Seras Mia [S/S] one- shot
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Seras Mia [S/S] one- shot
No podía dormir y se me ocurrió esta pequeña historia sobre la pareja que más me fascina, perdón si no quedo de lo más perfecta, pero me empezó a dar sueño cuando iba en la mitad, como soy tan obstinada, no podía dejarla sin terminar, espero les guste, les dejo un abrazo enorme a todos quienes lean esto... Buenas noches
Días monótonos, horribles y oscuros, donde sinceramente lo único que esperaba era que algo me rompiera cada hueso del cuerpo. No entendía como, pero su partida me había destrozado el cuerpo, aplastado el alma y roto mi corazón…
Las primeras semanas, después de la partida de Darien, todo funcionaba a la perfección, ella pensaba que no sería una situación incontrolable , que sería algo soportable, solo sería un año, teniendo amigas todo es más fácil, al menos eso pensó y eso decían. Pero pasaron las semanas, se transformaron de apoco en meses, esa pequeña luz de vida que quedaba se comenzó a apagar.
De pasar tardes enteras en la escuela con sus amigas conversando de lo que sea, de pasar las tardes en la casa de Rei, comiendo y riéndose sobre chismes, paso a ser tardes en solitaria, caminando por algún lugar o encerrada es su habitación llorando por horas, pero no era la soledad específicamente la culpable de eso, era como Darien parecía haberse olvidado por completo de ella, no había recibido ni una llamada, ni un mensaje, ni un e-mail. Mientras ella se había encargado de escribirle todos los días, pero la situación la desmotivo de a poco, hasta que dejo de hacerlo, seguramente así la extrañaría, y la buscaría, pero no fue así. Al parecer no era más que un tonto recuerdo, algo que quedo en el pasado.
Las chicas comenzaron a preocuparse, pero mientras más trataban de acercarse a Serena ella más se alejaba, comenzó a faltar mucho a clases, si la llamaban a su celular, no contestaba. Todas habían hecho planes para las vacaciones, se irían a la playa, pero como era de imaginarse, ni si quiera contar con Serena, ella ya no era su amiga, era solo un fantasma que se movía por los rincones.
Serena estaba sola en su habitación, se miraba al espejo y lloraba, tenía la foto de él en su mano, parecía que a cada momento escuchaba su voz diciéndole lo hermosa que era su cabellera rubia, pero mientras recordaba eso, mas odiaba ver al espejo y más lloraba, se decía así misma lo tonta que era por creer en alguien como él, por enamorarse de alguien como él, que la abandono a la primera oportunidad, que dejo todas las promesas en la basura. Ni ella entendía porque tanto odio hacia él, se decía así misma que estaba muy ocupado como para preocuparse, pero eso no era suficiente, era algo que ni ella podía creer, sabía que algo más había en ese desinterés.
Cuando ya no pudo más, tomo su bolso, le pidió algo de dinero a su mamá y corrió, hasta llegar a una peluquería, entro sin ni siquiera dudar – quiero que corte un poco mi pelo y lo tiña negro – eso fue todo, luego de unas hora estaba lista, se miro, su pelo llegaba un poco más debajo de los hombros, repartido en capaz de distinto largo y era completamente negro. Era otra…
Las vacaciones habían terminado, Serena estaba nerviosa por volver a la escuela, no había visto a sus amigas y no siquiera les había comentado sobre su cambio, además se sentía mal por haberla abandonado tanto tiempo con su estúpido comportamiento.
-Hola Chicas- Serena pareció de la nada atrás de ellas, las chicas se voltearon, no fueron capaz de decir ni una sola palabra, luego de unos segundos reaccionaron, les parecía extraño. Pero era su amiga y supusieron que cualquier comentario seria inadecuado, sabían cómo se sentía ella y por lo que estaba pasando este último tiempo.
- digan lo que quieran chicas, ya no deben tener cuidado, estoy mucho mejor
-qué bueno que recuperamos a nuestra amiga – Mina fue la única que se atrevió a decir algo
- de vuelta y en toda su majestuosa expresión chicas – respondió Serena, era distinta, había cambiado y no solo por fuera, también por dentro.
