era incómodo, ambos sabían que el silencio en aquellos momentos era lo mejor, muchos pensamientos habitaban la cabeza de Serena, aquel acontecimiento que tendría lugar dentro de 6 u 7 meses quizás, no 7 meses estaba segura, sería el día de su cumpleaños, -¡que buen regalo!- ella pensó, pero, al mismo tiempo la angustia la aquejaba, ¿que pasaría si en esos momentos de fragilidad su media hermana decidía atacarla y ella no se podría defender? Ella corría peligro, lo sabía, dos vidas estaban en riesgo, pero ante esta nueva noticia ella decidió proteger esta nueva vida con la suya propia, no importaba el costo, ella la protegería; los minutos pasaron, lentos, silenciosos, los párpados de Serena pesaban, demasiado para aguantar, tenía que descansar, se dirigió a la habitación, se puso una pijama elegante y se dirigió a la cama, estaba demasiado cansada, para su sorpresa, Darien se dirigió a la cama en ese mismo momento, ya estaba listo para dormir también, al parecer el cansancio los había atacado a ambos al mismo tiempo, era la primera vez que compartirían la cama, como esposos…
-Te ves muy cansada… -dijo Darien
-Si lo sé, tú te ves cansado también…
-Si, será mejor que durmamos bien, te prometo que mañana será diferente… -él pasó su brazo alrededor de Serena y ella posó su cabeza cómodamente sobre el pecho de él
-Darien…
-Si, dime –respondió el con suave y seductora voz, mientras acariciaba la mejilla de Serena
-Quiero… quiero que… que me prometas algo…
-Lo que quieras… sabes que jamás te negaría algo a ti
-Si… si me pasara algo… y yo…
-¿Si te pasara que y si tú que? –Preguntó angustiado Darien- Serena a que te refieres
-Bueno pues… he estado pensando, pues… que como estamos en guerra, que algo… podría pasar…
-¿A que te refieres? Que podría pasarle a la mujer más poderosa del universo…
-Darien, esto es en serio, por favor, solo te quiero pedir que…
-Serena que te hace pensar que algo te va a pasar, sabes que yo no permitiré eso… nunca dejaré que algo o alguien te haga daño
-Lo sé, pero no puedes estar todo el tiempo conmigo; por favor escúchame…
-Está bien, dime que es lo que quieres…
-Solo quiero que me prometas que si algo me pasa… yo… quiero… quiero que conserves mi cuerpo…
-¿qué? ¿Cómo quieres que haga eso?
-Darien… escúchame… solo prométeme eso, quiero que conserves mi cuerpo, hasta el día de mi cumpleaños, solo eso te pido, por favor prométemelo
-Serena ¿te encuentras bien? No tienes fiebre ni nada de eso…-Darien estaba preocupado- para que quieres que haga eso, sabes que si algo te pasara y espero que no sea así… yo… yo no soportaría verte… tú, tu cuerpo sin vida… sin tu esencia, sería solo como torturarme saber que allí estas, pero no eres tú, que solo es el cascarón de lo que más amo… ¿porqué me pides eso…? ¿Por qué estás diciendo esas cosas? ¿Ha pasado algo que no me hayas contado?
-No –respondió ella fríamente- es sólo por precaución, siento que la batalla está cerca, y tengo un presentimiento, no sé si bueno o malo… es todo… pero, ¿vas a cumplir con lo que he pedido?
-Si eso te tranquiliza, lo haré, aunque no entiendo muy bien porqué dices estas cosas, ya verás que nada pasará…-aceptó Darien sin saber lo que esto significaría en un futuro.
Serena quería creer en las palabras de Darien, pero de todas formas, ella se aseguraría que nada malo sucediera, si algo le llegaba a pasar, pensó en lo que le dijo Darien sobre torturarse todos los días, ver su cuerpo sin vida, pero tendría su recompensa, el día de su cumpleaños, él sentiría un poco de felicidad si es que las cosas iban mal y algo le pasaba a ella, después de todo, no podía estar segura que siempre estaría bien… a pesar de todo, en su corazón sentía un ligera punzada, señal de que algo andaba mal, por eso decidió tomar esas precauciones, protegería la nueva vida a toda costa…
Los días pasaron rápidamente, los amargos momentos fueron quedando olvidados y Serena y Darien tuvieron una romántica luna de miel, pasearon, todo lo que pudieron, se olvidaron de cualquier problema… por unos momentos ellos fueron felices.
Llegó la hora de volver, luego de dos semanas en Grecia, ellos debían volver a sus vidas, retomar sus obligaciones y seguir con sus planes, en el aeropuerto Serena descansaba en una de las sillas del lugar, Darien hacía el papeleo necesario para regresar a Japón, todo estuvo listo, abordaron el avión y partieron de regreso a donde los esperaban sus amigos…
Era ya entrada la noche, las luces de la iluminaban sublimemente la ciudad, no era hora para estar despiertos, pero aún así, la ciudad siempre mantenía su brillo esplendoroso, sobre el centro, la Torre de Tokio se erigía majestuosamente, la ciudad se veía bellísima, de pronto, el sonido de la turbina del avión la hizo volver en sí, el alta voz se activó y la voz del capitán se escuchó –prepárense para el aterrizaje, por favor los pasajeros deben ponerse el cinturón de seguridad, aterrizamos en cinco minutos- las luces de la pista de aterrizaje se acercaban cada vez más, el avión iba bajando y Serena sentía la presión que la gravedad ejercía, en unos pocos minutos el avión se deslizaba por la pista y muy pronto se detuvo, los pasajeros bajaron, y se dirigieron a la puerta de salida. Ellos se sorprendieron al ver que en la terminal los esperaban todos sus amigos para llevarlos a casa.
Las dudas de las chicas se hicieron evidentes en sus rostros, pero todas estuvieron de acuerdo en que era mejor esperar a que Serena estuviera sola para interrogarla y que así les contara todos los detalles de su viaje, aunque la actitud d Serena las confundió un poco, en vez de regresar feliz del todo, ella y Darien se veían un tanto preocupados…
Cada pareja regresó en sus respectivos automóviles, Darien y Serena iban en el automóvil de Anthony junto con Mina, los minutos pasaron en silencio, la extraña actitud de Darien y Serena debía ser por algo, claro que no los presionarían, ellos eran libres de contarles lo que les pasaba cuando ellos quisieran.
Llegaron a casa de Darien y Serena, las chicas se asombraron al ver la fabulosa residencia, claro la única que la conocía era Mina, ellos bajaron y ayudaron a la pareja con el equipaje, a pesar de ser tan tarde ellos querían saber lo que sucedía, una vez dentro sucedió…
-Chicos, hay algo… que quiero comentarles… pero será mejor esperar hasta mañana, ya es tarde…-dijo Serena un tanto insegura
-Dinos Serena, no te preocupes. -contestó Rei
-Debemos contarles algo, verán… en Grecia ocurrió…-dijo Serena, pero Darien no la dejó terminar
-En los templos dedicados a Selene y Apolo, fuimos normados los sucesores de los dioses…-dijo Darien en forma seria y directa, no era el momento para andarse con rodeos, esta noticia, sorprendió a todos, el único que pudo articular palabra fue Anthony.
-¿Sucesores de los dioses?
-Así es… cuando visitamos el templo de Selene, mi madre… apareció frente a nosotros y me nombró su heredera, lo mismo sucedió en el templo de Apolo, quien nombró sucesor a Darien… sucedieron otras cosas… -dijo Serena
-¿Cosas como que? –preguntó Amy
-Bueno, es que… confirmamos que es mi hermana Leila quien está detrás de todo… y tenemos sospechas que Baltasar el hermano de Endymion y Gabriel la está ayudando, quieren vengarse de nosotros…
-¿y que es lo que vamos a hacer?
- Pues… -Serena fue interrumpida en ese momento por Luna y Artemis que entraban en la sala
- ¡Serena! ¡Tenemos problemas! ¡Serios problemas!
- ¿Qué sucede Luna? ¿Qué pasa, porque tanto escándalo?
-¡Serena, que bueno que llegaron! ¡no saben lo que ha ocurrido¡ -dijo Artemis
- Luna, Artemis ¿que pasa? –preguntó Serena asustada
-Recibimos una transmisión de la luna… las chicas informaron que… -dijo Luna pero no pudo terminar de articular la oración
-Los habitantes de uno de los planetas de fuego han sido totalmente masacrados… -concluyó Artemis con angustia en la voz.
Capitulo 32
Una extraña promesa
Sus pensamientos estaba perdidos, ¿en que rayos estaba pensando? ¿Como podía haberle respondido de esa manera? Apenas se acababan de casar, no era su culpa, pero él no podía expresarle como se sentía, ese tipo de sentimiento no iban con él, el arrepentimiento por haberla dejado sola empezaba a carcomer su corazón, -no como fui tan estúpido en decirle esas cosas, que va a pensar, ella solo quería ayudarme, pero, no puedo evitar sentirme así- pensaba mientras vagaba por alguna de las calles griegas, el brillante día empezó a transformarse en atardecer y muy pronto la noche estuvo presente, seguía caminando por las calles sin rumbo alguno, mientra tanto, en el hotel su ahora esposa, lo esperaba ansiosa y emocionada, ¿como reaccionaría ante la buena nueva que debía darle?
El reloj marcaba las 8 de la noche, Serena esperaba sentada en el sillón de la sala de su suite, en la mano derecha sostenía el mismo objeto blanco, no lo había soltado durante horas, estaba esperando a Darien para darle la noticia, pero parecía que a él se lo había tragado la tierra, Serena estaba empezando a preocuparse, ¿Qué habría pasado con él? Ella sabía que, lo que él sentía no se pasaría de un momento a otro, pero si quiera debería llamar para hacerle saber que se encontraba bien, ¡por Dios santo, se acababan de casar! Claro ella entendía como debería sentirse, pero ¿era realmente necesario que él se alejara completamente de ella, acaso no lo podría ayudar? ella se volvería loca si no sabía nada de él, era suficiente, estaba decidida a salir a buscarlo a las calles, se levantó del sillón, guardó las pruebas, y tomó su bolso, en ese momento cuando se disponía a abrir la puerta, ella logró escuchar de otro lado pasos, alguien se acercó a la puerta, pudo observar una sombra por debajo de la puerta, la cerradura sonó y la puerta se abrió, precisamente era Darien quien se encontraba del otro lado, su expresión era totalmente distinta a la habitual…
-Darien… -dijo en un suspiro casi inaudible Serena
-Perdóname, seguramente te preocupaste por mí, lo siento no lo volveré a hacer… -dijo Darien
-Porqué… porqué no me dices como te sientes, ¿era necesario que te fueras y me dejaras aquí? ¿Acaso no crees que sea capaz de comprender lo que sientes en estos momentos?, por favor Darien…-Serena se resignó, definitivamente no era el mejor momento para darle tan dichosa noticia…
-Lo siento… es solo que quería estar solo unos momentos, perdóname Serena por favor, cometí un error al no tomarte en cuanta, es solo que el haber visto al hombre que me dejó solo en el pasado, que me privó de la compañía de mi hermano… y que me ha obligado a llevar mi vida en otra dirección, ha sido muy duro para mí…
-Lo sé, se que ni tu ni yo queríamos esta vida, pero no podemos evitarlo –Serena suspiró- tú sabes mejor que nadie que yo aún no quiero esas responsabilidades, me mata la idea de pensarme a mi como una princesa poderosa heredera de un reino, y ahora el saber que también se me conocerá como una diosa…pero puedo sobrellevarlo –ella se acercó a él y acarició suavemente una de sus mejillas con su mano- cuando te pienso siempre conmigo…
-Serena… yo no he dicho que me disguste mi vida, es solo que el verlo a él, y escucharlo me produjo sentimientos que nunca creí que llegaría a sentir… Serena… Yo sentí odio… odio por él, por abandonarme, ya sé que Apolo nunca fue paternalista, pero si me consideraba su heredero, siquiera me hubiera visitado unas cuantas veces, en vez de dejarme abandonado en un palacio…
-Lo sé… Darien… yo… -Serena se debatía mentalmente sobre decirle o esperar el momento más adecuado para decirle, después de todo, no iba a poder ocultarlo por mucho tiempo, él era doctor, seguramente no tardaría en darse cuenta de sus cambios físicos, aunque era extraño que aún no lo notara…
-Dime… que te ocurre, te noto extraña… lo siento debí preocuparte mucho… te prometo que mañana disfrutaremos de un día normal
-No, no es eso… bueno yo… quería decirte algo…
-Dime… ya sabes que cualquier cosa puedes decírmelo sin miedo… te entenderé…
Claro se lo diría sin miedo… pero ella reflexionó ¿y si él aún no estaba preparado para la noticia? ¿Qué diría, que pensaría? Eran confusiones muy humanas, luego de pensar otro rato, reflexionó, éste no era el mejor momento, estaban en medio de una guerra, ella debía entrenar, sus poderes aún no se encontraban al 100 %, sí él y las chicas se enteraban seguramente no la dejarían pelear, seguramente ni si quiera la dejarían entrenar un poco ni usar sus poderes… definitivamente no, decidió guardar el secreto para sí misma un poco más, sentir esa alegría ella sola, solo por unos días más, aunque nada aseguraba que quizás pasara semanas o incluso un par de meses guardando ese secreto, debía ser muy cautelosa para que nadie notara nada…
-Serena… estás bien… -preguntó Darien
-Si es solo que divagué un poco…
-Y bien… que querías decirme
-Yo… siento lo que ocurrió en el templo, creo que quizás no fue buena idea, siento haber insistido que fuéramos al templo de Apolo
-No te preocupes, me siento mejor, aunque he sido egoísta al no preguntarte como te sientes tú, después de todo has recibido la misma noticia que yo…
-Estoy bien, no niego que preferiría ser una chica normal, pero no puedo evitarlo, he aprendido a resignarme después de tantos años…
-ya veo… parece que estábamos destinados a ser muy diferentes a los demás después de todo… primero príncipes herederos, luego dioses… ¿qué mas nos espera?
La pregunta de Darien hizo eco en la mente de Serena, ¿que les deparaba el futuro? ¿Había aún más sorpresas? Si era así que más podía esperar… que la nombraran emperatriz del universo entero, eso era improbable, pero de cierta forma ya lo era, era de las princesas más fuertes, o más bien ella y Darien afirmativamente eran los más poderosos, aunque no los nombrarían para gobernar el universo entero… pero que otras sorpresas le esperaban, ¿Qué su hermana le pidiera perdón por intentar asesinarla? Ella agradecería esto, le ahorraría muchas penas; eso la hizo preguntarse, tendría ella más hermanos… no, so no podía pasar, el libro no decía mas cosas sobre otros descendientes; el libro… ahora que lo recordaba que su madre le había dicho que eran dos libros, si quizás encontraba el otro, resolvería muchas dudas, pero, ¿en donde demonios estaba el otro libro? En el palacio de la luna no estaba… talvez estaría en la biblioteca de algún lejano reina, haciendo casi imposible localizarlo…
Esos momentos pasaron de prisa en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos, eso no era incómodo, ambos sabían que el silencio en aquellos momentos era lo mejor, muchos pensamientos habitaban la cabeza de Serena, aquel acontecimiento que tendría lugar dentro de 6 u 7 meses quizás, no 7 meses estaba segura, sería el día de su cumpleaños, -¡que buen regalo!- ella pensó, pero, al mismo tiempo la angustia la aquejaba, ¿que pasaría si en esos momentos de fragilidad su media hermana decidía atacarla y ella no se podría defender? Ella corría peligro, lo sabía, dos vidas estaban en riesgo, pero ante esta nueva noticia ella decidió proteger esta nueva vida con la suya propia, no importaba el costo, ella la protegería; los minutos pasaron, lentos, silenciosos, los párpados de Serena pesaban, demasiado para aguantar, tenía que descansar, se dirigió a la habitación, se puso una pijama elegante y se dirigió a la cama, estaba demasiado cansada, para su sorpresa, Darien se dirigió a la cama en ese mismo momento, ya estaba listo para dormir también, al parecer el cansancio los había atacado a ambos al mismo tiempo, era la primera vez que compartirían la cama, como esposos…
-Te ves muy cansada… -dijo Darien
-Si lo sé, tú te ves cansado también…
-Si, será mejor que durmamos bien, te prometo que mañana será diferente… -él pasó su brazo alrededor de Serena y ella posó su cabeza cómodamente sobre el pecho de él
-Darien…
-Si, dime –respondió el con suave y seductora voz, mientras acariciaba la mejilla de Serena
-Quiero… quiero que… que me prometas algo…
-Lo que quieras… sabes que jamás te negaría algo a ti
-Si… si me pasara algo… y yo…
-¿Si te pasara que y si tú que? –Preguntó angustiado Darien- Serena a que te refieres
-Bueno pues… he estado pensando, pues… que como estamos en guerra, que algo… podría pasar…
-¿A que te refieres? Que podría pasarle a la mujer más poderosa del universo…
-Darien, esto es en serio, por favor, solo te quiero pedir que…
-Serena que te hace pensar que algo te va a pasar, sabes que yo no permitiré eso… nunca dejaré que algo o alguien te haga daño
-Lo sé, pero no puedes estar todo el tiempo conmigo; por favor escúchame…
-Está bien, dime que es lo que quieres…
-Solo quiero que me prometas que si algo me pasa… yo… quiero… quiero que conserves mi cuerpo…
-¿qué? ¿Cómo quieres que haga eso?
-Darien… escúchame… solo prométeme eso, quiero que conserves mi cuerpo, hasta el día de mi cumpleaños, solo eso te pido, por favor prométemelo
-Serena ¿te encuentras bien? No tienes fiebre ni nada de eso…-Darien estaba preocupado- para que quieres que haga eso, sabes que si algo te pasara y espero que no sea así… yo… yo no soportaría verte… tú, tu cuerpo sin vida… sin tu esencia, sería solo como torturarme saber que allí estas, pero no eres tú, que solo es el cascarón de lo que más amo… ¿porqué me pides eso…? ¿Por qué estás diciendo esas cosas? ¿Ha pasado algo que no me hayas contado?
-No –respondió ella fríamente- es sólo por precaución, siento que la batalla está cerca, y tengo un presentimiento, no sé si bueno o malo… es todo… pero, ¿vas a cumplir con lo que he pedido?
-Si eso te tranquiliza, lo haré, aunque no entiendo muy bien porqué dices estas cosas, ya verás que nada pasará…-aceptó Darien sin saber lo que esto significaría en un futuro.
Serena quería creer en las palabras de Darien, pero de todas formas, ella se aseguraría que nada malo sucediera, si algo le llegaba a pasar, pensó en lo que le dijo Darien sobre torturarse todos los días, ver su cuerpo sin vida, pero tendría su recompensa, el día de su cumpleaños, él sentiría un poco de felicidad si es que las cosas iban mal y algo le pasaba a ella, después de todo, no podía estar segura que siempre estaría bien… a pesar de todo, en su corazón sentía un ligera punzada, señal de que algo andaba mal, por eso decidió tomar esas precauciones, protegería la nueva vida a toda costa…
Los días pasaron rápidamente, los amargos momentos fueron quedando olvidados y Serena y Darien tuvieron una romántica luna de miel, pasearon, todo lo que pudieron, se olvidaron de cualquier problema… por unos momentos ellos fueron felices.
Llegó la hora de volver, luego de dos semanas en Grecia, ellos debían volver a sus vidas, retomar sus obligaciones y seguir con sus planes, en el aeropuerto Serena descansaba en una de las sillas del lugar, Darien hacía el papeleo necesario para regresar a Japón, todo estuvo listo, abordaron el avión y partieron de regreso a donde los esperaban sus amigos…
Era ya entrada la noche, las luces de la iluminaban sublimemente la ciudad, no era hora para estar despiertos, pero aún así, la ciudad siempre mantenía su brillo esplendoroso, sobre el centro, la Torre de Tokio se erigía majestuosamente, la ciudad se veía bellísima, de pronto, el sonido de la turbina del avión la hizo volver en sí, el alta voz se activó y la voz del capitán se escuchó –prepárense para el aterrizaje, por favor los pasajeros deben ponerse el cinturón de seguridad, aterrizamos en cinco minutos- las luces de la pista de aterrizaje se acercaban cada vez más, el avión iba bajando y Serena sentía la presión que la gravedad ejercía, en unos pocos minutos el avión se deslizaba por la pista y muy pronto se detuvo, los pasajeros bajaron, y se dirigieron a la puerta de salida. Ellos se sorprendieron al ver que en la terminal los esperaban todos sus amigos para llevarlos a casa.
Las dudas de las chicas se hicieron evidentes en sus rostros, pero todas estuvieron de acuerdo en que era mejor esperar a que Serena estuviera sola para interrogarla y que así les contara todos los detalles de su viaje, aunque la actitud d Serena las confundió un poco, en vez de regresar feliz del todo, ella y Darien se veían un tanto preocupados…
Cada pareja regresó en sus respectivos automóviles, Darien y Serena iban en el automóvil de Anthony junto con Mina, los minutos pasaron en silencio, la extraña actitud de Darien y Serena debía ser por algo, claro que no los presionarían, ellos eran libres de contarles lo que les pasaba cuando ellos quisieran.
Llegaron a casa de Darien y Serena, las chicas se asombraron al ver la fabulosa residencia, claro la única que la conocía era Mina, ellos bajaron y ayudaron a la pareja con el equipaje, a pesar de ser tan tarde ellos querían saber lo que sucedía, una vez dentro sucedió…
-Chicos, hay algo… que quiero comentarles… pero será mejor esperar hasta mañana, ya es tarde…-dijo Serena un tanto insegura
-Dinos Serena, no te preocupes. -contestó Rei
-Debemos contarles algo, verán… en Grecia ocurrió…-dijo Serena, pero Darien no la dejó terminar
-En los templos dedicados a Selene y Apolo, fuimos normados los sucesores de los dioses…-dijo Darien en forma seria y directa, no era el momento para andarse con rodeos, esta noticia, sorprendió a todos, el único que pudo articular palabra fue Anthony.
-¿Sucesores de los dioses?
-Así es… cuando visitamos el templo de Selene, mi madre… apareció frente a nosotros y me nombró su heredera, lo mismo sucedió en el templo de Apolo, quien nombró sucesor a Darien… sucedieron otras cosas… -dijo Serena
-¿Cosas como que? –preguntó Amy
-Bueno, es que… confirmamos que es mi hermana Leila quien está detrás de todo… y tenemos sospechas que Baltasar el hermano de Endymion y Gabriel la está ayudando, quieren vengarse de nosotros…
-¿y que es lo que vamos a hacer?
- Pues… -Serena fue interrumpida en ese momento por Luna y Artemis que entraban en la sala
- ¡Serena! ¡Tenemos problemas! ¡Serios problemas!
- ¿Qué sucede Luna? ¿Qué pasa, porque tanto escándalo?
-¡Serena, que bueno que llegaron! ¡no saben lo que ha ocurrido¡ -dijo Artemis
- Luna, Artemis ¿que pasa? –preguntó Serena asustada
-Recibimos una transmisión de la luna… las chicas informaron que… -dijo Luna pero no pudo terminar de articular la oración
-Los habitantes de uno de los planetas de fuego han sido totalmente masacrados… -concluyó Artemis con angustia en la voz.
Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
wow que fuerte quedo este capi que planeta de fuego fue el que ha sido atacado
sailor mercuri o neptune- Princesa Serena
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
:O q impactante el capitulo
kiero saber q pasara
xfa actualizaa =D
kiero saber q pasara
xfa actualizaa =D
kndyc- Sailor Star Light
- Mensajes : 524
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
perdon por la tardansa aqui les traigo el sigueinte capi espero les guste
Capitulo 33
¿Será una Despedida?
¡¿Masacrados?!
Dijeron todos al unísono al escuchar las palabras de Artemis
-¿quien fue? ¿Tienen idea de quien lo hizo? –preguntó Darien
- Si, al parecer, los ataques han empezado, la energía negativa se dirige hacia aquí es cuestión de tiempo hasta que lleguen, quizás tarde unas dos semanas…-respondió Luna
-Así que… fue… ella ¿verdad, Luna? –preguntó Serena
- Sí
-¡Rayos, esto no lo esperaba! Creí que tendríamos más tiempo… ¡demonios! –dijo Serena muy molesta.
