VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
yo opino lo mismo es de los mejores fic que he leido serena-seiya, la verdad serena es una tonta como no valora a seiya y archibald se ve que es un gran hombre al principio no me parecio pero ya ves uno nunca alcanza a conocer bien la gente , espero que el se fije huy ya se en kakyu harian buena pareja y obvio mi seiya con serena y los dos chiquis espero que tenga un final feliz pues ya han sufrido bastante los dos esperare con ansias la proxima
chao amix
besos
chao amix
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Usagi13- Princesa Fireball
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
hola en verdad me hgas hecho llorar hace unos dias comence a leerlo y he llorado como aria magdalena ni en mi fic he llorado tanto n verda feñlicitaciones a la autora y ati por compartirlo con nosotras espero actualices pronto
MANUELA- Sailor Star Light
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
uuhmmm actualizaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa yo quiero saber que mas pasaaaaa, hace rato que no mellega reporte de este fic, por fis actualiza. ub beso bye.
n_n
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ALEJA STAR- Sailor Outer Scout
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
no puede ser que ya se vaya a acabar
amiga el finc esta supeeer buenopero me da nostalgia
que se acabe.
espero que actualices prontito quiero saber mas
esque ya te tardaste porfaaaaaavor actualizaaaaaaa
amiga el finc esta supeeer buenopero me da nostalgia
que se acabe.
espero que actualices prontito quiero saber mas
esque ya te tardaste porfaaaaaavor actualizaaaaaaa
princ-eternal- Neo Reina Serena
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
Seiya-Moon te agradesco muchisimo q aya subido este fic!!!!!
es una historia super triste pero yo creo q tendra un final muy feliz !!!
la verdad q me conmovi mucho de a ratos se me caian unas lagrimas por las situaciones tan tristes pero serena porq es tan terca y no le dice a seiya q lo ama (es bastante masoquista,le gusta sufrir)
por favor q traumada q voy a qdar con esta historia mas q psicologos voy a necesitar psiquiatras y de por vida por q qde super yoqueada entre enfermedades,nacimientos,amor,desamor etc mi cabeza esta trabajando a mil por hora1!!
muchas gracias y espero tu actualizacion!!!
es una historia super triste pero yo creo q tendra un final muy feliz !!!
la verdad q me conmovi mucho de a ratos se me caian unas lagrimas por las situaciones tan tristes pero serena porq es tan terca y no le dice a seiya q lo ama (es bastante masoquista,le gusta sufrir)
por favor q traumada q voy a qdar con esta historia mas q psicologos voy a necesitar psiquiatras y de por vida por q qde super yoqueada entre enfermedades,nacimientos,amor,desamor etc mi cabeza esta trabajando a mil por hora1!!
muchas gracias y espero tu actualizacion!!!
naiara- Sailor Inner Scout
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
hoal espero actualices pronto que te cuesta ell final
MANUELA- Sailor Star Light
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
MI QUERIDA MIGA ESPERO ACTUALICEZ PRONTO Y NO SEAS INGRATA PASA POR MI FIC ME OLVIDASTE NO?????
Usagi13- Princesa Fireball
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
[b]CAPITULO XVI
“JUNTOS”
“JUNTOS”
Cuando el sol comenzó a salir nuevamente la habitación se ilumino un poco, entonces la puerta de la recamara se abrió lentamente hasta quedar abierta completamente. El pequeño Haru sonrió al ver como su mamá estaba durmiendo sobre Seiya y sigilosamente entro a la habitación cerrando la puerta detrás de el. Se subió a la cama lentamente y cuando estuvo frente a Serena comenzó a moverla del brazo para despertarla. La rubia abrió lentamente los ojos pues estaba acostumbrada a que su pequeño la despertara siempre de la misma manera, pero se sonrojo al ver la posición en la que se encontraba durmiendo.
– “Mami… tu y Seia son novios como mi tía Mina y Aten” – sonrió con curiosidad el pequeño.
Seiya había despertado a tiempo para escuchar la pregunta del pequeño y no pudo evitar contestar alegremente a la pregunta hecha por el pequeño.
– “Si… tu mami y yo somos novios que te parece” – contesto Seiya mientras besaba la mejilla colorada de rubia – “Mmmm… weno” – contesto el pequeño encogiendo los hombros cosa que provocó una sonrisa del pelinegro – “Mami teno hambre” – le dijo a la rubia si darle mayor importancia a lo que acaba de escuchar y mucho menos al pelinegro que abrazaba posesivamente a la rubia mientras lo miraba sonriente.
La rubia se puso de pie libreándose se los brazos que la aprisionaban mientras Seiya se acomodaba sobre su almohada con la intención de quedarse un rato más en la cama pues aún era demasiado temprano y definitivamente no le gustaba levantarse temprano. El pelinegro iba cerrando lo ojos después de que la rubia saliera de la habitación de la mano del pequeño Haru cuando la pequeña Yukino comenzó a llorar, dio un suspiro largo y se levanto con resignación para tomar al pequeña en sus brazos. Al poco rato se encontraba sentado frente al televisor mirando caricaturas al lado del pequeño Haru. Mientras Serena preparaba el desayuno y el biberón para la pequeña Yukino que estaba acostada sobre el portabebés junto a Seiya. El pelinegro desvió su atención de la pantalla para observarla, esbozo una sonrisa al recordar la noche que acaba de pasar a su lado, realmente le parecía increíble que por le pertenecía. En ese momento se sentía el hombre más feliz sobre la Tierra, después de todo lo que habían tenido que pasar ahora por fin podían estaban juntos, se levantó del piso y entró a la cocina sorprendiendo a la rubia con un beso sobre sus labios.
– “Vaya, parece que por fin decidieron dejar de hacerse sufrir mutuamente” – se escucho la voz de Yaten que se encontraba recargado sobre en el marco de la puerta con una sonrisa – “Me imagino que tuvieron una noche bastante ocupada” – se burlo el peliplateado – “¡¡¡Yaten!!!” – grito la rubia mientras se ponía de mil colores – “Que… yo solo quise decir ocupados cuidando a los niños” – decía mientras atrapaba una naranja que Serena le había arrojado y observando acusadoramente a Seiya quien tenía el rostro completamente rojo.
Mientras Yaten se reía abiertamente al ver la cara roja de Seiya aparecieron en la cocina Mina, Ami y Taiki, quienes después de analizar la situación comprendieron que Serena y Seiya por fin estaban juntos y en poco rato todos se encontraba disfrutando de un rico desayuno preparado de improvisto por Taiki ya que lo que había estado preparando Serena había terminado quemándose mientras la rubia se besaba con el pelinegro.
– “Serena… me imagino que ahora regresaras a Japón” – le pregunto Ami mientras se servía un poco de jugo de naranja – “Si, planeo de regresar Japón, pero antes tengo un compromiso” – contesto la rubia – “No sabía que tenías trabajo… Bombón” – pregunto el pelinegro mientras la miraba con curiosidad – “Si… lo tengo, de hecho es algo que quiero platicar contigo más adelante” – contesto mientras probaba los Hot- Cake preparados por el castaño – “De que se trata” – pregunto Seiya – “Después te lo diré” – contesto mientras le sonreía a lo que Seiya solo atinó a besar su frente antes de contestarle – “Esta bien” – aceptó un poco intrigado, pero prefería no insistir.
Estuvieron platicando por mucho rato aún después de haber terminado el desayuno, realmente hacía mucho tiempo que no pasaban un rato tan agradable todos juntos, recordaron todas las cosas que habían hecho mientras estaban estudiando juntos, aunque como era obvio fue imposible no traer a la platica el recuerdo de Haruka Tenoh, después de todo las chicas llegaron a apreciarlo no solo por ser el novio de su amiga sino también por que podía llegar a ser muy amable, pero sobre todo encantador. Para Seiya recordar a quien había sido el primer amor de la rubia no era algo que pudiera molestarle, sabía perfectamente el lugar que ocupaba el recuerdo del rubio dentro del corazón de su Bombón y no pretendía desplazarlo, estaba completamente seguro del amor que ella sentía por el y eso era suficiente para él. Aunque en el fondo sentía un poco de celos.
Había pasado una semana desde que eran oficialmente una pareja, aunque no tenían muy claro cual era su titulo ya que eran más que novios y menos que esposos, de cierta manera se podría decir que estaban en la fase intermedia de lo que sería una hermosa historia de amor. Por otro lado a pesar de que por fin estaban juntos no habían podido estar mucho tiempo a solas, Serena había estado muy ocupada arreglando los detalles para del contrato para trabajar con Archibald mientras que Seiya y sus hermanos ensayaban el mayor tiempo posible antes de comenzar la nueva gira. La rubia aún no había hablado con el pelinegro sobre su trabajo con el millonario por miedo a la reacción que este pudiera tener, pero sabía que no podría ocultarlo por mucho tiempo más.
Una tarde mientras miraban una película en el departamento Serena quiso aprovechar para contarle a Seiya, pues Taiki, Ami, Yaten y Mina habían salido a pasear al zoológico llevándose consigo tanto al pequeño Haru como a la pequeña Yukino, realmente era un oportunidad perfecta para hablarle ya que conociendo a Seiya sabía que su reacción no sería la más tranquila sino todo lo contrario. Decidió ablandar un poco las cosas antes de darle la noticia pidiendo una pizza que era la comida favorita del pelinegro. Tuvo que esperar hasta que el repartidor llego y Seiya se encontraba frente al televisor devorando una rebana de pizza.
– “Seiya… tengo algo que decirte” – hablo un poco nerviosa – “Sucede algo Bombón” – pregunto mientras dejaba de mirar la pantalla para enfocar su mirada en los celeste de la rubia – “Es sobre el contrato que estoy a punto de firmar” – contesto débilmente – “Es cierto, ahora que lo pienso bien no me has dicho de que se trata” – pensó el pelinegro – “Pues resulta seré la modelo principal de la nueva colección de las joyerías Cornwell” – la rubia espero por un momento que el apellido no significara nada para Seiya pero realmente era muy tonto esperar que no se diera cuanta de quien estaba hablando. El pelinegro inmediatamente borro su sonrisa – “Por que no me lo había dicho” – le reprocho, realmente estaba molesto por que no había tenido la confianza de decírselo – “No había encontrado una oportunidad para hacerlo” – contesto mientras se sentaba junto a el en la alfombra de la estancia – “Por dios Bombón, dormimos juntos y no habías encontrado el momento para decírmelo” – hablo irónicamente – “Se que suena tonto pero, en varias ocasiones intente decírtelo pero me resultaba imposible hacerte enojar cuando te veía tan tranquilo descansando” – confesó sinceramente.
Seiya no siguió hablando y permaneció en silencio por largo rato, aunque estaba seguro del amor que Serena sentía por el, pero no estaba muy seguro de querer que Archibald estuviera junto a ella todo el tiempo mientras terminara toda la campaña, pero también conocía a Serena y sabía que si ella ya había tomado una decisión nada la haría cambiar de opinión y lo único que le quedaba era apoyarla aun cuando eso significara pasar menos tiempo juntos y en cambio sería Archibald quien estuviera con ella la mayor parte del día. Dio un suspiro y volvió su mirada nuevamente a ella.
– “No me agrada mucho la idea, pero si esa es tu decisión no me queda otra que apoyarte” – dijo mientras acariciaba el suave rostro de la rubia – “Muchas gracias por entenderme, le prometí que lo haría y me siento más tranquila de saber que me apoyas” – sonrió la rubia para después abrazarlo y robarle un tierno beso. Al cual Seiya correspondió de la misma manera.en]]
Seiya-Moon- Neo Reina Serena
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
Después de eso continuaron viendo la película mientras disfrutaba de la pizza y unos refrescos, Serena se sentía liberada, el hacho de que Seiya no se hubiera opuesto la ponía muy feliz ya que no quería pelear con el por algo en lo cual no estaba dispuesta a ceder ya que su palabra como profesional estaba de por medio. Por su parte Seiya no podía evitar sentir celos, el sabía que Archibald amaba a su Bombón puesto que había sido el mismo quien se lo confesará cuando estaban en el hospital, paso un buen rato antes de que el pelinegro se decidiera a hacerle a Serena la pregunta que lo había tenido intrigado durante varios días, pero no había encontrado el momento oportuno para sacarse esa duda.
– “Bombón me gustaría saber si entre tu y Archibald hubo algo más allá de una amistad después de que regresaste a Japón” – le pregunto directamente, a lo que Serena solo se limito al sonreír antes de decidirse a contestarle – “Sabía que algún día preguntarías eso…”– contestó sin borrar la sonrisa de su rostro – “Y la respuesta es no, pero para serte sincera si hubo un momento en el que lo considere una opción, de hecho yo estaba completamente decidida a mudarme a Italia donde sería la modelo exclusiva de sus joyerías y una vez ahí lo hubiera intentado, después de todo te creía completamente perdido y el me ofrecía la estabilidad de una familia… pero después cuando supe lo de mi embarazo no me pareció justo para el estar al lado de una mujer que quizá nunca podría amarlo” – finalizo la rubia – “Quizá…” – inquirió el pelinegro mostrando un dejo de celos – “El es una persona muy especial y cualquier mujer estaría más que encantada de compartir su vida con el, pero en ese momento… y igual que ahora mi corazón te pertenece solo a ti” – confeso la rubia mientras lo miraba fijamente a los ojos – “Te amo Bombón” – le dijo el pelinegro mientras la abrazaba contra su pecho – “Y yo a ti” – correspondió la rubia – “Otra cosa si todo este tiempo fuiste consiente de que me amas por que te alejaste de mi” – pregunto mientras se aferraba a su cintura.
Serena permaneció en silencio por un segundo, no era que estuviera pensando que contestarle ya que conocía muy bien la respuesta. Se soltó del abrazo del pelinegro y le dio la espalda caminado hasta una repisa donde tenía varías fotos, entre ellas destacaba una donde aparecía junto a Haruka en el pódium de ganadores después de haber ganado nuevamente el campeonato mundial de la formula uno. Entonces recordó la vez en la que conoció al rubio.
Flash back.
Había sido arrastrada por sus amigas hasta el autódromo, ellas estaban muy emocionadas por conocer al campeón de la formula uno ya que según ellas era un joven muy apuesto y como a ella no le llamaba la atención había decidido esperarlas en el estacionamiento mientras ella se apretujaban afuera del los vestidores para conseguir una autógrafo. Las había estado esperando por mucho rato y estaba un poco cansada así que se recargo en uno de los vehículos, como traía puestos sus audífonos para escuchar un poco de música no se percato cuando el dueño del carro le pidió que se quitara hasta que este la sujeto por el brazo.
– “Que le pasa” – se quejo la rubia quitándose los audífonos – “Este es mi…” – el rubio no pudo terminar la frase ya que quedo cautivado por los celestes de la rubia – “Le sucede algo” – pregunto Serena – “Como te llamas” – pregunto el rubio sin contestar a la pregunta que había hecho ella antes – “Vaya, pero quien se ha creído primero me jalonea y luego pretende que le de mi nombre cono si nada” – sonrío la rubia – “Que rara eres cualquier muchacha en tu lugar estaría feliz por que me interesara en saber su nombre” – dijo de una manera arrogante – “Pues yo no soy cualquier muchacha” – le contesto la rubia – “Tienes razón, ahora dime me dirás cual es el nombre de la dueña de los celestes mas hermosos que he visto jamás” – sonrío el rubio de manera coqueta – “Mmmm… esta bien mi nombre es Serena Stukino; ahora me tengo que ir” – se despidió la rubia con una hermosa sonrisa.
Fin del flash back
Aún podía recordar ese momento como si acabara de vivirlo, pero lo cierto era que había pasado demasiado tiempo desde la última vez que pudo ver su reflejo en el par de esmeraldas de quien fuera el amor de su vida. Sonrió un poco al sentir como Seiya apoyaba su cabeza entre sus hombros sacándola de sus recuerdos.
– “Seiya alguna vez has sentido miedo de quedarte solo” – pregunto mientras seguía contemplando la fotografía – “Si… cuando estuviste en el hospital tenía tanto miedo de perderte, me sentía desesperado por no poder hacer nada para retenerte a mi lado” – contesto débilmente reviviendo la horas de angustia que paso el día que nació su hija pues en ese momento los médicos pronosticaban lo peor para ella – “Seiya…” – dijo sorprendida la rubia al sentir como Seiya temblaba mientras la abrazaba – “Pero eso ya no importa … mejor dime a que viene ese pregunta” – le dijo mientras besaba su cuello – “Pues, esa fue la razón por la que buscaba alejarme de ti… tenía miedo de volver a quedarme sola. Después de la muerte de Haruka me sentía incapaz de poder soportar quedarme sola nuevamente, sentía que el dolor terminaría por volverme loca… no quería volver a sufrir” – contesto sin poder evitar que una lágrima escapara de sus ojos – “Además una parte de mi se sentía culpable por lo ocurrido y pensaba que no podría hacerte feliz… por eso me aleje de ti, pero tiempo después me di cuenta que estaba equivocada pero era muy tarde para mirar atrás… Mina me dijo que estabas saliendo con Esmeralda y no podía luchar por algo que yo misma había dejado ir” – siguió hablando – “No tenías por que luchar, yo siempre he sido tuyo… lo de Esmeralda fue un error que cometí, me sentía desesperado” – le confeso la rubia mientras la giraba sobre sus brazos para quedar frente a ella – “Lo siento tanto” – lo abrazo aferrándose a el – “Y después me entere que estaba embarazada, no sabía si debía decírtelo por que no quería que perdieras el equilibrio que te brindaba tu relación con Esmeralda… pero no podía ocultártelo. Te llame una noche a tu departamento pero, contesto Esmeralda y no pude decírtelo no podía y colgué… de cualquier forma te enterarías pues Yaten estaba enterado. Lo siento debiste pasarlo muy mal por mi causa” – se disculpo mientras se aferraba a su camisa – “Nada de eso es importante ahora por fin estas a mi lado y no pienso dejarte ir nunca… siempre estaré a tu lado. Además ahora somos una hermosa familia” – señalo el pelinegro mientras limpiaba el rastro de agua salada dejado por sus lágrimas – “No pienso dejarte ir nunca más” – siguió hablando para terminar por besarla.
Mientras tanto en el zoológico se encontraban los demás, era muy gracioso observar a Yaten correr tras el pequeño Haru, mientras Mina lo observaba desde una banca. Estaban esperando a que Taiki y Ami regresaran junto con la pequeña Yukino pues habían ido a caminar un poco para tratar de calmar a la bebe que estaba llorando.
Yaten logro alcanzar al pequeño y lo subió hasta sus hombros, realmente no entendía como Seiya era capaz de seguirle el ritmo a ese pequeño, ni siquiera se podía imaginar que sería de el cuando tuviera hijos. Definitivamente el tenía un buen cuerpo por su buena suerte ya que no le gustaba mucho el deporte, pero cuando de comida se trataba era otra cosa siempre había tenido tan buen apetito como Seiya, pero a diferencia del pelinegro Yaten no disfrutaba mucho de la comida chatarra como su hermano. Cuando Yaten llagó junto a Mina la encontró un poco pensativa y podría decir que hasta triste, tenía varios días que la mirada de Mina no expresaban la misma emoción de siempre y sin duda era algo que lo tenía un poco preocupado. Bajo al pequeño para que siguiera jugando mientras el descansaba un poco y podía hablar con Mina. Se sentó a su lado y observo por un segundo al pequeño Haru correr por el paso y finalmente desvió la mirada hasta los ojos de la rubia.
– “Te encuentras bien Mina” – le pregunto directamente, pero la rubia parecía perdida en sus pensamientos – “Mina, sucede algo” – volvió a llamarla pero esta vez se encargo de llamar su atención tomando una de sus manos – “Lo siento… no es nada” – le respondió débilmente – “Vamos Mina, te conozco… que es lo que sucede” – insistió, pues sabía que algo no andaba bien – “Yaten, te gustaría quedarte junto a mi siempre” – pregunto inocentemente – “No entiendo por que lo preguntas, pero la respuesta es si… te amo demasiado Mina Aino” – contesto sinceramente aunque le extrañaba la pregunta – “Yo también te amo y ahora que se que me amas tengo que decirte algo” – le dijo Mina mientras bajaba la mirada – “Que sucede” – pregunto un poco intrigado – “Voy a dejar mi carrera como modelo y pienso regresar a Japón cuando Serena lo haga” – respondió sin mirarlo a los ojos – “Pero pensé que ser modelo era todo para ti” – dijo un poco impresionado por la noticia – “Lo era, ahora tengo un par de motivos para alejarme de ese sueño que ya realiza” – contesto orgullosamente después de ver alcanzado su sueño dorado – “Un par de motivos” – inquirió mientras la miraba un poco confundido por la actitud tan madura que tenía – “Si, me gustaría estar más tiempo a tu lado y… además creo que nuestro bebe necesitara de toda mi atención no crees” – confeso mientras lo miraba con una gran sonrisa en el rostro.
Las palabras de Mina lo dejaron completamente sin palabras, realmente no se esperaba una noticia como esa y menos en ese momento, se quedo callado lago tiempo si poder si quiera moverse, estaba paralizado. Mientras Mina sonreía dulcemente, al ver que Yaten no respondía nada opto por recargarse sobre su hombro y entrelazo su manos con la de el. Pasaron algunos minutos hasta que Yaten recupero el alma el habla.
– “Mina, escuche mal o dijiste que nuestro bebe” – pregunto un poco nervioso – “Así es Yaten… estoy embarazada” – respondió mientras concentraba su mirada en el pequeño Haru que jugaba con las palomas.
El silencio de ese momento se convirtió en un verdadera tortura para ella, realmente nunca se había planteado si Yaten quería tener un hijo, pero no lo había planeado simplemente había sucedido y no estaba arrepentida… quizá un poco asustada pero feliz. En ese momento sintió como el peliplateado se abrazaba a ella y la besaba como si ese fuera a ser su último beso. Un ligero sabor salado invadió sus sentidos, y abrió los ojos para encontrarse con las lágrimas que escapaban de los ojos del peliplateado… Yaten estaba llorando.
Se separaron lentamente mirándose uno al otro, la sonrisa de Mina era simplemente la mas dulce que Yaten había visto nunca en ella y en sus ojos podía ver un nuevo resplandor…
– “Bombón me gustaría saber si entre tu y Archibald hubo algo más allá de una amistad después de que regresaste a Japón” – le pregunto directamente, a lo que Serena solo se limito al sonreír antes de decidirse a contestarle – “Sabía que algún día preguntarías eso…”– contestó sin borrar la sonrisa de su rostro – “Y la respuesta es no, pero para serte sincera si hubo un momento en el que lo considere una opción, de hecho yo estaba completamente decidida a mudarme a Italia donde sería la modelo exclusiva de sus joyerías y una vez ahí lo hubiera intentado, después de todo te creía completamente perdido y el me ofrecía la estabilidad de una familia… pero después cuando supe lo de mi embarazo no me pareció justo para el estar al lado de una mujer que quizá nunca podría amarlo” – finalizo la rubia – “Quizá…” – inquirió el pelinegro mostrando un dejo de celos – “El es una persona muy especial y cualquier mujer estaría más que encantada de compartir su vida con el, pero en ese momento… y igual que ahora mi corazón te pertenece solo a ti” – confeso la rubia mientras lo miraba fijamente a los ojos – “Te amo Bombón” – le dijo el pelinegro mientras la abrazaba contra su pecho – “Y yo a ti” – correspondió la rubia – “Otra cosa si todo este tiempo fuiste consiente de que me amas por que te alejaste de mi” – pregunto mientras se aferraba a su cintura.
Serena permaneció en silencio por un segundo, no era que estuviera pensando que contestarle ya que conocía muy bien la respuesta. Se soltó del abrazo del pelinegro y le dio la espalda caminado hasta una repisa donde tenía varías fotos, entre ellas destacaba una donde aparecía junto a Haruka en el pódium de ganadores después de haber ganado nuevamente el campeonato mundial de la formula uno. Entonces recordó la vez en la que conoció al rubio.
Flash back.
Había sido arrastrada por sus amigas hasta el autódromo, ellas estaban muy emocionadas por conocer al campeón de la formula uno ya que según ellas era un joven muy apuesto y como a ella no le llamaba la atención había decidido esperarlas en el estacionamiento mientras ella se apretujaban afuera del los vestidores para conseguir una autógrafo. Las había estado esperando por mucho rato y estaba un poco cansada así que se recargo en uno de los vehículos, como traía puestos sus audífonos para escuchar un poco de música no se percato cuando el dueño del carro le pidió que se quitara hasta que este la sujeto por el brazo.
– “Que le pasa” – se quejo la rubia quitándose los audífonos – “Este es mi…” – el rubio no pudo terminar la frase ya que quedo cautivado por los celestes de la rubia – “Le sucede algo” – pregunto Serena – “Como te llamas” – pregunto el rubio sin contestar a la pregunta que había hecho ella antes – “Vaya, pero quien se ha creído primero me jalonea y luego pretende que le de mi nombre cono si nada” – sonrío la rubia – “Que rara eres cualquier muchacha en tu lugar estaría feliz por que me interesara en saber su nombre” – dijo de una manera arrogante – “Pues yo no soy cualquier muchacha” – le contesto la rubia – “Tienes razón, ahora dime me dirás cual es el nombre de la dueña de los celestes mas hermosos que he visto jamás” – sonrío el rubio de manera coqueta – “Mmmm… esta bien mi nombre es Serena Stukino; ahora me tengo que ir” – se despidió la rubia con una hermosa sonrisa.
Fin del flash back
Aún podía recordar ese momento como si acabara de vivirlo, pero lo cierto era que había pasado demasiado tiempo desde la última vez que pudo ver su reflejo en el par de esmeraldas de quien fuera el amor de su vida. Sonrió un poco al sentir como Seiya apoyaba su cabeza entre sus hombros sacándola de sus recuerdos.
– “Seiya alguna vez has sentido miedo de quedarte solo” – pregunto mientras seguía contemplando la fotografía – “Si… cuando estuviste en el hospital tenía tanto miedo de perderte, me sentía desesperado por no poder hacer nada para retenerte a mi lado” – contesto débilmente reviviendo la horas de angustia que paso el día que nació su hija pues en ese momento los médicos pronosticaban lo peor para ella – “Seiya…” – dijo sorprendida la rubia al sentir como Seiya temblaba mientras la abrazaba – “Pero eso ya no importa … mejor dime a que viene ese pregunta” – le dijo mientras besaba su cuello – “Pues, esa fue la razón por la que buscaba alejarme de ti… tenía miedo de volver a quedarme sola. Después de la muerte de Haruka me sentía incapaz de poder soportar quedarme sola nuevamente, sentía que el dolor terminaría por volverme loca… no quería volver a sufrir” – contesto sin poder evitar que una lágrima escapara de sus ojos – “Además una parte de mi se sentía culpable por lo ocurrido y pensaba que no podría hacerte feliz… por eso me aleje de ti, pero tiempo después me di cuenta que estaba equivocada pero era muy tarde para mirar atrás… Mina me dijo que estabas saliendo con Esmeralda y no podía luchar por algo que yo misma había dejado ir” – siguió hablando – “No tenías por que luchar, yo siempre he sido tuyo… lo de Esmeralda fue un error que cometí, me sentía desesperado” – le confeso la rubia mientras la giraba sobre sus brazos para quedar frente a ella – “Lo siento tanto” – lo abrazo aferrándose a el – “Y después me entere que estaba embarazada, no sabía si debía decírtelo por que no quería que perdieras el equilibrio que te brindaba tu relación con Esmeralda… pero no podía ocultártelo. Te llame una noche a tu departamento pero, contesto Esmeralda y no pude decírtelo no podía y colgué… de cualquier forma te enterarías pues Yaten estaba enterado. Lo siento debiste pasarlo muy mal por mi causa” – se disculpo mientras se aferraba a su camisa – “Nada de eso es importante ahora por fin estas a mi lado y no pienso dejarte ir nunca… siempre estaré a tu lado. Además ahora somos una hermosa familia” – señalo el pelinegro mientras limpiaba el rastro de agua salada dejado por sus lágrimas – “No pienso dejarte ir nunca más” – siguió hablando para terminar por besarla.
Mientras tanto en el zoológico se encontraban los demás, era muy gracioso observar a Yaten correr tras el pequeño Haru, mientras Mina lo observaba desde una banca. Estaban esperando a que Taiki y Ami regresaran junto con la pequeña Yukino pues habían ido a caminar un poco para tratar de calmar a la bebe que estaba llorando.
Yaten logro alcanzar al pequeño y lo subió hasta sus hombros, realmente no entendía como Seiya era capaz de seguirle el ritmo a ese pequeño, ni siquiera se podía imaginar que sería de el cuando tuviera hijos. Definitivamente el tenía un buen cuerpo por su buena suerte ya que no le gustaba mucho el deporte, pero cuando de comida se trataba era otra cosa siempre había tenido tan buen apetito como Seiya, pero a diferencia del pelinegro Yaten no disfrutaba mucho de la comida chatarra como su hermano. Cuando Yaten llagó junto a Mina la encontró un poco pensativa y podría decir que hasta triste, tenía varios días que la mirada de Mina no expresaban la misma emoción de siempre y sin duda era algo que lo tenía un poco preocupado. Bajo al pequeño para que siguiera jugando mientras el descansaba un poco y podía hablar con Mina. Se sentó a su lado y observo por un segundo al pequeño Haru correr por el paso y finalmente desvió la mirada hasta los ojos de la rubia.
– “Te encuentras bien Mina” – le pregunto directamente, pero la rubia parecía perdida en sus pensamientos – “Mina, sucede algo” – volvió a llamarla pero esta vez se encargo de llamar su atención tomando una de sus manos – “Lo siento… no es nada” – le respondió débilmente – “Vamos Mina, te conozco… que es lo que sucede” – insistió, pues sabía que algo no andaba bien – “Yaten, te gustaría quedarte junto a mi siempre” – pregunto inocentemente – “No entiendo por que lo preguntas, pero la respuesta es si… te amo demasiado Mina Aino” – contesto sinceramente aunque le extrañaba la pregunta – “Yo también te amo y ahora que se que me amas tengo que decirte algo” – le dijo Mina mientras bajaba la mirada – “Que sucede” – pregunto un poco intrigado – “Voy a dejar mi carrera como modelo y pienso regresar a Japón cuando Serena lo haga” – respondió sin mirarlo a los ojos – “Pero pensé que ser modelo era todo para ti” – dijo un poco impresionado por la noticia – “Lo era, ahora tengo un par de motivos para alejarme de ese sueño que ya realiza” – contesto orgullosamente después de ver alcanzado su sueño dorado – “Un par de motivos” – inquirió mientras la miraba un poco confundido por la actitud tan madura que tenía – “Si, me gustaría estar más tiempo a tu lado y… además creo que nuestro bebe necesitara de toda mi atención no crees” – confeso mientras lo miraba con una gran sonrisa en el rostro.