Siempre lo mismo en el salón de clases, pensaba Serena, y se lo comentaba a Mina, quien no dejaba de extrañarse por el raro comportamiento de su amiga, no sabía si creer en ella o si esta era una forma de calmar tanto dolor. Pero sin duda funcionaba, todos los chicos la miraban, era obvio no era solo su cabello lo que había modificado, se había atrevido a cortar su falta del uniforme y ajustar más la blusa, lo que la hacía ver como una verdadera modelo.
- Serena… ¿puedo preguntarte algo?
- Dime
- ¿Por qué el cambio tan radical?
- No crees que ya era hora de dejar todo lo que era atrás, siempre quise ser así, pero por un tonto no lo hacía, ahora soy lo quiero, puedo hacer lo que se me dé la gana y nadie va a controlarlo, tu también deberías cambiar un poco amiga Mina.
El profesor entro al salón, hora de cerrar la boca y comenzar oficialmente las clases, pero antes de eso…
- Chicos, debo comenzar dándoles una noticia, tendremos a tres nuevos compañeros de clases, que fueron transferidos esta escuela, ellos son nuevos en la ciudad, pues su padre fue trasladado hace muy poco, por asuntos de trabajo, espero que los reciban como se debe – los chicos pasaron – ellos son, Seiya, Taiki y Yaten Kou.
Eran excepcionales, Seiya era delgado, de cabello negro, ojos azules, el típico chico que se mete en problemas, Taiki era el más alto de los tres de cabello castaño, con una apariencia indiscutible de ser todo un intelectual, y Yaten, el más bajo de los tres, unos ojos verdes que te enloquecían, bastante serio, pero sabias que podías ganarte algo de su confianza mostrando lealtad.
Los ojos de Serena enseguida se posaron en Seiya, en él se encontraba el punto cúspide de su nueva vida, el premio mayor.
Seiya pasó por su lado y la quedo mirando fijamente, ella a él también, como si enseguida hubiesen entendido que era lo que quería el uno del otro.
Todas las chicas estaban completamente embobadas por los nuevos chicos, eran guapos y con eso bastaba para desearlos.
Durante el receso, un chico que perteneciente al equipo de futbol americano se le acerco, era el capitán, un chico musculoso de piel clara y cabello rubio, se le acerco a Serena, dejo a sus amigas solas y ella se dedico a hablar y coquetear con él.
- Dime hermosa, quieres venir conmigo el viernes a una fiesta
- Todo depende de que sea lo bueno que tenga esa fiesta
- Estaré yo, eso no es suficiente – el chico se le acerco más dejándola acorralada
- Suena tentador, pero las fiestas me aburren, si tal vez pudiéramos hacer algo más
- Créeme que no te arrepentirás si me acompañas – le dijo el chico muy cerca de su oído
- A qué hora pasas por mi entonces
No alcanzo a escuchar la respuesta porque alguien la galo del brazo y se la llevo a rastras del lugar, fue tan rápido que Serena ni alcanzo a percatarse de lo que paso. Su brazo se vio libre cuando se alejaron lo suficiente de la multitud, en el pequeño patio que estaba pasando las canchas.
-¿Quién rayos te crees imbécil? – le grito Serena, a un chico que se encontraba aun de espaldas frente a ella, lo único que veía era una larga cabellera negra amarrada en una cola, el chico se dio vuelta y la quedo mirando fijamente.
- no soy ni un imbécil niñita, pero no voy a dejar que me ganen lo que quiero
- perdona, ¿qué es eso que quieres?
- tu niñita, serás mía y ningún otro te tendrá
- ¿Quién se supone que eres tú para decir eso? Yo no soy, ni seré de nadie, menos de un niñito mal criado como tu
- Soy Seiya Kou, memoriza ese nombre, porque si quieres jugar a algo yo voy a jugar también
- tú no me das ordenes, no te conozco y no me interesa tener nada con nadie, ya no quiero más imbéciles en mi vida, además ni te conozco estúpido
- te equivocas tontita, claro que me conoces, estuvimos juntos muchas veces en esas elegantes fiestas donde ibas con tu adinerada familia, cuando pequeña y unos años después también junto a tu novio, esas fiestas que se daban en distintas ciudades, donde tu parecías una niñita tierna, una rubia tonta que podía tener con facilidad, pero nunca pude, ¿no te acuerdas? Cada vez que tu novio o tu familia te dejaban sola por socializar con gente más refinada, un chico se acercaba a ti, era yo… ahora si serás mía
- ¿tu, eras tú? Por eso tu nombre me sonó familiar, pero déjame decirte algo en primer lugar, no tengo novio y segundo, de rubio tonta no tengo nada, quieres tenerme, está bien, haz el intento, pero yo ya no quiero tener a nadie, pero si quieres ser mi juguete, está bien
- ni tu juguete ni nada, terminaras completamente enamorada de mí y para eso solo necesito dos semanas
- ¿No entiendo que quieres? No me conoces, no sabes nada de mí, pero quieres que este contigo, seas un loco
- me enamore de ti la primera vez que te vi, cuando niños, no me importa que ahora no quieras a nadie serás mía.
