Entregate a mi (surrender to me) [S/D)WAFF one-shot

Estaba teniendo problemas de concentración. Aunque las batallas de la Segunda Guerra Mundial me interesan muchísimo, la chica sentada a tres mesas de mi atrapa mi atención mucho más.

Sus dedos estaban apretados alrededor de una cuchara mientras agitaba su helado y lo convertía en una papilla dulce. Sus pálidos ojos azules miraban fijamente el postre mientras tomaba una cucharada, después le dio un golpecito y la miró caer de regreso en la gran taza de metal.

En su otra mano apoyaba su cabeza llena de aburrimiento mientras se adormilaba hacia un lado. Su codo descansaba sobre la mesa de tal manera que su cabeza no tuviera que hacerlo. El flequillo colgaba a través de su frente. Sus rosados labios asemejaban una linea recta, sin fruncirlo, aunque ciertamente no sonreía.

Durante el tiempo que la he conocido nunca había visto a la chica tan aburrida como para que se tardase tanto en comerse un sundae de chocolate.

Volví los ojos al libro de texto que se encontraba posado en la mesa abajo de mi, recorriendo la punta de la pluma sobre las lineas conforme las leía. Terminé la columna con las letras pequeñas y gire la pagina sin darme cuenta mientras mi mirada deambulaba hacia arriba otra vez.

Ahora se encuentra viendo a través de la ventana, con la cuchara en la boca mientras lame las últimas gotas. Sin quitar la mirada del ajetreo de afuera, toma la cuchara y la regresa al tazón, levantando otra bola, antes de traerla de nuevo a sus labios otra vez. Duda un poco antes de envolverla con su boca.

Sacudiendo la cabeza, regresé la mirada a mi libro. ¿Qué podría estar molestándola? Suspiré, tratando de leer el primer párrafo. Después de haber hecho eso, hice una pausa, mirando la pagina con la mirada vacía y me di cuenta de que no entendí ni una sola palabra de lo que acababa de leer. Mis ojos se fueron encima de ella y nada parecía familiar. Dejando los ojos en blanco, me pregunté si siquiera la había leído o si mi mente había estado demasiado ocupada.

Cerrando el libro de golpe, me froté las sienes con las yemas de los dedos. ¿Porqué me molesto en tratar de concentrarme cuando ella esta cerca? Voltee hacia arriba para ver que se encontraba ocupada analizando una cereza grande y roja, la parte de abajo escurría con los restos de nieve de chocolate y crema batida.

Deslizándome hacia afuera de la mesa, metí mi libro bajo un brazo y caminé firmemente hacia la chica, antes de sentarme en la banca roja que se encontraba directamente enfrente de ella. Devoró la cereza, dejando un tallo rojo, antes de dejarlo caer en un vacío tazón de metal.

“Buenos días, Odango Atama”

Sus preciosos ojos azules se dejaron ir hacia los míos, de pronto llenos de un sentimiento no muy alejado de enojo, el aburrimiento desapareció por completo.

¿Qué QUIERES, baka?

Levanté una ceja debido a la frialdad en su voz. Con el tiempo, me he acostumbrado a ese tono, aunque nunca me ha gustado mucho. Su voz puede ser tan ligera y entusiasta--La he escuchado muchas veces-- sin embargo siempre se torna amarga cuando yo me encuentro presente.

“Te ves sola”

“No significa que quiera TU compañía”

Sin hacer caso, me incliné hacia atrás, descansando los codos en la parte trasera de la acojinada banca.

“Tampoco significa que no la quisieras”

Mirándome enojada, levantó la cuchara de la mesa y la dejo caer en el tazón con un fuerte ruido.

“Largate”

Le sonreí ligeramente satisfecho, aunque no creo que se haya dado cuenta. “¿Quieres que te compre otro sundae? Podrías perder otra hora si te lo comes a la misma velocidad que el último”

“Conociéndote, lo mandarías a envenenar para mi”

“Oh, ¿Porque querría que algo malo te pasará? Haces mi vida interesante”

“Y tu haces mi vida una tortura. Es lo justo” añadió irónicamente. Suspirando, me pregunté como es que todas nuestras conversaciones terminan horriblemente y tan rápido. Casi me sorprende. Me pregunto porque no puede esperar para alejarse de mi. Me pregunto porque me duele tanto verla triste o sola. Me pregunto porque mi corazón late tan anormalmente rápido cuando pienso en sus largos y dorados cabellos---Los cuales no he tenido el privilegio de tocar.