Las palabras de Mina lo dejaron completamente sin palabras, realmente no se esperaba una noticia como esa y menos en ese momento, se quedo callado lago tiempo si poder si quiera moverse, estaba paralizado. Mientras Mina sonreía dulcemente, al ver que Yaten no respondía nada opto por recargarse sobre su hombro y entrelazo su manos con la de el. Pasaron algunos minutos hasta que Yaten recupero el alma el habla.
– “Mina, escuche mal o dijiste que nuestro bebe” – pregunto un poco nervioso – “Así es Yaten… estoy embarazada” – respondió mientras concentraba su mirada en el pequeño Haru que jugaba con las palomas.
El silencio de ese momento se convirtió en un verdadera tortura para ella, realmente nunca se había planteado si Yaten quería tener un hijo, pero no lo había planeado simplemente había sucedido y no estaba arrepentida… quizá un poco asustada pero feliz. En ese momento sintió como el peliplateado se abrazaba a ella y la besaba como si ese fuera a ser su último beso. Un ligero sabor salado invadió sus sentidos, y abrió los ojos para encontrarse con las lágrimas que escapaban de los ojos del peliplateado… Yaten estaba llorando.
Se separaron lentamente mirándose uno al otro, la sonrisa de Mina era simplemente la mas dulce que Yaten había visto nunca en ella y en sus ojos podía ver un nuevo resplandor…
Seiya-Moon- Neo Reina Serena
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
Serena y Seiya se habían quedado dormidos sobre el sofá mientras miraban una película, sinceramente ambos estaban muy cansados pues tenían tantas actividades durante el día y eso son contar con que por la noche se encargaban de cuidar de los niños. Bueno la situación era realmente muy divertida ya que ni siquiera habían podido estar juntos otra vez y no por falta de ganas si no por falta de privacidad.
El pelinegro tenía una forma muy extraña de dormir ya que mantenía a Serena abrazada por la cintura mientras aprisionaba sus piernas contra la suyas haciendo reducidas las posibilidades para que Serena se moviera. El sonido del teléfono del departamento logro difícilmente despertarlos pues por tanto trabajo cuando por fin podían dormir quedaba como piedras.
Seiya libero a Serena de su “prisión” para que fuera ella quien se encargara de contestar el teléfono, pues no tenía intensiones de abrir lo ojos.
– “Bueno” – contesto la rubia un poco adormilada – “Hola Serena soy Kakyuu como están” – se escucho la voz de la pelirroja al otro lado de la línea – “Muy bien y tu que tal… como esta todo por allá” – respondió Serena – “Muy bien… de hacho te llamo por que en unos días se va a hacer un homenaje a Haruka y me gustaría que tu y mi sobrino pudieran estar aquí” – le explico muy emocionada – “Me encantará poder estar ahí, pero dime la fecha” – respondió buscando un papel para anotar – “Sera esta sábado por la mañana, por favor diles a los chicos que me gustaría que estén aquí…” – añadió – “No te preocupes ahí estaremos… te lo prometo” – respondió la rubia – “Estoy muy emocionada, todos van a conocer a mi sobrino… imagínate el hijo del gran Haruka Tenoh” – grito Kakyuu muy emocionada al otro lado de la línea – “Tienes razón Haru estará encantado de estar en un lugar como ese y yo también extraño el sonido de esos autos” – contesto la rubia – “Muy bien entonces no vemos este sábado cuídate mucho y cuida a los niños…” – se despidió y colgó dejando a una Serena muy emocionada por volver a su país aunque solo fuera por unos días.
Dejo el teléfono sobre la mesa y sonrió al pensar como Haruka seguía siendo un ídolo dentro de las carreras de autos a pesar de haber pasado tanto tiempo, y le agradaba saber que había gente que aun lo recordaba con cariño, pero estaba segura que nadie en el mundo lo recodaba con todo el amor con el que ella lo hacía. Camino nuevamente hasta el sofá donde se encontraba antes de que Kakyuu llamará y se encontró con un Seiya completamente dormido, lo beso suavemente en los labios y camino hasta su habitación con la idea de darse un buen baño y tal vez lograría convencer a Seiya de que la llevara a cenar a algún lugar, siempre y cuando Mina y Ami quisieran seguir cuidando de sus hijos.
En ese momento se encontraban Taiki y Ami caminado por los alrededores del zoológico, Taiki llevaba cargando a la pequeña Yukino que se había quedado profundamente dormida, se detuvieron cerca de un pequeño lago artificial y se sentaron sobre el pasto. Ami había pasado la mayor parte de la tarde contemplando lo bien que se veía Taiki cuidando de su sobrina, definitivamente el castaño sería muy buen padre… pensaba mientras contemplaba el lago. Por su parte Taiki no podía dejar de pensar en como decirle a la peliazul lo que había estado rondando por su cabeza durante los últimos meses.
Había estado pensando en cual sería el mejor momento para hacerlo pero simplemente no sabía como ni cuando debía hacerlo, giro la cabeza para encontrarse con la mirada de la peliazul, quedando completamente hipnotizado ante la mujer que tenía a su lado, Ami tenía la mirada fija en el agua lo que ocasionaba que su ojos brillaran de un manera muy especial, transmitiéndole una paz en su vida que solo sentía cuando ella estaba cerca. Ese lugar de pronto le pareció el lugar perfecto, realmente no podía esperar más estaba completamente seguro que ella era lo que su corazón había buscado toda la vida, a su lado simplemente su alma se complementaba. Tomo todo el valor que de pronto apareció dentro de él y con una mano busco dentro de su saco aquella pequeña cajita que contenía la prueba más grande del amor que sentía por ella. Una vez que su mano hubo encontrado lo que buscaba, enfoco su par de ojos color violeta sobre ella y le hablo un poco nervioso.
– “Ami…” – la llamo dulcemente atrayendo la atención de la peliazul que inmediatamente lo miro fijamente a los ojos – “Sabes que te amor no es cierto” – le dijo con una sonrisa – “Lo se… y yo también te amo” – le dijo mientras se ruborizaba. Taiki no necesitaba saber más lo amaba y eso le basta… le mostro la pequeña caja y con un poco de trabajo pues aun cargaba a la pequeña la Yukino, la abrió dejándole ver una hermosa sortija – “Ami Mizuno nada me haría más feliz que aceptaras ser mi esposa” – le dijo con una mirada llena de amor.
Las lágrimas de Ami comenzaron a rodar por sus mejillas, nunca le había gustado llorar frente a el pero la emoción que sentía dentro era mucho más fuerte que ella, se sentía la mujer más dichosa sobre el planeta.
– “Ami…” – la llamó al ver que la peliazul simplemente lloraba – “No quieres ser mi esposa” – pregunto el castaño – “Oh Taiki por su puesto que acepto… te amo tanto, que lo único que deseo es estar a tu lado toda mi vida” – contesto mientras lo abrazaba y besaba sus labios cuidando de no despertar a la bebe.
En ese momento ambos se sentían completamente felices, habían estado tanto tiempo juntos que simplemente ninguno podía imaginarse vivir lejos del otro. Ami aun continuaba llorando sin siquiera separarse de los labio del castaño hasta que la pequeña Yukino comenzó a llorar. Ambos se miraron con una sonrisa, y Taiki trato de calmar a la pequeña ante una dulce mirada de la peliazul.
– “Taiki… y no te gustaría que tuviéramos un bebe” – sonrió Ami, Taiki la miro un poco sorprendido pero finalmente le sonrió antes de poder contestarle – “Por supuesto…” – contesto dándole un beso fugaz en la frente.
Los días después de esa tarde pasaron muy rápido para todos, tanto la notica del embarazo de Mina, como el compromiso de Ami con Taiki, habían sido realmente una maravillosa oportunidad para celebrar, y esa noche habían cenado las tres parejas en un restaurante muy elegante de la ciudad dejando a los pequeños al cuidado de una niñera.
El viernes por la mañana todos abordaron el avión que los llevaría de regreso a Japón para el homenaje de Haruka, Serena estaba realmente muy feliz de poder regresar aunque solo fuera por un par de días ya que su trabajo con Archibald comenzaría el lunes por la mañana y estaba seguro que todas la sesiones fotográficas serían muy pesadas y eso sin hablar de la filmación de los diferentes comerciales que saldrían en una televisora mundial, pero realmente no era eso la única razón por la que se sentía feliz de volver ya que en ese país se encontraban todos los lugares más significativos de su vida y ansiaba visitar la tumba de Haruka más que otra cosa. Mientras viajaban en el avión Seiya pudo notar el brillo de los celeste de la rubia y sabía muy bien que esta vez el no era el causante de su felicidad sino Haruka, se quedo observando como Serena mantenía su vista en el horizonte mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa y un pequeño rubor cubría sus mejillas, por primera en muchos años volvió a sentir celos del rubio, el ansiaba que esa luz que veía en los celeste de su Bombón fuera provocada solamente por él.
Dio un suspiro y bajo la mirada, no sabía como competir contra el recuerdo de alguien que ya ni siquiera estaba vivo, apretó sus manos sobre sus piernas con impotencia. Serena se había dado cuenta de que Seiya no estaba bien y en parte comprendió la razón, sonrió un poco pues le resultaba tierna la manera en la que Seiya trataba de liberar sus miedo a perderla, coloco sus manos sobre los puños del pelinegro provocando que este levantará la mirada para verla a los ojos.
– “Sabes… Haruka fue una persona muy importante en mi vida, lo amaba tanto que cuando murió pensé que nunca podría volverme a enamorar otra vez… que nunca podría volver a amar a nadie que no fuera el” – le dijo Serena mientras se recargaba sobre su hombro, Seiya se quedo sin poder decir nada, ya que Serena nunca había hablado sobre Haruka con él – “Pero… apareciste tú… tú te encargaste de iluminar nuevamente mi vida, Seiya nunca dudes que yo te amo… a veces tengo la impresión de que te amo tanto que todo este amor no me cabe aquí dentro” – sonrió mientras se tocaba el pecho – “Bombón…” – susurro mientras la abrazaba contra su pecho – “No digas nada, solamente quédate a mi lado…” – le dijo ella mientras cerraba los ojos aun recargada sobre su pecho.
En poco tiempo Serena se quedó dormida sobre el pecho de Seiya, realmente siempre había disfrutado estar cerca de el, paso el resto del vuelo dormida ya que el pequeño Haruka estaba sentado entre Mina y Yaten pues disfrutaba demasiado pelear con el peliplateado y Ami le había insistido a Serena que la dejara cuidar de la pequeña ya que estaba demasiado encariñada a la pequeña Yukino.
El pelinegro tenía una forma muy extraña de dormir ya que mantenía a Serena abrazada por la cintura mientras aprisionaba sus piernas contra la suyas haciendo reducidas las posibilidades para que Serena se moviera. El sonido del teléfono del departamento logro difícilmente despertarlos pues por tanto trabajo cuando por fin podían dormir quedaba como piedras.
Seiya libero a Serena de su “prisión” para que fuera ella quien se encargara de contestar el teléfono, pues no tenía intensiones de abrir lo ojos.
– “Bueno” – contesto la rubia un poco adormilada – “Hola Serena soy Kakyuu como están” – se escucho la voz de la pelirroja al otro lado de la línea – “Muy bien y tu que tal… como esta todo por allá” – respondió Serena – “Muy bien… de hacho te llamo por que en unos días se va a hacer un homenaje a Haruka y me gustaría que tu y mi sobrino pudieran estar aquí” – le explico muy emocionada – “Me encantará poder estar ahí, pero dime la fecha” – respondió buscando un papel para anotar – “Sera esta sábado por la mañana, por favor diles a los chicos que me gustaría que estén aquí…” – añadió – “No te preocupes ahí estaremos… te lo prometo” – respondió la rubia – “Estoy muy emocionada, todos van a conocer a mi sobrino… imagínate el hijo del gran Haruka Tenoh” – grito Kakyuu muy emocionada al otro lado de la línea – “Tienes razón Haru estará encantado de estar en un lugar como ese y yo también extraño el sonido de esos autos” – contesto la rubia – “Muy bien entonces no vemos este sábado cuídate mucho y cuida a los niños…” – se despidió y colgó dejando a una Serena muy emocionada por volver a su país aunque solo fuera por unos días.
Dejo el teléfono sobre la mesa y sonrió al pensar como Haruka seguía siendo un ídolo dentro de las carreras de autos a pesar de haber pasado tanto tiempo, y le agradaba saber que había gente que aun lo recordaba con cariño, pero estaba segura que nadie en el mundo lo recodaba con todo el amor con el que ella lo hacía. Camino nuevamente hasta el sofá donde se encontraba antes de que Kakyuu llamará y se encontró con un Seiya completamente dormido, lo beso suavemente en los labios y camino hasta su habitación con la idea de darse un buen baño y tal vez lograría convencer a Seiya de que la llevara a cenar a algún lugar, siempre y cuando Mina y Ami quisieran seguir cuidando de sus hijos.
En ese momento se encontraban Taiki y Ami caminado por los alrededores del zoológico, Taiki llevaba cargando a la pequeña Yukino que se había quedado profundamente dormida, se detuvieron cerca de un pequeño lago artificial y se sentaron sobre el pasto. Ami había pasado la mayor parte de la tarde contemplando lo bien que se veía Taiki cuidando de su sobrina, definitivamente el castaño sería muy buen padre… pensaba mientras contemplaba el lago. Por su parte Taiki no podía dejar de pensar en como decirle a la peliazul lo que había estado rondando por su cabeza durante los últimos meses.
Había estado pensando en cual sería el mejor momento para hacerlo pero simplemente no sabía como ni cuando debía hacerlo, giro la cabeza para encontrarse con la mirada de la peliazul, quedando completamente hipnotizado ante la mujer que tenía a su lado, Ami tenía la mirada fija en el agua lo que ocasionaba que su ojos brillaran de un manera muy especial, transmitiéndole una paz en su vida que solo sentía cuando ella estaba cerca. Ese lugar de pronto le pareció el lugar perfecto, realmente no podía esperar más estaba completamente seguro que ella era lo que su corazón había buscado toda la vida, a su lado simplemente su alma se complementaba. Tomo todo el valor que de pronto apareció dentro de él y con una mano busco dentro de su saco aquella pequeña cajita que contenía la prueba más grande del amor que sentía por ella. Una vez que su mano hubo encontrado lo que buscaba, enfoco su par de ojos color violeta sobre ella y le hablo un poco nervioso.
– “Ami…” – la llamo dulcemente atrayendo la atención de la peliazul que inmediatamente lo miro fijamente a los ojos – “Sabes que te amor no es cierto” – le dijo con una sonrisa – “Lo se… y yo también te amo” – le dijo mientras se ruborizaba. Taiki no necesitaba saber más lo amaba y eso le basta… le mostro la pequeña caja y con un poco de trabajo pues aun cargaba a la pequeña la Yukino, la abrió dejándole ver una hermosa sortija – “Ami Mizuno nada me haría más feliz que aceptaras ser mi esposa” – le dijo con una mirada llena de amor.
Las lágrimas de Ami comenzaron a rodar por sus mejillas, nunca le había gustado llorar frente a el pero la emoción que sentía dentro era mucho más fuerte que ella, se sentía la mujer más dichosa sobre el planeta.
– “Ami…” – la llamó al ver que la peliazul simplemente lloraba – “No quieres ser mi esposa” – pregunto el castaño – “Oh Taiki por su puesto que acepto… te amo tanto, que lo único que deseo es estar a tu lado toda mi vida” – contesto mientras lo abrazaba y besaba sus labios cuidando de no despertar a la bebe.
En ese momento ambos se sentían completamente felices, habían estado tanto tiempo juntos que simplemente ninguno podía imaginarse vivir lejos del otro. Ami aun continuaba llorando sin siquiera separarse de los labio del castaño hasta que la pequeña Yukino comenzó a llorar. Ambos se miraron con una sonrisa, y Taiki trato de calmar a la pequeña ante una dulce mirada de la peliazul.
– “Taiki… y no te gustaría que tuviéramos un bebe” – sonrió Ami, Taiki la miro un poco sorprendido pero finalmente le sonrió antes de poder contestarle – “Por supuesto…” – contesto dándole un beso fugaz en la frente.
Los días después de esa tarde pasaron muy rápido para todos, tanto la notica del embarazo de Mina, como el compromiso de Ami con Taiki, habían sido realmente una maravillosa oportunidad para celebrar, y esa noche habían cenado las tres parejas en un restaurante muy elegante de la ciudad dejando a los pequeños al cuidado de una niñera.
El viernes por la mañana todos abordaron el avión que los llevaría de regreso a Japón para el homenaje de Haruka, Serena estaba realmente muy feliz de poder regresar aunque solo fuera por un par de días ya que su trabajo con Archibald comenzaría el lunes por la mañana y estaba seguro que todas la sesiones fotográficas serían muy pesadas y eso sin hablar de la filmación de los diferentes comerciales que saldrían en una televisora mundial, pero realmente no era eso la única razón por la que se sentía feliz de volver ya que en ese país se encontraban todos los lugares más significativos de su vida y ansiaba visitar la tumba de Haruka más que otra cosa. Mientras viajaban en el avión Seiya pudo notar el brillo de los celeste de la rubia y sabía muy bien que esta vez el no era el causante de su felicidad sino Haruka, se quedo observando como Serena mantenía su vista en el horizonte mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa y un pequeño rubor cubría sus mejillas, por primera en muchos años volvió a sentir celos del rubio, el ansiaba que esa luz que veía en los celeste de su Bombón fuera provocada solamente por él.
Dio un suspiro y bajo la mirada, no sabía como competir contra el recuerdo de alguien que ya ni siquiera estaba vivo, apretó sus manos sobre sus piernas con impotencia. Serena se había dado cuenta de que Seiya no estaba bien y en parte comprendió la razón, sonrió un poco pues le resultaba tierna la manera en la que Seiya trataba de liberar sus miedo a perderla, coloco sus manos sobre los puños del pelinegro provocando que este levantará la mirada para verla a los ojos.
– “Sabes… Haruka fue una persona muy importante en mi vida, lo amaba tanto que cuando murió pensé que nunca podría volverme a enamorar otra vez… que nunca podría volver a amar a nadie que no fuera el” – le dijo Serena mientras se recargaba sobre su hombro, Seiya se quedo sin poder decir nada, ya que Serena nunca había hablado sobre Haruka con él – “Pero… apareciste tú… tú te encargaste de iluminar nuevamente mi vida, Seiya nunca dudes que yo te amo… a veces tengo la impresión de que te amo tanto que todo este amor no me cabe aquí dentro” – sonrió mientras se tocaba el pecho – “Bombón…” – susurro mientras la abrazaba contra su pecho – “No digas nada, solamente quédate a mi lado…” – le dijo ella mientras cerraba los ojos aun recargada sobre su pecho.
En poco tiempo Serena se quedó dormida sobre el pecho de Seiya, realmente siempre había disfrutado estar cerca de el, paso el resto del vuelo dormida ya que el pequeño Haruka estaba sentado entre Mina y Yaten pues disfrutaba demasiado pelear con el peliplateado y Ami le había insistido a Serena que la dejara cuidar de la pequeña ya que estaba demasiado encariñada a la pequeña Yukino.
Seiya-Moon- Neo Reina Serena
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
Seiya pasó todo el tiempo observando dormir a su ángel, después de todo sentía que necesitaba recobrar el tiempo perdido, había pasado tanto años añorando el amor de la rubia que en ocasiones sentía miedo estar soñando y que de un momento a otro ese hermoso sueño se terminara y nuevamente se hallara solo en la oscuridad de su habitación.
Cuando llegaron al aeropuerto de Japón, la noche había llegado a la cuidad y aunque hubieran querido visitar a todos en ese momento ya era muy tarde y no era muy conveniente, Taiki se encargo de llevar a Ami a su casa ya que la mamá de peliazul estaba esperándola, mientras que Serena y Mina pasarían su estadía en el departamento de los hermanos Kou. En cuanto llegaron al departamento Serena llamo a Kakyuu para avisarle que ya estaban ahí y que pasarían temprano por la mansión Tenoh para ir todos juntos al estadio. Kakyuu ya enterada de por fin Serena y Seiya estaban juntos, había sido la rubia que se encargara de hablar con ella, la pelirroja había tomado muy bien la noticia pues sabía que ambos merecían ser felices pero en cierta forma le entristeció saber que Serena no se quedaría en la mansión Tenoh que comenzaba a parecer enorme y en ocasiones se sentía realmente sola en aquella hermosa casa.
Una vez que llegaron al departamento, Seiya se encargo de preparar algo para cenar ya que tanto el como el pequeño Haru se morían de hambre. Mientras el pelinegro peleaba con Yaten en la cocina Mina se recostó en el sofá pues estaba muy cansada y Serena entró a la habitación de Seiya para cambiarle el pañal a la pequeña Yukino, una vez que termino se encargó de dormir a la pequeña y la dejo sobre la cama, para darse un baño rápidamente. Cuando terminó de ducharse busco entre los cajones del pelinegro algo que ponerse pues sus maletas estaba en la sala, se cambió con un pantalón deportivo color negro y una camiseta blanca que le quedaba demasiado grande. Cuando estaba por salir a la cocina el pequeño Haru entro buscándola.
– “Mami ya teno sueño” – le dijo mientras le extendía los brazos para que lo cargara – “Muy bien, entonces que te parece si nos dormimos juntos” – sonrió la rubia al verlo tallarse los ojos – “Siii” – dijo el pequeño.
Serena recorrió a la pequeña cerca de la pared colocando un cojín para que la pequeña no se golpeara y dejo a Haruka a la orilla de la cama… pero colocó un pequeño sofá que estaba en la habitación para que no se callera y se recostó quedando entre ellos pues sabía de sobra que Haru se movía mucho durante la noche y podía aplastar a la bebita. Estuvo abrazando al pequeño hasta que se quedo dormido y al poco rato ella se quedo dormida también. Los tres dormían plácidamente cuando Seiya entro buscando a la rubia para que cenara algo.
– “Bombón ya…” – pero se quedó callado al verla durmiendo.
Se acerco hasta la orilla de la cama, le parecía increíble que ahora ellos eran su familia, sonrió dulcemente hasta que se percató de que tendría que dormir en el suelo. Dio un suspiro y con resignación busco algunas cobijas dentro del armario y en menos de cinco minutos ya había acondicionado un lugar cerca de la cama. Cerca de las tres de la mañana Serena despertó para ir a busca un vaso con agua, cuando bajo los pies de la cama estuvo a punto de pisar al pelinegro que dormía plácidamente, sonrió al ver donde se encontraba dormido y antes dejar la cama puso un par de almohadas entre sus hijos y se acostó al lado del pelinegro olvidándose por completo de que tenia sed.
Se acercó sigilosamente hasta el y se recargó en su pecho, le gustaba mucho sentir su respiración y escuchar los latidos de su corazón mientras dormía. Para Seiya era imposible no sentirla a su lado, ya que su corazón latía mas deprisa cada vez que la tenía cerca, con uno de sus brazos rodo la cintura de Serena y con la otra acaricio su cabello.
– “Seiya…” – susurro al sentir como la abrazaba – “Mmmm” – le contesto adormilado – “Te amo” – le dijo mitras se aferraba a el – “Yo también te amo…” – le susurro dulcemente.
A la mañana siguiente todos estaban despiertos a excepción de Serena y Seiya que aún continuaba dormidos, incluso el pequeño Haru se había levantado muy temprano y había ido a buscar Mina para despertarla, Taiki había ido a busca a Ami y a las demás chicas para ir todos juntos al estadio. Mientras Mina se encargaba de preparar el desayuno Yaten veía las caricaturas al lado del pequeño Haru. Serena aun continuaba durmiendo en los brazos de Seiya cuando su celular comenzó a sonar, y aun soñolienta se levanto a contestar despertando a Seiya para soltarse de su abrazo. Mientras Serena hablaba por teléfono Seiya opto por darse un baño. Media hora después todos se encontraban desayunando menos Serena quien después de haber alimentado y arreglado a la pequeña Yukino se metió a bañar pues ya era un poco tarde y aún tenía que vestir al pequeño Haru. Una vez que termino de bañarse comenzó arreglarse, ese día quería verse muy bien, por algún motivo sentía como si Haruka fuera a estar presente y quería verse muy linda para el, escogió un vestido corto color negro tipo safari y unas zapatillas del mismo color, se recogió el cabello con una diadema y escogió accesorios color plata. justo estaba terminando de maquillarse cuando entró Seiya a la habitación llevando de la mano al pequeño Haru quien como todas las mañanas termino cubierto de comida, el pelinegro se quedo completamente estático al ver a la rubia, se notaba que había puesto mucho empeño en su arreglo.
– “Bombón, te vez muy linda” – le dijo mientras se sonrojaba al verla – “Lo sé…” – sonrió la rubia – “Te han dicho que eres muy modesta” – se burlo el pelinegro – “No… creo que eres el primero” – le siguió el juego mientras lo besaba en la mejilla – “Mami, a one vamos” – interrumpió el pequeño – “Primero vamos a la casa de tu tía Kakyuu” – contesto mientras lo subía a la cama para cambiarlo de ropa – “Siii” – grito el pequeño mientras levantaba los brazos para que le quitara la camisa.
Mientras Serena terminaba de cambiar al pequeño rubio Seiya tomó a la pequeña Yukino en sus brazos y se sentó en la cama a esperar que Serena estuviera lista. Mientras la rubia terminaba de vestir al pequeño Haruka el celular del pelinegro comenzó a sonar, Seiya lo saco de la bolsa de su saco y contesto.
– “Hola Seiya… soy Kakyuu” – escucho la voz de la pelirroja – “A Kakyuu en un rato más estamos en tu casa” – le explico el pelinegro – “Por eso te llame, Darien y Michiru pasaran por mi… lo mejor será que nos veamos en el estadio” – le pidió – “Esta bien… entonces nos vemos ahí” – aceptó el pelinegro y después colgó – “Era Kakyuu, parece que Darien pasará a buscarla y me pidió que nos viéramos en el estadio en lugar de pasar a su casa” – le explico a Serena – “Es verdad, había olvidado que Darien también esta invitado” – dijo la rubia mientras bajaba al pequeño Haru de la cama pues ya había terminado de cambiarlo – “Bueno entonces, lo mejor será que nos vayamos” – le dijo Seiya a lo que Serena sonrió en señal de aprobación mientras tomaba a la pequeña Yukino de los brazos del pelinegro.
Ambos salieron de la habitación hacia la estancia donde solo los estaba esperando a ellos, tanto Rei como Lita corrieron a abrazar a la rubia pues ellas tenían algún tiempo sin verla y después de los saludos todos bajaron al estacionamiento donde estaba estacionados lo automóviles de los chicos, en el auto de Taiki se subieron Ami, Lita y Rei quien llevaba en cardando a la pequeña Yukino y en el auto de Seiya iban Serena, Yaten, Mina y obviamente el pequeño Haru quien viajaba sobre las piernas de Serena.
En menos de una hora todos se encontraba en el estadio, había muchos reporteros y los flashazos de las cámaras no se hicieron esperar, después de todo los chicos eran muy famosos además de que tanto Serena como Mina eran muy conocidas en el mundo de la moda. Cuando entraron al estadio Kakyuu y la familia de Darien estaba esperándolas para ocupar los lugares que le había reservado quienes fueran los antiguos apoderados del rubio. Una vez que todos ocuparan sus lugares en el palco principal del estadio el evento comenzó con una increíble carrera con lo mejores pilotos del mundo, Serena conocía a varios de los pilotos ya que Haruka se había encargado presentarla con quienes habían sido amigos suyos en el mundo de las carreras. Después de esa emocionante carrera el maestro de ceremonias del evento pidió la presencia de la familia y amigos del rubio para revelar una placa en la cual lo nombraban uno de los mejores corredores del mundo y que estaría al lado de otros famosos del mundo del automovilismo.
Cuando llegaron al aeropuerto de Japón, la noche había llegado a la cuidad y aunque hubieran querido visitar a todos en ese momento ya era muy tarde y no era muy conveniente, Taiki se encargo de llevar a Ami a su casa ya que la mamá de peliazul estaba esperándola, mientras que Serena y Mina pasarían su estadía en el departamento de los hermanos Kou. En cuanto llegaron al departamento Serena llamo a Kakyuu para avisarle que ya estaban ahí y que pasarían temprano por la mansión Tenoh para ir todos juntos al estadio. Kakyuu ya enterada de por fin Serena y Seiya estaban juntos, había sido la rubia que se encargara de hablar con ella, la pelirroja había tomado muy bien la noticia pues sabía que ambos merecían ser felices pero en cierta forma le entristeció saber que Serena no se quedaría en la mansión Tenoh que comenzaba a parecer enorme y en ocasiones se sentía realmente sola en aquella hermosa casa.
Una vez que llegaron al departamento, Seiya se encargo de preparar algo para cenar ya que tanto el como el pequeño Haru se morían de hambre. Mientras el pelinegro peleaba con Yaten en la cocina Mina se recostó en el sofá pues estaba muy cansada y Serena entró a la habitación de Seiya para cambiarle el pañal a la pequeña Yukino, una vez que termino se encargó de dormir a la pequeña y la dejo sobre la cama, para darse un baño rápidamente. Cuando terminó de ducharse busco entre los cajones del pelinegro algo que ponerse pues sus maletas estaba en la sala, se cambió con un pantalón deportivo color negro y una camiseta blanca que le quedaba demasiado grande. Cuando estaba por salir a la cocina el pequeño Haru entro buscándola.
– “Mami ya teno sueño” – le dijo mientras le extendía los brazos para que lo cargara – “Muy bien, entonces que te parece si nos dormimos juntos” – sonrió la rubia al verlo tallarse los ojos – “Siii” – dijo el pequeño.
Serena recorrió a la pequeña cerca de la pared colocando un cojín para que la pequeña no se golpeara y dejo a Haruka a la orilla de la cama… pero colocó un pequeño sofá que estaba en la habitación para que no se callera y se recostó quedando entre ellos pues sabía de sobra que Haru se movía mucho durante la noche y podía aplastar a la bebita. Estuvo abrazando al pequeño hasta que se quedo dormido y al poco rato ella se quedo dormida también. Los tres dormían plácidamente cuando Seiya entro buscando a la rubia para que cenara algo.
– “Bombón ya…” – pero se quedó callado al verla durmiendo.