-Cálmate Serena… no conseguimos nada así… -la tranquilizó Darien
-Lo sé, será mejor que nos preparemos todos, viajaremos hacia el planeta de fuego en unos momentos, solamente dejaré que descansen un poco… tienen… dos horas para prepararse, nos vemos aquí cuando acaben las dos horas, si quieren se quedan aquí, si no pueden ir a sus casas a prepararse…-dijo Serna muy seria
-Serena ¿no crees que te estás precipitando? –preguntó Luna
- No, esas personas permanecieron allí, en espera de protección, confiaron en los príncipes, así que no puedo dejar que esto se quede así…
- ¿Pero que piensas hacer? –preguntó Artemis
- ya veré, por el momento lo único que quiero es ir…
En el lapso de dos horas, los chicos y chicas decidieron quedarse en casa de Serena y Darien para que les contaran un poco acerca de su luna de miel, pero en lugar de eso, siguieron escuchando la historia de todo lo sucedido en los templos del Sol y el de la Luna, con todo y lujo de detalles…
Las dos horas pasaron, minutos antes de su partida Serena se comunicó con las chicas en la luna y avisó que ellos partirían pronto al planeta que había sido atacado: -No princesa, es peligroso- fueron las palabras horrorizadas de Uranus, aunque sabía que decirle cualquier cosas era inútil ya que si ella había decidido ir, nada la haría cambiar de opinión, -es mi deber, todos los que permanecen aquí vendrán conmigo al igual que Darien, no hay problema- respondió Serena a las palabras de Uranus y luego de eso cortó la transmisión para evitar que quisieran convencerla de desistir…
En gran jardín trasero de la casa, estaban todos reunidos y listos ya que, ya se habían transformado; casi iba a amanecer, pero la luz del sol aún no llegaba lo suficientemente fuerte como para aclarar las tinieblas, así que el grupo se reunió en el centro, y como en las otras veces que viajaban de la tierra a la luna cerraron los ojos, esta vez Serena debería gastar más energía ya que se trataba de un lugar más lejos, claro los poderes de Darien habían crecido y él la ayudaba, pero aún así debían hacer un gran esfuerzo entre los dos…
Cuando abrieron los ojos, apreciaron un panorama horrible, las edificaciones al estilo Grecia antigua del planeta de fuego estaban destrozadas, en las calles, las chicas esperaban encontrar un montón de cadáveres, pero en lugar de eso, por las calles, solo había ropa, la que alguna vez había cubierto los cuerpos de sus poseedores y que habían desaparecido… no había ruido alguno mas que el susurrar del viento, la arena era fina, y con el aire se levantaba creando una atmósfera sobrecogedora, las chicas rápidamente buscaron la compañía de sus respectivas parejas, ese lugar era realmente horrible, a excepción de Serena que se encontraba al frente del grupo junto a Endymion, todas las chicas estaban abrazadas casi aferrándose a sus compañeros, ¿realmente alguien había vivido en aquel planeta? Seguramente con gente y el movimiento diario del ir y venir ese lugar era precioso, pero ahora estaba totalmente desierto, era particularmente un planeta pequeño, Mercury había hecho un cálculo rápido, y había pensado que seguramente se podría recorrer todo en dos días, sería agradable venir de visita ante las majestuosas construcciones y una arquitectura como estilo greco-romana, pero ahora el lugar realmente daba miedo…
-¿Que es lo que haremos? –preguntó Venus
-Debemos ir al templo principal…-respondió Serenity muy seria y enseguida caminó sin decir a donde ni señalar alguna dirección.
No sería difícil encontrar el templo, era la construcción más grande del lugar, una preciosa joya de arquitectura, adornos tipo greco-romanos, un hermoso templo, claro nada comparable a la arquitectura del palacio de la luna que era totalmente una belleza, pero aun así el templo tenía lo suyo, al llegar, Serenity se quedó en la entrada al lado de Endymion, los demás detrás de ellos, ella se volteó y dijo:
-Aquí es en donde vide el guardián del planeta, al ser pequeño es un guerrero común no un príncipe, aquí buscaremos el corazón del planeta
-¿El corazón del planeta? –preguntó Mars
-es el lugar en el que está concentrada la energía del planeta, incluso la de los habitantes, si queremos salvar el planeta debemos ir allí, ¿correcto Princesa? –dijo Gabriel
-Así es, Gabriel, eso es correcto…-dijo Serenity
Los chicos siguieron a Serenity quien parecía conocer el camino, Endymion se quedó atrás, llegaron ponto a un jardín precioso, en el centro habían cuatro postes muy adornados casi juntos formando una caja imaginaria, el jardín era lindo, las chicas no notaron que mientras ellas apreciaban el lugar Serenity se dirigió a los cuatro postes…
-¿Princesa que haces? -Preguntó Júpiter al ver a Serenity entrar en la caja imaginaria, al escuchar estas palabras Endymion giró bruscamente su cabeza para ver lo que iba a pasar, temeroso corrió hacia ella
-¡No Serenity! Es muy peligroso- gritó mientras corría hacia ella
-Debo intentarlo- fueron las palabras de ella
Justo antes de que Endymion llegara al lugar, una barrera de electricidad rodeó los postes dejando a Serenity aislada de los demás impidiendo que alguno entrara o ella saliera
-¿princesa que haces? –preguntar las chicas
-¡Estas loca! –dijo Endymion- es peligroso, además tu poder no está al cien por ciento debido al viaje
- Confía en mí…-dijo Serenity dulcemente y con una suave sonrisa
Serenity cerró los ojos, su concentración se reflejó en su rostro, mientras las expresiones de sus guerreras reflejaban su desconcierto y curiosidad sobre lo que pasaba, por otro lado Endymion permanecía tenso, rígido como una estatua y con una expresión de angustia, los chicos solamente observaban sus emociones no se podían apreciar en sus rostros, de pronto, el cuerpo de Serenity empezó a rodearse de una luz plateada, no tan fuerte ya que permitía verla aún, su rostro reflejaba paz y tranquilidad y el deseo de salvar al pequeño planeta… en unos instantes la energía que emanaba de ella se fue esparciendo por todo el lugar, todos los presentes sintieron su calidez, dulzura y su bondad, era una sensación indescriptible… la energía llegó más allá de los chicos y chacas, pronto Mercury sintió curiosidad y con su pequeña computadora investigó que era lo que pasaba, observó através de la computadora como la energía se iba esparciendo por todo el pequeño planeta, pocos minutos después el planeta entero estaba cubierto por esa cálida energía, poco a poco, los edificios dañados fueron recobrando su antigua forma, entre luces y destellos las ropas del suelo que una vez cubrieron cuerpos empezaban a llenarse, las personas fueron apareciendo lentamente, vivas, y felices de estar de vuelta, aquel silencio no duró demasiado, los habitantes del lugar sabían lo que había ocurrido y sin duda sabían que alguien sumamente poderoso los había revivido, la curiosidad embargó el lugar y pronto aquel templo estaba lleno de personas curiosas que observaban a aquella hermosa joven dentro del corazón de su planeta, unas cuantas miradas curiosas observaban a los guerreros extranjeros con incredulidad, y al verlos se asombraron aún más al contemplar la figura de aquella joven resplandeciente… entre el silencio, que había regresado de nuevo, se alcanzó a escuchar:
-Son las guerreras de la Luna, las guerreras del Milenio de Plata
- Si es cierto, ellos son los Guardianes de los Cuatro Cielos, en la tierra –se escuchó en otra parte
-No es posible, que hacen los guardianes de la zona Central del universo aquí, es un gran honor tenerlos…
-Eso quiere decir que ella es… es la Princesa de la Luna, la Guardiana de la Zona Central del Universo, la persona más poderosa de todo el espacio y el tiempo…
Cada voz, cada palabra que salía de los habitantes del planeta sonaba con tanto asombro e incredulidad, las chicas se preguntaban si ellas eran las causantes de tanto revuelo, ¿era acaso tan importante su presencia? Si era así, si las personas consideraban un honor su visita, se imaginaban como se sentían aquellas personas que la princesa más poderosa de todos los existentes en el universo los llegara a salvar, sin duda era un acto poco común, ellas sintieron alagadas, no por la atención de las personas, sino por el hecho de haber sido elegidas entre miles de guerreras, como las guardianas de la que era su princesa y amiga…
La barrera eléctrica que se había formado alrededor de Serenity estaba haciéndose más débil, su piel estaba un poco más pálida, y sus labios habían perdido su habitual color rosa, se veía muy débil, pero algo en su rostro daba a entender que se encontraba satisfecha y feliz consigo misma…
-Serenity… -susurró Endymion
Las chicas no articularon palabra, pero podían observar la evidente debilidad de la princesa, al igual que las personas que los rodeaban ninguno se movió, finalmente, la barrera eléctrica que rodeaba a Serenity desapareció, tan pronto ocurrió esto, ella se desplomó al suelo, lentamente, en ese momento, Endymion corrió hacia ella, llegó a tiempo y la alcanzó, la detuvo justo antes de que se golpeara la cabeza contra el suelo, ella estaba muy débil, pero bien, los brazos de Endymion la sostuvieron tiernamente, la levantaron y la alejaron del suelo, a pocos metros de la entrada, hacía su aparición el guerrero guardián del pequeño planeta.
-Bienvenidos… -dijo el guerrero, de ojos cafés y cabello rojizo, muy bien parecido- es un honor para mí y para los habitantes de este planeta, que los dos príncipes más distinguidos del universo nos visiten y aún más que nos hayan devuelto a la vida…
-Gracias guerrero guardián de fuego…-dijo Endymion- es un placer ara nosotros, pido disculpas por lo que ha sucedido, es nuestra culpa que quedaran desprotegidos y que sucediera lo que ha pasado…
- No es su culpa, Príncipe Endymion, entiendo que ustedes no pueden ocuparse de cada planeta que existe en el universo, es por eso que agradecemos que ustedes vinieran personalmente…
- Lo sé, disculpa, ¿podemos llevar a Serenity adentro? Debe descansar un poco, mientras tanto tu podrías contarnos lo ocurrido.
- Sí príncipe, como diga –dijo el guerrero- síganme, por aquí por favor…
El guerrero los condujo a una habitación agradable, Endymion recostó a Serenity sobre la cama que allí había, ella descansó, cuando el guerrero guardián los invitó a salir de la habitación para sentarse en la sala, Endymion se negó a dejar sola a Serenity; todos permanecieron entonces dentro de la habitación, escuchando los hechos relatados de boca del guardián.
Al mismo tiempo que ocurría esto… la mente de una chica, Serenity, se encontraba sumamente ocupada, a pesar de estar inconciente, ella reflexionaba en un monólogo digno de una princesa.
-¿porque mi hermana hace esto? Es cierto, nunca la conocí, no la culpo por odiarme, pero, no debería herir a seres inocentes, al fin y al cabo la única con quien debería desquitarse es conmigo; ¿Cómo puede ser capaz, que alguien, que comparte tu misma sangre intente matarte? ¿Es posible que en este caso, el lazo de hermandad no signifique absolutamente, nada? ¿Será mas fuerte el odio que siente hacia mí que la posible hermandad entre nosotras? Es cierto, nuestro padre quizás cometió un error, pero no somos nadie para juzgar lo que el corazón hace que sientas, nadie puede evitar esos sentimientos, nadie decide a quien amar… ja, dímelo a mí, miles de veces mi corazón es el que ha dictado mis acciones, antepongo mis sentimientos ante todo, me he sacrificado muchas veces por salvar a quienes quiero, ésta no es una excepción, creo que me he sobrepasado un poco, pero no podía dejar que seres inocentes pagaran por las acciones de odio de mi… hermana… rayos, debido a mis descuidos he quedado inconciente, no pensé que gastaría demasiada energía, no debo ser tan descuidada ahora, debo recordar que ahora yo no velo solo por mí, debo ver por otra vida más, mi pequeña heredera… la que algún día, cuando yo ya no exista y mi esencia vuelva a su lugar de origen, gobernará con todo el amor del universo, mi pequeña hija… te prometo que de ahora en adelante, pensaré en tu protección, ya no me descuidaré más, por eso hice… hice que tu padre me hiciera esa promesa, no quiero pensar en ello, pero debo preveer la peor situación, no debo dejar nada al azar, así es, te protegeré mi pequeña… No importa el precio que pague, estoy dispuesta a todo, esta vez será diferente, protegeré a los míos cueste lo que cueste, lo he decidido, así sea mi hermana a quien tenga que enfrentar, y aunque no lo quiera la tenga que vencer, así será, venceré a mi hermana, si para ella un lazo de sangre no significa nada, no tiene porqué ser un obstáculo para mí, la venceré, aunque esté en contra de mis ideales, he decidido proteger a mis seres queridos, a mi amado y al fruto de nuestro amor… así será…
En esos instantes Serenity empezó a reaccionar, la narración del guerrero de fuego concluyó en ese momento, para brindarle la atención necesaria a quien había sido su salvadora.
-Serenity… ¿estás bien? ¿Cómo te sientes? –preguntó Endymion preocupado
-Endymion, estoy bien, perdóname, prometí que tendría cuidado, me he descuidado y usé más energía de la que debía, discúlpame he hecho que te preocupes…-dijo Serenity
-¿Disculpas porque? Lo importante es que estás bien, y has logrado salvar al planeta… -Endymion le brindó una sonrisa muy reconfortante
-Princesa Serenity –dijo el guardián de fuego al tiempo que se arrodillaba delante de ella- es un verdadero honor conocerla y tenerla en este planeta lejano
-Gracias –respondió ella – pero es parte de mis responsabilidades velar por el bienestar de todos, aunque se encuentren lejos
-Princesa –dijo el guardián con cierto tono de admiración en su voz- sin duda los comentarios que he escuchado sobre su bondad y gentileza son verdaderos, usted es única en el universo el único ser capaz de mostrar tal grado de generosidad hacia los demás aunque eso le cueste la vida, ahora siento más admiración por usted que la que sentía antes, verdaderamente me honra con su presencia, a mí y a la gente que habita este pequeño planeta…
Serenity se sintió alagada pero un poco incómoda por las palabras del guardián, no estaba acostumbrada a que las personas le dijeran ese tipo de cosas, luego de un rato, el guerrero de fuego le contó los hechos a Serenity, las personas se encontraban en sus actividades cotidianas, de pronto, solo fueron capaces de apreciar una imagen femenina, el guardián salió en defensa de su planeta, pero aquella mujer tenía unos poderes descomunales, por lo tanto sus esfuerzos fueron en vano, ya que con solo extender su mano la mujer había sido capaz de acabar con la vida de los todos los habitantes del planeta…
-Y así fue como pasó, perdóneme Alteza, fui incapaz de proteger a mi gente…
-Nada de eso, fue muy valiente de tu parte intentar hacerlo, no es tu culpa que te enfrentes a una princesa de primer nivel… -respondió Serenity
- Disculpa – dijo Mercury –puedes describirnos a la mujer que te atacó
- Claro –respondió el guardián –era una mujer hermosa, rubia, pero de color mas oscuro que el de la Princesa Serenity; de piel blanca, ojos azules pero con una mirada muy perversa, sin ningún rastro de compasión, su aura se sentía como si odiara a alguien y deseara la muerte de esa persona… ahora que lo pienso, era muy parecida a la Princesa Serenity, pero totalmente distinta, su personalidad es totalmente lo opuesto…
- Ya veo… - susurró Gabriel
La mirada de todos pareció comprender la identidad de la persona que había atacado el pequeño planeta, y la situación en la que ahora se encontraban, si ella había atacado un planeta significaba que no tardaría mucho en darse el final de toda esa situación.
-No te preocupes más, no creo que alguien vuelva a atreverse a atacarlos, pueden estar tranquilos, pero muy pronto tendrán noticias nuestras- dijo Angelo
-Así es lo secundó –Eitaro
- Disculpen, se que esto es una indiscreción de mi parte, ¿pero hay algo por lo que deba preocuparme? –preguntó el guardián
- La verdad es que si hay alguien que desea la muerte de la Princesa… pero por favor no lo comentes con nadie –advirtió Gabriel
- La mujer que los atacó es la responsable… - dijo Dominic
- ¿Pero que interés tiene esa mujer en que la Princesa muera? –preguntó al guardián
- Lo siento, pero no podemos darte más información, no hasta que sea al momento, lo siento pero es por la protección de la Princesa –dijo Venus
-Claro, entiendo, ustedes son los guardianes de los Príncipes más poderosos del universo, saben lo que hacen, pero solo les pido que cuenten conmigo para cualquier cosa, si se trata del bienestar de la Princesa soy capaz de cualquier cosa…
- Claro, te contactaremos… -dijo Venus con una sonrisa- pero espero que sea para darte buenas noticias
Todos salieron del templo, afuera, las personas se encontraban esperando, unos querían ver a los príncipes mas poderosos del universo, otros querían expresar su gratitud, otros querían ver a los guerreros encargados de la protección de los príncipes, así entre aplausos, agradecimientos, y felicitaciones, todos salieron a las afueras de las construcciones, ahora se encontraban en el lugar al que habían llegado, todos sabía que hacer, por lo tanto cerraron los ojos y antes que fuera perceptible, ellos estaban de vuelta en la tierra.
Un suspiro se escuchó en el silencio de la noche, habían estado lejos varias horas, por lo que era de noche nuevamente, aproximadamente medianoche.
- ¿Qué sucede Mina? –preguntó Anthony
-Nada, es solo que o vimos luz solar, el día pasó, estamos a finales de noviembre ya, hay que empezar con las preparaciones navideñas y por lo visto este año no tendremos tiempo para nada de eso…
- Hay Mina, siempre tú con tus comentarios, deberías preocuparte por todas las cosas que pasan –dijo Rei - ¿verdad Serena? ¿Serena?
-Lo siento Rei, pero me temo que se ha quedado dormida, está muy cansada –dijo Darien mientras cargaba a Serena en brazos esperando que estuviera cómoda
- Ya veo… será mejor que nosotros también nos vayamos, debemos descansar, ¿que es lo que haremos mañana? –preguntó Lita
- No lo sé, es sábado, descansen por la mañana, los esperamos aquí por la tarde, y discutiremos lo que vamos a hacer –dijo Darien
- Está bien… -respondieron todos y luego se dirigieron a sus automóviles y partieron a sus hogares, mientras tanto Darien recostaba a Serena sobre la cama, -Se ve tan hermosa- pensó –pero hay algo diferente en ella, se ve esplendorosa, no logro apreciar que ha cambiado en ella, su rostro, su piel, no lo sé, hay algo que la hace ver distinta- Darien no notó nada más, a pesar de ser médico.
Darien la veía fijamente mientras ella descansaba, la luz de las estrellas entraban por la ventana, había cuarto menguante, la luna desaparecía del cielo con cada noche que pasaba, pero eso no importaba pronto llegaría la ansiada luna llena…
- Darien –dijo una voz que provenía de la ventana - ¿ella está bien?
- Si, Luna, solo está un poco cansada, utilizó más de la energía que debía, la ha dejado muy agotada, por cierto ¿Dónde está Artemis? Pensé que estaría contigo…
-Él está en la luna, con las chicas, espera noticias, creo que será mejor que yo también me vaya para allá, solo estaba preocupada por Serena.
-Ella está bien, no te preocupes, ¿Cuándo volverás a la luna?
- No lo sé, creo que ahora mismo…
-Pasa la noche aquí, a Serena le ha hecho mucha falta tu compañía, le hará bien verte, quédate hasta que despierte…
- Está bien, me quedaré hasta mañana, cuando ella despierte…
-Gracias Luna.
La noche pasó, pronto la oscuridad cedió ante la claridad, el invierno se hizo presente, así que el sol brilló poco a través de las densas nubes…
Serena despertó, estaba un poco desorientada, ¿Cómo rayos había llegado a donde estaba? Sentía que algo la sujetaba con fuerza, pero estaba demasiado desorientada como para darse cuenta de lo que era… Al voltearse pudo apreciar la imagen de su amado esposo durmiendo plácidamente a su lado y era quien la sujetaba por la cintura, como si fuera a escaparse de su lado…
-Serena… despertaste –dijo una voz femenina
-Luna… que pasó… ¿en que momento Darien me trajo? Recuerdo que regresábamos de aquel lejano planeta de fuego y ahora estoy aquí…
- Darien dijo que usaste mucha energía, por eso estás débil… ¿como te sientes ahora?
-Bien, con bastante energía, aunque me tengo mucha hambre, acompáñame a la cocina…
Serena se levantó con cuidado, para no despertar a Darien, se cambió se puso unos jeans azules cómodos y una camiseta de cintas negra, las dos se dirigieron a la cocina, Luna de asombró de ver qué era lo que Serena quería comer.
-Serena, ¿en serio vas a comer eso?
-Si, tengo muchas ganas, no puedo evitarlo…- dijo ella con una sonrisa
-Pero… tú, Serena es la segunda vez que te veo comiendo zanahorias por voluntad propia, normalmente debe obligarte a comerlas, ¿que te pasa…?
Serena solo sonrió ante la mirada atónita de la pequeña gata
-No… -dijo Luna con voz de asombro, su rostro reflejaba sorpresa- no estarás… ¿Serena tú…?
¿tú estás…?
-Sí, dos meses –respondió Serena con una sonrisa traviesa que reflejaba verdadera felicidad
- ¿Eso es verdad? Ya veo, si, había notado algo diferente en ti, pero no sabía que… y… ¿ya le dijiste a Darien y los demás?
El rostro de Serena se tornó un poco serio pero aún alegre.
- No, ocurrieron muchas cosas en Grecia…
-Si Darien mi informó de todo anoche mientras dormías.
- Si, bueno, yo… decidí no decirles nada a ninguno de ellos, ni siquiera a Darien, si lo hago, ya no me dejarán pelear, y yo debo estar presente cuando la última batalla se dé, no puedo quedarme sentada en una silla mientras los demás se arriesgan por mí…
-Serena, pero, es muy peligroso, para ti y para… bueno ya sabes…
- Luna por favor, prométeme que no le dirás nada a nadie, no hasta que sea necesario, ¿por favor?
- Está bien Serena, guardaré el secreto, pero no significa que esté de acuerdo en lo que haces…
-Gracias Luna…
Serena y Luna platicaron un buen rato, luego Luna finalmente decidió regresar a la luna
-Debo irme Serena, creo que es mejor que esté en la Luna, mantenme informada de lo que ocurra aquí…
-Claro, pero he pensado que lo mejor es que estemos todos allá, en cuanto vengan las chicas iremos a la luna también
-Si creo que será lo más prudente, me adelantaré para preparar las cosas para su llegada, tienes tu comunicador ¿verdad?
-Si Luna aquí lo tengo, si algo sucede me comunicaré inmediatamente contigo
Luna partió a rumbo a la luna para prepara todo a la llegada de los demás, seguramente se quedarían un buen rato en el palacio debido a como estaban las cosas.
Darien despertó, Serena se encontraba preparando su desayuno, huevos fritos, realmente olían muy bien.
-Buenos días preciosa –dijo Darien al tiempo que le daba un beso en la frente a Serena- te has levantado temprano, ¿Por qué no me despertaste?
-Lo que pasa es que te vi tan cansado que no quise molestarte, platicamos un momento con Luna y ella regresó al palacio, así que decidí que era mejor tener listo el desayuno…
Serena sirvió en el plato los huevos, dos rodajas de pan tostado, y colocó en un pequeño plato aparte un poco de fruta picada, lo pasó a la mesa y se sentaron
-¿Tú no vas a desayunar? –preguntó Darien
-No, no tengo hambre... lo huevos huelen bien, pero probé un poco y me… -Serena pensó si debía decirlo o no- y me provocaron nauseas…
-¿Te sientes mal?
-No me siento perfectamente bien, solo es que no tengo hambre… ya comí… un poco
-Bien… que te parece si damos un paseo, antes de que vengan los chicos
-Claro…
Ambos salieron, el día no era el mejor para pasear, las nubes se arremolinaban en el cielo, cubriendo los dorados rayos del sol impidiendo que tocaran si quiera un poco del suelo terrestre, el viento esa mas frío, las hojas de los árboles se caían y flotaban a la deriva con el viento, por las calles, se podía ver a la gente con abrigos, suéteres, bufandas, gorras, guantes, lo que sea que les proporcionara el calor suficiente…
Por un parque cercando, una feliz pareja se encontraba disfrutando de la compañía del otro, un par de enamorados, siempre había sido así y siempre lo sería, nada iba a cambiar, pasara lo que pasara.
La mañana pasó de prisa, Darien invitó a Serena a almorzar y luego, se dirigieron a su casa de nuevo para recibir a los chicos.
Una vez en casa, los primeros en llegar fueron Mina y Anthony, luego Lita y Josh, Amy y Sam, y Rei y Misaki. Todos estaban reunidos.
-Así que… ¿Qué acciones tomaremos ahora? –preguntó Mina
- Por lo pronto, volveremos a la luna, es lo más prudente y desde allí tendremos una mejor perspectiva de todo lo que sucede –respondió Darien
-Si, tienes razón Darien, ¿cuando partimos? –preguntó Anthony quien observaba a Serena y Darien
-Mañana por la tarde, pero primero, quiero hacer una visita a otro lugar, es más no recuerdo mucho de ese lugar y tengo cierta curiosidad… -agregó Serena
-¿A dónde iremos? – preguntó Amy
-Al reino Dorado, la tierra de Erusión, al Palacio del Sol, antiguo hogar de Endymion…
Las chicas y los chicos se sorprendieron al escuchar el destino que proponía Serena, pero no preguntaron nada, ella les diría lo que pasaba cuando fuera el momento. Todos se retiraron una vez que estaban enterados de los planes. En casa solo quedaron Serena y Darien nuevamente.