El chico dio media vuelta y se fue, dejo a Serena sola en ese lugar. Era raro, extraño, ser de él, ese chico, ella lo recordaba bien, pero nunca fue algo importante en su vida, ni siquiera le prestó asunto a todos esos momentos de su vida, menos a una persona, dos semanas, era casi gracioso, además que podía hacer que estuviera tan seguro de eso.
Al día siguiente comenzó la cuenta regresiva de las dos semanas, estaba dispuesta a darle una oportunidad. Pero eso no era notorio cada cinco minutos Serena esta coqueteando con un chico nuevo o metida con un chico nuevo en algún rincón de la escuela. Cada vez que Seiya lo notaba, se la llevaba del lugar a rastras si era necesario, se gano un montón de cachetadas, golpes en la cara, pero él no se rendiría, las dos semanas ya casi terminaba y no había conseguido mucho, pero ella no le digo ni una palabra sobre el asunto, solo parecía ignorarlo.
Los cometarios y chismes comenzaron a aparecer por todo la escuela, la reputación de Serena se iba al piso, por cada fiesta eran al menos diez cosas distintas que decían de ella, eso hacía que Seiya perdiera la paciencia y más de una vez termino golpeando a un chico. Serena ya prácticamente había perdido a sus amigas, estaba realmente sola.
Ese no era motivo para Seiya, no se rendiría, si su amabilidad no funcionaba, tampoco el tratar de entregarle su amistad, su apoyo o lo que fuera seguiría tratando y jugando su propio juego, él estaba dispuesto a hacer lo que fuera.
Indiferencia, no fue suficiente, regalarle rosas, no fue suficiente, acompañarla cuando la veía llorando en algún rincón del colegio por ese ser que se hacía llamar su novio, nada era suficiente.
No todo estaba perdido, logro recaudar suficiente información sobre Darien, hasta el punto de lograr averiguar que se encontraba en Tokio hace ya un mes y no estaba solo, ni tampoco viviendo en su viejo departamento.
- Vamos Serena – Seiya sin darle explicación, ni menos dejarla reaccionar la hizo subir a su auto
- Donde demonios me llevas Seiya, estás loco
- Ahora se te quitara todo ese mal que tienes, cuando veas con tus propios ojos que todo lo que estás haciendo y pasando es por nada
Llegaron al centro de la ciudad, un gran y elegante edificio estaba frente a ellos, Serena no entendía que hacía en ese lugar, pensó un montón de cosas, pero ni uno de esos pensamientos se acercaba a lo que descubriría.
-acompáñame- le dijo Seiya dirigiéndose al ascensor, piso 25, la puerta del ascensor se abrió, puerta 2503, toco el timbre, luego de 30 segundos la puerta se abrió, una chica alta, delegada de unos 27 años, curvas marcadas, de cabello castaño abrió la puerta, llevaba una camisa que parecía de hombre, la camisa, color damasco con una pequeña luna bordado en un costado del bolsillo, Serena la reconoció de inmediato y lo peor comenzó a pasar por su cabeza, Seiya la miro, era exactamente como le habían dicho. La voz de la chica fue suave al preguntar el motivo de la visita, Seiya dijo ese nombre, mientras Serena rogaba que no fuera verdad – lo llamo enseguida- otra vez la suave voz, de pronto apareció él frente al portal, su cara cambio de color y se puso pálido al ver a la pobre chica, Serena.