Se acerco hasta la orilla de la cama, le parecía increíble que ahora ellos eran su familia, sonrió dulcemente hasta que se percató de que tendría que dormir en el suelo. Dio un suspiro y con resignación busco algunas cobijas dentro del armario y en menos de cinco minutos ya había acondicionado un lugar cerca de la cama. Cerca de las tres de la mañana Serena despertó para ir a busca un vaso con agua, cuando bajo los pies de la cama estuvo a punto de pisar al pelinegro que dormía plácidamente, sonrió al ver donde se encontraba dormido y antes dejar la cama puso un par de almohadas entre sus hijos y se acostó al lado del pelinegro olvidándose por completo de que tenia sed.
Se acercó sigilosamente hasta el y se recargó en su pecho, le gustaba mucho sentir su respiración y escuchar los latidos de su corazón mientras dormía. Para Seiya era imposible no sentirla a su lado, ya que su corazón latía mas deprisa cada vez que la tenía cerca, con uno de sus brazos rodo la cintura de Serena y con la otra acaricio su cabello.
– “Seiya…” – susurro al sentir como la abrazaba – “Mmmm” – le contesto adormilado – “Te amo” – le dijo mitras se aferraba a el – “Yo también te amo…” – le susurro dulcemente.
A la mañana siguiente todos estaban despiertos a excepción de Serena y Seiya que aún continuaba dormidos, incluso el pequeño Haru se había levantado muy temprano y había ido a buscar Mina para despertarla, Taiki había ido a busca a Ami y a las demás chicas para ir todos juntos al estadio. Mientras Mina se encargaba de preparar el desayuno Yaten veía las caricaturas al lado del pequeño Haru. Serena aun continuaba durmiendo en los brazos de Seiya cuando su celular comenzó a sonar, y aun soñolienta se levanto a contestar despertando a Seiya para soltarse de su abrazo. Mientras Serena hablaba por teléfono Seiya opto por darse un baño. Media hora después todos se encontraban desayunando menos Serena quien después de haber alimentado y arreglado a la pequeña Yukino se metió a bañar pues ya era un poco tarde y aún tenía que vestir al pequeño Haru. Una vez que termino de bañarse comenzó arreglarse, ese día quería verse muy bien, por algún motivo sentía como si Haruka fuera a estar presente y quería verse muy linda para el, escogió un vestido corto color negro tipo safari y unas zapatillas del mismo color, se recogió el cabello con una diadema y escogió accesorios color plata. justo estaba terminando de maquillarse cuando entró Seiya a la habitación llevando de la mano al pequeño Haru quien como todas las mañanas termino cubierto de comida, el pelinegro se quedo completamente estático al ver a la rubia, se notaba que había puesto mucho empeño en su arreglo.
– “Bombón, te vez muy linda” – le dijo mientras se sonrojaba al verla – “Lo sé…” – sonrió la rubia – “Te han dicho que eres muy modesta” – se burlo el pelinegro – “No… creo que eres el primero” – le siguió el juego mientras lo besaba en la mejilla – “Mami, a one vamos” – interrumpió el pequeño – “Primero vamos a la casa de tu tía Kakyuu” – contesto mientras lo subía a la cama para cambiarlo de ropa – “Siii” – grito el pequeño mientras levantaba los brazos para que le quitara la camisa.
Mientras Serena terminaba de cambiar al pequeño rubio Seiya tomó a la pequeña Yukino en sus brazos y se sentó en la cama a esperar que Serena estuviera lista. Mientras la rubia terminaba de vestir al pequeño Haruka el celular del pelinegro comenzó a sonar, Seiya lo saco de la bolsa de su saco y contesto.
– “Hola Seiya… soy Kakyuu” – escucho la voz de la pelirroja – “A Kakyuu en un rato más estamos en tu casa” – le explico el pelinegro – “Por eso te llame, Darien y Michiru pasaran por mi… lo mejor será que nos veamos en el estadio” – le pidió – “Esta bien… entonces nos vemos ahí” – aceptó el pelinegro y después colgó – “Era Kakyuu, parece que Darien pasará a buscarla y me pidió que nos viéramos en el estadio en lugar de pasar a su casa” – le explico a Serena – “Es verdad, había olvidado que Darien también esta invitado” – dijo la rubia mientras bajaba al pequeño Haru de la cama pues ya había terminado de cambiarlo – “Bueno entonces, lo mejor será que nos vayamos” – le dijo Seiya a lo que Serena sonrió en señal de aprobación mientras tomaba a la pequeña Yukino de los brazos del pelinegro.
Ambos salieron de la habitación hacia la estancia donde solo los estaba esperando a ellos, tanto Rei como Lita corrieron a abrazar a la rubia pues ellas tenían algún tiempo sin verla y después de los saludos todos bajaron al estacionamiento donde estaba estacionados lo automóviles de los chicos, en el auto de Taiki se subieron Ami, Lita y Rei quien llevaba en cardando a la pequeña Yukino y en el auto de Seiya iban Serena, Yaten, Mina y obviamente el pequeño Haru quien viajaba sobre las piernas de Serena.
En menos de una hora todos se encontraba en el estadio, había muchos reporteros y los flashazos de las cámaras no se hicieron esperar, después de todo los chicos eran muy famosos además de que tanto Serena como Mina eran muy conocidas en el mundo de la moda. Cuando entraron al estadio Kakyuu y la familia de Darien estaba esperándolas para ocupar los lugares que le había reservado quienes fueran los antiguos apoderados del rubio. Una vez que todos ocuparan sus lugares en el palco principal del estadio el evento comenzó con una increíble carrera con lo mejores pilotos del mundo, Serena conocía a varios de los pilotos ya que Haruka se había encargado presentarla con quienes habían sido amigos suyos en el mundo de las carreras. Después de esa emocionante carrera el maestro de ceremonias del evento pidió la presencia de la familia y amigos del rubio para revelar una placa en la cual lo nombraban uno de los mejores corredores del mundo y que estaría al lado de otros famosos del mundo del automovilismo.
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
Una vez que estuvieron sobre el escenario varios de los corredores que habían sido amigas del rubio no pudieron evitar reconocer el parecido del pequeño Haru con el rubio. El pequeño al notar la mirada de mucho se escondió tras Serena. Kakyuu agradeció tal reconocimiento en nombre de su hermano cuando estaba por ceder la palabra nuevamente al director del evento uno de los reporteros se lo impidió con una pregunta que realmente todos estaba esperando que se hiciera pero que nadie se había atrevido.
– “Srita. Tenoh, podría aclararnos si la hermosa joven que esta tras de usted es la mima jovencita con la que su hermano estuvo a punto de casarse” – le dijo mientras señalaba a Serena.
La pelirroja sonrió y volteo a ver a la rubia quien estaba entre los brazos de Seiya. El pelinegro se sintió un poco extraño ante las miradas de todos y la soltó de su abrazo pues estaba comenzando a sentir nervios.
– “Así es ella fue la novia de mi hermano” – sonrió la pelirroja – “Entonces podríamos atrevernos a decir que ese pequeño es su sobrino” – dijo otro de los reporteros – “Si, el es hijo de mi hermano, su nombre es Haruka... Haru ven aquí” – lo llamó después de haber confirmado que era su sobrino, el pequeño un poco temeroso se acerco hasta ella y se aferro a su falda – “Realmente tiene un gran parecido Haruka” – dijo uno de los corredores mientras se acercaba hasta el pequeño – “Dime cual es el nombre de tu papi” – le pregunto al pequeño que lo miraba de una manera extraña – “Yo teno dos papas” – respondió el pequeño dejando sorprendidos a mucho – “Así y como se llaman” – le pregunto con una sonrisa – “Mi papa se ama como yo y eta en el cielo y tamien teno a mi papa Seia” – contesto con una sonrisa mientras señalaba al pelinegro.
Las palabras dichas por el pequeño dejaron Seiya completamente anonadado, ya que el pequeño nunca le había dicho papá ni mucho menos, pero el no era el único sorprendido, también Serena estaba igual. Los flashazos comenzaron nuevamente, era una gran sorpresa para todos enterarse que el rubio había tenido un hijo y lo más sorprendente era que nadie lo sabía.
Después del evento hubo una pequeña celebración en la cual participaron algunos de los pilotos y otras personalidades importantes en el mundo de las carreas de autos, mucho de los pilotos que fueron amigos de Haruka estaban más que encantados con el pequeño Haru pues era el vivo retrato de su padre, lo trían de un lugar a otro, lo llevaron a conocer todos los autos que había en el autódromo y hasta le dieron una vuelta en uno de ellos… pero claro después de haberle prometido a Serena que conducirían a vuelta de rueda.
Cuando el evento termino Kakyuu les dijo los chicos que los esperaba en su casa esa para una pequeña fiesta organizada por ella a la cual invito a varias persona. Las chicas y los hermanos de Seiya se ofrecieron para ayudar a la pelirroja en los preparativos, Darien y Michiru le dijeron que ellos irían mas tarde ya que el moreno tenía algunos asuntos importantes en la disquera, y Serena le dijo que ella visitaría a sus padres y después pasaría por el panteón, pero Kakyuu le dijo que sus papás estaban en Sapporo y regresarían al día siguiente.
La rubia y Seiya se despidieron de todos pues primero pasarían al panteón y después Serena quería visitar otro lugar antes de la fiesta. Mientras Seiya conducía el auto Serena traía en sus brazos a la pequeña Yukino mientras que el pequeño Haru viajaba en la parte trasera del auto, el pequeño se había quedado dormido ya que estaba muy cansado debido a que anduvo por todos lados en el autódromo. Serena mantenía la vista fija al frente, le parecía realmente increíble todo lo que había vivido en los últimos años.
– “Bombón te encuentras bien” – le pregunto el pelinegro al verla sumida en sus pensamientos – “Si me siento muy bien, sabes a veces todo esto me parece un sueño” – le respondió sin apartar la vista del horizonte – “Te gustaría despertar de el” – le pregunta un poco temeroso por la respuesta – “No, en este momento soy muy feliz, como nunca imagine volver a serlo… tú, ustedes son lo mas importante que tengo y despertar significaría perderlos” – le contestó mientras besaba la frente de su pequeña – “Sabes cuando te conocí nunca me imagine que algún día terminaríamos juntos” – dijo el pelinegro con una pequeña sonrisa – “Créeme yo tampoco, pero me da gusto que estés a mi lado a pesar de todo lo que te hice sufrir” – confesó desviando su mirada hacia el por primera vez – “Pero todo valió la pena, ahora estas conmigo y tenemos una familia muy hermosa… por cierto Bombón escuchaste Haru me quiere como su papá” – dijo mu emocionado – “Claro que escuche, y me da mucho gusto que el te quiera” – sonrió la rubia – “Y yo también lo quiero, el, Yukino y tu son mi vida” – dijo el pelinegro mientras se estacionaba frente al panteón – “Te amo” – finalizo la rubia mientras lo besa fugazmente en los labios.
Cuando estuvieron frente a la tumba del rubio Serena se acerco a Seiya quien traía en sus brazos al pequeño Haru, la rubia beso en la frente al pequeño para que despertara, el pequeño abrió los ojos y le sonrió. Seiya lo bajo al piso para que terminara de despertarse, el pequeño se tallo los ojos y bostezo.
– “Mami, one etamos” – dijo con una voz adormilada – “En la tumba de papi…” le contesto la rubia mientras señalaba la tumba tras el pequeño – “Haaa” – sonrió el pequeño para terminar por sentarse frente a la tumba mirando atentamente la fotografía del rubio y la inscripción en la lapida – Mami que ice ahí – le pregunto a la rubia señalando la lapida.
Serena puso a la pequeña Yukino en los brazos del pelinegro y se hinco al lado del pequeño y se quedo en silencio por un momento, a su cabeza llegó el recuerdo de las palabras que dijo la primera vez que estuvo frente a esa lapida.
Flash Back
Sabía que era momento de decirle adiós y salir adelante pero era tan difícil comenzar de nuevo ahora que el se había ido y no volvería, busco en su bolsa y saco un fotografía donde estaba ella con Haruka quien con una mano sostenía su trofeo y con la otra sujetaba a la rubia mientras la besaba, la coloco sobre la lapida junto con una hermosa rosa roja que había cortado en la casa del rubio.
– “Sabes amor este será para mi el día mas triste de mi vida al tener que separarme de ti... Este será el día más doloroso después de tu partida
por que... con ella te llevaras la mitad de mi corazón... Será el día más largo, puesto que en las horas restantes... Mi mente se dedicará a recordarte y mi boca a pronunciar tu nombre... Y lo harán en cada hora, en cada segundo de cada día... Serán mis primeros días oscuros, por que la luz de tu sonrisa se alejó de mí… Mis ojos brillarán con melancolía, ansiosos de ver tu rostro hermoso que ya jamás se presentará ante ellos... mi voz gritará con inalcanzable cansancio tu nombre... Pediré a gritos tu presencia...tu mirada... se que lloraré...Y le diré a los roces de mi almohada lo mucho que te extraño y cuanto te amo... Pero ni ella y mucho menos tu me podrán escuchar... ni responder... me quedaré ahogándome en mi llanto y tu no podrás estar ahí... para consolarme como antes… Sabes hoy... precisamente hoy... será el día mas triste, largo y doloroso de mi vida... pero lo más hermoso es que siempre te amaré...” –
Fin del Flash Back
– “Fue el día mas doloso… en verdad lo fue” – susurro para ella misma y comenzó a leer en voz alta par su pequeño – Algún día... Un día por culpa del destino, tu camino se cruzó con el mío, después de eso las excusas por volver a estar a tu lado fueron diversas. Te quise como si la vida durara instantes, te quise con silencios, con sonrisas, con alientos... a mi modo te quise. Pero el camino que nos unió, hoy se separa y es momento de que recorras un camino distinto al mío, y quizá algún día volvamos a encontrarnos – finalizo la rubia – “Sabes lo que eso significa” – le pregunto al pequeño quien solo atino a negar con la cabeza – “Que tu papá nos amaba y que algún día volveremos a encontrarnos” – le explico y después beso la mejilla del pequeño.
La rubia se puso de pie y camino hasta quedar al lado del Seiya quien se mantenía en silencio con su pequeña en los brazos, Serena lo abrazo por la cintura a lo que Seiya respondió pasando una de sus manos alrededor de los hombros de la rubia.
– “Haruka, al fin pude cumplir mi promesa” – dijo la rubia mientras miraba al cielo – “Soy muy feliz…” – finalizo mientras las lágrimas escapaban de sus ojos – “Lo amo mucho…” – dijo en un sumiso murmullo que ocasiono que el pelinegro se sonrojara.
Después de haber estado ahí regresaron al departamento de Seiya en donde Serena se dio un baño junto con la pequeña Yukino en la bañera y Seiya se encargo de bañar al pequeño Haru en la habitación de Yaten y debido a que el pelinegro termino completamente mojado después de cambiar al pequeño se metió a darse un baño el también, cuando termino se puso una bata para ir a su habitación a cambiarse, cuando entro a su habitación se encontró no solo con el pequeño Haru durmiendo sobre la cama sino también a la pequeña Yukino durmiendo sobre su cuna ya bañada y cambiada. Sonrió un poco al verlos, le parecían un par de ángeles mientras dormían por que cuando estaba despierto ni siquiera tenía tiempo para pensar. El pelinegro busco en su guardarropa algo que ponerse y cuando termino de vestirse se recostó sobre la cama al lado del pequeño Haru mientras esperaba a que la rubia terminara de bañarse, mientras pensaba como era posible que las mujeres demoraran tanto en estar listas. Cuando Serena salió de la bañera se envolvió en una pequeña toalla y salió del cuarto de baño, encontrándose a Seiya tan dormido como sus dos pequeño hijos, observo el reloj que esta junto a la cama y vio que a penas eran las seis de la siete de la tarde, esbozo una sonrisa en sus labios pues por primera vez en muchos día había podido tomar un buen baño y ahora tendría tiempo suficiente para arreglarse, pero antes de comenzar con el ritual que eso implicaba salió a la estancia para llamar a Mina. Tomó el teléfono del departamento marco el número del celular de Mina.
– “Hola” – escucha la voz de Mina – “Mina, soy Serena… oye a que hora van a venir al departamento para cambiarse para la fiesta” – le pregunto – “Las chicas y yo convencimos a Yaten y a Taiki para que nos llevaran de compras y en este momento nos estamos terminado de vestir en la casa de Kakyuu” – le dijo la rubia muy emocionada – “Muy bien entonces nos vemos ahí en un rato más” – le dijo Serena – “Muy bien pero no se tarden demasiado” – añadió Mina – “No te preocupes… entonces nos vemos” – finalizo y una vez que Mina se despidió colgó.
Dejó nuevamente el teléfono en su lugar y regreso a la habitación para comenzar a arreglarse, se puso un vestido color rojo de tirantes que le llegaba debajo de las rodillas, lo había comprado en New York la última vez que había estado en esa hermosa ciudad, después se sentó frente al espejo que estaba sobre cómoda donde Seiya ponía algunos perfumes y lociones, colocó ahí su estuche de pinturas y comenzó a maquillarse, tardo cerca de media hora para que todo quedara perfecto. Se ondulo un poco el cabello y debido a lo llevaba corto no tardo mucho haciéndolo, antes de levantarse de la silla se puso un poco de su perfume favorito y se miro por ultima vez en el espejo. Se levantó y busco las zapatillas rojas que había comprado para usarlas con el vestido y cuando todo estuvo listo se colocó un brazalete color lata, una gargantilla y un par de aretes del mimo color para darle un toque de elegancia a su atuendo.
Seiya había estado observándola desde que comenzó a maquillarse, realmente no estaba dormido, solo había fingido estarlo para observar que hacía Serena mientras se arreglaba que le llevaba tanto tiempo. Se asombro al ver como la rubia se encargaba de perfeccionar cada detalle de su atuendo y sonrió al darse cuenta que realmente valía la pena la espera.
Cuando vio como la rubia termino de arreglarse busco dentro de su saco una sorpresa que tenía para ella, pero que no le había dado por que estaba buscando la oportunidad para estar solos, pero ese momento le pareció el indicado. Se levanto sigilosamente de la cama esperando que la rubia no se percatara de ello hasta que estuvo detrás de ella, la rodeo con sus brazos y beso sensualmente su hombro derecho.
– “Te vez espectacular… me encantas” – termino la oración susurrándosela al oído – “Pero creo que te falta algo” – siguió hablando mientras la volteaba para quedar frente a ella – “Así, y se puede saber que es” – pregunto la rubia mientras lo rodeaba con sus brazos por el cuellos – “Esto…” – sonrió el rubio mientras le mostraba un anillo de oro blanco adornado con un hermoso diamante en el centro.
Serena miro el anillo por un momento y después lo beso, fue un beso largo y apasionado pero que termino por falta de oxigeno.
– “Bombón, te casarías conmigo” – le pidió con una hermosa sonrisa – “Por supuesto que si… te amo” – aceptó la rubia.
El pelinegro coloco la hermosa sortija en su dedo anular y después la abrazo posesivamente, por fin estaría con ella toda su vida y nada ni nadie lo separaría de su Bombón. Nuevamente la beso esperando que no se tratara de un sueño, con sus manos recorrió la espalda de la rubia quien se estremeció ante el contacto soltando un pequeño suspiro.
– “Tienes idea de cuanto te deseo” – hablo el pelinegro mientras besaba su cuello – “Cuanto” – pregunto la rubia en un tono seductor – “Demasiado, te necesito… y creo que si no tenemos un poco de privacidad pronto terminare por secuestrarte por toda una noche para mi solo” – sonrió coquetamente mientras acariciaba las piernas de la rubia – “No suena mal, pero mientras eso ocurre lo mejor será que no vayamos por que deben estar esperándonos” – interrumpió la rubia – “Acaso tengo otra opción” – dijo en un tono de resinación mientras la soltaba de su abrazo.
– “Srita. Tenoh, podría aclararnos si la hermosa joven que esta tras de usted es la mima jovencita con la que su hermano estuvo a punto de casarse” – le dijo mientras señalaba a Serena.
La pelirroja sonrió y volteo a ver a la rubia quien estaba entre los brazos de Seiya. El pelinegro se sintió un poco extraño ante las miradas de todos y la soltó de su abrazo pues estaba comenzando a sentir nervios.
– “Así es ella fue la novia de mi hermano” – sonrió la pelirroja – “Entonces podríamos atrevernos a decir que ese pequeño es su sobrino” – dijo otro de los reporteros – “Si, el es hijo de mi hermano, su nombre es Haruka... Haru ven aquí” – lo llamó después de haber confirmado que era su sobrino, el pequeño un poco temeroso se acerco hasta ella y se aferro a su falda – “Realmente tiene un gran parecido Haruka” – dijo uno de los corredores mientras se acercaba hasta el pequeño – “Dime cual es el nombre de tu papi” – le pregunto al pequeño que lo miraba de una manera extraña – “Yo teno dos papas” – respondió el pequeño dejando sorprendidos a mucho – “Así y como se llaman” – le pregunto con una sonrisa – “Mi papa se ama como yo y eta en el cielo y tamien teno a mi papa Seia” – contesto con una sonrisa mientras señalaba al pelinegro.
Las palabras dichas por el pequeño dejaron Seiya completamente anonadado, ya que el pequeño nunca le había dicho papá ni mucho menos, pero el no era el único sorprendido, también Serena estaba igual. Los flashazos comenzaron nuevamente, era una gran sorpresa para todos enterarse que el rubio había tenido un hijo y lo más sorprendente era que nadie lo sabía.
Después del evento hubo una pequeña celebración en la cual participaron algunos de los pilotos y otras personalidades importantes en el mundo de las carreas de autos, mucho de los pilotos que fueron amigos de Haruka estaban más que encantados con el pequeño Haru pues era el vivo retrato de su padre, lo trían de un lugar a otro, lo llevaron a conocer todos los autos que había en el autódromo y hasta le dieron una vuelta en uno de ellos… pero claro después de haberle prometido a Serena que conducirían a vuelta de rueda.
Cuando el evento termino Kakyuu les dijo los chicos que los esperaba en su casa esa para una pequeña fiesta organizada por ella a la cual invito a varias persona. Las chicas y los hermanos de Seiya se ofrecieron para ayudar a la pelirroja en los preparativos, Darien y Michiru le dijeron que ellos irían mas tarde ya que el moreno tenía algunos asuntos importantes en la disquera, y Serena le dijo que ella visitaría a sus padres y después pasaría por el panteón, pero Kakyuu le dijo que sus papás estaban en Sapporo y regresarían al día siguiente.
La rubia y Seiya se despidieron de todos pues primero pasarían al panteón y después Serena quería visitar otro lugar antes de la fiesta. Mientras Seiya conducía el auto Serena traía en sus brazos a la pequeña Yukino mientras que el pequeño Haru viajaba en la parte trasera del auto, el pequeño se había quedado dormido ya que estaba muy cansado debido a que anduvo por todos lados en el autódromo. Serena mantenía la vista fija al frente, le parecía realmente increíble todo lo que había vivido en los últimos años.
– “Bombón te encuentras bien” – le pregunto el pelinegro al verla sumida en sus pensamientos – “Si me siento muy bien, sabes a veces todo esto me parece un sueño” – le respondió sin apartar la vista del horizonte – “Te gustaría despertar de el” – le pregunta un poco temeroso por la respuesta – “No, en este momento soy muy feliz, como nunca imagine volver a serlo… tú, ustedes son lo mas importante que tengo y despertar significaría perderlos” – le contestó mientras besaba la frente de su pequeña – “Sabes cuando te conocí nunca me imagine que algún día terminaríamos juntos” – dijo el pelinegro con una pequeña sonrisa – “Créeme yo tampoco, pero me da gusto que estés a mi lado a pesar de todo lo que te hice sufrir” – confesó desviando su mirada hacia el por primera vez – “Pero todo valió la pena, ahora estas conmigo y tenemos una familia muy hermosa… por cierto Bombón escuchaste Haru me quiere como su papá” – dijo mu emocionado – “Claro que escuche, y me da mucho gusto que el te quiera” – sonrió la rubia – “Y yo también lo quiero, el, Yukino y tu son mi vida” – dijo el pelinegro mientras se estacionaba frente al panteón – “Te amo” – finalizo la rubia mientras lo besa fugazmente en los labios.
Cuando estuvieron frente a la tumba del rubio Serena se acerco a Seiya quien traía en sus brazos al pequeño Haru, la rubia beso en la frente al pequeño para que despertara, el pequeño abrió los ojos y le sonrió. Seiya lo bajo al piso para que terminara de despertarse, el pequeño se tallo los ojos y bostezo.
– “Mami, one etamos” – dijo con una voz adormilada – “En la tumba de papi…” le contesto la rubia mientras señalaba la tumba tras el pequeño – “Haaa” – sonrió el pequeño para terminar por sentarse frente a la tumba mirando atentamente la fotografía del rubio y la inscripción en la lapida – Mami que ice ahí – le pregunto a la rubia señalando la lapida.
Serena puso a la pequeña Yukino en los brazos del pelinegro y se hinco al lado del pequeño y se quedo en silencio por un momento, a su cabeza llegó el recuerdo de las palabras que dijo la primera vez que estuvo frente a esa lapida.
Flash Back
Sabía que era momento de decirle adiós y salir adelante pero era tan difícil comenzar de nuevo ahora que el se había ido y no volvería, busco en su bolsa y saco un fotografía donde estaba ella con Haruka quien con una mano sostenía su trofeo y con la otra sujetaba a la rubia mientras la besaba, la coloco sobre la lapida junto con una hermosa rosa roja que había cortado en la casa del rubio.
– “Sabes amor este será para mi el día mas triste de mi vida al tener que separarme de ti... Este será el día más doloroso después de tu partida
por que... con ella te llevaras la mitad de mi corazón... Será el día más largo, puesto que en las horas restantes... Mi mente se dedicará a recordarte y mi boca a pronunciar tu nombre... Y lo harán en cada hora, en cada segundo de cada día... Serán mis primeros días oscuros, por que la luz de tu sonrisa se alejó de mí… Mis ojos brillarán con melancolía, ansiosos de ver tu rostro hermoso que ya jamás se presentará ante ellos... mi voz gritará con inalcanzable cansancio tu nombre... Pediré a gritos tu presencia...tu mirada... se que lloraré...Y le diré a los roces de mi almohada lo mucho que te extraño y cuanto te amo... Pero ni ella y mucho menos tu me podrán escuchar... ni responder... me quedaré ahogándome en mi llanto y tu no podrás estar ahí... para consolarme como antes… Sabes hoy... precisamente hoy... será el día mas triste, largo y doloroso de mi vida... pero lo más hermoso es que siempre te amaré...” –
Fin del Flash Back
– “Fue el día mas doloso… en verdad lo fue” – susurro para ella misma y comenzó a leer en voz alta par su pequeño – Algún día... Un día por culpa del destino, tu camino se cruzó con el mío, después de eso las excusas por volver a estar a tu lado fueron diversas. Te quise como si la vida durara instantes, te quise con silencios, con sonrisas, con alientos... a mi modo te quise. Pero el camino que nos unió, hoy se separa y es momento de que recorras un camino distinto al mío, y quizá algún día volvamos a encontrarnos – finalizo la rubia – “Sabes lo que eso significa” – le pregunto al pequeño quien solo atino a negar con la cabeza – “Que tu papá nos amaba y que algún día volveremos a encontrarnos” – le explico y después beso la mejilla del pequeño.
La rubia se puso de pie y camino hasta quedar al lado del Seiya quien se mantenía en silencio con su pequeña en los brazos, Serena lo abrazo por la cintura a lo que Seiya respondió pasando una de sus manos alrededor de los hombros de la rubia.
– “Haruka, al fin pude cumplir mi promesa” – dijo la rubia mientras miraba al cielo – “Soy muy feliz…” – finalizo mientras las lágrimas escapaban de sus ojos – “Lo amo mucho…” – dijo en un sumiso murmullo que ocasiono que el pelinegro se sonrojara.
Después de haber estado ahí regresaron al departamento de Seiya en donde Serena se dio un baño junto con la pequeña Yukino en la bañera y Seiya se encargo de bañar al pequeño Haru en la habitación de Yaten y debido a que el pelinegro termino completamente mojado después de cambiar al pequeño se metió a darse un baño el también, cuando termino se puso una bata para ir a su habitación a cambiarse, cuando entro a su habitación se encontró no solo con el pequeño Haru durmiendo sobre la cama sino también a la pequeña Yukino durmiendo sobre su cuna ya bañada y cambiada. Sonrió un poco al verlos, le parecían un par de ángeles mientras dormían por que cuando estaba despierto ni siquiera tenía tiempo para pensar. El pelinegro busco en su guardarropa algo que ponerse y cuando termino de vestirse se recostó sobre la cama al lado del pequeño Haru mientras esperaba a que la rubia terminara de bañarse, mientras pensaba como era posible que las mujeres demoraran tanto en estar listas. Cuando Serena salió de la bañera se envolvió en una pequeña toalla y salió del cuarto de baño, encontrándose a Seiya tan dormido como sus dos pequeño hijos, observo el reloj que esta junto a la cama y vio que a penas eran las seis de la siete de la tarde, esbozo una sonrisa en sus labios pues por primera vez en muchos día había podido tomar un buen baño y ahora tendría tiempo suficiente para arreglarse, pero antes de comenzar con el ritual que eso implicaba salió a la estancia para llamar a Mina. Tomó el teléfono del departamento marco el número del celular de Mina.
– “Hola” – escucha la voz de Mina – “Mina, soy Serena… oye a que hora van a venir al departamento para cambiarse para la fiesta” – le pregunto – “Las chicas y yo convencimos a Yaten y a Taiki para que nos llevaran de compras y en este momento nos estamos terminado de vestir en la casa de Kakyuu” – le dijo la rubia muy emocionada – “Muy bien entonces nos vemos ahí en un rato más” – le dijo Serena – “Muy bien pero no se tarden demasiado” – añadió Mina – “No te preocupes… entonces nos vemos” – finalizo y una vez que Mina se despidió colgó.
Dejó nuevamente el teléfono en su lugar y regreso a la habitación para comenzar a arreglarse, se puso un vestido color rojo de tirantes que le llegaba debajo de las rodillas, lo había comprado en New York la última vez que había estado en esa hermosa ciudad, después se sentó frente al espejo que estaba sobre cómoda donde Seiya ponía algunos perfumes y lociones, colocó ahí su estuche de pinturas y comenzó a maquillarse, tardo cerca de media hora para que todo quedara perfecto. Se ondulo un poco el cabello y debido a lo llevaba corto no tardo mucho haciéndolo, antes de levantarse de la silla se puso un poco de su perfume favorito y se miro por ultima vez en el espejo. Se levantó y busco las zapatillas rojas que había comprado para usarlas con el vestido y cuando todo estuvo listo se colocó un brazalete color lata, una gargantilla y un par de aretes del mimo color para darle un toque de elegancia a su atuendo.