Ahora sus brazos se encuentran doblados enfrente de su pecho mientras me observa detenidamente. Ah sí, la prueba familiar de quien va alejar la mirada primero. Creo que le gustan estas discusiones. Quien gana, quien pierde. Creo que el puntaje es bastante parejo, por fuera. Personalmente, creo que ella ha ganado cada partido. Las armas que le arrojo son algo juguetonas; nunca quiero lastimarla y se pueden contradecir fácilmente, se hacen a un lado de golpe despreocupadamente. De todas maneras, a ella nunca le ha importado mi opinión. Pero cuando me ataca con palabras crueles y miradas frías, esta buscando sangre. Y me he dado cuenta de que tengo cero defensas en contra de ella. Cada insulto es como otro cuchillo cortando a través de mi piel.

Pero todavía le falta llegar al corazón.

Nuestras miradas se quedan fijas en los ojos del otro mientras un silencio nos invade. Trato de mantener mis ojos sin emoción con algo de dificultad. Su mirada es como hielo, no hay sentimientos que pueda ver o que pueda esperar que haya. Finalmente, me decidí por conversar otra vez. Esto hizo que mantuviera mis pensamientos alejados de otras cosas, tales como sus hermosos labios que hacen pucheros.

“¿Necesitas que alguien te anime? hoy no pareces ser la chica feliz de siempre.”

Por un momento, no se movió, casi como si estuviera especulando en siquiera contestar la pregunta, o si en que yo quisiera una respuesta.

“Estoy bien” concluyó.

Levanté una ceja coquetamente. “Si...si lo estas” dije en voz baja.

Por un breve momento algo destelló en sus ojos, pero desapareció antes de que pudiera saber o entenderlo. Pero lo que sea que haya podido ver en en esa mirada azul celeste encendió un fuego dentro de mi, haciendo que mi corazón se volcase algunas veces, aligerando un poco mis pensamientos. Comencé a luchar por tratar de extinguir las llamas antes de que derribara el resto de mi armadura por la que tanto he trabajado.
La batalla proseguía mientras nuestros ojos buscaban debilidades en los otros. Estoy seguro que notó mi flaqueo antes y ahora una sonrisita malévola se encuentra en la comisura de su labios.

“¡hola Mamoru-kun! ¡Usagi-chan! dijo una voz optimista a lado nuestro. En un segundo, miré sus ojos ensancharse con una sorpresa alegre, y sé rindió en la guerra demasiado rápido, girando para ver al recién llegado Motoki. Suspiré, dejando que mis ojos se quedaran viéndola un rato mas, antes de voltear a ver a mi mejor amigo.

"Konnichi'wa Motoki-san!" dijo Usagi alegremente cualquier signo de su previo enojo, aburrimiento o tristeza fueron borrados. Refunfuñe internamente, nadie mas escucho. Su pequeño enamoramiento es enfermizamente obvio. No lo entiendo para nada: la manera en que le sonríe y agita las pestañas. Como su voz se pone más alegre y su cuerpo se mece.

“Motoki-kun” Lo salude con la cabeza y con una pequeña sonrisa. Él sonrió limpiándose las manos en su mandil blanco.

“¿Ya terminaste con esto, Usagi-chan?

“Huh? Miró hacia abajo para ver el tazón de metal, vació excepto por una cuchara y un tallo de cereza, después sonrió felizmente y lo empujó al final de la mesa. “Si, ya terminé. Arigatou”

“De nada” lo levantó, antes de vernos, sus ojos marrones buscando las circunstancias. “Oigan, ¿Qué están haciendo de cualquier manera? preguntó sospechosamente.