- Eres una basura Darien Chiba, te dije que ella al final se quedaría conmigo – media vuelta y se marcho tras Serena. Pero no pudo alcanzarla, no era de preocuparse, después de eso de seguro la vería en la noche en su casa en las ya comunes fiestas de todos los viernes en la casa de los hermanos Kou.
No se equivoco, ahí estaba, con un vaso de vodka en la mano, bailando con un chico cualquiera, ya lo suficientemente ebria como para no saber ni su nombre, pero de repente otro chico apareció frente a ella, Seiya tuvo la tonta idea de justo no vigilar en ese momento, cuando volvió a verla no estaba, preguntando le dijeron que la vieron subiendo las escaleras con un chico mayor que ella.
Seiya se apresuro a subir, sabía bien quién era ese imbécil y no permitiría que volviera a jugar con ella, escucho unos gritos a lo lejos, la final del pasillo, venían de una habitación, Serena le gritaba a Darien que la dejara en paz, que ya no quería verlo, pero él se negaba a dejarla salir de esa habitación. Decidido a lo que fuera Seiya abrió esa puerta, le dio un golpe en la cara a Darien
- Mira, no quiero que te vuelvas a acercar a ella, ya basta con todo lo que le has hecho y no la seguirás dañando, mejor devuélvete con tu nueva novia, eres una basura no te atreviste a decir nada y crees que ahora puedes volver y hacer lo que quieras con ella, estás loco, porque ahora yo la cuidare para siempre, a diferencia tuya la respeto, la amo, sin importar el tiempo espere por ella, ahora sal de mi casa si no quieres que esto se ponga peor.
El sol comenzó a entrar por la ventana, los ojos de Serena se abrieron con dificultad, miro a su alrededor, no sabía dónde se encontraba, pero definitivamente no es su casa. Miro a su lado y estaba Seiya en un sillón del cuarto, quien la había cuidado toda la noche, sin ni otra intención mas que solo acompañarla, al verlo dormir lo supo, no necesitaba hacer tanta estupidez, era él por quien había tenido que soportar todo eso, era para finalmente encontrar la felicidad y el amor de su vida.
Seras mia
En algún lugar de mi mundo estaba completamente perdida, sin saber que pensar o que hacer, la soledad me destrozaba el corazón cada día que pasaba.Días monótonos, horribles y oscuros, donde sinceramente lo único que esperaba era que algo me rompiera cada hueso del cuerpo. No entendía como, pero su partida me había destrozado el cuerpo, aplastado el alma y roto mi corazón…
Las primeras semanas, después de la partida de Darien, todo funcionaba a la perfección, ella pensaba que no sería una situación incontrolable , que sería algo soportable, solo sería un año, teniendo amigas todo es más fácil, al menos eso pensó y eso decían. Pero pasaron las semanas, se transformaron de apoco en meses, esa pequeña luz de vida que quedaba se comenzó a apagar.
De pasar tardes enteras en la escuela con sus amigas conversando de lo que sea, de pasar las tardes en la casa de Rei, comiendo y riéndose sobre chismes, paso a ser tardes en solitaria, caminando por algún lugar o encerrada es su habitación llorando por horas, pero no era la soledad específicamente la culpable de eso, era como Darien parecía haberse olvidado por completo de ella, no había recibido ni una llamada, ni un mensaje, ni un e-mail. Mientras ella se había encargado de escribirle todos los días, pero la situación la desmotivo de a poco, hasta que dejo de hacerlo, seguramente así la extrañaría, y la buscaría, pero no fue así. Al parecer no era más que un tonto recuerdo, algo que quedo en el pasado.
Las chicas comenzaron a preocuparse, pero mientras más trataban de acercarse a Serena ella más se alejaba, comenzó a faltar mucho a clases, si la llamaban a su celular, no contestaba. Todas habían hecho planes para las vacaciones, se irían a la playa, pero como era de imaginarse, ni si quiera contar con Serena, ella ya no era su amiga, era solo un fantasma que se movía por los rincones.
