EL POEMA DEL DESTINO [S/D ] WAFF COMPLETO

wow hace mucho que no me metia y te quedo grandiosso todo lo que haz avanzado en el fic te felicito mucho
cuidate y actuasliza pronto

ACTUALIZALO PRONTO AMI

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa no puede seeeeeeeer como que despues de todo se vva a acabar el mundo aaaaaaaaaaaa pero como me dejais asiiiiiiii actualiza pleaaaaaseee ya quiero saber que onda como es que aaaaaaaaaaa no lo puedo creer mas te bvale actualizar o si no jejeje

super finc la excelencias misma jeje por fa mantenme al tanto es decir sube ya el prox capi porrrrrrrrrrrrrrrrrrr fiiiiiiiiiiiiiiiis

bueno aqui dejo el otro capi espero les guste

Capitulo 39
El Reino de la Luna Dorada


El suelo se estremecía, el viento soplaba fuertemente, la oscuridad era tal que cubría cada pequeña parte de la ciudad, las luces artificiales estaban apagadas, el ambiente era sobrecogedor, el fuerte zumbido del viento era casi aterrador. En un parque justo al centro de la gran ciudad de Tokio, se hallaban las sailor scouts y los guardianes de los cielos, se mantenían firmes ante la presión, pero sus rostros reflejaban lo que sus labios eran incapaces de expresar, esa sensación de temor e impotencia...
A pocos metros se encontraba la soberana de la luna, Serenity, en cuyos brazos yacía su pequeña hija dormida y a unos metros de ella, observando con asombro, su esposo, el Príncipe de la Tierra Endymion, a sus pies, los tres gatos acompañantes observaban junto con ellos la gran bola negra que se precipitaba sobre la ciudad, las personas corrían y gritaban... La tierra temblaba... los altos edificios comenzaban a derrumbarse, el cielo estaba más negro que de costumbre...

-Luna... cuida unos momentos de la pequeña... –dijo Serenity y dejó a la bebé en una pequeña cuna junto a los gatos...

-Princesa... ¿Qué vas a hacer?- Serenity solo se limitó a mirarla y dio unos cuantos pasos al frente, extendió los brazos y un extraño resplandor salió disparado en todas partes, de inmediato, las personas que se encontraban gritando desesperadas cayeron al suelo, todos... -¿Acaso te volviste loca? No puedes ponerlos a dormir a todos... sabes que eso consumirá tu energía.

-Lo sé, pero... si no puedo salvarlos, por lo menos quiero evitarles el dolor que sufrirán si no detenemos esa cosa...-respondió Serenity con melancolía

-Princesa...-susurró Luna

La presión era inmensa, los humanos estaban bajo un sueño profundo inducido por los poderes de Serenity haciendo que ignoraran los hechos; mientras tanto, por su cabeza la idea huir era cada vez más posible, pero, el remordimiento de dejar atrás a todos sus seres queridos era cada vez mas grande, pero también, esta su felicidad y la de sus dos grandes amores, si hija y su esposo...

Entre sus indecisiones, había olvidado que había dejado a su hija en una pequeña cuna a la sombra de un edificio, Luna se hallaba junto a ella, y su esposo, igual de petrificado que ella, como a cien metros, ninguno de los dos ponía demasiada atención...

La presión era cada vez más fuerte, el viento soplaba, imponente, las chicas daban todo de sí, pero, era imposible, ola gran bola de energía oprimía más y más, el viento, la presión, la destrucción, todo era demasiado...

-Esto es demasiado, chicas ya no resisto...-dijo Júpiter

-Debemos hacerlo, por la tierra, por nuestros amigos, por toda la humanidad, por nuestros príncipes...-animó Venus

-Resistan chicas, no podemos darnos por vencidas, debemos salvar la tierra...-respondió Uranus

Detrás, ella solo observaba con espanto, lo que sus guardianas y amigas sufrían, en sus rostros se reflejaba el dolor ejercido por la presión de la inmensa bola, ellas, paradas en círculo proyectando su poder hacia el exterior, tratando de detener o destruir la bola que las amenazaba a ellas y a todo lo que ellas amaban, junto con ellas, sus parejas, los guardianes del Príncipe de la Tierra... todos ellos dispuestos a dar su vida, por ella, por su familia, por su felicidad...

Por la mente de Serena pasaron todas las imágenes de su vida, sus recuerdos, sus luchas, sus aventuras y desventuras, las tardes con sus amigas, ¿Cómo era posible que eso llegara hasta allí? Sintió una punzada terrible en corazón.