“Odango parecía triste,” le dije, antes de tornar mi mirada hacia la chica y añadir en un tono bastante serio, “ Estaba tratando de cambiar eso”

Me miró con enojo brevemente antes de volver a ver al rubio. “Mamoru-san estaba molestándome otra vez” dijo, su voz hacia pucheros, aunque su mirada estaba todavía llena de placer.

Puse mis ojos en blanco. Seguro que si, Usako. Seguro que lo hacía.

Sin ver a Motoki, pude sentir como me miraba con decepción. ¿Siquiera Usagi se da cuenta que no estaba tratando de lastimarla? No, todo lo que digo es malo y horrible. Podría decirle que es tan hermosa como una puesta de sol y tan dulce como chocolate y se lo tomaría como insulto. Suspirando, ni siquiera trate de corregir su afirmación. Que Motoki piense que todo lo que quiero es torturar a la pobre chica. Que piensen lo que quieran. Eso es mejor que si llegaran a saber la verdad.

Con su voz todavía llena de emoción y alegría pregunta, “Motoki-san, ¿Te gustaría unírtenos para comer algo de nieve o algo por el estilo?

No fallé en notar que usó la palabras ‘nos’, pero lo ignoré cuando me di cuenta de lo raro que se hubiera escuchado si hubiera dicho `me’, aunque estoy seguro que es eso lo que pensaba. Mirando a Motoki otra vez, lo veo sonreír con cariño en los ojos, el mismo cariño que tiene en los ojos para mi y su hermana. Pobre Usako, no se da cuenta de que la quiere como a una amiga o como a una hermanita. No de la manera en que ama a Reika, su novia de tres años.

No de la manera en que la amo.

“Me encantaría, Usagi-chan, pero tengo que regresar a trabajar. Aunque gracias por la invitación. Los veo luego, ¿Esta bien?

Usagi asintió tristemente con la cabeza, forzando una pequeña sonrisa en sus labios.

“Adios, Motoki-kun. Te veo luego”

“¡Adios, Motoki-san!”

Se alejó con su tazón vacío. Observé como su mirada lo seguía, mirando cada uno de sus movimientos con mucha nostalgia. Sus ojos parecen hacerse más pesados, más pálidos cuando se marcha, y lo observa fijamente con añoranza.

Apreté los dientes y puños mientras ella finalmente regresaba al mundo real, la ira y los celos hervían a través de cada una de mis venas. Si la chica no fuera tan terca, tan ingenua...

Sus ojos regresaron a los míos y su felicidad se desvaneció. “oh, ¿Sigues aquí? Dijo llena de odio. Tragando saliva, forcé la voz para que sonara tranquila.

“No por mucho tiempo” Levantando mi libro, me levante de la mesa. Miré hacia abajo para ver una mirada de sorpresa en su rostro, antes de que se tornara en piedra otra vez. “Diviértete persiguiendo a Motoki” Le dije arrastrando la palabras, “por que perseguir es lo UNICO que vas a conseguir de esa relación” Después de mirar el shock, la confusión y luego el enojo brillar en sus ojos, me di la vuelta y me marché del café y arcade.

Estar parado a solas y en silencio en mi balcón, observando fijamente las concurridas calles de abajo debe ser una de las cosas más desconcertantes que he hecho. Solía ser una actividad para aclarar mis pensamientos, para ayudarme a relajarme. Pero no más, mi mente se niega a dejar mis pensamientos en claro. Cuando trato de divagar y pensar en cosas como el hermoso atardecer o el agradable clima, mi mente se congela y me regresa al tema que hace doler mi corazón cuando pienso en ello. O...Cuando pienso en ella.

Entonces Usako me odia. Supe eso hace ya tiempo, pero era comprensible. Nunca había tratado de ser extremadamente amable con ella, pero...No quiere decir que siempre haya sido un total cretino tampoco, al menos no lo he sido últimamente. Seguro que al principio me porté mal, pero durante las ultimas semanas he tratado todo lo que sé para que note mi otro lado, pero nunca presta atención. Ofrezco comprarle una nieve, hacerle compañía y me ataca con insultos y comentarios que podrían romperme el corazón en dos. Pero aún no se lo he permitido.