-Darien… -dijo con timidez- ¿te molesta si vamos a casa de mis padres?
-Claro que no, pero ¿no deberías esperar otro día? Tu madre seguramente no estará esperando visitas.
-No, vamos hoy, necesito verlos, tengo esa sensación, quiero que sepan que estoy bien.
-Como quieras, pero pasaremos por el supermercado antes para llevar algo para cenar, si no tu madre se molestará de que no le alcance la cena… -dijo Darien, parecía divertido
-Gracias Darien. Me esperas unos momentos, me vestiré y nos vamos
Serena subió a la habitación y buscó ropa cómoda pero que igual era elegante, sacó unos pantalones azul oscuro, unas zapatillas tipo bailarina y pensó –sí este es el calzado más apropiado para mí ahora- una blusa de encaje de tiras muy fina y hermosa color beige, un suéter de cuello de tortuga del mismo color que resaltaba su esbelta figura, sacó un abrigo azul oscuro y finalmente una pañoleta blanca que se enrolló en el cuello
-Bien vámonos –dijo Serena a Darien que la esperaba en la puerta de entrada
El auto se dirigió entonces a la casa de los papás de Serena, durante el camino, ambos guardaron silencio, pronto llegaron, tocaron el timbre y la mamá de Serena abrió la puerta.
-¡Serena, Darien! –exclamó al momento de ver quienes tocaban el timbre- que sorpresa, pasen, ¿Cómo están? ¿Ocurre algo?
-Estamos bien mamá, solo quería verlos a ti y a papá, no pasa nada…
Ellos entraron y dejaron los abrigos colgados, Serena dejó su pañoleta colgada junto con su abrigo, una vez en la sala el padre de Serena quien se encontraba leyendo los saludó, Samy por su parte no se encontraba esa noche pues debía realizar unas tareas de la escuela, Serena decidió ayudar a su madre en la cocina, Darien se quedó en la sala platicando con Kenji sobre los deportes, mientras tanto, en la cocina, Ikuko notó a su hija algo extraña, su actitud, su físico, ella había cambiado un poco, notó que ella ocultaba algo, así que se preguntó ¿Qué era?
-Serena, dime hija… ¿hay alguna razón por la que hayan venido hoy?
Serena sentía que debía verlos, ella estaba preocupada, pues había llegado a pensar que nunca más los volvería a ver, quería pasar tiempo con ellos, antes de que todo aquello llegara, ella sabía que no debería pensar tan pesimistamente, pero no quería irse de la tierra sin antes haberse despedido de sus padres…
-No… todo está bien –mintió
-¿Estás segura? Hija siento que me ocultas algo…
-No mamá todo está bien…
-Te noto distinta, tu… has cambiado un poco, no lo sé, te vez más hermosa que de costumbre, te ves… radiante… -en ese momento Ikuko reflexionó sobre sus palabras, no podía ser lo que ella se imaginaba ¿o sí?
-¿Qué pasa mamá? –preguntó Serena preocupada ante el silencio súbito de su madre
-Serena ¿tu… estás…? –Serena la interrumpió antes de que ella terminara, reflexionó un momento, ¿era posible que todos la notaran diferente y ninguno se diera cuenta, a excepción de Luna y su madre los demás no habían notado nada? Incluso Darien que era médico, de cualquier modo pensó que era mejor así.
-Sí mamá… pero, aún no le he dicho nada a nadie, ni siquiera a Darien, por favor, podrías guardar ese secreto conmigo, aún no es el momento….
-Claro hija, me alegro tanto –Ikuko estaba realmente feliz- no sabes como quisiera ir y decírselos ahora mismo, pero respetaré tu decisión…
-Gracias mamá… -dijo mientras recibía un abrazo de su madre
-Sabes que siempre me tendrás aquí para lo que sea, pero Serena, siento que hay algo más que te mortifica… -Ikuko podía ver la angustia en la mirada de Serena
-No mamá, estoy bien –mentía, la verdad era que sí estaba mortificada, sabía lo que pronto ocurriría pero no quería preocupar a nadie, significaba revelar la verdad, toda la verdad que ocultaba desde hacía muchos años, desde que tenía 14 y su destino le fue revelado… -solo quiero pasar tiempo con ustedes es todo… siento que después ya no podré hacerlo
-Hija, siempre nos tendrás aquí, para ti y para Darien, sabes que siempre estaremos para cuando nos necesites… -esas palabras la reconfortaron un poco, pero no lograron calmar ese sentimiento de angustia y ansiedad
La cena transcurrió sin más acontecimientos, todo estaba tranquilo, Darien y Serena hicieron algunos comentarios acerca de la luna de miel, y de lo hermosos que eran los templos griegos, claro omitieron algunas partes; pronto llegó la hora de marcharse nuevamente, ellos deberían partir la mañana siguiente.
-Nos vemos otro día mamá, papá, no olviden que los quiero…
-Claro hija, vuelvan cuando quieran –dijo Kenji
-Cuídate mucho mi pequeña, sé feliz, siempre me tendrás para ti, yo t ayudaré cuando lo necesites… -dijo Ikuko mientras abrazó a Serena
Tomaron sus abrigos y salieron de la casa, Serena no se dio cuenta que cuando se colocó el abrigó dejó tirada la pañoleta que llevaba, ambos subieron al auto y se fueron, Ikuko y Kenji observaron desde la entrada como el auto desaparecía entre la penumbra de la noche
-Serena se ve feliz, radiante… -dijo Kenji
-Si así es, tiene porque estarlo
-¿Hay algo que me ocultas? –preguntó Kenji
-No, nada querido… -dijo mientras entraban, observó la pañoleta tirada- oh, Serena ha dejado esto, bueno creo que es bueno tener algo de ella en casa –dijo con tristeza
-No te pongas así… no está tan lejos, además prometieron que nos visitarían o nosotros podemos visitarlos a ellos.
-No es eso… no quiero que te alarmes por lo que voy a decir, pero tengo la extraña sensación de que ella… se estaba despidiendo… de que nunca más la volveré a ver…
Capitulo 33
¿Será una Despedida?
¡¿Masacrados?!
Dijeron todos al unísono al escuchar las palabras de Artemis
-¿quien fue? ¿Tienen idea de quien lo hizo? –preguntó Darien
- Si, al parecer, los ataques han empezado, la energía negativa se dirige hacia aquí es cuestión de tiempo hasta que lleguen, quizás tarde unas dos semanas…-respondió Luna
-Así que… fue… ella ¿verdad, Luna? –preguntó Serena
- Sí
-¡Rayos, esto no lo esperaba! Creí que tendríamos más tiempo… ¡demonios! –dijo Serena muy molesta.
-Cálmate Serena… no conseguimos nada así… -la tranquilizó Darien
-Lo sé, será mejor que nos preparemos todos, viajaremos hacia el planeta de fuego en unos momentos, solamente dejaré que descansen un poco… tienen… dos horas para prepararse, nos vemos aquí cuando acaben las dos horas, si quieren se quedan aquí, si no pueden ir a sus casas a prepararse…-dijo Serna muy seria
-Serena ¿no crees que te estás precipitando? –preguntó Luna
- No, esas personas permanecieron allí, en espera de protección, confiaron en los príncipes, así que no puedo dejar que esto se quede así…
- ¿Pero que piensas hacer? –preguntó Artemis
- ya veré, por el momento lo único que quiero es ir…
En el lapso de dos horas, los chicos y chicas decidieron quedarse en casa de Serena y Darien para que les contaran un poco acerca de su luna de miel, pero en lugar de eso, siguieron escuchando la historia de todo lo sucedido en los templos del Sol y el de la Luna, con todo y lujo de detalles…
Las dos horas pasaron, minutos antes de su partida Serena se comunicó con las chicas en la luna y avisó que ellos partirían pronto al planeta que había sido atacado: -No princesa, es peligroso- fueron las palabras horrorizadas de Uranus, aunque sabía que decirle cualquier cosas era inútil ya que si ella había decidido ir, nada la haría cambiar de opinión, -es mi deber, todos los que permanecen aquí vendrán conmigo al igual que Darien, no hay problema- respondió Serena a las palabras de Uranus y luego de eso cortó la transmisión para evitar que quisieran convencerla de desistir…
En gran jardín trasero de la casa, estaban todos reunidos y listos ya que, ya se habían transformado; casi iba a amanecer, pero la luz del sol aún no llegaba lo suficientemente fuerte como para aclarar las tinieblas, así que el grupo se reunió en el centro, y como en las otras veces que viajaban de la tierra a la luna cerraron los ojos, esta vez Serena debería gastar más energía ya que se trataba de un lugar más lejos, claro los poderes de Darien habían crecido y él la ayudaba, pero aún así debían hacer un gran esfuerzo entre los dos…
Cuando abrieron los ojos, apreciaron un panorama horrible, las edificaciones al estilo Grecia antigua del planeta de fuego estaban destrozadas, en las calles, las chicas esperaban encontrar un montón de cadáveres, pero en lugar de eso, por las calles, solo había ropa, la que alguna vez había cubierto los cuerpos de sus poseedores y que habían desaparecido… no había ruido alguno mas que el susurrar del viento, la arena era fina, y con el aire se levantaba creando una atmósfera sobrecogedora, las chicas rápidamente buscaron la compañía de sus respectivas parejas, ese lugar era realmente horrible, a excepción de Serena que se encontraba al frente del grupo junto a Endymion, todas las chicas estaban abrazadas casi aferrándose a sus compañeros, ¿realmente alguien había vivido en aquel planeta? Seguramente con gente y el movimiento diario del ir y venir ese lugar era precioso, pero ahora estaba totalmente desierto, era particularmente un planeta pequeño, Mercury había hecho un cálculo rápido, y había pensado que seguramente se podría recorrer todo en dos días, sería agradable venir de visita ante las majestuosas construcciones y una arquitectura como estilo greco-romana, pero ahora el lugar realmente daba miedo…
-¿Que es lo que haremos? –preguntó Venus
-Debemos ir al templo principal…-respondió Serenity muy seria y enseguida caminó sin decir a donde ni señalar alguna dirección.
No sería difícil encontrar el templo, era la construcción más grande del lugar, una preciosa joya de arquitectura, adornos tipo greco-romanos, un hermoso templo, claro nada comparable a la arquitectura del palacio de la luna que era totalmente una belleza, pero aun así el templo tenía lo suyo, al llegar, Serenity se quedó en la entrada al lado de Endymion, los demás detrás de ellos, ella se volteó y dijo:
-Aquí es en donde vide el guardián del planeta, al ser pequeño es un guerrero común no un príncipe, aquí buscaremos el corazón del planeta
-¿El corazón del planeta? –preguntó Mars
-es el lugar en el que está concentrada la energía del planeta, incluso la de los habitantes, si queremos salvar el planeta debemos ir allí, ¿correcto Princesa? –dijo Gabriel
-Así es, Gabriel, eso es correcto…-dijo Serenity
Los chicos siguieron a Serenity quien parecía conocer el camino, Endymion se quedó atrás, llegaron ponto a un jardín precioso, en el centro habían cuatro postes muy adornados casi juntos formando una caja imaginaria, el jardín era lindo, las chicas no notaron que mientras ellas apreciaban el lugar Serenity se dirigió a los cuatro postes…
-¿Princesa que haces? -Preguntó Júpiter al ver a Serenity entrar en la caja imaginaria, al escuchar estas palabras Endymion giró bruscamente su cabeza para ver lo que iba a pasar, temeroso corrió hacia ella
-¡No Serenity! Es muy peligroso- gritó mientras corría hacia ella
-Debo intentarlo- fueron las palabras de ella
Justo antes de que Endymion llegara al lugar, una barrera de electricidad rodeó los postes dejando a Serenity aislada de los demás impidiendo que alguno entrara o ella saliera
-¿princesa que haces? –preguntar las chicas
-¡Estas loca! –dijo Endymion- es peligroso, además tu poder no está al cien por ciento debido al viaje
- Confía en mí…-dijo Serenity dulcemente y con una suave sonrisa
Serenity cerró los ojos, su concentración se reflejó en su rostro, mientras las expresiones de sus guerreras reflejaban su desconcierto y curiosidad sobre lo que pasaba, por otro lado Endymion permanecía tenso, rígido como una estatua y con una expresión de angustia, los chicos solamente observaban sus emociones no se podían apreciar en sus rostros, de pronto, el cuerpo de Serenity empezó a rodearse de una luz plateada, no tan fuerte ya que permitía verla aún, su rostro reflejaba paz y tranquilidad y el deseo de salvar al pequeño planeta… en unos instantes la energía que emanaba de ella se fue esparciendo por todo el lugar, todos los presentes sintieron su calidez, dulzura y su bondad, era una sensación indescriptible… la energía llegó más allá de los chicos y chacas, pronto Mercury sintió curiosidad y con su pequeña computadora investigó que era lo que pasaba, observó através de la computadora como la energía se iba esparciendo por todo el pequeño planeta, pocos minutos después el planeta entero estaba cubierto por esa cálida energía, poco a poco, los edificios dañados fueron recobrando su antigua forma, entre luces y destellos las ropas del suelo que una vez cubrieron cuerpos empezaban a llenarse, las personas fueron apareciendo lentamente, vivas, y felices de estar de vuelta, aquel silencio no duró demasiado, los habitantes del lugar sabían lo que había ocurrido y sin duda sabían que alguien sumamente poderoso los había revivido, la curiosidad embargó el lugar y pronto aquel templo estaba lleno de personas curiosas que observaban a aquella hermosa joven dentro del corazón de su planeta, unas cuantas miradas curiosas observaban a los guerreros extranjeros con incredulidad, y al verlos se asombraron aún más al contemplar la figura de aquella joven resplandeciente… entre el silencio, que había regresado de nuevo, se alcanzó a escuchar:
-Son las guerreras de la Luna, las guerreras del Milenio de Plata
- Si es cierto, ellos son los Guardianes de los Cuatro Cielos, en la tierra –se escuchó en otra parte
-No es posible, que hacen los guardianes de la zona Central del universo aquí, es un gran honor tenerlos…
-Eso quiere decir que ella es… es la Princesa de la Luna, la Guardiana de la Zona Central del Universo, la persona más poderosa de todo el espacio y el tiempo…
Cada voz, cada palabra que salía de los habitantes del planeta sonaba con tanto asombro e incredulidad, las chicas se preguntaban si ellas eran las causantes de tanto revuelo, ¿era acaso tan importante su presencia? Si era así, si las personas consideraban un honor su visita, se imaginaban como se sentían aquellas personas que la princesa más poderosa de todos los existentes en el universo los llegara a salvar, sin duda era un acto poco común, ellas sintieron alagadas, no por la atención de las personas, sino por el hecho de haber sido elegidas entre miles de guerreras, como las guardianas de la que era su princesa y amiga…
La barrera eléctrica que se había formado alrededor de Serenity estaba haciéndose más débil, su piel estaba un poco más pálida, y sus labios habían perdido su habitual color rosa, se veía muy débil, pero algo en su rostro daba a entender que se encontraba satisfecha y feliz consigo misma…
-Serenity… -susurró Endymion
Las chicas no articularon palabra, pero podían observar la evidente debilidad de la princesa, al igual que las personas que los rodeaban ninguno se movió, finalmente, la barrera eléctrica que rodeaba a Serenity desapareció, tan pronto ocurrió esto, ella se desplomó al suelo, lentamente, en ese momento, Endymion corrió hacia ella, llegó a tiempo y la alcanzó, la detuvo justo antes de que se golpeara la cabeza contra el suelo, ella estaba muy débil, pero bien, los brazos de Endymion la sostuvieron tiernamente, la levantaron y la alejaron del suelo, a pocos metros de la entrada, hacía su aparición el guerrero guardián del pequeño planeta.
-Bienvenidos… -dijo el guerrero, de ojos cafés y cabello rojizo, muy bien parecido- es un honor para mí y para los habitantes de este planeta, que los dos príncipes más distinguidos del universo nos visiten y aún más que nos hayan devuelto a la vida…
-Gracias guerrero guardián de fuego…-dijo Endymion- es un placer ara nosotros, pido disculpas por lo que ha sucedido, es nuestra culpa que quedaran desprotegidos y que sucediera lo que ha pasado…
- No es su culpa, Príncipe Endymion, entiendo que ustedes no pueden ocuparse de cada planeta que existe en el universo, es por eso que agradecemos que ustedes vinieran personalmente…
- Lo sé, disculpa, ¿podemos llevar a Serenity adentro? Debe descansar un poco, mientras tanto tu podrías contarnos lo ocurrido.
- Sí príncipe, como diga –dijo el guerrero- síganme, por aquí por favor…
El guerrero los condujo a una habitación agradable, Endymion recostó a Serenity sobre la cama que allí había, ella descansó, cuando el guerrero guardián los invitó a salir de la habitación para sentarse en la sala, Endymion se negó a dejar sola a Serenity; todos permanecieron entonces dentro de la habitación, escuchando los hechos relatados de boca del guardián.
Al mismo tiempo que ocurría esto… la mente de una chica, Serenity, se encontraba sumamente ocupada, a pesar de estar inconciente, ella reflexionaba en un monólogo digno de una princesa.
-¿porque mi hermana hace esto? Es cierto, nunca la conocí, no la culpo por odiarme, pero, no debería herir a seres inocentes, al fin y al cabo la única con quien debería desquitarse es conmigo; ¿Cómo puede ser capaz, que alguien, que comparte tu misma sangre intente matarte? ¿Es posible que en este caso, el lazo de hermandad no signifique absolutamente, nada? ¿Será mas fuerte el odio que siente hacia mí que la posible hermandad entre nosotras? Es cierto, nuestro padre quizás cometió un error, pero no somos nadie para juzgar lo que el corazón hace que sientas, nadie puede evitar esos sentimientos, nadie decide a quien amar… ja, dímelo a mí, miles de veces mi corazón es el que ha dictado mis acciones, antepongo mis sentimientos ante todo, me he sacrificado muchas veces por salvar a quienes quiero, ésta no es una excepción, creo que me he sobrepasado un poco, pero no podía dejar que seres inocentes pagaran por las acciones de odio de mi… hermana… rayos, debido a mis descuidos he quedado inconciente, no pensé que gastaría demasiada energía, no debo ser tan descuidada ahora, debo recordar que ahora yo no velo solo por mí, debo ver por otra vida más, mi pequeña heredera… la que algún día, cuando yo ya no exista y mi esencia vuelva a su lugar de origen, gobernará con todo el amor del universo, mi pequeña hija… te prometo que de ahora en adelante, pensaré en tu protección, ya no me descuidaré más, por eso hice… hice que tu padre me hiciera esa promesa, no quiero pensar en ello, pero debo preveer la peor situación, no debo dejar nada al azar, así es, te protegeré mi pequeña… No importa el precio que pague, estoy dispuesta a todo, esta vez será diferente, protegeré a los míos cueste lo que cueste, lo he decidido, así sea mi hermana a quien tenga que enfrentar, y aunque no lo quiera la tenga que vencer, así será, venceré a mi hermana, si para ella un lazo de sangre no significa nada, no tiene porqué ser un obstáculo para mí, la venceré, aunque esté en contra de mis ideales, he decidido proteger a mis seres queridos, a mi amado y al fruto de nuestro amor… así será…
En esos instantes Serenity empezó a reaccionar, la narración del guerrero de fuego concluyó en ese momento, para brindarle la atención necesaria a quien había sido su salvadora.
-Serenity… ¿estás bien? ¿Cómo te sientes? –preguntó Endymion preocupado
-Endymion, estoy bien, perdóname, prometí que tendría cuidado, me he descuidado y usé más energía de la que debía, discúlpame he hecho que te preocupes…-dijo Serenity
-¿Disculpas porque? Lo importante es que estás bien, y has logrado salvar al planeta… -Endymion le brindó una sonrisa muy reconfortante
-Princesa Serenity –dijo el guardián de fuego al tiempo que se arrodillaba delante de ella- es un verdadero honor conocerla y tenerla en este planeta lejano
-Gracias –respondió ella – pero es parte de mis responsabilidades velar por el bienestar de todos, aunque se encuentren lejos
-Princesa –dijo el guardián con cierto tono de admiración en su voz- sin duda los comentarios que he escuchado sobre su bondad y gentileza son verdaderos, usted es única en el universo el único ser capaz de mostrar tal grado de generosidad hacia los demás aunque eso le cueste la vida, ahora siento más admiración por usted que la que sentía antes, verdaderamente me honra con su presencia, a mí y a la gente que habita este pequeño planeta…
Serenity se sintió alagada pero un poco incómoda por las palabras del guardián, no estaba acostumbrada a que las personas le dijeran ese tipo de cosas, luego de un rato, el guerrero de fuego le contó los hechos a Serenity, las personas se encontraban en sus actividades cotidianas, de pronto, solo fueron capaces de apreciar una imagen femenina, el guardián salió en defensa de su planeta, pero aquella mujer tenía unos poderes descomunales, por lo tanto sus esfuerzos fueron en vano, ya que con solo extender su mano la mujer había sido capaz de acabar con la vida de los todos los habitantes del planeta…
-Y así fue como pasó, perdóneme Alteza, fui incapaz de proteger a mi gente…
-Nada de eso, fue muy valiente de tu parte intentar hacerlo, no es tu culpa que te enfrentes a una princesa de primer nivel… -respondió Serenity
- Disculpa – dijo Mercury –puedes describirnos a la mujer que te atacó
- Claro –respondió el guardián –era una mujer hermosa, rubia, pero de color mas oscuro que el de la Princesa Serenity; de piel blanca, ojos azules pero con una mirada muy perversa, sin ningún rastro de compasión, su aura se sentía como si odiara a alguien y deseara la muerte de esa persona… ahora que lo pienso, era muy parecida a la Princesa Serenity, pero totalmente distinta, su personalidad es totalmente lo opuesto…
- Ya veo… - susurró Gabriel
La mirada de todos pareció comprender la identidad de la persona que había atacado el pequeño planeta, y la situación en la que ahora se encontraban, si ella había atacado un planeta significaba que no tardaría mucho en darse el final de toda esa situación.
-No te preocupes más, no creo que alguien vuelva a atreverse a atacarlos, pueden estar tranquilos, pero muy pronto tendrán noticias nuestras- dijo Angelo
-Así es lo secundó –Eitaro
- Disculpen, se que esto es una indiscreción de mi parte, ¿pero hay algo por lo que deba preocuparme? –preguntó el guardián
- La verdad es que si hay alguien que desea la muerte de la Princesa… pero por favor no lo comentes con nadie –advirtió Gabriel
- La mujer que los atacó es la responsable… - dijo Dominic
- ¿Pero que interés tiene esa mujer en que la Princesa muera? –preguntó al guardián
- Lo siento, pero no podemos darte más información, no hasta que sea al momento, lo siento pero es por la protección de la Princesa –dijo Venus
-Claro, entiendo, ustedes son los guardianes de los Príncipes más poderosos del universo, saben lo que hacen, pero solo les pido que cuenten conmigo para cualquier cosa, si se trata del bienestar de la Princesa soy capaz de cualquier cosa…
- Claro, te contactaremos… -dijo Venus con una sonrisa- pero espero que sea para darte buenas noticias
Todos salieron del templo, afuera, las personas se encontraban esperando, unos querían ver a los príncipes mas poderosos del universo, otros querían expresar su gratitud, otros querían ver a los guerreros encargados de la protección de los príncipes, así entre aplausos, agradecimientos, y felicitaciones, todos salieron a las afueras de las construcciones, ahora se encontraban en el lugar al que habían llegado, todos sabía que hacer, por lo tanto cerraron los ojos y antes que fuera perceptible, ellos estaban de vuelta en la tierra.
Un suspiro se escuchó en el silencio de la noche, habían estado lejos varias horas, por lo que era de noche nuevamente, aproximadamente medianoche.
- ¿Qué sucede Mina? –preguntó Anthony
-Nada, es solo que o vimos luz solar, el día pasó, estamos a finales de noviembre ya, hay que empezar con las preparaciones navideñas y por lo visto este año no tendremos tiempo para nada de eso…
- Hay Mina, siempre tú con tus comentarios, deberías preocuparte por todas las cosas que pasan –dijo Rei - ¿verdad Serena? ¿Serena?