La presión la hizo recordar, que aún protegía la ciudad, aún, pero sus poderes estaban débiles, su barrera protectora de la ciudad no resistiría mucho, si eso le pasaba a ella, ¿Cómo se sentirían las chicas cuyos poderes eran los que detenían directamente el monstruoso objeto?

¿Cómo era posible que aún en esa situación, ellas estuvieran dispuestas a sacrificar su vida por ella? La confusión reinaba su corazón y mente, ¿era acaso tan egoísta como para abandonar todo y huir con su familia y ser feliz? ¿o por el contrario, sacrificaría a su familia y moriría con aquellos a quienes apreciaba y privaría de su derecho a vivir a su esposo y su hija?

Una voz la sacó de sus pensamientos:

-Princesa, por favor, recuerde que lo prometió...-la voz de Uranus sonó en tono de exigencia, su rostro por el contrario, tenía la expresión de impotencia y tristeza, Serenity no respondió.

Unos metros más lejos, el Príncipe de la tierra, observaba aterrado lo que estaba sobre la tierra, ¿como había sido tan idiota como para creer que él solo podría resolverlo? Durante su vida, había cometido muchos errores, sin duda había aprendido de ellos, pero ninguna experiencia lo había preparado para algo como esto...

Por su mente la idea de destrucción era segura... ¿Cómo iba a evitarlo? Esa era una pregunta que ya no daba lugar ahora... todo, la tierra, las personas, sus amigos, su hija y... la mujer que amaba... todos reducidos a polvo...

Ambos sabían que quedaba una posibilidad por probar, pero no sabían si daría resultado... la última esperanza, la cual cambiaría radicalmente la vida de todos, en especial la de ellos dos...

Era de una gran ayuda que las personas estuvieran en un sueño profundo... as+i no serían testigos de la aterradora escena que en ese momento se llevaba a cabo.

-¡Princesa que espera para huir!-se escuchó la voz de Venus

-¡Princesa, deben irse ahora...! –gritó Uranus

Serenity no reaccionaba, ella estaba en shock, nunca pensó que debería tomar ese tipo de decisiones en su vida, y más aún que esas decisiones afectaran el destino de la tierra y sus habitantes...

Finalmente, en medio del caos, la gran bola negra terminó de chocar contra la barrera que mantenía a salvo la tierra, una vez mas, la presión aumentó drásticamente, a pesar de estar doblemente protegida, la ciudad de Tokio comenzó a derrumbarse poco, a poco...

Los edificios más altos se derrumbaban desde la punta, las casas, los árboles eran arrancados desde sus raíces, el viento resopló fuertemente, el estruendo y mezcla de sonidos era tal que sería capaz de dejar sorda a una persona normal, aún así, en medio del caos, el grupo de guerreros permanecía de pie, esperando que ellos se marchasen, que todo acabara, que la tierra se destruyera o que por algún milagro todos se salvaran.

Ellos, los príncipes de la Luna y la Tierra solo observaban, su decisión debía ser tomada ya, o huían y se salvaban o se quedaban y morían con los que ellos querían...

La oscuridad reinaba en la normalmente iluminada ciudad, aún en medio de las sombras, ella, la poderosa Princesa de la Luna divisó la cuna en la que se hallaba su hija a los pies de un edificio a punto de derrumbarse...

Con horror observó como la punta del alto edificio se quebraba debido a la presión, aquellos estruendos ensordecedores se volvieron nada, el silencio reinó en su cabeza, corrió desesperadamente hacia donde se hallaba su hija, pero, era como correr en cámara lenta, nunca en su vida ella se había sentido tan impotente... solo pudo emitir un único grito, -¡Rini!- pero, en medio de tanto ruido, fue imposible distinguirlo...

Endymion, se volteó al observar que su esposa desaparecía rápidamente del lugar donde estaba, observó aquella escena, una madre que corre por la vida de su hija... no supo como, pero cuando se dio cuenta ya se hallaba corriendo en dirección de la cuna en que se hallaba su hija...

Ambos corrían en la misma dirección, sabían que debían llegar, pero... ¿Qué harían cuando llegaran? Se irían o se quedarían...

Una parte del edificio se desprendió, cayó al suelo, los escombros eran demasiados como para lograr ver algo, la nube de polvo volvió nula la posibilidad de ver algo, aún así, ellos continuaron corriendo...

Finalmente, todo el edificio se empezó a derrumbar, Serenity sintió algo que la halaba hacia atrás, algo la quería alejar del lugar al que se dirigía, no podía ver que era, pero era muy fuerte, ella lucho desesperada, tenía que tomar a su hija y protegerla, no podía dejarla allí, de pronto... oyó como el edificio terminaba de derrumbarse... era muy tarde... Las lágrimas corrieron por su rostro, lloraba desesperada, no logró llegar a tiempo, el edificio había caído y no la logró salvar...