No puedo evitar hablar con ella cada vez que la veo. Sé que solamente voy a salir lastimado en el proceso, pero es como una enfermedad que no puedo controlar. Como una adicción.

¿Usako me odia? Puede continuar. Puedo lidiar con el dolor. Pero algún día...algún día...

Dándome la vuelta, entro a mi departamento me meto los zapatos antes de salir por la puerta. Necesito sacármela de la cabeza.

Caminado por la acera, mantengo los ojos pegados al suelo, analizando los zapatos de los que pasan caminando. Ayuda un poco. Levantando la mirada, puedo distinguir el parque y me dirijo a él, ansioso por oler las rosas, sentir el suave pasto, escuchar al pequeño riachuelo bajo el puente. Al entrar, inmediatamente tomo el ya familiar camino por el que he caminado ya tantas veces. La tierra se levanta en pequeña nubes abajo de mis pies. Puedo ver al anaranjado sol brillar a través de algunos arboles a mi derecha, y sé que se esta ocultando rápidamente.

Caminando por el puente de madera que atraviesa al riachuelo, me detengo para observar por un momento. El agua salpica alrededor mío en blancas ondas y olas azul claro. Doblo mis brazos en la rejas, cerrando los ojos.

Debo haber estado ahí más de lo que pensé, ya que cuando abrí los ojos otra vez, el sol estaba besando al horizonte. Con una pacifica y contenta sonrisa que salía de mis labios me doy la vuelta y comienzo mi camino a casa.

Me detengo cuando veo un cuerpecito acurrucado y temblando debajo de un gran árbol. Su espalda esta recargada en contra de él, sus rodillas están en su pecho, con dos chongitos de dorados cabellos saliendo de su casi completamente escondida cabeza.

No debería ir a hablar con ella. La debería dejar ser. Preocuparme de mis propios asuntos. Dejar ir la oportunidad por una vez.

Pero sé que eso sería imposible.

Tragando saliva, me acerco temblorosamente a la chica, arrodillándome en frente de ella. Dos yemas de mis dedos se acercan para trazar un lado de su rostro, y se quita bruscamente, mirándome y se me rompe el corazón al ver sus mejillas rojas y lagrimas saliendo a raudales.

“Usagi-chan...¿Qué tienes?” Le pregunto, no hay necesidad de ocultar la preocupación en mi voz. Me mira detenidamente por un momento sin decir nada, antes de quitarse las lagrimas de los ojos con una manga.

“Lárgate, Mamoru-baka, no necesito tratar contigo en este momento”

Casi considero tomar su opción, pero ahora que ya estoy atado a esto. Desde ya hace semanas. Su dolor es el mío propio. Me siento a un lado de ella, con la espalda en contra del tronco.

“Oye, solo pretende que estas hablando con Motoki, ¿Esta bien? Ahora ¿Qué te pasa? Tal vez puedo ayudar....”

Mirándola, puedo ver que aprieta la quijada. “Motoki...” dice en voz baja, para ella misma, antes de girar para darme la cara otra vez. Se para y me observa fríamente. “¡Tu no mereces siquiera pronunciar su nombre! Seguro, Solo pretenderé que estoy hablando con un príncipe cuando en realidad, estoy abriendo mi corazón a su mejor amigo, ¡Basura!”

Poniendo los ojos en blanco, me golpeo la cabeza fuertemente en contra del árbol, luego me doy cuenta que duele y hago un voto silencioso para no volver hacerlo otra vez. “¡¿Que TIENE él?! ¡¿Qué rayos le ves que te pone toda...cariñosa y protectora?! y....¡¿Porqué es ÉL tan especial para ti?!”



Se cruza de brazos. “!oye, no sé, podría probablemente ser el hecho de que tiene esta cosa llamada corazón!”

Me paro a un lado suyo, la suavidad vence al previo enojo de mi voz. “Tengo corazón, Usagi-chan. Pero por alguna razón, no puedes verlo.”