-Lo siento Rei, pero me temo que se ha quedado dormida, está muy cansada –dijo Darien mientras cargaba a Serena en brazos esperando que estuviera cómoda
- Ya veo… será mejor que nosotros también nos vayamos, debemos descansar, ¿que es lo que haremos mañana? –preguntó Lita
- No lo sé, es sábado, descansen por la mañana, los esperamos aquí por la tarde, y discutiremos lo que vamos a hacer –dijo Darien
- Está bien… -respondieron todos y luego se dirigieron a sus automóviles y partieron a sus hogares, mientras tanto Darien recostaba a Serena sobre la cama, -Se ve tan hermosa- pensó –pero hay algo diferente en ella, se ve esplendorosa, no logro apreciar que ha cambiado en ella, su rostro, su piel, no lo sé, hay algo que la hace ver distinta- Darien no notó nada más, a pesar de ser médico.
Darien la veía fijamente mientras ella descansaba, la luz de las estrellas entraban por la ventana, había cuarto menguante, la luna desaparecía del cielo con cada noche que pasaba, pero eso no importaba pronto llegaría la ansiada luna llena…
- Darien –dijo una voz que provenía de la ventana - ¿ella está bien?
- Si, Luna, solo está un poco cansada, utilizó más de la energía que debía, la ha dejado muy agotada, por cierto ¿Dónde está Artemis? Pensé que estaría contigo…
-Él está en la luna, con las chicas, espera noticias, creo que será mejor que yo también me vaya para allá, solo estaba preocupada por Serena.
-Ella está bien, no te preocupes, ¿Cuándo volverás a la luna?
- No lo sé, creo que ahora mismo…
-Pasa la noche aquí, a Serena le ha hecho mucha falta tu compañía, le hará bien verte, quédate hasta que despierte…
- Está bien, me quedaré hasta mañana, cuando ella despierte…
-Gracias Luna.
La noche pasó, pronto la oscuridad cedió ante la claridad, el invierno se hizo presente, así que el sol brilló poco a través de las densas nubes…
Serena despertó, estaba un poco desorientada, ¿Cómo rayos había llegado a donde estaba? Sentía que algo la sujetaba con fuerza, pero estaba demasiado desorientada como para darse cuenta de lo que era… Al voltearse pudo apreciar la imagen de su amado esposo durmiendo plácidamente a su lado y era quien la sujetaba por la cintura, como si fuera a escaparse de su lado…
-Serena… despertaste –dijo una voz femenina
-Luna… que pasó… ¿en que momento Darien me trajo? Recuerdo que regresábamos de aquel lejano planeta de fuego y ahora estoy aquí…
- Darien dijo que usaste mucha energía, por eso estás débil… ¿como te sientes ahora?
-Bien, con bastante energía, aunque me tengo mucha hambre, acompáñame a la cocina…
Serena se levantó con cuidado, para no despertar a Darien, se cambió se puso unos jeans azules cómodos y una camiseta de cintas negra, las dos se dirigieron a la cocina, Luna de asombró de ver qué era lo que Serena quería comer.
-Serena, ¿en serio vas a comer eso?
-Si, tengo muchas ganas, no puedo evitarlo…- dijo ella con una sonrisa
-Pero… tú, Serena es la segunda vez que te veo comiendo zanahorias por voluntad propia, normalmente debe obligarte a comerlas, ¿que te pasa…?
Serena solo sonrió ante la mirada atónita de la pequeña gata
-No… -dijo Luna con voz de asombro, su rostro reflejaba sorpresa- no estarás… ¿Serena tú…?
¿tú estás…?
-Sí, dos meses –respondió Serena con una sonrisa traviesa que reflejaba verdadera felicidad
- ¿Eso es verdad? Ya veo, si, había notado algo diferente en ti, pero no sabía que… y… ¿ya le dijiste a Darien y los demás?
El rostro de Serena se tornó un poco serio pero aún alegre.
- No, ocurrieron muchas cosas en Grecia…
-Si Darien mi informó de todo anoche mientras dormías.
- Si, bueno, yo… decidí no decirles nada a ninguno de ellos, ni siquiera a Darien, si lo hago, ya no me dejarán pelear, y yo debo estar presente cuando la última batalla se dé, no puedo quedarme sentada en una silla mientras los demás se arriesgan por mí…
-Serena, pero, es muy peligroso, para ti y para… bueno ya sabes…
- Luna por favor, prométeme que no le dirás nada a nadie, no hasta que sea necesario, ¿por favor?
- Está bien Serena, guardaré el secreto, pero no significa que esté de acuerdo en lo que haces…
-Gracias Luna…
Serena y Luna platicaron un buen rato, luego Luna finalmente decidió regresar a la luna
-Debo irme Serena, creo que es mejor que esté en la Luna, mantenme informada de lo que ocurra aquí…
-Claro, pero he pensado que lo mejor es que estemos todos allá, en cuanto vengan las chicas iremos a la luna también
-Si creo que será lo más prudente, me adelantaré para preparar las cosas para su llegada, tienes tu comunicador ¿verdad?
-Si Luna aquí lo tengo, si algo sucede me comunicaré inmediatamente contigo
Luna partió a rumbo a la luna para prepara todo a la llegada de los demás, seguramente se quedarían un buen rato en el palacio debido a como estaban las cosas.
Darien despertó, Serena se encontraba preparando su desayuno, huevos fritos, realmente olían muy bien.
-Buenos días preciosa –dijo Darien al tiempo que le daba un beso en la frente a Serena- te has levantado temprano, ¿Por qué no me despertaste?
-Lo que pasa es que te vi tan cansado que no quise molestarte, platicamos un momento con Luna y ella regresó al palacio, así que decidí que era mejor tener listo el desayuno…
Serena sirvió en el plato los huevos, dos rodajas de pan tostado, y colocó en un pequeño plato aparte un poco de fruta picada, lo pasó a la mesa y se sentaron
-¿Tú no vas a desayunar? –preguntó Darien
-No, no tengo hambre... lo huevos huelen bien, pero probé un poco y me… -Serena pensó si debía decirlo o no- y me provocaron nauseas…
-¿Te sientes mal?
-No me siento perfectamente bien, solo es que no tengo hambre… ya comí… un poco
-Bien… que te parece si damos un paseo, antes de que vengan los chicos
-Claro…
Ambos salieron, el día no era el mejor para pasear, las nubes se arremolinaban en el cielo, cubriendo los dorados rayos del sol impidiendo que tocaran si quiera un poco del suelo terrestre, el viento esa mas frío, las hojas de los árboles se caían y flotaban a la deriva con el viento, por las calles, se podía ver a la gente con abrigos, suéteres, bufandas, gorras, guantes, lo que sea que les proporcionara el calor suficiente…
Por un parque cercando, una feliz pareja se encontraba disfrutando de la compañía del otro, un par de enamorados, siempre había sido así y siempre lo sería, nada iba a cambiar, pasara lo que pasara.
La mañana pasó de prisa, Darien invitó a Serena a almorzar y luego, se dirigieron a su casa de nuevo para recibir a los chicos.
Una vez en casa, los primeros en llegar fueron Mina y Anthony, luego Lita y Josh, Amy y Sam, y Rei y Misaki. Todos estaban reunidos.
-Así que… ¿Qué acciones tomaremos ahora? –preguntó Mina
- Por lo pronto, volveremos a la luna, es lo más prudente y desde allí tendremos una mejor perspectiva de todo lo que sucede –respondió Darien
-Si, tienes razón Darien, ¿cuando partimos? –preguntó Anthony quien observaba a Serena y Darien
-Mañana por la tarde, pero primero, quiero hacer una visita a otro lugar, es más no recuerdo mucho de ese lugar y tengo cierta curiosidad… -agregó Serena
-¿A dónde iremos? – preguntó Amy
-Al reino Dorado, la tierra de Erusión, al Palacio del Sol, antiguo hogar de Endymion…
Las chicas y los chicos se sorprendieron al escuchar el destino que proponía Serena, pero no preguntaron nada, ella les diría lo que pasaba cuando fuera el momento. Todos se retiraron una vez que estaban enterados de los planes. En casa solo quedaron Serena y Darien nuevamente.
-Darien… -dijo con timidez- ¿te molesta si vamos a casa de mis padres?
-Claro que no, pero ¿no deberías esperar otro día? Tu madre seguramente no estará esperando visitas.
-No, vamos hoy, necesito verlos, tengo esa sensación, quiero que sepan que estoy bien.
-Como quieras, pero pasaremos por el supermercado antes para llevar algo para cenar, si no tu madre se molestará de que no le alcance la cena… -dijo Darien, parecía divertido
-Gracias Darien. Me esperas unos momentos, me vestiré y nos vamos
Serena subió a la habitación y buscó ropa cómoda pero que igual era elegante, sacó unos pantalones azul oscuro, unas zapatillas tipo bailarina y pensó –sí este es el calzado más apropiado para mí ahora- una blusa de encaje de tiras muy fina y hermosa color beige, un suéter de cuello de tortuga del mismo color que resaltaba su esbelta figura, sacó un abrigo azul oscuro y finalmente una pañoleta blanca que se enrolló en el cuello
-Bien vámonos –dijo Serena a Darien que la esperaba en la puerta de entrada
El auto se dirigió entonces a la casa de los papás de Serena, durante el camino, ambos guardaron silencio, pronto llegaron, tocaron el timbre y la mamá de Serena abrió la puerta.
-¡Serena, Darien! –exclamó al momento de ver quienes tocaban el timbre- que sorpresa, pasen, ¿Cómo están? ¿Ocurre algo?
-Estamos bien mamá, solo quería verlos a ti y a papá, no pasa nada…
Ellos entraron y dejaron los abrigos colgados, Serena dejó su pañoleta colgada junto con su abrigo, una vez en la sala el padre de Serena quien se encontraba leyendo los saludó, Samy por su parte no se encontraba esa noche pues debía realizar unas tareas de la escuela, Serena decidió ayudar a su madre en la cocina, Darien se quedó en la sala platicando con Kenji sobre los deportes, mientras tanto, en la cocina, Ikuko notó a su hija algo extraña, su actitud, su físico, ella había cambiado un poco, notó que ella ocultaba algo, así que se preguntó ¿Qué era?
-Serena, dime hija… ¿hay alguna razón por la que hayan venido hoy?
Serena sentía que debía verlos, ella estaba preocupada, pues había llegado a pensar que nunca más los volvería a ver, quería pasar tiempo con ellos, antes de que todo aquello llegara, ella sabía que no debería pensar tan pesimistamente, pero no quería irse de la tierra sin antes haberse despedido de sus padres…
-No… todo está bien –mintió
-¿Estás segura? Hija siento que me ocultas algo…
-No mamá todo está bien…
-Te noto distinta, tu… has cambiado un poco, no lo sé, te vez más hermosa que de costumbre, te ves… radiante… -en ese momento Ikuko reflexionó sobre sus palabras, no podía ser lo que ella se imaginaba ¿o sí?
-¿Qué pasa mamá? –preguntó Serena preocupada ante el silencio súbito de su madre
-Serena ¿tu… estás…? –Serena la interrumpió antes de que ella terminara, reflexionó un momento, ¿era posible que todos la notaran diferente y ninguno se diera cuenta, a excepción de Luna y su madre los demás no habían notado nada? Incluso Darien que era médico, de cualquier modo pensó que era mejor así.
-Sí mamá… pero, aún no le he dicho nada a nadie, ni siquiera a Darien, por favor, podrías guardar ese secreto conmigo, aún no es el momento….
-Claro hija, me alegro tanto –Ikuko estaba realmente feliz- no sabes como quisiera ir y decírselos ahora mismo, pero respetaré tu decisión…
-Gracias mamá… -dijo mientras recibía un abrazo de su madre
-Sabes que siempre me tendrás aquí para lo que sea, pero Serena, siento que hay algo más que te mortifica… -Ikuko podía ver la angustia en la mirada de Serena
-No mamá, estoy bien –mentía, la verdad era que sí estaba mortificada, sabía lo que pronto ocurriría pero no quería preocupar a nadie, significaba revelar la verdad, toda la verdad que ocultaba desde hacía muchos años, desde que tenía 14 y su destino le fue revelado… -solo quiero pasar tiempo con ustedes es todo… siento que después ya no podré hacerlo
-Hija, siempre nos tendrás aquí, para ti y para Darien, sabes que siempre estaremos para cuando nos necesites… -esas palabras la reconfortaron un poco, pero no lograron calmar ese sentimiento de angustia y ansiedad
La cena transcurrió sin más acontecimientos, todo estaba tranquilo, Darien y Serena hicieron algunos comentarios acerca de la luna de miel, y de lo hermosos que eran los templos griegos, claro omitieron algunas partes; pronto llegó la hora de marcharse nuevamente, ellos deberían partir la mañana siguiente.
-Nos vemos otro día mamá, papá, no olviden que los quiero…
-Claro hija, vuelvan cuando quieran –dijo Kenji
-Cuídate mucho mi pequeña, sé feliz, siempre me tendrás para ti, yo t ayudaré cuando lo necesites… -dijo Ikuko mientras abrazó a Serena
Tomaron sus abrigos y salieron de la casa, Serena no se dio cuenta que cuando se colocó el abrigó dejó tirada la pañoleta que llevaba, ambos subieron al auto y se fueron, Ikuko y Kenji observaron desde la entrada como el auto desaparecía entre la penumbra de la noche
-Serena se ve feliz, radiante… -dijo Kenji
-Si así es, tiene porque estarlo
-¿Hay algo que me ocultas? –preguntó Kenji
-No, nada querido… -dijo mientras entraban, observó la pañoleta tirada- oh, Serena ha dejado esto, bueno creo que es bueno tener algo de ella en casa –dijo con tristeza
-No te pongas así… no está tan lejos, además prometieron que nos visitarían o nosotros podemos visitarlos a ellos.
-No es eso… no quiero que te alarmes por lo que voy a decir, pero tengo la extraña sensación de que ella… se estaba despidiendo… de que nunca más la volveré a ver…
Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
me encanto el capitulo !! =D
= pobre la mama de serena se qdo con esa sensacion d q serena se estaba despidiendo
por fa sube lo mas pronto posible !!
kndyc- Sailor Star Light
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
woooooooooooooooooow woooooooooooooooooow wooooooooooooooooooooooooooooo que kaguay que guay que aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa super genial me encantaron los capis porfa actualiza ya quiero saber saber sabeeeeeeeeeeeeeeeeeerr por fa actualizate ya ya ya
Angie- Neo Reina Serena
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
ya has tardado demaciadooooo
t lo suplicoooo
subeeeee
t lo suplicoooo
subeeeee
kndyc- Sailor Star Light
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
el tema se cierra hasta que la autora describa los datos que se solicitaron( clasificacion del fic) y que tenian como fecha limita hasta el dia 31 de enero ...Seiya-Moon
Seiya-Moon- Neo Reina Serena
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
amiga ya puedes clasificar el fic
Seiya-Moon- Neo Reina Serena
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
vayaaaaaaaaaaaaa por fiiiiiiiiin la abrieroooonn fiiuuu ya iba a reclamar que no me dejaban seguir con tan fantastico finc
pero en fin una vez abierto ACTUALIZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA ya me la debes mejor dicho ya no las debes asi que orale pasanos lo que sigue que pierdo el hilo de la super history jaja
actualizaa
pero en fin una vez abierto ACTUALIZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA ya me la debes mejor dicho ya no las debes asi que orale pasanos lo que sigue que pierdo el hilo de la super history jaja
actualizaa
Angie- Neo Reina Serena
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
bueno ya que me abrieron aqui esta el siguiente capi espero les guste
Capítulo 34
Momento Final
La mañana no fue diferente a la del día anterior, los pajarillos apenas se veían en el cielo, el viento se llevaba cada una de las hojas de los árboles, las nubes del cielo cubrían como una espesa cortina los rayos del sol, la temperatura descendió mucho, obligando a los habitantes a abrigarse…
Inesperada mente, copos de nieve se precipitaron al suelo cubriendo cada centímetro de la superficie del suelo, no dejando ningún rastro de otro color que no fuera blanco puro, los árboles, las flores, las casa, los autos, todo estaba cubierto de blanco…
-Serena… despierta… debemos irnos… los chicos no tardarán en llegar
-Hum… Está bien… pero… Darien… hace demasiado frío… mejor duermo otro rato…
-Serena…-dijo Darien muy divertido- despierta… ya es hora debemos irnos
- Está bien… pero en tu conciencia quedará que no me dejaste descansar –dijo Serena bromeando mientras salía de la cama
-¡Abrígate bien! –dijo Darien desde el baño- hace frío afuera…
Serena salió a la ventana para observar un poco el paisaje frío que reinaba, al levantar la cortina observó maravillada como la nieve caía desde el cielo cubriendo todo a su paso, volviéndolo todo blanco, el viento había calmado, por lo que cada copo era libre de caer donde quisiera sin necesidad de preocuparse por el destino del viento, al notar esto, Serena cerró la cortina de inmediato.
-Está nevando… -suspiró
-¿Que te ocurre? –preguntó Darien –hace unos momentos te encontrabas feliz, ¿Qué hay en la nieve que te disguste? ¿Pensé que la nieve te gustaba?
-Me gusta, pero… -ella suspiró de nuevo- mira –dijo levantando la cortina y señalando la nieve –cada copo de nieve es libre de caer, no hay viento, incluso ellos conocen mejor su destino que yo, los copos de nieve saben a donde vana llegar y yo… yo no sé que es lo que va a pasar conmigo…
-¿Tienes envidia de unos copos de nieve?
-Creo que sí… ¿en que momento nuestro destino se volvió ilegible? Siempre pensé que si sabía cual era mi destino, tendría la oportunidad de retrasar su llegada… pero ahora me veo obligada a hacer cosas que aún no deseo… -la voz de Serena era triste
-Serena, nuestro destino ha cambiado, sí, pero no todo es malo… no pienses así, lo más importantes es que no importa cuánto cambie algo, el destino siempre mantiene su esencia ¿o no es así?
-¿A que te refieres con la esencia del destino?
-¿Estamos juntos cierto?
-Sí
-Lo ves…
-Entiendo…
-Será mejor prepararnos, lo chicos llegarán pronto… Serena… no te atormentes más, estoy aquí contigo, y nunca te voy a dejar, no lo olvides…
-Lo sé…
Se vistieron y se prepararon para recibir a los demás que no deberían tardar en llegar. Darien bajó las escaleras y esperó en la sala, Serena permaneció en la habitación, sumergida en sus pensamientos, no entendía como, la angustia había logrado apoderarse de ella, normalmente no le habría prestado atención a sentimientos así, pero ahora era diferente, sentía que algo iba mal, de donde provenían esas emociones que casi nunca sentía, normalmente era segura de sí misma, confiaba en ella y en los suyos, pero ahora… no podía atenerse a nada, no había ninguna muestra de que todo fuera a salir del todo bien, el corazón de Serena se aceleraba con cada pensamiento, ¿Por qué estaba tan nerviosa? Ni siquiera cuando fue el día de la boda los nervios eran teles, ¿eran nervios? O ¿era algún otro sentimiento que nunca había experimentado? En las anteriores batallas, ella siempre albergaba cierta esperanza, un rayo de luz entre las tinieblas que le indicaba que todo saldría bien, claro no sin antes hacer algunos sacrificios, pero siempre conseguía que todo saliera beneficioso para los que ella amaba, pero ahora, ese rayo de luz de esperanza había desaparecido sin rastro alguno, como si de pronto todas las tinieblas lo hubieran cubierto, como si alguien o algo se hubiera interpuesto entre ella y esa pequeña claridad, entonces entendió ese sentimiento, miedo, ella había sentido miedo antes, claro, pero nunca como ahora, ese miedo era tan fuerte casi sofocante, miedo, era miedo, terror, sus manos se enfriaron al pensar en ese sentimiento, sintió como su temperatura corporal descendió, la sangre en sus venas fluía de forma lenta aunque su corazón se aceleró, dentro de su pecho sintió cada uno de los movimientos del corazón, como golpeaba violentamente dentro de su caja torácica, sus músculos estaban tensos, sus manos estaban en fuertes puños, estaba tan ensimismada que no se dio cuenta que estaba justo al medio de la habitación, el sonido de freno de un auto, seguido de tres más, la hicieron volver en sí, tomó conciencia de donde estaba, un poco mejor por saber de que se trataba ese sentimiento que la aquejaba, terminó de arreglarse y bajó las escaleras…
Nueve pares de ojos se posaron en Serena mientras bajaba las escaleras…
-Buenos días chicos –saludó ella sin mucho entusiasmo
-Buenos días Serena –saludaron todos
-Serena… -dijo Amy con un poco de prudencia- puedes decirnos por que razón vamos a ir a Erusión
-Debemos encontrar algo… -dijo Serena en voz baja y la mirada al suelo
-Y… ¿eso es importante? –preguntó Lita
-Sí, al menos para mí
Todos la miraron, algo en su mirada los hacía preguntarse que le sucedía, que escondía, ella no era así, normalmente era llena de vida, alegre, siempre sonreía, ahora su mirad era sombría, su rostro reflejaba angustia, todos pensaron que quizás se debía a la misma situación, que pronto pasaría…
-¡Bien entonces partamos a buscar! Lo que sea que estemos buscando –dijo Mina con mucho entusiasmo lo cual contagió a los demás…
Salieron de la casa, y se dirigieron al bello y gran jardín trasero, todos estaban allí, incluso Darien, Serena salió lentamente, aún con la mirada en el suelo, de pronto y sin previo aviso, ella les dijo
-¡chicos! He de decirles algo… -la mirada de Serena se tornó diferente, con un poco de culpabilidad, eso asombró a todos, pero ninguno dijo nada…-no he sido completamente sincera con ustedes…
-Que ocurre…-preguntó Rei
-Solo que…últimamente, yo…yo, no tengo la misma confianza que siempre, mis temores me han invadido, cosa que nunca me había pasado antes, siempre había tenido una pequeña esperanza de que todo saldría bien, pero ahora, esa esperanza se ha desvanecido por completo, tengo miedo de a donde nos lleve el destino, tengo un mal presentimiento, es por eso que quiero encontrar el libro del Destino… pienso que puede estar en el Palacio del Sol…
-Serena, ¿es eso lo que te preocupa? –Preguntó Darien- Sabes que todo estará bien, no tienes porque sentirte así, nosotros estamos contigo –dijo mientras la abrasaba tiernamente
-Pero aún así… -dijo Misaki – creo que ella tiene razón, después de ver lo que nos mostró el libro que está en la luna, creo que sería bueno tener ambos libros, como una ayuda
-Así es, no podemos dejar todo en manos del destino y la fortuna, nosotros también debemos saber que es lo que nos espera, no podemos andar a ciegas, en especial en estos momentos –agregó Sam
-Pero… ¿será tan fácil encontrar un libro? No tengo idea de cómo sea al Palacio del Sol, pero seguramente es muy grande, comparable al Palacio de la Luna, hay muchos lugares en donde buscar, probablemente nos tomará mucho tiempo encontrarlo… -dijo Mina
-Sí, pero es mejor que quedarnos aquí a esperar… -dijo Josh
-Bien en ese caso, será mejor irnos ya… -concluyó Anthony
Todos sabían que hacer, cerraron los ojos, y en un rápido momento, sintieron un ambiente distinto al que se encontraban, las chicas se sorprendieron mucho al ver el lugar, y hermoso palacio blanco y dorado, con bellos jardines llenos de rosas, una gran fuente blanca llamaba la atención al centro el agua que de ella brotaba era clara, pura…
Más sorprendente fue ver que su uniforme había cambiado, ahora usaban una chaqueta corta hasta la cintura, cruzada muy al estilo militar, cada una de ellas tenía su color representativo, azul celeste para Mercury, rojo para Mars, verde musgo para Jupiter y un naranja suave para Venus, la falda era paletoneada corta y de color blanco para todas, el calzado, botas de tacón hasta la rodilla, una blusa blanca con un pañuelo en el cuello y finalmente una pequeña capa a media espalda sobre el brazo derecho…
-Oigan chicas… nuestros uniformes cambiaron –dijo Venus muy entusiasmada
-Si… es verdad… están hermosos, ¿princesa podemos usar estos para la batalla?
-Como quieran… -respondió Serenity con cierta indiferencia lo cual hizo que no se diera cuenta de que todos la observaban
-Vaya… que lindo… traje –dijo Venus, los chicos permanecían indiferentes a los comentarios de las chicas
- Así debe ser… -respondió Serenity- el traje de la luna es más femenino porque obviamente la luna la gobierna una mujer, pero al estar en los dominios de una varón el traje de guerrero debe ser más al estilo militar… es por eso que tanto su vestimenta como la mía han cambiado…
-Pero tu traje es precioso…
-Si, no niego que no me guste…
La vestimenta de Serenity era parecida, una blusa blanca con un pañuelo en el cuello, falda corta, botas blancas, y una chaqueta corta al frente y cruzada, pero por detrás llegaba hasta los tobillos, toda de blanco, solo adornada con finas líneas plateadas en los puños de las mangas y en la solapa… definitivamente muy elegante para tener un estilo militar…
-Vamos chicas por favor… -dijo Eitaro –no es el momento de hacer ese tipo de comentarios
- Él tiene razón –dijo Gabriel –será mejor buscar de una vez por todas ese libro, mientras más pronto lo encontremos más pronto podremos irnos a la luna –dijo Gabriel
Así pues, ellos se dirigieron en parejas hacia las distintas partes del palacio en busca del libro…
En el jardín permanecieron Endymion y Serenity, en un silencio un poco incómodo, ambos miraban hacia otro lado, evitaban verse a los ojos.
