[Sailor Moon] [La Luna y el Tiempo.][1/03/16]

2 años habían pasado desde que Sailor Moon derroto a Galaxia y la paz volvió a la tierra.
Las chicas se encontraban reunidas en el parque que solían frecuentar.

-Serena, ¿ya has estudiado para tus éxamenes finales? - Preguntó una chica cuyo color de pelo reflejaba las profundidades del óceano.
- Ami, ya te he dicho que comencé, con Lita y Mina nos hemos juntado a estudiar, ¿verdad chicas?- Contestó Serena.
- ¡Claro que si! - Dijeron Lita y Mina al unísono.
- Rei, ¿estás bien? estás muy callada... - comenzó a indagar Serena.
- Si, no es nada, es sólo un presentimiento - contestó la chica de cabello negro violáceo.

De repente, Serena se desmayó. Las amigas desesperaron, intentando despertarla pero sin éxito.

*Serena comienza a soñar*
-Princesa Serena, ¿me recuerda? - Serena observó frente a ella a una mujer de cabello rubio -casi platinado- y largo.
- No sé quien eres.¿Qué hago aquí?, yo estaba con mis amigas...- la mujer la interrumpió.
- No se preocupe, tan sólo esta sumida en un sueño, fue la única manera de poder contactarme con usted. -tomó aire y resignada continuó- es una verdadera desilusión para mí que no me recuerde, yo fui muy amiga de su madre, la Reina Serenity, mi nombre es Artemisa. Y necesito su ayuda.
- ¿Artemisa? - Serena sintió sumamente familiar ese nombre pero no logró recordar a la mujer.

La mujer se desvanece, todo queda completamente oscuro y Serena abre sus ojos, con un ligero dolor en la mejilla.

-Rei, ¡te dije que no le pegues!, Serena que te pasó, ¿estás bien? - Ami parecía preocupada.
-Si, tan sólo...tuve un sueño raro -  Serena estaba confundida. - Una mujer apareció y me dijo que necesitaba mi ayuda.
- ¿Una mujer? -  preguntó Rei- ¿quién era?.
- No lo sé, no me resultó familiar su cara, pero sí su nombre. Dijo que se llamaba Artemisa.
- ¿Artemisa? - Preguntaron todas las chicas a la vez.
- Lo mejor será que le preguntemos a Luna - dijo Ami. - Por mi parte, me pondré a investigar, Serena deberías ir a descansar.

Serena asintió levemente con la cabeza.
- Vamos, te acompañare - Dijo Rei - ¡Nos vemos chicas!.

Una vez en el cuarto de Serena, Rei preguntó.

- ¿ Crees que la mujer sea un nuevo enemigo ?, y ¿qué pida ayuda para tenderte una trampa?
- No parecía ser un enemigo, pero no sé...-  Serena suspiró- Rei, estoy muy cansada, ¿qué te parece si organizas una reunión para mañana en el templo Hikawa?.
- Claro, nos vemos mañana Serena! - Rei intentó disimular su preocupación.

Serena se metió en la cama y,apenas apoyo su cabeza en la almohada, se sumió en un profundo sueño.

-Nos volvemos a encontrar Princesa Serena - la saludó Artemisa- Sin embargo, no se cuanto tiempo más me quede.
- Artemisa, ¿que quieres? ¿Por qué apareces en mis sueños? - preguntó Serena desesperada.
- Ya se lo he dicho Princesa, es la única forma de contactarme con usted - Contestó con calma- Necesito su ayuda puesto que soy una prisionera de Chronos. El mundo corre un grave peligro, si no me libero rápido...todo podría cambiar.
- ¿ A qué te refieres?, ¿Quién es Chronos? - Serena se sentía inquieta.
- Chronos es el Dios del tiempo, quién decidió que su curso era demasiado aburrido y nos capturó tanto a mi hermano gemelo como a mí para que no pudieramos evitar su plan. Junto con Apolo, nos encargamos de vigilar el curso del tiempo.
- Pero..¿ Cómo sabré dónde se encuentra?, ¿Por qué me pides ayuda a mí? - Serena no lograba comprender.
- Por qué las dos tenemos relación con la Luna, tu eres su princesa, y yo...su Diosa - Artemisa se detuvo - ya no queda más tiempo, confío en usted princesa y en sus Sailor Scouts.

:

Esta muy bueno Mila ;D me encanto lo del golpende Rei a Serena para despertarla jajaja. Espero el sgte cap. Y no olvides hacer tu ficha del fic puedes guiarte viendo de ejemplo de otro fic (de pasont invito a leer el mio jijijiji) Ademas puedes mandarla a Moonaly los datos d e tu fic y una imagen para que la publique en el facebook del foro y asi darle seguimiento cuando actualices y muchas personas mas querran ver tu fic.
sigue asi, saluditos! :D

pequeña aclaración:

Capítulo 2: La puerta del Tiempo.


Serena se despertó de un sobresalto y supo lo que tenía que hacer, todo se volvió claro en ese momento.
Primero, debía contarles lo sucedido a sus amigas, luego acudiría a Setsuna, porque...¿quién mejor que ella para conocer al Dios del Tiempo?.
Se puso lo primero que encontró en el desorden de su habitación y salió al encuentro de sus amigas.

* En el Templo Hikawa*

Las Sailor Scouts se encontraban ya reunidas, cuando llegó Sailor Plut con Sailor Saturn.