“Es cierto, tienes corazón de hielo,” me responde. Dejo salir un suspiro, cerrando los ojos a causa del inminente dolor de cabeza que siento venir. ¿Porqué tuve que acercarme a hablar con la chica? oh ¡¿Porqué?! “!La gente amable, la gente dulce, la gente con CORAZON no gasta su tiempo libre insultando, molestando y mofándose de chicas inocentes!

La escucho darse la vuelta para irse a casa, pero la alcanzo y la tomo de un brazo, abro los ojos. Se da la vuelta para verme con odio.

“¡Espera!”

“¡Suéltame!”

Lentamente, aflojo mi apretón y se aleja bruscamente de mi con un jalón, sabiendo muy bien que no la agarre fuertemente, estoy seguro.

“Usagi-chan,!Yo NO gasto mi tiempo libre tratando de herirte!”

“!Oh, entonces gastas el tiempo en el que deberías estar haciendo otras cosas!”


Pongo los ojos en blanco, antes de observarla severamente. Tiene que ser la chica más terca y difícil que he conocido en toda mi vida.

“Escucha, admito que fui un completo cretino cuando nos conocimos, pero durante las últimas semanas he tratado de ser amable contigo! He hecho todo lo que puedo para animarte, para hacerte sonreír, para...para ser un AMIGO, y !tu no te has dado cuenta de nada de eso!

“Si le llamas ser un amigo a...”

“¡No EMPIECES! Le grite. Se queda congelada en medio de lo que iba a decir, con la boca abierta. Nunca le había hecho eso antes...Recuperando el aliento, comienzo a retorcer las manos en frente de mi estomago. “ Si me escucharas por un momento antes de que empieces a disparar más contestaciones, tal vez no tendríamos que pelear todo el tiempo.

“Oh, entonces ahora me estas diciendo que todas nuestras discusiones son MI culpa!”

“No, Lo que digo es que estoy tratando de hacer lo correcto pero no me dejas! Por dios santo, ¡¿Quién crees que sale más lastimado cuando peleamos?! ¡¿Tú?! ¡ No lo creo ! Cada vez que dices odiarme, cada vez que me miras como si fuera la escoria de la tierra, puedo sentir como se me rompe el corazón. ¿Tienes idea de como es eso? Saber que cualquier cosa que hago para que las cosas sean mejores entre nosotros va a fallar? Me lastima Usagi, mucho más de lo que alguna vez te he lastimado. Yo sé que te importa poco lo que yo piense de ti, y aparte, ¡Realmente nunca te insulto! Odango Atama (cabeza de Bombón) por ejemplo, ¡¿Cómo es ese un apodo tan HORROROSO?!

“¡Te he pedido en repetidas ocasiones que no me llames así!

“ Pero ¿Porqué? ¡¿Hay alguna razón o simplemente quieres convertir todo lo que sale de mi boca en un insulto?!

“¡Todo lo que sale de tu boca ES un insulto!”

Me esfuerzo para calmarme. Esto no esta ayudando en nada. ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué estoy tratando de probar aquí?

“Usagi... Me acerque hasta aquí para animar a una hermosa chica a quien, aunque no lo creas, quiero muchísimo. Ahora....fue ESO un insulto? Porque es la verdad.”

Sus ojos azules me miran detenidamente por un momento, la ira se convierte en una confusión total. Acercándome más a ella con un paso, intento encontrar las palabras que quiero decirle...Lo que necesito decirle.

“Sé que me odias. Lo sé. Pero yo...yo no te odio, nunca podría. Si tu quieres que me aleje de ti, puedo tratar. No te prometo que pueda hacerlo, pero PUEDO tratar. Y pues, si ya nunca te vuelvo a ver otra vez...” Inhalé profundamente, esta es mi última oportunidad. Mi única oportunidad.

Estirando el cuello, baje los labios dulcemente sobre los suyos, besándola una vez, suavemente, tiernamente. Apartándome a pulgadas de su paniqueado rostro, le digo en voz baja, “Significó algo para mi.”

Dándome la vuelta, me fui caminando del parque rápidamente, alejándome de ella tan rápido como pude.