-Serenity… dime, la verdadera razón por la que te sientes insegura –dijo Endymion con angustia en su voz, aún no se atrevía a mirarla
-Yo… no lo sé… no sé que ha pasado conmigo, de repente he comenzado a dudar de mí misma, me siento insegura, desprotegida y débil…
-Serenity, por favor –dijo él mientras la abrazaba- como piensas esas cosas, sabes que eres la mujer más increíble que conozco, eres hermosa, fuerte, inteligente, el sueño de cualquiera, y para mi fortuna me has escogido a mi como tu compañero ¿Cómo podría dejar que algo malo te pasara a ti?
-Lo sé, perdóname es que no se que es lo que me pasa… mejor vamos a buscar el libro a la biblioteca…
-Está bien, pero prométeme que intentarás recuperar tu ánimo…
-Está bien, te lo prometo –dijo con una sonrisa
Mientras tanto, los demás recorrían el palacio, Venus, Gabriel, Eitaro y Mars, estaban frente a una puerta grande en uno de los pasillos del palacio…
-Mars, no creo que sea buena idea entrar… se ve… un poco tétrico, no crees –dijo Venus mientras se abrasaba del brazo de Gabriel
-Por favor Venus, no seas tan cobarde, además ¿Cómo vamos a encontrar el susodicho libro si no revisamos las habitaciones del palacio? –respondió Mars
-En eso tiene razón –dijo Gabriel – vamos, te aseguro que en el palacio no hay nada malo, aunque nadie haya estado aquí en muchos años, este es un lugar sagrado al igual que el Palacio de la Luna –dijo Gabriel
-¡Oye de que lado estás! –dijo Venus molesta
-¡Ya basta de tonterías! –dijo Eitaro exasperado –será mejor que entremos no hay nada de malo aquí –dijo y abrió la puerta
Para sorpresa de todos, lo que había en la habitación eran armas, de todo tipo, unos cuantos cuadros antiguos con imágenes del pequeño príncipe y su hermano, algunos escritos, nada importante…
-¡Vaya mira esas espadas! ¡son preciosas! –exclamó Venus
-Así que aquí es en donde estaban… -dijo Eitaro –ya extrañaba mi espada
-¿tu espada? –preguntó Mars
-Sí mira esta es la mía –respondió mientras le mostraba una espada delgada, con empuñadura dorada y adornada con un rubí
-Oh ya veo, así que cada Guardián tiene su espada, verde para Angelo del Viento, azul para Dominic del Agua, rojo para Eitaro, y naranja para Gabriel… -dijo Venus mientras observaba las espadas
-¿Oigan y las espadas plateadas? Son más son ocho en total…
-Son las suyas –respondió Gabriel –no lo ven, cada una es igual a la nuestra, solo que tienen las piedras correspondientes a su guardián
-Pero ¿porqué están aquí? Además creí que La princesa ya nos había dado nuestras armas correspondientes –cuestionó Mars
-Así es… pero cada guerrero debe tener por lo menos un arma, y su poder especial claro… pero con nosotros es distinto, al ser dos reinos que se encuentran en alianza, poseemos dos, uno que nos provee el reino de la luna y uno que nos provee el reino dorado –dijo Gabriel
-Ya veo…-dijo Venus- ¿y estas otras dos? –señaló dos espadas que se encontraban apartadas, una completamente dorada y la otra totalmente plateada, ambas con un pequeño adorno en forma de jaula redonda en la punta de la empuñadura
-Son las espadas de los príncipes, en la parte de la empuñadura se coloca la gema perteneciente a cada príncipe, la princesa Serenity colocaría el Cristal de Plata y el príncipe Endymion el cristal dorado
-Ya veo… son preciosas –dijo Rei
-Si bueno, será mejor que las llevemos todas y se las entreguemos a sus dueños, no me gusta pensar así, pero creo que las necesitaremos –dijo Eitaro
En otra parte, Mercury, Ángelo, Júpiter y Dominic caminaban por un lugar lejos del palacio, seguían un camino que los conducía a una especie de templo
-Quienes son los intrusos que se atreven a entrar en el Palacio del Sol –dijo una voz que provenía del interior del templo
-Somos los guardianes de los cielos y las guerreras de la luna –dijo Ángelo
-A pasado mucho tiempo desde la última vez, guerreras del la luna
-¿Quién eres? –preguntó Mercury –¿acaso te conocemos?
-Así es soy yo –en ese momento un joven de piel clara, ojos grises y cabello blanco salió de entre la sombra del templo – soy, Helios
-¿Helios? ¿En verdad eres tú? –dijo con incredulidad Jupiter
Helios se acercó a ellos y los saludó a cada uno de ellos
-¿Qué a pasado, porque están aquí? –preguntó Helios
-Hemos venido en busca de algo, quizás tu sepas en donde está… -dijo Dominic
-¿En busca de algo?
-Sí buscamos el Libro del Destino, bueno creo que así se llama… -dijo Mercury
- Ha ya veo… pero, temo decirles que… en eso no los podré ayudar…
-¿Por qué? ¿Acaso no vives tú en este lugar?
-así es, pero yo solo cuido del templo, el Palacio del Sol está fuera de mi vigilancia, además, Los Libros, fueron escondidos una en el Palacio de la Luna y otro aquí, pero nadie sabe donde, sería un golpe de suerte encontrar alguno de ellos, se dice que solo son encontrados cuando realmente son necesarios
En esos momentos los demás los alcanzaron lograron escuchas lo que Helios les decía a los otros cuatro que habían llegado antes, Helios reconoció a Gabriel pero no le pudo saludar ya que él habló en ese momento
-Bueno, pues ahora son necesarios, la Princesa Serenity encontró el que estaba en el Palacio de la Luna, es por eso que necesitamos encontrar el segundo libro, necesitamos de su ayuda –dijo Gabriel- ¿estás enterado de que el destino ha cambiado drásticamente?
-Sí príncipe, tengo indicios de que el presente que ahora vivimos no es el que deberíamos vivir, desgraciadamente pequeños detalles en nuestros actos fueron cambiando el tiempo…
-Así es… Helios… otra pregunta, ¿has notado algún cambio en el templo o en el Palacio…? -preguntó Gabriel
-Sí, hace pocos días la habitación central del palacio emitió un destello, la insignia del Sol quedó totalmente restaurada en todos los lugares en los que se encuentra su brillo ha vuelto a la vida cosa que no pasa desde hace muchos años
-Si lo imaginé…
-¿Porqué pregunta eso Príncipe Gabriel?
-El legado ha sido traspasado, en su viaje a Grecia Endymion se encontró con Apolo, mmm bueno nuestro padre, allí le fue transferido el título de dios del Sol, al igual que a Serenity, lo único que deben hacer es hacerlo oficial para que puedan obtener los poderes que con el título vienen
-Ya veo, pero porque ninguno de ellos se declara con su título… -Gabriel sonrió
-Ninguno de ellos dos lo desea, pensamos que eso sería cambiar definitivamente sus vidas, los entiendo en eso, yo mismo me negué a tener ese cargo, no tengo porque exigirle a mi hermano algo a lo que yo me negué
-Pero, si ellos aceptan lo que son, entonces les será más fácil derrotar a sus enemigos… no habría necesidad de buscar los libros ni nada de eso
-Supongo que lo dejarán como último recurso, el aceptar su título no sólo cambiaría sus vidas, sino que afectaría drásticamente el destino y el tiempo de la tierra tal vez del universo entero, debemos preveer eso, ya bastante ha cambiado nuestro futuro como para alejarnos aún más de él…
-Si, supongo que tiene razón Príncipe Gabriel
-Oigan, un momento… -dijo Venus interrumpiendo la conversación – ¿como es que ustedes se conocen? ¿Helios desde cuando estás aquí? ¿Cómo es que él te reconoce como príncipe Gabriel?
-Hay Venus, tú y tus preguntas de más, es obvio el porqué Helios sabe que él es un Príncipe… -dijo Mars
-Tranquila Venus, lo que pasa es que Helios es el guardián del Templo, debe estar al tanto de cada situación, es por eso que él sabe perfectamente quienes somos… ¿Verdad Helios?
-Así es Príncipe Gabriel… por cierto ¿En donde están la Princesa Serenity y el Príncipe Endymion?
-Supongo que aún están en el palacio, en donde nosotros también deberíamos estar, ¿chicas acaso Angelo y Dominic no les dijeron que no deben venir a éste lugar? –preguntó Gabriel
-No, no sabíamos –dijo Mercury
-Lo siento –se disculpó Angelo- pero pensamos que quizás Helios nos podría dar algún indicio de donde encontrar el libro…
-Pues tanto él como cualquier otro habitante de este lugar desconocen el escondite del libro, así que será mejor que vayamos de regreso al Palacio… -dijo Eitaro
-Por cierto chicos ¿y esas espadas? –preguntó Jupiter
-¡Oh ya veo que las han encontrado! –dijo Dominic muy entusiasmado mientras tomaba su espada
-Estas otras son suyas chicas- dijo Mars- las otras cuatro son de las sailors que están en la luna, y la plateada es de La Princesa
-Será mejor irnos ya… Helios, estaré en contacto contigo, mantén preparado al ejército de oro, en cualquier momento te doy indicaciones para que sea enviado a la Luna y así se unifique de una vez por todas –dijo Gabriel –por el momento puedes volver a tus actividades, y Helios… cuídate mucho
- Sí príncipe, como ordene, y ustedes también tengan mucho cuidado…
Todos volvieron al Palacio, buscaron a Serenity y Endymion y los encontraron en la biblioteca del palacio con todos los libros rodeándolos
-Serenity, ya llevamos mucho tiempo buscando, hemos revisado cada libro de aquí, definitivamente en la biblioteca no está… -dijo Endymion
-Si, tienes razón, espero que los demás hayan tenido más suerte que nosotros, quiero leer ese libro, Endymion, aún tengo un mal presentimiento…
-Tranquila, si algo hemos aprendido en nuestras batallas, es que al final nuestros esfuerzos por hacer el bien, y mantener la paz, siempre son recompensados…
-Lo sé, pero no puedo evitar tener ese sentimiento… tengo miedo… miedo de lo que vaya a suceder…
-Tranquila, ya verás que todo estará bien, el destino está en nuestras manos, nosotros elegimos que camino seguir…
-Perdón la interrupción pero, debemos informarles… -dijo Gabriel- Endymion, Serenity, éstas son sus espadas –dijo mientras se las entregaba- encontramos la sala de armas y revisamos las demás habitaciones del palacio y no encontramos nada
-¿Quién encontró la sala de armas? –preguntó Endymion
-Nosotros la encontramos –dijo Venus- es muy grande, y las espadas se veían tan hermosas que de inmediato se las fuimos a entregar a los demás… -dijo muy entusiasmada
-¿Entraron en la sala de armas y salieron de inmediato? ¿No la revisaron completamente? –preguntó Serenity
-Eh, creo… -dijo Venus avergonzada ante la mirada de los demás- creo que no…
-Entonces es posible que se encuentre allí, claro, quien va a buscar un libro en el lugar en donde solo hay armas… -dijo Endymion
Todos se dirigieron entonces a la sala de armas, y buscaron en cada rincón de la habitación, entre los mapas, cartas, entre cada documento…
-Serenity… -dijo Endymion después de un buen rato- mira este es muy parecido al que tú encontraste
-Sí, haber lee, ¿que dice?
Endymion lo hojeo un poco, pudo ver historias escritas, poemas, su historia misma… lo que Apolo le había contado estaba allí, su historia con Serenity, todo estaba allí.
-Mira, aquí falta una hoja, debe ser la que estaba dentro del otro libro… la que contenía uno de los poemas… -dijo Endymion
--Sí así es… -dijo Serenity- por favor… puedes… puedes buscar el último escrito del libro…
-Endymion buscó el último escrito… un poema, nuevamente… decía
El lazo de sangre no es tan fuerte
La batalla entre hermanos es sangrienta
El lazo de sangre no es suficiente
El odio es mayor que la hermandad
El odio vale más que el amor de hermanos
El odio lleva a una batalla
¿Quién ganará?
Una vida, la vida de un líder
Una vida, se perderá
Un hermano mata a un hermano
El destino cambia
Cada quien elige su destino
El destino se puede cambiar a voluntad
El peligro, ronda de nuevo
El amor es más fuerte que nada
Al final, el lazo de sangre se romperá
La hermandad no sirvió de nada
La hermandad fue la causante del odio
Al final, solo al final, uno quedará.
Estas palabras dejaron helada a Serenity, todos los demás compartían su sentir, la angustia se vio reflejada en cada uno de los rostros presentes, y luego, un largo y prolongado silencio invadió el lugar, nadie dijo nada, nadie se atrevió siquiera a moverse, Serenity se levantó de donde estaba sentada y se dirigió al jardín, al lugar a donde habían llegado, los demás la siguieron en silencio, nadie emitió sonido alguno… llegaron a la fuente, sólo entonces Endymion se atrevió a hablar
-No te preocupes… -dijo mientras tomaba de la mano a Serenity- no debes tomar literalmente lo que dice, recuérdalo…
-Pero ahí claramente dice que alguien va a morir, sol quedará uno de los hermanos… al final, hemos de matar a aquel que lleva nuestra sangre y busca nuestra muerte… -dijo con tristeza Serenity
-Si, pero no tenemos otra opción, no podemos dejarles el destino del universo a ellos, sabes lo que harán, Serenity, debes ser fuerte, y enfrentarte a ella, tal y como lo has hecho con todos lo enemigos
-¿Y si es uno de nosotros quien caiga?
-¿y si es uno de ellos? No importa lo que pase, nosotros venceremos, no tienes porqué preocuparte… -ahora será mejor volver a la luna, debemos preparar a todos, definitivamente la batalla está cerca
En la luna…
-Serenity… volvieron pronto, ¿encontraste lo que buscabas? –preguntó Luna
-Hola luna –dijo Serenity con voz baja- sí, lo encontramos
-Bienvenida Princesa –dijeron las scouts que permanecían en la luna, acababan de llegar en ese momento- Príncipe; chicos, chicas hay mucho que hacer, debemos entrenar, no solo ustedes sino también con sus escuadrones… -dijo Uranus
-Si –respondieron las chicas
-Vayan ustedes… -dijo Gabriel- nosotros iremos luego, no queremos dejar solo a los Príncipes…
Mientras las chicas se dirigían al sitio de entrenamiento en donde se encontraban sus escuadrones, Serenity, Endymion y los chicos entraron al palacio, fueron recibidos por la mayoría de príncipes de los demás planetas que ya se habían hecho presentes una vez mas, definitivamente esa era señal de que la batalla final estaba cerca, los demás también lo presentían
-Hola Kakyuu, Alexis, Camilo, Almira, Darika –dijo Serenity- veo que todos los 52 príncipes se han reunido aquí nuevamente, al parecer todos sienten lo mismo ¿verdad? El momento ha llegado
-Así es Serenity –dijo Alexis- esperemos que todo vaya a favor de nosotros, pero ¿aún no sabemos quién es nuestro enemigo? Solamente fuimos informados de que uno de los planetas de fuego fue atacado y que tu fuiste personalmente a resolver el problema
-Sí, bueno… nuestros enemigos, como ya sabrán es Baltasar, el hermano de Endymion –dijo Serenity nerviosa, mientras apretaba la mano de Endymion, él la miró para brindarle apoyo- y… mi… hermanastra Leila…
-Así que sí era cierto el rumor de que La Princesa de la Luna tenía una hermanastra –dijo Camilo
-¿Ustedes lo sabían? –preguntó Endymion
-Bueno, nadie tenía la certeza, pero es algo que nuestros padres comentaban de vez en cuando –dijo Almira –ninguno de nosotros podíamos asegurarlo, por lo visto ustedes tampoco lo sabían
-No, ninguno sabía –dijo Serenity
-Y bien que es lo que haremos –cuestionó Darika
- Por el momento, prepararnos para la batalla, preparen a sus soldados, su ejército debe estar listo para la batalla, cada uno de sus ejércitos, estará bajo su mando, pero ustedes recibirán órdenes de los Guardianes del Cielo, los caballeros aquí presentes –dijo Serenity con voz seria mientras señalaba a los chicos- ¿alguien tiene algún problema con las medidas que he tomado? -Retó Serena
-Ninguno de nosotros tiene problemas con las decisiones que tomes Serenity –dijo Alexis- hemos comprobado por medio de tus acciones que tú eres la indicada para dirigirnos, yo que fui el primero en cuestionar tu capacidad ahora reconozco que tienes las habilidades suficientes…
-Gracias Alexis –dijo Serena- y muchas gracias a todos por estar aquí presentes, ahora, será mejor que descanse, pero manténganse alertas, en cualquier momento nos pueden atacar
Pasaron algunos días, los príncipes convivían entre ellos al igual que los guerreros y guardianes.
Una noche… Serenity se encontraba en el balcón pensando… de pronto…
-Hola princesa… ¿puedo acompañarla? –preguntó una voz masculina
-Seiya… hace tiempo que no te veía, ¿como estás?
-Bien, princesa…
-Por favor, sabes que tú puedes llamarme por mi nombre…
-No, princesa –dijo él con una sonrisa- es una falta de respeto que un guardián se dirija a una princesa de alto rango así, es algo que no puedo hacer
-Como quieras… -dijo ella con un rastro de tristeza en su voz
-¿Te pasa algo? ¿se supone que deberías estar feliz?
-No, estoy muy angustiada, es todo, no me pasa nada más, Seiya… yo… creo que te debo una disculpa…
-¿Disculparte? ¿Por qué?
-Por no corresponder a tus sentimientos, y sólo utilizarte para desahogarme sin darte nada a cambio…
-No te preocupes por eso… además, en todo este tiempo que no te he visto, me he dado cuenta, de que nadie elige a quien amar, si, lo admito, mi corazón me traicionó y me hizo querer a alguien que ya amaba a otra persona, pero ese sufrimiento me ha servido para encontrar a la persona a quien de verdad debo amar, creo que el que te debe la disculpa soy yo, por enamorarme de ti y hacerte pasar por cada una de las situaciones, ahora me doy cuenta de que era yo quien estaba equivocado, solo espero que esa persona aún me quiera, y que yo pueda corresponder a sus sentimientos como ella se lo merece… por fin he entendido que tu corazón siempre ha sido de él, de tu príncipe.. y el mío le ha pertenecido a otra persona, a quien siempre ha velado por mí sin que yo me diera cuenta…
-¿En verdad te has dado cuenta de eso? No sabes cuán feliz me hace escuchar esas palabras de ti, cuantas veces he deseado que encuentres a la persona que pueda hacerte feliz como tú te mereces…
-Lo sé, he sido un siego por no ver antes, ella siempre ha estado cuidando de mí, -él ríe- es gracioso, como encuentras el amor en quien menos te lo imaginas
-Lo sé, el amor es impredecible, y es cierto es gracioso, al principio en la tierra Darien y yo no nos llevábamos bien, pero luego descubrimos que él era Endymion y yo Serenity que el la antigüedad habíamos estado enamorados, así fue como nuestro amor resurgió de nuevo…
-Espero que… puedas ser muy feliz, Princesa, que tu Príncipe te haga tan feliz como te lo mereces, nadie en este universo merece más la felicidad que tú
-Y yo espero que tú también puedas ser feliz con… Kakyuu ¿cierto?
Seiya sonrió, y en ese momento se retiró… nuevamente Serenity se quedó sola en el balcón…
Una estrella fugaz cruzó el cielo… ella observó, pero algo la alarmó, de esa estrella se desprendió un fragmento, se dirigía directamente hacia ella… solo fue capaz de gritar
-¡Endymion…! –gritó desesperada, él estaba cerca así que no tardó en llegar
-¿Qué demonios es eso? –preguntó el alarmado
-No lo sé, pero se dirige hacia acá
El fragmento aterrizó justo frente a ellos, de la pequeña roca salió humo negro, inmediata mente un demonio apareció
-¿Qué quieres aquí? –preguntó Endymion
-Calma príncipe, solo soy la sombra de un demonio que ha sido enviado a entregar una invitación
-Que rayo quieres… -dijo Serenity
-Mi ama La Princesa Leila y el Príncipe Baltasar, los espera a todos dentro de tres días, la batalla se llevará a cabo en el Planeta Centro de la Vía Láctea, el mejor lugar para disputar el destino del universo, esperamos que vengan preparados para la diversión… -dijo y se desvaneció
Los demás príncipes que habían llegado luego del estruendo que hizo el meteorito al aterrizar habían escuchado todo, todos empezaron prepararse inmediatamente, la hora había llegado, estaban a tan solo tres días de la batalla…
-Princesa… -dijeron las chicas
-Prepárense y preparen a su escuadrones, en tres días el destino del universo será decidido…
Capítulo 34
Momento Final
La mañana no fue diferente a la del día anterior, los pajarillos apenas se veían en el cielo, el viento se llevaba cada una de las hojas de los árboles, las nubes del cielo cubrían como una espesa cortina los rayos del sol, la temperatura descendió mucho, obligando a los habitantes a abrigarse…
Inesperada mente, copos de nieve se precipitaron al suelo cubriendo cada centímetro de la superficie del suelo, no dejando ningún rastro de otro color que no fuera blanco puro, los árboles, las flores, las casa, los autos, todo estaba cubierto de blanco…
-Serena… despierta… debemos irnos… los chicos no tardarán en llegar
-Hum… Está bien… pero… Darien… hace demasiado frío… mejor duermo otro rato…
-Serena…-dijo Darien muy divertido- despierta… ya es hora debemos irnos
- Está bien… pero en tu conciencia quedará que no me dejaste descansar –dijo Serena bromeando mientras salía de la cama
-¡Abrígate bien! –dijo Darien desde el baño- hace frío afuera…
Serena salió a la ventana para observar un poco el paisaje frío que reinaba, al levantar la cortina observó maravillada como la nieve caía desde el cielo cubriendo todo a su paso, volviéndolo todo blanco, el viento había calmado, por lo que cada copo era libre de caer donde quisiera sin necesidad de preocuparse por el destino del viento, al notar esto, Serena cerró la cortina de inmediato.
-Está nevando… -suspiró
-¿Que te ocurre? –preguntó Darien –hace unos momentos te encontrabas feliz, ¿Qué hay en la nieve que te disguste? ¿Pensé que la nieve te gustaba?
-Me gusta, pero… -ella suspiró de nuevo- mira –dijo levantando la cortina y señalando la nieve –cada copo de nieve es libre de caer, no hay viento, incluso ellos conocen mejor su destino que yo, los copos de nieve saben a donde vana llegar y yo… yo no sé que es lo que va a pasar conmigo…
-¿Tienes envidia de unos copos de nieve?
-Creo que sí… ¿en que momento nuestro destino se volvió ilegible? Siempre pensé que si sabía cual era mi destino, tendría la oportunidad de retrasar su llegada… pero ahora me veo obligada a hacer cosas que aún no deseo… -la voz de Serena era triste
-Serena, nuestro destino ha cambiado, sí, pero no todo es malo… no pienses así, lo más importantes es que no importa cuánto cambie algo, el destino siempre mantiene su esencia ¿o no es así?
-¿A que te refieres con la esencia del destino?
-¿Estamos juntos cierto?