- Sailor Moon, si lo que me cuentas es cierto, el mundo corre un grave peligro, Chronos no sólo puede modificar el tiempo, sino cambiar los "Telomeros" de una persona - empezó a explicar Sailor Plut.
- Con "Telomeros" se refiere al código genético de una persona, es decir, que podría hacernos envejecer o rejuvenecer en un abrir y cerrar de ojos - Dijo Sailor Mercury con preocupación.
- Entonces, debemos partir cuánto antes, ¡no hay tiempo que perder! - exclamó Sailor Venus.
- Sailor Venus, lamento decirte que la ubicación del portal del tiempo-espacio es desconocida, pero un buen punto de partida será la puerta del tiempo, desde allí podremos visitar distintos puntos temporales y geográficos - Plut suspiró.
- Dejamos a Sailor Uranus y Neptune a cargo de la tierra mientras nos ausentamos - dijo Saturn - Partiremos de inmediato.
* Las Sailor scouts comenzaron a agarrar sus manos y formar un círculo*
- Sailor Saturn, antes de irnos, crea un campo de energía, ya que si nos separamos podríamos caer en distintas eras temporales- Indicó Sailor Plut. - ¡Por nada del mundo se suelten!
-¡Teletransportación de las Sailors! - 
Y así, Sailor Moon, Mercury, Mars, Venus, Jupiter, Saturn y Plut partieron a la Puerta del tiempo.

-Muy bien, ya llegamos - Dijo Plut - aquí empieza lo verdaderamente difícil.
-  Propongo que nos dividamos para buscar información, formemos grupos- Saturn se mostraba preocupada.- Sailor Moon, Sailor Venus y Mercury, vendrán conmigo al templo de la Luna.
- Entonces, yo iré con Sailor Mars y Sailor Jupiter  - afirmo Plut. - Nosotras iremos al templo de Athena, tengo la esperanza de que la hermana de Artemisa nos dé una pista.
- Pero, Plut, ¿existen tales Dioses en la actualidad? -Comenzó a preguntar Mars- Creí que tan solo era mitología.
- Según he investigado, los Dioses a veces reencarnan en la tierra, el caso más conocido es el de Athena -Explicó Mercury- Ella renace cada 200 años, cuando la tierra se enfrenta a un grave peligro.
- Entonces, si eso es cierto... -empezó Sailor Moon - con todo lo que sucedió estos años, ella debería haber renacido, ¿verdad?.
- ¡A su tiempo lo averiguaremos! - exclamó Sailor Plut- Pero ahora, no tenemos más tiempo que perder, Saturn tu partes primero.
-Claro Plut.

*Plut hace un movimiento con su báculo, el talismán comienza a desprender una poderosa aura que se dirije directamente a la cerradura de la enorme puerta.*

La puerta comienza a abrise, y deja ver la inmensidad del Universo, Plut hace un gesto con la cabeza a Saturn.
-¿Están Listas?. Recuerden que no debemos separarnos - Saturn agarra con su mano derecha a Sailor Moon, y con la izquierda a Mercury, quién a su vez, aferró la mano de Venus.

Las Sailors atraviesan la puerta y se pierden en la oscuridad del cosmos. La puerta se cierra.

-Ahora es nuestro turno - Dijo Sailor Plut, y volvió a repetir el movimiento de su báculo.
La puerta se volvió a abrir, pero ésta vez, el universo había cambiado sus tonalidades, y se podían percibir tanto constelaciones como galaxias.

Las Scouts se aferraron fuertemente a Plut, y juntas partieron al templo de Athena.

A Sailor R:

Capítulo 3: El Templo de la Luna.


Sailor Moon, Saturn, Venus y Mercury habían atravesado la Puerta del tiempo a pie. Sin embargo, una vez adentradas en el universo, la gravedad desapareció, de repente una fuerte energía las comenzó a desestabilizar, todo giraba muy rápido y la presión comenzaba a ser inaguantable.
Sailor Mercury dejo de sentir que Venus apretaba su mano, y al girar su cabeza, vio que Mina luchaba por no desmayarse.


- ¡NO SE SEPAREN! - Gritó Saturn - Mercury aferra rápido a Venus, si se desprende no sabemos a dónde podría acabar.
- No se cuanto más resista Hotaru - Sollozó Ami.

Sailor Saturn comprendió rápidamente la situación, tenía que actuar de inmediato, sino, todas terminarían en distintas eras temporales. Con un rápido movimiento, ordenó a Sailor Moon -quién estaba a su extremo derecho- que agarre la mano de Mercury.
De esa manera, la mano de su Hoz queda libre.
- ¡Campo de energía ! -Grita.
Rayos negros rodean a las Scouts, y pronto la presión comienza a desaparecer.
- ¿Que pasó?, ¿Qué fue eso? - Preguntó una Venus recuperada.
-¿No creerías que sería tan fácil viajar a través del tiempo y espacio verdad? - Saturn ya estaba más relajada.
- Gracias Saturn, sin tu campo de energía quién sabe a donde estaríamos ahora. - Mercury también estaba aliviada.
- ¿Qué es esa luz? - Preguntó Sailor Moon.

La oscuridad del Universo llegaba a su fin, se podía ver una luminosidad que parecía ir absorbiendo la oscuridad.
Al llegar a la luz, se encontraron con una estructura griega de enormes dimensiones. Rápidamente se dieron cuenta que la luz no era más que una inmensa Luna que aparecía por detrás del templo.
Para poder acceder a él, debían atravesar un sinuoso y estrecho camino. A los lados, se veían espesas y oscuras nubes.

-Vamos, hay que seguir - Dijo Saturn.

Las chicas comenzaron a caminar, sorprendidas por las nubes a su lado. 

*-¿Acaso estaremos sobre el cielo? - se preguntaba Ami.*

Cuando llegaron a la mitad de camino, una lluvia de flechas comenzó a caer, aunque con poco margen, las Scouts lograron esquivarlas.

- ¡¿Por qué nos atacan ?! - Gritó Sailor Moon, al tiempo que visualizaba en lo alto de unas colinas a unas doncellas, vestidas con un corto vestido blanco, y portando una armadura que hacía juego con su arco.

Sin dudarlo un sólo segundo, las doncellas volvieron a disparar sus flechas. Ésta vez, Saturn creo su campo de energía para proteger a las Scouts.