Veamos cuantas veces tienes que golpearte la cabeza en contra de un edificio antes de quedar inconsciente, ¿Esta bien?

¡Una!

¡Dos!

¡Tres!

Esta bien, ni una vez más, ni una vez más....Ouch...

Suspirando, me deslizo al lado del edificio. Había Tratado de llegar a casa antes de romper en llanto, pero simplemente no pude. Y entonces encontré este callejón y lo he tomado como refugio, llorando fuertemente mientras los sollozos estremecen mi cuerpo en jadeantes sacudidas.

Habiendo caído de rodillas, coloco las palmas de mis manos en el cemento de abajo, mi frente descansando en contra del cemento de la pared. Me muerdo el labio, limpiando rápidamente las lagrimas antes de dejar caer mi mano otra vez.

“¿En qué estaba pensando?” Me susurro a mi mismo. “!¿En qué estaba PENSANDO?!” Eso fue más fuerte. “Me mantendré alejado de ti. Me preocupo por ti, ¡¿Cómo puedo quererte tanto como te quiero y mantenerme alejado de ti?! Oh, Usako, ¿No te das...? ¿No puedes verlo? No quiero pelear contigo. Nunca quise pelear. Yo...Yo te amo...Usako. Te amo. ¿Porqué tienes que odiarme? Te podría hacer tan feliz. Podría...Podría tratarte bien, como a una princesa, lo haría....¿Porqué me odias? Usako...”

“¿Porqué no me lo dijiste?” pregunta una suave y familiar voz. Me quedo boquiabierto, mis ojos se abren de golpe. Dando la vuelta, veo a Usagi parada en la entrada del pequeño callejón. Mis ojos se ensanchan, y de un brinco estoy de pie, rápidamente limpiando cualquier rastro de llanto.

“¿Porqué me seguiste?”

“¿Porqué no me dijiste, Mamoru-san?”

“¿Porqué no te dije qué?” le digo en voz baja, abrazándome en contra de la pared para no caerme. Mis rodillas se sienten como gelatina al estar parado ahí, mirándola fijamente, las lagrimas de hace un rato todavía tiene efecto en mi cuerpo.

“¿Usako? ¡Me amas! ¿ De qué se trata todo esto? !No es posible que me ames! No se lastima a la gente que se ama!”

Después de un momento de observarla en shock, la ira se apodera de mi otra vez. “¡Por dios mujer, ¿No escuchaste nada de lo que acabo de decir?!

“Como te atreves...” hace una pausa, mirándome hacia abajo por un momento, antes de dirigir su mirada hacia mi. “¿Cómo te atreves a pretender decir estas cosas como si las dijeses en serio? ¡¿Cómo te atreves a besarme e irte después?! ¡¿Qué estas tratando de hacerme?! Lagrimas empiezan a recorrer sus mejillas, se da vuelta en los talones y se va corriendo del callejón oscuro

Y es entonces cuando todo comienza a dar vueltas. El corazón se apodera de la razón y lo siguiente que sé es que estaba corriendo detrás de ella. La oscura noche le ha dado la bienvenida a calles vacías y por un largo tiempo todo lo que pude escuchar era mi respiración y sus pasos en la siguiente calle. No sé como se adelanto tanto, tal vez el correr a la escuela la hizo extremadamente rápida, pero me fue difícil alcanzarla, y cuando lo hice, estábamos otra vez en el parque.

Finalmente, estaba lo suficientemente cerca para poder alcanzar a agarrarla del brazo, lo cual fue lo que hice. Se detuvo y se dio la vuelta para darme la cara, su respiración entre cortada, sus mejillas húmedas y rojas.

“!¿Por qué estas siguiendome?! Gritó.

No sabía que hacer. Había dicho todo lo que pude, y aún nada había cambiado. Sacudiendo la cabeza, la cubrí con mis brazos, envolviéndolos fuertemente alrededor de su pequeño cuerpo. Forcejeó un momento pero se detuvo cuando comencé a hablar.

“¡Porque si te pierdo ahora, sé que nunca tendré otra oportunidad!”