-No te preocupes, ella está bien...-escuchó, como un susurro en su oído, pudo vislumbrar entre la espesa nube de polvo el perfecto rostro de su amado, de pronto se dio cuenta que la fuerza que antes la arrastraba lejos del edificio era el brazo de Endymion, logró ver que en el otro brazo tenía a su pequeña hija... Inexplicablemente, él había llegado antes que ella y había logrado ponerlas a ambas fuera de peligro...

-Donde están los gatos...- preguntó Serenity al ver que su hija estaba a salvo
-No te preocupes, ellos también están a salvo, son más pequeños y rápidos, así que lograron correr a un lugar seguro, están por allá- dijo mientras señalaba a un lugar cercano a donde se encontraban las guerreras...

Los escombros producidos por la caída del edificio empezaron a despejarse, Serenity observaba el rostro de Endymion, algo había cambiado en él, lo notaba un poco distinto, no sabía si era su imaginación o de verdad estaba viento lo que veía...

Notó que su ropa había cambiado, su traje era blanco con líneas doradas, una hermosa capa blanco poro cubría el bello traje blanco... lo que más le llamó la atención, fue aquella insignia del Sol Dorado en el nudo de su corbata... no solo su ropa había cambiado, todo él era diferente... ahora sentía como si estuviera en presencia... de un dios...

Serenity lo observaba, efectivamente había adivinado... no podía estar equivocada, ¿o sí? No, en definitiva... él había aceptado...

-¿acaso tú...?- dijo Serenity, aún incrédula, Endymion sonrió de manera tan celestial que se quedó muda y ya no pudo terminar lo que le iba a preguntar

-Ha sido la única forma... –dijo Endymion- perdóname, pero considero que es la única forma que tengo de salvar la tierra, por favor mi princesa... vete ahora, yo... intentaré salvar la tierra, sé que tengo el poder, pero, si algo sale mal, no quiero que estés aquí, te prometo que cuando esto termina te buscaré, y te encontraré, ahora vete... y cuida de nuestra hija, hasta que te encuentre y estemos juntos de nuevo... como una familia... –fueron esas sus palabras, puso a la bebé en los brazos de Serenity y luego en un rayo de luz desapareció... fue tan rápido que ni si quiera ella, la más poderosa de los príncipes del universo pudo verlo... él era un dios... el dios del Sol Endymion...

Endymion se dirigió a un lugar alto en donde pudiera usar su poder... Un edificio fue su objetivo, allí, sostuvo un cetro dorado un poco más alto que su cintura, y en cuya punta descansaba el Cristal Dorado, su piedra guardiana, con su poder, el poder de un dios, intentó detener el objeto que amenazaba a la tierra, pero, aún así, fue inútil, su poder solo no bastaba para detenerlo, él solo no podía... poco a poco, fue perdiendo la esperanza de salvar la tierra el sólo...

-¿A dónde se ha ido? ¿Por qué lo hizo? Y si... ¿y si no logra salvarlos a todos? Me voy... o... me quedo... Siempre he huido a mi destino... pero ahora no puedo escapar... Sí he tomado una desición... –Serenity comenzó a recitar versos salidos de su mente en ese momento... sentía la necesidad de expresar lo que sentía, su mirada era firme, sin vacilación-
Finalmente el momento al que he temido siempre...
Debo enfrentar mi Destino
Con el pasar del tiempo me he dado cuenta
Que no importa el destino
Yo, tengo el poder de controlar mi vida
Temí a mi destino ya escrito...
Pero, aún así, aquí estoy
He cambiado mi destino...
Mis palabras vuelan con el viento
Mi destino se ha hecho un poema
El poema del Destino
El poema de mí destino
Hoy... vuelve a cambiar...

Serenity dirigió su vista a su bebé, -lo haré por ti- dijo, observó el cielo y lejos de esa gran bola que amenazaba con destruir su amado planeta pudo imaginar un hermoso cielo estrellado... cerró sus ojos y, una sola lágrima rodó a lo largo su mejilla cayó y finalmente se evaporó en el suelo...

Líneas de luz blanca cruzaban por todo Tokio dibujando una estrella en la inmensa ciudad al tiempo que Serenity decía:- Yo Serenity, Princesa heredera al trono del Milenio de Plata, Guardiana de la Región Central del Universo, poseedora del poderoso Cristal de Plata, acepto convertirme en la sucesora de mi madre y ser llamada diosa de la Luna Serena...