Seiya había estado observándola desde que comenzó a maquillarse, realmente no estaba dormido, solo había fingido estarlo para observar que hacía Serena mientras se arreglaba que le llevaba tanto tiempo. Se asombro al ver como la rubia se encargaba de perfeccionar cada detalle de su atuendo y sonrió al darse cuenta que realmente valía la pena la espera.
Cuando vio como la rubia termino de arreglarse busco dentro de su saco una sorpresa que tenía para ella, pero que no le había dado por que estaba buscando la oportunidad para estar solos, pero ese momento le pareció el indicado. Se levanto sigilosamente de la cama esperando que la rubia no se percatara de ello hasta que estuvo detrás de ella, la rodeo con sus brazos y beso sensualmente su hombro derecho.
– “Te vez espectacular… me encantas” – termino la oración susurrándosela al oído – “Pero creo que te falta algo” – siguió hablando mientras la volteaba para quedar frente a ella – “Así, y se puede saber que es” – pregunto la rubia mientras lo rodeaba con sus brazos por el cuellos – “Esto…” – sonrió el rubio mientras le mostraba un anillo de oro blanco adornado con un hermoso diamante en el centro.
Serena miro el anillo por un momento y después lo beso, fue un beso largo y apasionado pero que termino por falta de oxigeno.
– “Bombón, te casarías conmigo” – le pidió con una hermosa sonrisa – “Por supuesto que si… te amo” – aceptó la rubia.
El pelinegro coloco la hermosa sortija en su dedo anular y después la abrazo posesivamente, por fin estaría con ella toda su vida y nada ni nadie lo separaría de su Bombón. Nuevamente la beso esperando que no se tratara de un sueño, con sus manos recorrió la espalda de la rubia quien se estremeció ante el contacto soltando un pequeño suspiro.
– “Tienes idea de cuanto te deseo” – hablo el pelinegro mientras besaba su cuello – “Cuanto” – pregunto la rubia en un tono seductor – “Demasiado, te necesito… y creo que si no tenemos un poco de privacidad pronto terminare por secuestrarte por toda una noche para mi solo” – sonrió coquetamente mientras acariciaba las piernas de la rubia – “No suena mal, pero mientras eso ocurre lo mejor será que no vayamos por que deben estar esperándonos” – interrumpió la rubia – “Acaso tengo otra opción” – dijo en un tono de resinación mientras la soltaba de su abrazo.
Seiya-Moon- Neo Reina Serena
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
HOLA CHICAS PERDON POR NO ACTUALIZAR, NO TENGO EXCUSAS.. ESPERO Q DISFRUTEN EL CAPITULO YA Q EL PROXIMO CAPI ES EL FINAL DE ESTA HERMOSA HISTORIA.. BESOTE
Seiya-Moon- Neo Reina Serena
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
Bueno ya lo termine de leer me gusto mucho de los pocos hay me hizo llorar :Llanto: :Llanto: pero no de tristeza si no todo lo contrario este fic tienes razon amiga es hermoso y es hay creo que las palabras no alcanzarian para describirlo pero bueno amiga que bueno que actualisaste y de todo bueno esperare el gran final de esta hermosa historia de amor.
cuidate mucho
ala210- Princesa Fireball
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
estoy super super feliz!!!!!!
me encanto la actualizacion valio la pena la espera!!!!
espero el ultimo capitulo caon tristeza pero tambien con felicidad, ye q se q el final va a estar muy lindo pero triste porq va a ser el ultimo!!!!!
me encanto la actualizacion valio la pena la espera!!!!
espero el ultimo capitulo caon tristeza pero tambien con felicidad, ye q se q el final va a estar muy lindo pero triste porq va a ser el ultimo!!!!!
naiara- Sailor Inner Scout
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
me fascino me encanto...estuvo genial esta actualizacion..y hasta me hizo llorar pero k mal k ya se acaba...
bueno me resignare y esperare el cap..final y hasta entonces nos estamos leyendo...
bueno me resignare y esperare el cap..final y hasta entonces nos estamos leyendo...
haruka-moon- Neo Reina Serena
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
HOLA MAIGA MIA ESTA SUOPER ESTE CAPITULO POR FN ESTAN JUNTOS Y SERENA PUDO ESTAR CON SEIYA PERO UNA PREGUNTA, NO SE SI ME PERDI O NO ENTENDI EN EL CAPITULO MIAMOR POR TI TERMINA EN QUE ARCHIBALD VA A VISITAR A SERENA Y EN LA SIGUIENTE ACTUALIZACION EMPIZA EL CAPITULO JUNTOS CUANDO YA ESTAN LOS DOS PERO NO LEI (CORRIGEME SI ME EQUIVOCO) DONDE SE DECLARARON SU AMOR O NO SE SI NO LEI BIEN PERO NO ME QUEDO CLARA ESA PARTE ESPERO ME RESPONDAS PRONTO MIL GRACIAS BYE
Usagi13- Princesa Fireball
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
Capitulo XVI
"NUESTRO FINAL"
Un mes después…
"NUESTRO FINAL"
Un mes después…
Serena se encontraba en Italia en una de las locaciones donde sería una de las últimas sesiones fotográficas de la campaña de las joyerías de Archibald, tenía cerca de cuatro horas en aquella locación y el trabajo no había progresado mucho. Mientras el fotógrafo le indicaba como debía posar se percato de la presencia de Archibald, realmente el ambiente que había entre ellos comenzaba a incomodarle ya que el millonario no desperdiciaba la oportunidad para decirle que la amaba y que si ella le diera una oportunidad se encargaría de hacerla feliz. Cuando el fotógrafo finalmente dio por terminado el día Serena borro la sonrisa que había tenido en el rostro todo ese tiempo, estaba completamente cansada pues a parte de las cuatro horas frente a los reflectores y los flashes de las cámaras había pasado cerca de dos horas en maquillaje y peinado, en pocas palabras estaba rendida. Dejo el set para entrar a su camerino donde se encargarían de retirarle el maquillaje y el vestuario, una vez que por fin terminaron se puso unos jeans de mezclilla y una blusa de tirantes negra y se recogió el cabello con una diadema. Cuando estaba a punto de salir de su camerino con la inteción de irse a su hotel escucho que alguien llamaba a la puerta, abrió con un poco de fastidió, encontrandose al otro lado de la puerta con un Archibald vestido de manera muy elegante mientras que llevaba entre sus manos lo que parecía ser un vestido.
– "Cansada" – le pregunto con una sonrisa – "La verdad es que si, lo único que deseo es regresar al hotel y dormir" – contesto Serena tratando de sonar amable – "No prefieres acompañarme a un reunión con algunos de mis socios" – le dijo de manera suplicante – "Archi, realmente estoy muy cansada" – se negó mientras se sentaba en uno de los sillones del camerino – "Vamos Sere, no tengo quien me acompañe… te prometo que solo serán un par de horas" – intento convencerla – "No lo se… no estoy de humor para fiestas" – le contesto sin dejar la amabilidad que comenzaba por agotársele – "Te lo suplico, realmente no tengo ánimos para asistir yo solo y estoy seguro que tu presencia me alegraría un poco la noche" – insistió mientras le ofrecía el vestido – "Esta bien, pero solo serán un par de horas, realmente estoy muy agotada y como sabes las sesión de mañana también será muy larga" – aceptó mientras aceptaba el vestido que el millonario le ofrecía – "Muchas gracias, te espero afuera" – sonrió mientras besaba la mejilla de la rubia.
Inmediatamente después que Archibald salió del camerino entraron la maquillista y la peinadora, cosa que agradeció la rubia ya que realmente no tenía ánimos de para arreglarse ella sola, de hecho ni siquiera tenía deseos de acompañarlo, solo que realmente no pudo negarse. Al término de una hora la rubia estaba lista, llevaba un vestido blanco muy provocativo pero al mismo tiempo lucía muy elegante. Cuando salió del camerino Archibald estaba esperándola e inmediatamente le ofreció su brazo para ir al estacionamiento donde estaba el carro del millonario.
Mientras tanto Seiya y los chicos se encontraban en la casa de los padres de la rubia donde ambos habían acordado dejar a sus hijos mientras Serena terminaba con su contrato y el con su gira. El grupo tendría un concierto al día siguiente en una ciudad muy cerca de Tokio por lo cual habían aprovechado para hacer una pequeña comida en la mansión Stukino después de que Ikuko hubiera insistido con la idea, las chicas incluida Mina quien había dejado de trabajar debido a su embarazo estaban ahí, también Darien y Michiru habían asistido después de que Kakyuu les insistiera aceptar la invitación. El pelinegro estaba sentado cerca del teléfono esperando que la rubia llamara como lo hacía todos los días según Ikuko.
– "Vamos Seiya, el hecho de que estés sentado junto al teléfono no significa que Serena llamara, que tal si justamente hoy no lo hace" – se burlo Yaten – "Deja de molestar" – se defendió el pelinegro – "Yaten tiene razón" – apoyó Taiki que estaba sentado al lado de Ami quien cargaba a la pequeña Yukino – "Por cierto Seiya, para cuando es la boda" – pregunto Michiru – "No lo se, mi Bombón y yo no hemos podido hablar de eso… realmente no he podido hablar mucho con ella ya que cada que la llamo su celular esta apagado lo cual quiere decir que esta en medio de alguna sesión de fotos o algo por el estilo" – respondió el pelinegro un poco triste – "Y como sabes que esa es la razón por la que esta pagado" – dijo Yaten con la intensión de molestar a su hermano – "Pues, por que ella me lo dijo después de que haberle reclamado por ese asunto en una ocasión" – se defendió un poco sonrojado al aceptar haberle reclamado – "No te preocupes hijo es seguro que ella llama, desde que se dejo a los niños habla todos los días en cuanto regresa a su hotel" – intento tranquilizarlo Ikuko – "Lo ven mi espera no será en vano" – sonrió triunfante – "A todo esto, que horas son en Italia" – pregunto Mina mientras se servía otra rebanada de pastel – "Mmmm creo que están por dar las once de la noche" – respondió Darien mientras miraba su reloj – "Es tarde…" – reflexiono el pelinegro – "Ya deja de preocuparte y llámala al hotel y tu Mina deja de comer pastel o te pondrás gorda" – los regaño el peliplateado mientras tomaba su copa de vino – "Tienes razón le daré una sorpresa" – sonrió el pelinegro mientras comenzaba a marca el numero del hotel de Serena.
Seiya espero impacientemente a que le contestaran mientras todos lo miraban con una sonrisa al ver lo impaciente podía llegar estar el pelinegro por hablar con la rubia. El pelinegro sonrió cuando la voz de una mujer le contesto al otro lado de la línea.
– "Buenas noches… Hotel Royal en que puedo servirle" – saludo la mujer – "Buenas noche, podría comunicarme a la habitación de la Srita. Stukino por favor" – pidió el pelinegro – "Lo siento mucho la Srita aun no ha regresado… quiere dejarle algún mensaje" – le respondió la mujer amablemente – "No, la llamo más tarde… gracias" – finalizo para después colgar el teléfono con una expresión de pocos amigos en la cara – "Que sucedió, no me digas que no quiso atender tu llamada" – bromeo el peliplateado quien parecía tener como única misión del día molestar a Seiya – "No ha regresado, alguien puede decirme quien pude seguir trabajando a esa hora" – dijo el pelinegro muy molesto – "Pues nosotros" – respondió Taiki – "Es diferente" – grito Seiya – "Tranquilízate por que no la llamas a su celular seguro que esta de regreso y ya trae encendido su celular" – le dijo Kakyuu tratando de calmarlo – "Tienes razón" – aceptó el pelinegro y tomando nuevamente el teléfono comenzó a marcar el número de la rubia.
Mientras tanto Serena tenía pocos minutos de haber llegado al salón del evento cuando su celular comenzó sonar, reviso la pantalla de mismo para ver de quien se trataba y se alarmo al ver el numero de su casa, se disculpo con Archibald y con algunos de los socios del millonario con quien había estado platicando para alejarse un poco del bullicio y poder atender el teléfono, cuando por fin estuvo en un lugar un poco más "tranquilo" su teléfono dejo de sonar.
Estaba a punto de regresar al lado de Archibald, pero prefirió regresarles la llamada para ver si sus hijos se encontraban bien, marco el numero de su casa y espero hasta que alguien contesto.
– "Bueno" – escucho la voz de su mamá – "Mamá soy yo Serena" – dijo la rubia – "Hija que bueno que llamas nos tenía muy preocupados" – confeso Ikuko – "Lo siento, no había podido llamar" – se disculpo la rubia – "No te preocupes hija, deja te paso a Seiya que parece que sufrirá de un ataque de histeria si no habla contigo" – bromeo su madre – "Esta bien, adiós mamá" – aceptó la rubia un poco sorprendida de saber que Seiya estaba en su casa – "Bombón" – escucha la voz del pelinegro – "Hola… no pensé que estarías en casa de mis padre" – le dijo la rubia – "Lo que pasa es que mañana tendremos un concierto cerca de Tokio y aprovechamos para venir" – le explico Seiya olvidándose por un segundo de su enojo – "Por cierto no me digas que todavía estas trabajando" – le pregunto, sorprendiéndola pues no sabía como tomaría el hecho de que estaba en una fiesta junto a Archibald – "No, termine hace varias horas" – respondió esperando que ahí quedara todo – "Entonces, donde estas" – le pregunto tratando de sonar tranquilo – "Bueno… pues… yo…" – titubeo la rubia, pero fue interrumpida por Archibald – "Serena, ven quiero presentarte a uno de mis socios que…" – le hablo el millonario, pero se quedo callado al ver que Serena hablaba por teléfono – "Con quien y en donde estas" – pregunto Seiya esta vez sin poder evitar sonar molesto ya que reconoció perfectamente la voz que llamaba a la rubia – "En un segundo regreso, me permites" – le dijo la rubia al millonario tratando de tapar la bocina – "Lo siento, que decías" – dijo inocentemente la rubia tratando de fingir que Archibald no había estado ahí – "Te pregunte donde y con quien estas" – repitió el pelinegro – "Ah, estoy en un evento… con Archibald, me pidió que lo acompañara y no pude negarme" – contesto la rubia – "Muy bien, espero que sigas divirtiéndote" – finalizo el pelinegro para después cortar la llamada – "Seiya…" – lo llamó la rubia, pero se calló al escuchar que el ya había colgado – "Muy bien sabía que no debía venir… quiero saber como diablos hare para contentarlo estando tan lejos" – pensó la rubia mientras guardaba su celular en su bolsa y regresaba a la fiesta donde Archibald estaba esperándola.
Seiya-Moon- Neo Reina Serena
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
Quince días después…
Las cosas entre Seiya y Serena no se habían podido aclarar ya que el pelinegro no había llamado a la rubia y aunque ella había intentado hablar con el no podía contactarlo por ningún lado. Ahora ella se encontraba en una hermosa playa de Hawái donde se suponía sería la ultima sesión fotográfica pero debido al mal clima se había retrasado casi una semana. Serena pasaba la mayor parte del día en su habitación y aunque Archibald había intentado persuadirla para que lo acompañara a salir en varias ocasiones no había podido lograrlo. El millonario se había disculpado con la rubia por haberle ocasionado problemas con el pelinegro por que a pesar de que encantaría que ellos se separan no soportaba ver la tristeza en los ojos de la rubia.
Mientras tanto Seiya trataba de ocupar la mayor parte de su tiempo libre ensayando para los conciertos o componiendo nuevas canciones, a pesar de que Yaten había intentado hablar con el para hacerle entender que en el mundo de la moda todo se trataba de eventos sociales y fiestas el pelinegro lo evitaba a toda costa por que sabía perfectamente lo que su hermano diría y lo peor de todo era que sabía que tenía razón, pero no podía evitar sentir celos del millonario estando el tan lejos de su Bombón mientras Archibald había estado cerca de ella todo ese tiempo.
Lo peor de todo era que sabía que estaba enojado por algo que realmente no tenía importancia, pero lejos de ella perdía el control, pareciera como si aquellos días en los cuales no sabía nada de su Bombón regresaran y sentía que una parte de su corazón y su alma le faltaba.
La noche antes del último concierto que daría el grupo antes de navidad el pelinegro no había podido dormir, le preocupaba que gracias a su orgullo, el millonario ganara terreno en el corazón de la rubia, se pasó gran parte de la noche dando vueltas en la cama. Por si fuera poco se había enterado por Mina que debido al mal tiempo se había retrasado el trabajo de Serena y quizá no lograría estar a tiempo para pasar navidad con el. En un momento de desesperación tomo el teléfono de su habitación y marco el número de la casa Mina con la esperanza de conseguir el número del hotel donde estaba hospedada la rubia, esperando que su futura cuñada se lo volviera a dar sin cuestionar como lo había "perdido" accidentalmente.
Flash Back
Una noche después del concierto dado en Tokio, Mina estaba esperando a los chicos en su camerino para darle a Seiya el número del cuarto de hotel en el que Serena se estaba hospedando en Hawái después de que la rubia le había contado por teléfono que Seiya no había contestado a ninguna de sus llamadas y sus hermanos siempre le decían que no estaba cerca cuando intentaba que alguno de ellos se lo comunicara. Cuando los chicos entraron al camerino se sorprendieron al ver a la rubia ahí pues ya era muy tarde y con lo de su embarazo se la pasaba dormida la mayor parte del tiempo.
– "Mina que haces aquí a esta hora" – la cuestiono el peliplateado después de darle un beso – "Me gustaría decirte que estoy aquí por ti… pero solo vine a traerle esto a Seiya" – contesto mostrando un pequeño trozo de papel – "A mi" – respondió el pelinegro mientras tomaba el papel – "Gracias…" – sonrió el pelinegro, pero una vez observo lo que estaba escrito cambio su expresión – "Bueno es muy tarde y estoy cansado, nos vemos en el departamento" – se despidió el pelinegro dejándolos muy sorprendidos por su actitud.
Una vez que Seiya salió del lugar arrugo el papel y lo arrojo en un bote de basura.
Fin del Flash Back
– "Hola" – escucho la voz adormilada de Mina – "Mina… soy Seiya estabas dormida" – pregunto el pelinegro – "No… estaba sentada junto al teléfono esperando tu llamada" – le contesto irónicamente – "Discúlpame… no quería molestarte pero crees que puedas volver a darme el número de Serena" – pregunto un poco nervioso mientras se rascaba la nuca – "Si supe que no la has llamado… y ni siquiera voy a preguntarte como es que ya no lo tienes después que yo misma te lo di" – le dijo la rubia dando un suspiro de resignación al darse cuanta todo lo que los celos eran capaces de hacer – "Bueno es el…." –
Después que Mina le pasó el numero, se dejo caer sobre la cama pensando que es lo que le diría a la rubia, sabía que se había estado comportando como un completo idiota a pesar de que Serena le había demostrado que lo amaba.
Serena estaba en su habitación buscando algo que ponerse para bajar a comer al restaurante del hotel, por que a pesar de que no sentía mucha hambre cada día se obligaba a si misma a comer algo decente por su salud. Se estaba terminando de vestir cuando el teléfono de su habitación comenzó a sonar, termino de abrocharse la falda y tomo el aparato que estaba junto a la cama.
– "Bueno…" – contesto la rubia – "Serena, estoy en el restaurante del hotel… te espero para comer juntos y esta vez no acepto una negativa, no puedes estar encerrada en tu habitación todo el tiempo" – escucho la voz de Archibald – "Lo se… en cinco minutos estoy contigo" – acepto la rubia y colgó para terminar de arreglarse.
Serena sabía que Archibald estaba preocupada por ella cosa que le agradecía. Después la fiesta a la que había asistido como su acompañante habían tenido una larga platica en la cual Serena le pidió que dejara de decirle que la amaba por que de otra manera terminaría su amistad con el, pues lo ultimo que ella deseaba era que el sufriera por su causa. A partir de ese día las cosas realmente habían cambiado, aunque ella podía ver a través de sus ojos que el sentimiento seguía siendo el mismo, pero esperaba que con el tiempo pudiera verla solamente como una amiga y que algún día encontrara a la mujer ideal.
La rubia salió de su habitación con rumbo al restaurante donde Archibald estaba esperándola. Después un rato se encontraba intentando comer, pero su cabeza estaba en otro lado.
– "Serena… sucede algo" – pregunto Archibald mientras la veía picando la comida con el tenedor – "No, es solo que… no, no importa" – contestó la rubia bajando la mirada – "No te ha llamado verdad" – pregunto un poco molesto por la actitud que estaba tomando el pelinegro – "No, ni siquiera contesta a mis llamadas… no se que le pasa" – le confió la rubia – "Quizá solo esta demasiado celoso, tal vez si me dejaras hablar con el como te lo pedí, ya todo estuviera arreglado" – le dijo mientras pedía una copa de vino al mesero – "No se trata de eso… se supone que debe confiar en mi… no puede ponerse celoso todo el tiempo" – le explico la rubia – "Tal vez tienes razón… por ahora solo dale un poco de tiempo para que reflexione" – sonrió tratando de darle un poco de ánimos aún cuando los suyos no eran los mejores.
Mientras tanto en Beijín, Seiya estaba marcado el numero que Mina le había dado, había ensayado todo un discurso para disculparse con la rubia por su actitud, escucho el timbre varias veces pero nadie le contesto, dio un suspiro y colgó. Había sacado cuentas de la hora y pensó que quizá estaría trabajando o comiendo en algún lugar después de todo no esperaba que se encontrara encerrada en su habitación todo el día solo por que no había buen tiempo y no estaba trabajando.
Dejó el teléfono sobre la mesa de noche y se recostó en la cama con la intención de dormir lo que restaba de la noche, por que tendría un día muy largo y agotador.
A la mañana siguiente Seiya se quedo dormido y cuando Yaten fue a buscarlo solo tenía cinco minutos para estar listo ya que tenían un desayuno con algunos miembros de la prensa de aquella ciudad. Una vez que termino de vestirse en tiempo record gracias a los regaños del peliplateado ambos salieron lo más rápido posible de la habitación y corrieron hasta el lobby donde Taiki los estaba esperando.
– "No puede ser Seiya… ya te diste cuenta la hora que es" –lo regaño el castaño – "Lo siento, no pude dormir" – se defendió el pelinegro – "Si Mina me conto" – se burlo el peliplateado – "Vaya que mi cuñada es comunicativa" – se burlo Seiya – "Vamos dejen de pelear lo mejor sería irnos… mientras más pronto acabe este día mas rápido estaremos festejado la navidad en casa" – hablo el castaño con un poco de fastidio – "Por cierto donde esta Kakyuu " – pregunto Seiya – "Nos esta esperando en el estacionamiento así que hay que darnos prisa" – contesto Taiki mientras subía al elevador para bajar hasta el estacionamiento.
Mientras iban rumbo al restaurante donde los estaba esperando, Seiya mantenía la mirada perdida… necesitaba hablar con su Bombón pero sabía de sobra que ese día lo ultimo que tendría sería tiempo para hacerlo ya que no quería hablarle a las carreras, como lo haría seguramente si buscaba alguna espacio entre sus compromisos para ese día.
Las cosas entre Seiya y Serena no se habían podido aclarar ya que el pelinegro no había llamado a la rubia y aunque ella había intentado hablar con el no podía contactarlo por ningún lado. Ahora ella se encontraba en una hermosa playa de Hawái donde se suponía sería la ultima sesión fotográfica pero debido al mal clima se había retrasado casi una semana. Serena pasaba la mayor parte del día en su habitación y aunque Archibald había intentado persuadirla para que lo acompañara a salir en varias ocasiones no había podido lograrlo. El millonario se había disculpado con la rubia por haberle ocasionado problemas con el pelinegro por que a pesar de que encantaría que ellos se separan no soportaba ver la tristeza en los ojos de la rubia.
Mientras tanto Seiya trataba de ocupar la mayor parte de su tiempo libre ensayando para los conciertos o componiendo nuevas canciones, a pesar de que Yaten había intentado hablar con el para hacerle entender que en el mundo de la moda todo se trataba de eventos sociales y fiestas el pelinegro lo evitaba a toda costa por que sabía perfectamente lo que su hermano diría y lo peor de todo era que sabía que tenía razón, pero no podía evitar sentir celos del millonario estando el tan lejos de su Bombón mientras Archibald había estado cerca de ella todo ese tiempo.
Lo peor de todo era que sabía que estaba enojado por algo que realmente no tenía importancia, pero lejos de ella perdía el control, pareciera como si aquellos días en los cuales no sabía nada de su Bombón regresaran y sentía que una parte de su corazón y su alma le faltaba.
La noche antes del último concierto que daría el grupo antes de navidad el pelinegro no había podido dormir, le preocupaba que gracias a su orgullo, el millonario ganara terreno en el corazón de la rubia, se pasó gran parte de la noche dando vueltas en la cama. Por si fuera poco se había enterado por Mina que debido al mal tiempo se había retrasado el trabajo de Serena y quizá no lograría estar a tiempo para pasar navidad con el. En un momento de desesperación tomo el teléfono de su habitación y marco el número de la casa Mina con la esperanza de conseguir el número del hotel donde estaba hospedada la rubia, esperando que su futura cuñada se lo volviera a dar sin cuestionar como lo había "perdido" accidentalmente.
Flash Back
Una noche después del concierto dado en Tokio, Mina estaba esperando a los chicos en su camerino para darle a Seiya el número del cuarto de hotel en el que Serena se estaba hospedando en Hawái después de que la rubia le había contado por teléfono que Seiya no había contestado a ninguna de sus llamadas y sus hermanos siempre le decían que no estaba cerca cuando intentaba que alguno de ellos se lo comunicara. Cuando los chicos entraron al camerino se sorprendieron al ver a la rubia ahí pues ya era muy tarde y con lo de su embarazo se la pasaba dormida la mayor parte del tiempo.
– "Mina que haces aquí a esta hora" – la cuestiono el peliplateado después de darle un beso – "Me gustaría decirte que estoy aquí por ti… pero solo vine a traerle esto a Seiya" – contesto mostrando un pequeño trozo de papel – "A mi" – respondió el pelinegro mientras tomaba el papel – "Gracias…" – sonrió el pelinegro, pero una vez observo lo que estaba escrito cambio su expresión – "Bueno es muy tarde y estoy cansado, nos vemos en el departamento" – se despidió el pelinegro dejándolos muy sorprendidos por su actitud.
Una vez que Seiya salió del lugar arrugo el papel y lo arrojo en un bote de basura.
Fin del Flash Back
– "Hola" – escucho la voz adormilada de Mina – "Mina… soy Seiya estabas dormida" – pregunto el pelinegro – "No… estaba sentada junto al teléfono esperando tu llamada" – le contesto irónicamente – "Discúlpame… no quería molestarte pero crees que puedas volver a darme el número de Serena" – pregunto un poco nervioso mientras se rascaba la nuca – "Si supe que no la has llamado… y ni siquiera voy a preguntarte como es que ya no lo tienes después que yo misma te lo di" – le dijo la rubia dando un suspiro de resignación al darse cuanta todo lo que los celos eran capaces de hacer – "Bueno es el…." –
Después que Mina le pasó el numero, se dejo caer sobre la cama pensando que es lo que le diría a la rubia, sabía que se había estado comportando como un completo idiota a pesar de que Serena le había demostrado que lo amaba.
Serena estaba en su habitación buscando algo que ponerse para bajar a comer al restaurante del hotel, por que a pesar de que no sentía mucha hambre cada día se obligaba a si misma a comer algo decente por su salud. Se estaba terminando de vestir cuando el teléfono de su habitación comenzó a sonar, termino de abrocharse la falda y tomo el aparato que estaba junto a la cama.
– "Bueno…" – contesto la rubia – "Serena, estoy en el restaurante del hotel… te espero para comer juntos y esta vez no acepto una negativa, no puedes estar encerrada en tu habitación todo el tiempo" – escucho la voz de Archibald – "Lo se… en cinco minutos estoy contigo" – acepto la rubia y colgó para terminar de arreglarse.
Serena sabía que Archibald estaba preocupada por ella cosa que le agradecía. Después la fiesta a la que había asistido como su acompañante habían tenido una larga platica en la cual Serena le pidió que dejara de decirle que la amaba por que de otra manera terminaría su amistad con el, pues lo ultimo que ella deseaba era que el sufriera por su causa. A partir de ese día las cosas realmente habían cambiado, aunque ella podía ver a través de sus ojos que el sentimiento seguía siendo el mismo, pero esperaba que con el tiempo pudiera verla solamente como una amiga y que algún día encontrara a la mujer ideal.
La rubia salió de su habitación con rumbo al restaurante donde Archibald estaba esperándola. Después un rato se encontraba intentando comer, pero su cabeza estaba en otro lado.
– "Serena… sucede algo" – pregunto Archibald mientras la veía picando la comida con el tenedor – "No, es solo que… no, no importa" – contestó la rubia bajando la mirada – "No te ha llamado verdad" – pregunto un poco molesto por la actitud que estaba tomando el pelinegro – "No, ni siquiera contesta a mis llamadas… no se que le pasa" – le confió la rubia – "Quizá solo esta demasiado celoso, tal vez si me dejaras hablar con el como te lo pedí, ya todo estuviera arreglado" – le dijo mientras pedía una copa de vino al mesero – "No se trata de eso… se supone que debe confiar en mi… no puede ponerse celoso todo el tiempo" – le explico la rubia – "Tal vez tienes razón… por ahora solo dale un poco de tiempo para que reflexione" – sonrió tratando de darle un poco de ánimos aún cuando los suyos no eran los mejores.
Mientras tanto en Beijín, Seiya estaba marcado el numero que Mina le había dado, había ensayado todo un discurso para disculparse con la rubia por su actitud, escucho el timbre varias veces pero nadie le contesto, dio un suspiro y colgó. Había sacado cuentas de la hora y pensó que quizá estaría trabajando o comiendo en algún lugar después de todo no esperaba que se encontrara encerrada en su habitación todo el día solo por que no había buen tiempo y no estaba trabajando.
Dejó el teléfono sobre la mesa de noche y se recostó en la cama con la intención de dormir lo que restaba de la noche, por que tendría un día muy largo y agotador.
A la mañana siguiente Seiya se quedo dormido y cuando Yaten fue a buscarlo solo tenía cinco minutos para estar listo ya que tenían un desayuno con algunos miembros de la prensa de aquella ciudad. Una vez que termino de vestirse en tiempo record gracias a los regaños del peliplateado ambos salieron lo más rápido posible de la habitación y corrieron hasta el lobby donde Taiki los estaba esperando.