-Sí
-Lo ves…
-Entiendo…
-Será mejor prepararnos, lo chicos llegarán pronto… Serena… no te atormentes más, estoy aquí contigo, y nunca te voy a dejar, no lo olvides…
-Lo sé…
Se vistieron y se prepararon para recibir a los demás que no deberían tardar en llegar. Darien bajó las escaleras y esperó en la sala, Serena permaneció en la habitación, sumergida en sus pensamientos, no entendía como, la angustia había logrado apoderarse de ella, normalmente no le habría prestado atención a sentimientos así, pero ahora era diferente, sentía que algo iba mal, de donde provenían esas emociones que casi nunca sentía, normalmente era segura de sí misma, confiaba en ella y en los suyos, pero ahora… no podía atenerse a nada, no había ninguna muestra de que todo fuera a salir del todo bien, el corazón de Serena se aceleraba con cada pensamiento, ¿Por qué estaba tan nerviosa? Ni siquiera cuando fue el día de la boda los nervios eran teles, ¿eran nervios? O ¿era algún otro sentimiento que nunca había experimentado? En las anteriores batallas, ella siempre albergaba cierta esperanza, un rayo de luz entre las tinieblas que le indicaba que todo saldría bien, claro no sin antes hacer algunos sacrificios, pero siempre conseguía que todo saliera beneficioso para los que ella amaba, pero ahora, ese rayo de luz de esperanza había desaparecido sin rastro alguno, como si de pronto todas las tinieblas lo hubieran cubierto, como si alguien o algo se hubiera interpuesto entre ella y esa pequeña claridad, entonces entendió ese sentimiento, miedo, ella había sentido miedo antes, claro, pero nunca como ahora, ese miedo era tan fuerte casi sofocante, miedo, era miedo, terror, sus manos se enfriaron al pensar en ese sentimiento, sintió como su temperatura corporal descendió, la sangre en sus venas fluía de forma lenta aunque su corazón se aceleró, dentro de su pecho sintió cada uno de los movimientos del corazón, como golpeaba violentamente dentro de su caja torácica, sus músculos estaban tensos, sus manos estaban en fuertes puños, estaba tan ensimismada que no se dio cuenta que estaba justo al medio de la habitación, el sonido de freno de un auto, seguido de tres más, la hicieron volver en sí, tomó conciencia de donde estaba, un poco mejor por saber de que se trataba ese sentimiento que la aquejaba, terminó de arreglarse y bajó las escaleras…
Nueve pares de ojos se posaron en Serena mientras bajaba las escaleras…
-Buenos días chicos –saludó ella sin mucho entusiasmo
-Buenos días Serena –saludaron todos
-Serena… -dijo Amy con un poco de prudencia- puedes decirnos por que razón vamos a ir a Erusión
-Debemos encontrar algo… -dijo Serena en voz baja y la mirada al suelo
-Y… ¿eso es importante? –preguntó Lita
-Sí, al menos para mí
Todos la miraron, algo en su mirada los hacía preguntarse que le sucedía, que escondía, ella no era así, normalmente era llena de vida, alegre, siempre sonreía, ahora su mirad era sombría, su rostro reflejaba angustia, todos pensaron que quizás se debía a la misma situación, que pronto pasaría…
-¡Bien entonces partamos a buscar! Lo que sea que estemos buscando –dijo Mina con mucho entusiasmo lo cual contagió a los demás…
Salieron de la casa, y se dirigieron al bello y gran jardín trasero, todos estaban allí, incluso Darien, Serena salió lentamente, aún con la mirada en el suelo, de pronto y sin previo aviso, ella les dijo
-¡chicos! He de decirles algo… -la mirada de Serena se tornó diferente, con un poco de culpabilidad, eso asombró a todos, pero ninguno dijo nada…-no he sido completamente sincera con ustedes…
-Que ocurre…-preguntó Rei
-Solo que…últimamente, yo…yo, no tengo la misma confianza que siempre, mis temores me han invadido, cosa que nunca me había pasado antes, siempre había tenido una pequeña esperanza de que todo saldría bien, pero ahora, esa esperanza se ha desvanecido por completo, tengo miedo de a donde nos lleve el destino, tengo un mal presentimiento, es por eso que quiero encontrar el libro del Destino… pienso que puede estar en el Palacio del Sol…
-Serena, ¿es eso lo que te preocupa? –Preguntó Darien- Sabes que todo estará bien, no tienes porque sentirte así, nosotros estamos contigo –dijo mientras la abrasaba tiernamente
-Pero aún así… -dijo Misaki – creo que ella tiene razón, después de ver lo que nos mostró el libro que está en la luna, creo que sería bueno tener ambos libros, como una ayuda
-Así es, no podemos dejar todo en manos del destino y la fortuna, nosotros también debemos saber que es lo que nos espera, no podemos andar a ciegas, en especial en estos momentos –agregó Sam
-Pero… ¿será tan fácil encontrar un libro? No tengo idea de cómo sea al Palacio del Sol, pero seguramente es muy grande, comparable al Palacio de la Luna, hay muchos lugares en donde buscar, probablemente nos tomará mucho tiempo encontrarlo… -dijo Mina
-Sí, pero es mejor que quedarnos aquí a esperar… -dijo Josh
-Bien en ese caso, será mejor irnos ya… -concluyó Anthony
Todos sabían que hacer, cerraron los ojos, y en un rápido momento, sintieron un ambiente distinto al que se encontraban, las chicas se sorprendieron mucho al ver el lugar, y hermoso palacio blanco y dorado, con bellos jardines llenos de rosas, una gran fuente blanca llamaba la atención al centro el agua que de ella brotaba era clara, pura…
Más sorprendente fue ver que su uniforme había cambiado, ahora usaban una chaqueta corta hasta la cintura, cruzada muy al estilo militar, cada una de ellas tenía su color representativo, azul celeste para Mercury, rojo para Mars, verde musgo para Jupiter y un naranja suave para Venus, la falda era paletoneada corta y de color blanco para todas, el calzado, botas de tacón hasta la rodilla, una blusa blanca con un pañuelo en el cuello y finalmente una pequeña capa a media espalda sobre el brazo derecho…
-Oigan chicas… nuestros uniformes cambiaron –dijo Venus muy entusiasmada
-Si… es verdad… están hermosos, ¿princesa podemos usar estos para la batalla?
-Como quieran… -respondió Serenity con cierta indiferencia lo cual hizo que no se diera cuenta de que todos la observaban
-Vaya… que lindo… traje –dijo Venus, los chicos permanecían indiferentes a los comentarios de las chicas
- Así debe ser… -respondió Serenity- el traje de la luna es más femenino porque obviamente la luna la gobierna una mujer, pero al estar en los dominios de una varón el traje de guerrero debe ser más al estilo militar… es por eso que tanto su vestimenta como la mía han cambiado…
-Pero tu traje es precioso…
-Si, no niego que no me guste…
La vestimenta de Serenity era parecida, una blusa blanca con un pañuelo en el cuello, falda corta, botas blancas, y una chaqueta corta al frente y cruzada, pero por detrás llegaba hasta los tobillos, toda de blanco, solo adornada con finas líneas plateadas en los puños de las mangas y en la solapa… definitivamente muy elegante para tener un estilo militar…
-Vamos chicas por favor… -dijo Eitaro –no es el momento de hacer ese tipo de comentarios
- Él tiene razón –dijo Gabriel –será mejor buscar de una vez por todas ese libro, mientras más pronto lo encontremos más pronto podremos irnos a la luna –dijo Gabriel
Así pues, ellos se dirigieron en parejas hacia las distintas partes del palacio en busca del libro…
En el jardín permanecieron Endymion y Serenity, en un silencio un poco incómodo, ambos miraban hacia otro lado, evitaban verse a los ojos.
-Serenity… dime, la verdadera razón por la que te sientes insegura –dijo Endymion con angustia en su voz, aún no se atrevía a mirarla
-Yo… no lo sé… no sé que ha pasado conmigo, de repente he comenzado a dudar de mí misma, me siento insegura, desprotegida y débil…
-Serenity, por favor –dijo él mientras la abrazaba- como piensas esas cosas, sabes que eres la mujer más increíble que conozco, eres hermosa, fuerte, inteligente, el sueño de cualquiera, y para mi fortuna me has escogido a mi como tu compañero ¿Cómo podría dejar que algo malo te pasara a ti?
-Lo sé, perdóname es que no se que es lo que me pasa… mejor vamos a buscar el libro a la biblioteca…
-Está bien, pero prométeme que intentarás recuperar tu ánimo…
-Está bien, te lo prometo –dijo con una sonrisa
Mientras tanto, los demás recorrían el palacio, Venus, Gabriel, Eitaro y Mars, estaban frente a una puerta grande en uno de los pasillos del palacio…
-Mars, no creo que sea buena idea entrar… se ve… un poco tétrico, no crees –dijo Venus mientras se abrasaba del brazo de Gabriel
-Por favor Venus, no seas tan cobarde, además ¿Cómo vamos a encontrar el susodicho libro si no revisamos las habitaciones del palacio? –respondió Mars
-En eso tiene razón –dijo Gabriel – vamos, te aseguro que en el palacio no hay nada malo, aunque nadie haya estado aquí en muchos años, este es un lugar sagrado al igual que el Palacio de la Luna –dijo Gabriel
-¡Oye de que lado estás! –dijo Venus molesta
-¡Ya basta de tonterías! –dijo Eitaro exasperado –será mejor que entremos no hay nada de malo aquí –dijo y abrió la puerta
Para sorpresa de todos, lo que había en la habitación eran armas, de todo tipo, unos cuantos cuadros antiguos con imágenes del pequeño príncipe y su hermano, algunos escritos, nada importante…
-¡Vaya mira esas espadas! ¡son preciosas! –exclamó Venus
-Así que aquí es en donde estaban… -dijo Eitaro –ya extrañaba mi espada
-¿tu espada? –preguntó Mars
-Sí mira esta es la mía –respondió mientras le mostraba una espada delgada, con empuñadura dorada y adornada con un rubí
-Oh ya veo, así que cada Guardián tiene su espada, verde para Angelo del Viento, azul para Dominic del Agua, rojo para Eitaro, y naranja para Gabriel… -dijo Venus mientras observaba las espadas
-¿Oigan y las espadas plateadas? Son más son ocho en total…
-Son las suyas –respondió Gabriel –no lo ven, cada una es igual a la nuestra, solo que tienen las piedras correspondientes a su guardián
-Pero ¿porqué están aquí? Además creí que La princesa ya nos había dado nuestras armas correspondientes –cuestionó Mars
-Así es… pero cada guerrero debe tener por lo menos un arma, y su poder especial claro… pero con nosotros es distinto, al ser dos reinos que se encuentran en alianza, poseemos dos, uno que nos provee el reino de la luna y uno que nos provee el reino dorado –dijo Gabriel
-Ya veo…-dijo Venus- ¿y estas otras dos? –señaló dos espadas que se encontraban apartadas, una completamente dorada y la otra totalmente plateada, ambas con un pequeño adorno en forma de jaula redonda en la punta de la empuñadura
-Son las espadas de los príncipes, en la parte de la empuñadura se coloca la gema perteneciente a cada príncipe, la princesa Serenity colocaría el Cristal de Plata y el príncipe Endymion el cristal dorado
-Ya veo… son preciosas –dijo Rei
-Si bueno, será mejor que las llevemos todas y se las entreguemos a sus dueños, no me gusta pensar así, pero creo que las necesitaremos –dijo Eitaro
En otra parte, Mercury, Ángelo, Júpiter y Dominic caminaban por un lugar lejos del palacio, seguían un camino que los conducía a una especie de templo
-Quienes son los intrusos que se atreven a entrar en el Palacio del Sol –dijo una voz que provenía del interior del templo
-Somos los guardianes de los cielos y las guerreras de la luna –dijo Ángelo
-A pasado mucho tiempo desde la última vez, guerreras del la luna
-¿Quién eres? –preguntó Mercury –¿acaso te conocemos?
-Así es soy yo –en ese momento un joven de piel clara, ojos grises y cabello blanco salió de entre la sombra del templo – soy, Helios
-¿Helios? ¿En verdad eres tú? –dijo con incredulidad Jupiter
Helios se acercó a ellos y los saludó a cada uno de ellos
-¿Qué a pasado, porque están aquí? –preguntó Helios
-Hemos venido en busca de algo, quizás tu sepas en donde está… -dijo Dominic
-¿En busca de algo?
-Sí buscamos el Libro del Destino, bueno creo que así se llama… -dijo Mercury
- Ha ya veo… pero, temo decirles que… en eso no los podré ayudar…
-¿Por qué? ¿Acaso no vives tú en este lugar?
-así es, pero yo solo cuido del templo, el Palacio del Sol está fuera de mi vigilancia, además, Los Libros, fueron escondidos una en el Palacio de la Luna y otro aquí, pero nadie sabe donde, sería un golpe de suerte encontrar alguno de ellos, se dice que solo son encontrados cuando realmente son necesarios
En esos momentos los demás los alcanzaron lograron escuchas lo que Helios les decía a los otros cuatro que habían llegado antes, Helios reconoció a Gabriel pero no le pudo saludar ya que él habló en ese momento
-Bueno, pues ahora son necesarios, la Princesa Serenity encontró el que estaba en el Palacio de la Luna, es por eso que necesitamos encontrar el segundo libro, necesitamos de su ayuda –dijo Gabriel- ¿estás enterado de que el destino ha cambiado drásticamente?
-Sí príncipe, tengo indicios de que el presente que ahora vivimos no es el que deberíamos vivir, desgraciadamente pequeños detalles en nuestros actos fueron cambiando el tiempo…
-Así es… Helios… otra pregunta, ¿has notado algún cambio en el templo o en el Palacio…? -preguntó Gabriel
-Sí, hace pocos días la habitación central del palacio emitió un destello, la insignia del Sol quedó totalmente restaurada en todos los lugares en los que se encuentra su brillo ha vuelto a la vida cosa que no pasa desde hace muchos años
-Si lo imaginé…
-¿Porqué pregunta eso Príncipe Gabriel?
-El legado ha sido traspasado, en su viaje a Grecia Endymion se encontró con Apolo, mmm bueno nuestro padre, allí le fue transferido el título de dios del Sol, al igual que a Serenity, lo único que deben hacer es hacerlo oficial para que puedan obtener los poderes que con el título vienen
-Ya veo, pero porque ninguno de ellos se declara con su título… -Gabriel sonrió
-Ninguno de ellos dos lo desea, pensamos que eso sería cambiar definitivamente sus vidas, los entiendo en eso, yo mismo me negué a tener ese cargo, no tengo porque exigirle a mi hermano algo a lo que yo me negué
-Pero, si ellos aceptan lo que son, entonces les será más fácil derrotar a sus enemigos… no habría necesidad de buscar los libros ni nada de eso
-Supongo que lo dejarán como último recurso, el aceptar su título no sólo cambiaría sus vidas, sino que afectaría drásticamente el destino y el tiempo de la tierra tal vez del universo entero, debemos preveer eso, ya bastante ha cambiado nuestro futuro como para alejarnos aún más de él…
-Si, supongo que tiene razón Príncipe Gabriel
-Oigan, un momento… -dijo Venus interrumpiendo la conversación – ¿como es que ustedes se conocen? ¿Helios desde cuando estás aquí? ¿Cómo es que él te reconoce como príncipe Gabriel?
-Hay Venus, tú y tus preguntas de más, es obvio el porqué Helios sabe que él es un Príncipe… -dijo Mars
-Tranquila Venus, lo que pasa es que Helios es el guardián del Templo, debe estar al tanto de cada situación, es por eso que él sabe perfectamente quienes somos… ¿Verdad Helios?
-Así es Príncipe Gabriel… por cierto ¿En donde están la Princesa Serenity y el Príncipe Endymion?
-Supongo que aún están en el palacio, en donde nosotros también deberíamos estar, ¿chicas acaso Angelo y Dominic no les dijeron que no deben venir a éste lugar? –preguntó Gabriel
-No, no sabíamos –dijo Mercury
-Lo siento –se disculpó Angelo- pero pensamos que quizás Helios nos podría dar algún indicio de donde encontrar el libro…
-Pues tanto él como cualquier otro habitante de este lugar desconocen el escondite del libro, así que será mejor que vayamos de regreso al Palacio… -dijo Eitaro
-Por cierto chicos ¿y esas espadas? –preguntó Jupiter
-¡Oh ya veo que las han encontrado! –dijo Dominic muy entusiasmado mientras tomaba su espada
-Estas otras son suyas chicas- dijo Mars- las otras cuatro son de las sailors que están en la luna, y la plateada es de La Princesa
-Será mejor irnos ya… Helios, estaré en contacto contigo, mantén preparado al ejército de oro, en cualquier momento te doy indicaciones para que sea enviado a la Luna y así se unifique de una vez por todas –dijo Gabriel –por el momento puedes volver a tus actividades, y Helios… cuídate mucho
- Sí príncipe, como ordene, y ustedes también tengan mucho cuidado…
Todos volvieron al Palacio, buscaron a Serenity y Endymion y los encontraron en la biblioteca del palacio con todos los libros rodeándolos
-Serenity, ya llevamos mucho tiempo buscando, hemos revisado cada libro de aquí, definitivamente en la biblioteca no está… -dijo Endymion
-Si, tienes razón, espero que los demás hayan tenido más suerte que nosotros, quiero leer ese libro, Endymion, aún tengo un mal presentimiento…
-Tranquila, si algo hemos aprendido en nuestras batallas, es que al final nuestros esfuerzos por hacer el bien, y mantener la paz, siempre son recompensados…
-Lo sé, pero no puedo evitar tener ese sentimiento… tengo miedo… miedo de lo que vaya a suceder…
-Tranquila, ya verás que todo estará bien, el destino está en nuestras manos, nosotros elegimos que camino seguir…
-Perdón la interrupción pero, debemos informarles… -dijo Gabriel- Endymion, Serenity, éstas son sus espadas –dijo mientras se las entregaba- encontramos la sala de armas y revisamos las demás habitaciones del palacio y no encontramos nada
-¿Quién encontró la sala de armas? –preguntó Endymion
-Nosotros la encontramos –dijo Venus- es muy grande, y las espadas se veían tan hermosas que de inmediato se las fuimos a entregar a los demás… -dijo muy entusiasmada
-¿Entraron en la sala de armas y salieron de inmediato? ¿No la revisaron completamente? –preguntó Serenity
-Eh, creo… -dijo Venus avergonzada ante la mirada de los demás- creo que no…
-Entonces es posible que se encuentre allí, claro, quien va a buscar un libro en el lugar en donde solo hay armas… -dijo Endymion
Todos se dirigieron entonces a la sala de armas, y buscaron en cada rincón de la habitación, entre los mapas, cartas, entre cada documento…
-Serenity… -dijo Endymion después de un buen rato- mira este es muy parecido al que tú encontraste
-Sí, haber lee, ¿que dice?
Endymion lo hojeo un poco, pudo ver historias escritas, poemas, su historia misma… lo que Apolo le había contado estaba allí, su historia con Serenity, todo estaba allí.
-Mira, aquí falta una hoja, debe ser la que estaba dentro del otro libro… la que contenía uno de los poemas… -dijo Endymion
--Sí así es… -dijo Serenity- por favor… puedes… puedes buscar el último escrito del libro…
-Endymion buscó el último escrito… un poema, nuevamente… decía
El lazo de sangre no es tan fuerte
La batalla entre hermanos es sangrienta
El lazo de sangre no es suficiente
El odio es mayor que la hermandad
El odio vale más que el amor de hermanos
El odio lleva a una batalla
¿Quién ganará?
Una vida, la vida de un líder
Una vida, se perderá
Un hermano mata a un hermano
El destino cambia
Cada quien elige su destino
El destino se puede cambiar a voluntad
El peligro, ronda de nuevo
El amor es más fuerte que nada
Al final, el lazo de sangre se romperá
La hermandad no sirvió de nada
La hermandad fue la causante del odio
Al final, solo al final, uno quedará.
Estas palabras dejaron helada a Serenity, todos los demás compartían su sentir, la angustia se vio reflejada en cada uno de los rostros presentes, y luego, un largo y prolongado silencio invadió el lugar, nadie dijo nada, nadie se atrevió siquiera a moverse, Serenity se levantó de donde estaba sentada y se dirigió al jardín, al lugar a donde habían llegado, los demás la siguieron en silencio, nadie emitió sonido alguno… llegaron a la fuente, sólo entonces Endymion se atrevió a hablar
-No te preocupes… -dijo mientras tomaba de la mano a Serenity- no debes tomar literalmente lo que dice, recuérdalo…
-Pero ahí claramente dice que alguien va a morir, sol quedará uno de los hermanos… al final, hemos de matar a aquel que lleva nuestra sangre y busca nuestra muerte… -dijo con tristeza Serenity
-Si, pero no tenemos otra opción, no podemos dejarles el destino del universo a ellos, sabes lo que harán, Serenity, debes ser fuerte, y enfrentarte a ella, tal y como lo has hecho con todos lo enemigos
-¿Y si es uno de nosotros quien caiga?
-¿y si es uno de ellos? No importa lo que pase, nosotros venceremos, no tienes porqué preocuparte… -ahora será mejor volver a la luna, debemos preparar a todos, definitivamente la batalla está cerca
En la luna…
-Serenity… volvieron pronto, ¿encontraste lo que buscabas? –preguntó Luna
-Hola luna –dijo Serenity con voz baja- sí, lo encontramos
-Bienvenida Princesa –dijeron las scouts que permanecían en la luna, acababan de llegar en ese momento- Príncipe; chicos, chicas hay mucho que hacer, debemos entrenar, no solo ustedes sino también con sus escuadrones… -dijo Uranus
-Si –respondieron las chicas
-Vayan ustedes… -dijo Gabriel- nosotros iremos luego, no queremos dejar solo a los Príncipes…
Mientras las chicas se dirigían al sitio de entrenamiento en donde se encontraban sus escuadrones, Serenity, Endymion y los chicos entraron al palacio, fueron recibidos por la mayoría de príncipes de los demás planetas que ya se habían hecho presentes una vez mas, definitivamente esa era señal de que la batalla final estaba cerca, los demás también lo presentían
-Hola Kakyuu, Alexis, Camilo, Almira, Darika –dijo Serenity- veo que todos los 52 príncipes se han reunido aquí nuevamente, al parecer todos sienten lo mismo ¿verdad? El momento ha llegado
-Así es Serenity –dijo Alexis- esperemos que todo vaya a favor de nosotros, pero ¿aún no sabemos quién es nuestro enemigo? Solamente fuimos informados de que uno de los planetas de fuego fue atacado y que tu fuiste personalmente a resolver el problema
-Sí, bueno… nuestros enemigos, como ya sabrán es Baltasar, el hermano de Endymion –dijo Serenity nerviosa, mientras apretaba la mano de Endymion, él la miró para brindarle apoyo- y… mi… hermanastra Leila…
-Así que sí era cierto el rumor de que La Princesa de la Luna tenía una hermanastra –dijo Camilo
-¿Ustedes lo sabían? –preguntó Endymion
-Bueno, nadie tenía la certeza, pero es algo que nuestros padres comentaban de vez en cuando –dijo Almira –ninguno de nosotros podíamos asegurarlo, por lo visto ustedes tampoco lo sabían
-No, ninguno sabía –dijo Serenity
-Y bien que es lo que haremos –cuestionó Darika
- Por el momento, prepararnos para la batalla, preparen a sus soldados, su ejército debe estar listo para la batalla, cada uno de sus ejércitos, estará bajo su mando, pero ustedes recibirán órdenes de los Guardianes del Cielo, los caballeros aquí presentes –dijo Serenity con voz seria mientras señalaba a los chicos- ¿alguien tiene algún problema con las medidas que he tomado? -Retó Serena
-Ninguno de nosotros tiene problemas con las decisiones que tomes Serenity –dijo Alexis- hemos comprobado por medio de tus acciones que tú eres la indicada para dirigirnos, yo que fui el primero en cuestionar tu capacidad ahora reconozco que tienes las habilidades suficientes…
-Gracias Alexis –dijo Serena- y muchas gracias a todos por estar aquí presentes, ahora, será mejor que descanse, pero manténganse alertas, en cualquier momento nos pueden atacar
Pasaron algunos días, los príncipes convivían entre ellos al igual que los guerreros y guardianes.
Una noche… Serenity se encontraba en el balcón pensando… de pronto…
-Hola princesa… ¿puedo acompañarla? –preguntó una voz masculina
-Seiya… hace tiempo que no te veía, ¿como estás?
-Bien, princesa…
-Por favor, sabes que tú puedes llamarme por mi nombre…
-No, princesa –dijo él con una sonrisa- es una falta de respeto que un guardián se dirija a una princesa de alto rango así, es algo que no puedo hacer
-Como quieras… -dijo ella con un rastro de tristeza en su voz
-¿Te pasa algo? ¿se supone que deberías estar feliz?
-No, estoy muy angustiada, es todo, no me pasa nada más, Seiya… yo… creo que te debo una disculpa…
-¿Disculparte? ¿Por qué?