Los edificios se cristalizaron, la ciudad cambió de forma, los guerreros se sorprendieron de lo que ocurría a su alrededor, estaban confundidos, de pronto, justo al centro, un enorme cristal emergió, en su interior se resguardaba un hermoso palacio tipo griego antiguo, estaba todo cubierto del cristal así como el resto de la ciudad, para sorpresa de los guerreros, en la punta del palacio, se hallaba una hermosa mujer, cuyos cabellos rubios flotaban con el viento, vestida con un atuendo estilo griego atado al cuello y lazos plateados que lo ceñían a su cuerpo perfecto y una capa de seda blanca adornaba su atuendo, en su mano derecha un cetro alto como ella de plata pura y en cuya punta descansaba el poderoso cristal de plata en su forma más perfecta, una flor plateada.

-Serena...-dijeron todos los guerreros al unísono...

Extendió su cetro en dirección al objeto y un brillo bajo se disolver en la tinieblas, con este movimiento los guerreros sintieron como la presión disminuyó un poco... pero no lo suficiente, aunque era una diosa ella sola no pudo hacer que la bola negra se retirara o se destruyera...

-No... aún con todo este poder... no puedo evitar que la tierra sea destruida- dijo Serena con frustración...

-Tal vez... no debes hacerlo tú sola...-escuchó a su lado, volteó y allí estaba él

-Endymion... –dijo mientras su mirada reflejaba alegría y alivio- perdóname por no huir... pero, no podía dejarte aquí, te amo demasiado como para irme y dejarte atrás, a ti y a mis amigos...

-Lo sé, te entiendo... perdóname tú a mí por no tomar en cuenta tus sentimientos... –dijo él mientras se acercaba a sus labios...

-Juntos salvaremos la tierra...-dijo Serena, Endymion le sonrió y asintió, ambos proyectaron sus poderes hacia la gigantesca bola negra... pero, ésta no se detuvo...

-Creo... que él poder de dos dioses no es suficiente...-dijo Luna mientras bajaba su mirada al suelo

-No te preocupes, estoy seguro que ellos lo lograrán...- dijo Artemis para consolarla...

-Mamá, tengo miedo...- dijo Diana mientras se acurrucaba bajo las patas de sus padres...
-No te preocupes mi pequeña, verás que todo saldrá bien...-le dijo Luna, aunque en su interior sabía que no estaba segura de sus palabras...

-Serena... creo que... nuestro poder no es suficiente...- dijo Endymion

-Lo sé... yo... creo que... no podemos hacer más...- nuevamente una lágrima corrió por su mejilla- te amo- dijo y acarició con su mano izquierda el rostro de Endymion

Las esperanzas estaban agotadas... ni él, ni ella, tenían la esperanza de que lo lograrían, que todo estaría bien, ellos se habían dado por vencidos...

-Serena... te amo... y te amaré por siempre, aunque el universo explote y se termine, mi amor traspasará el tiempo y el espacio y siempre será tuyo mi corazón...

-Yo también te amo... desde que te ví mi corazón te ha pertenecido, te he perdido y te he recuperado, tu y yo siempre seremos uno mismo y nada logrará separarnos...

En ese momento los dos cristales brillaron con una intensidad que nunca había visto nadie... éste era el último intento, en medio de los dos brillos, un tercer logró ocupar lugar en el cielo... un pequeño brillo rosa suave... su pequeña bebé participaba junto con ellos en sus esfuerzos por salvar el planeta que ella consideraba su hogar, ambos se sorprendieron, pero Serena entendió que así como ella amaba la Tierra también su hija había heredado ese amor, la tomó en sus brazos, y así, con el poder de tres cristales la gran bola negra comenzó a retroceder...

El asombro de las sailors de la luna y los guardianes de los cuatro cielos pudo reflejarse en sus rostros, finalmente proyectaron su poder hacia la gran bola negra...

-Poder de Venus
-Poder de Marte
-Poder de Mercurio
-Poder de Júpiter
-Poder de Urano
-Poder de Neptuno
-Poder de Plutón
-Poder de Saturno
-Poder del Viento
-Poder del Fuego
-Poder del Agua
-Poder de Tierra

Doce luces se unieron en un solo rayo de luz dirigido a la bola negra, un rayo color rosa se le unió, luego un fuerte rayo de luz dorada incrementó el poder y, finalmente un poderoso rayo de luz plateada, todos se volvieron uno solo... una vez más la bola negra retrocedió y finalmente explotó en miles de diminutos pedazos incapaces de dañar la tierra....

Las miradas de Endymion y Serena se cruzaron, sus ojos expresaban toda la felicidad que sentían en ese momento...
La ciudad ahora de cristal resplandecía...