– "No puede ser Seiya… ya te diste cuenta la hora que es" –lo regaño el castaño – "Lo siento, no pude dormir" – se defendió el pelinegro – "Si Mina me conto" – se burlo el peliplateado – "Vaya que mi cuñada es comunicativa" – se burlo Seiya – "Vamos dejen de pelear lo mejor sería irnos… mientras más pronto acabe este día mas rápido estaremos festejado la navidad en casa" – hablo el castaño con un poco de fastidio – "Por cierto donde esta Kakyuu " – pregunto Seiya – "Nos esta esperando en el estacionamiento así que hay que darnos prisa" – contesto Taiki mientras subía al elevador para bajar hasta el estacionamiento.
Mientras iban rumbo al restaurante donde los estaba esperando, Seiya mantenía la mirada perdida… necesitaba hablar con su Bombón pero sabía de sobra que ese día lo ultimo que tendría sería tiempo para hacerlo ya que no quería hablarle a las carreras, como lo haría seguramente si buscaba alguna espacio entre sus compromisos para ese día.
Seiya-Moon- Neo Reina Serena
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
– "Sucede algo Seiya" – pregunto Kakyuu – "No te preocupes estoy bien" – contesto mientras daba un suspiro – "Lo que pasa es que… no ha hablado con Serena y esta preocupado de que roben a la novia" – se burlo Yaten – "Si es por eso, déjame decirte que has estado actuando como un tonto, Serena te ama y no tienes por que dudar de ella" – le dijo la pelirroja – "Lo se… es solo que me deje llevar por los celos, pero es que la extraño tanto que de solo imaginarme que ese idiota esta en este momento a su lado me revienta de coraje" – confeso el pelinegro apretando sus puños contra sus piernas – "Pero… confías en ella" – inquirió el castaño – "Por supuesto, en quien no confió es en el" – contesto – "No tienes remedio…" – dijo Yaten mientras se cruzaba de brazos – "Entonces si aun estas así quiere decir que no pudiste hablar con ella anoche" – añadió al peliplateado – "Es obvio" – contesto Seiya mientras pasaba sus manos detrás de su cabeza y continuaba mirando por la ventana dando por terminada la platica.
El pelinegro estaba consiente de que había cometido un gravísimo error, y no sabía que es lo que haría para enmendarlo pero si de algo estaba completamente seguro era de que algo se le ocurriría para disculparse con Serena.
Dos días después…
El tiempo en Hawái había mejorado sorprendentemente y por fin pudieron comenzar con la última sesión fotográfica, que sería por la noche a la orilla de la playa, teniendo como escenario el mar y un horizonte repleto de estrellas alrededor de la luna. Cuando terminaron de preparar a Serena para la sesión fotográfica eran cerca de las nueve de la noche, la rubia llevaba un hermoso vestido straple color negro hasta los tobillos, estaba completamente descalza y su maquillaje era muy sensual así como su peinado, llevaba una hermosa gargantilla de diamantes que tenía como juego un hermoso par de artes y una brazalete todos en el mismo estilo, realmente se podía decir que traía millones encima y lo mejor de todo era que parecían brillar igual que las estrellas.
Serena sabía que la noche sería muy larga ya que el fotógrafo que habían contratado realmente era muy minucioso en su trabajo, y se pasaba la mayor parte del tiempo quejándose de que si no sonreía demasiado, que si estaba exagerando, el hecho era que nunca quedaba conforme y al final terminaba por agotar su paciencia.
Una vez que comenzó la sesión se encendieron los reflectores y los flashazos comenzaron. Mientras tanto, cerca de ahí se encontraba un hombre contemplándola mientras posaba para la cámara, el joven estaba sentado a la orilla de la playa con los pies descalzos y la mirada completamente sobre ella observando como el ligero vestido dejaba entre ver la figura de la rubia cada vez que se pegaba a su cuerpo a causa del viento.
Pasaron cerca de tres horas y el joven estaba completamente sorprendido del profesionalismo con el que trabajaba, pensaba lo difícil que debía ser estar tanto tiempo posando casi siempre en la misma posición y para colmo luciendo siempre una encantadora sonrisa, el estaba familiarizado con todo eso pero nunca había estado tanto tiempo detrás de las cámaras sin poder moverse a su antojo. Por otro lado el estaba acostumbrado a que nadie le decía como hacer su trabajo y en las ultimas horas había estado escuchando al monstruo que ella tenía por fotógrafo que no dejaba pasar un minuto sin gritarle y ella en ningún momento le había contestado.
Estaban por dar las dos de la mañana cuando por fin escucho que la sesión había terminado, se alegro pues realmente el frio que hacía estaba comenzando a calarle en los huesos de la espalda y el sueño estaba por vencerlo. Sonrió al imaginar el frió que ella estaba pasando con un vestido tan ligero como el que llevaba puesto si el aun con su saco podía sentirlo. Observo cuando la rubia se sentó en una silla cerca de un tráiler y como un par de mujeres se acercaban hasta ella y una le retiraba las joyas mientras la otra se encargaba del peinado y el maquillaje. Cuando vio como la rubia estaba por entrar al tráiler corrió para alcanzarla.
– "Bombón…" – la llamo mientras la abrazaba por la espalda ocasionando que algunos de los hombres del staff lo observaran con desconfianza – "Seiya…" – la rubia se giro para encontrarse con un par de zafiros mirándola intensamente – "Lo siento, de verdad lo siento no debí haberme comportado de esa manera… por favor perdóname" – le pidió mientras se aferraba a su cuerpo hundiendo su cabeza entre su hombro – "No te preocupes todo esta bien…" – le susurro al oído, simplemente no podía molestarse con el, después de todo entendía hasta cierto punto los celos del pelinegro – "Me sentía tan solo lejos de ti… no sabes como te he extrañado, no me gusta estar lejos de ti te necesito tanto" – confeso para terminar por besarla apasionadamente, hasta que varios de los cargadores del equipo comenzaron a gritar, ocasionando que se separan – "Muy bien se puede saber como es que llegaste hasta aquí… que pasó con tu gira" – lo cuestiono Serena mientras lo jalaba de la mano al interior del tráiler – "Te molesta que este aquí" – la cuestiono sensualmente al oído – "Claro que no… yo también te he extrañado mucho, te amo tanto" – sonrió la rubia – "Yo también te amo… pero ahora que te parece si vamos a tu habitación…" – le propuso mientras besaba sus hombros – "Comenzare a creer que solo viniste hasta aquí a saciar tu necesidades" – bromeo la rubia mientras se separaba de el y le daba la espalda – "Tu sabes que no… pero ya que estoy aquí por que no aprovechamos, me parece increíble que en todo este tiempo solo hemos hecho en amor dos veces y una casi me violaste" – le contesto seductoramente mientras le guiñaba un ojo y se acercaba peligrosamente a ella.
En ese momento la puerta del tráiler se abrió sorprendiendo al pelinegro que había comenzado a bajar el cierre del vestido de la rubia.
– "Srita. Sere…" – se trataba de una de las ayudante de vestuario – "Lo siento, yo no sabía" – se disculpo al ver a Seiya dentro del tráiler – "No te preocupes Mary… el me esperara afuera mientras me ayudas a vestirme" – sonrió la rubia al ver a un Seiya completamente colorado por la situación – "Pero Bombón…hace frío" – se quejo – "Anda, en un par de minutos salgo" – le pidió la rubia a lo que el pelinegro obedeció a regañadientes – "Lo siento mucho, de verdad…" – volvió a disculparse la empleada mientras le ayudaba con el cierre del vestido que estaba ya a medio bajar gracias a Seiya – "No tiene importancia… en serio" – contestó Serena – "Disculpe, puedo hacerle una pregunta" – dijo tímidamente – "Por supuesto" – acepto amablemente imaginándose un poco de que se trataba – "El es el cantante Seiya Kou verdad" – pregunto muy emocionada – "Si… es el" – contesto Serena – "Y el y usted…" – titubeo un poco – "Es mi prometido" – respondió Serena antes de que terminara la pregunta.
Después de quince minutos salió Serena del tráiler seguida por la empleada que al ver a Seiya se ponía un poco colorada y se retiraba casi corriendo, haciendo que Serena sonriera internamente por lo que Seiya podía causar en las mujeres.
– "Bombón… tardaste demasiado me estoy congelando" – le reclamo mientras la abrazaba con su saco – "Lo siento… ahora que te parece si vamos a mi habitación" – pregunto la rubia mientras caminaba hasta la entrada del hotel que estaba al pie de la playa – "Yo contigo voy al mismo infierno" – coqueteó mientras la pegaba contra su cuerpo.
Cuando se dieron cuenta ya estaban frente a la habitación de la rubia, y mientras Serena buscaba en su bolsa la tarjeta para abrir la puerta Seiya se encargaba de besar su cuello y acariciar suavemente su cintura desnuda bajo la blusa. Una vez que estuvieron dentro de la habitación, la abrazo posesivamente mientras su perfume invadía sus sentidos despertando nuevamente el deseo en él.
La beso apasionadamente deslizando su lengua sobre sus labios hasta que ella abrió su boca recibiendo su lengua y dejándolo apropiarse de todo su interior. Mientras Seiya exploraba con arrojo dentro de ella Serena se encargó de desabrochar su camisa y quitársela mientras el pelinegro levantaba lentamente la blusa de la rubia y desabrochaba torpemente su brasier para terminar por acariciar sus pechos ya sintiéndose incapaz de contener sus impulsos por más tiempo, del mismo modo que Serena sintió como su cuerpo era envuelto por una sensación de calor que crecía desde su vientre. La respiración agitada de la rubia era la prueba de como su cuerpo se rendía ante las suaves caricias del pelinegro.
Seiya se encargo de guiarla hasta el borde de la cama, separándose por primera vez del beso para terminar de quitarle la blusa y el brasier. Sus labios repasaron frenéticamente cada centímetro de la piel de la rubia, al mismo tiempo que sus manos torneaban su figura femenina. Sonrió suavemente, ahogando un suspiro en el pecho de la rubia donde su corazón latía agitadamente debajo de las formas voluptuosas, percibiéndola viva, a su lado y entregándose nuevamente a él.
Para ese momento ambos estaban completamente desnudos de la cintura para arriba por lo que Seiya se encargo de deshacerse torpemente del resto de la ropa que se interponía entre ellos, acariciando y besando cada parte del cuerpo de la rubia que iba desnudando.
Serena reconoció que había deseado ese momento durante todo el tiempo que estuvieron separados, lo había soñado tomando su cuerpo de la misma manera en que lo hacía en ese momento.
Perdidos entre el sonido de las olas al reventar contra la playa y el sonido de sus respiraciones agitadas, Seiya se recostó sobre ella de modo que la rubia lo abrazo con sus piernas alrededor de su cintura y sus manos sobre su cuello, el pelinegro la atrajo hacia el tomándola por las caderas hasta que suavemente introdujo su miembro en ella quedando inmóvil por un momento mientras sus cuerpos se acoplaban uno al otro, de pronto el comenzó a moverse dentro de ella mientras sus manos subían hasta los pechos de la rubia al mismo tiempo que ella arqueo el cuello al sentir como se estremecía con cada movimiento del pelinegro dentro de ella provocándole gemidos que intentaba reprimir en su garganta
En poco tiempo ambos se encontraban disfrutando de aquel ritual donde el placer invadía cada uno de sus sentidos. Ella tensó su cuerpo y en un extraordinario despliegue de energía y deseo, se aferro a el con fuerza mientras Seiya sentía como algo se liberaba dentro de el.
El pelinegro se derrumbo sobre ella gimiendo roncamente mientras hundía su rostro entre su cuello y ella lo libero de su abrazo sintiendo como sus piernas continuaban temblando. Pero sus cuerpos aún seguían unidos en la forma más íntima. Hasta que minutos después Seiya se separo de ella y se recostó a su lado de modo que ahora era ella quien descansaba sobre su pecho.
Lo último que Seiya pudo sentir antes de que el sueño y el cansancio lo vencieran fue el peso de la rubia que descansaba sobre su pecho desnudo y el calor de la respiración de la mujer que amaba.
Cuando la noche termino un pequeño rayo de sol entro por el balcón de la habitación anunciando el comienzo del nuevo día, la habitación se ilumino completamente logrando que Serena abriera los ojos, aun se encontraba sobre el pecho del pelinegro, sonrió al recordad la noche que acaba de pasar en los brazos de Seiya. Se levanto un poco apoyándose en sus manos y lo beso dulcemente, una sonrisa se formo en los labios del pelinegro quien se limito a atraer el cuerpo de la rubia contra el suyo.
– "Bombón" – la llamo Seiya mientras ella descansaba su cuerpo sobre el suyo – "Mmmm" – contestó la rubia – "Lamento todo lo que paso, me comporte como un estúpido" – se disculpo sinceramente – "En eso tienes razón" – bromeo la rubia – "Pero así te amo… y entiendo que te pusieras celoso a pesar de no tener motivos para hacerlo" – le dijo la rubia – "Lo se, es solo que no esperaba que estuvieras con el" – reconoció Seiya – "Es que acaso no confías en mi" – le dijo un poco fastidiada por lo celos injustificados que demostraba cada vez que se trataba de Archibald – "Por supuesto que confío en ti… lo que pasa es que no soportaría perderte" – confesó con un ligero rastro de tristeza en sus palabras – "No me vas perder, mientras este viva seguiré a tu lado" – prometió la rubia mientras acariciaba el pecho desnuco del pelinegro – "Te amo…" – susurro Seiya – "Y yo a ti…" –
Tiempo después…
Después de aquella hermosa noche ambos habían tenido que continuar con sus actividades, por un lado Serena tenía que seguir en Hawái mientras que Seiya había regresado a Japón para cuidar de los niños. Así después de varios días de estar nuevamente separados el trabajo de Serena había concluido exitosamente y la rubia había podido pasar tanto la navidad como el año nuevo con su familia y sus amigos.
Al finalizar el año el pelinegro había comprado una casa como sorpresa para que una vez que se casara con su Bombón pudieran dejar el departamento donde estaban viviendo junto a Yaten, Taiki y Mina. Los hermanos Kou habían acordado vender el departamento ya que cada uno tendría una familia y por lo tanto necesitarían su propio espacio y con el dinero comprarían una casa de campo en la cual pudieran pasar algunos días todos juntos cada vez que quisieran escapar del bullicio de la ciudad
Finalmente después del ultimo concierto de los chicos se había fijado la fecha para la boda de Yaten y Mina, la cual después de mucho insistir por parte de Mina y Ami había terminado por convertirse en una boda doble una vez que hubieron convencido a Taiki y Yaten, por lo cual comenzaron con los preparativos de la ceremonia que se llevaría a cabo el ultimo día mes de Enero, con la intención de que el embarazo de Mina no se notara mucho aún ya que la rubia quería lucir un hermoso vestido de novia ajustado a su cintura. Tanto Mina como Ami habían intentado convencer a Serena para convertir la boda doble en una triple pero había sido completamente imposible ya que Serena argumento no querer casarse tan pronto, pero la verdadera razón y que solo Seiya y ella conocían era que la rubia quería tener una boda solo para ella y quería algo completamente diferente a la que estaban planeando sus amigas.
El pelinegro estaba consiente de que había cometido un gravísimo error, y no sabía que es lo que haría para enmendarlo pero si de algo estaba completamente seguro era de que algo se le ocurriría para disculparse con Serena.
Dos días después…
El tiempo en Hawái había mejorado sorprendentemente y por fin pudieron comenzar con la última sesión fotográfica, que sería por la noche a la orilla de la playa, teniendo como escenario el mar y un horizonte repleto de estrellas alrededor de la luna. Cuando terminaron de preparar a Serena para la sesión fotográfica eran cerca de las nueve de la noche, la rubia llevaba un hermoso vestido straple color negro hasta los tobillos, estaba completamente descalza y su maquillaje era muy sensual así como su peinado, llevaba una hermosa gargantilla de diamantes que tenía como juego un hermoso par de artes y una brazalete todos en el mismo estilo, realmente se podía decir que traía millones encima y lo mejor de todo era que parecían brillar igual que las estrellas.
Serena sabía que la noche sería muy larga ya que el fotógrafo que habían contratado realmente era muy minucioso en su trabajo, y se pasaba la mayor parte del tiempo quejándose de que si no sonreía demasiado, que si estaba exagerando, el hecho era que nunca quedaba conforme y al final terminaba por agotar su paciencia.
Una vez que comenzó la sesión se encendieron los reflectores y los flashazos comenzaron. Mientras tanto, cerca de ahí se encontraba un hombre contemplándola mientras posaba para la cámara, el joven estaba sentado a la orilla de la playa con los pies descalzos y la mirada completamente sobre ella observando como el ligero vestido dejaba entre ver la figura de la rubia cada vez que se pegaba a su cuerpo a causa del viento.
Pasaron cerca de tres horas y el joven estaba completamente sorprendido del profesionalismo con el que trabajaba, pensaba lo difícil que debía ser estar tanto tiempo posando casi siempre en la misma posición y para colmo luciendo siempre una encantadora sonrisa, el estaba familiarizado con todo eso pero nunca había estado tanto tiempo detrás de las cámaras sin poder moverse a su antojo. Por otro lado el estaba acostumbrado a que nadie le decía como hacer su trabajo y en las ultimas horas había estado escuchando al monstruo que ella tenía por fotógrafo que no dejaba pasar un minuto sin gritarle y ella en ningún momento le había contestado.
Estaban por dar las dos de la mañana cuando por fin escucho que la sesión había terminado, se alegro pues realmente el frio que hacía estaba comenzando a calarle en los huesos de la espalda y el sueño estaba por vencerlo. Sonrió al imaginar el frió que ella estaba pasando con un vestido tan ligero como el que llevaba puesto si el aun con su saco podía sentirlo. Observo cuando la rubia se sentó en una silla cerca de un tráiler y como un par de mujeres se acercaban hasta ella y una le retiraba las joyas mientras la otra se encargaba del peinado y el maquillaje. Cuando vio como la rubia estaba por entrar al tráiler corrió para alcanzarla.
– "Bombón…" – la llamo mientras la abrazaba por la espalda ocasionando que algunos de los hombres del staff lo observaran con desconfianza – "Seiya…" – la rubia se giro para encontrarse con un par de zafiros mirándola intensamente – "Lo siento, de verdad lo siento no debí haberme comportado de esa manera… por favor perdóname" – le pidió mientras se aferraba a su cuerpo hundiendo su cabeza entre su hombro – "No te preocupes todo esta bien…" – le susurro al oído, simplemente no podía molestarse con el, después de todo entendía hasta cierto punto los celos del pelinegro – "Me sentía tan solo lejos de ti… no sabes como te he extrañado, no me gusta estar lejos de ti te necesito tanto" – confeso para terminar por besarla apasionadamente, hasta que varios de los cargadores del equipo comenzaron a gritar, ocasionando que se separan – "Muy bien se puede saber como es que llegaste hasta aquí… que pasó con tu gira" – lo cuestiono Serena mientras lo jalaba de la mano al interior del tráiler – "Te molesta que este aquí" – la cuestiono sensualmente al oído – "Claro que no… yo también te he extrañado mucho, te amo tanto" – sonrió la rubia – "Yo también te amo… pero ahora que te parece si vamos a tu habitación…" – le propuso mientras besaba sus hombros – "Comenzare a creer que solo viniste hasta aquí a saciar tu necesidades" – bromeo la rubia mientras se separaba de el y le daba la espalda – "Tu sabes que no… pero ya que estoy aquí por que no aprovechamos, me parece increíble que en todo este tiempo solo hemos hecho en amor dos veces y una casi me violaste" – le contesto seductoramente mientras le guiñaba un ojo y se acercaba peligrosamente a ella.
En ese momento la puerta del tráiler se abrió sorprendiendo al pelinegro que había comenzado a bajar el cierre del vestido de la rubia.
– "Srita. Sere…" – se trataba de una de las ayudante de vestuario – "Lo siento, yo no sabía" – se disculpo al ver a Seiya dentro del tráiler – "No te preocupes Mary… el me esperara afuera mientras me ayudas a vestirme" – sonrió la rubia al ver a un Seiya completamente colorado por la situación – "Pero Bombón…hace frío" – se quejo – "Anda, en un par de minutos salgo" – le pidió la rubia a lo que el pelinegro obedeció a regañadientes – "Lo siento mucho, de verdad…" – volvió a disculparse la empleada mientras le ayudaba con el cierre del vestido que estaba ya a medio bajar gracias a Seiya – "No tiene importancia… en serio" – contestó Serena – "Disculpe, puedo hacerle una pregunta" – dijo tímidamente – "Por supuesto" – acepto amablemente imaginándose un poco de que se trataba – "El es el cantante Seiya Kou verdad" – pregunto muy emocionada – "Si… es el" – contesto Serena – "Y el y usted…" – titubeo un poco – "Es mi prometido" – respondió Serena antes de que terminara la pregunta.
Después de quince minutos salió Serena del tráiler seguida por la empleada que al ver a Seiya se ponía un poco colorada y se retiraba casi corriendo, haciendo que Serena sonriera internamente por lo que Seiya podía causar en las mujeres.
– "Bombón… tardaste demasiado me estoy congelando" – le reclamo mientras la abrazaba con su saco – "Lo siento… ahora que te parece si vamos a mi habitación" – pregunto la rubia mientras caminaba hasta la entrada del hotel que estaba al pie de la playa – "Yo contigo voy al mismo infierno" – coqueteó mientras la pegaba contra su cuerpo.
Cuando se dieron cuenta ya estaban frente a la habitación de la rubia, y mientras Serena buscaba en su bolsa la tarjeta para abrir la puerta Seiya se encargaba de besar su cuello y acariciar suavemente su cintura desnuda bajo la blusa. Una vez que estuvieron dentro de la habitación, la abrazo posesivamente mientras su perfume invadía sus sentidos despertando nuevamente el deseo en él.
La beso apasionadamente deslizando su lengua sobre sus labios hasta que ella abrió su boca recibiendo su lengua y dejándolo apropiarse de todo su interior. Mientras Seiya exploraba con arrojo dentro de ella Serena se encargó de desabrochar su camisa y quitársela mientras el pelinegro levantaba lentamente la blusa de la rubia y desabrochaba torpemente su brasier para terminar por acariciar sus pechos ya sintiéndose incapaz de contener sus impulsos por más tiempo, del mismo modo que Serena sintió como su cuerpo era envuelto por una sensación de calor que crecía desde su vientre. La respiración agitada de la rubia era la prueba de como su cuerpo se rendía ante las suaves caricias del pelinegro.
Seiya se encargo de guiarla hasta el borde de la cama, separándose por primera vez del beso para terminar de quitarle la blusa y el brasier. Sus labios repasaron frenéticamente cada centímetro de la piel de la rubia, al mismo tiempo que sus manos torneaban su figura femenina. Sonrió suavemente, ahogando un suspiro en el pecho de la rubia donde su corazón latía agitadamente debajo de las formas voluptuosas, percibiéndola viva, a su lado y entregándose nuevamente a él.
Para ese momento ambos estaban completamente desnudos de la cintura para arriba por lo que Seiya se encargo de deshacerse torpemente del resto de la ropa que se interponía entre ellos, acariciando y besando cada parte del cuerpo de la rubia que iba desnudando.
Serena reconoció que había deseado ese momento durante todo el tiempo que estuvieron separados, lo había soñado tomando su cuerpo de la misma manera en que lo hacía en ese momento.
Perdidos entre el sonido de las olas al reventar contra la playa y el sonido de sus respiraciones agitadas, Seiya se recostó sobre ella de modo que la rubia lo abrazo con sus piernas alrededor de su cintura y sus manos sobre su cuello, el pelinegro la atrajo hacia el tomándola por las caderas hasta que suavemente introdujo su miembro en ella quedando inmóvil por un momento mientras sus cuerpos se acoplaban uno al otro, de pronto el comenzó a moverse dentro de ella mientras sus manos subían hasta los pechos de la rubia al mismo tiempo que ella arqueo el cuello al sentir como se estremecía con cada movimiento del pelinegro dentro de ella provocándole gemidos que intentaba reprimir en su garganta
En poco tiempo ambos se encontraban disfrutando de aquel ritual donde el placer invadía cada uno de sus sentidos. Ella tensó su cuerpo y en un extraordinario despliegue de energía y deseo, se aferro a el con fuerza mientras Seiya sentía como algo se liberaba dentro de el.
El pelinegro se derrumbo sobre ella gimiendo roncamente mientras hundía su rostro entre su cuello y ella lo libero de su abrazo sintiendo como sus piernas continuaban temblando. Pero sus cuerpos aún seguían unidos en la forma más íntima. Hasta que minutos después Seiya se separo de ella y se recostó a su lado de modo que ahora era ella quien descansaba sobre su pecho.
Lo último que Seiya pudo sentir antes de que el sueño y el cansancio lo vencieran fue el peso de la rubia que descansaba sobre su pecho desnudo y el calor de la respiración de la mujer que amaba.
Cuando la noche termino un pequeño rayo de sol entro por el balcón de la habitación anunciando el comienzo del nuevo día, la habitación se ilumino completamente logrando que Serena abriera los ojos, aun se encontraba sobre el pecho del pelinegro, sonrió al recordad la noche que acaba de pasar en los brazos de Seiya. Se levanto un poco apoyándose en sus manos y lo beso dulcemente, una sonrisa se formo en los labios del pelinegro quien se limito a atraer el cuerpo de la rubia contra el suyo.
– "Bombón" – la llamo Seiya mientras ella descansaba su cuerpo sobre el suyo – "Mmmm" – contestó la rubia – "Lamento todo lo que paso, me comporte como un estúpido" – se disculpo sinceramente – "En eso tienes razón" – bromeo la rubia – "Pero así te amo… y entiendo que te pusieras celoso a pesar de no tener motivos para hacerlo" – le dijo la rubia – "Lo se, es solo que no esperaba que estuvieras con el" – reconoció Seiya – "Es que acaso no confías en mi" – le dijo un poco fastidiada por lo celos injustificados que demostraba cada vez que se trataba de Archibald – "Por supuesto que confío en ti… lo que pasa es que no soportaría perderte" – confesó con un ligero rastro de tristeza en sus palabras – "No me vas perder, mientras este viva seguiré a tu lado" – prometió la rubia mientras acariciaba el pecho desnuco del pelinegro – "Te amo…" – susurro Seiya – "Y yo a ti…" –
Tiempo después…
Después de aquella hermosa noche ambos habían tenido que continuar con sus actividades, por un lado Serena tenía que seguir en Hawái mientras que Seiya había regresado a Japón para cuidar de los niños. Así después de varios días de estar nuevamente separados el trabajo de Serena había concluido exitosamente y la rubia había podido pasar tanto la navidad como el año nuevo con su familia y sus amigos.
Al finalizar el año el pelinegro había comprado una casa como sorpresa para que una vez que se casara con su Bombón pudieran dejar el departamento donde estaban viviendo junto a Yaten, Taiki y Mina. Los hermanos Kou habían acordado vender el departamento ya que cada uno tendría una familia y por lo tanto necesitarían su propio espacio y con el dinero comprarían una casa de campo en la cual pudieran pasar algunos días todos juntos cada vez que quisieran escapar del bullicio de la ciudad
Finalmente después del ultimo concierto de los chicos se había fijado la fecha para la boda de Yaten y Mina, la cual después de mucho insistir por parte de Mina y Ami había terminado por convertirse en una boda doble una vez que hubieron convencido a Taiki y Yaten, por lo cual comenzaron con los preparativos de la ceremonia que se llevaría a cabo el ultimo día mes de Enero, con la intención de que el embarazo de Mina no se notara mucho aún ya que la rubia quería lucir un hermoso vestido de novia ajustado a su cintura. Tanto Mina como Ami habían intentado convencer a Serena para convertir la boda doble en una triple pero había sido completamente imposible ya que Serena argumento no querer casarse tan pronto, pero la verdadera razón y que solo Seiya y ella conocían era que la rubia quería tener una boda solo para ella y quería algo completamente diferente a la que estaban planeando sus amigas.
Seiya-Moon- Neo Reina Serena
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
El tiempo transcurrió a prisa y cuando menos se dieron cuenta estaban a una semana de la boda se las chicas, pero para fastidió de Serena en esa misma semana sería también el lanzamiento de la campaña de las joyerías de Archibald; la boda sería el domingo mientras que el evento sería en viernes por la noche en la ciudad de Italia por lo cual Serena había viajado hasta esa ciudad acompañada solamente por Seiya ya que habían dejado a los pequeños nuevamente en casa de los padres de Serena. Una vez que estuvieron instalados en el hotel el pelinegro pidió una pizza para comer mientras se acercaba la hora del evento, mientras que Serena optó por darse un largo baño para relajarse del viaje.
Cuando faltaban cerca de dos horas para que diera inició el evento llegaron la maquillista y la peinadora que Serena había solicitado al hotel, así que mientras ellas comenzaba con su arreglo Seiya se encerró en la habitación pues ambas chicas no dejaban de mirarlo y sonreírle, situación que lo hacía sentirse muy incomodo al contrario de Serena que le parecía encantador verlo sonrojarse ante cada coqueteo. Mientras el pelinegro estaba en la habitación optó por darse un baño y comenzar a vestirse, al cabo de una hora el pelinegro estaba completamente listo y comenzaba a desesperarse por estar encerrado ya que la televisión estaba en la pequeña estancia de la suite. Cuando estaba a punto de salir a pesar de tener que soportar los coqueteos escucho como Serena les daba las gracias y después como se abría y cerraba la puerta, dio un suspiro y salió de la habitación donde se encontró con la sonrisa de Serena.
– "Vaya pensé que no se irían nunca" – dijo el pelinegro – "Nunca pensé que los coqueteos te pusieran tan nervioso" – se burlo la rubia mientras entraba a la habitación para vestirse, seguida por el pelinegro – "Y quien dice que estaba nervioso" – se defendió mientras la observaba quitarse la bata y quedar solamente en ropa interior – "No lo se, tal vez será por que te sonrojaste demasiado" – bromeó la rubia mientras comenzaba a ponerse el vestido – "En ese caso debiste haber dicho algo… o es que acaso no te dan celos" – comento mientras levantaba la ceja de forma coqueta – "Mmmm, para serte sincera no… se que amas demasiado y nunca sería capaz de engañarme y mucho menos dejarme por otra" – le explico muy segura.
Seiya se acerco a ella y la abrazo por la cintura, quedando frente a frente.