Esta callada, solo sacudiendo la cabeza en mi chaqueta. “No, no puedes...no puedes sentir esto...no es justo!”

“¿Por qué? ¿Porqué no me crees? ¡¿Por qué eres tan terca?! ¿Por qué no me dejas que te ame? ¡¿Por qué siempre insistes en pelear conmigo?! ¡¿Por qué QUIERES alejarme?!

Sollozó fuertemente, sus piernas se desplomaron de tal manera que mis brazos eran su único apoyo.

“Porque...”dijo en voz baja, y me fue difícil escucharla. “Porque te amo...”

Me quedé sin aliento. “¿Qu-qué...?” tartamudeé. No es posible que haya dicho que...

“¡Porque desde el día en que nos conocimos he tratado todo lo posible para ignorar lo que siento por ti!” gritó y con un empujón se salió de mi abrazo. Apretó los brazos alrededor de su cintura, mirando fijamente el suelo. “He tratado muy fuertemente, muy fuertemente de imaginar que no me importabas. De pretender que no eras nada mas que un cretino arrogante. Me he dado cuenta de que eres dulce y amable y...Pero traté fuertemente de no hacerlo, y ahora...ahora nunca podré imaginarlo otra vez. Pero...¡NO QUIERO ESTAR ENAMORADA DE TI!” sus ojos se dejaron ir a los míos, y puede ver miedo escondido dentro de sus profundidades.

Hubo un gran silencio al estar ahí parados viéndonos.

“¿Eso es..todo? Pero....no entiendo. Si tu también me amas...¿Por qué?”

“¡Porque voy a salir lastimada! Lo sé...” dijo en voz baja, desviando la mirada otra vez. “Sé que me lastimaras...”

Agité la cabeza, dando un paso hacia ella. Mis dedos recorrieron su brazo y se estremeció al contacto.

"Oh, Usako… Nunca te lastimaría...”

Lentamente, envolví mis brazos alrededor de su cintura otra vez. Su cabeza calló de buena gana en mi pecho mientras comenzaba a correr una mano a través de su cabello. “Te lo prometo, Usako. Te prometo que nunca te haré daño, pero....pero vas a tener que darme una oportunidad. Vas a tener que confiar en mi,” susurré.
Sus ojos azules se elevaron para ver los míos y sentí una calidez verterse sobre mi, mirando dentro de su mirada llena de esperanza. Sollozó un par de veces, contemplando cosas en silencio mientras la tenía en mis brazos. Después de un rato, sus ojos se cerraron.

“Oh, Mamoru-baka, ¿Por qué tienes que ser tan perfecto?”

Reí ligeramente, inundándome de felicidad. ¿Es todo esto un sueño? Rocé mis labios sobre su frente.

“¿Más perfecto que Motoki?”

Dio una risita tonta, asentando con la cabeza. “Él era solamente un señuelo...Solamente lo usé para no pensar en ti...”

“Hmm....y....vas a seguir haciendo eso? Porque realmente me pongo celoso fácilmente, sabes...”

Golpeándome ligeramente en el pecho, me dijo, “Por supuesto que no, baka!”

Agarré su mano manteniéndola dentro de la mía, y baje mi rostro de tal manera que nuestras narices rozarán entre si. “Esa es otra cosa: ¿Siempre te vas a referir a mi como baka (idiota/tonto)?”

Riendo cerró los ojos. “De hecho....estaba pensando, ya que pareces tomar esto en serio...podría...podría llamarte Mamo-chan?”

La miré. Sus ojos estaban cerrados fuertemente y se mordió el labio de abajo nerviosamente. Reí. “Solamente si puedo llamarte Usako”

Suspiró felizmente y la besé otra vez, más tiempo que la última vez, manteniendo nuestros labios juntos. Al apartar mis labios, le dije en voz baja, “Aishiteru, Usako.” (Te amo, Conejita)

"Aishiteru, Mamo-chan."

Todo parecía ser perfecto mientras nos abrazábamos en silencio, solamente la plateada luna fue testigo de nuestros votos. Y supe que ya no abrían más peleas.

FIN