-¡Ya basta Satélites! - Exclamó una voz que dennotaba cierta pasividad en su voz.- ¿Quiénes son y que quieren?.

Una mujer con cabello plateado y ondulado se dirigia a las chicas, al igual que las *¿ había dicho Satélites?* portaba un vestido blanco, pero largo, una armadura radiante que cubría su pecho y, en su mano derecha, una especie de báculo en forma de luna cuarto creciente.

- Mi nombre es...- Empezó tímidamente Sailor Moon- digo... yo soy la princesa de la Luna! - terminó más confiada.
-¿Con qué la princesa de la Luna? - la mujer dudó- Disculpe mi descortesía, mi nombre es Calisto, y soy la comandante del ejército de Artemisa. ¿ Y qué hace exactamente la Princesa de la Luna por aquí?.
- Vinimos a buscar información para rescatar a Artemisa - contestó Serena.

Los ojos de Calisto se abrieron de par en par, ¿Cómo es qué sabían lo que le había sucedido a su Diosa? ¿ Esa muchacha realmente sería la Princesa de la Luna?.
- ¿ Cómo es que saben lo que le sucedió? - preguntó desconfiada Calisto.
- Ella se comunico conmigo pidiendo mi ayuda, Chronos la tiene cautiva, ¿No es así? - Serena percibía la desconfianza de su interlocutora - Además, dijo que era muy amiga de mi madre, la Reina Serenity.
*Definitivamente,ella es la princesa de la Luna- pensó Calisto - Sin embargo...Mi Diosa..debo hacer todo lo posible por protegerla*.
- Entiendo, sin embargo, lamento decirles que no puedo ayudarlas - confeso Calisto - Si supiera dónde se encuentra Chronos, yo misma hubiera ido a rescatar a mi Diosa.
- Pero, entonces... - Comenzó Ami - ¿Nadie aquí puede decirnos nada?
- Lo lamento, pero no - Calisto se mostró terminante - Quisiera ser de más utilidad.
- Genial, hemos venido hasta aquí para nada - Venus se mostraba irritada.
 
Las Scouts se despidieron de Calisto y comenzaron nuevamente a regresar por donde habían venido, sin percibir, que desde lo alto de una columna, una anciana las observaba.

- ¿Asi qué están buscando a Chronos? - La voz de una anciana retumbó, y las chicas se estremecieron, pues no sabían de dónde provenía aquella voz.
- Por aquí niñas, ¿que acaso no saben percibir presencias ? - La anciana se mostraba sorprendida.
- ¿Quién es Usted? - preguntó desafiante Saturn.
- ¿Acaso utilizas siempre ese tono para hablarle a los desconocidos, jovencita? - la Anciana se mostraba divertida- Pues, dejame decirte que mi nombre es Hécate, y soy la hechicera de la Luna. He vivido aquí por siglos, por lo tanto, puedo ayudarlas.
- ¿Ayudarnos?, ¿Usted sabe donde podemos encontrar a Chronos? -Serena se mostró entusiasmada. 
- Claro que sí, pero primero debo advertirles...Al Dios del tiempo no le gusta ser molestado - empezó Hécate- Y, Además, deberán pagarme con algo.
- Pero.. No traemos nada de valor anciana - dijo Mercury.
- Oh, Claro que lo traen, ¿acaso esa jovencita no es Sailor Saturn? - Preguntó Hécate - Hasta en estos lugares eres conocida Princesa Saturno, entonces díganme, ¿que tal si la Sailor de la Destrucción me entrega su Hoz?.
-¡Eso es imposible! - Sailor Moon desesperó - Pídenos otra cosa, y te daremos lo que sea.
- Mmm, claro que no, sólo deseaba esa Hoz, asi que adiós - Hécate se dió la vuelta.

Las Scouts comenzaron a deliberar.

-Sailor Moon, creo que lo mejor sería entregarle mi Hoz, de cualquier forma podríamos recuperarla luego, ¿verdad? - Saturn intentaba darle confianza al resto, era fundamental conocer la ubicación de Chronos.
- Es muy peligroso Saturn, no puedes estar sin tu Hoz - respondió Mercury.
- Es cierto, además, ¿cómo sabríamos que lo recuperarías después? - Venus era quien hablaba ahora.
De repente Hotaru gritó.
-Hécate esta decidido, tienes mi Hoz, pero tengo una condición. -Saturn tomó aire y siguió - Si encontramos algo que desees más, me la devolverás, ¿está bien?.
- Es un trato - Exclamó la anciana feliz - ahora, siganme.

La anciana bajo de un salto de su columna, agarró la Hoz de Saturn, y , usándola de bastón les indico el camino a las Scouts.

buen fic me gusta

oh, esta muy bueno Mila, espero el sgte cap pronto jeje

oww me encanto todo la trama, el argumento esta todo interesante n.n por favor actualiza quiero saber que pasara :3 jejej