-Por no corresponder a tus sentimientos, y sólo utilizarte para desahogarme sin darte nada a cambio…
-No te preocupes por eso… además, en todo este tiempo que no te he visto, me he dado cuenta, de que nadie elige a quien amar, si, lo admito, mi corazón me traicionó y me hizo querer a alguien que ya amaba a otra persona, pero ese sufrimiento me ha servido para encontrar a la persona a quien de verdad debo amar, creo que el que te debe la disculpa soy yo, por enamorarme de ti y hacerte pasar por cada una de las situaciones, ahora me doy cuenta de que era yo quien estaba equivocado, solo espero que esa persona aún me quiera, y que yo pueda corresponder a sus sentimientos como ella se lo merece… por fin he entendido que tu corazón siempre ha sido de él, de tu príncipe.. y el mío le ha pertenecido a otra persona, a quien siempre ha velado por mí sin que yo me diera cuenta…
-¿En verdad te has dado cuenta de eso? No sabes cuán feliz me hace escuchar esas palabras de ti, cuantas veces he deseado que encuentres a la persona que pueda hacerte feliz como tú te mereces…
-Lo sé, he sido un siego por no ver antes, ella siempre ha estado cuidando de mí, -él ríe- es gracioso, como encuentras el amor en quien menos te lo imaginas
-Lo sé, el amor es impredecible, y es cierto es gracioso, al principio en la tierra Darien y yo no nos llevábamos bien, pero luego descubrimos que él era Endymion y yo Serenity que el la antigüedad habíamos estado enamorados, así fue como nuestro amor resurgió de nuevo…
-Espero que… puedas ser muy feliz, Princesa, que tu Príncipe te haga tan feliz como te lo mereces, nadie en este universo merece más la felicidad que tú
-Y yo espero que tú también puedas ser feliz con… Kakyuu ¿cierto?
Seiya sonrió, y en ese momento se retiró… nuevamente Serenity se quedó sola en el balcón…
Una estrella fugaz cruzó el cielo… ella observó, pero algo la alarmó, de esa estrella se desprendió un fragmento, se dirigía directamente hacia ella… solo fue capaz de gritar
-¡Endymion…! –gritó desesperada, él estaba cerca así que no tardó en llegar
-¿Qué demonios es eso? –preguntó el alarmado
-No lo sé, pero se dirige hacia acá
El fragmento aterrizó justo frente a ellos, de la pequeña roca salió humo negro, inmediata mente un demonio apareció
-¿Qué quieres aquí? –preguntó Endymion
-Calma príncipe, solo soy la sombra de un demonio que ha sido enviado a entregar una invitación
-Que rayo quieres… -dijo Serenity
-Mi ama La Princesa Leila y el Príncipe Baltasar, los espera a todos dentro de tres días, la batalla se llevará a cabo en el Planeta Centro de la Vía Láctea, el mejor lugar para disputar el destino del universo, esperamos que vengan preparados para la diversión… -dijo y se desvaneció
Los demás príncipes que habían llegado luego del estruendo que hizo el meteorito al aterrizar habían escuchado todo, todos empezaron prepararse inmediatamente, la hora había llegado, estaban a tan solo tres días de la batalla…
-Princesa… -dijeron las chicas
-Prepárense y preparen a su escuadrones, en tres días el destino del universo será decidido…
Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
xan xan !!
:O q ira a pasar!!!!!1
sube prontito xfaaa
=)
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=)
kndyc- Sailor Star Light
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
woooooooooooow ya se esta poniendo mas bueno de lo que ya estaba aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa que genial la ultima parte del poema al fin se revelara que estupendooo ya quiero saber que pasa actualiza que se pone O.o
Angie- Neo Reina Serena
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
ya quiero saber que pasara!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
hola s la primera vz k leo tu fic i simplemnt m nknto!!!!!
la batalla final c acrk huy k myo... [SERMIEDO]
spero k serena, endymion las chiks i los guardianes ganen la batalla,.... [T_T]
i k a sere no le pac ni le pac nada a su bb... :[RINI]:
x cierto xk los guardians son un poko frios kon las skouts..... :[MINA]:
la batalla final c acrk huy k myo... [SERMIEDO]
spero k serena, endymion las chiks i los guardianes ganen la batalla,.... [T_T]
i k a sere no le pac ni le pac nada a su bb... :[RINI]:
x cierto xk los guardians son un poko frios kon las skouts..... :[MINA]:
pixie89- Reina Serenity
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
bueno aqui tienen el siguiente capitulo
Era un lugar desconocido, el aire soplaba fuertemente produciendo que se levantara el polvo sobre un campo que escaseaba de vegetación alguna, el cielo era oscuro, pues carecía de sol alguno que brindara claridad, aún así, la visibilidad era posible gracias a la luz de las estrellas cercanas, el silencio reinante era incómodo, sobrecogedor, pero ninguno se atrevía siquiera su susurrar por miedo a perturbar ese silencio, si se ponía atención, se podía escuchar la respiración de los demás, el palpitar de sus corazones que se iban acelerando ante la expectación de lo que iba a ocurrir, entre la nube de polvo y la oscuridad, eran visibles miles de siluetas humanas, guiadas por una figura inconfundible, la figura de una mujer… vestida con un traje corto, que permitía que sus piernas estuviesen libres para caminar o correr, cualquiera que fuera la situación, sobre la falda de su traje una tela mas que dejaba al descubierto la parte del frente de sus largas piernas y cubría la posterior, en su cuello estaba amarrada la blusa con largas puntas que daban la impresión de ser una capa, una hermosa espada plateada sobre el costado izquierdo contrastaba con la feminidad del traje, esta figura de cabellos largos y rubios, y una mirada azul, estaba acompañada de otra silueta, esta vez, un hombre, alto, de figura gallarda, un cabello tan oscuro que se confundía con las tinieblas del lugar, entre las sombras, sus ojos azules destellaban como dos soles, con un traje de príncipe guerrero, y una espada dorada, daba la impresión de ser un príncipe de los cuentos antiguos, pero, tanto él como ella, no se encontraban en un cuento, eso de verdad era real…
Tres días antes, una invitación había sido entregada, esa escena era la prueba de que los invitados habían aceptado asistir, una danza de guerra se iba a dar, era un espectáculo único que lastimosamente no iba a contar con espectadores, era un espectáculo que había esperado muchos años por estrenar, el escenario era el perfecto para llevar a cabo los actos que allí se darían, era una presentación inusual, cada actor interpretaría su papel como quisiera, eran libres de improvisar, una presentación sin un guión antes establecido, cada personaje actuaría de acuerdo a la situación demandante.
Tres días antes, luego de escuchar la invitación, la protagonista de la obra había decidido asistir, de no ser así, dicho espectáculo no se podría llevar a cabo, y sería entonces una presentación en solitario.
Tres días atrás, el ejército plateado y el ejército dorado se habían unido para formar un único ejercito y contar personajes suficientes que darían vida a esta presentación única…
Dos días antes del estreno, los demás ejércitos habían sido puestos en guardia, cada uno en un punto estratégico del vasto universo, algunos tuvieron la oportunidad de actuar, otros quedaron a la espera, muchas batallas se libraron en puntos distintos, pero siempre los aliados de la Luna triunfaron.
Un día antes, ante la noticia de sus batallas ganadas, el espíritu de optimismo se hizo presente en cada uno de los actores que interpretaría a un personaje en éste, el último acto.
Medio día antes, con espíritu de optimismo, un ejército de dos reinos, 52 príncipes, 8 Guerreras, 4 Guardianes, y los dos líderes, partieron rumbo al escenario…
Ahora ellos estaban presentes, solo restaba esperar a los otros personajes para que diera inicio la danza, el espectáculo más esperado…
De pronto, entre las sombras, rastros de un ejército igual de grande se hacían presentes, al igual que los personajes anteriores, dos figuras lo encabezaban, una mujer rubia de mirada fría, y un joven apuesto pero con una mirada llena de resentimiento…
Finalmente, frente a frente, la lucha iniciaría, la sangre que los unía ya no significaba nada, la venganza era lo más importante…
Los ojos de Serenity reflejaron sorpresa cuando vieron a la mujer que tenía frente a ella, era rubia como ella pero un poco más oscuro que su cabello, su parecido verdaderamente reflejaba parentesco, pero sus ojos, sus miradas eran totalmente opuestas, mientras la mirada de Serenity era suave, dulce, bondadosa pero decidida, la mirada de ella, de su hermana Leila, era fría, oscura, sombría, llena de resentimiento y ansias de venganza…
Por otra parte, Endymion estaba igual de sorprendido al ver a la persona que era su hermano Baltasar, era alguien conocido, alguien de quien menos sospecharía, alguien a quien ya conocía, su hermano Baltasar era su supuesto amigo Daniel…
Los cuatro se acercaron para hablar acerca de las reglas de la batalla, claro era una guerra, pero entre seres poderosos, se deben tener ciertas reglas, o se corre el riesgo de que el universo quede destruido.
-Vaya, vaya, querida Serenity, te has quedado asombrada al verme, no deberías, aunque deberías estar feliz verme para luego morir, no es un privilegio que se dá muy seguido…
-Dime porque me odias, ¿yo no hice nada para que fueras infeliz? ¿es que acaso el que seamos hermanas no significa nada para ti?
-Eres una tonta –dijo Leila con arrogancia- acaso piensas que con unas cuantas disculpas de tu parte, voy a ser feliz, yo no tengo hermanas, eso está claro, mi padre lo dejó claro al alejarse de mí, e irse con otra, tú eres la que me robó esa felicidad
-Yo no te robé nada, me hace infeliz el saber que tengo una hermana y que ella me odie…
-¡Deja de llamarme hermana! –Respondió Leila con furia –que no ves que para mí, tú no eres más que una vil ladrona…
Serena no dijo nada, solo dirigió su mirada hacia el suelo, no había nada que hace, era un caso perdido, ella debía enfrentarse a Leila, convertirla en su enemiga…
Al mismo tiempo, un poco alejados del lugar en donde se encontraba Serenity con Leila, Endymion y Baltasar sostenían una conversación
-vaya hermanito, así que te sorprendes al verme aquí, estoy seguro que no te esperabas esto…
-No, la verdad es que siempre me pregunté porque alguien como “Daniel” se molestaría en ser mi “amigo”
-Era parte de mi papel… estar cerca de mi odiado hermano sin que él lo notara –rió con expresión petulante- he sido muy buen actor, y, ahora ten por seguro que el ganador seré yo…
-Lo tendrás difícil Baltasar, no me rendiré
-Lo sé, esto será divertido, después de acabar contigo, seguirá Gabriel, y luego iré por tu hermosa y bellísima esposa, ya que quedará viuda será una buena oportunidad para hacerla mía…
-Deja a Serenity fuera de esto… -dijo Endymion con enojo- no te perdonaré que me la hayas quitado una vez y que jugaras suciamente haciéndola olvidar todo, ensuciando su cabeza con recuerdos inmundos…
-Vaya, vaya, así que si sabes odiar, eso es poco, no sabes cuanto odio siento yo por ti, me desterraron para darle lugar al gran príncipe Endymion, me arrebataste todo, cada cosa que deseaba, siempre tú eras el elegido, ahora yo me vengaré, y lo que mas amas será mío…
Los diálogos terminaron, era la hora, ambos ejércitos esperaban por iniciar el espectáculo, una única presentación que tendría lugar en un escenario magnífico, la danza por el destino del universo empezaría, cada actor estaba listo para encarnar al personaje que se le asignó.
Endymion y Serena volvieron a sus puestos al frente de su ejército, al igual que Leila y Baltasar.
El ambiente estaba tenso, cada uno de los personajes esperaba por la señal de indicio, el viento sopló con fuerza, levantó una enorme nube de polvo, una nube gris se posó sobre el cielo una tormenta eléctrica se llevaba a cabo en su interior, de pronto, un luminoso destello de luz celeste cayó al suelo provocando que la tierra se estremeciera agitadamente, ésa era la señal…
El sonido de metal chocando uno contra otro era muy fuerte, lo suficiente para hacerse escuchar a varios kilómetros de distancia, las espadas se movían tan rápido y en tanta cantidad, que solo eran apreciables, los suaves sonidos que producían al blandirse, y los pequeños reflejos que hacían al moverse de un lado a otro.
En la parte posterior estaban los 52 príncipes, esperando para enfrentarse con los príncipes rebeldes que apoyaban a Leila o los soldados de élite del ejército enemigo, aún más atrás, estaban Endymion y Serenity, acompañados de sus guardianes y una gata, así es Luna había convencido a Serenity que la dejara ir, Luna quería estar con ella.
En medio de la batalla, el sonido del metal contra metal fue acompañado por un nuevo sonido, un sonido más estremecedor, era el sonido de la carne, atravesada por el metal…
Poco a poco, el suelo color tierra fue adquiriendo un nuevo tono, el carmín de la sangre derramada, la batalla fue disminuyendo conforme los soldados fueron disminuyendo también, la hora de pelear de los príncipes había llegado…
Los 52 príncipes se dirigieron al campo, entre cadáveres, ahora se tenía una nueva perspectiva, la escenografía había cambiado ya, el segundo acto de esta danza daba inicio…
Nuevamente se escuchó el sonido del metal contra mental, esta vez ese sonido se prolongó durante mucho tiempo, los príncipes eran expertos en la lucha de armas, los soldados heridos hacían su retirada, ahora dejaban el segundo acto en manos de los más poderosos, así siguió la lucha a la espera de una nueva señal… De pronto, una ráfaga de fuego salió de uno de los puños de los enemigos, ésa era la señal que esperaban los príncipes, era el momento de usar sus poderes…
Era el tercer acto, ahora, en medio del espectáculo, se podían apreciar ataques de fuego, agua, viento, tierra, electricidad… cada uno luchaba con lo mejor de sí, el destino del universo estaba en sus manos… Pronto llegó la hora de actuar de las 8 sailor sacouts, con su ayuda fue más fácil vencer, las fuerzas opositoras estaban considerablemente, bajas, el ejército de Serenity y Endymion iba ganando…
El momento del acto final había llegado, la última batalla, daría inicio, los actores que en ese momento se encontraban en escena pasarían a ser espectadores, el momento llegó, del otro lado del campo Baltasar desenvainó su espada, en ese instante, Endymion hizo lo mismo… ambos se dirigieron al centro del campo de un salto, finalmente frente a frente, solo uno quedaría de ese encuentro…
Lejos de ellos, como a un kilómetro del inmenso campo abierto, otro encuentro daría inicio…
El sonido de dos espadas desenvainándose al mismo tiempo resonó por los alrededores con tal fuerza que llamó la atención de los presentes, que voltearon a ver lo que ocasionaba ese sonido…
Frente a frente, dos rubias, ambas parecidas, pero totalmente opuestas, finalmente… aunque una de ellas estaba renuente a hacerlo, una debía acabar con la otra…
Dos luchas simultáneas, el lazo de sangre en este caso no servía para nada, el lazo de sangre fue el causante de tal odio, hay veces en que no hay otra solución, aunque tenga tu sangre, aunque sea tu hermano o tu hermana, el odio puede llegar a crecer tanto que supera al amor, el amor es fuerte, pero el odio también lo es… si el destino se ha empeñado en probarte una y otra vez en enfrentarlos, entonces no hay más que hacer que seguirlo… aún más, si ese odio amenaza no solo a tu futuro, sino al futuro de los que te rodean y amas, al futuro de tu planeta y del universo, entonces no hay otra solución que luchar y aún si no quieres… debes ganar…
-Así que… finalmente estamos frente a frente, aquí se decide todo – dijo Baltasar
-Aún no es tarde para que te arrepientas –respondió Endymion
-¿Arrepentirme? Te equivocas, hemos llegado al punto en el que el universo es demasiado pequeño para que vivamos los dos, sabes que la existencia de uno depende de la desaparición del otro, el universo se volvió pequeño para albergarnos a los dos, la única solución es que uno acabe con el otro…
-Es una lástima…
Las espadas se golpearon una y otra y otra vez, el sonido era escalofriante, dos espadachines perfectamente diestros se enfrentaban, dos príncipes, dos hermanos, el movimiento era inapreciable demasiado rápido par ojos poco entrenados, solo se podían apreciar pequeños rastros dorados de la espada de Endymion, un pequeño chorro de sangre salió disparado a alta velocidad, Baltasar había logrado cortar un poco de la piel de la mejilla de Endymion
-No eres muy bueno esquivando –dijo petulante Baltasar
-Soy mejor de lo que crees
Endymion puso todo su empeño, en el ataque, no le hubiera tomado tanto tiempo acabar con él, pero aún así, le era muy difícil tener que matar a su propio hermano…
-Eres un cobarde –dijo Baltasar, mientras se lanzaba de frente a Endymion, la espada estuvo a punto de clavarse en su pecho, pero Endymion lo esquivó
-No sabes cuánto te odio-repitió Baltasar, mientras repetía el ataque- eres de lo peor, el ser tan cobarde te costará caro, yo te mataré, y luego me quedaré con tu princesa, Serenity será mía… -dijo con ira de nuevo, otra vez se lanzó de frente, pero algo había cambiado en la mirada de Endymion, finalmente entendió.
Entendió, que no había otra solución, el dejar vivo a su hermano ahora, significaría que más adelante quizás haría algo pero, nunca lo dejaría ser feliz, quizás estaba siendo muy egoísta al pensar solo en su felicidad, pero si Baltasar quedaba vivo, los demás también sufrirían al ser testigos de sus muchos intentos de venganza, así que lo mejor era, matarlo de una vez…
En su ataque lleno de ira, Baltasar se lanzó de frente sin preocuparse por su defensa, Endymion retrocedió, ese ataque era más fuerte que los anteriores, era distinto, sin duda, era casi imposible desviarlo… solo le quedaba atacar de frente a él también…
Ambos corrieron de frente, con sus espadas en punta, solo uno lograría atravesar al otro… sólo había una oportunidad…
De pronto, ambos cuerpos chocaron con fuerza seguidamente, nuevamente el estremecedor sonido del metal atravesando la carne, un enorme chorro de sangre fue disparado, cubriendo el suelo que los rodeaba con sangre… un enorme charco se formó, ¿Quién de los dos fue atravesado?
Ambos príncipes se miraron a los ojos… ambos sonrieron…
-Lo siento… fue un honor ser tu hermano –se escuchó decir a uno de ellos
-Ojala pudiera decir lo mismo –dijo el otro… mientras agonizaba
Uno de ellos cayó lentamente e inconciente, la sangre se desparramaba por montones, haciendo el charco cada vez más grande, solo uno quedaba de pie, con el otro a sus pies…
La espada dorada estaba totalmente cubierta de sangre, uno había triunfado sobre el otro, dos hermanos que por capricho del destino se habían convertido en enemigos… obligando a uno a cometer uno de los peores actos morales de la historia… matar a un hermano…
-Lo siento mucho… Baltasar… -dijo Endymio- talvez fui egoísta, pero como tú dijiste, el universo se volvió pequeño para los dos…
Endymion había ganado… pero, estaba casi en estado de shock mientras contemplaba el cadáver del que había sido alguna vez su hermano, así continuó por varios minutos, ignorando lo que pasaba a su alrededor…
Mas lejos, el sonido sutil de dos espadas chocando la una contra rompían el silencio del lugar, dos princesas poderosas luchaban, dos hermanas, unidas por un lazo de sangre el cual se había roto hacía muchos años…
-Vaya Serenity, no eres tan diestra con la espada como pensé que eras –dijo Leila con petulancia- pensé que sabrías como pelear con una espada, pero ya veo que yo soy mucho mejor que tú
-Por favor Leila, no quiero pelear, por favor, pídeme lo que quieras, pero por favor no peleemos
-Lo siento Serenity, pero mi odio por ti llega más lejos que cualquier cosa, no sabes la soledad que viví, mi padre nos abandonó a mi madre y a mí, por vivir con… con tu madre, la reina más poderosa del universo y su pequeña hijita, ja, pero su felicidad no duró mucho, mi madre acabó con él, y tu maldita madre no lo tuvo con ella, ahora tú, vas a seguirlos, vas a dejar a alguien llorando por ti, y quien sabe… tal vez, al verse tan solo, me quiera a mí…
-Deja a Endymion, él jamás pondría sus ojos en una mujer que tiene el corazón lleno de odio y rencor…
-Jajaja eres tan ingenua, yo no hablo de tenerlo por su voluntad, puedo obligarlo, hacer que te olvide así como te obligué a olvidarlo un vez…
-¡no! –dijo Serenity y con un fuerte golpe, tumbó a Leila quien cayó al suelo, estaba en desventaja- deja a Endymion, no te atrevas a hacerle daño…
Al verse en esa situación, Leila recurrió a su poder, lanzó una torbellino de fuego a Serenity quien logró esquivarlo… ésa era su señal, ahora podrían luchas con sus poderes…
Desde lo lejos Luna observaba, había visto como Endymion había resultado triunfante, y su pesar por eso… veía como Serenity se enfrentaba a su hermana aún en contra de su propia voluntad, conocía perfectamente a Serenity sabía ella no era fría y calculadora, si tenía la oportunidad de acabar con su enemigo probablemente no lo haría a no ser que su vida se encontrara en riesgo, ya que ahora no solo velaba por si vida, sino que también era responsable por la de su hija…
En la batalla con poderes, Serenity tenía la ventaja, ella podía controlar agua, fuego, viento y tierra, mientras que su oponente solo atacaba con fuego…
La batalla se volvió impresionante, Serenity iba ganando, Leila estaba agotada, ya varias veces Serenity estuvo a punto de acabar con su vida, pero por alguna razón, aún guardaba la esperanza de que su hermana se diera por vencida, que se rindiera y no tuviera que matarla…
Finalmente, en uno de sus ataques, Leila quedó en el suelo nuevamente, a punto de morir; dijo aquello que Serenity tanto deseaba escuchar…
-Me rindo… -dijo Leila
-¿Qué? –preguntó Serenity
-Así es, me estoy rindiendo, no te podré ganar, así que… que te parece si intentamos… llevarnos bien, no digo que vaya a ser fácil, pero si seguimos así no vamos a llegar a ningún lado… me aceptas ¿hermana?
-Yo… no se que decirte, no sabes cuanto he deseado que recapacites, no quiero matarte, estoy feliz de tener una hermana…
-Lo sé, yo también, me he dado cuenta de que es inútil seguir así, no ganaré nada con la venganza…
-Leila… -dijo Serenity mientras tendía la mano para ayudar a su hermana a levantarse… ellas se abrazaron, como debían hacerlo dos hermanas luego de no verse por muchos años…
Desde lejos, Luna contemplaba aquella escena, en sus ojos se contemplaba el horror, como algo que no se quiere ver, pero no se tiene la opción de dejar de ver…
-No… -dijo Luna en un suspiro y luego- ¡Endymion! –gritó mientras corría hacia donde estaba Serenity llamando la atención de los demás…
Todos comprendieron hacia donde corría Luna, incluso Endymion, todos los que observaban miraron con horror aquel abrazo, pero, todos estaban demasiado lejos…
El espanto se reflejaba en cada rostro, todos contemplaban ese abrazo, las guerreras corrían, pero estaban lejos.
Todos corrieron pero ninguno llegaba a tiempo, solo podían observar con pánico como Leila alzaba una daga mientras fingía abrazar a su hermana.
Endymion corrió, impotente por estar demasiado lejos, corrió con todas sus fuerzas, como nunca en su vida… pero aún así lejos… solo observaba como la mano de Leila tomaba fuerza y luego…
Nuevamente el sonido de la carne humana atravesada por el metal…
-Porqué… -se escuchó en un susurro
-¿Realmente creíste que te querría como hermana? No importa como, pero mi misión debe ser llevada a cabo
Así es, Leila, de la forma más cobarde había apuñalado a Serenity, por la espalda, tan vil, tan cobarde, es increíble lo bajo que llega a caer alguien con tal de llevar a cabo sus ambiciones…
-No… -susurró Serenity de nuevo mientras caía al suelo, su sangre se derramaba por el suelo, su vestido blanco se tiñó de carmín, en el suelo, sólo podía pensar en lo tonta que había sido como para haber caído en semejante mentira –las personas no cambian con tanta facilidad- pensó, en medio de su agonía solo logró escuchar -¡Serenity! ¡no! – era su voz, la única que deseaba escuchar, la voz de Endymion, lo siguiente que escuchó, fue el sonido de una espada que atravesaba un cuerpo
En medio de su complacencia por haber matado finalmente a Serenity, Leila se olvidó de vigilar sus alrededores, de pronto, lo único que vio fue el rostro de Endymion frente a ella, y lo siguiente fue la sensación de la sangre fría sobre su cuerpo…
Endymion había aprovechado su distracción y así tomó una vida más…
Leila cayó al suelo, al tiempo que llegaban Luna y las chicas al lugar en donde se desangraba Serenity…
-Serenity… respóndeme –dijo Endymion con desesperación mientras la tomaba en sus brazos
-Endymion… -susurró ella- perdóname… por favor…
-No –dijo él mientras sollozaba- no por favor, no hables, descansa, estarás bien, ya lo verás… -ella sonrió ante sus palabras…
-No, no creo que vaya a estar bien… mi corazón… está destrozado… puedo sentir como deja de latir poco a poco…
-No, Serenity –dijo Endymion, sus ojos estaba llenos de lágrimas- tu te vas a recuperar, ya lo verás, no vas a dejarme, lo prometimos… por favor…
-Tú… me prometiste algo… es hora de cumplir tu promesa ¿recuerdas?