Serena estaba sola en su habitación, se miraba al espejo y lloraba, tenía la foto de él en su mano, parecía que a cada momento escuchaba su voz diciéndole lo hermosa que era su cabellera rubia, pero mientras recordaba eso, mas odiaba ver al espejo y más lloraba, se decía así misma lo tonta que era por creer en alguien como él, por enamorarse de alguien como él, que la abandono a la primera oportunidad, que dejo todas las promesas en la basura. Ni ella entendía porque tanto odio hacia él, se decía así misma que estaba muy ocupado como para preocuparse, pero eso no era suficiente, era algo que ni ella podía creer, sabía que algo más había en ese desinterés.
Cuando ya no pudo más, tomo su bolso, le pidió algo de dinero a su mamá y corrió, hasta llegar a una peluquería, entro sin ni siquiera dudar – quiero que corte un poco mi pelo y lo tiña negro – eso fue todo, luego de unas hora estaba lista, se miro, su pelo llegaba un poco más debajo de los hombros, repartido en capaz de distinto largo y era completamente negro. Era otra…
Las vacaciones habían terminado, Serena estaba nerviosa por volver a la escuela, no había visto a sus amigas y no siquiera les había comentado sobre su cambio, además se sentía mal por haberla abandonado tanto tiempo con su estúpido comportamiento.
-Hola Chicas- Serena pareció de la nada atrás de ellas, las chicas se voltearon, no fueron capaz de decir ni una sola palabra, luego de unos segundos reaccionaron, les parecía extraño. Pero era su amiga y supusieron que cualquier comentario seria inadecuado, sabían cómo se sentía ella y por lo que estaba pasando este último tiempo.
- digan lo que quieran chicas, ya no deben tener cuidado, estoy mucho mejor
-qué bueno que recuperamos a nuestra amiga – Mina fue la única que se atrevió a decir algo
- de vuelta y en toda su majestuosa expresión chicas – respondió Serena, era distinta, había cambiado y no solo por fuera, también por dentro.
Siempre lo mismo en el salón de clases, pensaba Serena, y se lo comentaba a Mina, quien no dejaba de extrañarse por el raro comportamiento de su amiga, no sabía si creer en ella o si esta era una forma de calmar tanto dolor. Pero sin duda funcionaba, todos los chicos la miraban, era obvio no era solo su cabello lo que había modificado, se había atrevido a cortar su falta del uniforme y ajustar más la blusa, lo que la hacía ver como una verdadera modelo.
- Serena… ¿puedo preguntarte algo?
- Dime
- ¿Por qué el cambio tan radical?
- No crees que ya era hora de dejar todo lo que era atrás, siempre quise ser así, pero por un tonto no lo hacía, ahora soy lo quiero, puedo hacer lo que se me dé la gana y nadie va a controlarlo, tu también deberías cambiar un poco amiga Mina.
El profesor entro al salón, hora de cerrar la boca y comenzar oficialmente las clases, pero antes de eso…
- Chicos, debo comenzar dándoles una noticia, tendremos a tres nuevos compañeros de clases, que fueron transferidos esta escuela, ellos son nuevos en la ciudad, pues su padre fue trasladado hace muy poco, por asuntos de trabajo, espero que los reciban como se debe – los chicos pasaron – ellos son, Seiya, Taiki y Yaten Kou.
Eran excepcionales, Seiya era delgado, de cabello negro, ojos azules, el típico chico que se mete en problemas, Taiki era el más alto de los tres de cabello castaño, con una apariencia indiscutible de ser todo un intelectual, y Yaten, el más bajo de los tres, unos ojos verdes que te enloquecían, bastante serio, pero sabias que podías ganarte algo de su confianza mostrando lealtad.
Los ojos de Serena enseguida se posaron en Seiya, en él se encontraba el punto cúspide de su nueva vida, el premio mayor.
Seiya pasó por su lado y la quedo mirando fijamente, ella a él también, como si enseguida hubiesen entendido que era lo que quería el uno del otro.
Todas las chicas estaban completamente embobadas por los nuevos chicos, eran guapos y con eso bastaba para desearlos.
Durante el receso, un chico que perteneciente al equipo de futbol americano se le acerco, era el capitán, un chico musculoso de piel clara y cabello rubio, se le acerco a Serena, dejo a sus amigas solas y ella se dedico a hablar y coquetear con él.