Capítulo 4.1: El Santuario


Al igual que lo sucedido con las Sailor Saturn y las demás, el viaje a través de la Puerta del tiempo no fue fácil para Plut, Mars y Jupiter, íncluso fue peor, las Scouts finalmente se separaron y cayeron cada una en un lugar distinto.
Plut se despertó aturdida, estaba acostada sobre el suelo y a su alrededor había cientos de mercaderes que parecían no verla. Rápidamente se levanto, e intento analizar la situación, ¿habría logrado llegar al templo?. No encontraba ningún rastro que la hiciera reconocer el lugar.
Siguió caminando y mirando a su alrededor, cuando sintió que choco a alguien.
- Oye, ten más cuidado por donde vas - Exclamó un hombre de cabello rubio y ojos claros, quién al ver que le había gritado a una mujer pronto se sonrojo - Oh, disculpa, no fue mi intención. Te ves perdida, ¿qué buscas?
- No estoy segura en dónde estoy, ni si lo que busco está cerca - confesó Plut.
- Te has dado un buen golpe, ¿verdad? - el chico se mostraba confundido - Estamos en Athenas, mi nombre es Jabu, ¿el tuyo? -le tendió su mano en señal de saludo.
- Entonces, si estoy en el lugar correcto - Agarro su mano- Soy Plut.
-Eso es un avance, ¿y qué es lo que buscas exactamente? - Preguntó Jabu.
- Estoy buscando el Templo de Athena - Plut observó que Jabu se ponía rápidamente en posición defensiva. - ¿Acaso dije algo malo?.
- ¿Quién eres realmente y cuáles son tus intenciones con Athena? - Jabu, que antes se había mostrado tan simpático, ahora adoptaba una posición de pelea claramente reconocible, de él se desprendía una fuerte energía y, Plut creyó ver un...¿Unicornio?.
- Soy una Sailor Scout que lucha por el amor y la justicia, soy Sailor Plut - casi se le escapa una sonrisa al oírse cómo Sailor Moon - y necesito con urgencia ver a Athena.
Jabu se dio vuelta de un sobresalto al oír una voz familiar.
- Jabu, ¿acaso percibes un cosmos maligno saliendo de esta mujer?- Preguntó un chico de cabello negro y largo, sus ojos permanecían cerrados por alguna razón - Por el contrario, siento su melancolía y soledad. Si me dices por qué necesitas ver a Athena podría ayudarte.
- Estoy buscando información acerca del Dios Chronos - al escucharse decir esto, se preguntó por qué había confiado tan pronto en el muchacho- y creo que Athena puede ayudarme.
- ¿Chronos? - preguntó con una confusión a penas perceptible- Seguramente Athena pueda ayudarte, sin embargo, no se encuentra en el santuario en este momento.
Aunque la cara del muchacho estaba relajada, Plut vió que estaba expectante a su reacción.
- Comprendo - empezó a decir - ¿Dónde se encuentra? De verdad, no sé cuanto tiempo quede...
- Mi nombre es Shiryu - la interrumpió - y puedo guiarte con Saori.
-Shiryu, ¿acaso te has vuelto loco? -gritaba Jabu - ¿cuándo has oído hablar de una tal "Sailor Scout"?, ¿Incluso sabes que significa?.
-Jabu, ve a custodiar el santuario junto con los demás, yo me encargaré de esto - Shiryu permanecía sumamente tranquilo cuando dirigió su cabeza hacia Plut - Ahora, si me acompañas...
- Claro que sí - Plut se había sonrojado y esperaba que nadie más lo notara, dedico una mirada en señal de saludo a Jabu y siguió a aquel muchacho en el que -sin tener la más remota idea del por qué - confiaba.

Capítulo 4:

Capítulo 4.2 : SIBERIA.


Lita se despertó confundida, se encontraba acostada y arropada en una cama desde la cual podía sentir el calor de una chimenea.
Se levantó exaltada, ¿Dónde estoy?, decidió examinar su pequeña habitación que constaba de una ventana -cuyos vidrios empañados dejaban entrever que nevaba-, una chimenea,un espejo y una pequeña mesa.
Jupiter se acerco a mirarse, asombrada descubrió que su reflejo era el de Lita Kino, sin dudas algo había sucedido.
Logró recordar, en forma de flashbacks, lo sucedido en la puerta del tiempo y cómo se separó de sus amigas cayendo en otro lugar, ¿pero dónde?, quién se había hecho cargo de ella?.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la puerta que comenzaba a abrise, rapidamente adopto una postura defensiva.
-Oh, veo que ya despertaste - un pequeño niño se asumaba con una bandeja en sus manos - Te traje comida caliente, por si tenías hambre.
- ¿Quién eres? - preguntó Lita, ya más relajada - ¿ Qué hago aquí?.
- Te encontré en la nieve, estabas desmayada - dijo el pequeño - Si te hubiera dejado ahí, probablemente hubieras muerto.
Lita sonrió, el niño tenía razón, era una suerte que la hubiera encontrado.
-Bueno te dejaré comer tranquila - el niño se retiró de la habitación.

Lita no recordaba tener tanta hambre, definitivamente debía agradecerle a aquel pequeño, quizás más tarde le devolvería el favor cocinando algo, se sentía agotada, pero no tenía tiempo que perder.
Tomó la bandeja vacía y salió del cuarto a dársela al niño, mientras avanzaba, escucho que había alguien más en la casa.
- Permiso, vengo a dejar esto - dijo Lita entrando a la cocina - Debo irme, muchas gracias por su hospitalidad.
El niño la miraba con los ojos abiertos, y, a su lado, vió a un chico rubio que dijo:
- ¿Por qué no te quedás un poco más?, se te nota débil, no durarías mucho en la nieve - dijo el rubio cuyos ojos celestes brillaban de una manera sobrenatural.
- ¿Débil? - Lita comenzó a reir- Disculpa, pero no me conoces, de cualquier forma gracias por todo.
Comenzaba a abrir la puerta de la casa cuando el viento helado la paralizo, ¿dónde se encontraba que hacía tanto frío?.
El chico esbozó una sonrisa ofreciendole un abrigo.
-Te dije que no durarías -le dijo desafiante - pero si tienes prisa, te acompañaré. -Le extendió su mano, mi nombre es Hyoga.
- Lita - contestó ella - está bien, pero sólo por esta vez.