-por favor… no hables así… te vas a poner bien ya lo verás
-Prometiste que… si algo me pasaba… conservarías mi cuerpo… hasta el día de mi cumpleaños…
-Pero…
-Por favor… se me acaba el tiempo… por favor… Endymion… lo prometiste…
-Príncipe Endymion –interrumpió Luna con lágrimas en los ojos- use su energía para conservar su cuerpo, hasta el día de su cumpleaños… por favor…
-Sé que será una tortura para ti… pero… debes hacerlo, hasta el día de mi cumpleaños… sé que te debo una disculpa por no decírtelo antes… pero… si no, no me hubieras dejado luchar… perdóname por no decirte, y perdóname por lo que te pido… pero si no es así… -ella tomó una las manos de él y la levó a su vientre- ella no podrá estar contigo…
-Serenity… tu… ¿Por qué no me lo dijiste?
-Perdóname… por favor… solo prométeme que cumplirás tu promesa… por favor… ella no merece que por mis descuidos… no pueda venir a cumplir su destino…
-Serenity…
-Mi destino se ha cumplido, es hora… de que me vaya, sé feliz, por favor… sé feliz… y Endymion… no me olvides…
En esos momentos, un brillo se desprendió del cuerpo de Serenity, era una luz cálida, iluminó a las sailors que se encontraban alrededor de ella, como símbolo de despedida, y finalmente desapareció en un haz de luz que subía al cielo…
Ella se había ido…
Era un lugar desconocido, el aire soplaba fuertemente produciendo que se levantara el polvo sobre un campo que escaseaba de vegetación alguna, el cielo era oscuro, pues carecía de sol alguno que brindara claridad, aún así, la visibilidad era posible gracias a la luz de las estrellas cercanas, el silencio reinante era incómodo, sobrecogedor, pero ninguno se atrevía siquiera su susurrar por miedo a perturbar ese silencio, si se ponía atención, se podía escuchar la respiración de los demás, el palpitar de sus corazones que se iban acelerando ante la expectación de lo que iba a ocurrir, entre la nube de polvo y la oscuridad, eran visibles miles de siluetas humanas, guiadas por una figura inconfundible, la figura de una mujer… vestida con un traje corto, que permitía que sus piernas estuviesen libres para caminar o correr, cualquiera que fuera la situación, sobre la falda de su traje una tela mas que dejaba al descubierto la parte del frente de sus largas piernas y cubría la posterior, en su cuello estaba amarrada la blusa con largas puntas que daban la impresión de ser una capa, una hermosa espada plateada sobre el costado izquierdo contrastaba con la feminidad del traje, esta figura de cabellos largos y rubios, y una mirada azul, estaba acompañada de otra silueta, esta vez, un hombre, alto, de figura gallarda, un cabello tan oscuro que se confundía con las tinieblas del lugar, entre las sombras, sus ojos azules destellaban como dos soles, con un traje de príncipe guerrero, y una espada dorada, daba la impresión de ser un príncipe de los cuentos antiguos, pero, tanto él como ella, no se encontraban en un cuento, eso de verdad era real…
Tres días antes, una invitación había sido entregada, esa escena era la prueba de que los invitados habían aceptado asistir, una danza de guerra se iba a dar, era un espectáculo único que lastimosamente no iba a contar con espectadores, era un espectáculo que había esperado muchos años por estrenar, el escenario era el perfecto para llevar a cabo los actos que allí se darían, era una presentación inusual, cada actor interpretaría su papel como quisiera, eran libres de improvisar, una presentación sin un guión antes establecido, cada personaje actuaría de acuerdo a la situación demandante.
Tres días antes, luego de escuchar la invitación, la protagonista de la obra había decidido asistir, de no ser así, dicho espectáculo no se podría llevar a cabo, y sería entonces una presentación en solitario.
Tres días atrás, el ejército plateado y el ejército dorado se habían unido para formar un único ejercito y contar personajes suficientes que darían vida a esta presentación única…
Dos días antes del estreno, los demás ejércitos habían sido puestos en guardia, cada uno en un punto estratégico del vasto universo, algunos tuvieron la oportunidad de actuar, otros quedaron a la espera, muchas batallas se libraron en puntos distintos, pero siempre los aliados de la Luna triunfaron.
Un día antes, ante la noticia de sus batallas ganadas, el espíritu de optimismo se hizo presente en cada uno de los actores que interpretaría a un personaje en éste, el último acto.
Medio día antes, con espíritu de optimismo, un ejército de dos reinos, 52 príncipes, 8 Guerreras, 4 Guardianes, y los dos líderes, partieron rumbo al escenario…
Ahora ellos estaban presentes, solo restaba esperar a los otros personajes para que diera inicio la danza, el espectáculo más esperado…
De pronto, entre las sombras, rastros de un ejército igual de grande se hacían presentes, al igual que los personajes anteriores, dos figuras lo encabezaban, una mujer rubia de mirada fría, y un joven apuesto pero con una mirada llena de resentimiento…
Finalmente, frente a frente, la lucha iniciaría, la sangre que los unía ya no significaba nada, la venganza era lo más importante…
Los ojos de Serenity reflejaron sorpresa cuando vieron a la mujer que tenía frente a ella, era rubia como ella pero un poco más oscuro que su cabello, su parecido verdaderamente reflejaba parentesco, pero sus ojos, sus miradas eran totalmente opuestas, mientras la mirada de Serenity era suave, dulce, bondadosa pero decidida, la mirada de ella, de su hermana Leila, era fría, oscura, sombría, llena de resentimiento y ansias de venganza…
Por otra parte, Endymion estaba igual de sorprendido al ver a la persona que era su hermano Baltasar, era alguien conocido, alguien de quien menos sospecharía, alguien a quien ya conocía, su hermano Baltasar era su supuesto amigo Daniel…
Los cuatro se acercaron para hablar acerca de las reglas de la batalla, claro era una guerra, pero entre seres poderosos, se deben tener ciertas reglas, o se corre el riesgo de que el universo quede destruido.
-Vaya, vaya, querida Serenity, te has quedado asombrada al verme, no deberías, aunque deberías estar feliz verme para luego morir, no es un privilegio que se dá muy seguido…
-Dime porque me odias, ¿yo no hice nada para que fueras infeliz? ¿es que acaso el que seamos hermanas no significa nada para ti?
-Eres una tonta –dijo Leila con arrogancia- acaso piensas que con unas cuantas disculpas de tu parte, voy a ser feliz, yo no tengo hermanas, eso está claro, mi padre lo dejó claro al alejarse de mí, e irse con otra, tú eres la que me robó esa felicidad
-Yo no te robé nada, me hace infeliz el saber que tengo una hermana y que ella me odie…
-¡Deja de llamarme hermana! –Respondió Leila con furia –que no ves que para mí, tú no eres más que una vil ladrona…
Serena no dijo nada, solo dirigió su mirada hacia el suelo, no había nada que hace, era un caso perdido, ella debía enfrentarse a Leila, convertirla en su enemiga…
Al mismo tiempo, un poco alejados del lugar en donde se encontraba Serenity con Leila, Endymion y Baltasar sostenían una conversación
-vaya hermanito, así que te sorprendes al verme aquí, estoy seguro que no te esperabas esto…
-No, la verdad es que siempre me pregunté porque alguien como “Daniel” se molestaría en ser mi “amigo”
-Era parte de mi papel… estar cerca de mi odiado hermano sin que él lo notara –rió con expresión petulante- he sido muy buen actor, y, ahora ten por seguro que el ganador seré yo…
-Lo tendrás difícil Baltasar, no me rendiré
-Lo sé, esto será divertido, después de acabar contigo, seguirá Gabriel, y luego iré por tu hermosa y bellísima esposa, ya que quedará viuda será una buena oportunidad para hacerla mía…
-Deja a Serenity fuera de esto… -dijo Endymion con enojo- no te perdonaré que me la hayas quitado una vez y que jugaras suciamente haciéndola olvidar todo, ensuciando su cabeza con recuerdos inmundos…
-Vaya, vaya, así que si sabes odiar, eso es poco, no sabes cuanto odio siento yo por ti, me desterraron para darle lugar al gran príncipe Endymion, me arrebataste todo, cada cosa que deseaba, siempre tú eras el elegido, ahora yo me vengaré, y lo que mas amas será mío…
Los diálogos terminaron, era la hora, ambos ejércitos esperaban por iniciar el espectáculo, una única presentación que tendría lugar en un escenario magnífico, la danza por el destino del universo empezaría, cada actor estaba listo para encarnar al personaje que se le asignó.
Endymion y Serena volvieron a sus puestos al frente de su ejército, al igual que Leila y Baltasar.
El ambiente estaba tenso, cada uno de los personajes esperaba por la señal de indicio, el viento sopló con fuerza, levantó una enorme nube de polvo, una nube gris se posó sobre el cielo una tormenta eléctrica se llevaba a cabo en su interior, de pronto, un luminoso destello de luz celeste cayó al suelo provocando que la tierra se estremeciera agitadamente, ésa era la señal…
El sonido de metal chocando uno contra otro era muy fuerte, lo suficiente para hacerse escuchar a varios kilómetros de distancia, las espadas se movían tan rápido y en tanta cantidad, que solo eran apreciables, los suaves sonidos que producían al blandirse, y los pequeños reflejos que hacían al moverse de un lado a otro.
En la parte posterior estaban los 52 príncipes, esperando para enfrentarse con los príncipes rebeldes que apoyaban a Leila o los soldados de élite del ejército enemigo, aún más atrás, estaban Endymion y Serenity, acompañados de sus guardianes y una gata, así es Luna había convencido a Serenity que la dejara ir, Luna quería estar con ella.
En medio de la batalla, el sonido del metal contra metal fue acompañado por un nuevo sonido, un sonido más estremecedor, era el sonido de la carne, atravesada por el metal…
Poco a poco, el suelo color tierra fue adquiriendo un nuevo tono, el carmín de la sangre derramada, la batalla fue disminuyendo conforme los soldados fueron disminuyendo también, la hora de pelear de los príncipes había llegado…
Los 52 príncipes se dirigieron al campo, entre cadáveres, ahora se tenía una nueva perspectiva, la escenografía había cambiado ya, el segundo acto de esta danza daba inicio…
Nuevamente se escuchó el sonido del metal contra mental, esta vez ese sonido se prolongó durante mucho tiempo, los príncipes eran expertos en la lucha de armas, los soldados heridos hacían su retirada, ahora dejaban el segundo acto en manos de los más poderosos, así siguió la lucha a la espera de una nueva señal… De pronto, una ráfaga de fuego salió de uno de los puños de los enemigos, ésa era la señal que esperaban los príncipes, era el momento de usar sus poderes…
Era el tercer acto, ahora, en medio del espectáculo, se podían apreciar ataques de fuego, agua, viento, tierra, electricidad… cada uno luchaba con lo mejor de sí, el destino del universo estaba en sus manos… Pronto llegó la hora de actuar de las 8 sailor sacouts, con su ayuda fue más fácil vencer, las fuerzas opositoras estaban considerablemente, bajas, el ejército de Serenity y Endymion iba ganando…
El momento del acto final había llegado, la última batalla, daría inicio, los actores que en ese momento se encontraban en escena pasarían a ser espectadores, el momento llegó, del otro lado del campo Baltasar desenvainó su espada, en ese instante, Endymion hizo lo mismo… ambos se dirigieron al centro del campo de un salto, finalmente frente a frente, solo uno quedaría de ese encuentro…
Lejos de ellos, como a un kilómetro del inmenso campo abierto, otro encuentro daría inicio…
El sonido de dos espadas desenvainándose al mismo tiempo resonó por los alrededores con tal fuerza que llamó la atención de los presentes, que voltearon a ver lo que ocasionaba ese sonido…
Frente a frente, dos rubias, ambas parecidas, pero totalmente opuestas, finalmente… aunque una de ellas estaba renuente a hacerlo, una debía acabar con la otra…
Dos luchas simultáneas, el lazo de sangre en este caso no servía para nada, el lazo de sangre fue el causante de tal odio, hay veces en que no hay otra solución, aunque tenga tu sangre, aunque sea tu hermano o tu hermana, el odio puede llegar a crecer tanto que supera al amor, el amor es fuerte, pero el odio también lo es… si el destino se ha empeñado en probarte una y otra vez en enfrentarlos, entonces no hay más que hacer que seguirlo… aún más, si ese odio amenaza no solo a tu futuro, sino al futuro de los que te rodean y amas, al futuro de tu planeta y del universo, entonces no hay otra solución que luchar y aún si no quieres… debes ganar…
-Así que… finalmente estamos frente a frente, aquí se decide todo – dijo Baltasar
-Aún no es tarde para que te arrepientas –respondió Endymion
-¿Arrepentirme? Te equivocas, hemos llegado al punto en el que el universo es demasiado pequeño para que vivamos los dos, sabes que la existencia de uno depende de la desaparición del otro, el universo se volvió pequeño para albergarnos a los dos, la única solución es que uno acabe con el otro…
-Es una lástima…
Las espadas se golpearon una y otra y otra vez, el sonido era escalofriante, dos espadachines perfectamente diestros se enfrentaban, dos príncipes, dos hermanos, el movimiento era inapreciable demasiado rápido par ojos poco entrenados, solo se podían apreciar pequeños rastros dorados de la espada de Endymion, un pequeño chorro de sangre salió disparado a alta velocidad, Baltasar había logrado cortar un poco de la piel de la mejilla de Endymion
-No eres muy bueno esquivando –dijo petulante Baltasar
-Soy mejor de lo que crees
Endymion puso todo su empeño, en el ataque, no le hubiera tomado tanto tiempo acabar con él, pero aún así, le era muy difícil tener que matar a su propio hermano…
-Eres un cobarde –dijo Baltasar, mientras se lanzaba de frente a Endymion, la espada estuvo a punto de clavarse en su pecho, pero Endymion lo esquivó
-No sabes cuánto te odio-repitió Baltasar, mientras repetía el ataque- eres de lo peor, el ser tan cobarde te costará caro, yo te mataré, y luego me quedaré con tu princesa, Serenity será mía… -dijo con ira de nuevo, otra vez se lanzó de frente, pero algo había cambiado en la mirada de Endymion, finalmente entendió.
Entendió, que no había otra solución, el dejar vivo a su hermano ahora, significaría que más adelante quizás haría algo pero, nunca lo dejaría ser feliz, quizás estaba siendo muy egoísta al pensar solo en su felicidad, pero si Baltasar quedaba vivo, los demás también sufrirían al ser testigos de sus muchos intentos de venganza, así que lo mejor era, matarlo de una vez…
En su ataque lleno de ira, Baltasar se lanzó de frente sin preocuparse por su defensa, Endymion retrocedió, ese ataque era más fuerte que los anteriores, era distinto, sin duda, era casi imposible desviarlo… solo le quedaba atacar de frente a él también…
Ambos corrieron de frente, con sus espadas en punta, solo uno lograría atravesar al otro… sólo había una oportunidad…
De pronto, ambos cuerpos chocaron con fuerza seguidamente, nuevamente el estremecedor sonido del metal atravesando la carne, un enorme chorro de sangre fue disparado, cubriendo el suelo que los rodeaba con sangre… un enorme charco se formó, ¿Quién de los dos fue atravesado?
Ambos príncipes se miraron a los ojos… ambos sonrieron…
-Lo siento… fue un honor ser tu hermano –se escuchó decir a uno de ellos
-Ojala pudiera decir lo mismo –dijo el otro… mientras agonizaba
Uno de ellos cayó lentamente e inconciente, la sangre se desparramaba por montones, haciendo el charco cada vez más grande, solo uno quedaba de pie, con el otro a sus pies…
La espada dorada estaba totalmente cubierta de sangre, uno había triunfado sobre el otro, dos hermanos que por capricho del destino se habían convertido en enemigos… obligando a uno a cometer uno de los peores actos morales de la historia… matar a un hermano…
-Lo siento mucho… Baltasar… -dijo Endymio- talvez fui egoísta, pero como tú dijiste, el universo se volvió pequeño para los dos…
Endymion había ganado… pero, estaba casi en estado de shock mientras contemplaba el cadáver del que había sido alguna vez su hermano, así continuó por varios minutos, ignorando lo que pasaba a su alrededor…
Mas lejos, el sonido sutil de dos espadas chocando la una contra rompían el silencio del lugar, dos princesas poderosas luchaban, dos hermanas, unidas por un lazo de sangre el cual se había roto hacía muchos años…
-Vaya Serenity, no eres tan diestra con la espada como pensé que eras –dijo Leila con petulancia- pensé que sabrías como pelear con una espada, pero ya veo que yo soy mucho mejor que tú
-Por favor Leila, no quiero pelear, por favor, pídeme lo que quieras, pero por favor no peleemos
-Lo siento Serenity, pero mi odio por ti llega más lejos que cualquier cosa, no sabes la soledad que viví, mi padre nos abandonó a mi madre y a mí, por vivir con… con tu madre, la reina más poderosa del universo y su pequeña hijita, ja, pero su felicidad no duró mucho, mi madre acabó con él, y tu maldita madre no lo tuvo con ella, ahora tú, vas a seguirlos, vas a dejar a alguien llorando por ti, y quien sabe… tal vez, al verse tan solo, me quiera a mí…
-Deja a Endymion, él jamás pondría sus ojos en una mujer que tiene el corazón lleno de odio y rencor…
-Jajaja eres tan ingenua, yo no hablo de tenerlo por su voluntad, puedo obligarlo, hacer que te olvide así como te obligué a olvidarlo un vez…
-¡no! –dijo Serenity y con un fuerte golpe, tumbó a Leila quien cayó al suelo, estaba en desventaja- deja a Endymion, no te atrevas a hacerle daño…
Al verse en esa situación, Leila recurrió a su poder, lanzó una torbellino de fuego a Serenity quien logró esquivarlo… ésa era su señal, ahora podrían luchas con sus poderes…
Desde lo lejos Luna observaba, había visto como Endymion había resultado triunfante, y su pesar por eso… veía como Serenity se enfrentaba a su hermana aún en contra de su propia voluntad, conocía perfectamente a Serenity sabía ella no era fría y calculadora, si tenía la oportunidad de acabar con su enemigo probablemente no lo haría a no ser que su vida se encontrara en riesgo, ya que ahora no solo velaba por si vida, sino que también era responsable por la de su hija…
En la batalla con poderes, Serenity tenía la ventaja, ella podía controlar agua, fuego, viento y tierra, mientras que su oponente solo atacaba con fuego…
La batalla se volvió impresionante, Serenity iba ganando, Leila estaba agotada, ya varias veces Serenity estuvo a punto de acabar con su vida, pero por alguna razón, aún guardaba la esperanza de que su hermana se diera por vencida, que se rindiera y no tuviera que matarla…
Finalmente, en uno de sus ataques, Leila quedó en el suelo nuevamente, a punto de morir; dijo aquello que Serenity tanto deseaba escuchar…
-Me rindo… -dijo Leila
-¿Qué? –preguntó Serenity
-Así es, me estoy rindiendo, no te podré ganar, así que… que te parece si intentamos… llevarnos bien, no digo que vaya a ser fácil, pero si seguimos así no vamos a llegar a ningún lado… me aceptas ¿hermana?
-Yo… no se que decirte, no sabes cuanto he deseado que recapacites, no quiero matarte, estoy feliz de tener una hermana…
-Lo sé, yo también, me he dado cuenta de que es inútil seguir así, no ganaré nada con la venganza…
-Leila… -dijo Serenity mientras tendía la mano para ayudar a su hermana a levantarse… ellas se abrazaron, como debían hacerlo dos hermanas luego de no verse por muchos años…
Desde lejos, Luna contemplaba aquella escena, en sus ojos se contemplaba el horror, como algo que no se quiere ver, pero no se tiene la opción de dejar de ver…
-No… -dijo Luna en un suspiro y luego- ¡Endymion! –gritó mientras corría hacia donde estaba Serenity llamando la atención de los demás…
Todos comprendieron hacia donde corría Luna, incluso Endymion, todos los que observaban miraron con horror aquel abrazo, pero, todos estaban demasiado lejos…
El espanto se reflejaba en cada rostro, todos contemplaban ese abrazo, las guerreras corrían, pero estaban lejos.
Todos corrieron pero ninguno llegaba a tiempo, solo podían observar con pánico como Leila alzaba una daga mientras fingía abrazar a su hermana.
Endymion corrió, impotente por estar demasiado lejos, corrió con todas sus fuerzas, como nunca en su vida… pero aún así lejos… solo observaba como la mano de Leila tomaba fuerza y luego…
Nuevamente el sonido de la carne humana atravesada por el metal…
-Porqué… -se escuchó en un susurro
-¿Realmente creíste que te querría como hermana? No importa como, pero mi misión debe ser llevada a cabo
Así es, Leila, de la forma más cobarde había apuñalado a Serenity, por la espalda, tan vil, tan cobarde, es increíble lo bajo que llega a caer alguien con tal de llevar a cabo sus ambiciones…
-No… -susurró Serenity de nuevo mientras caía al suelo, su sangre se derramaba por el suelo, su vestido blanco se tiñó de carmín, en el suelo, sólo podía pensar en lo tonta que había sido como para haber caído en semejante mentira –las personas no cambian con tanta facilidad- pensó, en medio de su agonía solo logró escuchar -¡Serenity! ¡no! – era su voz, la única que deseaba escuchar, la voz de Endymion, lo siguiente que escuchó, fue el sonido de una espada que atravesaba un cuerpo
En medio de su complacencia por haber matado finalmente a Serenity, Leila se olvidó de vigilar sus alrededores, de pronto, lo único que vio fue el rostro de Endymion frente a ella, y lo siguiente fue la sensación de la sangre fría sobre su cuerpo…
Endymion había aprovechado su distracción y así tomó una vida más…
Leila cayó al suelo, al tiempo que llegaban Luna y las chicas al lugar en donde se desangraba Serenity…
-Serenity… respóndeme –dijo Endymion con desesperación mientras la tomaba en sus brazos
-Endymion… -susurró ella- perdóname… por favor…
-No –dijo él mientras sollozaba- no por favor, no hables, descansa, estarás bien, ya lo verás… -ella sonrió ante sus palabras…
-No, no creo que vaya a estar bien… mi corazón… está destrozado… puedo sentir como deja de latir poco a poco…
-No, Serenity –dijo Endymion, sus ojos estaba llenos de lágrimas- tu te vas a recuperar, ya lo verás, no vas a dejarme, lo prometimos… por favor…
-Tú… me prometiste algo… es hora de cumplir tu promesa ¿recuerdas?
-por favor… no hables así… te vas a poner bien ya lo verás
-Prometiste que… si algo me pasaba… conservarías mi cuerpo… hasta el día de mi cumpleaños…
-Pero…
-Por favor… se me acaba el tiempo… por favor… Endymion… lo prometiste…
-Príncipe Endymion –interrumpió Luna con lágrimas en los ojos- use su energía para conservar su cuerpo, hasta el día de su cumpleaños… por favor…
-Sé que será una tortura para ti… pero… debes hacerlo, hasta el día de mi cumpleaños… sé que te debo una disculpa por no decírtelo antes… pero… si no, no me hubieras dejado luchar… perdóname por no decirte, y perdóname por lo que te pido… pero si no es así… -ella tomó una las manos de él y la levó a su vientre- ella no podrá estar contigo…
-Serenity… tu… ¿Por qué no me lo dijiste?
-Perdóname… por favor… solo prométeme que cumplirás tu promesa… por favor… ella no merece que por mis descuidos… no pueda venir a cumplir su destino…
-Serenity…
-Mi destino se ha cumplido, es hora… de que me vaya, sé feliz, por favor… sé feliz… y Endymion… no me olvides…
En esos momentos, un brillo se desprendió del cuerpo de Serenity, era una luz cálida, iluminó a las sailors que se encontraban alrededor de ella, como símbolo de despedida, y finalmente desapareció en un haz de luz que subía al cielo…
Ella se había ido…
Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
QQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQQ
NO PUEDE
SER NO PUEDEMORIR SERENA
NO PORFAVOR
[T_T]
NO PUEDE
SER NO PUEDEMORIR SERENA
NO PORFAVOR
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ingrid- Sailor Outer Scout
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Edad : 30
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
me hicist llorar ... u.u
komo q murio serena ???!! no puede ser
tiene q ser una broma no se pudo haber muertooo
ya kiero saber que pasara
actualiza muuy prontoooo
komo q murio serena ???!! no puede ser
tiene q ser una broma no se pudo haber muertooo
ya kiero saber que pasara
actualiza muuy prontoooo
kndyc- Sailor Star Light
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
ke??????????? no serena no puedo haber muerto!!!!! xke?????? actualiza pronto!!!!
pixie89- Reina Serenity
- Mensajes : 1621
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Re: EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO
wow wow wow, momento como que Serenity murio eso si que no niña debes revivir a Sere YAAAAAAAA no puede ser que haya muerto eso si que no REVIVELA
sailor mercuri o neptune- Princesa Serena
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