- Dime hermosa, quieres venir conmigo el viernes a una fiesta
- Todo depende de que sea lo bueno que tenga esa fiesta
- Estaré yo, eso no es suficiente – el chico se le acerco más dejándola acorralada
- Suena tentador, pero las fiestas me aburren, si tal vez pudiéramos hacer algo más
- Créeme que no te arrepentirás si me acompañas – le dijo el chico muy cerca de su oído
- A qué hora pasas por mi entonces
No alcanzo a escuchar la respuesta porque alguien la galo del brazo y se la llevo a rastras del lugar, fue tan rápido que Serena ni alcanzo a percatarse de lo que paso. Su brazo se vio libre cuando se alejaron lo suficiente de la multitud, en el pequeño patio que estaba pasando las canchas.
-¿Quién rayos te crees imbécil? – le grito Serena, a un chico que se encontraba aun de espaldas frente a ella, lo único que veía era una larga cabellera negra amarrada en una cola, el chico se dio vuelta y la quedo mirando fijamente.
- no soy ni un imbécil niñita, pero no voy a dejar que me ganen lo que quiero
- perdona, ¿qué es eso que quieres?
- tu niñita, serás mía y ningún otro te tendrá
- ¿Quién se supone que eres tú para decir eso? Yo no soy, ni seré de nadie, menos de un niñito mal criado como tu
- Soy Seiya Kou, memoriza ese nombre, porque si quieres jugar a algo yo voy a jugar también
- tú no me das ordenes, no te conozco y no me interesa tener nada con nadie, ya no quiero más imbéciles en mi vida, además ni te conozco estúpido
- te equivocas tontita, claro que me conoces, estuvimos juntos muchas veces en esas elegantes fiestas donde ibas con tu adinerada familia, cuando pequeña y unos años después también junto a tu novio, esas fiestas que se daban en distintas ciudades, donde tu parecías una niñita tierna, una rubia tonta que podía tener con facilidad, pero nunca pude, ¿no te acuerdas? Cada vez que tu novio o tu familia te dejaban sola por socializar con gente más refinada, un chico se acercaba a ti, era yo… ahora si serás mía
- ¿tu, eras tú? Por eso tu nombre me sonó familiar, pero déjame decirte algo en primer lugar, no tengo novio y segundo, de rubio tonta no tengo nada, quieres tenerme, está bien, haz el intento, pero yo ya no quiero tener a nadie, pero si quieres ser mi juguete, está bien
- ni tu juguete ni nada, terminaras completamente enamorada de mí y para eso solo necesito dos semanas
- ¿No entiendo que quieres? No me conoces, no sabes nada de mí, pero quieres que este contigo, seas un loco
- me enamore de ti la primera vez que te vi, cuando niños, no me importa que ahora no quieras a nadie serás mía.
El chico dio media vuelta y se fue, dejo a Serena sola en ese lugar. Era raro, extraño, ser de él, ese chico, ella lo recordaba bien, pero nunca fue algo importante en su vida, ni siquiera le prestó asunto a todos esos momentos de su vida, menos a una persona, dos semanas, era casi gracioso, además que podía hacer que estuviera tan seguro de eso.
Al día siguiente comenzó la cuenta regresiva de las dos semanas, estaba dispuesta a darle una oportunidad. Pero eso no era notorio cada cinco minutos Serena esta coqueteando con un chico nuevo o metida con un chico nuevo en algún rincón de la escuela. Cada vez que Seiya lo notaba, se la llevaba del lugar a rastras si era necesario, se gano un montón de cachetadas, golpes en la cara, pero él no se rendiría, las dos semanas ya casi terminaba y no había conseguido mucho, pero ella no le digo ni una palabra sobre el asunto, solo parecía ignorarlo.
Los cometarios y chismes comenzaron a aparecer por todo la escuela, la reputación de Serena se iba al piso, por cada fiesta eran al menos diez cosas distintas que decían de ella, eso hacía que Seiya perdiera la paciencia y más de una vez termino golpeando a un chico. Serena ya prácticamente había perdido a sus amigas, estaba realmente sola.
Ese no era motivo para Seiya, no se rendiría, si su amabilidad no funcionaba, tampoco el tratar de entregarle su amistad, su apoyo o lo que fuera seguiría tratando y jugando su propio juego, él estaba dispuesto a hacer lo que fuera.
Indiferencia, no fue suficiente, regalarle rosas, no fue suficiente, acompañarla cuando la veía llorando en algún rincón del colegio por ese ser que se hacía llamar su novio, nada era suficiente.