Salieron de la casa y comenzaron a caminar en silencio hasta que Lita pregunto:
-Disculpa, pero, ¿dónde estamos?
- ¿Acaso no lo sabes? - Hyoga se mostraba confundido - ¿Cómo llegaste aquí?, estamos en Siberia.
-¿¡Siberia!? -Lita dejó escapar un gritó - No es posible, yo...se suponía que debía estar en el Templo de Athena...
- ¿El Santuario? - Hyoga se aparto de ella - ¿y qué pretendes hacer allí?.
Lita notó su actitud un tanto agresiva.
-¿Conocés el santuario?- preguntó con calma - Se supone que...bueno..puede que tán sólo sea un mito, y no sea real, pero de serlo, debo hablar con Athena.
- ¿Y por qué querrías hablar con ella? ¿Cuáles son tus verdaderas intenciones? - Hyoga adoptó una postura particular, ¿querría pelear?.
- Eso no te incumbe, y no entiendo por qué te pones así - Lita lo miro desafiante - Da igual, seguiré sola.
- ¡Espera! - gritó Hyoga al ver que ella se alejaba - No sé que pretendes de Athena, pero no pareces ser un enemigo, iremos juntos al santuario, de cualquier modo, también me dirigía hacia allí.
-¿Y por qué irías tú a un lugar como ese? -Lita seguía molesta.
- Esa pregunta es fácil de responder - Hyoga mostró una sonrisa soberbia- Iré porque soy un Caballero de Athena.

Me encanto! espero actualices pronto

 Así que Rei encontró a Atenea...mmm me dejaste con la intriga  xD
¿Que pasara ahora? Ojala actualices pronto...otra vez 
Ps: Yo tambien actualicé hoy mi fic

Capítulo 5: Chronos.

Desde la era mitológica -e incluso antes-, el Dios Chronos ha vivido en el punto más inaccesible del Olimpo. Esta ubicación estratégica fue elegida por el mismo Dios, ya que nunca fue partidario de las interrupciones a su deber.
Desde allí, vigilaba que nadie altere ni perturbe la paz del tiempo.
Sin embargo, un día se canso de la monotonía que implicaba su tarea, y decidió divertirse.
Para esto, secuestro a los Dioses Apolo y Artemisa con el fin de que no interfirieran en sus planes.
Todo estaba saliendo de acuerdo a sus expectativas hasta que percibió el cosmos de unas jovencitas que comenzaban a acercarse.
¿Quienes serían? ¿Qué querrían y cómo habrían llegado hasta él?.
Sus preguntas encontraron una inmediata respuesta al ver a Hécate, la hechicera de la luna, guiandolas hacía su morada.


--------------------------------------------------------------------------

Las Sailor Scouts avanzaban con paso firme, pero sin confiar por completo en la desconocida que las guiaba. Ninguna estaba del todo conforme con haber entregado la Hoz de Saturn a cambio de esa "visita guiada", ya que, al final, ni siquiera sabían si las estaba guiando por el camino correcto.
Después de un largo trecho, llegaron a la cima de unas colinas, desde la cuál se visualizaba un gran abismo.

- Lo que buscan se encuentra justo frente a ustedes - Dijo Hécate - Hasta aquí las acompañaré, no me gustaría molestar a Chronos.

Las chicas se miraron confundidas, lo único que podían visualizar era una oscuridad completa, al voltear, vieron que la hechicera había desaparecido.
Saturn, con determinación se acercó hasta el borde de la colina y miró hacia abajo, no se distinguía nada, ¿Acaso la guarida de Chronos se encontraría en aquella profundidad? ¿Cómo llegarían allí? ¿Tendrían que saltar?. Agitó su cabeza y con voz fuerte y clara exclamó:
- Dios Chronos, mi nombre es Sailor Saturn y he venido a verte.

Las demás miraron a su alrededor, todo permanecía inalterado, nada había cambiado.

- Chronos, manifiestate de una vez, hemos venido desde lejos a verte - volvió a hablar Sailor Saturn.


Pequeñas estrellas empezaron a aparecer en el abismo, de pronto constelaciones se formaban creando finalmente una especie de galaxia. Poco a poco, comenzó a materializarse un enorme reloj con toda la arena en su extremo superior.

- Deberías mostrar más respeto al hablar con un Dios - dijo una voz fría y distante- podrías desatar su furia y lo pagarías por el resto de la eternidad.

Un escalofríos recorrió el cuerpo de Saturn, pero no por eso iba a detenerse, no ahora que estaba tan cerca, abrió la boca para hablar pero Mercury puso una mano en su hombro y tomó la delantera.

-Lo lamentamos, Dios Chronos - Ami se disculpo con honestidad- No fue nuestra intención molestarlo de ninguna manera. De hecho, vinimos para ver si puede responder alguna de nuestras preguntas.

- ¿Qué es lo que quieren saber? - Chronos se mostraba interesado en aquellas chicas, incluso más de lo que hubieran esperado.

-Estamos aquí por Artemisa - Venus comenzaba a hablar - Sabemos que la tienes.

Ami la miró con algo de miedo en su mirada, Mina había hablado demasiado rápido, "debería haberme dejado hablar a mi" pensó Mercury, el daño ya estaba hecho, ahora había que arreglarlo.

-¿ Con qué buscan a Artemisa? - Chronos reía desde alguna parte - ¿Y exactamente, qué creen que ocurrirá si intentan rescatarla? ¿Acaso cuatro jovencitas con un Cosmos tan débil pretenden enfrentarme?

Sailor Moon fue ahora quien habló.
- Dios Chronos, no es justo que nos subestimes, yo...yo soy la Princesa de la Luna y es mi deber rescatar a Artemisa - Sailor Moon había puesto su mano sobre su pecho con determinación, no dejaría que se burlaran de sus amigas y ellas.
- ¿La princesa de la Luna? - Chronos ahora estaba pensativo - ¿No había desaparecido el Milenio de Plata de la Luna?. Da igual, pierden su tiempo, les daré una sola oportunidad para dar la vuelta y desaparecer.

La invitación de Chronos era sincera, y ellas sabían que tenían pocas chances de vencer, al menos, por sí mismas, si tan sólo estuvieran el resto de las Scouts...
Instantáneamente, todas adoptaron una posición de pelea, se miraron y supieron lo que debían hacer.
Mercury utilizó sus lentes y vio que el reloj de arena emanaba energía, seguramente allí se escondería Chronos.