– "Por que estas tan segura de eso" – sonrió el pelinegro – "Eso quiere decir que estoy equivocada" – pregunto la rubia mientras lo veía fijamente a los ojos – "No, no estas equivocada nunca podría dejarte" – reconoció… estaba a punto de besarla cuando ella se aparto de su abrazo – "Cuidado con el maquillaje, una vez que todo termine seré completamente tuya" – sonrió la rubia mientras comenzaba a ponerse las zapatillas – "No creo tener la paciencia suficiente para esperar tanto tiempo… pero lo intentare" – coqueteo mientras se recargaba en la pared a esperar a que Serena terminara de vestirse.
Después de que Serena terminó de arreglarse ambos se fueron al lugar donde sería el evento, llagaron en un carro que Seiya había rentado por el tiempo que estuvieran ahí, una vez que entraron al salón todas la miradas se posaron sobre ellos, especialmente sobre Serena que era la sensación del lugar ya que las fotos de la campaña estaban por todo el lugar, definitivamente era un gran evento y la colección sería todo un éxito. En el transcurso del evento Archibald se acerco a saludarlos pero no se quedo con ellos mucho tiempo, cosa que Seiya agradecía puesto que no estaba seguro de poder contener los celos que sentía, el confiaba en Serena pero definitivamente no confiaba en el millonario desde aquella vez en el hospital donde Archibald le había confesado estar completamente enamorado de la rubia. Al termino del evento buscaron a Archibald para despedirse pero no lo encontraron por ningún lado por lo que dedujeron que posiblemente se había marchado, pero cuando salieron del salón lo encontraron dando una conferencia de prensa que se interrumpió en cuanto ellos hicieron acto de presencia ya que todas las cámaras y se posaron sobre Serena.
La rubia se quedo completamente estática, le había pedido personalmente a Archibald que le evitara enfrentarse a la prensa puesto que no quería que tocaran temas de su vida que no estaba dispuesta a compartir con nadie, además de que los últimos meses sentía miedo de que Seiya se llegara enterar por la prensa que había posado para una revista para caballeros tiempo atrás.
– "Srita. Stukino, es verdad que este será su ultimo trabajo como modelo" – pregunto una de las reporteras que estaba rodeándola – "Así es" – sonrió la rubia nerviosa mientras miraba de forma suplicante a Archibald – "Lo siento mucho pero la señorita no puede contestar a ninguna de sus preguntas por que tiene que llegar al aeropuerto o perderá su vuelo" – intentó ayudarla el millonario – "Solo una pregunta más, se habla que Playboy a intentado que acepte trabajar con ellos una vez más, estaría dispuesta nuevamente ante el éxito que tuvo" – pregunto la reportera.
Serena se quedo completamente muda, ni siquiera podía moverse ni mucho menos se atrevía a mirar a Seiya, lo único que quería era desaparecer de ese lugar. Un auto se detuvo frente a ellos y Serena solo sintió como alguien la jalaba y la ayudaba a entrar al vehículo, después de eso sintió como Seiya la abrazaba por los hombros pero no fue capaz de moverse ni decir nada, hasta que escucho una voz muy familiar para ella en el asiente del copiloto.
– "Lo lamento, realmente quise evitar que hablaras con la prensa por eso no estuvieron presentes durante el evento, no pensé que fueras a salir en ese momento" – escucho a Archibald, pero no supo que decir así que permaneció en silencio durante el camino – "Muy bien llegamos" – volvió a hablar Archibald una vez que estuvieron frente al hotel – "Muchas gracias por traernos" – esta vez fue a voz de Seiya la que hablo – "No hay problema y respecto a tu auto, mandare a alguien que lo traiga y lo deje en el estacionamiento" – se ofreció el millonario – "Sería de mucha ayuda, y nuevamente gracias" – agradeció el pelinegro mientras soltaba el abrazo en el que se había refugiado la rubia y una vez que logro bajar del auto le ofreció la mano a Serena para ayudarla a bajar, cuando Serena estaba por salir del auto escucho la voz de Archibald – "Todo estará bien… tranquilízate" – a lo que la rubia asintió con movimiento de cabeza y bajo completamente del vehículo.
Ninguno de los dos hablo hasta que se encoraron en la suite, en cuanto entraron Serena se dejo caer pesadamente sobre el sofá, mientras Seiya se sentaba a su lado.
– "Lo lamento… debí habértelo dicho" – se disculpó la rubia sin atreverse a mirarlo a los ojos – "Fue antes de regresar a Japón, no se como me atreví a hacerlo" – siguió hablando la rubia – "Por que no dices nada" – pregunto al ver que Seiya se mantenía en silenció – "Jajajajajaja" – escucho la risa del pelinegro y por primera vez volvió su mirada a Seiya quien no podía dejar de reía – "Lo siento, es solo que yo ya lo sabía… debiste haber visto tu la expresión en tu rostro cuando lo mencionaron" – hablo el finalmente una vez que logro controlarse – "Queeeeee" – pregunto la rubia – "Me entere hace mucho tiempo y…" – pero fue interrumpido por Serena – "Como lo supiste, quien te…" – se quedó callada al imaginarse quien había sido – "Yaten" – habló mientras se ponía de pie – "Me las pagará cuando lo vuelva a ver, prometió no decir nada" – dijo molesta – "Vamos, de cualquier forma me enteraría…" – sonrió Seiya mientras la abrazaba – "No estas molesto" – pregunto la rubia mientras lo miraba – "No voy a negarte que cuando la vi… sentí mucho coraje" – pero nuevamente la rubia hablo interrumpiéndolo – "La viste" – pregunto muy sonrojada – "Mmmm, si… y debo reconocer que te veías maravillosa, esa noche no pude dormir pensando en ti" – sonrió mientras la atraía hacia el – "Entonces…" – titubeo mientras bajaba la mirada – "Reconozco que me moleste mucho cuando la vi, pero Taiki me dijo algo que me ayudo mucho " – recordó el pelinegro – "También el lo sabe, que vergüenza" – dijo la rubia tapándose el rostro – "Pero ninguno de ellos la ha visto" – intento reconfortarla – "Y que fue lo que te dijo" – pregunto la rubia – "Que de nada servía que cientos de hombre pudieran verte si no podían tocarte… como solamente yo puedo hacerlo" – le dijo mientras acariciaba su espalda sintiendo al piel suave que el escote del vestido le permitía tocar – "Seiya…" – susurro al sentir su reparación sobre sus cuellos – "Esto es algo que solamente yo tengo el placer de poder hacer… eres solo mía" – habló mientras la abrazaba posesivamente – "Por cierto no sabía que la revista volvió a buscarte" – la interrogo mientras se separaba de ella y caminaba hasta el pequeño bar de la habitación – "Lo hicieron, cuando estuve en L.A. la última vez" – contestó la rubia mientras s quitaba las zapatillas y los accesorios que llevaba puestos – "Aceptaste" – inquirió el pelinegro ofreciéndole una copa de vino – "Por supuesto que no… ahora lo único que me interesa es dedicarme a formar una familia feliz a tu lado " – sonrió la rubia a lo que Seiya respondió con una suave beso en su mejilla mientras la abrazaba – "Seiya" – hablo la rubia rompiendo con el silencio que los había envuelto – "Te amo… no me dejes nunca" – pidió mientras se recargaba en el pecho del pelinegro – "No podría hacerlo, sin ti mi vida no tiene sentido" – confesó mientras acariciaba su cabello.
Serena se quedó dormida sobre el pecho firme de Seiya, en sus brazos se sentía segura y sobre todo feliz, Seiya Kou había logrado enseñarle a su corazón como volver a amar.
Por su parte el pelinegro se quedó contemplando su rostro, a veces aun le resultaba increíble que aquella mujer de cual se había enamorado años atrás en un restaurante y que siempre pareció inalcanzable ahora estuviera a su lado; paso horas recordando cada vez que su corazón lloraba la ausencia de aquella mujer que en ese momento dormía sobre su pecho, ahora era feliz y nadie nunca podría arrancarla de su lado.
Serena y sus hijos se habían estado quedando en casa de sus padres desde su regreso de Italia al junto con Mina ya que pensaron que lo mejor era dejar solos a los chicos en su departamento dándoles la oportunidad de despedirse de su soltería, aunque a Seiya no le agrado mucho la idea de dormir lejos de su Bombón no tuvo otra opción que aceptarlo, después de todo finalmente cada uno tendría su propia familia y aunque eso no significaba que no se volverían a ver pues aun seguían siendo hermanos y además la amistad que había entre las tres parejas los mantendría juntos.
Finalmente el día de la boda había llegado, todas las chicas se arreglarían en casa de Serena para poder ayudar a las novias, después de todo sería un día muy especial. Mientras que Ami y Mina se ocupaban de arreglar los últimos detalles de su arreglo ayudadas por Rei y Lita quienes recién habían terminado de vestirse a diferencia de Serena que después de haber correteado al pequeño Haru finalmente había logrado hacer que se vistiera por lo cual ella aun no estaba lista, Serena intentaba cambiar al pequeño Haru quien parecía más emocionado de salir a jugar al jardín en lugar de ponerse un traje. Todo estaba previamente preparado, los chicos esperarían en la iglesia a excepción de Seiya quien había insistido en pasar a buscar a Serena para ayudarla con los niños aunque realmente no soportaba la idea de estar más tiempo sin ver a Serena. Cuando el pelinegro llego por fin a la casa de la familia Stukino se encontró a Haru corriendo por todo el jardín mientras Serena corría tras el con la camisa, la rubia aun no se ponía el vestido que usaría y ni siquiera había tenido tiempo para maquillarse ya que cuando iba a hacerlo la pequeña Yukino comenzó a llorar.
Cuando faltaban cerca de dos horas para que diera inició el evento llegaron la maquillista y la peinadora que Serena había solicitado al hotel, así que mientras ellas comenzaba con su arreglo Seiya se encerró en la habitación pues ambas chicas no dejaban de mirarlo y sonreírle, situación que lo hacía sentirse muy incomodo al contrario de Serena que le parecía encantador verlo sonrojarse ante cada coqueteo. Mientras el pelinegro estaba en la habitación optó por darse un baño y comenzar a vestirse, al cabo de una hora el pelinegro estaba completamente listo y comenzaba a desesperarse por estar encerrado ya que la televisión estaba en la pequeña estancia de la suite. Cuando estaba a punto de salir a pesar de tener que soportar los coqueteos escucho como Serena les daba las gracias y después como se abría y cerraba la puerta, dio un suspiro y salió de la habitación donde se encontró con la sonrisa de Serena.
– "Vaya pensé que no se irían nunca" – dijo el pelinegro – "Nunca pensé que los coqueteos te pusieran tan nervioso" – se burlo la rubia mientras entraba a la habitación para vestirse, seguida por el pelinegro – "Y quien dice que estaba nervioso" – se defendió mientras la observaba quitarse la bata y quedar solamente en ropa interior – "No lo se, tal vez será por que te sonrojaste demasiado" – bromeó la rubia mientras comenzaba a ponerse el vestido – "En ese caso debiste haber dicho algo… o es que acaso no te dan celos" – comento mientras levantaba la ceja de forma coqueta – "Mmmm, para serte sincera no… se que amas demasiado y nunca sería capaz de engañarme y mucho menos dejarme por otra" – le explico muy segura.
Seiya se acerco a ella y la abrazo por la cintura, quedando frente a frente.
– "Por que estas tan segura de eso" – sonrió el pelinegro – "Eso quiere decir que estoy equivocada" – pregunto la rubia mientras lo veía fijamente a los ojos – "No, no estas equivocada nunca podría dejarte" – reconoció… estaba a punto de besarla cuando ella se aparto de su abrazo – "Cuidado con el maquillaje, una vez que todo termine seré completamente tuya" – sonrió la rubia mientras comenzaba a ponerse las zapatillas – "No creo tener la paciencia suficiente para esperar tanto tiempo… pero lo intentare" – coqueteo mientras se recargaba en la pared a esperar a que Serena terminara de vestirse.
Después de que Serena terminó de arreglarse ambos se fueron al lugar donde sería el evento, llagaron en un carro que Seiya había rentado por el tiempo que estuvieran ahí, una vez que entraron al salón todas la miradas se posaron sobre ellos, especialmente sobre Serena que era la sensación del lugar ya que las fotos de la campaña estaban por todo el lugar, definitivamente era un gran evento y la colección sería todo un éxito. En el transcurso del evento Archibald se acerco a saludarlos pero no se quedo con ellos mucho tiempo, cosa que Seiya agradecía puesto que no estaba seguro de poder contener los celos que sentía, el confiaba en Serena pero definitivamente no confiaba en el millonario desde aquella vez en el hospital donde Archibald le había confesado estar completamente enamorado de la rubia. Al termino del evento buscaron a Archibald para despedirse pero no lo encontraron por ningún lado por lo que dedujeron que posiblemente se había marchado, pero cuando salieron del salón lo encontraron dando una conferencia de prensa que se interrumpió en cuanto ellos hicieron acto de presencia ya que todas las cámaras y se posaron sobre Serena.
La rubia se quedo completamente estática, le había pedido personalmente a Archibald que le evitara enfrentarse a la prensa puesto que no quería que tocaran temas de su vida que no estaba dispuesta a compartir con nadie, además de que los últimos meses sentía miedo de que Seiya se llegara enterar por la prensa que había posado para una revista para caballeros tiempo atrás.
– "Srita. Stukino, es verdad que este será su ultimo trabajo como modelo" – pregunto una de las reporteras que estaba rodeándola – "Así es" – sonrió la rubia nerviosa mientras miraba de forma suplicante a Archibald – "Lo siento mucho pero la señorita no puede contestar a ninguna de sus preguntas por que tiene que llegar al aeropuerto o perderá su vuelo" – intentó ayudarla el millonario – "Solo una pregunta más, se habla que Playboy a intentado que acepte trabajar con ellos una vez más, estaría dispuesta nuevamente ante el éxito que tuvo" – pregunto la reportera.
Serena se quedo completamente muda, ni siquiera podía moverse ni mucho menos se atrevía a mirar a Seiya, lo único que quería era desaparecer de ese lugar. Un auto se detuvo frente a ellos y Serena solo sintió como alguien la jalaba y la ayudaba a entrar al vehículo, después de eso sintió como Seiya la abrazaba por los hombros pero no fue capaz de moverse ni decir nada, hasta que escucho una voz muy familiar para ella en el asiente del copiloto.
– "Lo lamento, realmente quise evitar que hablaras con la prensa por eso no estuvieron presentes durante el evento, no pensé que fueras a salir en ese momento" – escucho a Archibald, pero no supo que decir así que permaneció en silencio durante el camino – "Muy bien llegamos" – volvió a hablar Archibald una vez que estuvieron frente al hotel – "Muchas gracias por traernos" – esta vez fue a voz de Seiya la que hablo – "No hay problema y respecto a tu auto, mandare a alguien que lo traiga y lo deje en el estacionamiento" – se ofreció el millonario – "Sería de mucha ayuda, y nuevamente gracias" – agradeció el pelinegro mientras soltaba el abrazo en el que se había refugiado la rubia y una vez que logro bajar del auto le ofreció la mano a Serena para ayudarla a bajar, cuando Serena estaba por salir del auto escucho la voz de Archibald – "Todo estará bien… tranquilízate" – a lo que la rubia asintió con movimiento de cabeza y bajo completamente del vehículo.
Ninguno de los dos hablo hasta que se encoraron en la suite, en cuanto entraron Serena se dejo caer pesadamente sobre el sofá, mientras Seiya se sentaba a su lado.
– "Lo lamento… debí habértelo dicho" – se disculpó la rubia sin atreverse a mirarlo a los ojos – "Fue antes de regresar a Japón, no se como me atreví a hacerlo" – siguió hablando la rubia – "Por que no dices nada" – pregunto al ver que Seiya se mantenía en silenció – "Jajajajajaja" – escucho la risa del pelinegro y por primera vez volvió su mirada a Seiya quien no podía dejar de reía – "Lo siento, es solo que yo ya lo sabía… debiste haber visto tu la expresión en tu rostro cuando lo mencionaron" – hablo el finalmente una vez que logro controlarse – "Queeeeee" – pregunto la rubia – "Me entere hace mucho tiempo y…" – pero fue interrumpido por Serena – "Como lo supiste, quien te…" – se quedó callada al imaginarse quien había sido – "Yaten" – habló mientras se ponía de pie – "Me las pagará cuando lo vuelva a ver, prometió no decir nada" – dijo molesta – "Vamos, de cualquier forma me enteraría…" – sonrió Seiya mientras la abrazaba – "No estas molesto" – pregunto la rubia mientras lo miraba – "No voy a negarte que cuando la vi… sentí mucho coraje" – pero nuevamente la rubia hablo interrumpiéndolo – "La viste" – pregunto muy sonrojada – "Mmmm, si… y debo reconocer que te veías maravillosa, esa noche no pude dormir pensando en ti" – sonrió mientras la atraía hacia el – "Entonces…" – titubeo mientras bajaba la mirada – "Reconozco que me moleste mucho cuando la vi, pero Taiki me dijo algo que me ayudo mucho " – recordó el pelinegro – "También el lo sabe, que vergüenza" – dijo la rubia tapándose el rostro – "Pero ninguno de ellos la ha visto" – intento reconfortarla – "Y que fue lo que te dijo" – pregunto la rubia – "Que de nada servía que cientos de hombre pudieran verte si no podían tocarte… como solamente yo puedo hacerlo" – le dijo mientras acariciaba su espalda sintiendo al piel suave que el escote del vestido le permitía tocar – "Seiya…" – susurro al sentir su reparación sobre sus cuellos – "Esto es algo que solamente yo tengo el placer de poder hacer… eres solo mía" – habló mientras la abrazaba posesivamente – "Por cierto no sabía que la revista volvió a buscarte" – la interrogo mientras se separaba de ella y caminaba hasta el pequeño bar de la habitación – "Lo hicieron, cuando estuve en L.A. la última vez" – contestó la rubia mientras s quitaba las zapatillas y los accesorios que llevaba puestos – "Aceptaste" – inquirió el pelinegro ofreciéndole una copa de vino – "Por supuesto que no… ahora lo único que me interesa es dedicarme a formar una familia feliz a tu lado " – sonrió la rubia a lo que Seiya respondió con una suave beso en su mejilla mientras la abrazaba – "Seiya" – hablo la rubia rompiendo con el silencio que los había envuelto – "Te amo… no me dejes nunca" – pidió mientras se recargaba en el pecho del pelinegro – "No podría hacerlo, sin ti mi vida no tiene sentido" – confesó mientras acariciaba su cabello.
Serena se quedó dormida sobre el pecho firme de Seiya, en sus brazos se sentía segura y sobre todo feliz, Seiya Kou había logrado enseñarle a su corazón como volver a amar.
Por su parte el pelinegro se quedó contemplando su rostro, a veces aun le resultaba increíble que aquella mujer de cual se había enamorado años atrás en un restaurante y que siempre pareció inalcanzable ahora estuviera a su lado; paso horas recordando cada vez que su corazón lloraba la ausencia de aquella mujer que en ese momento dormía sobre su pecho, ahora era feliz y nadie nunca podría arrancarla de su lado.
Serena y sus hijos se habían estado quedando en casa de sus padres desde su regreso de Italia al junto con Mina ya que pensaron que lo mejor era dejar solos a los chicos en su departamento dándoles la oportunidad de despedirse de su soltería, aunque a Seiya no le agrado mucho la idea de dormir lejos de su Bombón no tuvo otra opción que aceptarlo, después de todo finalmente cada uno tendría su propia familia y aunque eso no significaba que no se volverían a ver pues aun seguían siendo hermanos y además la amistad que había entre las tres parejas los mantendría juntos.
Finalmente el día de la boda había llegado, todas las chicas se arreglarían en casa de Serena para poder ayudar a las novias, después de todo sería un día muy especial. Mientras que Ami y Mina se ocupaban de arreglar los últimos detalles de su arreglo ayudadas por Rei y Lita quienes recién habían terminado de vestirse a diferencia de Serena que después de haber correteado al pequeño Haru finalmente había logrado hacer que se vistiera por lo cual ella aun no estaba lista, Serena intentaba cambiar al pequeño Haru quien parecía más emocionado de salir a jugar al jardín en lugar de ponerse un traje. Todo estaba previamente preparado, los chicos esperarían en la iglesia a excepción de Seiya quien había insistido en pasar a buscar a Serena para ayudarla con los niños aunque realmente no soportaba la idea de estar más tiempo sin ver a Serena. Cuando el pelinegro llego por fin a la casa de la familia Stukino se encontró a Haru corriendo por todo el jardín mientras Serena corría tras el con la camisa, la rubia aun no se ponía el vestido que usaría y ni siquiera había tenido tiempo para maquillarse ya que cuando iba a hacerlo la pequeña Yukino comenzó a llorar.
Seiya-Moon- Neo Reina Serena
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
El pelinegro se hecho a reír cuando el pequeño Haru logro esquivar astutamente a la rubia haciendo que esta estuviera punto de caer.
– "Lo siento, necesitas ayuda" – pregunto en cuanto Serena lo vio con ganas de asesinarlo una vez que se vio descubierto por su risa – "Si… encárgate de dejarlo presentable mientras termino de arreglarme y mas te vale mantenerlo limpio hasta que regrese" – le ordenó entregándole la camisa – "A la orden" – bromeó el pelinegro – "Hey Bombón, no me saludaste" – grito Seiya cuando la rubia estaba a punto de entrar, después de todo no se habían visto en casi dos días.
La rubia se giro y sonrió al verlo, no se había dado cuenta lo bien que se veía con aquel smoking puesto y le lanzo un beso mientras le quiñaba un ojo coquetamente, ocasionando que el pelinegro se sonrojara. Serena siempre tenía la capacidad de ponerlo nervioso con una simple mirada y lo sabía, así que trataba de aprovecharse de eso cada vez que tenía la oportunidad.
– "Por ahora me conformo" – le dijo al verla darse la vuelta y entrar a la casa.
Finalmente después de que Seiya se encargo del pequeño Haru Serena logró terminar de arreglarse, cuando por fin salió de su habitación con la pequeña Yukino en sus brazos todos se estaban preparando para irse a la iglesia; cuando entró a la estancia se sorprendió al ver al pequeño Haru sentado sobre un de sofá sentado al lado de Seiya.
– "Como fue que lo conseguiste" – pregunto al ver que Haru estaba muy tranquilo – "Es un secreto" – sonrió Seiya mientras cargaba a la pequeña que le sonrió al verlo – "Me extrañaste no es cierto" – le dijo a la pequeña Yukino mientras la besaba en la mejilla – "Y tu no me extrañaste" – le pregunto a la rubia mientras dejaba a la pequeña Yukino en el portabebés y abrazaba a la rubia – "Por supuesto que si… y tu" – le pregunto al momento que rodeaba su cuellos con ambos brazos – "No tienes idea de cuanto, varias veces estuve a punto de abandonar a mis hermanos y venir a buscarte…" – contestó a media voz terminado por besarla suavemente en los labios – "Y pensar que no será la ultima vez que estemos separados" – dijo Serena entre los brazos del pelinegro – "Pues a donde piensas ir sin mi" – le pregunto un poco extrañado – "Yo a ningún lado, serás tu quien me deje sola o es que olvidaste tu trabajo" – le recordó con una sonrisa – "Vendrás conmigo" – resolvió el pelinegro – "Y correr el riesgo de ser golpeada por tus fans… no lo creo" – bromeo – "Nunca permitiría que nadie te pusiera un dedo encima" – le susurro al oído – "Lo se" – reconoció mientras lo besaba en la mejilla.
Cuando finalmente llegaron a la iglesia se sorprendieron al ver que había muchos reporteros por todo el lugar pues se habían enterado que dos de los integrantes del grupo de moda se casarían. Seiya sonrió al pensar en la cara de sus hermanos quienes habían decidido no decir nada a los medio para evitar justamente lo que ocurría en esos momentos. El pelinegro volteo la mirada hacia la rubia y se preocupo al ver como veía fijamente por la ventana.
– "Sucede algo Bombón" – pregunto mientras la tomaba de la mano – "No, estoy bien… pero vamos a bajarnos aquí" – le dijo mirando a todas las fans – "Mmmm, pues si" – le contestó – "Y deberíamos darnos prisa, están por llegar mis cuñadas" – sonrió mientras cargaba al pequeño Haru y se disponía a bajar del auto.
En cuanto Seiya bajo del los reporteros se dejaron ir sobre el, pero los hombres de seguridad que Kakyuu había contratado por si algo como eso pasaba los detuvieron antes de llegas hasta el, el pelinegro sonrió con resignación y le extendió una mano a Serena para ayudar a bajar. La rubia tapo a la pequeña Yukino quien se había quedado dormida y bajo del auto ayudad por Seiya.
Los flashazos de las cámaras se escuchaban por todos lados, después de todo amos eran reconocidos en el medio, pero el verlos junto lo hacía una mejor noticia. Ambos habían tratado de ser discretos con su relación para evitar cualquier tipo de rumor sobre su relación, pero ahora era una relación completamente pública.
– "Joven Seiya, podemos a caso suponer que Hay algo entre ustedes" – pregunto un reportero quien luchaba con los de seguridad para poder acercarse al pelinegro – "Si… ella es mi esposa y ellos son mis hijos" – contestó Seiya quien seguía caminando llevando del brazo a la rubia quien se sonrojo con la declaración del pelinegro.
Cuando llegaron al interior de la iglesia ya estaba casi todos lo invitados, se acercaron hasta donde se encontraban Yaten y Taiki quienes se veían muy nerviosos, además del la expresión de fastidio que había en la cara del peliplateado.
– "Sucede algo" – le pregunto Serena – "No entiendo como se enteraron, tratamos de manejar todo con mayor discreción" – contesto un poco molesto – "Vamos no pongas esa cara, lo importante es que vas a casarte" – le dijo Seiya – "Y tu Taiki como estas" – le pregunto la rubia al castaño – "Muy nervioso" – contesto mientras veía la entrada de la iglesia por donde aparecerían Mina y Ami en cualquier momento – "Tranquilos, todo va a salir bien…" – los reconforto Seiya.
Cuando finalmente se anunció la llegada de las chicas, Seiya y Serena se sentaron en una de las filas del frente, la rubia miro la decoración del lugar; todo había quedado muy bien, las flores adornaban cada rincón de la iglesia dándole un toque de vida por todos lados recordándole cuando estuvo por unir su vida a la de Haruka.
Mientras la ceremonia transcurría la Sra. Ikuko le pidió a la niña pues la notaba muy extraña, el rostro de la rubia estaba completamente pálido y su mirada parecía perdida en una parte de su pasado que había evitado recordar lo por dolorosa que había sido, nunca antes se había detenido a pensar como había ocurrido todo cuando Haruka murió, tal vez cuando todo era reciente quiso borrarlo de su memoria, pero estando ahí los recuerdos aparecieron frente a ella como si se tratara de una película.
Flash Back
Serena lloraba mientras se aferraba al cuerpo herido de Haruka.
– "Haruka resiste, tienes que estar bien" – le pedía la rubia – "Háblame, por favor dime que estas bien, que muy pronto vamos a estar en nuestro hogar esperando a que nazca nuestro bebe" – le decía la rubia mientras trataba de detener con sus propias manos la sangre del rubio – "S…Se…Serena estas bien" – pregunto el rubio con mucho trabajo – "Si estoy bien pero…" – lloro mientras besaba torpemente las mejillas del rubio que comenzaban a perder color – "Perdóname por no poder quedarme a tu lado" – le pidió – "Haruka, no me dejes, tu no puedes dejarme entiendes" – grito la rubia – "No llores" – le pidió mientras limpiaba las lagrimas de la rubia – "No lo hagas, me prometiste que estaría a mi lado no puedes dejarnos solos, Haru yo no quiero vivir si no estas a mi lado" – lloro la rubia – "Tienes hacerlo… yo voy a esperar el día en el que vuelvas a estar a mi lado, pero mientras eso ocurre tienes que ser feliz" – le pidió, sentía como su sangre mojaba su pecho y un escalofrío recorría su cuerpo – "Te amo Serena" – fue lo ultimo que dijo antes de cerrar los ojos.
Cuando Serena miro a su alrededor todos estaban alrededor de la pareja, pero hizo como si no estuvieran ahí y abrazo el cuerpo sin vida de Haruka, su vestido estaba manchado de sangre al igual que sus manos, acerco sus labios a los del rubio y probo por ultima vez el sabor que estos le brindaban.
Fin del Flash Back
La mano del Seiya sobre la de suya la trajo de vuelta a la realidad, volteó su mirada hacia el y le sonrió, Seiya había logrado hacer que su corazón latiera nuevamente, solo el había sido capaz de devolver la luz que sus ojos habían perdido hacía tantos años.
– "Lo siento, necesitas ayuda" – pregunto en cuanto Serena lo vio con ganas de asesinarlo una vez que se vio descubierto por su risa – "Si… encárgate de dejarlo presentable mientras termino de arreglarme y mas te vale mantenerlo limpio hasta que regrese" – le ordenó entregándole la camisa – "A la orden" – bromeó el pelinegro – "Hey Bombón, no me saludaste" – grito Seiya cuando la rubia estaba a punto de entrar, después de todo no se habían visto en casi dos días.
La rubia se giro y sonrió al verlo, no se había dado cuenta lo bien que se veía con aquel smoking puesto y le lanzo un beso mientras le quiñaba un ojo coquetamente, ocasionando que el pelinegro se sonrojara. Serena siempre tenía la capacidad de ponerlo nervioso con una simple mirada y lo sabía, así que trataba de aprovecharse de eso cada vez que tenía la oportunidad.
– "Por ahora me conformo" – le dijo al verla darse la vuelta y entrar a la casa.
Finalmente después de que Seiya se encargo del pequeño Haru Serena logró terminar de arreglarse, cuando por fin salió de su habitación con la pequeña Yukino en sus brazos todos se estaban preparando para irse a la iglesia; cuando entró a la estancia se sorprendió al ver al pequeño Haru sentado sobre un de sofá sentado al lado de Seiya.
– "Como fue que lo conseguiste" – pregunto al ver que Haru estaba muy tranquilo – "Es un secreto" – sonrió Seiya mientras cargaba a la pequeña que le sonrió al verlo – "Me extrañaste no es cierto" – le dijo a la pequeña Yukino mientras la besaba en la mejilla – "Y tu no me extrañaste" – le pregunto a la rubia mientras dejaba a la pequeña Yukino en el portabebés y abrazaba a la rubia – "Por supuesto que si… y tu" – le pregunto al momento que rodeaba su cuellos con ambos brazos – "No tienes idea de cuanto, varias veces estuve a punto de abandonar a mis hermanos y venir a buscarte…" – contestó a media voz terminado por besarla suavemente en los labios – "Y pensar que no será la ultima vez que estemos separados" – dijo Serena entre los brazos del pelinegro – "Pues a donde piensas ir sin mi" – le pregunto un poco extrañado – "Yo a ningún lado, serás tu quien me deje sola o es que olvidaste tu trabajo" – le recordó con una sonrisa – "Vendrás conmigo" – resolvió el pelinegro – "Y correr el riesgo de ser golpeada por tus fans… no lo creo" – bromeo – "Nunca permitiría que nadie te pusiera un dedo encima" – le susurro al oído – "Lo se" – reconoció mientras lo besaba en la mejilla.