-Lo lograron...- dijo Luna desde el suelo...

-Ellos... han aceptado... su puesto entre los dioses... ¿Qué será de nosotras ahora?-dijo Uranus con un tono de melancolía en su voz

-Creo que ya no somos útiles ahora... protegemos a príncipes, no a dioses, creo, que ya no nos necesitan...-dijo Neptune

-Chicas... espéren... –dijo El Guerrero del viento Gabriel...-no pueden irse así...

-Para que nos quedamos... ellos son dioses, y nosotros simples guerreras...-respondió Uranus

-Nada de eso... –dijo Serena, mientras se acercaba a ellos junto con Endymion y Rini en sus brazos- no son simples guerreras, ustedes son mis guerreras, mis guardianas y más que eso... son mis amigas... el que ahora tenga más poder no significa que no necesite de su protección, y más importante aún, de su amistad...

-Pero ahora ya no somos de utilidad... –dijo Venus

-Nada de eso... sin ustedes, nosotros tres no habríamos podido destruir esa esfera negra, fue gracias a sus esperanzas que nosotros pudimos destruirla...-dijo endymion

-Desde ahora... ustedes serán los guerreros del Sol y la Luna, Guardianes de la Ciudad de la Luna Dorada y desde ahora éste... será nuestro hogar, así que como nuestro hogar, estamos obligados a defenderlo con nuestras vidas... ya lo hicimos en el pasado, y lo haremos en el futuro, aunque sea incierto, nosotros siempre estaremos juntos, luchando por los que queremos...-dijo Serena

-Sí alteza... –Dijeron los guerreros

Serena y Endymion extendieron sus cetros al cielo estrellado la ciudad resplandeció como nunca lo había hecho, recibiendo a sus nuevos gobernantes, los chicos se colocaron alrededor de ellos, las personas despertaron y se sorprendieron, recordaban aquellas imágenes aterradoras, pero ahora era diferente, Serena y Endymion dijeron al unísono: Nosotros, somos los dioses del Sol y la Luna, Guardianes y Protectores de la Tierra, Señores del Reino de la Luna Dorada, poseedores del cristal Dorado y el cristal de Plata, y éste es nuestro reino el cual defenderemos con nuestras vidas, éste es nuestro hogar... ésta es nuestra Tierra...

bueno aqui acaba la historia luego subire el epilogo espero les aya gustado

increible ame tu historia
desearia k me lo pudieras mandar a mi email
black_angel_kota@hotmail.com

grx y tu historia me enkanto


besiiitos

esta hermoso este final me haz hecho llorar de lo bello que es pocas son las historias que me han hecho llorar pero sobre todo que me han encantado de esta forma, plis coloca pronto el epilogo

wow ame el capitulooooooooo
kieroooooo+ + + + + + + + a
actualizaaa prontoooo xfaaaaaaa
xD

woow es geniaal no habia podido comentar antes
por qee apenas encopntre tu histori y qiero decirte qee es
supeeer espero pronto el epilogo enserio gracias
por estoos momentos felices

wow mw de dejaste sin palabras de verdad
espero la actualizacion te quedo hermoso
hay lo que es capaz dehacer el amor

wooooooooooooooow que hermoso final, lo ame, es genial, super, magnifico, increible, no se que decir, estuvo super genial, espero ver ya el epilogooooooooooooo yaaaaaaaaaaaaaaaaa, adoro muchisimo la historia super incre, mis felicitaciones al chef, a la gran y magnificente autora del finc


pd: ya sube el epilogooooo

que ondaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa no has actualizado ya deberias de hacerlo yaaaa, espera es el final jaja vas a poner mas???? antes de golpearte jaja

oie yo sigo esperando tu actualizacion que onda ya actualiza por favor

esta buenisimo te felicito amiga te deseo lo mejor y espero pronto escribas un nuevo fic gracias....

esta hermosa la historia te felicito!!!! espero q subas pronto el epilogo!!!casi lloro!!!de solo imaginarmelo!!! me gustaria si podes mandarme toda tu historia a mi correo es belu_92_96@hotmail.com gracias!!!

HOLA AMIX ME ENCANTA TU FIC JEJEJEEJ ES MARAVILLOSO TIENE MUCHO AMOR Y AMISTAD ME ENCANTA ES PERFECTO JEJEJEJEJE PERO ME MUERO DE SABER CUANDO VAS A SUBIR EL EPILOGO YA NOS TIENES MUCHO TIEMPO EN ASCUAS POR FAVOR YA SUBELO

cuandoo subiras el epilogooo???
te has tardado demaciadooo u_U >.<
espero q actualices prontooo
bye