No todo estaba perdido, logro recaudar suficiente información sobre Darien, hasta el punto de lograr averiguar que se encontraba en Tokio hace ya un mes y no estaba solo, ni tampoco viviendo en su viejo departamento.
- Vamos Serena – Seiya sin darle explicación, ni menos dejarla reaccionar la hizo subir a su auto
- Donde demonios me llevas Seiya, estás loco
- Ahora se te quitara todo ese mal que tienes, cuando veas con tus propios ojos que todo lo que estás haciendo y pasando es por nada
Llegaron al centro de la ciudad, un gran y elegante edificio estaba frente a ellos, Serena no entendía que hacía en ese lugar, pensó un montón de cosas, pero ni uno de esos pensamientos se acercaba a lo que descubriría.
-acompáñame- le dijo Seiya dirigiéndose al ascensor, piso 25, la puerta del ascensor se abrió, puerta 2503, toco el timbre, luego de 30 segundos la puerta se abrió, una chica alta, delegada de unos 27 años, curvas marcadas, de cabello castaño abrió la puerta, llevaba una camisa que parecía de hombre, la camisa, color damasco con una pequeña luna bordado en un costado del bolsillo, Serena la reconoció de inmediato y lo peor comenzó a pasar por su cabeza, Seiya la miro, era exactamente como le habían dicho. La voz de la chica fue suave al preguntar el motivo de la visita, Seiya dijo ese nombre, mientras Serena rogaba que no fuera verdad – lo llamo enseguida- otra vez la suave voz, de pronto apareció él frente al portal, su cara cambio de color y se puso pálido al ver a la pobre chica, Serena.
- Eres una basura Darien Chiba, te dije que ella al final se quedaría conmigo – media vuelta y se marcho tras Serena. Pero no pudo alcanzarla, no era de preocuparse, después de eso de seguro la vería en la noche en su casa en las ya comunes fiestas de todos los viernes en la casa de los hermanos Kou.
No se equivoco, ahí estaba, con un vaso de vodka en la mano, bailando con un chico cualquiera, ya lo suficientemente ebria como para no saber ni su nombre, pero de repente otro chico apareció frente a ella, Seiya tuvo la tonta idea de justo no vigilar en ese momento, cuando volvió a verla no estaba, preguntando le dijeron que la vieron subiendo las escaleras con un chico mayor que ella.
Seiya se apresuro a subir, sabía bien quién era ese imbécil y no permitiría que volviera a jugar con ella, escucho unos gritos a lo lejos, la final del pasillo, venían de una habitación, Serena le gritaba a Darien que la dejara en paz, que ya no quería verlo, pero él se negaba a dejarla salir de esa habitación. Decidido a lo que fuera Seiya abrió esa puerta, le dio un golpe en la cara a Darien
- Mira, no quiero que te vuelvas a acercar a ella, ya basta con todo lo que le has hecho y no la seguirás dañando, mejor devuélvete con tu nueva novia, eres una basura no te atreviste a decir nada y crees que ahora puedes volver y hacer lo que quieras con ella, estás loco, porque ahora yo la cuidare para siempre, a diferencia tuya la respeto, la amo, sin importar el tiempo espere por ella, ahora sal de mi casa si no quieres que esto se ponga peor.
El sol comenzó a entrar por la ventana, los ojos de Serena se abrieron con dificultad, miro a su alrededor, no sabía dónde se encontraba, pero definitivamente no es su casa. Miro a su lado y estaba Seiya en un sillón del cuarto, quien la había cuidado toda la noche, sin ni otra intención mas que solo acompañarla, al verlo dormir lo supo, no necesitaba hacer tanta estupidez, era él por quien había tenido que soportar todo eso, era para finalmente encontrar la felicidad y el amor de su vida.
lady_lilith- Sailor Outer Scout
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Re: Seras Mia [S/S] one- shot
Aww! Me encanto tu One-Shot, me parecio muy lindo le que seuy hiso por Serena, el la ama y la amara :3
Sailor Serenity :)- Sailor Outer Scout
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Re: Seras Mia [S/S] one- shot
Me gusto mucho Seiya siempre a su lado.
sharzit- Sailor Inner Scout
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