- ¡Rapsodia acuática de Mercurio!
- ¡Beso de Amor y de Belleza de Venus!
- ¡Por el poder del Cristal de la Luna Plateada!


Las Scouts dirigieron sus ataques a aquel reloj gigante de arena y se llevaron una gran sorpresa al ver un estallido que creo una gran nube negra.
Al dispensarse la nube, vieron un campo de energía y tras él Saturn protegiendo al reloj.
Las chicas miraron horrorizadas a Hotaru, quién tenía la mirada perdida y sin brillo.

- Saturn - dijo Serena llorando - ¿Por qué?.

Ami y Mina apenas podían reaccionar, no terminaban de comprender lo que estaba sucediendo. 
- Sailor Moon, no tiene caso - Mercury miro con tristeza a su compañera - El cuerpo de Saturn no está emanando su energía...eso sólo quiere decir que...

Chronos las interrumpió con una risita.

- Quiere decir, que les perdonaré la vida, pero ¡me quedaré con su amiguita! - exclamó con gran diversión - Ahora, si me disculpan, debo hacer que se retiren.


Sin siquiera ver venir el ataque, las Scouts cayeron por el abismo y quedaron inmersas en la espesura negra.
Hécate se acercaba con cautela.
- Querida Hécate, has hecho un buen trabajo esta vez - Chronos recuperó la tranquilidad en su voz- Ahora, dame esa Hoz, la necesitaré.
- Pero señor...esta es mi recompensa por guiarlas - murmuró Hécate reacia a entregar la hoz.
- ¿Tu recompensa?, Tu recompensa es seguir con vida.
Hécate se acerco con cautela y entregó la hoz, miro con un poco de lastima el abismo en el que las chicas habían sido arrojadas.
" Estarán bien, tan sólo están atascadas en un agujero de espacio-tiempo...en cuestión de minutos estarán de vuelta en su mundo" Pensaba Hécate mientras se retiraba del lugar, su misión estaba cumplida...por ahora.

Capítulo 5: Chronos.

Desde la era mitológica -e incluso antes-, el Dios Chronos ha vivido en el punto más inaccesible del Olimpo. Esta ubicación estratégica fue elegida por el mismo Dios, ya que nunca fue partidario de las interrupciones a su deber.
Desde allí, vigilaba que nadie altere ni perturbe la paz del tiempo.
Sin embargo, un día se canso de la monotonía que implicaba su tarea, y decidió divertirse.
Para esto, secuestro a los Dioses Apolo y Artemisa con el fin de que no interfirieran en sus planes.
Todo estaba saliendo de acuerdo a sus expectativas hasta que percibió el cosmos de unas jovencitas que comenzaban a acercarse.
¿Quienes serían? ¿Qué querrían y cómo habrían llegado hasta él?.
Sus preguntas encontraron una inmediata respuesta al ver a Hécate, la hechicera de la luna, guiandolas hacía su morada.


--------------------------------------------------------------------------

Las Sailor Scouts avanzaban con paso firme, pero sin confiar por completo en la desconocida que las guiaba. Ninguna estaba del todo conforme con haber entregado la Hoz de Saturn a cambio de esa "visita guiada", ya que, al final, ni siquiera sabían si las estaba guiando por el camino correcto.
Después de un largo trecho, llegaron a la cima de unas colinas, desde la cuál se visualizaba un gran abismo.

- Lo que buscan se encuentra justo frente a ustedes - Dijo Hécate - Hasta aquí las acompañaré, no me gustaría molestar a Chronos.

Las chicas se miraron confundidas, lo único que podían visualizar era una oscuridad completa, al voltear, vieron que la hechicera había desaparecido.
Saturn, con determinación se acercó hasta el borde de la colina y miró hacia abajo, no se distinguía nada, ¿Acaso la guarida de Chronos se encontraría en aquella profundidad? ¿Cómo llegarían allí? ¿Tendrían que saltar?. Agitó su cabeza y con voz fuerte y clara exclamó:
- Dios Chronos, mi nombre es Sailor Saturn y he venido a verte.

Las demás miraron a su alrededor, todo permanecía inalterado, nada había cambiado.

- Chronos, manifiestate de una vez, hemos venido desde lejos a verte - volvió a hablar Sailor Saturn.


Pequeñas estrellas empezaron a aparecer en el abismo, de pronto constelaciones se formaban creando finalmente una especie de galaxia. Poco a poco, comenzó a materializarse un enorme reloj con toda la arena en su extremo superior.

- Deberías mostrar más respeto al hablar con un Dios - dijo una voz fría y distante- podrías desatar su furia y lo pagarías por el resto de la eternidad.

Un escalofríos recorrió el cuerpo de Saturn, pero no por eso iba a detenerse, no ahora que estaba tan cerca, abrió la boca para hablar pero Mercury puso una mano en su hombro y tomó la delantera.

-Lo lamentamos, Dios Chronos - Ami se disculpo con honestidad- No fue nuestra intención molestarlo de ninguna manera. De hecho, vinimos para ver si puede responder alguna de nuestras preguntas.

- ¿Qué es lo que quieren saber? - Chronos se mostraba interesado en aquellas chicas, incluso más de lo que hubieran esperado.

-Estamos aquí por Artemisa - Venus comenzaba a hablar - Sabemos que la tienes.

Ami la miró con algo de miedo en su mirada, Mina había hablado demasiado rápido, "debería haberme dejado hablar a mi" pensó Mercury, el daño ya estaba hecho, ahora había que arreglarlo.

-¿ Con qué buscan a Artemisa? - Chronos reía desde alguna parte - ¿Y exactamente, qué creen que ocurrirá si intentan rescatarla? ¿Acaso cuatro jovencitas con un Cosmos tan débil pretenden enfrentarme?