Cuando finalmente llegaron a la iglesia se sorprendieron al ver que había muchos reporteros por todo el lugar pues se habían enterado que dos de los integrantes del grupo de moda se casarían. Seiya sonrió al pensar en la cara de sus hermanos quienes habían decidido no decir nada a los medio para evitar justamente lo que ocurría en esos momentos. El pelinegro volteo la mirada hacia la rubia y se preocupo al ver como veía fijamente por la ventana.
– "Sucede algo Bombón" – pregunto mientras la tomaba de la mano – "No, estoy bien… pero vamos a bajarnos aquí" – le dijo mirando a todas las fans – "Mmmm, pues si" – le contestó – "Y deberíamos darnos prisa, están por llegar mis cuñadas" – sonrió mientras cargaba al pequeño Haru y se disponía a bajar del auto.
En cuanto Seiya bajo del los reporteros se dejaron ir sobre el, pero los hombres de seguridad que Kakyuu había contratado por si algo como eso pasaba los detuvieron antes de llegas hasta el, el pelinegro sonrió con resignación y le extendió una mano a Serena para ayudar a bajar. La rubia tapo a la pequeña Yukino quien se había quedado dormida y bajo del auto ayudad por Seiya.
Los flashazos de las cámaras se escuchaban por todos lados, después de todo amos eran reconocidos en el medio, pero el verlos junto lo hacía una mejor noticia. Ambos habían tratado de ser discretos con su relación para evitar cualquier tipo de rumor sobre su relación, pero ahora era una relación completamente pública.
– "Joven Seiya, podemos a caso suponer que Hay algo entre ustedes" – pregunto un reportero quien luchaba con los de seguridad para poder acercarse al pelinegro – "Si… ella es mi esposa y ellos son mis hijos" – contestó Seiya quien seguía caminando llevando del brazo a la rubia quien se sonrojo con la declaración del pelinegro.
Cuando llegaron al interior de la iglesia ya estaba casi todos lo invitados, se acercaron hasta donde se encontraban Yaten y Taiki quienes se veían muy nerviosos, además del la expresión de fastidio que había en la cara del peliplateado.
– "Sucede algo" – le pregunto Serena – "No entiendo como se enteraron, tratamos de manejar todo con mayor discreción" – contesto un poco molesto – "Vamos no pongas esa cara, lo importante es que vas a casarte" – le dijo Seiya – "Y tu Taiki como estas" – le pregunto la rubia al castaño – "Muy nervioso" – contesto mientras veía la entrada de la iglesia por donde aparecerían Mina y Ami en cualquier momento – "Tranquilos, todo va a salir bien…" – los reconforto Seiya.
Cuando finalmente se anunció la llegada de las chicas, Seiya y Serena se sentaron en una de las filas del frente, la rubia miro la decoración del lugar; todo había quedado muy bien, las flores adornaban cada rincón de la iglesia dándole un toque de vida por todos lados recordándole cuando estuvo por unir su vida a la de Haruka.
Mientras la ceremonia transcurría la Sra. Ikuko le pidió a la niña pues la notaba muy extraña, el rostro de la rubia estaba completamente pálido y su mirada parecía perdida en una parte de su pasado que había evitado recordar lo por dolorosa que había sido, nunca antes se había detenido a pensar como había ocurrido todo cuando Haruka murió, tal vez cuando todo era reciente quiso borrarlo de su memoria, pero estando ahí los recuerdos aparecieron frente a ella como si se tratara de una película.
Flash Back
Serena lloraba mientras se aferraba al cuerpo herido de Haruka.
– "Haruka resiste, tienes que estar bien" – le pedía la rubia – "Háblame, por favor dime que estas bien, que muy pronto vamos a estar en nuestro hogar esperando a que nazca nuestro bebe" – le decía la rubia mientras trataba de detener con sus propias manos la sangre del rubio – "S…Se…Serena estas bien" – pregunto el rubio con mucho trabajo – "Si estoy bien pero…" – lloro mientras besaba torpemente las mejillas del rubio que comenzaban a perder color – "Perdóname por no poder quedarme a tu lado" – le pidió – "Haruka, no me dejes, tu no puedes dejarme entiendes" – grito la rubia – "No llores" – le pidió mientras limpiaba las lagrimas de la rubia – "No lo hagas, me prometiste que estaría a mi lado no puedes dejarnos solos, Haru yo no quiero vivir si no estas a mi lado" – lloro la rubia – "Tienes hacerlo… yo voy a esperar el día en el que vuelvas a estar a mi lado, pero mientras eso ocurre tienes que ser feliz" – le pidió, sentía como su sangre mojaba su pecho y un escalofrío recorría su cuerpo – "Te amo Serena" – fue lo ultimo que dijo antes de cerrar los ojos.
Cuando Serena miro a su alrededor todos estaban alrededor de la pareja, pero hizo como si no estuvieran ahí y abrazo el cuerpo sin vida de Haruka, su vestido estaba manchado de sangre al igual que sus manos, acerco sus labios a los del rubio y probo por ultima vez el sabor que estos le brindaban.
Fin del Flash Back
La mano del Seiya sobre la de suya la trajo de vuelta a la realidad, volteó su mirada hacia el y le sonrió, Seiya había logrado hacer que su corazón latiera nuevamente, solo el había sido capaz de devolver la luz que sus ojos habían perdido hacía tantos años.
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Re: VOLVER AMAR by: Komiku Kou (WAFF - SxS) FINAL
– "Seiya, te amo… por favor promete que siempre estarás a mi lado" – le susurro – "Te prometo que mientras tenga vida no me separé de tu lado a menos que tenga que ir a trabajar" – sonrió el pelinegro besando su mejilla – "Te amo Bombón" – agregó al verla sonrojarse por aquel suave beso – "Gracias" – le dijo la rubia – "Gracias por que" – le pregunto mirándola – "Por salvarme" – contesto la rubia regresando su atención a la ceremonia dando por terminada la conversación con el pelinegro que sujeto su mano con más fuerza comprendiendo a que se refería.
Al final de la ceremonia la fiesta se realizo en una hacienda en las afueras de la ciudad, el lugar era muy exclusivo por lo que la prensa no pudo si quiera acercarse al lugar cosa que agradecieron los chicos ya que así disfrutarían de la fiesta sin preocuparse por las cámaras. Mina y Ami estaban especialmente felices, no podían dejar de sonreír, incluso Yaten lucía muy alegre. Las demás chicas también estaba disfrutando de la fiesta, y a pesar de que Serena de repente tenía que salir corriendo tras el pequeño Haru también se estaba divirtiendo mucho. La velada transcurrió alegremente y cuando los dos parejas ya se habían marchado rumbo al aeropuerto para su luna de miel, que a pesar de que Mina intento que fuera en el mismo lugar no había logrado convencer a Yaten de aceptar y al final cada pareja viajaría a un lugar diferente, los demás se quedaron un par de horas más, los pequeño de Serena se habían quedado dormidos y cuando los padres de Serena se marcharon se los llevaron consigo junto con la pequeña de Darien y Michiru quienes quedaron de pasar por ella más tarde.
Todos estaban sentados alrededor de un lago artificial que había en la hacienda, platicando de todo lo que había ocurrido en la fiesta, hasta que Rei cambio el tema sorprendiendo tanto a Serena como a Seiya.
– "Y bien cuando se casan ustedes" – habló la morena – "Mmmm… aun no tenemos fecha pero espero que sea pronto" – contestó Serena – "Que parece en cuanto regresen mis hermanos" – contesto Seiya – "Pero, ya tienes planeado algo" – pregunto Michiru – "Si, pero aún no puedo contarles nada" – sonrió la rubia a lo que todos la observaron muy intrigados – "Vamos cuéntanos" – pidió Lita – "Lo siento, tendrán que esperar" – contesto la rubia mientras le lanzaba una mirada cómplice a Seiya que se limitó a sonreír y abrazarla mientras le susurraba al oído – "Te amo…" – ocasionando que la rubia se sonrojara y se estremeciera al sentir la respiración de Seiya sobre su cuello
Habían pasado varios días desde la boda, días en los cuales Serena y Seiya habían disfrutado de igual forma ya que por primera vez en mucho tiempo ninguno de los dos tenía absolutamente nada que hacer por lo que pasaban todo el día juntos, disfrutando al máximo de su familia y de su mutua compañía. Seiya se pasaba el día jugando con el pequeño Haru mientras que Serena se encargaba de cuidar de Yukino y preparar la comida, pero cuando llegaba la noche y sus hijos dormían disfrutaban pasar horas platicando sobre cualquier cosa, aunque claro las platicas se volvían caricias y besos que siempre terminaba con una maravillosa entrega de amor de la cual la noche era su única testigo.
Una noche mientras Serena dormía plácidamente después una larga entrega de amor, el pelinegro no podía hacer otra cosa más que contemplar a la hermosa mujer que tenía a su lado, sin duda era un hombre completamente feliz en todos los aspectos, llevo su mano hasta la suave cintura de la rubia debajo de las sabanas la abrazo contra su cuerpo, a pesar de saberla suya había ocasiones como esa en la que sentía tanto miedo a estar viviendo un sueño o que al despertar ella no estuviera más a su lado.
Hundió su cabeza entre el cuello de la rubia e intento dormir, sin darse cuenta como cayó en un sueño que lejos de ser hermoso era una pesadilla en la cual alguien lo alejaba se Serena y el no podía hacer nada para evitarlo. Despertó desesperado y bañado en sudor, pero lo asusto el hecho de que Serena no estuviera junto a el, si no que se hallaba solo dentro de la habitación, rápidamente salió de la cama y corrió hasta la habitación de Yaten que era donde estaban durmiendo sus hijos, al abrir la puerta, frente a el estaba la rubia alimentando a su pequeña hija quien sonrió al verlo y continuo alimentando a la pequeña que pasados varios minutos se había quedado dormida nuevamente.
Después de dejar al pequeña el la cuna nuevamente se acerco a Seiya que se había quedado observándola recargado sobre el marco de la puerta.
– "Estas bien, pareces un poco asustado" – bromeo la rubia mientras lo abrazaba, notando por primera vez como la camisa de Seiya estaba completamente mojada de sudor – "Estas todo sudado, te pasa algo" – pregunto un poco preocupada por el pelinegro.
Seiya en lugar de contestar se aferro a ella y no pudo evitar que un par de lágrimas escapara de sus zafiros y corrieran hasta caer sobre los hombros de la rubia que comenzaba a preocuparse más por la actitud del pelinegro.
– "Seiya… que sucede" – pregunto una vez más – "Promete que no te iras de mi lado, no podría soportar perderte… es que te amo tanto" – le susurro al oído – "No tienes que pedírmelo, ya que no pienso dejarte ir nunca" – contesto la rubia besando su mejilla y consiguiendo una sonrisa por parte de Seiya – "Pero ven, vamos a que te des una baño… o te puedes enfermar" – sonrió mientras lo jalaba de una brazo – "Solo si tu vienes conmigo" – le pidió mientras la seguía a la habitación – "Me encantaría pero tengo mucho frio, prefiero que te des prisa entre conmigo a la cama" – le contesto y una vez que entraron a la habitación la rubia se acostó en la cama, a lo que Seiya solo suspiro y entro al cuarto de baño.
Serena espero a que Seiya terminara de bañarse y una vez que el pelinegro estuvo recostado a su lado se aferro a el mientras disfrutaba de la fragancia que el se había puesto, mientras pensaba como había sido que se había enamorado de esa manera de él cuando años atrás solo había podido verlo como un amigo. Se recargo sobre sus brazos para quedar frente al rostro del pelinegro, encontrándolo profundamente dormido, se acerco sigilosamente hasta sus labios rozándolos dulcemente y nuevamente se acomodo sobre su pecho.
– "Te amo…" – susurro antes de quedarse dormida entre los brazos protectores del pelinegro.
Habían pasado cerca de dos meses desde que Yaten, Taiki y las chicas se habían ido de luna de miel y no planeaban regresar por lo menos en quince días más, pero a pesar de estar prácticamente solos en el departamento no tenían mucha intimidad, ya que sus hijos consumían la mayor parte de su tiempo durante el día y por la noche había ocasiones en las que Haru se negaba rotundamente a abandonar su cama y terminaba durmiendo entre ellos, pero a pesar de todo ambos estaban felices, Seiya aprovechaba cada oportunidad que se le presentaba para besar, abrazar o simplemente dedicarle una sonrisa a la rubia.
Pero las pocas veces que habían hecho el amor no habían sido en vano y la mejor prueba de ellos se encontraba en la cita que había hecho Serena con el doctor, ya que los últimos días no se había sentido muy bien, y tenías la ligera sospecha de que estaba nuevamente embarazada, pero aun no había querido contarle nada al pelinegro. El día de la cita la rubia se arreglo ante la mirada curiosa del pelinegro.
– "A donde vamos" – le pregunto Seiya, temeroso de haber olvidado que saldrían – "No vamos, voy" – contesto la rubia mientras se ponía un poco de su perfume favorito – "Piensas abandonarme a mi suerte con nuestros hijos" – dramatizo mientras dejaba la cama donde había estado recostado – "Solo serán un par de horas quede de acompañar Lita a un mandado" – le mintió mientras se ponía frente a su futuro esposo – "Pero no quiero quedarme solo" – se quejo mientras la abrazaba por la cintura – "No estarás solo, además Yukino no tarda en despertar" – sonrió a la vez que se soltaba de los brazos de Seiya y tomaba su bolso – "Oh esta bien, solo no tardes" – se resigno el pelinegro mientras ella se despedía de él con un suave beso en su mejilla – "Lo prometo… además tal vez te traiga una sorpresa" – finalizo la rubia mientras dejaba solo al pelinegro dentro de la habitación y salía del departamento.
La rubia tomo el deportivo rojo que había traído nuevamente desde L.A. y partió a la clínica donde tenía la cita, en cuanto llegó el doctor la atendió rápidamente y le mando hacer una prueba para confirmar sus propios resultados ya que por los síntomas de la rubia creía que se trataba de un embarazo, le pidió que regresara en media hora para poder entregarle los resultados.
Serena no estaba nerviosa pues estaba casi segura de que estaba embarazada solamente quería confirmarlo con una prueba medica, aunque estaba muy contenta no podía dejar de pensar que tanto Haru como Yukino aún era muy pequeños, especialmente Yukino que ni siquiera había cumplido los seis meses, por lo que aun demandaba demasiado su atención, sabía que sería difícil pero le reconfortaba el saber que no estaba sola ya que Seiya estaba a su lado y para suerte suya no le molestaba para nada cambiar pañales sucios. Mientras esperaba a que pasara el tiempo salió a caminar un poco, en un pequeño parque que estaba frente a la clínica, se sentó en una de las bancas del lugar dándose cuenta de lo mucho que había cambiado su vida, y a pesar de todo lo que había sufrido ahora se sentía completamente dichosa, llevo su mano cerca de su vientre y sonrió al pensar lo feliz que se pondría Seiya cuando se enterara después de todo el pelinegro disfrutaba cada momento cerca de Yukino y Haru. Miro su reloj y al ver que había pasado más de la media hora regreso al consultorio donde la recepcionista la hizo pasar en cuanto llegó.
– "Muy bien, ya tengo sus resultado y permítame felicitarla esta usted embaraza" – le dijo el medico mientras le entregaba el sobre de los análisis – "Muchas gracias" – sonrió la rubia – "Muy bien ahora me gustaría que regresara para practicarle algunos otros estudio y poder llevar un control de su embarazo" – le pidió mientras se ponía de pie – "Esta bien, haré la cita con su secretaria…" – aceptó.
Después de haber dejado el consultorio regreso al departamento, ni siquiera tenía la menor idea de cómo se lo diría a Seiya, quería que fuera especial, cuando estaba por entrar se le ocurrió una idea y regreso de nuevo al estacionamiento y subió a su auto con un idea en la cabeza. Manejo hasta el centro comercial, compro un par de zapatitos para bebe y un enorme globo que decía "Tendremos un Bebe" y después compro un pastel de chocolate más que como regalos había sido un antojo cuando paso frente a la pastelería, cuando iba de regreso al departamento se percato habían pasado más de tres horas desde que había salido y estaba segura que Seiya estaría o bien disgustado por el retraso o muy preocupado, pero sabía que en cuanto se enterara que serían papas otra vez se olvidaría de todo lo demás.
Una vez que estuvo frente al departamento busco las llaves y al entrar se sorprendió al no escuchar ni un solo ruido en la casa, dejo el pastel sobre la mesa junto a los pequeños zapatitos que tenían el globo atado y entro a su habitación, sonrió al ver a Seiya dormido junto a Haru mientras que la pequeña Yukino estaba en la cuna, se llevó la mano a su vientre sabiendo que en algunos meses su familia sería más grande, quiso despertar a Seiya pero el pelinegro lucía tan encantador que prefirió dejarlo dormir, con mucho cuidado de no hacer ruido busco algo ligero para ponerse después de darse una baño y salió de la habitación para ducharse en el cuarto de Yaten.
Después de terminar de bañarse y cambiarse optó por preparar algo de cenar pero en cuanto entro a la cocina cambio de opinión y encargo una pizza, mientras esperaba a que su pedido llegara se recostó sobre el sillón, cerró los ojos tratando de descansar un poco por lo que no dio cuenta cuando Seiya salió de la habitación y se acerco a ella para besarla hasta que sintió sus labios sobre los suyos, sonrió levemente y lo abrazo por el cuellos. Lo amaba tanto, que su sola presencia estremecía su cuerpo.
– "Te amo" – le dijo la rubia – "Eso es una disculpa por haber tardado tanto" – sonrió el pelinegro mientras la ayudaba a levantarse – "No… para eso te tengo otra sorpresa" – contesto la rubia, pero en ese momento tocaron el timbre – "Esperamos a alguien" – pregunto mientras caminaba hasta la puerta
Al abrir se encontró con el repartidor de pizza, recibió el pedido y pago, cuando regreso frente a Serena dejo las pizzas sobre el sofá y la abrazo
– "Pensaba comprarme con comida" – le susurro al oído, provocando que Serena sonriera – "Funciono" – le pregunto – "Mmmm, solo por que tengo hambre, pero hubiera preferido otra cosa" – le guiño un ojo mientras la liberaba de su abrazo y tomaba nuevamente las pizzas y caminaba hasta la cocina – "Podrías poner la mesa" – le pidió la rubia esperando a que descubriera la sorpresa que había dejado ahí para el.
Lo escucho en la cocina buscando algunos platos y sacando un refresco del refrigerador, después escucho sus pasos acercarse al comedor y después nada, pasaron varios minutos y no lo escucho hacer ni decir nada, busco dentro de su bolsa el sobre que le había entregado el médico y entro al comedor, sonrió al verlo con los zapatitos en la mano sin poder moverse. Se acerco hasta el y lo abrazo por un costado.
– "Te gusto tu sorpresa" – le pegunto – "Bombón…" – hablo Seiya por primera vez pero no se movió por lo que la rubia lo soltó del abrazo y tomó el par de zapatitos que Seiya tenía entre sus manos y los dejo nuevamente sobre la mesa.
Tomo una de las manos del pelinegro y la coloco sobre su vientre, ante la mirada de sorpresa del pelinegro quien, inmediatamente se abalanzo sobre ella y la abrazo efusivamente.
– "No lo puedo creer… estas segura" – pregunto Seiya al haber recuperado el habla – "Si… tengo cerca de dos meses"– sonrió la rubia entre los brazos del pelinegro – "Estas feliz" – pregunto Serena tímidamente – "Por supuesto que estoy feliz, es solo que no lo esperaba… pero te das cuenta tendremos otro hijo" – sonrió Seiya mientras la levantaba del piso y la sentaba sobre la mesa para terminar por darle un beso que termino en el cuello de la rubia – "Si no dejas de provocarme de esa manera terminaremos creando nuestro propio quipo de futbol" – le susurro cerca del oído mientras aspiraba el perfume de la rubia – "Yo… si fuiste tu el empezó" – se quejo la rubia al verse incriminada por los actos cometidos por el pelinegro – "Si… pero tu sola presencia provoca mis instintos más bajos" – sonrió provocando la risa de la rubia – "No te burles, que es enserio, tal vez si no fueras tan sensual y provocativa" – inquirió mientras deslizaba una de sus manos por la espalda de la rubia – "Entonces… quizá no estarías conmigo" – contesto entrecortadamente dejándose llevar por las carias de Seiya – "Lo vez ahí vamos de nuevo" – se separo Seiya mientras la rubia sonreía ante la mirada penetrante del pelinegro.
Quince días después todos se encontraba en el templo Hikawa donde se estaban preparando para la pequeña fiesta de bienvenida para los recién casados que después de una muy larga luna de miel por fin regresaban, además de que Serena y Seiya tenían planeado finalmente poner una fecha para su boda así como confiarles sus planes para tan ansiada ceremonia y por que no quizá también les harían participe del futuro nacimiento de su bebe.
Ese pequeño ser creciendo dentro del vientre Serena había sido la causa principal de los excesivos cuidados del pelinegro hacía ella durante la decoración para la fiesta, incapacitándola hasta para ponerse a jugar con Haru por el jardín o si quiera cargar por mucho tiempo a la pequeña Yukino, cosa que a Serena se le hacia extremadamente exagerada por lo que hacía caso omiso de las indicaciones que Seiya le había dado una vez que se fue al aeropuerto para recibir a sus hermanos y poder guiarlos hasta el templo evitando que se escaparan. En cuando Serena escucho el carro de Seiya alejarse se sintió un poco liberada y corrió por todo el jardín jugando con el pequeño Haru mientras vigilaba a la pequeña Yukino quien yacía dormida debajo de la sombra de un gran árbol.
– "Serena… sucede algo" – le pregunto Rei cuando la rubia se acerco a una de las mesas que habían colocado buscando un poco de agua – "Por que lo preguntas" – sonrió la rubia – "No lo se… tu y Seiya han estado actuando un poco extraños" – contesto pensando en la actitud tan sobreprotectora del pelinegro – "Tienes razón, si sucede algo pero no lo sabrán hasta que estemos todos reunidos, por cierto los Darien y Michiru ya se tardaron no crees" – inquirió la rubia, pero antes de su pregunta fuera contestas aparecieron Lita y Kakyuu con algunos de los platillos que habían preparado para la ocasión – "Hey que les parece la comida" – sonrió Lita mientras le mostraba los platillos preparados tanto por ella como por la pelirroja – "Se ve muy bien" – contesto la rubia, ante una mirada curiosa de Rei quien trataba de imaginarse que sería esa notica que tenía la pareja.
Al cabo de una rato apareció Darien junto con su familia, y casi al mismo tiempo también llego Seiya junto con Yaten, Taiki y las chicas, no había duda de que esa luna de miel había obrado maravillas en ambas parejas ya que lucían extremadamente felices, además de que Mina tenía ya un hermosos vientre abultado que hacía honor a los cuatro meses de gestación. La comida se disfruto entre las anécdotas de Mina y Ami sobre sus respectivos viajes aunque la última semana habían encargado de convencer a Yaten y a Taiki para que se reunieran en una paradisiaca playa del pacifico. Al final de la tarde mientras Ami cargaba a la pequeña Yukino y Haru jugaba junto a la pequeña hija de la familia Chiva, Serena y Seiya decidieron que era hora de comunicarles sobre sus planes.
– "Muchachos, Serena y yo tenemos un par de anuncios que hacerles" – le dijo Seiya para llamar su atención – "Por fin decidieron casarse no es cierto" – grito Mina muy emocionada – "Pues si, tenemos planes de casarnos al final de este mes" – sonrió el pelinegro mientras abrazaba a la rubia – "Pero no creen que esa muy pronto solo faltan dos semanas y una boda lleva tiempo" – exclamo Rei – "Lo que pasa es que nuestra ceremonia será algo muy intimo… la verdad solo ustedes y mis padres estarán presentes" – les explico Serena – "Me parece una buena… pero tienes paneado algo" – sonrió Michiru – "Pues si, la ceremonia será en alta mar" – hablo Serena – "Es una idea maravillosa" – expreso Kakyuu, quien siempre había deseado que Serena fuera muy feliz, después de todo consideraba que la rubia realmente merecía serlo después de haber alegrado la vida de su hermano – "Además eso no es todo" – sonrió Seiya, lanzando una mirada cómplice a Serena quien asintió en señal de aprobación – "Que es lo que sucede" – pregunto Yaten – "Pues mi Bombón y yo, tendremos otro hijo" – termino de decir con una sonrisa – "Que" – gritaron las chicas – "Si Serena esta embazada, tiene cerca de dos meses" – explico el pelinegro, al momento que llevaba una de sus manos al vientre de la rubia – "Vaya hermano, tu si que no pierdes el tiempo" – se burlo Yaten provocando que la pareja se sonrojara ocasionando la risa de todos – "Pues tu no te quedas atrás" – se defendió mientras señalaba a Mina – "Pues si pero… ustedes ya tienen dos" – le recordó – "No puede ser, ya van a empezar con sus pleitos" – se quejo Taiki – "Taiki tiene razón… muchas felicidades Serena" – le dijo Ami mientras la abrazaba con cuidado de no despertar a la pequeña Yukino – "Si muchas felicidades" – le dijeron todas la demás chicas y comenzaron a abrazarla – "Que… yo no cuento, ella no lo hizo sola" – se quejo el pelinegro – "Muchas felicidades hermano" – le dijeron tanto Taiki como Yaten.
El transcurso de la tarde se la pasaron entre planes para la boda y los regaños tanto de Seiya para Serena como de Yaten para Mina quienes insistían en mantenerlas alejadas de la comida ya que ambas no dejaban de comer cualquier cosa que tuvieran al alcance.
Los días posteriores, Serena se la paso organizando su boda ayudada por la chicas y sus mamá mientras que Seiya se encargaba de cuidar a los pequeños, realmente era sorprenderte ver la forma en la que Seiya se ocupaba del cuidado de sus hijos, era un poco extraño ya que el pelinegro siempre pareció demasiado infantil ante los ojos de sus hermanos pero precisamente eso era lo que lo hacía un buen papá, ya que era capaz de pasarse horas frente al televisor viendo caricaturas con el pequeño Haru mientras vigilaba el sueño de su pequeña. Había ocasiones en las que Serena regresaba y lo encontraba dormido sobre la alfombra junto a sus hijos rodeados de infinidad de juguetes.
Cuando el día de la boda finalmente había llegado todo había quedado perfecto, el Yate que habían rentado estaba perfectamente decorado con rosas blancas por todos lados, se habían hecho a la mar una hora antes de la boda y mientras Serena se arreglaba ayudada por Setsuna y las demás chicas en uno de los camarotes Seiya estaba en el otro acompañado por sus hermanos y por Darien. Por otro lado Kakyuu y la mamá de Serena se encargaban de los niños mientras que el Sr. Stukino atendía al juez que realizaría la ceremonia y organizaba a los meseros que atenderían en la recepción.
Al llegar la hora de la boda todos habían ocupado sus lugares, solamente faltaba que Serena hiciera acto de presencia, pasados cincos minutos la rubia apareció luciendo un vestido realmente sencillo en corte straple que le llegaba debajo de las rodillas, en cuanto Seiya la vio no pudo evitar sonreír al verla, le resultaba increíble que por fin sería su esposa, miro el vientre de la rubia mientras ella se acercaba a su lado aún no se podía percibir su embarazo pero el sabía que dentro de ella crecía su nuevo bebe, escucho a Yukino sonreír a las caricias del pequeño Haru y se dio cuenta que tenía todo lo que siempre había deseado, una familia al lado de su ángel y sobre todo el amor de la rubia.
Mientras Serena caminaba hacia el pelinegro que la observaba con una sonrisa no pudo evitar sonrojarse al darse cuenta de que su sola mirada era capaz de lograr en ella, sentía como corazón comenzaba a latir tan deprisa, una vez que llego al lado del pelinegro le sonrió mientras este se acercaba para recibirla con un beso en la frente.
– "Te vez hermosa" – le susurro cerca del oído – "Gracias, tu también te vez muy bien" – contesto sin poder evitar sonrojarse aún más – "Mira lo que consigue me sonrojo como una estudiante ante el amor de su vida" – siguió hablando – "Y no soy el amor de tu vida" – pregunto Seiya mientras le quiñaba un ojo – "En este momento eres lo eres" – contesto mientas besaba su mejilla.
Durante el transcurso de la ceremonia Serena no dejo de pensar en la pregunta que Seiya le había hecho (Y no soy el amor de tu vida), sabía que estaba ahí en ese momento por que lo amaba y quería estar a su lado toda la vida pero entonces que había sido Haruka, también lo había amado y su corazón aún lamentaba haberlo perdido, sintió como el pelinegro apretaba su mano haciéndole sentir que estaba con ella, desvió su mirada hacia los ojos del pelinegro y al reflejarse en sus zafiros encontró su lugar… su lugar estaba al lado de ese hombre con el pretendía pasar el resto de su vida, era cierto que Haruka había sido muy importante para ella pero su amor se había convertido en un hermosos recuerdo que guardaría dentro de su corazón.
Al final de la ceremonia Seiya sello el lazó que los uniría para toda la vida besando a su ángel, momento que sería recordado por siempre gracias a Mina que había tomado una foto en el momento indicado. Después pasaron toda la tarde celebrando en compañía de todos sus amigos, definitivamente su amistad duraría toda la vida, mientras Seiya cargaba al pequeño Haru para que viera el océano la rubia observaba a cada uno de sus amigos, Mina y Yaten lucían realmente felices esperando la llagada de su bebe, Taiki y Ami disfrutaban plenamente de su matrimonio, Michiru y Darien pasaba cada momento demostrándose su amor mediante miradas secretas, Kakyuu, Lita, Rei a pesar de no tener un relación amorosa formal disfrutaban a cada momento de su vida, Serena sonrió al darse cuenta que todos a su alrededor eran felices.
Cuando la noche cayó Seiya se acerco hasta ella y la abrazó por la espalda, disfrutando del aroma de su Bombón, acerco su rostro cerca de su oído y beso su cuellos antes de hablarle.