Sailor Moon fue ahora quien habló.
- Dios Chronos, no es justo que nos subestimes, yo...yo soy la Princesa de la Luna y es mi deber rescatar a Artemisa - Sailor Moon había puesto su mano sobre su pecho con determinación, no dejaría que se burlaran de sus amigas y ellas.
- ¿La princesa de la Luna? - Chronos ahora estaba pensativo - ¿No había desaparecido el Milenio de Plata de la Luna?. Da igual, pierden su tiempo, les daré una sola oportunidad para dar la vuelta y desaparecer.

La invitación de Chronos era sincera, y ellas sabían que tenían pocas chances de vencer, al menos, por sí mismas, si tan sólo estuvieran el resto de las Scouts...
Instantáneamente, todas adoptaron una posición de pelea, se miraron y supieron lo que debían hacer.
Mercury utilizó sus lentes y vio que el reloj de arena emanaba energía, seguramente allí se escondería Chronos.

- ¡Rapsodia acuática de Mercurio!
- ¡Beso de Amor y de Belleza de Venus!
- ¡Por el poder del Cristal de la Luna Plateada!


Las Scouts dirigieron sus ataques a aquel reloj gigante de arena y se llevaron una gran sorpresa al ver un estallido que creo una gran nube negra.
Al dispensarse la nube, vieron un campo de energía y tras él Saturn protegiendo al reloj.
Las chicas miraron horrorizadas a Hotaru, quién tenía la mirada perdida y sin brillo.

- Saturn - dijo Serena llorando - ¿Por qué?.

Ami y Mina apenas podían reaccionar, no terminaban de comprender lo que estaba sucediendo. 
- Sailor Moon, no tiene caso - Mercury miro con tristeza a su compañera - El cuerpo de Saturn no está emanando su energía...eso sólo quiere decir que...

Chronos las interrumpió con una risita.

- Quiere decir, que les perdonaré la vida, pero ¡me quedaré con su amiguita! - exclamó con gran diversión - Ahora, si me disculpan, debo hacer que se retiren.


Sin siquiera ver venir el ataque, las Scouts cayeron por el abismo y quedaron inmersas en la espesura negra.
Hécate se acercaba con cautela.
- Querida Hécate, has hecho un buen trabajo esta vez - Chronos recuperó la tranquilidad en su voz- Ahora, dame esa Hoz, la necesitaré.
- Pero señor...esta es mi recompensa por guiarlas - murmuró Hécate reacia a entregar la hoz.
- ¿Tu recompensa?, Tu recompensa es seguir con vida.
Hécate se acerco con cautela y entregó la hoz, miro con un poco de lastima el abismo en el que las chicas habían sido arrojadas.
" Estarán bien, tan sólo están atascadas en un agujero de espacio-tiempo...en cuestión de minutos estarán de vuelta en su mundo" Pensaba Hécate mientras se retiraba del lugar, su misión estaba cumplida...por ahora.

muy bueno esta me agrada

Capítulo 6: Un mismo objetivo


El camino había sido más extenso de lo esperado, mucho más frío también. Había oscurecido temprano y, a pesar de sus habilidades, era peligroso seguir avanzando.
Por suerte, -como era algo que habían previsto- ya tenían un pequeño refugio en una cueva.
Hyoga había juntado unas ramas y ahora prendía una fogata, mientras Lita preparaba una cena rápida con las provisiones que traían consigo.
La cena transcurrió en silencio, al igual que todo el camino. Decidieron tomar turnos para dormir, no tanto por el peligro externo, sino para evitar que la fogata se apagara.
Hyoga tomó el primer turno, de cualquier forma, le hubiera costado dormir. Todavía no conocía las intenciones de aquel muchacha, y, cualquiera que preguntará por Athena era digno de sospecha.
Se preguntó cuánto tiempo había pasado desde que no veía a sus amigos, nada era lo mismo desde la batalla con Hades, nada volvería a ser lo mismo desde que Seiya... 

- No puedo dormir - dijo Lita, la cual tampoco confiaba mucho en su nuevo compañero. - ¿Te molesta si hablamos un poco?.

Hyoga  titubeó antes de responder su preguntar, no estaba en sus planes hacer amigos, pero quizás le serviría para conocerla un poco más y entender mejor sus intenciones.

- uhm...bueno claro - respondió.
- Dijiste que eras un caballero de Athena, ¿eres una especie de guerrero o algo así? ¿y cuál es su motivo para luchar? - preguntó con curiosidad Lita.
- Así es, cada uno de nosotros representa una de las constelaciones estelares - comenzó a contestar Hyoga con una ligera risa- ¿Nuestro motivo?, defender la paz en la tierra. ¿Qué pensabas que hacíamos?.
- oh, no... es sólo que nunca había escuchado de ustedes - contestó avergonzada Lita - ¿Cuál es tu constelación?
- El cisne - dijo él un tanto molesto - Pensé que esto sería una charla, no un interrogatorio, pero si así lo quieres es mi turno. ¿Por qué buscas a Athena?.

Lita dudó frente a esta pregunta, él era un caballero, pero, ¿y si estaba mintiendo?. Algo en su interior le hizo descartar esa idea, el joven parecía absolutamente sincero, sin embargo, ella no podía ni debía revelar su identidad.

- Necesitamos preguntarle algo...- empezó a decir.
-¿ Necesitamos? ¿Quiénes?, ¿No estás sóla? - preguntó Hyoga con desconfianza.

La conversación no estaba tomando el rumbo que pretendía, asique decidió sincerarse un poco más, no perdía nada.

- Al igual que tu, junto con mis amigas buscamos la preservación de la tierra. Y si, estoy sola, pero no debería estarlo...- los ojos de Lita comenzaron a llenarse de lágrimas. - Nosotras viajábamos juntas, pero algo pasó...ni siquiera sé donde están ellas ahora...

Hyoga se acercó y la tomo de los hombros.

-Tranquila, verás que ellas están bien. - intentó consolarla - ¿Necesitan a Athena para preservar la paz? ¿Qué es lo que está alterándola?. No he escuchado de ninguna amenaza últimamente...

Hyoga se detuvo en seco, claro que no había escuchado nada, si ni siquiera hablaba con sus antiguos compañeros, pero...si algo sucediera Saori los reuniría, ¿verdad?, alguien se hubiera comunicado con ellos...excepto que...

- El Dios Chronos - respondió Lita secamente - ¿Sabes?, hasta hace poco desconocía la existencia de Dioses en este planeta y me costó digerir la información, a pesar de que hace un par de años descubrí que todo es posible. 
- ¿Chronos? - preguntó dudoso - Nunca he escuchado de él...pero si ésto es así, será mejor que lleguemos al santuario cuanto antes. Descansa un poco, saldremos en cuánto haya más de luz.
- Estoy bien - dijo ella - lo que no estará bien es que ese Dios altere el curso del tiempo como pretende...

Pasaba por aquí a decir que me encantó! 

Capítulo 7: Encuentros.


El muchacho de largo cabello la había guiado hasta un prado, el viaje había sido sumamente silencioso. Plut había entendido que el muchacho -cuyo nombre era Shiryu- respetaba su silencio.

- Ya casi llegamos - dijo por fin. - A lo lejos debería verse una especie de cabaña, ¿logras distinguirla?.
- Distingo una sombra -contestó Plut algo confusa, ¿Por qué él nunca abría sus ojos?.
- Entonces, significa que vamos por buen camino, cuanto más nos acerquemos más lo notarás - contestó Shiryu.

Siguieron caminando por unos minutos, cuando por fin se visualizaba, no sólo la cabaña, sino un jóven en ruedas con dos muchachas alrededor. Plut enseguida distinguió a una, ¡se trataba de Rei!. Comenzó a correr, olvidando a su compañero atrás.

- ¡REI!, ¡REI! - empezó a gritar Plut hasta que llegó hasta ella, la muchacha se veía atónita contemplando a la mujer a su lado, ¿qué le pasaría?.
- Plut...me alegra saber que estás bien...- Rei a penas le dirigió una mirada. - Creo...Creo que encontré lo que buscábamos.

Setsuna estaba confundida, ¿de qué hablaba?, ¿quiénes eran aquellos sujetos?, ¿qué era esa energía que sentía?, se vio interrumpida por la voz de Shiryu.

- Saori, que gusto volver a verte - dijo él - Seiya...no ha mejorado, ¿verdad?.
- Shiryu, ¿qué haces aquí? - contestó Saori un tanto molesta- les he dicho a todos que no quiero que vuelvan.
- Lo sé, pero esta jovencita - dijo señalando a Plut - deseaba verte, tiene algo importante que decirte.

Plut se sintió un tanto incomoda cuando las miradas se dirigieron a ella -excepto la de Rei, quién repentinamente salió de su ensimismamiento.

- Plut, ella es la Diosa Athena... - Rei intentó explicar la ver la confusión de su amiga - Y quizás yo pueda explicar por qué te buscamos con tantas ansias.

Hizo un breve silencio, esperando que su amiga procesará la nueva información.

- Hace unos días recibimos un mensaje de la Diosa Artemisa, cuya existencia desconocíamos absolutamente...

- ¿Mi hermana Artemisa? - Saori la interrumpió abruptamente. -¿Por qué se contactaría con ustedes?.
- Al parecer, Chronos la ha capturado - Plut respondió esta vez - y, según nos ha dicho, su plan es alterar el curso del tiempo.
- Por eso es que vinimos a buscar información, para poder rescatarla. - agregó Mars.
- Comprendo - contestó Athena- Sin embargo, sigo sin entender por qué acudiría a ustedes en vez de a mi.

Rei se mostró fastidiosa frente a esta pregunta, no sabía bien como responder, pero hizo su mejor intento en dar la información justa y necesaria.

- Bueno, supongo que lo que les voy a contar no es más descabellado que la existencia de Dioses en la tierra - empezó Mars - Nosotras somos la reencarnación de antiguas guerreras de la Luna. Hace muchos años existió en la Luna un Reino llamado "El Milenio de Plata", cuya gobernante era la Reina Serenity. Las relaciones con la tierra se hicieron cada vez más conflictivas y un día, atacaron destruyéndolo por completo. Es así, que la Reina Serenity con su último aliento deseó que su hija y las guerreras que la protegían reencarnaran en la tierra para poder tener una vida normal. Y, claro esta que su voluntad se cumplió a medias.
- Nosotras somos quienes protegíamos a la Princesa de la Luna, al parecer, Artemisa y Serenity eran buenas amigas - terminó de decir Plut.
Shiryu, quien hasta ese momento había permanecido en silencio habló:

- Recuerdo que mi maestro me comentó algo al respecto, dijo que eso era una leyenda...- hizo una breve pausa- ¿Entonces es cierto?.

Tanto Plut como Mars asintieron con la cabeza.

- Entonces no hay tiempo que perder - dijo firmemente Athena - Tenemos que ir al templo de Artemisa a averiguar que está sucediendo y cómo encontrar a Chronos. Pero...no puedo dejar a Seiya sólo, no así.

Las chicas miraron una vez más a aquel muchacho, ¿qué le habría pasado? ¿Por qué estaba así?, una voz desconocida se escuchó.

- No te preocupes Saori - dijo una mujer al aparecer en escena - Yo me quedaré con él, lo protegeré.
- Te lo agradezco, Marin - Dijo Athena. - Vengan aquí, nos transportaremos a su Templo.

Dicho esto, los cuatro desaparecieron.