– "Estas feliz" – le pregunto Seiya – "Demasiado" – contesto suavemente mientras cerraba los ojos disfrutando de la cercanía del pelinegro – "Y lo estarás aún más te tengo una sorpresa, pero antes tengo que vendarte los ojos" – le dijo mientras sacaba una pañuelo de su saco – "Que es lo que estas planeando" – inquirió la rubia extrañada por la petición que Seiya le había hecho – "No puedo decirte es un sorpresa… confías en mi" – le pregunto extendiendo el pañuelo ante sus ojos.
Serena solo sonrió y asintió dejando que el pelinegro le vendara sus ojos ante la mirada de todos los presentes de los cuales solamente sus hermanos conocían cual era la sorpresa. Mina se acerco a Serena y le coloco su abrigo ya que la noche comenzaba a enfriar, de pronto apareció otro bote junto a ellos y se colocó de forma que pudieran conectarlos con una rampa.
– "Seiya que sucede" – pregunto Serena ante el ruido que se estaba produciendo – "Ten paciencia" – le susurro y la cargo para pasar con ella sobre la rampa hasta el otro bote – "Ahora si" – le dijo mientras la bajaba nuevamente y le retiraba el pañuelo de los ojos – "Sorpresa" – sonrió mientras la rubia veía a sus amigaos en el otro bote – "Pero… a donde vamos" – pregunto mientras veía como retiraba la rampa que los unía – "Es nuestra noche de bodas… y por los niños no te preocupes Mina y Ami se ofrecieron a cuidar de ellos" – le explico a la pregunta que aún no se formulaba en la boca de la rubia pero sabía que estaba pensando – "Oh Seiya… te amo tanto" – le dijo mientras lo abrazaba.
Cuando Serena se separo del abrazo del pelinegro el bote donde viajaban sus amigos ya se había alejado lo suficiente de ellos y parecía que estaban completamente solos, el pelinegro la guío de la mano hasta la cubierta donde había preparado una botella de champaña, le sirvió una copa y se la entrego. Bebieron en silencio mientras Serena mantenía la mirada fija en el horizonte.
– "En que piensas" – lo escucho preguntarle – "En lo maravillosa que es mi vida desde que llegaste a rescatarme" – le contesto sin mirarlo a los ojos – "Te equivocas, fuiste tu quien me rescato a mi de la obscuridad en la que me estaba perdiendo cuando todo indicaba que te había perdido" – le confeso aferrándola contra su cuerpo en un abrazo – "Bueno eso ya no importa, ahora estamos juntos y no pienso dejarte ir nunca mientras este con vida" – le confeso mientras inclinaba su cabeza como respuesta al sentir los labios de Seiya sobre su cuellos – "Te amo Bombón" – sonrió mientras la giraba para quedar frente a ella – "Y yo te amo a ti…" – le contesto mientras se aceraba a sus labios – "Gracias por ser la estrella que ilumina mi vida… por ti descubrí que es posible Volver a Amar" – finalizo frente a él, provocando una caricia del pelinegro que termino por besarla apasionadamente mientras sonreía al darse cuenta que ella era más que un ángel en su vida, para él ella era simplemente su Bombón.
chicas con el dolor de mi alma se termina este HERMOSOO FIC.. es uno de lso mejores fic Serena y Seiya.. ame este fic y lo seguire amando, gracias por leerlo junto ami... me alegra que les gustara
Al final de la ceremonia la fiesta se realizo en una hacienda en las afueras de la ciudad, el lugar era muy exclusivo por lo que la prensa no pudo si quiera acercarse al lugar cosa que agradecieron los chicos ya que así disfrutarían de la fiesta sin preocuparse por las cámaras. Mina y Ami estaban especialmente felices, no podían dejar de sonreír, incluso Yaten lucía muy alegre. Las demás chicas también estaba disfrutando de la fiesta, y a pesar de que Serena de repente tenía que salir corriendo tras el pequeño Haru también se estaba divirtiendo mucho. La velada transcurrió alegremente y cuando los dos parejas ya se habían marchado rumbo al aeropuerto para su luna de miel, que a pesar de que Mina intento que fuera en el mismo lugar no había logrado convencer a Yaten de aceptar y al final cada pareja viajaría a un lugar diferente, los demás se quedaron un par de horas más, los pequeño de Serena se habían quedado dormidos y cuando los padres de Serena se marcharon se los llevaron consigo junto con la pequeña de Darien y Michiru quienes quedaron de pasar por ella más tarde.
Todos estaban sentados alrededor de un lago artificial que había en la hacienda, platicando de todo lo que había ocurrido en la fiesta, hasta que Rei cambio el tema sorprendiendo tanto a Serena como a Seiya.
– "Y bien cuando se casan ustedes" – habló la morena – "Mmmm… aun no tenemos fecha pero espero que sea pronto" – contestó Serena – "Que parece en cuanto regresen mis hermanos" – contesto Seiya – "Pero, ya tienes planeado algo" – pregunto Michiru – "Si, pero aún no puedo contarles nada" – sonrió la rubia a lo que todos la observaron muy intrigados – "Vamos cuéntanos" – pidió Lita – "Lo siento, tendrán que esperar" – contesto la rubia mientras le lanzaba una mirada cómplice a Seiya que se limitó a sonreír y abrazarla mientras le susurraba al oído – "Te amo…" – ocasionando que la rubia se sonrojara y se estremeciera al sentir la respiración de Seiya sobre su cuello
Habían pasado varios días desde la boda, días en los cuales Serena y Seiya habían disfrutado de igual forma ya que por primera vez en mucho tiempo ninguno de los dos tenía absolutamente nada que hacer por lo que pasaban todo el día juntos, disfrutando al máximo de su familia y de su mutua compañía. Seiya se pasaba el día jugando con el pequeño Haru mientras que Serena se encargaba de cuidar de Yukino y preparar la comida, pero cuando llegaba la noche y sus hijos dormían disfrutaban pasar horas platicando sobre cualquier cosa, aunque claro las platicas se volvían caricias y besos que siempre terminaba con una maravillosa entrega de amor de la cual la noche era su única testigo.
Una noche mientras Serena dormía plácidamente después una larga entrega de amor, el pelinegro no podía hacer otra cosa más que contemplar a la hermosa mujer que tenía a su lado, sin duda era un hombre completamente feliz en todos los aspectos, llevo su mano hasta la suave cintura de la rubia debajo de las sabanas la abrazo contra su cuerpo, a pesar de saberla suya había ocasiones como esa en la que sentía tanto miedo a estar viviendo un sueño o que al despertar ella no estuviera más a su lado.
Hundió su cabeza entre el cuello de la rubia e intento dormir, sin darse cuenta como cayó en un sueño que lejos de ser hermoso era una pesadilla en la cual alguien lo alejaba se Serena y el no podía hacer nada para evitarlo. Despertó desesperado y bañado en sudor, pero lo asusto el hecho de que Serena no estuviera junto a el, si no que se hallaba solo dentro de la habitación, rápidamente salió de la cama y corrió hasta la habitación de Yaten que era donde estaban durmiendo sus hijos, al abrir la puerta, frente a el estaba la rubia alimentando a su pequeña hija quien sonrió al verlo y continuo alimentando a la pequeña que pasados varios minutos se había quedado dormida nuevamente.
Después de dejar al pequeña el la cuna nuevamente se acerco a Seiya que se había quedado observándola recargado sobre el marco de la puerta.
– "Estas bien, pareces un poco asustado" – bromeo la rubia mientras lo abrazaba, notando por primera vez como la camisa de Seiya estaba completamente mojada de sudor – "Estas todo sudado, te pasa algo" – pregunto un poco preocupada por el pelinegro.
Seiya en lugar de contestar se aferro a ella y no pudo evitar que un par de lágrimas escapara de sus zafiros y corrieran hasta caer sobre los hombros de la rubia que comenzaba a preocuparse más por la actitud del pelinegro.
– "Seiya… que sucede" – pregunto una vez más – "Promete que no te iras de mi lado, no podría soportar perderte… es que te amo tanto" – le susurro al oído – "No tienes que pedírmelo, ya que no pienso dejarte ir nunca" – contesto la rubia besando su mejilla y consiguiendo una sonrisa por parte de Seiya – "Pero ven, vamos a que te des una baño… o te puedes enfermar" – sonrió mientras lo jalaba de una brazo – "Solo si tu vienes conmigo" – le pidió mientras la seguía a la habitación – "Me encantaría pero tengo mucho frio, prefiero que te des prisa entre conmigo a la cama" – le contesto y una vez que entraron a la habitación la rubia se acostó en la cama, a lo que Seiya solo suspiro y entro al cuarto de baño.
Serena espero a que Seiya terminara de bañarse y una vez que el pelinegro estuvo recostado a su lado se aferro a el mientras disfrutaba de la fragancia que el se había puesto, mientras pensaba como había sido que se había enamorado de esa manera de él cuando años atrás solo había podido verlo como un amigo. Se recargo sobre sus brazos para quedar frente al rostro del pelinegro, encontrándolo profundamente dormido, se acerco sigilosamente hasta sus labios rozándolos dulcemente y nuevamente se acomodo sobre su pecho.
– "Te amo…" – susurro antes de quedarse dormida entre los brazos protectores del pelinegro.
Habían pasado cerca de dos meses desde que Yaten, Taiki y las chicas se habían ido de luna de miel y no planeaban regresar por lo menos en quince días más, pero a pesar de estar prácticamente solos en el departamento no tenían mucha intimidad, ya que sus hijos consumían la mayor parte de su tiempo durante el día y por la noche había ocasiones en las que Haru se negaba rotundamente a abandonar su cama y terminaba durmiendo entre ellos, pero a pesar de todo ambos estaban felices, Seiya aprovechaba cada oportunidad que se le presentaba para besar, abrazar o simplemente dedicarle una sonrisa a la rubia.
Pero las pocas veces que habían hecho el amor no habían sido en vano y la mejor prueba de ellos se encontraba en la cita que había hecho Serena con el doctor, ya que los últimos días no se había sentido muy bien, y tenías la ligera sospecha de que estaba nuevamente embarazada, pero aun no había querido contarle nada al pelinegro. El día de la cita la rubia se arreglo ante la mirada curiosa del pelinegro.
– "A donde vamos" – le pregunto Seiya, temeroso de haber olvidado que saldrían – "No vamos, voy" – contesto la rubia mientras se ponía un poco de su perfume favorito – "Piensas abandonarme a mi suerte con nuestros hijos" – dramatizo mientras dejaba la cama donde había estado recostado – "Solo serán un par de horas quede de acompañar Lita a un mandado" – le mintió mientras se ponía frente a su futuro esposo – "Pero no quiero quedarme solo" – se quejo mientras la abrazaba por la cintura – "No estarás solo, además Yukino no tarda en despertar" – sonrió a la vez que se soltaba de los brazos de Seiya y tomaba su bolso – "Oh esta bien, solo no tardes" – se resigno el pelinegro mientras ella se despedía de él con un suave beso en su mejilla – "Lo prometo… además tal vez te traiga una sorpresa" – finalizo la rubia mientras dejaba solo al pelinegro dentro de la habitación y salía del departamento.
La rubia tomo el deportivo rojo que había traído nuevamente desde L.A. y partió a la clínica donde tenía la cita, en cuanto llegó el doctor la atendió rápidamente y le mando hacer una prueba para confirmar sus propios resultados ya que por los síntomas de la rubia creía que se trataba de un embarazo, le pidió que regresara en media hora para poder entregarle los resultados.
Serena no estaba nerviosa pues estaba casi segura de que estaba embarazada solamente quería confirmarlo con una prueba medica, aunque estaba muy contenta no podía dejar de pensar que tanto Haru como Yukino aún era muy pequeños, especialmente Yukino que ni siquiera había cumplido los seis meses, por lo que aun demandaba demasiado su atención, sabía que sería difícil pero le reconfortaba el saber que no estaba sola ya que Seiya estaba a su lado y para suerte suya no le molestaba para nada cambiar pañales sucios. Mientras esperaba a que pasara el tiempo salió a caminar un poco, en un pequeño parque que estaba frente a la clínica, se sentó en una de las bancas del lugar dándose cuenta de lo mucho que había cambiado su vida, y a pesar de todo lo que había sufrido ahora se sentía completamente dichosa, llevo su mano cerca de su vientre y sonrió al pensar lo feliz que se pondría Seiya cuando se enterara después de todo el pelinegro disfrutaba cada momento cerca de Yukino y Haru. Miro su reloj y al ver que había pasado más de la media hora regreso al consultorio donde la recepcionista la hizo pasar en cuanto llegó.
– "Muy bien, ya tengo sus resultado y permítame felicitarla esta usted embaraza" – le dijo el medico mientras le entregaba el sobre de los análisis – "Muchas gracias" – sonrió la rubia – "Muy bien ahora me gustaría que regresara para practicarle algunos otros estudio y poder llevar un control de su embarazo" – le pidió mientras se ponía de pie – "Esta bien, haré la cita con su secretaria…" – aceptó.
Después de haber dejado el consultorio regreso al departamento, ni siquiera tenía la menor idea de cómo se lo diría a Seiya, quería que fuera especial, cuando estaba por entrar se le ocurrió una idea y regreso de nuevo al estacionamiento y subió a su auto con un idea en la cabeza. Manejo hasta el centro comercial, compro un par de zapatitos para bebe y un enorme globo que decía "Tendremos un Bebe" y después compro un pastel de chocolate más que como regalos había sido un antojo cuando paso frente a la pastelería, cuando iba de regreso al departamento se percato habían pasado más de tres horas desde que había salido y estaba segura que Seiya estaría o bien disgustado por el retraso o muy preocupado, pero sabía que en cuanto se enterara que serían papas otra vez se olvidaría de todo lo demás.
Una vez que estuvo frente al departamento busco las llaves y al entrar se sorprendió al no escuchar ni un solo ruido en la casa, dejo el pastel sobre la mesa junto a los pequeños zapatitos que tenían el globo atado y entro a su habitación, sonrió al ver a Seiya dormido junto a Haru mientras que la pequeña Yukino estaba en la cuna, se llevó la mano a su vientre sabiendo que en algunos meses su familia sería más grande, quiso despertar a Seiya pero el pelinegro lucía tan encantador que prefirió dejarlo dormir, con mucho cuidado de no hacer ruido busco algo ligero para ponerse después de darse una baño y salió de la habitación para ducharse en el cuarto de Yaten.
Después de terminar de bañarse y cambiarse optó por preparar algo de cenar pero en cuanto entro a la cocina cambio de opinión y encargo una pizza, mientras esperaba a que su pedido llegara se recostó sobre el sillón, cerró los ojos tratando de descansar un poco por lo que no dio cuenta cuando Seiya salió de la habitación y se acerco a ella para besarla hasta que sintió sus labios sobre los suyos, sonrió levemente y lo abrazo por el cuellos. Lo amaba tanto, que su sola presencia estremecía su cuerpo.
– "Te amo" – le dijo la rubia – "Eso es una disculpa por haber tardado tanto" – sonrió el pelinegro mientras la ayudaba a levantarse – "No… para eso te tengo otra sorpresa" – contesto la rubia, pero en ese momento tocaron el timbre – "Esperamos a alguien" – pregunto mientras caminaba hasta la puerta
Al abrir se encontró con el repartidor de pizza, recibió el pedido y pago, cuando regreso frente a Serena dejo las pizzas sobre el sofá y la abrazo
– "Pensaba comprarme con comida" – le susurro al oído, provocando que Serena sonriera – "Funciono" – le pregunto – "Mmmm, solo por que tengo hambre, pero hubiera preferido otra cosa" – le guiño un ojo mientras la liberaba de su abrazo y tomaba nuevamente las pizzas y caminaba hasta la cocina – "Podrías poner la mesa" – le pidió la rubia esperando a que descubriera la sorpresa que había dejado ahí para el.
Lo escucho en la cocina buscando algunos platos y sacando un refresco del refrigerador, después escucho sus pasos acercarse al comedor y después nada, pasaron varios minutos y no lo escucho hacer ni decir nada, busco dentro de su bolsa el sobre que le había entregado el médico y entro al comedor, sonrió al verlo con los zapatitos en la mano sin poder moverse. Se acerco hasta el y lo abrazo por un costado.
– "Te gusto tu sorpresa" – le pegunto – "Bombón…" – hablo Seiya por primera vez pero no se movió por lo que la rubia lo soltó del abrazo y tomó el par de zapatitos que Seiya tenía entre sus manos y los dejo nuevamente sobre la mesa.
Tomo una de las manos del pelinegro y la coloco sobre su vientre, ante la mirada de sorpresa del pelinegro quien, inmediatamente se abalanzo sobre ella y la abrazo efusivamente.
– "No lo puedo creer… estas segura" – pregunto Seiya al haber recuperado el habla – "Si… tengo cerca de dos meses"– sonrió la rubia entre los brazos del pelinegro – "Estas feliz" – pregunto Serena tímidamente – "Por supuesto que estoy feliz, es solo que no lo esperaba… pero te das cuenta tendremos otro hijo" – sonrió Seiya mientras la levantaba del piso y la sentaba sobre la mesa para terminar por darle un beso que termino en el cuello de la rubia – "Si no dejas de provocarme de esa manera terminaremos creando nuestro propio quipo de futbol" – le susurro cerca del oído mientras aspiraba el perfume de la rubia – "Yo… si fuiste tu el empezó" – se quejo la rubia al verse incriminada por los actos cometidos por el pelinegro – "Si… pero tu sola presencia provoca mis instintos más bajos" – sonrió provocando la risa de la rubia – "No te burles, que es enserio, tal vez si no fueras tan sensual y provocativa" – inquirió mientras deslizaba una de sus manos por la espalda de la rubia – "Entonces… quizá no estarías conmigo" – contesto entrecortadamente dejándose llevar por las carias de Seiya – "Lo vez ahí vamos de nuevo" – se separo Seiya mientras la rubia sonreía ante la mirada penetrante del pelinegro.
Quince días después todos se encontraba en el templo Hikawa donde se estaban preparando para la pequeña fiesta de bienvenida para los recién casados que después de una muy larga luna de miel por fin regresaban, además de que Serena y Seiya tenían planeado finalmente poner una fecha para su boda así como confiarles sus planes para tan ansiada ceremonia y por que no quizá también les harían participe del futuro nacimiento de su bebe.
Ese pequeño ser creciendo dentro del vientre Serena había sido la causa principal de los excesivos cuidados del pelinegro hacía ella durante la decoración para la fiesta, incapacitándola hasta para ponerse a jugar con Haru por el jardín o si quiera cargar por mucho tiempo a la pequeña Yukino, cosa que a Serena se le hacia extremadamente exagerada por lo que hacía caso omiso de las indicaciones que Seiya le había dado una vez que se fue al aeropuerto para recibir a sus hermanos y poder guiarlos hasta el templo evitando que se escaparan. En cuando Serena escucho el carro de Seiya alejarse se sintió un poco liberada y corrió por todo el jardín jugando con el pequeño Haru mientras vigilaba a la pequeña Yukino quien yacía dormida debajo de la sombra de un gran árbol.
– "Serena… sucede algo" – le pregunto Rei cuando la rubia se acerco a una de las mesas que habían colocado buscando un poco de agua – "Por que lo preguntas" – sonrió la rubia – "No lo se… tu y Seiya han estado actuando un poco extraños" – contesto pensando en la actitud tan sobreprotectora del pelinegro – "Tienes razón, si sucede algo pero no lo sabrán hasta que estemos todos reunidos, por cierto los Darien y Michiru ya se tardaron no crees" – inquirió la rubia, pero antes de su pregunta fuera contestas aparecieron Lita y Kakyuu con algunos de los platillos que habían preparado para la ocasión – "Hey que les parece la comida" – sonrió Lita mientras le mostraba los platillos preparados tanto por ella como por la pelirroja – "Se ve muy bien" – contesto la rubia, ante una mirada curiosa de Rei quien trataba de imaginarse que sería esa notica que tenía la pareja.
Al cabo de una rato apareció Darien junto con su familia, y casi al mismo tiempo también llego Seiya junto con Yaten, Taiki y las chicas, no había duda de que esa luna de miel había obrado maravillas en ambas parejas ya que lucían extremadamente felices, además de que Mina tenía ya un hermosos vientre abultado que hacía honor a los cuatro meses de gestación. La comida se disfruto entre las anécdotas de Mina y Ami sobre sus respectivos viajes aunque la última semana habían encargado de convencer a Yaten y a Taiki para que se reunieran en una paradisiaca playa del pacifico. Al final de la tarde mientras Ami cargaba a la pequeña Yukino y Haru jugaba junto a la pequeña hija de la familia Chiva, Serena y Seiya decidieron que era hora de comunicarles sobre sus planes.
– "Muchachos, Serena y yo tenemos un par de anuncios que hacerles" – le dijo Seiya para llamar su atención – "Por fin decidieron casarse no es cierto" – grito Mina muy emocionada – "Pues si, tenemos planes de casarnos al final de este mes" – sonrió el pelinegro mientras abrazaba a la rubia – "Pero no creen que esa muy pronto solo faltan dos semanas y una boda lleva tiempo" – exclamo Rei – "Lo que pasa es que nuestra ceremonia será algo muy intimo… la verdad solo ustedes y mis padres estarán presentes" – les explico Serena – "Me parece una buena… pero tienes paneado algo" – sonrió Michiru – "Pues si, la ceremonia será en alta mar" – hablo Serena – "Es una idea maravillosa" – expreso Kakyuu, quien siempre había deseado que Serena fuera muy feliz, después de todo consideraba que la rubia realmente merecía serlo después de haber alegrado la vida de su hermano – "Además eso no es todo" – sonrió Seiya, lanzando una mirada cómplice a Serena quien asintió en señal de aprobación – "Que es lo que sucede" – pregunto Yaten – "Pues mi Bombón y yo, tendremos otro hijo" – termino de decir con una sonrisa – "Que" – gritaron las chicas – "Si Serena esta embazada, tiene cerca de dos meses" – explico el pelinegro, al momento que llevaba una de sus manos al vientre de la rubia – "Vaya hermano, tu si que no pierdes el tiempo" – se burlo Yaten provocando que la pareja se sonrojara ocasionando la risa de todos – "Pues tu no te quedas atrás" – se defendió mientras señalaba a Mina – "Pues si pero… ustedes ya tienen dos" – le recordó – "No puede ser, ya van a empezar con sus pleitos" – se quejo Taiki – "Taiki tiene razón… muchas felicidades Serena" – le dijo Ami mientras la abrazaba con cuidado de no despertar a la pequeña Yukino – "Si muchas felicidades" – le dijeron todas la demás chicas y comenzaron a abrazarla – "Que… yo no cuento, ella no lo hizo sola" – se quejo el pelinegro – "Muchas felicidades hermano" – le dijeron tanto Taiki como Yaten.
El transcurso de la tarde se la pasaron entre planes para la boda y los regaños tanto de Seiya para Serena como de Yaten para Mina quienes insistían en mantenerlas alejadas de la comida ya que ambas no dejaban de comer cualquier cosa que tuvieran al alcance.
Los días posteriores, Serena se la paso organizando su boda ayudada por la chicas y sus mamá mientras que Seiya se encargaba de cuidar a los pequeños, realmente era sorprenderte ver la forma en la que Seiya se ocupaba del cuidado de sus hijos, era un poco extraño ya que el pelinegro siempre pareció demasiado infantil ante los ojos de sus hermanos pero precisamente eso era lo que lo hacía un buen papá, ya que era capaz de pasarse horas frente al televisor viendo caricaturas con el pequeño Haru mientras vigilaba el sueño de su pequeña. Había ocasiones en las que Serena regresaba y lo encontraba dormido sobre la alfombra junto a sus hijos rodeados de infinidad de juguetes.
Cuando el día de la boda finalmente había llegado todo había quedado perfecto, el Yate que habían rentado estaba perfectamente decorado con rosas blancas por todos lados, se habían hecho a la mar una hora antes de la boda y mientras Serena se arreglaba ayudada por Setsuna y las demás chicas en uno de los camarotes Seiya estaba en el otro acompañado por sus hermanos y por Darien. Por otro lado Kakyuu y la mamá de Serena se encargaban de los niños mientras que el Sr. Stukino atendía al juez que realizaría la ceremonia y organizaba a los meseros que atenderían en la recepción.
Al llegar la hora de la boda todos habían ocupado sus lugares, solamente faltaba que Serena hiciera acto de presencia, pasados cincos minutos la rubia apareció luciendo un vestido realmente sencillo en corte straple que le llegaba debajo de las rodillas, en cuanto Seiya la vio no pudo evitar sonreír al verla, le resultaba increíble que por fin sería su esposa, miro el vientre de la rubia mientras ella se acercaba a su lado aún no se podía percibir su embarazo pero el sabía que dentro de ella crecía su nuevo bebe, escucho a Yukino sonreír a las caricias del pequeño Haru y se dio cuenta que tenía todo lo que siempre había deseado, una familia al lado de su ángel y sobre todo el amor de la rubia.
Mientras Serena caminaba hacia el pelinegro que la observaba con una sonrisa no pudo evitar sonrojarse al darse cuenta de que su sola mirada era capaz de lograr en ella, sentía como corazón comenzaba a latir tan deprisa, una vez que llego al lado del pelinegro le sonrió mientras este se acercaba para recibirla con un beso en la frente.
– "Te vez hermosa" – le susurro cerca del oído – "Gracias, tu también te vez muy bien" – contesto sin poder evitar sonrojarse aún más – "Mira lo que consigue me sonrojo como una estudiante ante el amor de su vida" – siguió hablando – "Y no soy el amor de tu vida" – pregunto Seiya mientras le quiñaba un ojo – "En este momento eres lo eres" – contesto mientas besaba su mejilla.
Durante el transcurso de la ceremonia Serena no dejo de pensar en la pregunta que Seiya le había hecho (Y no soy el amor de tu vida), sabía que estaba ahí en ese momento por que lo amaba y quería estar a su lado toda la vida pero entonces que había sido Haruka, también lo había amado y su corazón aún lamentaba haberlo perdido, sintió como el pelinegro apretaba su mano haciéndole sentir que estaba con ella, desvió su mirada hacia los ojos del pelinegro y al reflejarse en sus zafiros encontró su lugar… su lugar estaba al lado de ese hombre con el pretendía pasar el resto de su vida, era cierto que Haruka había sido muy importante para ella pero su amor se había convertido en un hermosos recuerdo que guardaría dentro de su corazón.
Al final de la ceremonia Seiya sello el lazó que los uniría para toda la vida besando a su ángel, momento que sería recordado por siempre gracias a Mina que había tomado una foto en el momento indicado. Después pasaron toda la tarde celebrando en compañía de todos sus amigos, definitivamente su amistad duraría toda la vida, mientras Seiya cargaba al pequeño Haru para que viera el océano la rubia observaba a cada uno de sus amigos, Mina y Yaten lucían realmente felices esperando la llagada de su bebe, Taiki y Ami disfrutaban plenamente de su matrimonio, Michiru y Darien pasaba cada momento demostrándose su amor mediante miradas secretas, Kakyuu, Lita, Rei a pesar de no tener un relación amorosa formal disfrutaban a cada momento de su vida, Serena sonrió al darse cuenta que todos a su alrededor eran felices.
Cuando la noche cayó Seiya se acerco hasta ella y la abrazó por la espalda, disfrutando del aroma de su Bombón, acerco su rostro cerca de su oído y beso su cuellos antes de hablarle.
– "Estas feliz" – le pregunto Seiya – "Demasiado" – contesto suavemente mientras cerraba los ojos disfrutando de la cercanía del pelinegro – "Y lo estarás aún más te tengo una sorpresa, pero antes tengo que vendarte los ojos" – le dijo mientras sacaba una pañuelo de su saco – "Que es lo que estas planeando" – inquirió la rubia extrañada por la petición que Seiya le había hecho – "No puedo decirte es un sorpresa… confías en mi" – le pregunto extendiendo el pañuelo ante sus ojos.
Serena solo sonrió y asintió dejando que el pelinegro le vendara sus ojos ante la mirada de todos los presentes de los cuales solamente sus hermanos conocían cual era la sorpresa. Mina se acerco a Serena y le coloco su abrigo ya que la noche comenzaba a enfriar, de pronto apareció otro bote junto a ellos y se colocó de forma que pudieran conectarlos con una rampa.
– "Seiya que sucede" – pregunto Serena ante el ruido que se estaba produciendo – "Ten paciencia" – le susurro y la cargo para pasar con ella sobre la rampa hasta el otro bote – "Ahora si" – le dijo mientras la bajaba nuevamente y le retiraba el pañuelo de los ojos – "Sorpresa" – sonrió mientras la rubia veía a sus amigaos en el otro bote – "Pero… a donde vamos" – pregunto mientras veía como retiraba la rampa que los unía – "Es nuestra noche de bodas… y por los niños no te preocupes Mina y Ami se ofrecieron a cuidar de ellos" – le explico a la pregunta que aún no se formulaba en la boca de la rubia pero sabía que estaba pensando – "Oh Seiya… te amo tanto" – le dijo mientras lo abrazaba.
Cuando Serena se separo del abrazo del pelinegro el bote donde viajaban sus amigos ya se había alejado lo suficiente de ellos y parecía que estaban completamente solos, el pelinegro la guío de la mano hasta la cubierta donde había preparado una botella de champaña, le sirvió una copa y se la entrego. Bebieron en silencio mientras Serena mantenía la mirada fija en el horizonte.
– "En que piensas" – lo escucho preguntarle – "En lo maravillosa que es mi vida desde que llegaste a rescatarme" – le contesto sin mirarlo a los ojos – "Te equivocas, fuiste tu quien me rescato a mi de la obscuridad en la que me estaba perdiendo cuando todo indicaba que te había perdido" – le confeso aferrándola contra su cuerpo en un abrazo – "Bueno eso ya no importa, ahora estamos juntos y no pienso dejarte ir nunca mientras este con vida" – le confeso mientras inclinaba su cabeza como respuesta al sentir los labios de Seiya sobre su cuellos – "Te amo Bombón" – sonrió mientras la giraba para quedar frente a ella – "Y yo te amo a ti…" – le contesto mientras se aceraba a sus labios – "Gracias por ser la estrella que ilumina mi vida… por ti descubrí que es posible Volver a Amar" – finalizo frente a él, provocando una caricia del pelinegro que termino por besarla apasionadamente mientras sonreía al darse cuenta que ella era más que un ángel en su vida, para él ella era simplemente su Bombón.
FIN…
chicas con el dolor de mi alma se termina este HERMOSOO FIC.. es uno de lso mejores fic Serena y Seiya.. ame este fic y lo seguire amando, gracias por leerlo junto ami... me alegra que les gustara
ARIGATO
Seiya-Moon- Neo Reina Serena
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